Papa Francisco: nuevo humanismo para el mundo de hoy

Ante la revolución que afecta a «los nudos esenciales de la existencia humana», es necesario hacer un «esfuerzo creativo» y «repensar la presencia del ser humano en el mundo», expresó el papa Francisco en el videomensaje enviado a la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Cultura, dedicado al tema «Hacia un humanismo necesario».

En su mensaje el pontífice indicó la necesidad de responder a las múltiples preguntas que plantea la pandemia, en primer lugar las «fundamentales de la existencia: la pregunta sobre Dios y el ser humano».

En efecto, en esta coyuntura histórica, no sólo necesitamos nuevos programas económicos o nuevas recetas contra el virus, sino sobre todo una nueva perspectiva humanista, basada en la Revelación bíblica, enriquecida por la herencia de la tradición clásica, así como por las reflexiones sobre la persona humana presentes en las diferentes culturas.

Sin ceder a la crítica y a la negación, Francisco indica además que es el momento de pensar: “Más bien se nos pide que repensemos la presencia del ser humano en el mundo a la luz de la tradición humanista: como servidor de la vida y no como dueño suyo, como constructor del bien común con los valores de la solidaridad y la compasión”. Mientras junto a la pregunta sobre Dios, hoy surge otra que se refiere al ser humano y su identidad.

“La Sagrada Escritura –expresó Francisco- nos brinda las coordenadas esenciales para perfilar una antropología del ser humano en su relación con Dios, en la complejidad de las relaciones entre el hombre y la mujer, y en la conexión con el tiempo y el espacio en que vive”.

Tal como dice el Santo Padre, “esta fusión entre la sabiduría antigua y la bíblica sigue siendo un paradigma fecundo”. Sin embargo, “el humanismo bíblico y clásico hoy debe abrirse sabiamente para acoger, en una nueva síntesis creativa, también los aportes de la tradición humanista contemporánea y de otras culturas”.

Todo esto, concluye el Papa, se convierte en «la mejor herramienta para abordar las inquietantes cuestiones sobre el futuro de la humanidad», ya que el mundo, hoy más que nunca, «necesita redescubrir el significado y el valor de lo humano en relación con los desafíos que hay que afrontar.

Fuente: aica.org

Comunicado del Equipo de Sacerdotes para las Villas y Barrios Populares por el asesinato de Lucas González

Ante el asesinato de Lucas González, de 17 años, cometido por efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, los Sacerdotes para las Villas y Barrios Populares de la ciudad y la provincia de Buenos Aires emitieron un comunicado.

“Estamos conmovidos por el asesinato de Lucas González, un adolescente cuyo único ‘delito’ entre comillas fue querer crecer como jugador de fútbol en un club de la villa y llevar a probar a sus amigos para que tengan mejor vida”.

“Lucas se encontró con tres policías de la ciudad de Buenos Aires que actuaron completamente fuera de la ley. Matando a Lucas, se fueron al extremo. Ya ni debiéramos hablar de ‘gatillo fácil’. Fue un gatillo -consideraron- que nunca debería haber estado en esa escena”, y pidieron “que el Jefe de Gobierno de la Cuidad de Buenos Aires replantee sustancialmente los criterios de formación de la Policía a su cargo, así como los responsables de las demás fuerzas de seguridad que actúan en nuestros barrios”.

“Sería importante -afirmaron- que todos aprendamos de la decisión de la familia de Lucas que quiso donar sus órganos que seguirán vivos en quién sabe quién. Este gran acto de amor contrasta con los que odian, los que discriminan, los que matan desde el Estado”.

“Sabemos que la violencia institucional en nuestros barrios no es cosa nueva. Lo venimos advirtiendo desde hace años. No corregir estos errores es también la causa de este hecho aberrante. Si no se cambia, seguirá habiendo este tipo de muertes, como sigue habiendo abusos de la autoridad y violencia en el accionar de estas fuerzas de seguridad”.

Y en palabras del papa Francisco, expresaron: “El abuso de poder es una trompada a la dignidad humana y eso no lo podemos permitir y contra eso hay que luchar”.

Fuente: aica.org

Colegio Llorens en la Semana Mundial de la Educación

Dos escuelas mendocinas representaron al país al participar en la Semana Mundial de la Educación. Se trata de los colegios Padre José María Llorens, de Ciudad, y Tomás Alva Edison de Guaymallén. El evento es organizado por la Organización Internacional T4 Education, con sede en Inglaterra, y es uno de los encuentros virtuales más grandes del mundo, donde estudiantes comparten experiencias de aprendizajes y buenas prácticas.

Los proyectos presentados por las escuelas mendocinas fueron dos. Por un lado la escuela Edison creó un dispositivo que detecta dióxido de carbono para poder tener ambientes seguros. En tanto que desde la escuela Llorens se mostró una iniciativa de lectura, escritura y expresiones artísticas realizadas complementariamente con una escuela chilena.

Gilda Aguirre, directora de la escuela secundaria Padre Llorens, indicó que presentaron un proyecto que se llama “Puentes Pintados con Palabras” del que participaron todos los estudiantes de primero a quinto año y que llevan adelante en conjunto con una escuela chilena llamada Liceo Claudina Urrutia de Lavin, en la localidad de Cauquenes.

Puentes pintados con palabras

“Hace muchos años llevamos adelante un proyecto de estimulación de lectura, escritura y expresiones artísticas. Tenemos dos libros publicados. El último fue escrito y luego presentado en la Feria del Libro con aportes de alumnos, docentes, padres y egresados”, explicó Aguirre.

En mayo pasado iniciaron las actividades con la escuela chilena. Se trató de un espacio interactivo entre ambas instituciones con cinco talleres que abordaron diversas aristas. Así, trabajaron temáticas relacionadas con la fotopoesía, la música, la literatura, la ilustración y la poesía, entre otros. “Los chicos se capacitaron y luego creamos un muro interactivo donde pudieron subir sus producciones, sus poemas, sus dibujos, todo el trabajo colaborativo que realizaron”, indicó Aguirre.

La idea de este proyecto es darle continuidad y realizar una feria del libro institucional entre ambas escuelas y luego, si es posible, conocerse en lo presencial, ya que hasta el momento todo el contacto ha sido por internet.

Respecto de la participación en la Semana Mundial, Aguirre señaló que, aunque el idioma fue una limitación, con una docente de inglés que ayudó y el Gobierno de Mendoza que aportó una traductora para el día del evento, igual pudieron presentarse. “Lo llamativo fue el intercambio entre dos países con un trabajo sostenido y vinculado con el desarrollo de expresiones artísticas, donde plasmaron los chicos las sensaciones que tuvieron durante la pandemia”, dijo. Y añadió que fue emocionante poner al colegio “a la luz del mundo”. “Esto nos abre puertas para acceder a otras cosas. Ha sido un orgullo y hemos aprendido mucho de otros colegios con realidades parecidas y otras diferentes”, destacó.

Para terminar, indicó que a partir de lo realizado, la idea es poder editar un libro más en formato virtual y papel.

Fuente: losandes.com.ar

 

UCC: La pandemia como oportunidad

Natalia Hernández es de Río Cuarto. Terminó de cursar la carrera de Abogacía en la Universidad Católica de Córdoba en 2006, pero por diversos motivos le quedó pendiente una materia para recibirse. Después de 16 años y pandemia de por medio emprendió el reto de rendirla y en 2021 recibió su título. En esta nota nos cuenta la historia.

Testimonio

La abogacía siempre me pareció una carrera interesante y con un abanico de posibilidades muy grande y variado en cuanto a lo laboral, pero en aquel momento de decidir me apasionaba la moda y quería ser diseñadora de indumentaria. En ese entonces, no existía la opción de realizar esa carrera a nivel universitario, así que me decidí hacerlo como hobbie y cursé toda mi carrera de Abogacía. Finalmente me dediqué por completo a mi emprendimiento textil y y así fue que me quedó pendiente la última materia por rendir desde 2006 ¡hasta que vino una pandemia!

En la actualidad soy coach. Luego de dedicarme varios años a la moda y buscando una herramienta para potenciar mi equipo de trabajo, descubrí el coaching y me fascinó, así que me puse a estudiar sobre eso. Mi actividad fundamentalmente consiste en trabajar las herramientas que nos brinda el coaching de una manera distinta y más efectiva en empresas e instituciones, acompañando a los distintos equipos de gestión. Creé un modelo para mi método al que puse el titulo de Pausas Disruptivas y apunta a que, desde la sorpresa, el juego, y la propia vivencia o experiencia, las personas fortalezcan su propia singularidad. Así es como todos los miembros de un equipo pueden alinear esas fortalezas hacia las aspiraciones que tengan, creando acciones colectivas para lograr cambios sustentables y sostenidos en el tiempo.

Hoy puedo ver que todos los pasos que fui dando me llevaron a esto, y le encuentro mucho sentido. Desde la moda, buscando que cada prenda realce las cualidades de quien la viste, como toda la formación que tuve en la Facultad, en valores y también académicamente. Materias como filosofía, sociología, antropología, derecho natural, y teología, fueron una base que enriqueció muchísimo mi formación como coach, la oratoria, ese entrenamiento para hablar en público que tuve por rendir todos los finales orales en la facu, la lectura, la constancia y dedicación que requiere esta carrera… Todos, fueron ingredientes que aportaron muchísimo a quien soy hoy y, sobre todo, a mi trabajo.

Recuerdo con mucho cariño los años en la Universidad, vivir en Córdoba, los amigos, los pasillos, y lo contenidos que nos sentíamos los que veníamos de otras ciudades. También recuerdo especialmente a algunos profesores que despertaron en mí el pensamiento crítico y la curiosidad. Esos vínculos y experiencias, imprimen ese sello que deja la Católica en cada uno de los que pasamos por ahí.

Se puede decir que soy una egresada de la virtualidad porque para mí fue una oportunidad. Gracias a ella y al stop obligado de la pandemia me recibí, si no tal vez nunca lo hubiera hecho. Preparar la materia fue una experiencia novedosa y distinta porque hay muchísima información en la web, lo que hace más dinámico el aprendizaje. Cuando me cansaba de leer, veía un video del tema en youtube o escuchaba un podcast.

Para los estudiantes de hoy, mi mensaje es el siguiente: Podes estar convencido/a de que lo que estás estudiando va a ser tu profesión para toda la vida, ¡o no! y tener muchísimas dudas y miedos. Lo importante es que en la búsqueda de tu destino nunca dejes de formarte; estudiar; interesarte; comprometerte; innovar, aunque parezca que todas esas piezas no tengan relación alguna, luego en algún momento a todos esos pasitos que fuiste dando, con errores y aciertos, se les encuentra un sentido.

Fuente: ucc.edu.ar

Reflexión del Evangelio – II Domingo de Adviento

Evangelio según San Lucas 3,1-6.

El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos desparejos.
Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios.

Reflexión por Oscar Freites SJ

El Evangelio de este segundo domingo de Adviento nos llama a: rellenar, aplanar, enderezar, allanar, nivelar… Parecería que, en este Adviento se nos invita a una audaz “obra de ingeniería” sobre nuestras vidas. O más bien, a una artesanal tarea de albañilería para “preparar el camino” de nuestro corazón al Dios hecho niño que ya llega. Preparar el camino para que Dios llegue sin tropiezos ni pérdidas.

La narración del evangelio según san Lucas vuelve a comenzar. Se nos presentan años, lugares y nombres de quienes gobernaban la tierra. Surge un espacio y un tiempo nuevo, en los cuales la novedad de Dios puede emerger sin miramientos.

Sin embargo, Dios no hablará a los poderosos de aquella lista sino a un hombre sencillo que se reconoce pequeño. En el desierto, Juan el Bautista recibe y se hace eco de la Palabra de Dios; él es la voz que nos señala la obra de albañilería que necesita nuestro corazón.

En el peregrinar de la vida, nuestros internos caminos se van tornando sinuosos y desparejos, aparecen baches, levantamos barreras, cavamos zanjas y surgen lugares pantanosos imposibles de atravesar. Los problemas, las dificultades, los enojos, el agotamiento, las crisis y las heridas, muchas veces no nos dejan avanzar o impiden que el Amor crezca cada vez más en nosotros.

Ante esta realidad, el Adviento llega como un tiempo para “discernir que es lo mejor” para cada uno de nuestros. Mirar con atención nuestro hoy para nivelar aquello que está un poco desequilibrado, enderezar lo que se encuentra torcido, allanar y aplanar lo desparejo. La Buena Noticia es que no estamos solos en esta tarea, nuestro Padre Dios nos acompaña. Tal como nos dice Baruc: Dios se acuerda y camina con nosotros, nos acompaña y nos sostiene con su misericordia y su justicia.

Es tiempo de preparar el corazón para y con nuestro Dios que siempre viene, encaminando nuestros pasos bajo aquella voz que grita en nuestros desiertos.

San Francisco Javier y la fuerza de los deseos

Reflexión

San Ignacio de Loyola decía que San Francisco Javier fue la pasta más dura por él jamás manejada, difícil de moldear y más difícil aún de llegarle al corazón. Ignacio sabía bien lo que decía pues, siendo ya un hombre maduro, en 1529, le tocó compartir habitación en el Colegio de Santa Bárbara de la Universidad de París, con el joven Francisco Javier, quien contaba tan sólo con 23 años; en esa misma habitación también residía Pedro Fabro, estos tres hombres posteriormente serían de los padres fundadores de la Compañía de Jesús.

Francisco Javier era un joven líder, talentoso, deportista, aventurero, atractivo, conquistador y con mucho arrojo; también, hay que decirlo, era un joven arrogante, vanidoso y un tanto orgulloso. Se cuenta que, antes de su conversión, no soportaba la presencia de Ignacio y muy a menudo se burlaba de él, de su edad y de su cojera. No obstante, Ignacio como buen maestro, supo ser paciente, trabajar, esperar y confiar hasta que, en 1534, finalmente, el joven del Castillo de Javier se decidió a hacer sus Ejercicios Espirituales de mes bajo la orientación del mismo Ignacio de Loyola. Esta experiencia sería fundamental para nuestro joven navarro pues, en estos Ejercicios vería caer una a una las costras de su ego herido que le impedían ser quien realmente estaba llamado a ser y vivir con mayor plenitud su propia vida. En estos Ejercicios Espirituales, Francisco Javier pudo palpar con certeza “la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo que excede todo conocimiento” (Ef 3, 18-19).

Como todos los jóvenes solemos ser, Francisco Javier tenía un corazón deseoso y anhelante de mucha vida: quería experimentarlo todo, ganarlo todo y saberlo todo; pero sin renunciar a nada, sin apostar nada, y sin arriesgar nada. Un día, cuando escuchó una frase nacida de la viva voz del buen Ignacio, todo su pequeño mundo se le desajustó: “¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?” (Mc 8,36). ¿De qué sirven la fama y los aplausos si al final nos quedamos solos? ¿De qué sirven nuestras compras compulsivas si al final nos dejan más vacíos? ¿De qué nos sirven todos nuestros viajes, experiencias y conocimientos si no nos hacen más humanos y cercanos? ¿De qué nos sirven todos nuestros dones y talentos si no los ponemos al servicio de los demás? ¿De qué nos sirve el dinero cuando nos aleja del amor? Seguramente, preguntas muy semejantes a éstas surgieron en el inquieto corazón de nuestro santo y, muy probablemente, le dejaron enmudecido y sin respuesta alguna… ¿quién podrá colmar todos sus ambiciosos deseos?

Francisco Javier nunca renunció a sus deseos de grandeza, sino que los hizo aún más grandes, aprendió a desear más y mejor. Por gracia comprendió que sus deseos serían más fecundos si lograba enfocarlos y ubicarlos en las entrañas del único que los podía acoger con inmenso amor y aceptación: el corazón de Jesucristo. Como buen compañero de Jesús, intuyó que en Él podía encontrar la fuente inagotable de compasión que lo movía en consolación. En Jesús descubrió su Principio y Fundamento y al tierno modelador de su carácter y sensibilidad. En Jesús abrazó la inspiración de su modo de proceder: de en todo amar y de servir. Nuestro joven jesuita jamás abandonó la fuerza dinámica de sus deseos, sino que aprendió a desear más intensamente hasta irse, a pesar de sus miedos, a inflamar el mundo con el fuego de su ardiente corazón.

Simposio de educación AUSJAL 2021 en la UCU

El pasado 22 de noviembre de 2021 se llevó a cabo la inauguración del Simposio de Innovación de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús (AUSJAL), dicho evento fue organizado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y por la Universidad Católica de Uruguay, siendo esta última la sede del evento. El Aula Magna del Campus fue testigo de la bienvenida que ofreció el Dr. Julio Fernandez Techera, rector de la universidad. Por su parte, la inauguración fue presentada por el presidente de AUSJAL y rector del ITESO, el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J. En el evento se abordaron temas sobre la tecnología, el cuidado de lo humano, la libertad, las oportunidades que la universidad aporta, los retos, la aldea global y la nueva pedagogía.

Comenzó el discurso motivándonos hacia un acuerdo social, justo, productivo, pacífico y sustentable, así como a una apertura de la realidad y de repensar nuestros márgenes de libertad a lo que cito a San Ignacio de Loyola: “podemos abrir o cerrar nuestra libertad; no solo nuestras posibilidades de vida y las de nuestras familias, sino las de la sociedad y especie.”  Desde la fundamentación judeocristiana, habló sobre la defensa de la dignidad y la documentación de lo finito de los recursos de la tierra. A su vez, hizo un llamado hacia la colaboración de las universidades para transformar la aldea global por medio de la investigación y la incidencia en el aula como arena hacia la construcción social y el cuidado de lo humano.

Fernando Ponce León, S.J. Rector de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, hizo hincapié sobre las innovaciones del modelo universitario ignaciano para poder estar a la altura en los tiempos actuales dadas las circunstancias de la pandemia de COVID-19, por lo que realizó un llamado al magis ignaciano, lo que nos invita a innovar, estar preparados para resolver problemas y a atrevernos más, en otras palabras, a “ser más uno mismo; ser más para servir mejor”.

Por su parte, Julio Fernández Techera, S.J., Rector de la Universidad Católica de Montevideo, explicó ​​la Arquitectura tradicional del Aula Magna. El aula solía ser una capilla del Colegio del Sagrado Corazón, construida en 1924. Esta, incluye una escultura contemporánea de Carlos Musso que representa la Cruz del Sur y a María, madre de la sabiduría.

La Dra. Mariana Maggio, académica de la Cátedra de Tecnología Educativa, fue la encargada de inaugurar el simposio, con su conferencia donde propuso rediseñar las tendencias culturales en los medios contemporáneos hacia una narrativa analítica para renovar las teorías pedagógicas con ayuda de museos, centros y otras universidades. Concluyó que, la situación descrita ofrece la oportunidad de modificar la pedagogía y la didáctica puesto que estamos en un proceso de transformación, lo que la llevó a hablar sobre un ensamble de modalidades y una gestión de la hibridación como nuevo modelo.

Fuente: ausjal.org

Centro Berit: compromiso social en la UCU

Agustín Labat —comunicador, egresado de la UCU, entusiasta por naturaleza— dice, antes que nada, que la historia de extensión en la Universidad Católica del Uruguay (UCU) tuvo muchos nacimientos. Pero este último, el de 2021, tiene nombre. Berit significa alianza en hebreo y resume a la perfección el espíritu que tiene el trabajo de extensión en la UCU. El equipo del nuevo Centro Berit está integrado por Agustín y Nicolás Dorronsoro, dos integrantes históricos de Asuntos Estudiantiles, y se suma al equipo Micaela Chocho.

Juntos tienen cuatro objetivos centrales para el presente y futuro de Berit: ordenar las propuestas de vinculación con el medio de la UCU; promover el vínculo de la UCU con la comunidad y potenciarlo; acumular conocimientos y experiencias en los nodos de trabajos; y vincular la extensión y las propuestas de docencia e investigación. El proyecto de extensión tiene varias líneas de trabajo (los proyectos y cursos para el segundo semestre se pueden leer aquí). Nicolás, está abocado a migraciones y sostenibilidad; Micaela, se encargará del nuevo nodo de salud; y Agustín está concentrado en privación de libertad y universidad abierta que busca acercar a personas y colectivos que están lejos.

En todos estos años de trabajo de extensión la UCU ha generado y profundizado los lazos en el Cerro, el complejo Sacude (Salud, Cultura y Deporte) en la Gruta de Lourdes y Plácido Ellauri. Agustín explica que lo que hacen desde Berit es facilitar el proceso de los proyectos que tengan las comunidades y lograr que finalmente sucedan. En algunos casos también facilitan los recursos o el acceso a esos recursos.

En ese caso, ¿qué es lo que la Universidad facilita?
Tenemos un curso que se llama Acercamiento a la Intervención social. Entonces todos los estudiantes que lo toman van una vez a la semana. De esa manera logramos un servicio que se hace de lunes a sábados; todos los gurises que van al centro La Estrellita, que es el centro de ahí, tienen un espacio para hacer los deberes de la escuela. Nosotros, además, empezamos a trabajar con algunas cosas que trascienden los deberes. Ahora trabajamos con la huerta, la idea también es empezar a trabajar con el reciclaje que es un tema importante para el barrio.

Sacude también es un punto bastante fuerte para ustedes.
Sí, desde el Centro Berit, estamos dando los primeros pasos con Sacude. El trabajo ahí arrancó desde la carrera de Medicina y también desde Recreación. La comunidad de Sacude tiene una gestión super interesante, muy particular, que es una gestión vecinal en conjunto con trabajadores de la Intendencia, como un co-gobierno. Lo que hicimos fue ir, presentarnos como unidad central de la Universidad y decirles: “Tenemos ganas de trabajar con ustedes”.

La Universidad también hace un gran aporte en lo que refiere a los migrantes que llegan a Uruguay. ¿Cuándo comenzó?
Hace tres años y tiene mucho que ver con la historia de Nico. Nico es español y trabajó muchos años en África con refugiados. Desde el 2018, cuando Uruguay empieza a recibir cada vez más migrantes, empezamos a ver que aparecen los problemas de xenofibia, de acceso al trabajo, por solo mencionar dos puntos del asunto. Y Nico trabajó con distintas organizaciones para entender el proceso migratorio que se está dando en Uruguay y, en base a eso, poder generar propuestas que sirvan. Por ejemplo, muchos migrantes llegan y no tienen ni idea de cómo acceder al trabajo, ni cómo son las leyes laborales en Uruguay. Entonces se generaron distintas propuestas; hay un proyecto que se llama CV migrante que hace una inducción al mundo laboral uruguayo, está la Guía del migrante que es un material recontra interesante porque en unas pocas páginas resume un montón de información que el migrante necesita saber: dónde saco la cédula, cómo me anoto en ASSE y un montón de cosas esenciales para tener una calidad de vida básica. Es un material que ha sido muy usado por otras organizaciones que trabajan con migrantes.

Los estudiantes son un pilar fundamental de Centro Berit de Extensión Universitaria. ¿Qué sentís que los entusiasma?
Ellos son un pilar, pero en todos los proyectos que nosotros hacemos siempre hay una dimensión de participación de todas las partes estudiantes, de los docentes, de los socios comunitarios que es vital. Las tres partes tienen que participar por igual de la mayoría de las partes del proceso. Cuanto más participen todos, en las distintas etapas, mejor; así terminás construyendo cosas que le pertenecen a todos y esa es la idea. El año pasado hicimos un rap ¿Quién lo hizo? La respuesta es todos y ninguno. Esas son cosas que no se dan naturalmente, hay que generar esos encuentros de manera artificial. Pero con respecto a los estudiantes, a mí me pasa algo que creo que es lo mismo que les pasa a ellos; empecé a ver en este camino una posibilidad de poner mi profesión al servicio de generar a estos puentes y encuentros. Veo todo el tiempo desigualdades, un montón de situaciones que me duelen; muchas veces me siento impotente y desde este lugar puedo generar acciones que ayuden. Esa es la reflexión que queremos comenzar a construir con los estudiantes. Que sepan que la idea que tenían de su carrera puede ser mucho más amplia de lo que imaginaban inicialmente. Año a año pasan por Extensión alrededor de 350 estudiantes; hay muchos que se encariñan con la propuesta y con la forma de trabajo y se quedan. Este año también empezamos a trabajar con nuestros alumnos.

Si pudieras enumerar los pequeños sueños para este nuevo camino del Centro Berit, ¿cuáles serían?
Uno es desarrollar los nodos nuevos, los que son nuevos para nosotros, pero no para la Universidad. Como decía, hay carreras como Psicología y Derecho, por solo mencionar a dos, que tienen un camino recorrido en ese sentido. También me gustaría que la Universidad sea, cada vez más, un espacio donde podamos pensar acciones e iniciativas innovadoras, distintas, que no encontramos en otros lugares. Pero mi sueño más ambicioso es pensar que todos los estudiantes puedan pasar por una experiencia de este estilo. En el camino también puedo decir que querría ir encontrando personas dentro de la Universidad que sean referentes del Centro Berit. La idea es que esto vaya “manchando” lugares de la Universidad y que todos los que son parte de la UCU —profesores, colaboradores, estudiantes, alumni— puedan identificar este espacio como un lugar de potencial trabajo. Y otro gran paso es empezar a ver estos proyectos en los campus del interior.

Fuente: ucu.edu.uy