II Encuentro de Parroquias y Templos Jesuitas de América Latina y El Caribe

El próximo Sábado 18 de Junio, entre las 18 y las 21hs (hora argentina/uruguay), se realizará el Segundo encuentro de Parroquias y Templos Jesuitas que forman parte de la CPAL.

“De la conversión a la misión ignaciana renovada en clave de Cuerpo Apostólico” es el lema que los convoca en esta ocasión, y están invitados a participar todos los grupos afines al trabajo pastoral, entre ellos: Catequesis, liturgia, animación, guiones y música; sacristanía, pastoral social, pastoral de la escucha, grupos juveniles, movimientos, comunidad de Vida Cristiana, voluntariados, grupos misioneros, espiritualidad y ejercicios ignacianos, comunicación, etc.

Pueden completar el link de inscripción aquí: https://forms.gle/fJjR5nk6NCmH5Kd88

FLACSI: “La propuesta de educación integral de la Compañía de Jesús hoy”

Compartimos este artículo preparado por el P. José Alberto Mesa, S.J., secretario de educación pre secundaria y secundaria de la Compañía de Jesús, destacado en el Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana.

¿Debemos concentrarnos como colegio jesuita en los acuerdos finales consensuados por los delegados de educación en Río de Janeiro en 2017 y asumidos por el P. General? O, ¿En las Preferencias Apostólicas Universales que nos inspiran y nos llenan de energía? O, ¿En el nuevo documento de Una Tradición Viva con su invitación al discernimiento permanente? O, ¿En las 4 Cs (competentes, conscientes, compasivos y comprometidos) que describen la excelencia humana que orienta nuestra educación? Y, ¿Qué decir del desafío que el Papa Francisco ha impulsado a través de su llamado a un nuevo Pacto Educativo Global?

Leer artículo aquí: Educación integral

Productividad vs. Fecundidad

Trinidad Ried, presidenta de la fundación vínculo, presenta un artículo en el que ofrece una mirada del mundo actual desde la oposición entre los conceptos de productividad y fecundidad. Vinculando la primera con la constante búsqueda de generar vínculos, de aspirar a cada vez más y mejores bienes materiales, de esperar puestos de trabajo valorados socialmente, haciendo de estas aspiraciones un fin en sí mismo, lo único por lo que vivimos. «En definitiva, no se trata de despreciar la productividad ni el éxito, que son buenas en sí, siempre que estén alineadas con un porqué que nos llene de sentido, que la abundancia que generen sea para compartirla y que de ella no dependa el valor de nuestras vidas.»

Mientras que la fecundidad aparece cuando «abandonamos nuestros intentos de ser dioses», afirma al autora. No se trata ya de una distinción para quienes tienen  más bienes o capacidades, sino de generar vínculos y espacios dónde ofrecer los dones particulares que cada uno tiene. «Debemos luchar por cambiar nuestro entorno, ciudad y cultura, impulsando modos de relación que generen vida y vida en abundancia para todos. La misión entonces no estará dada tanto por “hacer” cosas, sino por generar vínculos que den frutos de amistad, confianza, reconciliación, paz y justicia.»

Lee la nota completa en la web vidanuevadigital.com

AUSJAL, en favor del profesorado y la educación en emergencia

El miércoles 27 de abril, se llevó a cabo el webinar “Alzamos la voz por el profesorado y la educación en emergencia” un evento realizado en el marco de la Semana por la Educación donde participaron los miembros de EDURED así como la Red de Oficinas de Comunicación de las Provincias Jesuitas y la Red de Radios Educativas de la Compañía de Jesús en la América.

El tema de este año ha sido la Educación en Emergencias, acompañada del lema: Mil millones de voces alzan la voz para el profesorado. A lo largo de esta semana consideramos el posicionamiento de las representantes de la CME y de la CLADE, y de algunos líderes de las redes educativas jesuitas en América Latina con respecto a este tema.

Ante la necesidad de reaccionar contra la inoperancia del sistema educativo en tantos países, el fracaso de los resultados de aprendizaje, la degradación de la clase docente y la falta de políticas públicas que desbloqueen el acceso a la escuela para los más necesitados, el P. Luis Fernando Klein SJ comentó que la acción apostólica de los jesuitas tiene como bandera la defensa y promoción del derecho universal a la educación de calidad.

La Dra. Madeleine Zúñiga, vicepresidenta de la Campaña Mundial por la Educación (CME), opinó que uno de los grandes retos que tiene el ejercicio del derecho a la educación es la cabal comprensión de que es un derecho humano universal, y la universalidad conlleva que nadie quede atrás -como dice el lema de la Agenda 2030-, lo que implica ser inclusivo en todas las políticas sociales que emita un país, en especial, las políticas educativas.

De la profesión al propósito: Discernir tu yo auténtico en la nueva normalidad

Hace quinientos años, San Ignacio de Loyola vivió un acontecimiento que cambiaría el rumbo de su vida… y del mundo. Cuando era un joven soldado en el ejército español, Ignacio soñaba con la fama y la gloria. Pero todo cambió cuando fue repentina y gravemente herido por una bala de cañón en el combate de Pamplona. Mientras estaba en recuperación, Ignacio experimentó una conversión espiritual e inmediatamente decidió hacer un cambio: encontró un nuevo sentido de propósito y se dispuso a establecer la Compañía de Jesús.

Si no fuera por el momento de «bala de cañón» de Ignacio, no tendríamos cientos de colegios, universidades, parroquias u organizaciones jesuitas que sirvan para hacer del mundo un lugar mejor. Las obras jesuitas en todo el mundo vienen celebrando el Año Ignaciano desde el 20 de mayo de 2021: el 500 aniversario del momento de la «bala de cañón» de Ignacio. Las celebraciones concluirán el día de la Fiesta de San Ignacio: 31 de julio de 2022.

Oportunidad de ir «de profesión a propósito»

El Año Ignaciano presenta una oportunidad para la conversión de toda la comunidad de educación superior jesuita. Podemos invitar a nuestros estudiantes a ir de profesión a propósito, a hacer una reflexión más profunda de sus talentos, sus pasiones y las mayores necesidades del mundo, a medida que los acompañamos en el camino para encontrar su vocación.

En este Año Ignaciano, los invitamos a seguir proponiendo programas e iniciativas que promuevan esta «invitación a una reflexión más profunda» como un sello distintivo de la educación superior jesuita.

Mapas interiores y referencias vitales

Todos tenemos necesidad de referencias para recorrer cualquier ruta y también en la vida. Las referencias pueden ser de lo más variado, pero si no conocemos la zona, en principio, pareciera que lo más “inteligente” es fiarse de los mapas que otros han creado, de las señales externas marcadas o incluso del GPS del móvil que todos llevamos en el bolsillo.

El problema es que cuando nos acostumbramos a esas “ayudas”, dejamos de entrenarnos y se atrofia nuestra capacidad natural para orientarnos en la vida: para oler por dónde avanzar y dónde no conviene entrar; para escuchar los pájaros, un río lejano o el viento que viene; para mirar y ver huellas en la tierra, sequedades, surcos y formas de nubes; para tocar el musgo o el calor de una piedra, el calor del sol a la espalda o el frío húmedo de la corteza de un árbol; para saborear el camino, los desvíos, los aciertos.

Y es posible -no siempre pasa ni a todos-, que llegue un día en que el móvil se queda sin batería, la cobertura no llega o simplemente no podemos leer bien el mapa porque las líneas por las que lo llevamos doblando media vida han desdibujado justo ese tramo en que no sabemos por dónde continuar. Ese día volvemos a encontrarnos a solas con nosotros mismos y con la capacidad de leer nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestra experiencia, y la vida que nos rodea. Esa vida que no puede programarse y que escapa a toda lógica.

¿Y si falla el GPS o se desdibuja el mapa?

Todos vamos generando “mapas mentales” hechos de recuerdos, errores, aciertos, hábitos, huidas, alegrías…. que deja huella en nuestro cuerpo también como una memoria animal y espiritual al mismo tiempo. Un mapa interior del que quizá tendríamos que fiarnos más, pero del que intuyo que -sutilmente- hemos ido aprendiendo a sospechar. Hemos “demonizado” como baliza de vida los “me apetece”, “siento que”, “deseo tal cosa”, “me repele tal otra”… No me refiero a los me-apetece-volantes que no nacen de dentro de la piel y nunca se sacian. No. Me refiero a eso que se nos da a conocer por dentro antes de que llegue a la cabeza.

Esta capacidad es también una tarea que nos convierte en inevitables exploradores. No basta con ser peregrinos. Necesitamos de ambos para conectar la propia orientación interior con las referencias de la vida. Esa mezcla entre saber dónde quieres llegar, de dónde partes y, a la vez, no dejar de escucharte a ti mismo ni a la vida que surge al lado. Quizá viviendo así, eso de perderse tome un sentido nuevo y no resulte tan aterrador. Quizá sea verdad eso de que “es siempre el camino el que encuentra al caminante perdido, pero solo si es un caminante adecuado”. Quizá es algo así lo que pudo experimentar el pueblo de Israel en medio del desierto, cuando más perdidos estaban:

Exploradores, no solo peregrinos

“Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche” (Ex 13,21).

Porque sólo era una nube entre otras nubes. Un fuego entre otros muchos. Pero además de verlo supieron leerse a sí mismos. Y vivieron.

Fuente: vidanuevadigital.com