Testimonio #Magis2023: «Me llevo mucha esperanza»
Magis es un Encuentro mundial organizado por la Compañía de Jesús, que reúne a jóvenes ignacianos de todo el mundo y se realiza como experiencia previa a la Jornada Mundial de la Juventud. Este año tuvo lugar desde el 22 al 31 de julio de 2023 y fue Portugal la sede del encuentro.
Testimonio
Mi nombre es Carolina Medina, tengo 19 años y soy de Uruguay. Soy coordinadora del Movimiento Horneros, voluntariado del Colegio Seminario, y participo de una comunidad en las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.
Si me preguntabas a qué iba a Portugal no sabía qué responder. No sabía bien qué era el Magis ni la JMJ y sinceramente sigo sin saber describirlo pero voy a intentarlo. El Magis 2023 para mi fue una experiencia de encuentro: encuentro con otras culturas, con otros idiomas, encuentro con jóvenes de todo el mundo que viven la fe como yo, con las mismas ganas de seguir a Cristo que yo, las mismas ganas de seguir a San Ignacio y, por supuesto, de encuentro con Dios.
Durante el Magis fuimos enviados a distintas partes de Portugal y algunas de España. A mi me tocó trabajar la ecología y medio ambiente en Cascais. Allí tuvimos misas diarias, juntamos colillas en la playa, subimos un cerro, tuvimos ratos de oración y ratos de compartida en los llamados “círculos Magis”. También tuvimos actividades de intercambio cultural como el festival de las naciones, talleres y conciertos de música religiosa.
Si tengo que elegir algo que me llevo de esta experiencia es la esperanza. Después de haber compartido esos días de Magis y JMJ con jóvenes cristianos de todas partes, de cantar todos juntos “esta es la juventud del Papa”, después de haber estado en una vigilia con un millón y medio de jóvenes adorando al Santísimo en completo silencio, me llevo mucha esperanza. Esperanza en una Iglesia joven que sigue viva y que va a seguirlo mucho tiempo más, esperanza en que nadie está solo en esto de seguir a Dios, esperanza en que somos millones los que queremos cada día parecernos un poquito más a Jesús.
Pero como dije al principio, si me preguntas ahora a qué fui a Portugal todavía no sé qué responder y cualquier intento no se va a acercar ni un poco a cómo se sintió. Lo que sí sé es que vale la pena vivirlo y sentirlo y sé que volvería a elegirlo una y mil veces más.