Apostolado social de los jesuitas: con Jesús, servir a los más excluidos
La vida de quienes, en el contexto de la Compañía de Jesús y en colaboración con ella, se dedican al apostolado social, es una manera muy concreta de seguir a Jesús acompañando al pueblo de Dios. Este es el tema del discurso inaugural del P. Arturo Sosa con motivo del Congreso de Apostolado Social, que se celebró en la Curia General de la Compañía del 4 al 8 de noviembre.
El Padre Mario Serrano SJ, delegado para la misión socio-pastoral de la CPAL y uno de los organizadores del Congreso de Apostolado Social, subraya que “El apostolado social de la Compañía de Jesús es una expresión de su vocación fundamental, que está llamado a servir la fe y la promoción de la justicia. Y se expresa en una diversidad de obras apostólicas, algunas explícitamente sociales, como lo son los centros sociales, la red de jesuitas por los migrantes, el trabajo con los indígenas, las emisoras, la red de emisoras que tenemos en toda América Latina.”
Pero a la vez también, ”todas las demás obras apostólicas, educativas, parroquiales, tienen una dimensión social, al servicio de nuestras sociedades, específicamente de los más excluidos. Es una realidad que exige que nuestra fe se explicite en una acción por la justicia, por la fraternidad universal, por la acogida y la hospitalidad”.
Énfasis y desafíos. Momento para discernir
Serrano considera que el punto de partida es “discernir a dónde nos está llamando el Señor”. Así identificó al menos dos énfasis y tres desafíos, fruto de la reflexión que se está llevando en el Congreso.
El primer énfasis consiste en “una mayor cercanía con los más excluidos. Vamos sintiendo que Dios nos llama como compañía de Jesús a estar más cerca de la gente que sufre en la Amazonía, de los migrantes, de los sectores populares, porque es desde ahí que nace la inspiración y el llamado de Dios. Y también desde ahí se nos van ocurriendo ideas de una transformación, de una sociedad que exige transformaciones, ese es uno”.
Un segundo énfasis, implica “fortalecer nuestras instituciones sociales. Que es también de alguna manera el fermento para que todas las demás obras puedan tener un compromiso serio y profundo con los más pobres, los preferidos del Señor”.
En cuanto a los desafíos, el padre Serrano considera que el primero está referido al cuidado de la casa común, particularmente a enfrentar las situaciones que conllevan desastres de tipo ecológico y que tienen que ver con la minería y la extracción de hidrocarburos. Ligado a este, está el desafío de “proteger también a las comunidades más pobres y frágiles que luchan por sus derechos continuamente, acompañándolos a ellos en sus luchas”. Para lograrlo, debemos trabajar en colaboración con otros, de esa manera todos nos enriquecemos, insistió.
El tercer desafío consiste en el reconocimiento del trabajo que muchas laicas realizan por la justicia. “El pensar su presencia, su liderazgo, lo que tiene que cambiar nuestras estructuras de participación, y los retos que tienen en el continente por la exclusión que viven, son también de los retos que vamos viendo, y de los cuales el discernimiento nos va iluminando, y que Dios nos está llamando por esos caminos”.
Sectores donde se encuentran los mayores desafíos
Mario Serrano afirmó que “uno de los desafíos que es clave, es la crisis de la democracia que estamos viviendo en América Latina. En estos momentos como que en América Latina nos arropa una crisis de la institucionalidad democrática, a la cual la Compañía está llamada a dar respuesta, desde las instituciones explícitamente dedicadas a lo social y desde las otras ligadas a la educación, a la pastoral, y a la espiritualidad misma. Porque hay que desarrollar una cultura democrática desde el fondo, y estamos llamados en todos los lugares de América Latina a dar respuesta de esto, a esa crisis de la democracia por la cual estamos pasando”.
Un segundo sector es el de los migrantes, “que pasan por situaciones, nuestro pueblo, a ser forzados a salir por situaciones económicas, la situación de crisis política en la que están viviendo muchos de los pueblos nuestros, los países en américa latina”.
Otro sector muy fundamental es “el acompañar a las comunidades indígenas, y a los pueblos afro, que son donde se presentan la mayor realidad de exclusión y de pobreza extrema en nuestro continente”.
Y luego, insistió, por supuesto que estos retos sociales tienen en la mayoría de las veces, situaciones de conflictividad con sectores que no están interesados en el fortalecimiento de nuestras institucionalidades democráticas, que no están interesado en el cuidado de la casa común y, que, por el contrario, la explotan y desarrollan toda esta cultura del consumo extremo irresponsable y del descarte del todo, y poderes que quieren desplazar nuestras poblaciones indígenas de sus territorios.
Llamado a la conversión de la Compañía de Jesús
El padre Serrano advierte que no basta con identificar desafíos y elaborar programas para enfrentarlos. Por eso considera que,” la principal barrera es vencer nuestras propias barreras internas personales e institucionales”. Por eso, continuó: “estamos pidiendo al Señor que nos de la fuerza para que, eso que nos da a reconocer, nos de la fuerza para encarnarlo en nuestra propia vida personal y en las instituciones”.
Fuente: Vatican news
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