El regalo de un nuevo destino: Rodrigo Castells Daverede SJ y el envío a la Amazonía
Finalizada la etapa de la Tercera Probación, Rodrigo Castells Daverede SJ recibió la noticia de un nuevo destino: la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil, precisamente en la comunidad jesuita que se encuentra en la ciudad de Leticia. Es así, noticia y regalo como él nos lo cuenta: “yo no pedí ir, a mí me ha enviado la Compañía a través del Provincial” y agrega: “Eso es lo primero y más importante, que puede sonar mal, pero no, yo estoy feliz, agradecido y consolado con que se me invita a sumar en esta realidad.”
Rodrigo ordena su relato enumerando tres alegrías o consolaciones que le ha generado el envío a una nueva misión:
La alegría de sumar a la misión común
La primer alegría tiene que ver con “saber que se me pide sumar lo que tengo y lo que soy en este marco de una prioridad de la Iglesia, de una prioridad que nos solo se trata del lugar, sino también de la gente que lo habita, que es un bien para la comunidad humana.”
“También me da alegría que esto sea una prioridad de la Compañía, y que entonces como Compañía, como cuerpo de la Compañía en América latina podamos estar sumando”.
La alegría del trabajo colaborativo
En su testimonio, reconoce que la colaboración de la Provincia ARU a la Compañía de Jesús en América Latina y sus proyectos es algo que también lo contenta. “Sentir que uno a partir de la misión que recibe, en este caso participar de la comunidad de Leticia del Servicio Jesuita a la Amazonia, está sumando a la integración de nuestra Provincia ARU en estos procesos de América Latina, es una segunda fuente de consolación y es bien importante. Quizás ahí de fondo está la experiencia de que en algunas cosas nos hemos mantenido al margen, hemos sido a veces muy críticos, y nos hemos distanciado, o nos ha costado integrarnos a los procesos latinoamericanos e identificarnos con esos procesos”.
La alegría de saberse llamado e invitado
“Siento que Dios me invita a ir con lo que yo soy y también con lo que de alguna manera el cuerpo de la Compañía en ARU ha ido haciendo en mí. De fondo hay algo muy consolador que tiene que ver con la decisión del Provincial de integrarme en un espacio, tenerme presente para algo que no tenía en mi horizonte. Desde una perspectiva que tiene que ver claramente con lo que Dios ha ido haciendo a lo largo de estos años desde la Compañía en mí: lo que me ha ido mostrando, en qué dimensiones de la vida apostólica, de la diversidad de horizontes de misión. También en donde Dios me ha ido seduciendo más, donde me ha ido formando, no solo en mi tiempo como jesuita, sino también en mi tiempo anterior, lo que ha sido toda mi historia de vida y también mi formación como Ingeniero Agrónomo.
Entonces, experimentar que la Compañía te pide una misión y en esa misión hay implícito o tácito un reconocimiento de los procesos y las habilidades o capacidades que Dios ha ido cultivando en mí, también es una fuente de consolación y alegría.
Yo no pedí esta misión, no la busqué, la recibo. En mí confluyen un montón de deseos que tienen que ver con visibilizar y reconocer toda la cuestión indígena de nuestro territorio, sobre todo el territorio de la Argentina, me siento como fecundado por ese sueño de que con la Provincia Argentino Uruguaya, no solamente vayamos decidiendo aportar a estos procesos en América Latina sino que los abracemos también en nuestro territorio, en situaciones de extrema vulnerabilidad social, cultural y religiosa, como viven nuestras comunidades de la nación Wichi en el norte de Argentina. Sueño con eso y sueño también de manera más personal que nos sigan dando espacios para formarnos también para estas misiones, quizás uno de los resultados de mi experiencia en la Parroquia de Boquerón es que percibo que necesito ahondar, profundizar, enriquecer, adquirir nuevas herramientas, para tener una presencia más profunda, sobre todo desde la perspectiva de la reflexión religiosa de nuestras misiones en medio de los Pueblos Originarios, en América Latina pero por supuesto también un sueño que sea en Argentina.”
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