Lujan 2015: otra fiesta peregrina
Fuente: Ciberfogon
La fiesta de la Peregrinación a Lujan tuvo su día, su noche, su amanecer y sus invitados. Muchos salidos desde Liniers, otros desde los lugares intermedios, cada cual con sus razones (o sin ellas, sólo con el afecto e impulso de lo que se suele llamar fe).
Fueron muchos los peregrinos que caminaron. No importó el cansancio o pesimismo cuando era mucho lo que faltaba y parecía que se acababan las fuerzas. Algunos llegaron en auto porque no quedaba otra, pero la fiesta de caminar que parece que pocos entienden, se llevó a cabo con las características propias de cada año. Este regalo que hicieron un grupo de arriesgados a mediados de los 70 se renueva año a año y se potencia.
Para unos es la única manifestación de fe personal en el año, para otros es la renovación, algunos grupos se reafirman en su identidad y otros juran con poca credibilidad que el año que viene no volverán…
La Peregrinación a Lujan es un regalo que cuida el pueblo peregrino y acompaña la Iglesia. Perdura y aumenta, se renueva y se proyecta, deja de ser noticia pero no deja de asombrar. Es el regalo de la alegría que solo lo entienden quienes lo disfrutan o disfrutaron alguna vez…
Testimonio de Peregrinación – Por Marcos Maguna
Para aquellos que caminamos hacia Dios, la vida resulta de aquellas piedras, paisajes y personas que hacen cada parte del sendero especial.
En camino, solo podremos vivir entonces, en medio de saltos de fe, en medio de decisiones únicas, de amores apasionados y criticas que nos consideren locos, a causa de Cristo. Ya no hay vuelta a tras, ha comenzado a amar, a palpar a Dios en todo, a encontrar en la realidad una forma nueva de ver la verdad.
Quedarse quieto ya no es la solución al miedo. Correr tampoco, alejarse menos. Mas bien, los miedo se hacen mas chiquitos cuando estas en camino; solo y a pie los errores se hacen compañía y las falencias de la vida, servirán de experiencia para sanar heridas de otros.
Buscar a Dios no es quedarse inmóvil, contemplando; buscar a Dios es caminar junto a el, exponiéndose uno como él al dolor, a las alegrías, a todo.
Buscar a Dios, será vivir apasionados.
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