Cantores a lo divino en Chile
Hasta el balneario de Punta de Tralca, en la costa frente a Santiago, llegaron a comienzos de junio casi 30 cantores a lo divino convocados por su Asociación Nacional para celebrar su XX Congreso anual.
Esta vez el Congreso dedicó parte del trabajo a evaluar estos 20 años para allí identificar los actuales desafíos y continuar fortaleciendo la presencia del canto a lo divino en las comunidades y en la iglesia. Como es costumbre hubo también ruedas de canto que enriquecen el intercambio de conocimientos. Para esta ocasión se solicitó previamente que los participantes trajeran versos y décimas con ‘fundamentos’ (temas) en el Antiguo Testamento. […]
Desde la primera evangelización
Fueron los jesuitas, a fines del siglo XVI quienes enseñaban la doctrina cristiana a través del canto y lograron que poetas y cantores nativos hicieran lo mismo. Nació así esta tradición del canto a lo divino, con ‘fundamentos’ (temas) tomados de la Biblia, de las fiestas religiosas y de las celebraciones de la Virgen y los santos.
Para difundir la Palabra, los jesuitas tomaron como referencia al escritor español Vicente Espinel de quien conocieron la estructura de las cuartetas y las décimas, formadas en cuatro o diez versos octosílabos, respectivamente, que usaron para enseñar a los indígenas.
Al comienzo el canto a lo divino fue acompañado de un instrumento de cinco cuerdas conocido como ‘vihuela’ y desde 1900, incorporaron las primeras guitarras españolas. Aún en la actualidad, los “toquíos” de guitarra traspuesta utilizan sólo cinco cuerdas.
Francisco Astorga, presidente de la Asociación Nacional hasta el mes pasado ya que dejó el cargo en el reciente Congreso, dice que el canto a lo divino acompaña las noches hasta el amanecer en las novenas de casa, velorios de angelitos (niños pequeños) y vigilias invitadas por la comunidad o por alguna familia. Los cantores se ubican en rueda para cantar sólo versos a lo divino, es decir, de fundamento bíblico. Tradicionalmente el primer cantor propone el fundamento a seguir, la entonación (melodías) y el ‘toquío’ (toques). El verso a lo divino es una composición poética de cuatro décimas glosadas de una cuarteta, más una quinta décima de despedida. […]
Un hecho sacramental
El canto no sólo llena la vida de Francisco Astorga, es el modo como vive su fe. “Cantar a lo divino es un hecho sacramental para mí, un compromiso con la comunidad a la que le entrego el mensaje del Evangelio a través de las décimas. Compromiso que asumí a los 14 años y no he dejado de hacerlo hasta ahora”. […]
Fuente: Vida Nueva Digital
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