Fiesta de Todos los Santos y Beatos de la Compañía

El 5 de noviembre celebramos la Fiesta de Todos los Santos y Beatos de la Compañaía de Jesús.

En nuestra historia hay nombres relevantes, que nos han marcado. Los santos y beatos jesuitas han dejado una honda huella: una gran familia que nos inspira y acompaña. Mártires, doctores, conferoses… pero no sólo es la fiesta de los jesuitas canonizados o beatificados, sino de todos los que están ya en el cielo con el Señor.

Celebramos a los jesuitas que has conocido y ya fallecieron, los que te ayudaron a descubrir tu vocación, los que fueron tus maestros, los que te bautizaron o casaron, los que perdonaron tus pecados, los que te dieron ejercicios, los que han sido para ti un referente, los que te enseñaron a amar a Jesús. Dale gracias a Dios por todos ellos y vive cuanto te enseñaron con su palabra y su vida.

syb

Ver la historia de algunos de los jesuitas que nos han inspirado.

Amigos apasionados y con sentido

A veces pienso cómo seremos los jesuitas dentro de unos años, cuando yo acabe mi formación y quizás el tiempo haya blanqueado mis sienes. Me pregunto también cómo nos verá un joven que se plantee ser jesuita. Imagino que será una orden con números más bajos, quizás menos obras y un contexto social ajeno a lo religioso.

Son muchas las incógnitas y las variables que no controlamos, pero sueño que cuando llegue ese momento seguirá siendo una compañía formada por amigos. Compañeros que comparten su vida, sus deseos y su misión, capaces de aceptarse y quererse en la diferencia, donde cada uno sea distinto pero con una esencia común más allá de las distancias geográficas. Relaciones donde se trabaje por una misión, pero donde haya tiempo para la risa, los sueños y las lágrimas compartidas. Amigos apasionados que se entregan a fondo en aquello que hacen. Vidas frágiles pero disponibles al 100% donde abunde la ilusión más que las medias tintas, donde no quede ni un gramo de vida por gastar.

Amigos apasionados, con sentido cuando parece que nada lo tiene. Navegantes en un mar convulso pero con un norte bien definido. Capaces de mantener una palabra firme donde haya desconcierto y buscar la voluntad de Dios en un mundo cambiante, pero que merece la pena. ¿Y dónde buscaremos ese sentido si todo cambia tan rápido? Será siguiendo a Jesús, de manera que nos permita estar en las fronteras de este mundo sin perdernos en el intento, del mismo modo que ya inspiró hace 500 años a Ignacio, a Francisco Javier y a otros tantos compañeros de misión.

¿Y todo esto para qué? Pues para dar sentido a tanta gente que lo necesita. Para anunciar un Evangelio que late en todas las realidades, especialmente donde el sufrimiento y la confusión se hacen más palpables, y donde sigue siendo necesaria hoy una palabra de esperanza.

Sueño y sueño y veo que mucho de esto ya es realidad, y me entusiasma que aquellos primeros compañeros en París soñaron su vida como amigos apasionados, con sentido y que siguen dando tanto sentido.

Serjesuitas.es

 

No será una Locura

00snignacio

» creo que la obsesión por la seguridad es uno de los más graves obstáculos para realizar una vida. No excluyo, claro está, la prudencia, la reflexión antes de la acción, el saber elegir las mejores circunstancias para emprenderla.
Pero me resulta insoportable esa falsa prudencia que termina por ser paralizante.
Por eso yo siento poca simpatía por quienes colocan la seguridad ante todo en su vida.
En toda vocación, en toda empresa hay un componente de riesgo y el que no es capaz de arriesgarse un poco por aquello que ama, no ama en absoluto.

Todas las grandes cosas son indecisas. Se ven, pero entre tinieblas. Hay que avanzar hacia ellas por terreno desconocido, por eso toda vocación, toda empresa seria tiene algo de aventura, de apuesta. E implica audacia y confianza. No estoy apostando, naturalmente, por la irreflexión, por la frivolidad, por el aventurismo barato.

Pero sí quiero decir que todo amor lleva algo de «salto en el vacío»: uno se arroja hacia aquello que ama y está seguro que ese salto no será una locura, porque uno nunca se equivoca cuando va hacia aquello que merece ser amado.»

Dialogo entre, San Ignacio de loyola y el Padre Lainez SJ.

Vocación Cristiana

Votos 2013• Joven …: si alguna vez en tu vida recibes un llamamiento a algo grande y generoso, apróntate para la lucha y regocíjate de antemano con la victoria. “El reino de los cielos, padece violencia y sólo los esforzados lo arrebatan”. ¡No vaciles! ¡Pelea valientemente por seguir el llamamiento de Cristo!

• Cristo dice ahora a los jóvenes:”jóvenes, os necesito” Joven ¿Cuál sería tu repuesta?

• Reflexionen seriamente aquellos jóvenes que con toda humildad, pero con toda verdad, descubren en sí huellas más profundas del paso de Dios por sus vidas.

• Con razón se afirma que todo el porvenir de un hombre depende de dos o tres “sí”, de dos o tres “no” que da un joven entre los quince y los veinte años. Tú, que estás en la edad de las resoluciones definitivas, piensa que Cristo llama a los jóvenes como tú para extender el reino de Dios en las almas.

Considera la grandeza de una vida consagrada. …Pasan por el mundo haciendo el bien, consolando a los tristes, auxiliando a los pobres, enseñando a los ignorantes, orando por los pecadores, adorando y amando a Dios eterno.

• ¿Qué quiero hacer por Jesús para manifestarle la sinceridad de mi adhesión a Él?

• Nosotros no podemos como el Señor multiplicar los panes, ni resucitar a los muertos, pero podemos ser los cooperadores abnegados de los que trabajan en aliviar todos los sufrimientos humanos.

• Amaré más mi vocación, mi vida sencilla, los pequeños trabajos que Dios me ha destinado. De ahí que ser cocinero, fogonero, no es menos noble que ser escritor, poeta o abogado.

• ¿De dónde viene la excelencia de estas profesiones intelectuales? Del falso concepto platónico, pagano, de la mayor importancia de lo abstracto sobre lo concreto. Pero ese concepto lo echó por tierra la Encarnación, que es un hecho bien concreto, y da origen a una vida de hechos con las más humildes realidades.

•…Nos lamentamos de falta de vocaciones ¿no habrá en parte este contentarnos con exigir demasiado poco? ¿No será que exigimos únicamente lo que la ley uniforme pide a todos, sin abrir horizontes de una donación personal y generosa?

• ¿Quieres venir conmigo? Con Él. Con Cristo. ¿Podrá existir mejor guía, mejor jefe, mejor amigo?

• Correspondamos al llamamiento de Cristo. Continuemos su obra de redención y de amor, apliquemos nuestra vida a la más divina entre las obras: a la salvación de las almas que fue el motivo que determinó a Cristo a emprender el gran viaje del cielo a la tierra; de la gloria del cielo a los rigores de Belén, a los trabajos de Nazareth, a la agonía del calvario.

P. Alberto Hurtado SJ.