Curso virtual de «Actualización para acompañantes de Ejercicios Espirituales»

A lo largo y ancho del mundo hay muchos acompañantes de ejercicios espirituales que llevan un tiempo sirviendo a la comunidad, a la Iglesia y a la Compañía a través de este trabajo de acompañar a otros en la experiencia de los ejercicios, por lo que la Casa Kino, el Centro Ignaciano de Espiritualidad de San Diego, California y la CPAL (Conferencia de Provinciales de América Latina y del Caribe) ofrecen un curso online de ‘Actualización para acompañantes de EE de San Ignacio de Loyola» que iniciará en el mes de septiembre de del presente año.

Un programa de actualización para todos los Centros de Espiritualidad y todos los que están convocados y vinculados con este servicio del acompañamiento de ejercicios, que cubre los distintos aspectos de la formación permanente.

El Programa consta de dos módulos:

  • Módulo 1: Estructura de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

7 de Septiembre – 29 de Noviembre del 2020

  • Módulo 2: Acompañamiento y Discernimiento.

4 de Enero – 28 de Marzo del 2021

Pre- Requisitos:

  • Haber vivido la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
  • Haber acompañado Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
  • Hacer oración y examen diariamente.
  • Destreza básica en el uso de la computadora e Internet.
  • Comprometerse a participar activamente en todas las tareas y actividades del programa.

Expositores:

  • Josep Rambla, SJ (España)
  • Carlos Canillas, SJ (Paraguay)
  • Hermann Rodríguez, SJ (Colombia)
  • Alex Zatyrka, SJ (México)
  • Xavier Melloni, SJ (España)
  • Luis García Orso, SJ (México)
  • Carles Marcet, SJ (España)
  • Jorge Ochoa, SJ (México)
  • Ricardo Lapuente, SJ (México)
  • Francesc Riera, SJ (España)
  • Toni Catalá, SJ (España)

Objetivos de cada módulo:

  • Estructura de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola: Conocimiento y manejo básico de la estructura de los EE para poder acompañar.
  • Acompañamiento y Discernimiento. Fundamentos del acompañamiento espiritual: Acercarnos a los elementos básicos del acompañamiento espiritual, así como al manejo y práctica del discernimiento ignaciano como un modelo de acompañamiento en la vida diaria.

Pedagogía de los módulos:

Los módulos se ofrecen en formato online con acompañamiento personalizado, exposición de temas por expertos, trabajos de reflexión profunda, discernimiento, lectura sapiencial, tareas escritas, colaboración virtual en equipos y foros de discusión. Se requieren habilidades básicas del uso de computadora y acceso a Internet. También contar con audífonos y micrófono para participar activamente en las sesiones.

 

Invitación del padre Hermann Rodríguez, SJ Delegado de la CPAL:

Para información e inscripciones:

scorona@casakino.org

rcorona@casakino.org

https://spark.adobe.com/video/WXHLSVi052NBa

José G. Funes sobre el diálogo actual entre Ciencia y Religión

José Funes es Jesuita, doctor en Astronomía, investigador de Conicet-Universidad Católica de Córdoba y ex director del Observatorio Vaticano. Hace una semana, escribió una nota para el diario Perfil, sobre un debate ya conocido: el diálogo entre la Ciencia y la Religión.

Ciencia y religión en tiempos del Covid-19

En realidad prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a elegir entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire. Esta cita, atribuida a Woody Allen, manifiesta con ironía la falsa dicotomía en la que nos encontramos desde tiempos de Galileo: optar por la ciencia o por la religión.

En un reciente artículo de opinión en el blog de la prestigiosa revista de divulgación científica Scientific American, Sima Barmania (United Nations University Institute of International Global Health) y Michael Reiss (University College London) escriben que el espíritu del tiempo actual nos dice que debemos elegir un bando, como lo hacemos en el deporte o la política; uno no puede ser adherente de ambos. Se trata de elegir la ciencia secular, que es racional y rigurosa; o la religión, una cuestión de creencia personal. Y en el contexto del Covid-19 se preguntan ¿Es inconcebible que un científico pueda orar de todo corazón por una cura de un ser querido mientras trabaja para desarrollar una vacuna? ¿Es hipócrita rezar por la buena salud, y al mismo tiempo, tomar todas las precauciones de salud pública necesarias, fundamentadas en evidencia científica? Barmania y Reiss citan algunos ejemplos de académicos que se sentían cómodos con asuntos relacionados con la ciencia y la religión. Entre ellos mencionan a Francis Collins como el mejor ejemplo actual de alguien que adhiere a los valores de la ciencia y la religión. El pasado 20 de mayo Collins ganó el prestigioso Premio Templeton, galardón otorgado a aquellos que intentan cerrar la grieta entre la ciencia y la fe. Él es también el director de los famosos National Institutes of Health (NIH) y actualmente trabaja para encontrar una vacuna para el Covid-19. También ha escrito sobre su camino desde el ateísmo a la fe y, en su libro Language of God, ha demostrado cómo su fe religiosa puede inspirar su investigación científica. Tuve el gusto de conocer personalmente a Collins cuando fue nombrado miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias en 2009 por sus logros entre los cuales se encuentra haber dirigido el Proyecto Genoma Humano. Barmania y Reiss concluyen afirmando que la religión y la ciencia pueden complementarse entre sí, como de hecho ya lo están haciendo al reforzar los mensajes de salud pública durante la pandemia actual.

Comunicándome con amigos argentinos en Estados Unidos preocupados por la situación de aquel país, les decía: Aquí también estamos mal, pero acostumbrados. En tiempos en que todas parecen ser malas noticias, me interesa señalar que en nuestro país hay varias iniciativas, en las que diversas empresas e instituciones cooperan en favor del cuidado de los más vulnerables, como #SeamosUno y Córdoba Urgencia Alimentaria. Menciono solo dos que conozco, pero hay muchas más.

Como sostiene Yuval Harari en una columna publicada por PERFIL el pasado 21 de marzo, el verdadero antídoto contra la epidemia no es la segregación, sino la cooperación. Y agregaba: “Si un virus peligroso logra penetrarla en cualquier lugar de la Tierra, pone en peligro a toda la especie. En este momento de crisis, la lucha crucial tiene lugar dentro de la humanidad misma. Tal vez esta pandemia sea una oportunidad para que también podamos cerrar una de las brechas históricas del pensamiento humano, la grieta entre ciencia y religión.

Hace unos años, jóvenes jesuitas me dijeron: Che Funes, vos sos científico y por las dudas rezás. Yo diría también que rezo y por las dudas soy científico.

Fuente:  www.perfil.com

Oraciones a quemarropa – Luis Espinal SJ

En conmemoración de los 40 años del martirio de Luis Espinal compartimos una reedición del cuaderno Oraciones a quemarropa, publicado inicialmente en el año 2001, en el nº 31 de esta misma colección.

Lluís Espinal fue jesuita, poeta, periodista, cineasta que entregó su vida al servicio del pueblo boliviano.

Después de su asesinato varios compañeros suyos recopilaron este conjunto de oraciones que en su origen estaban pensadas para ser leídas por la radio. Son oraciones con temas humanos y existenciales: el silencio de Dios, la soledad, el dolor humano, la muerte, el enigma del futuro, una Iglesia del silencio, callada ante la injusticia, etc.

Oraciones que nos acercan al pensamiento y a la figura de Luis Espinal para que sean conocidos y sigan inspirando en el futuro.

Haciendo click en la imagen podes acceder al contenido en formato pdf.

EIDES número 92

Fecha de publicación:Marzo 2020

 

Fuente: www.cristianismeijusticia.net

Tres elementos para un discernimiento que nos ayude a responder al desafío que nos toca

Artículo de Emmanuel Sicre SJ, para la revista «Aurora: voces jesuitas sobre la pandemia», en su edición número 6.

El texto

Podríamos comenzar la reflexión haciéndonos esta pregunta como punto de partida: ¿Qué hacer con lo que no podemos elegir? Ciertamente, no pudimos prever ni anticiparnos demasiado a la complejidad que se nos impuso, casi de un día para el otro. Este tiempo de pandemia nos redujo, de una manera drástica, el margen de alternativas para responder al reto de educar.

Por eso: ¿qué hace un corazón ignaciano con lo que no puede elegir? Tres respuestas. La primera respuesta es “lo posible”, lo que está nuestro alcance, lo que nuestras fuerzas, inteligencias y disposiciones puedan, porque lo imposible deberemos dejárselo a Dios. La segunda es “afrontarlo” con realismo y valentía, como intuyo que se ha hecho hasta ahora en la mayoría de los centros educativos. Y la tercera, “discernir”. A esta última respuesta, me gustaría ofrecerle tres elementos para el discernimiento de este tiempo: una “clave”, una “certeza” y una “actitud”.

Una clave: Agradecer

Me pregunto por dónde empezar este discernimiento teniendo en cuenta que llevamos ya un buen rato desde que comenzaron las medidas de bioseguridad. El primer paso creo que es agradecer todo lo que se ha podido hacer. Y agradecer es más que felicitarnos, más que haber aprobado o sacar una buena calificación en la resolución de conflictos. Agradecer nos ubica en un plano distinto: el del reconocimiento del bien recibido y que nunca podría haberse conseguido individualmente. Entonces, primero, agradecer lo que vivimos, aunque suene paradójico. ç

Seguramente, no ha sido sencillo para nadie en la comunidad educativa, por ejemplo y en el mejor de los casos, transferirse a la modalidad virtual. Tampoco, el tener que descubrirse haciendo tantas cosas nuevas, resolviendo situaciones que nos superan, acompañando procesos a distancia y sin la preparación adecuada. No ha sido fácil permanecer en casa, soportar las tensiones de las convivencias y el exceso de asuntos pendientes, aceptar las renuncias que conlleva la pandemia, postergar el placer de encontrarnos con los afectos, tener que dejar para otro momento tantas ilusiones, deseos, planes. En muchos casos, las dificultades económicas han despertado escenarios realmente duros en las familias. Y la escuela, como ha podido, siguió funcionando. Entonces, lo primero, es agradecer los muchísimos esfuerzos que supone esta “nueva normalidad” a cada una de las personas (estudiantes, docentes, familias, autoridades, personal en general de las instituciones), a las estructuras, a los medios y a los recursos. En fin, agradecer donde estamos aún en pie.

¿Por qué agradecer en medio de la dificultad? Bueno, porque el agradecimiento descansa, anima, abre los ojos, expande, dilata el corazón y le muestra una perspectiva renovada de la realidad de siempre. Necesitamos agradecer lo que vamos descubriendo en este tiempo como valioso y, por tanto, como sagrado.

Los testimonios de muchas personas de las comunidades educativas rescatan, en primer lugar, los vínculos, las amistades, los afectos. Quizá nunca hayamos tenido tanta conciencia de lo importante que son en nuestras vidas como ahora que no podemos vernos, que no podemos tomar contacto ni saludarnos en los pasillos cada día, ni encontrarnos en los espacios comunes de la sala de docentes o el salón de clase, ni compartir el abrazo que tanta falta nos hace. El confinamiento nos demuestra que estamos constituidos de vínculos que nos sostienen en comunión más allá de todo.

En efecto, las renuncias abren espacio a la pregunta por el sentido de muchas cosas que dábamos por normales, comunes, dadas. Sería un muy buen ejercicio preguntarnos ¿por qué aquello que extrañamos y deseamos que vuelva a nuestras vidas es tan significativo? Y dejar que el corazón hable, se exprese y manifieste la hondura que lleva al misterio de las cosas sagradas que nos sostienen.

Una certeza: Dios está trabajando en este tiempo

El ejercicio de agradecer ojalá nos ayude a caer en la cuenta de que el Dios de Jesús está trabajando por cada quien donde sea que se encuentre hoy.

Dios está trabajando artesanalmente en lo oculto de nuestras historias personales, en lo secreto de nuestras conciencias, en las renuncias cotidianas; también en una nueva sensibilidad frente a la vida, la salud, el cuidado, la Creación. Del mismo modo, se nota la asistencia del Buen Espíritu en nuestras creatividades desplegadas a través de muchísimas formas de respuesta a las exigencias de las eventuales y desafiantes rutinas que nos impuso la pandemia.

Además, podemos percibir su labor en las nuevas formas de presencias mediatizadas por las pantallas, pero intencionadas realmente con el corazón, la mente y el espíritu de quienes están de un lado y del otro. Estamos aprendiendo, por contraste, qué significa la presencia física del otro/a, sus gestos, su aroma, su color, su voz, su aura que señala su estar con vida frente a mí.

Finalmente, esta certeza del trabajo de Dios guarda una esperanza. En efecto, podemos reconocer que el trabajo de Dios en cada una de nuestras vidas, en la de las instituciones y en la de la historia humana nos está preparando para lo que viene. ¿Quién sabe si lo que se está gestando en las entrañas de este tiempo no nos sirva para lo que nos toque vivir en un futuro? No tenemos mucha idea de qué se trata, ni nos es posible profetizar demasiado sobre lo que pasará. Incluso, podríamos pensar que volveremos a lo mismo de siempre, pero algo se está transformado en nuestras relaciones humanas con el mundo y debemos prestar atención a cómo Dios se cuela en los entresijos de la realidad.

Lo cierto es que el porvenir no pareciera ser muy fácil, sin embargo, debemos confiar, siguiendo la lógica providente de Dios, en que lo que estamos viviendo hoy nos prepara para el mañana. Dios siempre está trabajando por el bien de sus hijos e hijas aún en la cruz. Desde ahí deberemos darnos a la tarea de luchar contra las tentaciones propias de toda resistencia, sabiendo que no estamos solos/as y que toda prueba conlleva una misión.

Una actitud: Sumarnos a lo que Jesús haría en este tiempo

El tercer elemento del discernimiento quizá pueda nacer, naturalmente, después de ejercitarnos en la gratitud y la confianza: la actitud de sumarnos a lo que Jesús haría en este tiempo.

Una de las primeras cosas que podríamos contemplarle hacer es acercarse buscando sostenernos. Jesús se solidariza con nuestros cansancios, con nuestras angustias, con el dolor, la impotencia, las sensaciones de hastío. En fin, cumple su promesa y está con nosotros. Y una de las características propias del modo de Jesús es que lo hace de manera personal.

Paradójicamente, esta pandemia nos ha permitido entrar en una relación más personalizada en muchos casos. Ahora nuestras casas y recursos personales se convirtieron en espacios e instrumentos pedagógicos con los que antes no contábamos porque estábamos en la escuela. Aquí hay una nueva presencia, una nueva cercanía al contexto del otro –sea estudiante o docente- que me revela cómo relacionarme de una manera más pertinente y humana.

Esta misteriosa cercanía a la que nos invita el “quédate en casa” puede ser evangélica si logramos profundizar el interés por el otro, la otra. Quizá sea un tiempo donde podamos ayudarnos mutuamente a sostenernos, a aproximarnos y ser un canal de alivio, aún en la distancia física. Porque quizá esto nos ayude a comprender que la distancia no es sólo una cuestión de extensión en el espacio –lejanía, sino de una intensión en el tiempo: la “projimidad”, el hacerme samaritano/a.

En este sentido, podríamos acrecentar el sentimiento de comunidad, tan hondo, que vivieron los primeros creyentes en Jesús. Las comunidades cristianas nacientes experimentaron relaciones de cercanía en medio de pruebas muy difíciles, de persecuciones agobiantes, de asedios en muchos niveles (político, religioso, etc.), pero se mantenían unidas en la oración, en la solidaridad, en el compartir gracias al cultivo sostenido de la paciencia. ¿Podrá ser un testimonio para nosotros hoy?

La actitud de cercanía personalizada de Jesús nos lleva también a ponernos, como pastoralistas, en el lugar del otro y asumir la pregunta de Jesús al ciego Bartimeo: ¿qué quieres que haga por ti?” (Mc 10, 51) Quizá sea oportuno preguntarles a los/las estudiantes: ¿cómo podría ayudarte a cuidar tu fe? ¿qué puedo hacer personal e institucionalmente para que estemos atentos a cuidar la dimensión espiritual? Creo que podríamos llevarnos una sorpresa muy linda al escuchar sus respuestas. Incluso encontraríamos pistas para saber qué hacer, cuando vemos cómo nuestras planificaciones volaron por el aire.

Esto puede ayudarnos a “medir” la clave pastoral de nuestros colegios, que no es sólo el contenido religioso, sino que es la misión evangelizadora que atraviesa todos los niveles y estructuras de la institución. En esta prueba que vivimos vamos a necesitar que todo el colegio sea un mensaje evangélico, no sólo con la solidaridad ad extra, que siempre ha sido una característica constitutiva de nuestro modo de proceder, sino ad intra también, en el modo de acompañar a las familias y docentes más afectados de la comunidad.

En este sentido, la mirada atenta de la Pastoral puede librarnos de la tentación de sobrecargar espacios ya demasiado saturados, buscando todo lo contrario: ser alivio, consuelo, canal de ayuda, tal como lo hace Dios en este tiempo, y encontrar las píldoras necesarias para fortalecer Su presencia constante en los pequeños gestos de proximidad significativa que Él mismo nos inspire.

Por Emmanuel Sicre SJ

Podés descargar la revista completa haciendo Click aquí: Revista Aurora Edición nº 6

 

Una nueva edición de la Revista Aurora: «Educ..ando»

La pandemia, y el aislamiento social al que nos ha obligado, provocó el cierre repentino y generalizado de la actividad presencial en todas las instituciones educativas. Sin embargo, en menos de una semana, en todos los países se dio continuidad a la formación de los estudiantes a través de estrategias de educación virtual. Las comunidades educativas emprendieron un viaje inesperado, “educ…ando” por un camino que han tenido que construir al andar.»

Con estas palabras inicia el Volumen 6 de Aurora, una presentación de Maritza Barrios Yaselli del Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana que muestra con claridad el panorama completo que veremos en esta edición, compuesta por una serie de artículos en los que se hace referencia a principios de la Pedagogía Ignaciana que han inspirado las decisiones y acciones de las redes Educativas de cara a la emergencia: el discernimiento, la flexibilización y adaptación a “tiempos, lugares y personas”, la atención a la dimensión espiritual-pastoral con modos creativos, la preocupación por lo social-humanitario más allá de lo académico, entre otros.

Haciendo click en la imagen podrás descargarla

Nueva serie documental: “Querida Amazonía: Los sueños del papa Francisco para la Panamazonía»

El pasado lunes 6 de julio, la productora Verbo Filmes y la REPAM lanzaron una nueva serie documental llamada: «Querida Amazonía: Los sueños del papa Francisco para la Panamazonía».

El primer capítulo presenta el sueño social del Papa para la región y sus pueblos, de acuerdo con su Exhortación Apostólica Postsinodal ‘Querida Amazonía’, publicada el 2 de febrero de 2020.

En la presentación del proyecto, el secretario ejecutivo de la REPAM afirmó: «Aún en medio de tiempos tan difíciles, recordando en este momento los cinco años de la encíclica ‘Laudato Si’, que nos invita a mirar nuestra Casa Común, ver cómo la hemos dañado, destruido, ultrajado; pero también reconocer todas las posibilidades que todavía tenemos de salvarla.

Abrazar nuestra fe, nuestra identidad, todo lo que nos hace creyentes en este sueño del Reino y buscar otros caminos desde la ecología integral. La navegación en el proceso sinodal implicó muchos pasos, como todo proceso que vale la pena: manos diversas, corazones diversos, voluntades diversas…»

El director de la productora Verbo Filmes señala que, a pesar de las limitaciones que implica este momento, están llevando adelante este proyecto que se presenta con un formato especial: «las mismas personas que dieron testimonio se encargaron de hacer la grabación, usando la cámara del celular. Y el resultado fue muy positivo.»

Primer capítulo: Un sueño social

En el primer documental de la serie, que lleva por título ‘Un sueño social’, participaron indígenas, campesinos, ribereños, afrodescendientes y agentes de pastoral: Catorce personas, des seis países de la Amazonía (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) grabaron sus reflexiones: siete mujeres y siete hombres.

Fe y Alegría: la educación multimodal como respuesta en América Latina

En el contexto de crisis que venimos atravesando hace ya varios meses, la red de educación popular jesuita «Fe y Alegría», propone y conjuga acciones educativas a distancia para abordar los desafíos de la pandemia en los distintos países latinoamericanos.

“Hemos visto como uno a uno, los gobiernos de los países donde Fe y Alegría hace vida fueron cerrando las escuelas por medidas sanitarias, menos Nicaragua”, comenta Gerardo Lombardi, coordinador de comunicación, acción pública e incidencia. Evidentemente, en el ámbito educativo el coronavirus “tomó por sorpresa a los gobiernos».

Las respuestas han sido variadas y extremas: “unos obviaron casi por completo la complejidad de la situación, otros han respondido de forma más sistémica desde los ministerios de educación con programas de educación a distancia, y otros con respuestas más tímidas”, comenta Lombardi.

Por su parte, el movimiento de educación popular busca garantizar la educación de calidad multimodal, mediante “respuestas de educación a distancia donde hay conectividad, educación por radio y reparto de guías físicas para el autoaprendizaje“. En este sentido Fe y Alegría se ha adaptado a las circunstancias con creatividad, considerando las posibilidades de las instituciones y, sobre todo, de los estudiantes.

Ante la emergencia sanitaria y humanitaria la red jesuita también ha entregado kits de salud y ha llevado comida a las escuelas, sin dejar de encarar “la tendencia a recortar presupuesto a la educación frente a la crisis de recesión económica”.

La educación por radio

“En este contexto, nuestra opción de desarrollar programas de educación popular de calidad se ha visto movida a buscar nuevas formas, y otras no tan nuevas, de educación a distancia transitando por metodologías ya probadas como la teleeducación”, comenta Lombardi, quien también sostiene que “hemos vivido el resurgimiento de la educación por radio que hacemos desde hace más de 45 años para contextos de poca conectividad y falta de equipos tecnológicos en las casas”.

Modificar metodologías pedagógicas, tiempos, contenidos y desarrollar competencias para estos tiempos excepcionales, ha sido una de las claves de Fe y Alegría, lo mismo que el acompañamiento psicológico, afectivo, espiritual y pedagógico. “Cuidamos sobremanera la atención a las personas que somos y hacemos Fe y Alegría, cuidamos a las personas cuidadoras“, detalla Lombardi, en consecuencia con la consigna de “transformar personas para cambiar el mundo”.

Lecciones aprendidas

Por lo pronto, el impacto del coronavirus en la educación popular ya deja varias lecciones. Para Gerardo Lombardi “es necesaria la escuela como espacio de socialización, se necesitan más escuelas pero mejor conectadas y dotadas, con propuestas pedagógicas mixtas y adaptadas a la realidad”.

Por otra parte, la pandemia ha llevado a “revalorizar la función docente”. “Un maestro o una maestra es más importante que una estrella del fútbol, una escuela es más importante que un mall [centro comercial], y un programa educativo es más importante que una estrategia de marketing comercial”, concluye el directivo de Fe y Alegría.

Fuente: vidanuevadigital.com

Los desafíos de la pandemia para las universidades de AUSJAL

La AUSJAL es la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina, una red integrada por un conjunto de 30 universidades jesuitas. En el mes de mayo, la Secretaría Ejecutiva publicó un informe que presenta los mayores desafíos del trabajo universitario en este tiempo de pandemia.

El informe

Describir la experiencia de las instituciones de AUSJAL ante la pandemia por el COVID19 implica, sin lugar a dudas, encontrarse con una amplia variedad de respuestas, tan ricas en sus expresiones como diversas son las 30 universidades que integran la Asociación, no solamente por su distribución regional en 14 países.

Algunas de ellas cuentan con una comunidad estudiantil de más de 25,000 jóvenes; en otras, este número no supera los 250. Varias tienen una experiencia institucional de larga data, pero también las hay de creación reciente. Desde la perspectiva económica, unas son más robustas; otras, en cambio, funcionan con recursos muy limitados. Algunas optan por desarrollar su misión preferencialmente entre los sectores sociales económicamente más desfavorecidos, como son algunas comunidades rurales e indígenas. En algunos casos, la institución es reconocida por sus ingenierías y, en otros, por sus facultades de teología, de humanidades o de ciencias jurídicas. Así, la lista de criterios diferenciadores puede crecer significativamente.

Sin embargo, si algo ha puesto en evidencia la pandemia que estamos viviendo, es que el espíritu del trabajo colaborativo en red, así como la vocación de compromiso y transformación social de AUSJAL, se manifiesta de forma natural en el sentir y en el modo de proceder de sus universidades y de las personas que dan vida y hacen vida en ellas. Así se confirma lo que recientemente apuntaba el Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, S.J., en su mensaje ante el COVID-19: esta crisis nos ha mostrado que “somos parte de una sola humanidad”.

Inicialmente, como ocurrió a otros sectores, la crisis tomó a las universidades por sorpresa, especialmente por la abrupta suspensión de clases y de actividades presenciales en general, con la consecuencia inmediata de tener que migrar a un sistema de educación totalmente en línea, además de organizar la gestión administrativa bajo la misma lógica. En lo inmediato, cada universidad tuvo que adaptar sus instrumentos y metodologías, proceso especialmente complicado para aquellas que ya habían iniciado su periodo académico o que no contaban con plataformas adecuadas y suficientes para llevar adelante este proceso. Con la experiencia del trabajo colaborativo, en poco tiempo las universidades de AUSJAL empezaron a interactuar para compartir problemas comunes, definir estrategias para solucionarlos y tratar adelantarse al futuro, aún incierto.

¿Qué retos comunes han compartido las instituciones de AUSJAL y cómo se ha dado el intercambio para enfrentar la situación?

Es primordial señalar que el modelo de trabajo en redes y grupos de trabajo, permitió aprovechar estos espacios de colaboración para fortalecer las sinergias que harán frente a los efectos de la contingencia global. El respaldo del Consejo Directivo de AUSJAL a las iniciativas, a través de su Presidencia y Secretaría Ejecutiva, abrió la puerta para que los rectores, con naturalidad, plantearan sus dudas y necesidades frente a situaciones concretas, derivadas de la situación de pandemia y encontraron eco y luces entre sus pares. La misión común que convoca a una respuesta integral, centrada en la cura personalis, refleja un sello identitario manifiesto en los temas que generan preocupación en las universidades.

La Secretaría Ejecutiva convocó a las instituciones asociadas a compartir las iniciativas que se estaban desarrollando para enfrentar esta situación adversa y que pudieran ser de utilidad e inspirar a otras universidades, no sólo de AUSJAL. Gran respuesta se obtuvo de la mayoría de las asociadas y estas experiencias e iniciativas se han dispuesto con acceso abierto a quien lo necesite.

Así mismo, la apertura al cambio, la disponibilidad y el compromiso con la comunidad universitaria, tanto de docentes como del personal administrativo, ha sido muy notable, quizá más de lo que se hubiera esperado en una crisis como esta.

Reflexión y acción ante la pandemia.

Alimentados con un espíritu esperanzador para no detener la academia, ni la dinámica universitaria en general, algunas instituciones necesitaron adaptar sus equipos y procesos a la modalidad virtual o en línea, pero ninguna dejó de funcionar.

Uno de los retos ha sido la capacitación de los docentes para dictar sus cátedras en esta modalidad, en virtud de que la docencia en línea también debe suponer una experiencia que trascienda la simple transmisión de contenidos. Sin embargo, en algunos casos, un porcentaje importante de los docentes tenía escasa o nula experiencia en pedagogía virtual. Así, las redes de Educación y EDUTIC de AUSJAL ya se están preguntando por las características de un modelo pedagógico asistido por medios digitales con sello ignaciano. Por ejemplo, ante la imposibilidad de atender las necesidades de formación en TIC de todos los docentes a la vez, varias instituciones han propuesto esquemas de atención (tipo semáforo) para categorizar a los docentes según su experiencia en el uso de medios digitales y priorizar el apoyo en su formación.

No se puede dejar de mencionar la rápida respuesta del Programa de Inmersión Dual Virtual (PIDV) que ha atendido a 363 estudiantes (de seis universidades de AUSJAL y tres de AJCU, nuestra contraparte en EEUU), quienes han participado en webinars, sesiones y clases de idiomas. Por su parte, los miembros de la Red de Cooperación Académica y Relaciones Interinstitucionales (CARI) intercambiaron estrategias para dar atención a los estudiantes y docentes que se encontraban, y algunos que todavía están, en una experiencia de movilidad académica presencial: ¿cómo atenderlos?, ¿cómo facilitar su retorno?, ¿cómo potenciar las alternativas de internacionalización en casa y el intercambio virtual luego de la superación de la contingencia inmediata?

Encontramos también acciones que atienden a las necesidades de personas en situación de vulnerabilidad. Por ejemplo, la identificación de estudiantes con acceso limitado a dispositivos electrónicos y la creación de programas de apoyo. Y, también en este caminar junto a los excluidos, se han organizado para adquirir alimentos e insumos sanitarios para apoyar a comunidades desfavorecidas en medio de la pandemia, o bien, para contribuir en el diseño, producción o adquisición de materiales para el personal sanitario: caretas protectoras, mascarillas, respiradores e, incluso, dispositivos para evitar que el personal médico y de enfermería tenga que tocar con las manos las perillas de las puertas en los centros de atención médica.

Las instituciones de AUSJAL también han dirigido sus miradas al bienestar físico, psicológico y espiritual, no sólo de sus estudiantes, sino de la comunidad universitaria en general y, en algunos casos, ampliado a las familias de los colaboradores en este contexto de pandemia. Las redes de Pastoral y de Responsabilidad Social Universitaria han hecho acopio de recursos útiles en ese aspecto para ponerlos a disposición de todas las universidades de la Red. La temática ha despertado enormemente la creatividad en las instituciones y considera situaciones que no se advierten con facilidad. Así se diseñaron, por ejemplo, la “Guía de ejercicios para el cuello, para los que trabajan con computadoras” o los “Ejercicios para corregir malas posturas”, causadas por el trabajo en condiciones o lugares inadecuados; recomendaciones acerca de “Cómo trabajar con los niños en casa”, “Ejercicios Espirituales en línea”, guías sobre administración del tiempo en situaciones de confinamiento para evitar el estrés físico y mental y, a su vez, aumentar el rendimiento académico y laboral. Resaltan también en este contexto los videos sobre producción de música en aislamiento y espacios para participar en juegos de mesa en entornos virtuales.

El análisis del impacto social y económico de los efectos de la pandemia ha llamado la atención de las redes de Derechos Humanos y de Desigualdad y Pobreza, para comprenderlos, pero también para prever las soluciones que se demandarán en el futuro y las situaciones injustas que esta crisis está incrementando.

De cara al futuro

En resumen, el intercambio ha hecho que se vislumbre una preocupación generalizada acerca del reto de construir un modelo de educación en línea, o bien mixto (que combine presencialidad y virtualidad), de calidad y coherente con los elementos de la pedagogía ignaciana. También, cómo apoyar a estudiantes y docentes con limitado acceso a los medios digitales y su aprovechamiento. Indudablemente esto se deberá atender en medio de la incertidumbre sobre la sostenibilidad de las instituciones bajo este esquema de funcionamiento y en un contexto de crisis económica generalizada.

Las redes y grupos de trabajo de AUSJAL se conciben como parte de una comunidad más amplia, integrada por otras redes jesuitas que también están articulándose a nivel global. Por ello, AUSJAL representa para sus Asociadas una gran ventana de oportunidad en cuanto a la posibilidad de pensar y ejecutar soluciones en red ante la pandemia y en articulación con la misión y visión de cada institución. Finalmente, este modelo en red nos ha enseñado que las diferencias no limitan la colaboración, sino que ayudan a fortalecer los lazos y a nutrir los proyectos con distintas perspectivas, con lo que somos y con lo que hacemos.

 

Fuente: jesuitas.lat

Los jesuitas de Tierra Santa invitan a un encuentro

No hablamos a menudo de esta comunidad de la Compañía: la Residencia San Ignacio en Jerusalén. Sus miembros provienen de varios continentes y se dedican a la investigación y a la formación, especialmente en el campo de los estudios bíblicos y de la religión.

La comunidad desearía compartir su experiencia de modo más amplio, y con ese propósito está preparando el lanzamiento, para 2021, de un programa de “Encuentro” (Encounter) que promueva el conocimiento y el acercamiento de los jesuitas y sus colaboradores más inmediatos a las tres tradiciones religiosas de Tierra Santa: judaísmo, cristianismo e islam. Cada una de las tres constituirá el foco de atención durante diez días; se puede elegir tomar parte en una u otra, o en las tres sesiones. Durante esos días, además de estudiar en profundidad diversos aspectos de cada una de estas tradiciones religiosas, los participantes tendrán ocasión de reunirse con miembros de comunidades de fe, y los jesuitas de la comunidad de Jerusalén compartirán su experiencia y conocimientos en el contexto particular de Tierra Santa.

Desde la oficina de comunicaciones de jesuits.global, le hicieron algunas preguntas al superior de la comunidad y animador del programa, P. David Neuhaus SJ, de la Provincia del Próximo Oriente:

David Neuhaus, ¿qué movió a la comunidad de Jerusalén a proponer, en 2021, este programa de encuentro con las tres grandes religiones monoteístas?

2021 marca el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio y pensamos que era una buena oportunidad para ofrecer algunas sesiones en Jerusalén para jesuitas y sus colaboradores. Qué mejor lugar que la Tierra Santa para estudiar las grandes tradiciones que definen gran parte del mundo actual, el judaísmo, el Islam y el cristianismo. La Tierra Santa era muy querida por San Ignacio y fue un lugar importante de su peregrinaje. El diálogo interreligioso y ecuménico constituye una parte importante de la misión de la Compañía, pero para participar en un diálogo de ese tipo necesitamos familiarizarnos más con estas tres tradiciones religiosas.

¿Qué argumentos podría invocar un jesuita, y más aún un escolar, a su Provincial o al responsable de la formación para animarle a que le envíe a participar en esta experiencia?

En muchos lugares compartimos hoy día nuestro mundo con cristianos de otras confesiones, con musulmanes y judíos. Se ha convertido en algo esencial conocer a nuestros vecinos, entender y respetar sus tradiciones y prácticas religiosas. Tierra Santa ofrece un telón de fondo único para profundizar nuestra comprensión de estas tradiciones religiosas, ya que es en esta región donde se formaron y de manera especial en Jerusalén. La experiencia de tratar con judíos, musulmanes y cristianos orientales en Tierra Santa va mucho más allá de lo que se puede aprender en los libros. Aún más formativo es el encuentro vivo con judíos, musulmanes y cristianos en su propio entorno, con el telón de fondo de la ciudad de Jerusalén, y de Tierra Santa, Israel/Palestina, siempre tan central.

Fechas:

– Un encuentro con el judaísmo moderno: del 5 al 16 de abril de 2021
– Un encuentro con el Islam moderno: del 3 al 14 de mayo de 2021
– Un encuentro con el cristianismo en Tierra Santa: del 31 de mayo al 11 de junio de 2021
Máximo de 20 participantes por sesión, alojados en el Pontificio Instituto Bíblico.
El programa se ofrece en inglés; pensando la conveniencia de ofrecer el programa en otros idiomas en el futuro.

Para más detalles haga clic en este enlace.

Fuente: jesuits.global

Se presentó el libro «Los flujos migratorios en las fronteras de nuestro mundo»

El Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas (IUEM) ha presentado el libro “Migratory Flows at the border of our world”, un análisis sobre la migración en el mundo y una llamada a alcanzar acuerdos internacionales que faciliten la gestión de estos movimientos humanos. El libro “es la recopilación de varios escenarios en las distintas fronteras de nuestro mundo, y el resultado es una visión panorámica de varios lugares que comparten una dinámica similar”, según los autores.

Esta publicación, que se presenta en el marco del Día Mundial del Refugiado, se ha elaborado gracias al esfuerzo conjunto de las instituciones a las que la Compañía de Jesús ha confiado la labor con los migrantes, los refugiados y las personas desplazadas. En ella han participado la Secretaría de Justicia Social y Ecología de la Curia General de Roma; el Servicio Jesuita a Refugiados; la Red de Migración (Servicios Jesuitas a Migrantes y Red Jesuita con Migrantes); el GIAN Migración, y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas, que ha coordinado esta publicación.

Enfoque académico riguroso

Un elemento clave de este libro es la guía de recomendaciones y propuestas a corto, medio y largo plazo, para los gobiernos y los organismos institucionales, así como para el sector privado y la sociedad civil. Alberto Ares SJ, director del IUEM y uno de los editores, ha destacado tres situaciones clave que se han ido repitiendo y que habría que erradicar: la externalización del control de fronteras, la administración y gestión de las fronteras, y una dinámica nacionalista. Para Ares, “este libro supone un enfoque académico riguroso, serio e íntimo de las vicisitudes de los más vulnerables entre los vulnerables”.

“El libro ofrece estudios de casos de situaciones críticas en las fronteras en varias partes del mundo, e ilumina sobre los desafíos a los que las instituciones jesuitas se enfrentan en sus esfuerzos por ayudar a personas refugiadas”, aseguró durante la presentación Arturo Sosa SJ, Padre General de la Compañía de Jesús. “Sólo si trabajamos juntos el mundo podrá abordar causas de los desplazamientos forzosos en sus raíces y poner fin a un fenómeno que produce tanto sufrimiento a tantas personas”, dijo.

El Padre General ha asegurado que el libro “Migratory Flows at the border of our world” es “un intento de encarnar la aspiración de caminar junto a migrantes y refugiados como nos exige nuestra vocación”.

Además, ha recordado que “el debate público sobre la estrategia con migrantes y refugiados forzosos ha tomado una nueva dimensión como consecuencia del COVID19” y que debemos “ser testigos de esta encrucijada histórica donde los flujos migratorios y emergencias humanitarias plantean interrogantes sobre nuestro modo de vida”.

“Migratory Flows at the border of our world” prueba que las estadísticas de refugiados no tienen en consideración lo que ocurre realmente en las fronteras a nivel global. Según los autores, “esta falta de información es responsabilidad de los territorios en los que la inmigración tiene lugar”. Aun así, el aumento de la movilidad demuestra que debe haber acuerdos entre países para mejorar las condiciones de movilidad. “Hay poca investigación sobre lo que está ocurriendo y nuestra misión es presentar una visión global de las fronteras desde el punto de vista de los migrantes, que son los seres humanos más vulnerables”, aseguran los autores.

Caminar junto a los migrantes

La presentación también contó con el mensaje del P. Fabio Baggio, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Vaticano, recordando que “no podemos olvidarnos de los marginados en los que nadie piensa y que quedan fuera de la asistencia y ayuda” cuando son ellos quienes llegan para tener un futuro mejor y que con su trabajo “colaboran en el desarrollo de la comunidad local que los recibe”. Baggio ha subrayado la importancia que concede el papa Francisco a los refugiados internos, que “siendo nacionales, viven en los márgenes de las sociedades” y, citando al santo Padre, ha asegurado que “no se puede comprender sin conocer la realidad de las personas; no hay posibilidad de servir sin hacerse prójimo; hay que empoderar a los migrantes para facilitar su desarrollo, y colaborar para construir”.

Por su parte, Tom Smolich, SJ, director internacional del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), ha recordado la importancia tanto de la educación y acceso a medios de vida “para crear oportunidades de integración en las comunidades de acogida”, como de los verbos que promueve el Papa para proteger a los refugiados: acoger, proteger, promover e integrar.

En la presentación del libro también ha intervenido Javier Cortegoso, coordinador de la Red Jesuita con Migrantes en América Latina y el Caribe. “El libro es fruto de un trabajo en red que abarca la presencia de la Compañía de Jesús en diversos lugares donde se producen parecidas violaciones de derechos y actúan causas de la negación del ser humano que obligan a la migración como estrategia de salvación”. Cortegoso ha recordado la complejidad del fenómeno migratorio, que se manifiesta con intensidad en las fronteras. “Hagamos una lectura profunda de los desafíos”, ha pedido. “Dejémonos tocar por las historias, por los rostros concretos, seamos capaces de conmovernos. Estas personas cada día nos enseñan el valor de querer vivir”.

Puedes acceder y descargar el libro en: “Migratory Flows at the border of our world”

Fuente: religiondigital.org