@jennortonart

¡Celebramos la Resurrección de Jesús!

Hoy es un día de regocijo y alegría para todos, ya que celebramos el Domingo de Resurrección, el evento central de nuestra fe cristiana. En este día, conmemoramos la victoria de Jesús sobre la muerte y su triunfante resurrección, que nos ofrece la esperanza de una vida nueva y eterna.

 

Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.

 

El Ángel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán”. Esto es lo que tenía que decirles». Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos. De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense». Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de Él. Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán».

 

Jesús, el resucitado, nos ha regalado la fraternidad. ¡Jesús está vivo y camina con nosotros! El don que Jesús nos hizo al morir en la cruz y resucitar al tercer día es el de una nueva humanidad, fundada en la fraternidad.

 

Que el don de la Pascua de Jesús resucitado nos ayude a convertirnos en “hermanos de todos”, hasta el punto de desearnos mutuamente que crezca la unidad, para que quienes nos miren exclamen “qué hermoso y qué alegre es ver a los hermanos viviendo juntos”.

 

Un regalo, un compromiso. A partir de Cristo Jesús, muerto y resucitado, aprendemos a caminar y a crecer en su Amor y a testimoniarlo con un compromiso reflexivo.

 

Oración:

 

¡Has resucitado!

Como prometiste, Señor, ¡estás vivo y estás con nosotros!

La vida ha vencido a la muerte. El amor ha triunfado sobre el pecado.

La fe ha triunfado sobre la duda. La esperanza ha triunfado sobre la desesperación.

La caridad ha ganado al egoísmo. La prudencia ha ganado a la impulsividad.

La justicia ha triunfado sobre la iniquidad. La templanza ha triunfado sobre el instinto.

La fortaleza ha triunfado sobre el miedo.

Jesús, Hijo de Dios, Señor y Hermano nuestro, has triunfado porque confiaste en el Padre, ya que has puesto todo en sus manos.

Jesús, mi amigo y hermano, ayúdame a confiar, a ponerme en manos del Padre tuyo y nuestro.

Ayúdame a ir adelante y más lejos, ¡Ayúdame a vivir como el Resucitado!

 

Que esta Pascua sea para todos nosotros un tiempo de renovación espiritual y un recordatorio constante del amor incondicional que Dios tiene por cada uno de nosotros.

 

¡Feliz Domingo de Resurrección para todos!

Encuentro ecuménico de oración por la justicia, la paz y la esperanza

Las Iglesias cristianas piden a todos los argentinos convertirse en testigos vivientes y promotores de comunión y reafirman su mandato siempre renovado de amor modelado en el Hijo del hombre.

“Caminamos también siendo conscientes de que lo hacemos dentro de un clima nacional y mundial en donde parecen exaltarse dolorosas divisiones, conflictos sociales o bélicos en aumento y peligrosos discursos de odio”. Es el contexto en el que se efectuó un encuentro ecuménico de oración por la justicia, la paz y la esperanza en el mundo y en la Argentina, organizado el 21 de marzo por la Conferencia Episcopal Argentina y la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas en la Argentina.

La lectura bíblica estuvo a cargo del Obispo Berardo y las reflexiones fueron confiadas a tres familias confesionales: ortodoxos, Monseñor Iosif Bosch; católicos romanos, Monseñor Oscar Ojea; evangélicos/protestantes: Pastora Mariel Pons.

En una declaración conjunta posterior a esta actividad, los participantes aseguran que “en todos estos años hemos aprendido a valorar la “unidad en la diversidad”, la riqueza del disenso, la armonía de las voces diferentes, la otredad por encima del individualismo egoísta, la fortaleza de los consensos en tiempos de conflicto y la cultura del encuentro fraterno por encima de la anticultura del desencuentro, sin mermar la Tradición a la cual cada uno es fiel”.

Los líderes religiosos escriben que se reconocen “conciudadanos de un contrasistema centrado en la humanidad del Dios encarnado frente a la deshumanización del injusto y violento descarte de los débiles y vulnerables: ‘Porque el reino de Dios es vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo’” (Ro. 14,17).

También sostienen que “es el mismo Reino de Cristo que hoy nos impele a proclamar el valor de la igualdad y la unidad en una sociedad donde todos somos hijos de Dios sin importar raza, situación social, cultural o género”. Porque -prosigue el texto-, “ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo” (Gal. 3,28).

Los representantes de distintas confesiones cristianas convocan a todos los hermanos y compatriotas a unirse en oración y acción inspiradas en las bienaventuranzas de la paz y la justicia hoy tan vigentes como necesarias: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”; “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados” (Mt. 5,9; 5,6). En este sentido, exhortan a todos los argentinos a convertirse “en testigos vivientes y promotores de paz y justicia en un proceso de ‘cristificación’ que implique una apertura e inclusión amplísimas, sobre todos hacia los que más sufren”. Asimismo, invitan al pueblo a aferrarse “a la esperanza confiablemente forjada en nuestros corazones: ‘Esperanza que no defrauda, porque Dios ha llenado con su amor nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha dado’” (Ro. 5,5).

Fuente: @vaticannews

Foto: @perfil

Jen Norton ilustra la Semana Santa

Este año hemos elegido ilustrar la Semana Santa con obras seleccionadas de una artista contemporánea, alumni de la universidad jesuita Santa Clara (USA) Jen Norton. (@jennortonart)

 

Graduada en Bellas Artes en 1987, el lenguaje visual fue su primer idioma debido a su timidez extrema y su gran pasión a partir del potencial comunicacional del dibujo.

 

Jen trabaja en acrílico, utilizando colores, texturas y patrones expresivos para revelar lo sublime de lo ordinario. Una clave presente en sus obras siempre han sido los vínculos y situaciones cotidianas significativas, testimoniando el principio ignaciano de encontrar a Dios en lo cotidiano y mundano que le fuera inculcado en su educación.

 

“Una obra, como creación, -dice Jen- transmite que también el espectador puede hacer sus propias creaciones… y esto porque una verdadera creación es siempre honesta, auténtica… y el arte tiene la capacidad de hablar con la verdad…y de dar a conocer la palabra de Dios –incluso mejor que muchas homilías o sermones.”

 

Convencida de que orar con arte sacro puede ser una manera fácil, eficaz y hermosa de profundizar en la fe, elegimos algunas de sus obras tomadas de la publicación Surrender All: An Illuminated Journal Retreat Through the Stations of the Cross (Ave María Press 2020)

 

Jen cree que a través del arte uno puede escuchar el susurro de un Creador poderoso. Su intención es que su arte pueda hacer que te detengas y escuches.

 

Marcelo Amaro SJ, nuevo rector de Teologado en Bogotá

Este domingo 3 de marzo, se realizó la ceremonia de cambio de Rector en el Centro Interprovincial de Formación de Teología (CIF) San Francisco Javier, en Bogotá Colombia.

El Superior General Arturo Sosa, SJ nombró a  Marcelo Amaro de León, SJ como nuevo Superior del CIF el pasado 28 de diciembre de 2023. El P. Marcelo es uruguayo, de la Provincia Jesuita de Argentina-Uruguay. Servía hasta el mes pasado en la Misión de los Jesuitas en Tacuarembó Uruguay.

La Eucaristía fue presidida por el P. Rafael Garrido, presidente de la Conferencia Jesuita de América Latina y el Caribe. También se contó con la participación del P. Hernán Quezada SJ, Delegado de Formación y de Juventud y Vocaciones de la CPAL.

Marcelo inició sus funciones a cargo del teologado, por el período 2024-2029, y tendrá a su cargo unos 20 estudiantes de distintos países en su última etapa de estudios previa a la ordenación sacerdotal. Animará la vida apostólica y espiritual de una comunidad conformada por diversas nacionalidades y tradiciones, unidas bajo ‘la bandera de la cruz’.

Actualmente, dos de estudiantes de nuestra Provincia residen en la comunidad del CIF: Juan Luis Panizza y Joaquín Tabera

.Amaro junto a estudiantes ARU en Bogotá: Panizza y Tabera

Mons. García Cuerva con el estandarte de Mama Antula

Primera fiesta litúrgica de Santa Mama Antula

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió el 7 de marzo la fiesta litúrgica en honor de Sta. María Antonia de S. José (Mama Antula), la primera santa argentina, frente a la capilla del Divino Salvador de la santa Casa de Ejercicios, del barrio porteño de Constitución.

El primado argentino usó el estandarte que acompañó a la santa en su misión. También agradeció a quienes continuaron la obra en esa casa y “preservaron este báculo, que acompañó a Mama Antula desde el comienzo de su misión en Santiago del Estero”.

 

El arzobispo porteño definió a Mama Antula como la santa de los pies descalzos, la mirada limpia y el corazón grande, y fundamentó cada uno de esos tres conceptos.

Al desarrollar la idea de los pies descalzos, monseñor García Cuerva señaló: “Vivimos tiempos muy difíciles y el riesgo es encerrarnos en nosotros mismos y el sálvese quien pueda”.

“Vale la pena descalzarnos, vale la pena pisar nuestra tierra, vale la pena experimentar y sentir lo que siente el pueblo; y entonces ser más solidarios y más generosos que nunca”.

El arzobispo invitó a pedirle a la santa de los pies descalzos “la solidaridad y generosidad, porque sentimos como propio el dolor de nuestra gente”. También propuso pedirle poder tener la misma mirada limpia que ella y animó a “tener una mirada de esperanza”.

Que cada dificultad sea un desafío, que cada problema sea una oportunidad, que cada crisis sea un motivo para seguir adelante; y a no bajar los brazos, porque al igual que ella confiamos en la Providencia divina”, sugirió.+

 

Fuente: AICA

Artículo completo: bit.ly/49IRNYR

Examen del año: reconocer el paso de Dios por nuestra vida

El Examen es una oración de conciencia que San Ignacio enseñó en sus Ejercicios Espirituales. Es una invitación a «encontrar a Dios en todas las cosas» y reconocer como se mueve en todas las personas y eventos de nuestros días, “en quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”.

Pídele a Dios que te ayude a descubrir dónde ha estado, en qué o en quién te ha salido al encuentro y por dónde ha conducido tus pasos este último año. Recibe en tu interior… agradece… perdona o pide perdón si es necesario, y renueva tu deseo de ayudar a construir un futuro nuevo donde nadie quede fuera.

El Examen consta de algunas indicaciones introspectivas para que sigas o adaptes a tu propio espíritu. Antes de comenzar, identifica algunos momentos importantes de tu año para orientarte hacia ese periodo de tiempo. Haz una pausa y respira lenta y profundamente, una o dos veces; toma conciencia de que estás en la presencia del Señor.

1. Pido luz

Sereno mi corazón para compartir lo vivido con un Amigo muy especial; pido luz para conocer las señales y la acción de Dios en el año que termina.

2. Agradezco los dones del año

¿De qué estoy especialmente agradecido este año?
Hago un repaso de lo vivido: actividades, experiencias, encuentros, trabajos… Doy gracias por todo lo vivido y vuelvo a pasar por el corazón en qué momentos sentí una mayor cercanía con el Señor. Por lo experimentado internamente es cómo me puedo dar cuenta de esta cercanía: esperanza, entrega, gratitud, servicio, libertad…

3. Perdonado/a Perdonador/a

¿Cuál es mi respuesta al Dios de mi vida?
Pienso en los descuidos que no me permitieron obtener mayores frutos en el año. Reconozco si hubo alguna insensibilidad ante las necesidades que encontré en el camino. Pido perdón a quienes ofendí. Doy mi perdón a quienes me lastimaron. Me doy a mí mismo/a el perdón que Jesús me regala.

4. Invitado/a a un futuro nuevo

¿Con qué espíritu quiero entrar en los próximos meses? ¿El próximo año?
Renuevo mi amistad y mi deseo de amar y servir: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”. Los movimientos internos vienen acompañados de invitaciones, trato de situarlas, agradecerlas, ver a dónde me impulsan. Pido a la Trinidad y María que me acompañen y ayuden.

Papa Francisco: El asombro de la Navidad es la ternura de Dios

Al inicio de su homilía de Noche Buena, el Santo Padre recordó que, Jesús nace en un contexto particular, descrito por San Lucas, en el cual se realizaba «un censo en todo el mundo» (2,1). Este evento del que habla el evangelista con precisión, indicó el Pontífice, manifiesta un gran contraste:

“Mientras el emperador contabiliza los habitantes del mundo, Dios entra en él casi a escondidas; mientras el que manda intenta convertirse en uno de los grandes de la historia, el Rey de la historia elige el camino de la pequeñez. Ninguno de los poderosos se percata de Él, sólo algunos pastores, relegados a los márgenes de la vida social”.

El Papa Francisco invitó a dirigir nuestra mirada al «Dios vivo y verdadero» (1 Ts 1,9); a Él, que está más allá de todo cálculo humano y, sin embargo, se deja censar por nuestros cómputos; a Él, que revoluciona la historia habitándola; a Él, que nos respeta hasta el punto de permitirnos rechazarlo; a Él, que borra el pecado cargándolo sobre sí, que no quita el dolor, sino que lo transforma; que no elimina los problemas de nuestra vida, sino que da a nuestras vidas una esperanza más grande que los problemas. Desea tanto abrazar nuestra existencia que, siendo infinito, por nosotros se hace finito; siendo grande, se hace pequeño; siendo justo, vive nuestras injusticias.

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P. Arturo Sosa SJ: Alegato de Navidad por la paz

“Paz con justicia es lo que el mundo grita y anhela”

En su mensaje de Navidad, el P. Arturo Sosa, Superior General de los jesuitas, quiere apoyar el deseo, la esperanza y la oración por la paz de los jesuitas y de tantos de sus compañeros en la misión. Nos invita a dejarnos inspirar por Francisco de Asís, por supuesto, pero también por Monseñor Romero, Rupert Mayer, Ignacio Ellacuría y sus compañeros que han luchado con todas sus fuerzas contra la injusticia, la violencia y la guerra.

Mensaje de navidad por la paz en el mundo

La espera y el anuncio del nacimiento del “Príncipe de la Paz” que alimenta la segunda venida del Salvador del mundo es una oportunidad para reflexionar sobre la paz y expresar el anhelo de paz que hay en el corazón de tantos jesuitas y de tantos de los que son nuestros compañeros de misión.

Hace décadas, el Papa Pío XII clamaba: “Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra.” El Papa Francisco no se cansa de repetir que la guerra es siempre, siempre, una derrota para la humanidad.

Cuando vemos los rostros de los niños en Afganistán, o de las mujeres que anhelan allí una oportunidad para educarse… Cuando vemos los rostros de los niños en Ucrania separados de sus padres o que viven en campos de refugiados… Cuando vemos los rostros de los niños en Gaza… Cuando vemos los rostros de los hijos e hijas de israelíes asesinados en los ataques de Hamás… Cuando vemos todo eso tenemos que decir en voz alta y sin ambigüedades: “esto tiene que parar”.

¿Cuándo aprenderemos que la guerra no consigue nada más que acumular odio y resentimiento, lleva, además, a entrenar a la próxima generación de guerreros? ¿Cuándo aprenderemos que la guerra hace cada vez más difícil perdonar? ¿Cuándo aprenderemos que amarga a las generaciones futuras y perpetúa un ciclo de odio cada año, cada mes, cada década?

¿Cuándo veremos que en lugar de gastar miles de millones de dólares o euros en armamento, podríamos gastar esos miles de millones en aliviar la pobreza? Parece que nunca se encuentran los dólares y los euros para aliviar la pobreza y, sin embargo, siempre se encuentra dinero suficiente para iniciar la próxima guerra, construir la próxima bomba, armar nuevos ejércitos.

¿Cuándo diremos ¡basta!?

¿Cuándo nos levantaremos con los pobres, los excluidos y las víctimas no sólo para denunciar la inmoralidad, sino para encontrar la manera de cambiarla?

Podemos inspirarnos en santos como Francisco de Asís, Mons. Romero, el beato Rupert Mayer, o mártires como Ignacio Ellacuría y compañeros que ante tanta injusticia, violencia y guerra, sintieron tal aversión que lucharon contra ellas en todas sus dimensiones.

En este contexto, al acercarse la Navidad, como Compañía de Jesús nos preguntamos: qué se puede hacer, cómo podemos incidir, cómo podemos utilizar mejor los recursos con los que contamos en nuestras obras apostólicas en todo el mundo, para clamar por la paz. Paz con justicia es lo que el mundo grita y anhela.

Que esta Navidad 2023 el Príncipe de la Paz toque nuestros corazones; pedimos que toque también los corazones de aquellos que tienen la posibilidad y la responsabilidad de cambiar la situación y abrirse al diálogo que abra el camino que conduce a la paz duradera.

¡Feliz Navidad!

Beatificación del Card. Pironio: «se hizo todo para todos, para velar por ellos en la causa de Cristo»

El sábado 16 de diciembre se celebró la misa de beatificación del Card. Eduardo Francisco Pironio a las 11 horas en el santuario de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, donde está sepultado el nuevo beato.

El cardenal Eduardo Francisco Pironio «sabía afrontar las pruebas y las dificultades con serenidad, con una sonrisa en la cara» y la alegría en el sufrimiento «es una característica de los santos». Para él, como para San Agustín, «la humildad era la patria de la caridad», pero no «una humildad áspera, ostentosa y exasperada, sino amorosa y alegre». Así recuerda el cardenal español Fernando Vérgez Alzaga, delegado del Papa Francisco, algunos de los principales rasgos del pastor argentino del que fue secretario personal durante 23 años.

En su homilía, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga subrayó que el inmenso amor de Pironio por Cristo «se transformó en amor por sus hermanos y hermanas, para que también ellos pudieran experimentar las riquezas del Corazón divino». Por eso «se hizo todo para todos, para velar por ellos en la causa de Cristo». Vivía con heroísmo las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, pero las interpretaba «a la luz de las bienaventuranzas, la mansedumbre, la misericordia y la pureza de corazón».

Un ambiente de honda emotividad caracterizó la ceremonia de beatificación. La histórica imagen de la Pura y Limpia Concepción de la Virgen María, pequeña, de arcilla cocida, fue llevada al gran estrado levantado de espaldas a la basílica y que ocupaban un centenar de obispos, incluidos varios cardenales, del país y venidos de Roma, El Salvador y Venezuela. Estaba presente Juan Manuel Franco, el niño que siendo bebé se curó milagrosamente por la oración al cardenal Pironio, junto con sus padres y hermanos.

El Dicasterio para la Causa de los Santos anuncia la fecha de canonización de Mama Antula

El rito de canonización de la primera santa argentina, Beata María Antonia de San José, será el 11 de febrero de 2024 en Roma.  La fecha coincide con la primera aparición de la Santísima Virgen María en Lourdes.

Informa el dicasterio que “tras la habitual consulta al Colegio Cardenalicio, el Santo Padre Francisco ha decidido proceder a la Canonización de la Beata María Antonia de San José, conocida como Mama Antula, Fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires, nacida en 1730 en Silipica, Santiago del Estero (Argentina), y fallecida el 7 de marzo de 1799 en Buenos Aires (Argentina)”.

El anuncio de la fecha de la canonización de María Antonia de San José, Mama Antula, se dió a conocer el sábado 16 de diciembre, el mismo día en que se celebró el rito de beatificación del Cardenal Eduardo Francisco Pironio.

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