Tercera Probación: un grupo de diez jesuitas transitan la última etapa de formación

El pasado 2 de febrero,  jesuitas provenientes de distintas nacionalidades¹ comenzaron la experiencia de la Tercera Probación,  en la casa Peter-Hans Kolvenbach SJ,  en Cochabamba, Bolivia.

Se trata de una experiencia de 6 meses para revivir el carisma fundacional de la Compañía de Jesús y del camino recorrido en ella como hermanos o como sacerdotes. La Tercera Probación es la última etapa de formación como jesuitas antes de los Últimos Votos.

Los primeros días de la experiencia se dedicaron a conocer actividades propias de la cultura indígena, obras de la Compañía de Jesús en Cochabamba, junto con la presentación de la Provinicia Boliviana de la mano del P. Provincial Ignacio Suñol SJ.

Indudablemente, los Ejercicios ignacianos ocupan un lugar importante en esta experiencia. Es por eso que desde el 26 de febrero hasta el pasado 28 de marzo, realizaron el mes de Ejercicios Espirituales, guiados por el P. Agustín Rivarola,  jesuita de la Provincia Argentino Uruguaya.  Así lo compartía Emmanuel Sicre Sj:

“Fue un tiempo intenso de oración, silencio y comunicación con Dios, a la vez que de fidelidad a la propuesta de san Ignacio. Cada día, guiados por nuestro instructor P. Agustín Rivarola SJ, recibíamos los puntos para hacer nuestras 4 o 5 horas de oración diaria dependiendo de cada una de las 4 semanas del método ignaciano para meditar, considerar y contemplar el misterio de Dios encarnado y actuante en nuestras vidas y en la realidad del mundo.
Durante los dos descansos que tuvimos en los 30 días pudimos ponernos al tanto de la dramática situación mundial que ha traído la pandemia y así intensificar en nuestra oración y comunión eucarística por todas las personas que están padeciendo todo tipo de sufrimientos. Queremos agradecerles especialmente a quienes nos han acompañado con su oración, sus buenos deseos y pensamientos durante este tiempo tan importante para nuestra formación como jesuitas que esperamos nos ayude a servir mejor a los hermanos y hermanas que el Señor ponga en nuestro camino. En comunión con Cristo crucificado y resucitado un gran abrazo para todos.”

Animamos y acompañamos a nuestros compañeros jesuitas en esta profunda experiencia que continúa hasta el mes de Julio inclusive.

¹México (2), Brasil (2), Colombia, Argentina, Uruguay, Italia, España.

Desde Roma al mundo: la Bendición Urbi et Orbi del Papa Francisco

El Papa Francisco ha impartido una bendición ‘Urbi et Orbi’ extraordinaria para hacer frente a la situación sanitaria actual. En medio de la Plaza de San Pedro vacía y lluviosa, ha recordado que, como los discípulos en su momento, todo el mundo está en la misma barca para luchar contra la pandemia.

“Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”. Con estas palabras, el Papa Francisco ha iniciado su reflexión centrándose en el Evangelio según San Marcos 5, 35. Tras la escucha de la Palabra desde el atrio de la Basílica de San Pedro en el momento extraordinario de oración convocado por él mismo el pasado domingo ante la emergencia sanitaria por coronavirus. El Papa además ha expresado que “nos encontramos asustados y perdidos” pero en esta barca – recuerda – “estamos todos”, de hecho, continúa, “al igual que esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos”, también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos”.

Jesús calma la tempestad

Reflexionando sobre el Evangelio de San Marcos, el Papa habla de la “tempestad”: “La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, proyectos, rutinas y prioridades”. Para Francisco, la tempestad también nos muestra “cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad” y pone al descubierto “todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad”. Pero esta tempestad también nos quita el “maquillaje” de los estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar y deje al descubierto “esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos”.

No hemos escuchado el grito de nuestro planeta enfermo

El Pontífice también ha elevado una súplica en estos momentos de prueba: “mientras estamos en mares agitados, te suplicamos: “Despierta, Señor””. El Papa asegura que hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo y codiciosos de ganancias – dice – “nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa”. Es en este momento en el que el Papa, dirigiéndose al Señor, asegura que “no nos hemos detenido ante sus llamadas”, tampoco “nos hemos despertado ante guerras e injusticias del mundo” ni “hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo”. De hecho, dice, “hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo”.

En esta Cuaresma resuena la llamada urgente: “Convertíos”

“Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú existes, sino ir hacia ti y confiar en ti” dice Francisco. En esta Cuaresma resuena la llamada urgente: “Convertíos” en la que se nos llama a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. “No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio – asegura el Papa – el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es”. También es el tiempo “de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás”, puntualiza.

Sigamos el ejemplo de las personas ejemplares, corrientemente olvidadas

El Papa también nos pide que dirijamos nuestra mirada a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, “ante el miedo – dice – han reaccionado dando la propia vida”. El Papa se refiere a la generosa entrega de personas comunes “corrientemente olvidadas” que no aparecen “en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show” pero, sin lugar a dudas, “están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo”.

La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras

El comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación. “Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida” nos pide el Papa y “entreguémosle nuestros temores, para que los venza”. Francisco asegura que si hacemos esto, experimentaremos, al igual que los discípulos, que con Él a bordo, no se naufraga”. En este sentido, el Papa nos hace un ejemplo gráfico: “Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor”.

Al final de su reflexión, el Papa ha pedido al Señor que bendiga “al mundo”, de salud “a los cuerpos” y consuele “los corazones”. “Nos pides que no sintamos temor, pero nuestra fe es débil y tenemos miedo” ha concluido.

 

Fuente: vaticannews.va

El Colegio Máximo de San José colabora con la situación sanitaria actual

En el contexto de la emergencia sanitaria prevista por el COVID-19, este jueves 26 de marzo el Colegio Máximo de San José firmó un convenio de cooperación con la Municipalidad de San Miguel.

De esta manera, las instalaciones del Máximo estarán dispuestas a recibir pacientes con patologías leves o asintomáticas que requieran internación. Se pusieron a disposición un total de 185 camas en habitaciones individuales, con baño privado, en dos alas diferentes del edificio.

El lugar ya se equipó con una sala de shockroom, contando con tubos de oxígeno y monitores, el Municipio aportará el personal médico y los insumos necesarios.

Por su parte, el Colegio Máximo pondrá a disposición el personal de mantenimiento, cocina y portería, entre otros servicios. En ese mismo predio ya funciona la escuela Municipal de Enfermería, cuyos estudiantes avanzados brindarán apoyo y asistencia al equipo médico y de salud.

Con esta disposición de ambas instituciones, se pretende trabajar en conjunto y colaborar activamente en la realidad que nos atraviesa.

Carnaval de Oruro: Pedagogía audiovisual de un pueblo

Por Emmanuel Sicre SJ

Desentrañar lo que vemos, oímos y sentimos al participar del carnaval y descubrir lo que nos está pasando dentro. He aquí toda la pedagogía audiovisual de “una obra maestra de patrimonio oral e intangible de la humanidad”, como se lo define universalmente.

Cada año se fortalecen los elementos centrales de la cultura, la tradición, las costumbres y la religiosidad andinas de Oruro. Cuando tú llevas a alguien que va por primera vez no hay que explicar demasiado: danzas rituales, comunidad, cuidado mutuo, fe compartida, color, esmero, sincronicidad, música, peregrinar sagrado, alegría. Todo se despierta en esta pedagogía audiovisual para transformarse en una ceremonia que los mayores desean perpetuar por generaciones. Hay un sentido profundo en cada Fraternidad que desfila su manojo de significados, hecho escuela de historia e identidad cultural de los pueblos para ser consagrados de manera festiva. ¡Cómo perderlo! ¡Cómo no compartirlo!

La fiesta es una oportunidad que, en medio de las adversidades -políticas, sociales, económicas, en fin, humanas-, nos sigue rescatando y animando para descubrir lo bello de la vida en el compartir, danzar, cantar, reír y llorar juntos. El carnaval es esfuerzo por generar belleza como comunidad, es movimiento vivo, es llegada con una promesa en el corazón al lugar sagrado donde nos encontramos con Nuestra Señora del Socavón que sigue abrazando la fragilidad de ser caminantes.

La fiesta es una catarsis que nos lleva a la Madre para desahogar en su regazo nuestro interior y expresarle nuestras necesidades personales y comunitarias. Esto es lo que refleja la armonía de las danzas: la uniformidad que no opaca ni homogeneiza, sino que convoca y embellece a todos. El bien y el mal, la tristeza y la alegría, los ángeles y los diablos, peregrinación y carnaval, riqueza y pobreza, nuestras contradicciones, no se oponen en lucha mortal, sino que danzan para demostrar que el amor, la vida y la esperanza siguen resucitando, cada día, en el corazón del pueblo.

Discernir un camino hacia Dios: Mensaje del P. General Arturo Sosa sobre la epidemia del COVID-19

¿Qué parte del camino hacia Dios nos muestra la epidemia del COVID-19?

Nos está mostrando que somos una sola humanidad. Cada uno de los seres humanos, todos los pueblos, cada una de las culturas que enriquecen la diversidad humana… forma parte de la única, variada, rica e interdependiente humanidad…

Nos está mostrando cómo la superación de una crisis es posible cuando nos hacemos conscientes de la importancia de atender el Bien Común y asumir seriamente la propia responsabilidad individual. Sólo podemos vivir como único cuerpo. Separados, cada persona o cada pueblo por su cuenta, es imposible.

Nos está mostrando que no hay diferencia de edad, raza, religión o condición social dentro del único cuerpo que la forma la misma humanidad. Todos y cada uno formamos parte, nadie sobra, ninguno puede prescindir de los demás.

Nos está mostrando que queremos caminar juntos. Todos estamos preocupados, nos ayudamos mutuamente a superar miedos y angustias, cada quien busca la manera de echar una mano, empezando por controlar los propios deseos y aceptar someterse a las medidas y sacrificios que permiten contribuir al bien de todos.

Nos está mostrando la competencia y generosidad de quienes están en primera fila atendiendo a los afectados, buscando remedios o tomando decisiones difíciles para el bien de todos. Nos está mostrando la sensibilidad de tantas personas u organizaciones y la enorme reserva de solidaridad que existe en jóvenes, adultos y mayores en todos los rincones de la sociedad humana.

Nos está mostrando el poder de la fe, los fuertes lazos que unen a los creyentes, el amor de Jesucristo que nos impulsa, nos reconcilia y nos une. Hay tantas personas que rezan juntas en los medios sociales. Quieren profesar su fe. Esa fe que sienten en lo profundo de sus corazones y no pueden reservar para sí mismas.

He ido recibiendo información de las muchas y creativas iniciativas que se ha tomado en las provincias, regiones, comunidades y obras apostólicas de la Compañía de Jesús, así como la disposición a colaborar con otros. Por ello doy gracias al Señor y los animo a seguir buscando los mejores modos de acercarnos a quienes lo necesitan para seguir recorriendo juntos el camino común.

Me uno a la oración de todo el cuerpo de la Compañía de Jesús, de la Iglesia Católica, de todos las Iglesias Cristianas, de otras religiones o creencias y de todos los que con su actitud solidaria buscan y encuentran los modos apropiados de seguir echando una mano.

No sabemos cuan largo es este trecho del camino ni cómo es el trecho que sigue. Pidamos luz para iluminar su recorrido y la gracia necesaria para hacerlo como hermanos y hermanas solidarios con la vida de todo el cuerpo y del planeta en el que vivimos.

¡Dios nos bendiga!

Mensaje del Papa Francisco para la 57° Jornada Mundial de Oración por las vocaciones

Bajo el título: «Las palabras de la vocación», el Vaticano ha publicado este martes el mensaje del Papa Francisco a todos los miembros de la Iglesia católica con motivo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones que se celebra el próximo 3 de mayo.

Citando la carta a los sacerdotes publicada el 4 de Agosto del año pasado, retoma cuatro conceptos que considera importante recuperar: dolor, gratitud, ánimo y alabanza. «Considero que hoy, en esta 57 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, esas palabras se pueden retomar y dirigir a todo el Pueblo de Dios, a la luz de un pasaje evangélico que nos cuenta la singular experiencia de Jesús y Pedro durante una noche de tempestad, en el lago de Tiberíades». Así introduce la explicación sobre la importancia de cada una en el camino vocacional.

  Gratitud

«Navegar en la dirección correcta no es una tarea confiada sólo a nuestros propios esfuerzos, ni depende solamente de las rutas que nosotros escojamos. Nuestra realización personal y nuestros proyectos de vida no son el resultado matemático de lo que decidimos dentro de un “yo” aislado; al contrario, son ante todo la respuesta a una llamada que viene de lo alto. Es el Señor quien nos concede en primer lugar la valentía para subirnos a la barca y nos indica la orilla hacia la que debemos dirigirnos. Toda vocación nace de la mirada amorosa con la que el Señor vino a nuestro encuentro, quizá justo cuando nuestra barca estaba siendo sacudida en medio de la tempestad.» Retomando nuevamente la Carta a los Sacerdotes concluyó: «La vocación, más que una elección nuestra, es respuesta a un llamado gratuito del Señor; por eso, llegaremos a descubrirla y a abrazarla cuando nuestro corazón se abra a la gratitud y sepa acoger el paso de Dios en nuestra vida.»

Ánimo

«Lo que a menudo nos impide caminar, crecer, escoger el camino que el Señor nos señala son los fantasmas que se agitan en nuestro corazón. [..] Y, poco a poco, crecen en nosotros todos esos argumentos, justificaciones y cálculos que nos hacen perder el impulso, que nos confunden y nos dejan paralizados en el punto de partida: creemos que nos equivocamos, que no estamos a la altura, que simplemente vimos un fantasma que tenemos que ahuyentar.

El Señor sabe que una opción fundamental de vida —como la de casarse o consagrarse de manera especial a su servicio— requiere valentía. Él conoce las preguntas, las dudas y las dificultades que agitan la barca de nuestro corazón, y por eso nos asegura: No tengas miedo, ¡yo estoy contigo!.»

Dolor o Fatiga

«Quisiera traducir de otro modo la palabra dolor para referirme a la fatiga. Toda vocación implica un compromiso. El Señor nos llama porque quiere que seamos como Pedro, capaces de “caminar sobre las aguas”, es decir, que tomemos las riendas de nuestra vida para ponerla al servicio del Evangelio, en los modos concretos y cotidianos que Él nos muestra, y especialmente en las distintas formas de vocación laical, presbiteral y de vida consagrada. Pero nosotros somos como el Apóstol: tenemos deseo y empuje, aunque, al mismo tiempo, estamos marcados por debilidades y temores. Si dejamos que nos abrume la idea de la responsabilidad que nos espera —en la vida matrimonial o en el ministerio sacerdotal— o las adversidades que se presentarán, entonces apartaremos la mirada de Jesús rápidamente y, como Pedro, correremos el riesgo de hundirnos. Al contrario, a pesar de nuestras fragilidades y carencias, la fe nos permite caminar al encuentro del Señor resucitado y también vencer las tempestades. En efecto, Él nos tiende la mano cuando el cansancio o el miedo amenazan con hundirnos, y nos da el impulso necesario para vivir nuestra vocación con alegría y entusiasmo.»

Alabanza

«Esta es la última palabra de la vocación, y quiere ser también una invitación a cultivar la actitud interior de la Bienaventurada Virgen María. Ella, agradecida por la mirada que Dios le dirigió, abandonó con fe sus miedos y su turbación, abrazó con valentía la llamada e hizo de su vida un eterno canto de alabanza al Señor.»

Para finalizar, manifestó su deseo de que la Iglesia trabaje, día a día, en este camino al servicio de las vocaciones, para que todas las personas puedan descubrir con gratuidad la llamada de Dios para su vida, encontrar la valentía para decirle «sí», vencer la fatiga y ofrecer la vida como una alabanza a Dios.

 

Fuente: vatican.va

Entrevista al P. Provincial de los Jesuitas de Argentina y Uruguay, Rafael Velasco SJ

Entrevistado por Paula Torres, para el canal de televisión bonaerense Orbe 21, el P. Provincial Rafael Velasco SJ habló de la misión que lleva adelante la Compañía de Jesús en Argentina y Uruguay, particularmente del trabajo que se realiza en algunas de sus obras. 

«Actualmente contamos con 160 jesuitas que trabajan en diversas ciudades de Argentina y Uruguay. Nuestra misión es la del servicio de la fe inseparablemente unido a la promoción de la justicia social. Es decir, anunciar el evangelio a través de los ejercicios espirituales junto con el servicio a los más necesitados. Lo que se intenta es tratar de transformar este mundo en un lugar más justo. Desde ese lugar podemos entender las obras de la Compañía de Jesús, que son bastante diversas: algunas atienden directamente la situación social, por ejemplo la obra de San José ayuda a personas en situación de calle y se ocupan de brindar espacios de capacitación y formación.

El Servicio Jesuita a Migrantes, recibe a los migrantes forzados y los ayuda con su documentación, con la convalidación de títulos, brinda además atención psicológica y pastoral y en algunas ocasiones ofrecen refugio para familias que no tienen a donde ir.

En San José del Boquerón hay una parroquia que trabaja con los campesinos y apoya el vínculo de ellos con sus tierras ancestrales, lucha con otros poderosos que quieren apropiarse de esas tierras. Esto indica que la Compañía de Jesús no solo acompaña sino también defiende y pone la institución en favor de los más necesitados.

También contamos con parroquias vinculadas a los sectores más pobres, donde no sólo se ofrece el servicio de la fe, sino también la atención a personas con problemas de adicciones, comedores, merenderos, apoyo escolar y trabajos de acompañamiento a la comunidad por diferentes problemas sociales. Se trata de una red de obras que tienen esta primera mirada de estar en el territorio, de estar cerca de la gente, viviendo en ese lugar acompañándolos.

Luego hay otras obras que tiene como misión la reflexión y hacer incidencia en favor de esos sectores más desfavorecidos, un ejemplo es el CIAS, Centro de Investigación y Acción Social, que tiene una escuela de formación de políticos jóvenes, y cuenta con un centro de investigación sobre la realidad social, con una palabra bastante lúcida sobre cuales son los problemas sociales actuales, ofreciendo diagnósticos y soluciones de esos problemas; algo muy importante es que está en contacto con gente que tiene la capacidad de tomar algunas decisiones, entonces intenta darle un formato académico a esa realidad, para mostrar la importancia de acompañar la realidad de los pobres, las universidades también hacen un gran trabajo.

Por otro lado, los sectores de educación popular como Fe y Alegría, que tiene la finalidad de ofrecer educación en los lugares donde justamente no llega la educación, además hay otras escuelas parroquiales tratando de promover a través de la educación. Hay como un trabajo en conjunto de las obras de la Compañía no solo para asistir, sino también para promover y para ayudar a para que los que tienen que tomar las decisiones, tengan en cuenta las necesidades, sobre todo como mira y entiende la realidad el que está en un sector más postergado. La pobreza no se trata solo de falta de recursos, tiene que ver con un modo de ver la vida, y uno tiene que reconocer, si quiere acercarse para ayudar, cual es la ayuda concreta que se necesita.

Hay un modo de hacer las cosas que la Compañía de Jesus tiene que no es el sentido del iluminado que viene a dar la luz sobre los pobres, sino que es un trabajo conjunto. Por eso es importante en nuestras comunidades la cercanía, estar cerca de la gente y a partir de ahí acompañar sus procesos.

Quilmes ahora es una nueva zona de trabajo, en realidad es el Partido de Solano, ahí estamos acompañando en dos parroquias, y abriendo una comunidad con cuatro compañeros jesuitas. Es una zona con muchos desafíos sociales culturales económicos y religiosos. Nosotros nos sumamos a acompañar un proceso viene haciendo la diócesis de Quilmes de hace mucho tiempo, un trabajo de cercanía con el pueblo de Dios, de acompañamiento a las comunidades eclesiales de base. En una zona muy necesitada del Gran Buenos Aires.

También, Fundación Protagonizar es una fundación que comenzó hace 20 años y se ocupa de dar créditos para micro emprendimientos. El lema es: protagonizar cree en vos, creé en vos.  Esta es una idea tomada de un economista Bengalí, que luego un jesuita tomo una idea y con un grupo de laicos armó este pequeño banco, que está en este momento en varios lugares del Gran Buenos Aires y ahora tiene Una sede aquí en Capital, trabajando junto con la SJM y abierto a todos los migrantes con la finalidad de ayudar a promover económicamente y socialmente a las familias que están en serias dificultades. Todo esto es un trabajo hermoso que hacen muchos jesuitas y laicos que han trabajado y trabajan actualmente desinteresadamente y siguen haciéndolo. Una de las cuestiones en nuestro ADN jeusítico, es que estemos donde estemos, uno tiene que creerse de verdad que es embajador de los pobres, que está en nombre de Cristo pobre. Es decir, aunque la universidad trabaje con determinados sectores sociales, se debe trabajar para que la conciencia social se forme de una manera que los profesionales que salen de nuestras casas de estudios tengan un sentido social.

Francisco, una Iglesia a la manera de Jesús

Una breve reflexión a la luz del séptimo aniversario de Pontificado del Papa Francisco 

Por: Jesús Zaglul, S.J¹

Era el 13 de marzo de 2013 y Jorge Mario Bergoglio salía por el balcón papal de la plaza San Pedro, presentándose sin vestimentas especiales, simplemente como obispo de Roma. Había escogido como nombre Francisco y pedía que oráramos por él para que Dios lo bendijera. Nuevos aires soplaban en la Iglesia; se convertirían muy pronto en un soplo renovador del Espíritu, tan grande que nos pondría nuevamente en el camino iniciado en el Concilio Vaticano II.

“No te olvides de los pobres”, le susurró su compañero, el cardenal Hummes, al momento de ser elegido Papa. Otros pequeños grandes signos seguirían: se mudó a Santa Marta, dejando el palacio vaticano; llamó personalmente al quiosquero que le vendía el periódico en Buenos Aires para decirle que ya no pasaría cada día a recogerlo; dejó de usar los zapatos rojos y las vestiduras excelsas; a una joven que entre la multitud le gritaba “Su Santidad”, se le acercó sonriente diciéndole: “tu hermano Francisco”.

Francisco se ve como un hermano mayor entre hermanos, acentuando su ministerio de unidad y servicio a la comunidad eclesial y a la humanidad. Nos vuelve a una Iglesia que revaloriza el sacerdocio de todo el pueblo de Dios, que nos reconoce iguales a todas y todos los bautizados, ministerial, corresponsable, fiel a las distintas vocaciones y servicios, sinodal, donde los laicos y laicas tienen un papel relevante. Sus críticas mayores han sido al clericalismo, denunciando todo abuso, destacando su verdadero rol como pastores y servidores con olor a oveja, resaltando además el papel fundamental de la mujer en la Iglesia.

Pone el centro en Jesús, en la Alegría del Evangelio, desde la Misericordia amorosa del Padre por sus más pequeños y pequeñas. Rompe con la mirada moralizante y excluyente, acercándose desde la propia debilidad y reconociendo la dignidad de tantos y tantas rechazados por su condición social, por su identidad sexual, por sus creencias, por los estigmas y prejuicios. Es la Teología de Jesús, la del Encuentro, desde la Ternura de Dios.

Una Iglesia pobre al servicio de los pobres, libre de poderes y de riquezas, abierta y en diálogo con todas las personas y religiones, que prefiere equivocarse a dejar de actuar por temor.

Una Iglesia comprometida en la defensa y promoción de los derechos humanos, la dignidad, la justicia, la verdad y la paz; que denuncia todo lo que limita o reprime la vida y libertad de las personas, y toda economía que no tiene en cuenta el desarrollo humano y el cuidado de nuestra Casa Común.

Iglesia inter y pluricultural, defensora de los derechos de los pueblos indígenas, del medio ambiente, de toda la creación. Por esto, ha encontrado mucha resistencia en grupos de poder y en algunos cardenales, obispos y creyentes conservadores, aliados de la riqueza o de la norma excluyente, quienes se resisten al verdadero mensaje de Jesús, a reconocer la voz del Espíritu en todos y todas por igual: Espíritu de Comunión y Fraternidad.

 

¹ Asistente para la América Latina Septentrional.

 

Fuente: jesuitas.lat

Se presentó el logo oficial del Año Ignaciano 2021-2022

El día 27 de Septiembre de 2019 recibíamos el anuncio de la celebración del Año Ignaciano de parte del P. General Arturo Sosa SJ. Bajo el lema: “Ver nuevas todas las cosas en Cristo”, la celebración se extenderá desde el 20 de mayo de 2021 al 31 de julio de 2022. Teniendo su jornada central el día 12 de marzo de 2022.

«Deseo que el centro de nuestro interés, durante este Año Ignaciano, sea una llamada a permitir al Señor obrar nuestra conversión inspirados en la experiencia personal de Ignacio.” Así lo manifestaba en el comunicado oficial dirigido a toda la Compañía.» afirma en el mensaje.

El logo

El lunes 24 de febrero, la Curia General dio a conocer el logotipo oficial de este acontecimiento. El logo podrá ser utilizado en todas las actividades e informaciones que haya en torno al tema. Ha sido diseñado por el arquitecto español Emilio Ortiz Zaforas. Presenta en latín el nombre del Fundador de la Compañía de Jesús, “Ignatius”, que Íñigo de Loyola adoptó años después de su conversión en 1521. Se ve claramente la cruz en el centro de la palabra, y en ella se apunta también al emblema clásico de la Compañía, “IHS”. Al final se enlaza el número 500 en un logo que, en una grafía contemporánea, conecta la antigua firma de Ignacio con nuestros días mediante un nuevo trazo. Quiere juntar así el tiempo de la conversión de Ignacio con el lema escogido para esta celebración.

Red Jesuita con Migrantes presenta su portal web

La Red Jesuita con Migrantes en Latinoamérica y el Caribe (RJM-LAC), lanza un nuevo portal web (redjesuitaconmigranteslac.org) que concentra las propuestas de más de 100 obras con presencia en 19 países que ofrecen respuesta a los retos de la Migración Forzada en la región.

La RJM-LAC es el esfuerzo colectivo de personas y obras vinculadas a la Compañía de Jesús en su búsqueda de la Justicia y la Reconciliacióntravés de la defensa y promoción de los derechos de migrantes, personas desplazadas y refugiadas en Latinoamérica y el Caribe.

La Red se estructura por regiones, siguiendo los principales flujos de recorrido de personas migrantes forzadas en busca de condiciones de vida digna. Al momento, se conformaron tres regiones que articulan los esfuerzos de organización, obras y personas vinculadas a las Provincias  jesuitas en el continente americano.

El portal ofrece información actualizada acerca del tema y un espacio para presentar nuevas propuestas, para compartir historias de vida y para sumarse como voluntario/a.