El Simposio Internacional de Psicología y Ejercicios, celebrado en Loyola, entre el 20 y 24 de junio pasados, se centró en el tema de las mociones.
En las palabras de apertura, el Provincial de España, el P. Antonio J. España SJ subrayó la importancia de los verbos “sentir y conocer”, recordando que, desde su profunda humanidad constituyen la base de la búsqueda de Dios que es la espiritualidad ignaciana. A continuación, el P. Julio L. Martínez SJ, rector de la Universidad Comillas, rescató los Ejercicios como una prioridad permanente para la Compañía desde sus orígenes. El inicio se cerró con un video enviado por el P. General en el que aunaba las preferencias apostólicas desde los Ejercicios afirmando que a través de la experiencia espiritual que nace de ellos, somos enviados a los pobres, nos ponemos en contacto con los jóvenes y sentimos las heridas de nuestra casa común.
Para finalizar, el P. Franco Imoda SJ expuso sobre las claves de una vivencia equilibrada entre espiritualidad y psicología, describiendo cómo los Ejercicios Espirituales nos ayudan a pasar de un nivel de autocontrol a otro de trascendencia, sacrificio y entrega.
Propuestas diversas para un mundo diverso
A lo largo todo el Simposio, cada uno de los más de 250 asistentes de todo el mundo tenía la posibilidad de participar de 15 ponencias diarias -entre conferencias, paneles y comunicaciones-, agrupadas temáticamente.
El P. Luis M. García Domínguez SJ presentó, el segundo día, una ponencia en la que afirmó con San Ignacio, la importancia de las mociones poniendo el acento en las decisiones que el sujeto toma a partir de ellas. Seguidamente, R. Dawson reivindicó la importancia de las mociones positivas para el cambio y el crecimiento de las personas. Cerró la mañana J. P. Núñez quien, desde una perspectiva psicológica, encuadró las mociones entre aquellos procesos y contenidos mentales de los que la persona puede dar cuenta desde su propia experiencia consciente.
Las principales intervenciones de la tarde se iniciaron con la presentación de Stefan Kiechle SJ quien se centró en la ‘kénosis’ como un valor del mundo del deseo que busca identificarse con Cristo y vivir por Él y en Él. A esta charla siguió la mesa redonda en la que se dialogó sobre el emocionalismo y el emotivismo contemporáneos, sometiendo a debate la alternativa de considerarlos como amenaza o posibilidad para la espiritualidad ignaciana. Allí intervinieron Larry Yévenes SJ, J. M. Rodríguez Olaizola SJ y Francesc Grané, quienes aportaron sus puntos de vista, complementados en diálogo con los presentes.
El encuentro de la Espiritualidad con nuevas corrientes de pensamiento
El sábado 22, Carlos Domínguez Morano SJ tuvo la tarea de introducir a los asistentes en las dificultades para ‘sentir y conocer’ las diversas mociones que se producen en el ejercitante, a partir de la complejidad del mundo del inconsciente que –aunque totalmente desconocido para Ignacio-, opera en la proyección de nuestros propios anhelos e intereses, en Dios, si no discernimos con acierto las mociones.
A continuación, Stefano Guarinelli se explayó sobre los peligros que entrañan para la espiritualidad, aquellas psicologías que no consideran al hombre como un ‘qué’ y no como un ‘quién’, remarcando la importancia de cuidar la interioridad para propiciar la oración. Completando el primer bloque del día, María Prieto (U.P. Comillas) se refirió a las mociones de culpa, vergüenza y confusión como elementos de la experiencia cristiana de la reconciliación que enmarca la Primera Semana de los Ejercicios.
La perspectiva de género fue protagonista después del descanso a través de las presentaciones de Elizabeth Liebert que hiló su ponencia en torno a seis recomendaciones para quienes ofrezcan tandas de Ejercicios a mujeres: “conócete a ti mismo, sé humilde, toma seriamente las anotaciones 15 y 18, escucha contemplativamente, contrasta o comprueba lo que escuchas, y presupón la mejor intención a tu ejercitante”. Seguidamente, Francisco José Ruiz Pérez SJ, Margaret Scott y Sylvie Robert plantearon, en mesa redonda, cuestiones como si hay una perspectiva femenina de la espiritualidad ignaciana, si existen mociones en femenino o si habría que organizar también una mesa redonda sobre mociones en masculino.
Todas estas propuestas al pleno del foro, se fueron intercalando con talleres y actividades en las que los asistentes podían inscribirse según sus respectivos intereses. La tarde del día 20 concluyó con talleres acerca de temas tan diversos como la imagen y la imaginación en el mundo espiritual, los Ejercicios Espirituales ofrecidos a personas con discapacidad intelectual, los itinerarios de Ejercicios o el discernimiento en común.
En los siguientes se completaron actividades relacionadas con el autoengaño, el perdón, el género, el mindfullness, el conocimiento interno, la desolación y la depresión o la psicopatología y la salud.
Aportes Ignacianos a otras disciplinas
El día de cierre, Stanislaw Morgalla SJ (U. Gregoriana) recorrió citas del texto de los Ejercicios registrando en ellos las resonancias antropológicas y psicológicas de mociones vinculadas a la culpa, el perdón o la admiración. Francesc Grané tomó la posta, en sintonía con la pregunta sobre la posibilidad de existencia de una psicología ignaciana, postulando que San Ignacio había elaborado un auténtico tratado sobre el inconsciente, siglos antes de que Freud plantease sus teorías. Introdujo la alternativa a partir de la presunción de Ignacio de un pensamiento que nace de la propia libertad (sería el ‘yo’), y otros dos que vienen ‘de fuera’: el desorden de las operaciones –‘ello’-, y los vanos engaños del mundo –el ‘superyo’-. En la misma línea antropológica, Rufino Meana SJ planteó, como el horizonte constitutivo de la propuesta ignaciana, la persona de Jesús de Nazaret. Hacia Él se ordena la vida humana buscando una identificación, no una imitación.
El propio Meana SJ moderó el panel que integraron Ana Berástegui, Franco Imoda y Alfonso Salgado dedicada a la búsqueda de los aportes ignacianos a la psicología en torno al discernimiento y a la autonomía irreductible entre espiritualidad y psicología. Asimismo, quedó patente la necesidad de afrontar la psicología cristiana –y por tanto ignaciana- entendiendo a los sujetos como personas animadas (es decir, con alma) y no como un conjunto de problemas y conductas.
Cerca del Fin: síntesis y homenajes
En la última tarde, se desarrollaron encuentros con expertos que tocaron aspectos afines a la temática del día: las afecciones desordenadas, el silencio, las emociones positivas, la conciencia y realidad pecadora del hombre, la gestión de la crisis de abuso en el contexto eclesial.
Al concluir, el Simposio rindió homenaje a los jesuitas Carlos Alemany, Jordi Font, José A. García-Monje e Ignacio Boné. Los tres primeros jesuitas, presentes en la sala, fueron los organizadores del primer Congreso sobre Psicología y Ejercicios del que se celebran 30 años. Ignacio, recientemente fallecido, fue el impulsor del Simposio.
En la mañana del lunes José García de Castro SJ, quien presidió el comité científico, realizó una síntesis del Simposio, resaltando los principales aportes así como aquellos aspectos que, por una u otra razón, no han sido tratados por el Simposio y quedan como retos para la reflexión futura.
Estas propuestas se emprenden en el marco de las Preferencias Universales que enfocan a la Compañía y a sus colaboradores en la misión de compartir el camino hacia Dios, junto a los jóvenes, en sintonía con los pobres y con cuidado por la casa común. Es un impulso a seguir reflexionando, con rigor y de manera crítica, las fuentes de nuestra espiritualidad y los desafíos con que se enfrenta en la actualidad. Es iluminador para seguir nutriendo, con fidelidad y creatividad, la colaboración que prestamos a la misión de Cristo, misión de reconciliación y justicia de los hombres y mujeres con la naturaleza, con el prójimo y con Dios.
Fuente e imágenes: Infojesuitas