Redes Sociales: un Amor Inmediato

¿Cuál es la novedad de las plataformas recientes como Facebook, Twitter e Instagram, entre otras?

Por Pablo G. Ivorra Peñafort  SJ

Si la idea de red social, en su estricto significado, ha estado ligada a nuestra existencia humana desde el inicio, ¿cuál es la novedad de las plataformas recientes como Facebook, Twitter e Instagram, entre otras?

Estamos viviendo un fenómeno particular desde las dos últimas décadas respecto a la forma como nos comunicamos con los otros. Las redes sociales se han convertido en un tema central y necesario para las estrategias comunicativas de las empresas así como para las relaciones personales de sus usuarios. Ahora, al pensar en redes sociales, es frecuente asociarlas con marcas de empresas como Facebook, Twitter, Instagram, entre otras. ¿Una red social es una marca? Tal vez no haya justicia al reducir un concepto tan complejo, rico en significados y necesario, a una marca comercial que pueda tener fines distintos al de tejer redes entre personas.

¿Qué es, entonces, una red social? Las mismas dos palabras permiten pensar que, ciertamente, es un concepto que está lejos de ser un fenómeno de dos décadas atrás. La pregunta por ser y hacer una red social está ligada, en esencia, a cualquier ser humano que se pregunte por la relación con sus otros. Si se tiene claro el rumbo que se quiere y se necesita al ser y hacer red, el instrumento tecnológico o la marca comercial son temas secundarios; importantes pero no prioritarios. Es común encontrar propuestas comunicativas donde la prioridad cambia y pasa a primer lugar la preocupación por dominar y abarcar la mayor cantidad de plataformas tecnológicas. Se suele escuchar que “si no estás en redes sociales, no existes”. Eso, en términos pragmáticos comerciales, puede ser cierto, pero la invitación es también a pensar en cómo se existe. No sirve de nada “existir” en múltiples plataformas si lo que se comunica en estos canales no habla de quién es el que habla. Eso también es “no existir”.

Si la idea de red social, en su estricto significado, ha estado ligada a nuestra existencia humana desde el inicio, ¿cuál es la novedad de las plataformas recientes como Facebook, Twitter e Instagram, entre otras? Es la inmediatez, que no es lo mismo que el afán. Hoy, en un mundo hiperconectado, tenemos la oportunidad de asumir con optimismo y esperanza el riesgo de ser inmediatos. Entendido desde nuestra espiritualidad ignaciana, la inmediatez es vivir los ritmos humanos con liberalidad, con una generosidad profunda que nos permita amar siempre, en todo momento. ¿Acaso esa no es la manera como Dios nos ama? En correspondencia con ese amor, nuestras comunicaciones deben estar al servicio de todos, hoy y ahora. El afán, por el contrario, es proceder sin tener claro ese horizonte de servicio generoso; es responder de forma reactiva, lo que pone en riesgo la toma de conciencia del sentido de lo que estamos comunicando.

Son innumerables los casos de uso de plataformas tecnológicas de comunicación que, en vez de ayudar a tejer redes, lo que hacen es aportar a deshilar las frágiles relaciones humanas en contextos donde una palabra de más o una pequeña omisión puede hacer la diferencia entre escoger la vida o la muerte. El argumento en defensa de varias de estas marcas comerciales, ante casos trágicos de sus usuarios, se limita a decir que sus plataformas solo funcionan como medio para decisiones que toma cada persona libremente. Eso es verdad, pero también es cierto que detrás de estos medios hay, de igual manera, personas que podrían asumir una postura ética frente a sus plataformas y tomar decisiones en beneficio de desescalar las tensiones. Es en esas coyunturas donde se prueba realmente qué tan red es esa sociedad conectada, o qué tan social es esa red.

El reto para los comunicadores de inspiración ignaciana, ante un universo de plataformas tecnológicas de comunicación, estará en conectar más corazones que perfiles de usuarios. Si lo que comunicamos realmente seduce el corazón de nuestros seguidores, la herramienta con la que lo hagamos será solo eso, una herramienta. Necesitamos, entonces, dominar lo tecnológico solo con el fin de evitar distracciones sobre lo esencial. Seamos en nuestras redes sociales unas verdaderas sociedades en red.

Fuente: Jesuitas Colombia

La Capilla del Encuentro de Salamanca, premiada como Espacio Sagrado 2018

La asociación norteamericana Faith & Form ha otorgado esta distinción por la conciliación entre teología y arquitectura.

Por C. Jiménez Ariza SJ

Consultamos el móvil 150 veces al día y no podemos estar más de una hora sin mirar el WhatsApp. Los estudios señalan también que cada día recibimos tres mil impactos publicitarios, a través de las pantallas o cuando caminamos por la calle. Esto supone más de un millón al año. En esta cultura de la imagen, en medio de tanto impacto visual, ¿por qué no crear un espacio limpio de imágenes, casi vacío, que ayude al encuentro del Creador con sus criaturas? Esta fue la idea inicial que puso en marcha la Capilla del Encuentro del Centro de Espiritualidad San Ignacio de Salamanca (CES).

La capilla, con capacidad para unas 25 personas, mezcla calidez y sobriedad a través de un equilibrado juego de telas y luces. Ha sido diseñada por los arquitectos de Pamplona Xavier Chérrez y Raquel Cantera. La asociación Faith & Form, con sede en Washington y el respaldo del Vaticano, le ha otorgado el premio al mejor espacio religioso de 2018. Faith & Form nació en 1967 para impulsar el diálogo interreligioso y premiar los esfuerzos hechos en el campo de la religión, el arte y la arquitectura. Forman parte de esta asociación sacerdotes, laicos, arquitectos y diseñadores internacionales que, cada año, se reúnen para premiar los mejores trabajos en el campo de la arquitectura, el arte o la pintura religiosa.

El jurado destacó la unión reflejada en el proyecto de Salamanca entre teología y arquitectura. Esa buena combinación se hizo posible gracias a las conversaciones entre el director del CES, Cristóbal Jiménez SJ y el arquitecto Xavier Chérrez. De allí surgió la idea de crear una capilla inspirada en la Tienda del Encuentro del libro del Éxodo y cuyo elemento central fuera el Sagrario, especialmente iluminado. Según Xavier Chérrez, «se quiso entroncar en la tradición cristiana de búsqueda de una belleza radical, como algo equiparable a la búsqueda de la verdad y la bondad». Pensando, sobre todo, en los jóvenes se buscó un espacio que ayudara a la oración y a la intimidad con Dios.

Para la definición de la Capilla del Encuentro se han dispuesto más de 600 lamas blancas translúcidas, tensadas por gravedad, que definen un espacio con forma de una tienda del desierto. Una estructura textil que no requiere de añadidos o decoración para expresarse. Se organizan siguiendo un patrón numérico de distancias variables. Para su construcción se han utilizado cuatro materiales: un tejido translúcido blanco y fino para paredes y techo; un tejido con un trenzado más grueso para el suelo; un conjunto armonioso de luz blanca y roja y, finalmente, madera para el altar y el ambón giratorio. Se eliminaron las esquinas y las juntas para ayudar a crear una atmósfera envolvente.

En palabras de Chérrez, «se puede entender como un espacio en el que la belleza de un paraje nevado se hace habitable gracias al calor que irradia el Sagrario». Iluminado en rojo, en una columna de suelo a techo, el Sagrario se siente, pero está velado, invitando al silencio y la interiorización en presencia del mysterium tremendum et fascinans, en la terminología del teólogo alemán Rudolf Otto.

Intencionadamente, el Sagrario no está totalmente visible. Es un pequeño homenaje a lo que Santo Tomás señala en el himno Adoro te Devote: «Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte».

La capilla dispone de un código Q, junto a la puerta de entrada, que permite compartir oraciones y experiencias a través de una página web. Hace miles de años, el pueblo de Israel encontró refugio en aquella Tienda, en medio de una cultura nómada, golpeada por la dureza del desierto y las asechanzas del hambre o la sed. Aquella Tienda protegía de las inclemencias y permitía encontrase con el Señor. Hoy, la Capilla del Encuentro de Salamanca quiere ser también para todos lugar de refugio y encuentro.

Fuente: Revista Jesuitas

 

Un diálogo sobre la identidad jesuita

Son nuestros acompañantes, nuestros “confesores”, consejeros, dirigen nuestras tandas de Ejercicios Espirituales… Pero, y a ellos, ¿quién les confiesa?, ¿en qué creen? ¿qué les conmueve? ¿cómo son?

El pasado 12 de diciembre el laico ignaciano Fernando Vidal (director del Instituto de la Familia de la Universidad de Comillas) se lo ha preguntado a los jesuitas españoles Pedro Miguel Lamet (escritor), Jaime Tatay (director de Razón y Fe) y Enric Puiggròs (Promotor Vocacional) y al escritor Valentí Gómez-Oliver, co-autor junto a Josep M. Benítez-Riera SJ, del libro “Confesiones de Jesuitas” (Libelista) que ve la luz estos días.

El acto, que ha tenido lugar en Jesuitas Maldonado (Madrid), ha sido una conversación en la que Vidal ha preguntado a los jesuitas sobre lo divino y lo humano y sobre conceptos identitarios de la Compañía: la imagen del jesuita peregrino a semejanza de Ignacio, o su visión sobre la pluraridad de la Compañía ¿virtud o defecto?, o en palabras de Pedro Miguel Lamet, “riqueza extraordinaria”. Según él, la clave para esa pluralidad es la unidad que les da la experiencia de los Ejercicios. Con relación a su vocación, se expresaba Puiggròs: “Yo no entré en la Compañía para ser alguien, pero la Compañía me ha permitido expresar con la música”. Para él, se trata de siempre de servir y poner los talentos propios al servicio de la misión y de las personas.

Su ser radicalmente “atípicos”, su cimiento en esa amistad que recordaba Jaime Tatay cómo precedía a la evangelización en palabras de Mateo Ricci; su ser llamados a las fronteras. También temas más personales como cuándo ha sido la última vez que perdieron el tiempo, experiencias personales y vocacionales, recuerdos, vivencias… confluyeron ayer un profundo diálogo sobre la identidad del jesuita.

Pero, ¿cuál es el gran secreto de los Jesuitas? les preguntaba Vidal.  Para el poeta, el principal secreto es el de la amistad. Lamet afirmó que Arrupe fue el San Ignacio de la Compañía y que su principal obra fue ser amigo de todos los que se acercaron a él. Jaime Tatay habló de lo consciente que son la gran mayoría de los compañeros por haber vivido en tan diferentes lugares y con tan distintas personas a lo largo de su vida: “Somos multiculturales”. Algo que para él, les da en lenguaje empresarial “ventaja competitiva”, porque “el objetivo es dotar de sentido al mundo y en este mundo globalizado esto es una gran ventaja.”

Para el coautor, agnóstico, y también poeta, Valentí Gómez-Oliver, este libro -versión ampliada y revisada de “31 jesuitas se confiesan” (Península, 2003)- es una gran novela sobre la Compañía al que le ha dedicado mucho esfuerzo y pasión.

Fuente: Infojesuitas

Ecostream: Plataforma para la Colaboración Ecológica

Ecostream es un sistema de referencia y recursos en línea desarrollado como parte del compromiso de Ecojesuit con la misión jesuita sobre la Reconciliación con la Creación.

Desde 2015, ha sido una plataforma para compartir iniciativas en curso en ecología y sostenibilidad.

Ecostream se enfoca en cinco temas principales, las prioridades identificadas durante la reunión de Ecojesuit en Bonn en noviembre de 2017:

  • El agua y la reducción del riesgo de desastres.
  • Las desinversiones energéticas y de combustibles fósiles.
  • La agricultura orgánica y el cambio de uso del suelo.
  • Las iniciativas de estilo de vida utilizando objetivos de desarrollo sostenible desde lo local hasta lo global.

La educación y la solidaridad.

Se encuentra disponible en línea una amplia selección de folletos, artículos y otras publicaciones, meticulosamente organizados en docenas de subtemas. También se proporcionan enlaces a organizaciones asociadas y a un directorio de cientos de instituciones jesuitas de educación superior clasificadas de acuerdo a las seis Conferencias.

Al comunicar las acciones y las actividades de promoción de las instituciones y de las comunidades jesuitas de todo el mundo, se espera que Ecostream genere y contribuya a discusiones dinámicas sobre preocupaciones ecológicas, que ayude a las instituciones a participar en nuevas actividades y a aprender cómo es que otros están tomando cartas en el asunto, que conduzca a vínculos y asociaciones activas para lograr soluciones más efectivas e innovadoras con el fin de sanar Nuestro Hogar Común, y que dé como resultado un proceso mucho más profundo de transformación personal y social.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

Card. Daniel Sturla: “La Iglesia es Puente, no Muro”

En el marco de la intensa preparación que la Iglesia de Montevideo realiza para encarar la misión ‘Casa de todos’, el Card. Daniel Sturla presentó un documento en el que se plantean los interrogantes más frecuentes que pueden presentarse al misionero, para ser utilizado como insumo en los días de la misión.

El Arzobispo de Montevideo llamó a los presentes que participaron del taller preparatorio, a poner todos sus dones en pos de la misión, “porque tenemos que ser una Iglesia que invita, llama, propone, a muchos hermanos nuestros que se han alejado de la práctica de la fe a volver a su casa”. Agregó que “la Iglesia es casa de todos, nunca un ‘club de perfectos’, sino ninguno de nosotros estaríamos acá”.

Frente a las preguntas de los asistentes, el Cardenal manifestó que “la iglesia es puente y no un muro, y está de parte de los que sufren, los que están en situación frágil y débil”. La intención es “llegar a los hermanos que tienen un buen recuerdo de la Iglesia pero se alejaron; y destacó que nadie, por ningún motivo, debe sentirse excluido, porque “la Iglesia es casa de puertas abiertas para todos su hijos en la situación que se encuentren”.

Asimismo, animó a quienes se preparan para la Misión Casa de Todos, a tener las tres actitudes fundamentales de las que habló el Papa Francisco en la conclusión del Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes: escuchar, hacerse prójimo y testimoniar.

Destacó Mons. Sturla que la prioridad de esta misión está puesta en el otro: “el anuncio que queremos hacer es el del amor de Dios a todas las personas, la cercanía de Jesús con sus hermanos, la ternura de la Madre de Dios. Todos tienen lugar en la Iglesia”, concluyó.

Fuente: icm.org.uy

 

El miedo del Mundo Hiperconectado

En el silencio y la soledad estamos obligados a estar con nosotros mismos.

Por Javier Rojas SJ

En un mundo aturdido e hiperconectado como el que vivimos existen dos experiencias muy temidas: el silencio y la soledad. Nada despierta más terror que sentirse solo y desconectado de los demás. ¿Por qué nos atemoriza? Uno de los motivos es que en el silencio y la soledad, donde no existe nada ni nadie que nos distraiga, estamos obligados a estar con nosotros mismos. Es común que nos sintamos perdidos, solos y desconectados cuando no existe alguien o algo a que referenciarnos. Nos hemos acostumbrado tanto a vivir en referencia a los demás y a las cosas que quedamos desorientados cuando no los tenemos cerca.

Existen muchas personas que para sentirse vivos necesitan del halago y reconocimiento de los demás, y que para sentirse importantes necesitan afirmarse en lo que tienen o poseen.

El silencio y la soledad atemorizan a quienes no han descubierto su verdadera identidad y creen ser lo que tienen. La meditación es un camino de pobreza y despojo y puede resultar asfixiante para quienes viven en la superficialidad. Admiro a las personas que no necesitan del reconocimiento de los demás para vivir y no ponen su seguridad en lo que tienen sino que se dejan guiar por esa Voz interior que oyen en el silencio y la soledad de la meditación. Quienes han encontrado su valía en Dios no buscan el halago de los demás, aun cuando los tengan bien merecidos, y se liberan de los estereotipos con los que se los califica. Ellos han encontrado su propio valor en su interioridad y viven desde esa profundidad sin dejarse encandilar por nada ni por nadie. Saben quiénes son y cuál es su destino.

Siento admiración por quienes luchan día a día por recortar poder a su ego y viven desde la Sabiduría interior que los guía y aconseja. Es maravilloso vivir según la naturaleza de lo que somos y dejar de alimentar el personaje que montamos muchas veces para vivir. Seguir la Voz que habla en nuestra conciencia es una de las acciones más bellas y loables. Debemos aprender a vivir como nos enseña la naturaleza: de adentro hacia afuera y aceptar que, para crecer y progresar, debemos hundir las raíces en la tierra de la humildad y la aceptación de los propios límites.

En la meditación aprendemos a desapegarnos de las etiquetas con las que nos identificamos o disfrazamos. Sentarse a meditar en silencio y soledad es disponerse interiormente a estar con lo que somos, a ser en Él, a estar con quien es el principio y fundamento de nuestra existencia. Ser en Él o estar ante Él convierte la oración no en algo que se hace sino en algo que se es. Al ser ante Dios estamos en oración. Este es el anhelo más profundo de todo ser humano: ser. Por eso no nos parecerá extraño escuchar el reclamo de muchas personas diciendo: «¡déjame ser!». El problema de creer que nuestra identidad está en lo que dicen los demás o en lo que hacemos es confundir nuestra esencia con los “accidentes”. Es equivocado creer que somos lo que hacemos o tenemos, o lo que los demás dicen de nosotros. Si creemos esa mentira viviremos de manera vertiginosa y con una avidez tal por conseguir u obtener lo que imaginamos nos hará importantes, que nos alejaremos cada vez más de nuestro verdadero ser. Necesitamos volver a nuestro eje, a ese centro vital que da razón de nuestra existencia; en definitiva, a Dios.

La meditación es el camino hacia el encuentro personal con Dios al que debemos recurrir sin pretensiones ni expectativas. Vamos a la meditación a estar con Él, a ser en Él, a nutrirnos de la fuente de vida que nos regaló el ser. Dios no viene a nuestro encuentro cuando “hacemos” oración, sino que estamos conscientes de Él cuando permanecemos en oración.

Fuente Imagen

 

Líderes Religiosos Firmaron Declaración por el Diálogo y la Convivencia

El jueves 6 de diciembre Representantes de distintas religiones firmaron una declaración por el diálogo y la convivencia. El acto se llevó a cabo a las 9 de la mañana en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en el barrio porteño de Retiro.

La Conferencia de los Obispos argentinos estará representada por su presidente, mons. Oscar Ojea, el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), por su presidente, Aníbal Bachir Bakir; y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) por su titular, Agustín Zbar. Participarán asimismo los co-presidentes del Instituto de Diálogo Interreligioso, el presbítero Guillermo Marcó; el diputado Omar Abboud y el rabino Daniel Goldman.

La declaración, iniciativa del Instituto de Diálogo Interreligioso, tiene como objetivo reafirmar la vocación al diálogo y la voluntad de las comunidades de convivir en armonía, tal como se hizo con el documento firmado el 9 de agosto de 2005 en el cual se condenó, en forma conjunta, cualquier forma de violencia que invoque la fe como justificativo.

Una vez más, las religiones manifestarán el compromiso de compartir, informar y brindar opinión desde valores en común al conjunto de la sociedad.

Fuente: Vatican News

Adviento: Invitación a Dejarnos Impregnar por la Ternura

La cumbre del G20, que se realizó en Buenos Aires, Argentina, coincidió con el inicio del Adviento. Compartimos una reflexión realizada por el Padre Ángel  Rossi SJ en el aire de Radio María que une los dos temas.

El Padre Ángel Rossi, sacerdote jesuita, reflexionó en torno a la llegada del G20 a la Argentina (la cumbre de los líderes del mundo), diciendo que “Estamos embriagados de imágenes del G20” y en este contexto, nos invitó en este tiempo de Adviento, a abandonar la ideología del conquistador – donde el guerrero cuando volvía a la ciudad era recibido como un Dios- para abrirnos a la ternura del Niño que viene en forma tan sencilla”, resaltó.

“El guerrero de ayer, hoy es la figura del ejecutivo frío, son estas figuras de jefes de estados, estas figuras que pueden también tentarnos dentro de la Iglesia, el guerrero de ayer convirtió al mundo en objeto de conquista, y a los otros en objeto de dominio”.

Y hoy tiene su correlato bajo esta forma -continuó el sacerdote jesuita- del funcionario, del mandatario, del ejecutivo frío que se mueve por el afán de éxito, deseo de acumulación de poder, de capacidad adquisitiva, de fama individual, de sacralización de su ambición, que equipara el sentido de la vida al éxito, atrapado por la productividad, la eficacia, la ganancia, se cierra a la experiencia de la gratuidad, vive desgastado por la competencia, por lo que su vida está siempre encarada sobre sí mismo”.

“Ambos, el antiguo el guerrero, el funcionario, el ejecutivo frío hoy, ignoran el perpetuo y constante nacimiento de la vida, ambos establecen con la naturaleza y con las personas, una relación puramente funcional”.

“Por lo tanto creo que de alguna manera el Adviento, este que viene, como han venido estas personas, ahora viene el Señor, y viene en esta forma tan sencilla, el Adviento viene torciendo el paso como decía González Buelta”.

“Frente a esto, está la posibilidad de abrirse a la ecoternura, abrirnos a la dinámica de la ternura que impregna todo, también la política”, indicó el Padre Ángel.

“Somos tiernos cuando abandonamos la ideología de los conquistadores, cuando abandonamos la arrogancia de las certezas, cuando nos sentimos heridos, afectados, vulnerados por el otro, cuando nos abrimos al lenguaje de la sensibilidad, captando en nuestras vísceras el gozo o el dolor del otro”.

Finalmente nos invitó a revisar nuestra llamada a vivir la ternura en este tiempo de Adviento: “Comencemos el Adviento con un corazón dilatado”, concluyó el Padre Ángel Rossi.

Fuente: Radio María Argentina

Jesuitas de la Preferencia Amazónica se Preparan para el Sínodo sobre Amazonía

«Es necesario dejar que los pueblos indígenas ocupen el espacio y tomen la palabra»

Por Luis Miguel Modino

Pensar en nuevos caminos siempre ha sido uno de los propósitos de la Compañía de Jesús. Por eso a muchos no nos sorprenden las actitudes del Papa Francisco, que no podemos olvidar es el primer jesuita que llega a la Cátedra de Pedro. La continua presencia de los hijos de San Ignacio en las periferias ha tenido como consecuencia el que algunos consideran el gran cambio del pontificado de Bergoglio, que las periferias han sido llevadas al centro.

En la Panamazonía la presencia jesuítica siempre ha sido destacada. De hecho, la semana pasada, en entrevista publicada por Religión Digital, el Cardenal Pedro Barreto, también jesuita, definía la Amazonía como “la zona más olvidada del Planeta”. En el caso de la Amazonía brasileña, actualmente los jesuitas están repartidos en diferentes regiones, en lo que la Compañía denomina Preferencia Amazónica.

Los miembros de esta Preferencia, junto con colaboradores laicos, se han reunido en Manaos, del 4 al 7 de diciembre. Su reflexión ha partido de cómo expresan su compromiso con la Amazonía y tiene como objetivo la elaboración de un Plano Apostólico para la Preferencia. Entre los asuntos abordados, como está sucediendo en muchos encuentros durante estos meses, ha sido el Sínodo para la Amazonía.

¿La Iglesia en la Región está preparada?

Analizando la realidad, surgía la pregunta sobre si la Iglesia de la región está preparada para vivir este momento, llegando a afirmar que muchas parroquias no están interesadas en el proceso sinodal, pues poco a poco la Iglesia católica, también en la Amazonía, ha perdido su dimensión profética, que durante mucho tiempo la llevó estar al frente de muchas luchas sociales.

Por eso, es necesario actuar con valentía, estar al lado de los últimos, especialmente de los pueblos indígenas, que nunca se sintieron tan amenazados como hoy. Los propios jesuitas afirman que la Compañía no puede estar desconectada de la realidad. Es necesario hacer brillar al Cristo Libertador, promover la interculturalidad, dejar que los pueblos indígenas ocupen el espacio y tomen la palabra, pues cuando eso sucede, todos ganamos.

La Pan Amazonía se ha convertido en local de conflicto entre dos modelos civilizatorios, uno euro-centrista, que promueve la expoliación de los recursos, y otro amazónico, donde la floresta, el sol, el agua y la tierra son señales de vida, que muestra que no podemos continuar separando al hombre de la naturaleza. Nadie puede ignorar la importancia que el bioma amazónico tiene a nivel global planetario. Por eso, los peligros surgen de los impactos de los megaproyectos, que se centran en la energía, el agro-negocio y las infraestructuras, teniendo como consecuencia la migración hacia las periferias, que genera más miseria, la deforestación y la contaminación.

La Iglesia católica está llamada a ser y buscar señales de esperanza en medio de la crisis, una bandera que la Compañía de Jesús está dispuesta a levantar. De hecho, en este momento del Sínodo para la Amazonía, como señalaba Luis Ventura, Coordinador del Consejo Indigenista Misionero – CIMI, de Amazonas y Roraima, “nadie puede quedarse indiferente”. De hecho, todo esto es fruto de un momento histórico que se manifiesta en la figura del Papa Francisco, la Evangelii Gaudium, la Laudato Si o el Documento de Aparecida, del que no podemos olvidar que el entonces Cardenal Bergoglio fue su relator.

Pero al mismo tiempo, también es fruto de un proceso que nace en el Vaticano II y se va concretando en los documentos de Medellín y Santarem, o en la famosa carta que Don Pedro Casaldáliga escribía en 1973 sobre el latifundio en la Amazonía, que recoge elementos que continúan siendo válidos a día de hoy.

Una Iglesia parada en la realidad

El Sínodo debe ser entendido, según Luis Ventura, como algo “que interpela, que incomoda, que nos lleva a hacer una lectura de la territorialidad amazónica desde la realidad. Es algo que desestructura nuestra auto referencialidad, y lo hace a partir de la llamada a escuchar, algo que nos lleva a reconocer que el sujeto es el otro”, en este caso, los pueblos de la Amazonía. Por eso, es fundamental preguntarse si el Sínodo está escuchando a los pueblos amazónicos.

El Sínodo para la Amazonía debe llevarnos, según el coordinador del CIMI, a un nuevo modo de misión, instaurando una misionología de la reciprocidad, una nueva eclesiología, con una forma diferente de ser y estar como Iglesia, y una nueva lógica, más valiente, que supere mentalidades coloniales, que no nos deje indiferentes ante un capitalismo que mata, una amenaza cada vez más palpable con el futuro gobierno brasileño.

Nadie puede olvidar que formamos parte de una sociedad en la que nadie se compromete con nadie, consecuencia de un individualismo que ha olvidado el valor del conjunto, lo que tiene que llevar a establecer alianzas, a vivir desde el diálogo, a caminar juntos, a recuperar una dimensión profética y descubrir por dónde pasa hoy ese profetismo.

Dentro de las discusiones sinodales, donde se debe garantizar la presencia de los indígenas, los jesuitas abogan por una Iglesia que dé valor a la cultura, medicina, lengua de los pueblos originarios, con una liturgia inculturada, que se haga presente en medio de la gente, que dialogue con la ciencia, que reflexione sobre la urgencia de la ordenación de hombres y mujeres, desde una perspectiva comunitaria, de la readmisión a una función ministerial de los sacerdotes secularizados, destacando que las mujeres ya llevan a cabo papeles fundamentales dentro de las comunidades amazónicas.

Compromiso con los Derechos Humanos

Junto con eso, es necesario insistir en los derechos ecológicos y ambientales, apoyar la Pastoral Indígena, la formación del clero autóctono, con una metodología que responda a su realidad específica, fomentando la implicación de los pueblos indígenas en la interpretación de la Palabra, apoyando el protagonismo laical y superando el clericalismo.

Los miembros de la Preferencia Amazónica jesuítica ven necesario que la Iglesia ayude a afirmar y defender el territorio amazónico, que entre en un proceso de conversión desde la perspectiva de la interculturalidad, superando prejuicios. No podemos olvidar, según los jesuitas, que la Iglesia todavía representa en muchos lugares una esperanza de respuesta a muchos de los desafíos que se presentan en la región. Dada la tradicional presencia de la Compañía en el mundo universitario, el encuentro veía la necesidad de llevar los temas amazónicos para esa realidad, de reflexionar desde la ecoteología.

Son reflexiones que se van haciendo cada vez más explícitas dentro del proceso de escucha sinodal, que cuando son pronunciadas fuera de los contextos amazónicos resultan extrañas y, en ocasiones, escandalosas, pero sobre las que se hace imprescindible reflexionar si la Iglesia quiere responder a una realidad específica, sobre la que no puede seguir teniendo la misma mirada. Es tiempo de nuevos caminos, a ser construidos entre todos, pues sólo así se podrá dar respuesta a los desafíos que la Iglesia universal tiene por delante.

Fuente: Religión Digital

José Antonio Pagola: “La Iglesia del futuro no se podrá sustentar en los presbíteros”

¿Cómo será la Iglesia del futuro? Compartimos una entrevista al teólogo José Antonio Pagola, en las que expone sus aproximaciones respecto de la vida de la Iglesia para el 2050.

¿Se atreve a vislumbrar cómo será la Iglesia en España en el año 2050?

Una Iglesia más pequeña, débil y vulnerable, con menos poder mundano, pero más evangélica, tratando de aprender a vivir en minoría y comenzando a plantearse decisiones renovadoras que hoy no nos atrevemos siquiera a imaginar.

La Iglesia en 2050: proyectar en futuro

¿Qué problemas en la Iglesia de hoy pueden solucionarse o, al menos, paliarse con medidas concretas en estas tres próximas décadas y cuáles ve de difícil solución? ¿Se llegará, por ejemplo, a la ordenación de hombres mayores casados, al diaconado femenino, a la corresponsabilidad laical…?

Creo que estos problemas no se resolverán fácilmente por decretos firmados por Roma ni por medidas tomadas en las curias diocesanas. Es tarde. El verdadero problema es que la fe se está perdiendo entre nosotros de manera cada vez más acelerada. Las medidas que se tomen solo podrán ser llevadas a la práctica por creyentes.

En una década, según apuntan algunos informes, es posible que haya diócesis que no tengan sacerdotes para atender las parroquias. ¿A qué aboca esta situación?

La Iglesia del futuro ya no se podrá sustentar en el colectivo de presbíteros. No solo faltarán sacerdotes, sino que se irán cerrando seminarios. Dios nos está llevado hacia una Iglesia no clerical. Será un gran paso hacia una Iglesia más evangélica. Pero, desde ahora, hemos de trabajar para capacitar a esos laicos y laicas, que serán el sector decisivo para el futuro de la Iglesia entre nosotros. El mayor potencial para promover la renovación de la Iglesia en un futuro está en los creyentes laicos y laicas de nuestras parroquias. Yo me esfuerzo por contribuir con los Grupos de Jesús a la maduración humilde de hombres y mujeres laicos, que puedan ser sujetos de una renovación evangélica, introduciendo en la Iglesia lo que el papa Francisco llama, en Evangelii gaudium, “un dinamismo evangelizador que actúa por atracción”.

*José Antonio Pagola lleva años invitando a volver a Jesús, al Evangelio, y sus libros son un complemento espiritual del que beben miles de comunidades. Los lectores del semanario británico The Tablet han elegido su ‘Jesús. Aproximación histórica’ (PPC) como libro del año 2017. De él se han vendido, desde su publicación en 2007, 130.000 ejemplares en castellano, y ha sido traducido a una decena de idiomas, entre ellos el chino, que va por su segunda edición.

Fuente: Vida Nueva Digital