Hablar desde las periferias

Solo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de referencia”. Ese es el mensaje que deberíamos escuchar y poner en práctica quienes vivimos en sociedades en las que la palabra de la Iglesia ha perdido vigor y actualidad.

Por Jorge Oesterheld

La reciente entrevista concedida por el Papa a un programa de televisión español –’Salvados’, de La Sexta– vuelve a poner en escena la sorprendente manera que tiene Francisco de comunicarse: siempre se lo puede ver cómodo cuando habla desde los márgenes de la Iglesia, cuando se expone a situaciones y diálogos atrevidos. Sus mensajes están dirigidos a todos, pero el lugar desde el que habla no acostumbra a ser el que tradicionalmente han utilizado papas, obispos o sacerdotes.

Al participar de un programa de esas características, Francisco habla desde un sitio que visto desde la Iglesia resulta “marginal”, pero que si se lo observa desde “el otro lado”, desde donde observa la sociedad en su conjunto, es un espacio en el cual lo “marginal” es la Iglesia. Seguramente para muchos de los habituales seguidores del programa la entrevista con el Papa significaba el acercamiento a un personaje extraño y procedente de una periferia social.

Esa manera de comunicar que tiene Francisco está reflejada también en sus viajes. El primero fue a Lampedusa, una isla del mediterráneo que hasta esa visita papal era solo famosa por sus playas paradisíacas pero que, desde entonces, es conocida por los miles de migrantes que llegan a sus costas o mueren ahogados al intentarlo. Con su presencia, Francisco exhibió ante el mundo el drama que allí se vivía y desde ese sitio se dirigió a los poderosos de Europa y del mundo.

Con excepción de su viaje a Estados Unidos para participar del Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, sus viajes lo han llevado a los países más pobres y de diferentes maneras “marginales”. Incluso su visita a México estuvo marcada por su condición de país “marginal” con respecto a su vecino del norte, y por su especial situación, como camino de paso para miles de refugiados que intentan escapar de los diferentes dramas que arrasan los países centroamericanos.

En el año 2015, la Puerta Santa antes de abrirse en Roma se abrió en Bangui, capital de la República Centroafricana. Desde ese escenario dirigió el Papa al mundo su mensaje del Año de la Misericordia. Cuando se anunció que Francisco inauguraría el Año Santo desde allí el mundo entero comenzó a preguntarse dónde quedaba ese lugar. Hasta los periodistas mejor informados tuvieron que recurrir a Google para enterarse de algo que el Papa conocía muy bien.

Este año Francisco viajó a los Emiratos Árabes, después a Marruecos, y pronto lo hará a Bulgaria, Macedonia y Rumanía. Aún no ha visitado muchos países llamados “centrales”, ni a la católica España ni a su tierra natal Argentina. ¿Acaso no le interesa que su palabra llegue a esas sociedades o trata de que su mensaje llegue a ellas pero desde los márgenes, desde aquellos sitios que en muchos casos son desconocidos para los habitantes de esos países?

No debería sorprender esta manera de actuar en un Papa que constantemente llama a los hijos de la Iglesia a dirigirse con audacia hacia las periferias existenciales. Lo sorprendente es que nos hayamos acostumbrado a ver a los sucesores de los Apóstoles ocupando primeros lugares y alternando diariamente con los poderosos de la tierra.

Ponerse en juego

“Solo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de referencia”, dijo el Papa en el Mensaje para la 48ª Jornada de las Comunicaciones Sociales. Esa actitud suya de arriesgarse permanentemente es lo que lo ha convertido en “punto de referencia”. Eso es lo que logra al aceptar entrevistas desafiantes y al emprender viajes y realizar gestos que están cargados de múltiples significados.

Ese es el mensaje que deberíamos escuchar y poner en práctica quienes vivimos en sociedades en las que la palabra de la Iglesia ha perdido vigor y actualidad. Ponerse en juego, arriesgarse, hablar desde las periferias, generar incomodidad en los que están cómodos; no se trata de acciones que descubrió del Papa del fin del mundo, lo hizo mucho antes el Maestro de Galilea.

Fuente: Vida Nueva Digital

“Mártires riojanos”: los nuevos beatos de la Iglesia en Argentina

La Iglesia en Argentina espera la beatificación de los “mártires riojanos” que tendrá lugar el 27 de abril: los hoy Venerables Siervos de Dios, monseñor Enrique Angelelli, tercer obispo de La Rioja; presbítero Gabriel Longueville, sacerdote diocesano; fray Carlos de Dios Murias, sacerdote profeso en la Orden de los Frailes Menores Conventuales; y Wenceslao Pedernera, laico y padre de familia, serán beatificados en La Rioja, en una misa que presidirá el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Los «mártires riojanos»

“Su muerte (de monseñor Angelelli, en agosto de 1976) se inscribe dentro del contexto martirial de la Iglesia de La Rioja, de la que son expresiones inobjetables la muerte de Murias, Longueville y Pedernera (en julio de 1976). También confirma la coherencia testimonial de vida, pensamiento y opción pastoral del mismo Angelelli. Él fue testigo del Reino de Dios y de su justicia en una Iglesia perseguida, obstaculizada y martirizada en sus sacerdotes, religiosos y laicos. Esa fue su identidad más genuina, la básica, la que fundamentó y orientó toda su existencia hasta la consecuencia lógica de demostrar el mayor amor: dar la vida por su pueblo y ser instrumento de la luz del Evangelio”, señalaron los obispos argentinos en una declaración conjunta de noviembre de 2018 titulada: “Pascua Riojana, alegría de la Iglesia”.

Fuente: eclesia.info

 

La voz de la Juventud por el cuidado del Medio Ambiente

Teniendo la voz como principal instrumento de protesta, la juventud acude a tomar el espacio público para manifestar su inconformidad, su frustración y también sus esperanzas para que quienes tienen en sus manos la toma de decisiones, lo hagan pensando en los que vienen por delante.

Por Flor María Ramírez

A mediados de marzo pudimos ver cómo niños y jóvenes estudiantes se movilizaron por el cambio climático, en ciudades emblemáticas para exigir a sus gobiernos medidas urgentes, a través del movimiento ‘Fridays for Future’. Denominada una cita social “sin banderas”, se ha puesto énfasis en la inactividad de los gobiernos para avanzar sobre acuerdos comunes que permitan reducir las consecuencias de este fenómeno. El papa Francisco ha reconocido este entusiasmo en el lanzamiento del reciente proyecto Scholas, afirmando que “hemos visto cómo en estos días, jóvenes de diversas ciudades del mundo han tomado la calle para defender el ambiente. Para defender la tierra. Los jóvenes tienen una potencia inimaginable, son creativos; lo que pasa es que la mayoría de las veces no tienen líderes que los conduzcan porque los buscan afuera y no se dan cuenta que los tienen adentro”.

La voz como principal instrumento de protesta

Teniendo la voz como principal instrumento de protesta, la juventud acude a tomar el espacio público para manifestar su inconformidad, su frustración y también sus esperanzas para que quienes tienen en sus manos la toma de decisiones, lo hagan pensando en los que vienen por delante. Estamos ante la reacción de una generación que tal vez creíamos apática o poco interesada en asuntos medioambientales que son de larga data. Recordemos que la preocupación global por la degradación medioambiental de nuestras ciudades y países se remonta a los años 70’s y desata un activismo internacional en el que emergen organizaciones ecologistas que, lograron mantener e incluir en la agenda internacional alcanzando culmen con la inclusión de la sustentabilidad en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entendida ésta como “la capacidad de satisfacer necesidades de la generación humana actual sin que esto suponga la anulación de las generaciones futuras”.

Las nuevas formas de manifestación a favor de un cuidado al medio ambiente han tenido una funcionalidad indiscutible en la delimitación de la esfera pública, y la construcción paulatina de una cultura cívica que se auxilia de las herramientas digitales, misma que en épocas pasadas tuvo que forjarse a base de marchas y protestas, en una localidad que a duras penas alcanzaban resonancia nacional. Las protestas más globales, visibles y virales, se han ido dando en la medida en que hemos ido también teniendo información de las devastadoras afectaciones que en varias regiones del planeta han ido teniendo las actividades industriales y la irresponsabilidad tanto colectiva como individual.

Nuestra capacidad de acción, compromiso u omisión

En 2009 el Premio Nobel de Economía fue concedido a Elinor Ostrom por su teoría sobre el gobierno de los bienes comunes. Ostrom, usa la “tragedia de los bienes comunes” para explicar la degradación de los recursos naturales que son usados colectivamente, pero sobre los que es difícil acordar un sistema de reglas para gobernar. Este sería el caso del Acuerdo de París que tras años de negociaciones ha sido aprobado como parte del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático realizado en 2015. Lo que vemos hoy en día, resulta un motor clave por reconocer las responsabilidades a todos los niveles, particularmente, la responsabilidad que está en manos de los Estados. Las nuevas generaciones reclaman una acción inmediata y solidaria que va más allá del sistema de gobernanza global de esos bienes comunes.

El papa Francisco en la encíclica ‘Laudato si” de 2015 ha señalado que “necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no solo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva”. La conversación ya está iniciada en muchos lados, también la Iglesia es un buen lugar para continuarla. Lo primero quizá será analizar con honestidad nuestra capacidad de acción, compromiso u omisión en el tema.

Fuente: Vida Nueva Digital

¿Por qué ‘Preferencias’ en vez de ‘Prioridades’?

El P. General, Arturo Sosa SJ, explica el por qué la Compañía de Jesús define ‘preferencias’ para su misión en lugar de ‘prioridades’.

Reunidos en una Casa de Ejercicios en las afueras de Roma se encuentra un pequeño grupo de jesuitas y colegas laicos que están discerniendo un posible futuro del liderazgo en la Compañía de Jesús. El grupo, cuidadosamente seleccionado entre los apostolados de todo el mundo, representa una mezcla variada de ministerios: desde parroquias hasta Casas de Ejercicios, desde colegios de secundaria hasta universidades, desde centros sociales hasta servicios para refugiados y migrantes, pasando por las Curias provinciales. Juntos se les ha encomendado la tarea de determinar cómo podría cambiar el liderazgo jesuita para integrar mejor las Preferencias Apostólicas Universales (PAU) en el ministerio mundial de la Compañía de Jesús.

La conferencia comenzó con la apasionada súplica del P. General Arturo Sosa de considerar las PAU no como un plan estratégico o una lista de control de ministerios, sino como una llamada a la conversión. También expresó la importancia del término “preferencias” frente a “prioridades”. “Cuando comenzamos este proceso, nos preguntamos, ‘¿por qué preferencias y no prioridades? Nos persuadimos que ‘preferencias’ refleja realmente lo que necesitamos y lo que queremos integrar. No prioridades, ya que las prioridades excluyen: Cuando priorizas algo, excluyes otra cosa. No se trata de una “elección” entre escuelas, universidades o parroquias. Las preferencias son orientaciones vitales para enfocar TODOS nuestros apostolados en los próximos diez años”.

Después de la charla del P. General, el P. John Dardis, Consejero General para el Discernimiento y la Planificación Apostólica, marcó el tono de la reunión con una simple pregunta: “¿Cómo promovemos la conversión espiritual?” A continuación, pidió a los participantes que se abrieran a una “oración por el liderazgo” que, si se hace correctamente, nos aleja de nuestras ‘zonas de confort’ y nos lleva a ‘zonas de vulnerabilidad’ que son necesarias en el tipo de conversión que pide el P. General.

En el transcurso de los siguientes 5 días a tiempo completo de talleres, presentaciones sobre los diferentes estilos de liderazgo y los desafíos que enfrenta la Iglesia contemporánea, así como conversaciones espirituales entre los participantes que expresen sus esperanzas y temores para con el futuro de la Compañía de Jesús- la reunión de Discernimiento y Liderazgo abordará algunos de los temas más controvertidos a los que se enfrenta la Iglesia moderna. El P. Dardis insiste en que la reunión se basará en la oración y será impulsada por conversaciones sinceras entre los participantes.

“La oración es el fundamento de la conversación espiritual porque es donde comparto los frutos de la oración”.

Fuente: jesuits.global

 

La Iglesia chilena, al final de una extensa cuaresma

Fragmento de una nota de opinión publicada en el portal Religión Digital en ocasión de la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati Andrello sdb, involucrado en acusaciones en torno a los abusos que asolaron a la Iglesia Chilena; y la asunción al cargo de Celestino Aós Braco, O.F.M. Cap.

Por Marco A. Velásquez

Se cierra un capítulo doloroso

Así, con la salida del cardenal Ezzati, se cierra un capítulo doloroso y complejo de la historia de la Iglesia chilena, donde la verdad podría tener más ribetes que los conocidos hasta hoy.

Ahora, con la llegada de don Celestino Aós Braco, O.F.M. Cap., a la Iglesia de Santiago, la esperanza resurge, como anticipo del final de una extensa cuaresma, donde la alegría acompaña la noticia de su nombramiento como Administrador Apostólico. La cantidad de reacciones que llenan la prensa y las redes sociales, delatan sutilmente que la suerte de la Iglesia importa, que sus caídas y vergüenzas, así como la penitencia pontificia impuesta a la jerarquía de la Iglesia chilena, golpeó también al Pueblo de Dios que, abatido, hoy parece despertar de una larga pesadilla. Aparecen entonces, indicios de una contrición largamente incubada en el espíritu de los cristianos de los confines del mundo.

Junto a los carismas personales de don Celestino, el espíritu capuchino de la alegría, de la vida sencilla y de la hospitalidad ayudarán a reconstruir la esperanza, conscientes que su instalación en la Iglesia de Santiago lo convierte en heredero de delicados y graves problemas, donde la colaboración leal y honesta, basada en la verdad y la justicia, junto con la corresponsabilidad, permitirán ir restableciendo paulatinamente la fraternidad.

Reconstruir desde las cenizas

Pero no hay que hacerse ilusiones baratas, la Iglesia de Santiago, junto a la Iglesia chilena debe ser reconstruida, desde las cenizas que dejan un extenso tiempo penitencial. De hecho, las desconfianzas han llegado a ser necesarias, por lo que la tarea de don Celestino será ardua, donde el sustrato de su encargo pastoral tendrá que ser diferente al de esos círculos de incondicionalidad que han rodeado, casi desde siempre, a los obispos chilenos. Don Celestino tendrá mucho que escuchar, tendrá que tejer vínculos de mutua colaboración con el laicado, donde las frustraciones han alejados a sus mejores contingentes.

En Santiago, como en Chile, hay muchas heridas que sanar, intensas esperanzas e impaciencias que atender, fieles menos incondicionales, un clero abatido y una vida religiosa golpeada por el abandono. Y afuera de los templos enormes contingentes humanos que ansían el Evangelio de la misericordia y de las bienaventuranzas. Así también, en Santiago, como en Chile, está ese servicio silencioso de la Iglesia que llega abundante a los más variados ambientes sociales, donde la Iglesia no ha dejado de servir, pese a tanto escándalo. Ésa también será tarea de don Celestino y de todos, porque es hora de visibilizar que mucho bien hace la Iglesia, precisamente ahí donde hay más necesidad.

Bienvenido sea don Celestino Aós a la Iglesia de Santiago.

Fuente: Religión Digital

España – Comunidades de Hospitalidad

Las comunidades de hospitalidad son comunidades jesuitas en las cuales se comparte vida y proyecto con personas necesitadas.

En España existen comunidades que conviven con migrantes, refugiados y personas que salen de la prisión. A quienes huyen de la miseria y los conflictos se les facilita, además de una morada, un entorno para que den sus primeros pasos en nuestro país, aprendan la lengua y regularicen su situación; a quienes salen de prisión se les ofrece un hogar que los aleje de antiguas compañías, y se les ayuda a recuperar confianza y autonomía. Juntos, en la comunidad, se elabora un proyecto común en el que participamos y nos sentimos corresponsables tanto en el cuidado, como en las tareas comunes. En la mayor parte de casos la convivencia dura unos meses, hasta que las personas consiguen destrezas para salir adelante por sí mismos, evitando dependencias indeseadas.

 Esta nueva expresión de la opción preferencial por los pobres actualiza la experiencia de las comunidades de inserción que tras el Concilio Vaticano II llevó a muchos jesuitas, al igual que a otros religiosos, religiosas y a muchos curas obreros, a vivir en barriadas y favelas junto a los excluidos. En la Compañía de Jesús fueron principalmente las provincias europeas y latinoamericanas las que se lanzaron con mayor entusiasmo a esas experiencias.

El contexto ha cambiado respecto a aquellos tiempos de efervescencia social y eclesial. Los barrios en muchos países se han ido transformando, al igual que la vida vecinal. En nuestro país el fuerte éxodo del campo a la ciudad, ha sido relevado en las últimas décadas por la incorporación de comunidades migrantes a nuestros barrios. La Compañía de Jesús sigue comprometida en estos ámbitos de frontera, aunque con una tendencia a agruparse comunitariamente en núcleos más grandes e institucionalmente más estructurados, que les ha ido alejando de las periferias.

 En este contexto, las comunidades de hospitalidad quieren adaptarse a los nuevos tiempos, y ser espacio de acogida y encuentro, allí donde se los jesuitas nos sentimos llamados. En muchos de los contextos donde han ido surgiendo comunidades de hospitalidad se ha producido una vida renovada dentro de nuestra familia ignaciana. De hecho, este estilo de vida y cercanía son un referente para la misión de la Compañía de Jesús en sus contextos locales.

 En algunas ciudades, las comunidades de hospitalidad han generado un germen de acogida y hospitalidad que ha impregnado a familias, comunidades parroquiales, comunidades de vida cristiana (CVX), recursos de acogida en nuestras obras sociales (especialmente el SJM España), con otras compañeras y compañeros de camino, y también dentro de la vida religiosa. Hospitalidad.es ha impulsado una red de comunidades de hospitalidad que son fuente de esperanza e insuflan aire fresco en nuestros ritmos comunitarios.

 La CG34 señaló que las estructuras injustas del mundo solo pueden ser cambiadas a partir de un cambio más profundo en el corazón de las personas y las culturas en las que vivimos. ¿Cómo podemos convertirnos hoy en signo de anuncio del Evangelio y germen de esas transformaciones? Las comunidades de hospitalidad introducen, a partir del encuentro con el Señor, nuevos valores en su modo común de vida, contagiando a su alrededor la pasión por el Reino. Sin duda, las comunidades de hospitalidad son una de las propuestas que están abriendo nuevos caminos para la revitalización de nuestra vida en común.

 El Padre General Arturo Sosa SJ, en su carta Nuestra vida es misión, la misión es nuestra vida, recordaba que «acercarnos a los pobres y a su estilo de vida es una de las más exigentes dimensiones de la conversión a la que somos llamados». Es en definitiva una vuelta a las raíces: como decía Ignacio en una carta a los compañeros de Padua, «la amistad con los pobres nos hace amigos del rey eterno».

Fuente: jesuitas.es

La Compañía de Jesús y el ‘Derecho Universal a una Educación de Calidad’

Las tres redes de educación de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe – FLACSI, Fe y Alegría y AUSJAL – reunidas en una alianza más amplia (EduRed), han decidido hacer suyo el reto de pensar y actuar, más allá de las instituciones y alumnos de la Compañía de Jesús, junto con otros, en la promoción y actualización del Derecho Universal a la Educación de Calidad (DUEC).

Unidas, las tres redes han acordado emprender una campaña orientada a la formación de su personal, la concientización de las comunidades educativas y la acción pública, en defensa de este derecho para todos los seres humanos, sin distingo de raza, cultura, nacionalidad o condición social.

En este número del Boletín de Selecciones del Centro Virtual de Pedagogía Ignaciana, la lectura del documento publicado recientemente por la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL) titulado “La Compañía de Jesús y el Derecho Universal a una Educación de Calidad”.

En esta publicación se ofrecen, en una misma edición, las palabras explicativas de los padres Roberto Jaramillo Bernal y Luiz Fernando Klein sobre este importante reto apostólico, el texto elaborado por la Global Ignatian Advocacy Network (GIAN), los discursos que el P. General Arturo Sosa ha dirigido a las tres redes de educación de la CPAL con destaque del tema, acompañados por una selección de los más importantes textos del magisterio de la Compañía sobre el derecho a la educación de calidad.

Al final de cada capítulo, se sugiere una ruta para estimular el estudio personal y proporcionar la oportunidad de reflexiones grupales, orientadas a la formación de los equipos directivos y docentes. Pero, más allá, lo que se desea es que en cada institución se acuerden estrategias y acciones concretas que incidan, por una parte, en la formación de los estudiantes como personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas para aportar en la defensa de este derecho; pero también, en la animación de una acción pública sistemática, entre las instituciones de las tres redes y junto con otros, que incida en la atención de los excluidos y en la mejora de la calidad de los sistemas educativos de la región.

Las “Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús”, recientemente promulgadas, vienen a dar orientación y foco al compromiso apostólico por el DUEC: mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento; caminar junto a los pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia; acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador; y colaborar en el cuidado de la Casa Común.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

Palabra de CPAL – Abril 2019

Tres días atrás terminamos nuestra reunión anual del Equipo Ampliado de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe –  CPAL desarrollada en esta ocasión en la ciudad de Panamá, Provincia de Centroamérica. Ha sido una bendición de Dios poder encontrarnos y compartir los esfuerzos que cada red está haciendo, en un clima de fraternidad y compromiso con la Misión de la Compañía. Nos reunimos para procurar la mejor manera de en-red-darnos para multiplicar fuerzas, alcanzar objetivos y resultados comunes y potenciar así los impactos de nuestra vida y misión.

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Algunos de ustedes se preguntarán de qué equipo se trata y qué es lo que hacen; tal vez no hayan recibido información suficiente sobre cuál es la misión de la CPAL y la de este “equipo ampliado”. Por eso quiero ahora presentar a sus miembros y las redes que cada uno de ellos anima:

De pie, de izquierda a derecha:

  • Álvaro Idárraga (COL), Secretario Ejecutivo de la red COMPARTE. Se trata de 16 centros sociales que trabajan con productores campesinos en pequeñas parcelas y con habitantes periurbanos con iniciativas económicas, apostando a construir sistemas de calidad en producción, transformación y comercialización asociativa, con el fin de mejorar las condiciones sociales de familias y territorios. La red COMPARTE beneficia más de 40.000 personas en todo América Latina. Participó en representación del P. Oscar Rodríguez s.j. (MEX) que es el coordinador de COMPARTE (coordn.comparte@gmail.com).
  • Carlos Canillas, s.j. (PAR) (invitado especial en esta ocasión). Es el animador continental de la Red Mundial de Oración del Papa y del Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ), misiones encomendadas por el Sumo Pontífice a la Compañía de Jesús. Presentó todo el elenco de materiales producidos por la RMOP y el MEJ, ofreciéndolos para las acciones de las 15 redes de la CPAL (carlosrcl@gmail.com).
  • Claudio Solís (GT), Coordinador de los Delegados Provinciales de Colaboración; director del colegio Liceo Javier de la ciudad de Guatemala. Animador del trabajo de formación humana, cristiana, ignaciana y social de los colaboradores de nuestras obras a nivel de la CPAL. Lidera las acciones en torno al Plan de Formación para la Colaboración (cvsc44@liceojavier.edu.gt).
  • Franz Bejarano, s.j. (BOL). Párroco de las parroquias de Jesús y San Andrés de Machaca en el altiplano boliviano. Coordinador de la Red de Solidaridad Indígena, y parte del Equipo de Reflexión sobre Culturas y Religiones indígenas Latinoamericanas (ERCRILA). Tiene una secretaría ejecutiva en la persona de María Teresa Urruelo (umaluve2@gmail.com).
  • Javier Cortegoso (MX), Coordinador General de la Red de Jesuitas con Migrantes en Latinoamérica y el Caribe (RJM/LAC). La red despliega sus acciones con migrantes forzados en todo el continente a través de más de 60 equipos de atención en diversos niveles: jurídico, información de rutas, atención humanitaria, refugio temporal, etc. Se organiza en cuatro nodos regionales (Centro América-Norteamérica, Andes, Caribe y Sur) en que confluyen los esfuerzos de aproximadamente 45 obras que trabajan al servicio de los migrantes (director.rjmlac@gmail.com).
  • Roxana Gutiérrez (BO), Coordinadora de la Red Latinoamericana de Parroquias Jesuitas y Delegada de Parroquias en la Provincia de Bolivia. Roxana acaba de asumir su misión como coordinadora de la RELAPAJ. En América Latina tenemos más de 130 parroquias encargadas a la Compañía, alrededor de 80 templos, y más de 270 jesuitas trabajando en ellas (parroquias@cpalsj.org).
  • Sergio Cobo, s.j. (MEX), Director de la Fundación Loyola en México y Coordinador de la Red Claver; en ella están organizadas las Oficinas de Desarrollo de las provincias de la CPAL para apoyarse en tareas y metodologías comunes, y además para construir planes conjuntos de acción en favor de las redes de la CPAL. En este momento están trabajando en una campaña especial de apoyo al SJ-PAM (direccion@fundacionloyola.mx).
  • Ernesto Cavassa, s.j. (PER), Rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya en Lima, Perú, y Presidente de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), una red integrada por 30 universidades y cuya misión es desarrollar proyectos comunes según sus prioridades estratégicas, en función de buscar una mayor contribución al crecimiento de la sociedad (ernesto.cavassa@uarm.pe).
  • Carlos Fritzen, s.j. (BRA), Coordinador General de la Federación Internacional de Fe y Alegría, que tiene su sede central en Bogotá (COL). La Federación Internacional Fe y Alegría educa a más de un millón cuatrocientos mil estudiantes en América Latina, y ahora también en África (fi.coordinador@feyalegria.org).
  • Luiz Fernando Klein, s.j. (BRA), Secretario de la CPAL y Delegado para las redes educativas. Lico, bien conocido entre muchos de nosotros, acompaña de cerca el consorcio de las tres redes educativas de la CPAL llamado EduRed (AUSJAL, FIFyA y FLACIS). Gracias a EduRed, y en particular a los esfuerzos del delegado, hemos podido lanzar, en la reunión de Panamá, el libro sobre el DERECHO UNIVERSAL A UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD, que es como la chispa que enciende el fuego de esta misión que abrazamos todas las redes de la CPAL como propia: el que todas las personas puedan gozar efectivamente de ese derecho y bien público fundamental (secretario@cpalsj.org).
  • Jorge Ochoa, s.j. (MEX) Director del CIE de Guadalajara y Coordinador de la Confederación latinoamericana de Centros Ignacianos de Espiritualidad (CLACIES), que convoca 16 instituciones de las provincias de América Latina. Jorge es también miembro del grupo “Jesuitas Acústico” (j8asj@hotmail.com).

Sentados:

  • Gerardo Lombardi (VEN), Coordinador de la Red de Radios de la CPAL y coordinador general de comunicación de la Federación Internacional de Fe y Alegría. La red de radios de la CPAL convoca más de 100 emisoras en todo el continente para trabajar juntas en la producción y emisión de contenidos radiales y educativos de acuerdo a la misión de la Compañía. Trabaja en estrecha colaboración con las Oficina de Comunicación de la CPAL (comunicacion@cpalsj.org).
  • Marco Tulio Gómez, s.j. (CAM), Secretario Ejecutivo de la Federación internacional de Fe y Alegría con sede en Bogotá. Miembro del Grupo de Trabajo de EduRed (fi.secrejec@feyalegria.org).
  • Alfredo Ferro, s.j. (COL), Coordinador del Servicio jesuita a la Pan Amazonia. Miembro del comité ejecutivo de la REPAM. El SJ-PAM es el proyecto que congrega las voluntades y acciones de obras jesuitas en la región (y más allá de la pan amazonia) en favor de la misión de la Iglesia y de la Compañía, para atender mejor el llamado a cuidar de la casa común (alferrosj@gmail.com).
  • Roberto Jaramillo, s.j. (COL), Presidente de la CPAL (presidente@cpalsj.org) Coordina, articula, facilita las conexiones, brinda orientación y visión.
  • Juan Felipe Carrillo (COL), Secretario ejecutivo de FLACSI y líder del Grupo de Trabajo de EduRed (secretaria@flacsi.net).
  • Saul Cuautle, s.j. (MEX), Presidente de FLACSI, Delegado de Educación en la provincia Mexicana y coordinador de EduRed. En la FLACSI se organizan cerca de 100 instituciones educativas de nivel primario y secundario en América Latina y El Caribe (presidencia@flacsi.net).
  • Marcelo Amaro, s.j. (ARU), Coordinador de la Red Juvenil Ignaciana, encargado de animar la pastoral juvenil y vocacional en las provincias de la CPAL. Ha sido nombrado recientemente superior de la comunidad jesuita de Tacuarembó (Uruguay) (vocaciones@cpalsj.org).
  • Galo Bogarin (PAR), Coordinador de la Red de Centros Sociales de la CPAL, y miembro del equipo de la oficina de desarrollo de la provincia del Paraguay. La Red de Centros Sociales congrega alrededor de 43 instituciones en todo el continente, en-red-dados en tres grupos de homólogos que trabajan la incidencia política, las industrias extractivas y sus consecuencias y temas de democracia y participación popular (rcscoord@cpalsj.org).
  • Fernanda Falcone (ARU), Coordinadora de la Oficina de Comunicación Institucional de la CPAL (Lima) y de la Red de Oficinas Provinciales de Comunicación en América Latina y El Caribe que agrupa a las 12 provincias jesuitas del continente (oficina.comunicacion@cpalsj.org).
  • Mario Serrano, s.j. (ANT), Delegado de la CPAL para acompañar y animar las redes socio-pastorales: centros sociales, migrantes, Comparte, solidaridad indígena, parroquias y radios (social@cpalsj.org).
  • Hermann Rodríguez, s.j. (COL), Delegado de la CPAL para acompañar la formación de los nuestros, el trabajo con jóvenes y vocaciones, la formación para la colaboración y los trabajos de espiritualidad. Además, es el ecónomo de la CPAL (formacion@cpalsj.org).

Próximamente estaremos publicando todos los lunes en la página de la CPAL (www.jesuitas.lat) un relato descriptivo del trabajo realizado en el úlitmo año por cada una de las redes con el fin de ampliar el conocimiento sobre éstas y el impacto en nuestra misión.

Los invitamos a seguir con interés y a divulgar entre sus contactos esta información; y si alguno de ustedes estuviera interesado en “en-red-darse”, lo invitamos a entrar en contacto con los responsables a través de los e-mails compartidos en la nota.

ROBERTO JARAMILLO, S.J.

Presidente de la CPAL

Los jesuitas y la historia del té

El P. Gregory Sharkey, SJ, de Katmandú, Nepal, atrae nuestra atención a la publicación de un libro original sobre la historia del té. Es el trabajo del profesor George van Driem de la Universidad de Berna. El volumen de 954 páginas identifica a 33 jesuitas, una docena de los cuales son mencionados como protagonistas en la historia del té.

The Tale of Tea es una saga de globalización. El té dio origen al papel moneda, la Guerra del Opio y Hong Kong. Esta publicación reemplaza los mitos populares sobre el té con un conocimiento preciso pero hasta ahora poco conocido sobre los orígenes ocultos y la historia detallada de la bebida globalizada de hoy en día en sus muchas formas modernas.

El libro expone con documentación la difusión temprana del conocimiento sobre el té por parte de los eruditos jesuitas en los primeros días de la exportación de Camellia sinensis por todo el mundo. El libro también evoca el vínculo histórico entre la ceremonia japonesa del té y la celebración de la misa desde el siglo XVI hasta el trágico episodio de la rebelión de Shimabara, una violenta persecución a los cristianos en la región de Nagasaki en 1638. El papel central que los jesuitas han desempeñado en la historia del té es relatada con gran empatía.

Fuente: jesuits.global

 

Nuevo informe de la UCA sobre la Pobreza Multidimensional

El 31,3% de la población urbana, unas 12.700.000 personas, son pobres, revela el Informe ¨Pobreza Multidimensional fundada en derechos económicos y sociales. Argentina Urbana 2010-2018¨ dado a conocer por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA).

El Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), informó que se encuentra disponible el Informe Pobreza Multidimensional fundada en derechos económicos y sociales. Argentina Urbana 2010-2018.

En la actualidad, la Argentina mide oficialmente la pobreza de su población a través de los ingresos corrientes de los hogares, existe sin embargo, consenso sobre la necesidad de revisar las definiciones conceptuales del fenómeno como de desarrollar nuevas metodologías para su medición que complementen las actuales.

En este informe se presenta una propuesta de medición de pobreza multidimensional trabajada en el ODSA, que, basada en el enfoque de derechos, define una serie de dimensiones a partir de las cuáles se evalúan privaciones no monetarias, se identifica la situación de pobreza en la intersección de privaciones no monetarias y de pobreza por ingresos.

En esta edición del informe, se concluyó que 6 de cada 100 hogares urbanos experimentan inseguridad alimentaria severa, un problema que se asemeja a la crisis de 2009. Por otra parte, 1.7 de cada 10 hogares no logran cubrir sus necesidades básicas de salud, situación que ha empeorado con la crisis.

Además,  3 de cada 10 hogares urbanos no cuenta con red de cloacas, y 1 de cada 10 no cuenta con servicio de red de agua potable. A pesar de la mejoría en los últimos años, el déficit continúa siendo estructural.

Por otro lado, 14 de cada 100 hogares habitan en viviendas precarias y al menos 8 de cada 100 no cuentan con baño y conviven hacinados. El 27% de la población habita en hogares con alguno de estos déficit. Ha habido una mejora en los últimos años pero la pobreza estructural se profundiza.

También, se informa que casi 2 de cada 10 hogares residen en espacios medioambientales no adecuados, sea porque no cuenta con servicios de recolección de basuras, vive cerca de industrias insalubres o de agua contaminada.

Si bien algo más de 1 de cada 10 personas presenta déficit educativo, 3 de cada 10 hogares registran alguno de estos problemas: 3% de los niños de entre 4-17 años no asiste a la escuela, 23% de los jóvenes no terminó el secundario y 10% de los adultos no terminó el primario.

El 30% de los hogares se encuentra al margen de los derechos laborales. Al menos 28% de hogares no tienen ningún vínculo con el sistema de la seguridad social, y 4% registra situaciones de desempleo estructural (de larga duración). En dichos hogares habita el 34% de la población urbana.

Si bien las carencias vienen, en promedio, cayendo, las desigualdades entre estratos socioeconómicos han continuado creciendo. En los sectores más pobres y las clases medias bajas tienden a permanecer o agravarse las situaciones de exclusión, mientras que las clases medias y medias altas continúan mejorando sus condiciones de vida. De igual manera, es en el conurbano bonaerense donde se concentran las mayores incidencias y proporciones de exclusión.

Debido al aumento de la pobreza por ingresos, la pobreza multidimensional medida por carencias en derechos y en ingresos, ha vuelto a aumentar en el último año, afectando al 23% de los hogares urbanos y al 31% de la población. Es el valor más alto registrado durante esta década.

Al mismo tiempo, la pobreza estructural multidimensional, aquella que es pobre por ingresos y presenta además 3 o más carencias, afecta al 14% de los hogares y casi a 2 de cada 10 habitantes urbanos (18,6%). Se trata de valores muy similares a los que presentaba la sociedad en 2009-2010. Debido al aumento en la pobreza por ingresos, las relativas mejoras observadas en los derechos sociales no impactaron en el índice.

Al igual que la pobreza multidimensional, la pobreza estructural afecta fundamentalmente a los segmentos con inserciones económicas marginales, sectores populares y clases medias bajas. Durante el último año, los sectores más afectados han sido justamente las clases obreras y medias bajas.

Fuente: AICA