Uruguay: “Casa de todos”, la Carta Pastoral del Cardenal Sturla
El pasado fin de semana llegó a todas las comunidades de la arquidiócesis la última carta pastoral del Cardenal Daniel Sturla, “Casa de todos”. El documento explica el Programa Misionero ‘Jacinto Vera’, que será una instancia de preparación que la Iglesia de Montevideo está transitando hacia la ‘Misión Casa de todos.’
Si bien la carta fue escrita y firmada por el Cardenal Daniel Sturla, fue asesorado por el equipo de Curia y por los sacerdotes de la Arquidiócesis. También participaron del proceso religiosos, religiosas y laicos.
Para presentar la carta pastoral y dialogar sobre distintos aspectos de la misión, el Arzobispo de Montevideo estuvo en el programa’ Tendiendo puentes’ que se emite los sábados por la mañana en Radio Oriental. Compartimos con ustedes algunos pasajes de la entrevista.
Iglesia en salida
La intención del Cardenal Daniel Sturla en esta nueva carta pastoral es la de invitar a toda la Arquidiócesis a ser parte del programa misionero “Jacinto Vera”, y a participar en la Misión “Casa de Todos”, que se llevará adelante durante el tiempo pascual del año 2019.
De las 83 parroquias que hay en Montevideo más de 40 se han integrado a esta Misión y según el Arzobispo “la idea es que las parroquias que no se integren puedan hacerlo a través de la oración”.
Para el Arzobispo de Montevideo, “Decididamente queremos ser Iglesia en salida. No nos queremos quedar solo en lindos propósitos, en la letra, sino que queremos ser una Iglesia que sale”. Recordó que todos los programas evangelizadores que se han llevado adelante en este tiempo han tenido esta clave misionera.
“Es una iglesia que siguiendo las directivas del Papa Francisco, y diría más, siguiendo el propio Evangelio, quiere ser una Iglesia en salida y anunciar. Llegar a la gente, allí donde la gente está para anunciarle a Jesús Resucitado: anunciar el kerygma”, agregó.
La meta es la santidad
Durante la entrevista, realizada por Gabriela Gómez y Camilo Genta, se le preguntó al Pastor de la Iglesia de Montevideo por qué insistía en que la Iglesia no es un “club de perfectos”. El obispo respondió: “Muchas veces los cristianos podemos tener la tentación maniquea de ser los buenos en un mundo de malos. Y después miramos para adentro y nos damos cuenta que las realidades del pecado también están presentes en nosotros”.
Profundizando en esta cuestión, aclaró que: “un cristiano tiene que tener claro que su meta es la santidad y que el Señor con su gracia puede llevarlo a esa santidad. Pero el hombre siempre es frágil, pecador, e integra una comunidad también de pecadores, pero una comunidad de puertas abiertas. Estamos diciendo que nadie puede sentirse excluido de la Iglesia. La Iglesia es para todos, porque a todos quiere llegar el mensaje de salvación”.
Hacia los cristianos alejados
La misión está dirigida, principalmente, a aquellos cristianos, mayores de 20 años, que se han alejado de la práctica de la fe. “Esto no quiere decir que si hay gente no cristiana que a raíz del programa se acerque le vamos a decir que no. O que el límite de los 20 años es algo insalvable. Pero el punto son los cristianos alejados”, explicó Monseñor Sturla.
El Arzobispo recordó que el año pasado se realizó una investigación con Equipos Consultores que arrojó, entre otros datos, que en muchos cristianos que se habían alejado de la práctica de la fe persistía la nostalgia de lo vivido en la Iglesia. De allí la elección de este grupo como el prioritario para la misión.
“De algún modo queremos transmitirle a estas personas, dijo el obispo, que no nos es indiferente que estén o no estén en la vida de la comunidad. Los invitamos a compartir nuevamente la alegría de la fe, a reencontrarse con Jesús en los sacramentos”.
Para poder realizar una misión que busca llegar a tantas personas se están realizando los talleres Jacinto Vera, que son instancias de formación para quienes saldrán al encuentro de los cristianos más alejados.
En opinión del Cardenal Daniel Sturla “La salida será muy diversa, porque así de diversa son las realidades que se dan en los distintos barrios de Montevideo. Entonces habrá que buscar distintas formas de salida”. Aseguró, además, que “la clave está en el cuerpo a cuerpo; tratando de llegar a aquel que se ha alejado de la Iglesia en la familia, el barrio, el trabajo o el estudio”.
El kerygma hoy
Una palabra que está muy presente en el documento es “kerygma”. El Arzobispo de Montevideo explicó que este término griego significa anuncio. Pero, remarcó “es un anuncio con poder. Es decirle al otro ‘Cristo ha muerto y resucitado. Cristo toca tu vida. El amor de Cristo llega a ti, te sana y te salva. Y es capaz de perdonar tus pecados, rescatarte de tus miserias’”.
Fue contundente cuando dijo: “El kerygma no es catequesis; es anunciar a Cristo y tratar de conectar la persona de nuestros hermanos con la experiencia del amor de Dios, a través de Jesús”.
Recibir a todos
Una misión como “Casa de todos”, también plantea desafíos, historias de vida, situaciones vitales difíciles. Surge la pregunta de cómo responder a estos problemas. “Hubo una reflexión que se hizo en el Coordinador Territorial que fue fantástica, porque todos los grupos de trabajo coincidían en que la Iglesia es realmente una casa de puertas abiertas, que quiere recibir a todos en la situación en que se encuentren; del mismo modo que hizo Jesús de Nazaret, que fue el amigo de los pecadores, es decir, de todos nosotros”, respondió esperanzado el Cardenal Daniel Sturla.
Además, el Arzobispo de Montevideo remarcó: “Nosotros queremos salir a todos y recibir a todos. Obviamente esta reflexión la vamos a hacer llegar a todas las comunidades en los talleres Jacinto Vera, habrá algo sobre esto, para que todas las personas se puedan sentir bien recibidas en la Iglesia”.
Un tema espiritual
El miércoles 8 de abril la Conferencia Episcopal del Uruguay presentó el documento ‘Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada’. En el escrito los obispos planteaban los problemas que Uruguay estaba atravesando y la posibilidad de que las brechas entre los distintos sectores sociales se agranden. En este contexto deberá trabajar el Programa Jacinto Vera.
Al respecto, el Cardenal Daniel Sturla enfatizó “el gran drama de la fragmentación social no es solamente social o económico, y eso está a la vista. Para las personas que están al margen ¿se les soluciona todo dándoles económicamente lo se necesitan? No, el problema es más hondo. El problema tiene raíces profundas y en el fondo es un tema espiritual”.
También el Arzobispo de Montevideo recordó que las noticias dan cuenta de la baja de la natalidad, aumento del número de asesinatos y suicidios, sobre todo en personas jóvenes, y que esto “nos habla de una enfermedad que es de contenido espiritual, que tiene que ver con el sentido de la vida. Si no le encontramos el sentido a la vida, fácilmente puede venir una especie de pesadez porque las dificultades son muy grandes”.
No obstante, el Arzobispo, sostuvo: “en cambio, descubrir que la vida es bella, que merece ser vivida, esto en el cristianismo está en la raíz misma, porque la vida es un regalo, un don de Dios. Esta llamada a la trascendencia, al encuentro definitivo con Dios”.
Para comunicar el Evangelio
Ante la llegada de este programa, de cara a una misión que busca llegar a quienes se han alejado de la Iglesia Católica, puede surgir la interrogante sobre si la propia Iglesia no tiene como objetivo acrecentar el número de fieles, o por lo menos que no disminuya. “No creo que este sea el propósito”, respondió el Cardenal Daniel Sturla.
“Igualmente es natural de cualquier institución querer permanecer. Pero en el caso de la Iglesia tiene asegurada su permanencia por la promesa de su fundador. El tema es que respondiendo a Él seamos capaces hoy de vivir su anuncio y de tener vitalidad, que para la Iglesia están muy unidas. La Iglesia vive para comunicar el Evangelio”.
Jacinto Vera
Sobre el final, el Arzobispo de Montevideo explicó el porqué del nombre Jacinto Vera para el programa: “Precisamente porque fue un gran misionero. Cuando, en 1859, es nombrado Vicario para todo el Uruguay la situación de la Iglesia era deplorable. Había pocos sacerdotes, solo 2 comunidades de religiosas femeninas, pocas comunidades de religiosos. Si bien pervivía una cristiandad criolla, no había una vida cristiana fuerte, además ya empezaban los primeros ramalazos del secularismo. Pero Jacinto Vera no se acobardó, no se amilanó, no fue pusilánime. En esa situación recorrió el país 3 veces; a caballo, en carreta y murió misionando”.
“Nosotros, hoy, en la situación en la que vivimos, queremos anunciar el kerygma y hacer crecer las comunidades”, concluyó el Cardenal Daniel Sturla..
Fuente: ICM