Uruguay: “Casa de todos”, la Carta Pastoral del Cardenal Sturla

El pasado fin de semana llegó a todas las comunidades de la arquidiócesis la última carta pastoral del Cardenal Daniel Sturla, “Casa de todos”. El documento explica el Programa Misionero ‘Jacinto Vera’, que será una instancia de preparación que la Iglesia de Montevideo está transitando hacia la ‘Misión Casa de todos.’

Si bien la carta fue escrita y firmada por el Cardenal Daniel Sturla, fue asesorado por el equipo de Curia y por los sacerdotes de la Arquidiócesis. También participaron del proceso religiosos, religiosas y laicos.

Para presentar la carta pastoral y dialogar sobre distintos aspectos de la misión, el Arzobispo de Montevideo estuvo en el programa’ Tendiendo puentes’ que se emite los sábados por la mañana en Radio Oriental. Compartimos con ustedes algunos pasajes de la entrevista.

Iglesia en salida

La intención del Cardenal Daniel Sturla en esta nueva carta pastoral es la de invitar a toda la Arquidiócesis a ser parte del programa misionero “Jacinto Vera”, y a participar en la Misión “Casa de Todos”, que se llevará adelante durante el tiempo pascual del año 2019.

De las 83 parroquias que hay en Montevideo más de 40 se han integrado a esta Misión y según el Arzobispo “la idea es que las parroquias que no se integren puedan hacerlo a través de la oración”.

Para el Arzobispo de Montevideo, “Decididamente queremos ser Iglesia en salida. No nos queremos quedar solo en lindos propósitos, en la letra, sino que queremos ser una Iglesia que sale”. Recordó que todos los programas evangelizadores que se han llevado adelante en este tiempo han tenido esta clave misionera.

“Es una iglesia que siguiendo las directivas del Papa Francisco, y diría más, siguiendo el propio Evangelio, quiere ser una Iglesia en salida y anunciar. Llegar a la gente, allí donde la gente está para anunciarle a Jesús Resucitado: anunciar el kerygma”, agregó.

La meta es la santidad

Durante la entrevista, realizada por Gabriela Gómez y Camilo Genta, se le preguntó al Pastor de la Iglesia de Montevideo por qué insistía en que la Iglesia no es un “club de perfectos”. El obispo respondió: “Muchas veces los cristianos podemos tener la tentación maniquea de ser los buenos en un mundo de malos. Y después miramos para adentro y nos damos cuenta que las realidades del pecado también están presentes en nosotros”.

Profundizando en esta cuestión, aclaró que: “un cristiano tiene que tener claro que su meta es la santidad y que el Señor con su gracia puede llevarlo a esa santidad. Pero el hombre siempre es frágil, pecador, e integra una comunidad también de pecadores, pero una comunidad de puertas abiertas. Estamos diciendo que nadie puede sentirse excluido de la Iglesia. La Iglesia es para todos, porque a todos quiere llegar el mensaje de salvación”.

Hacia los cristianos alejados

La misión está dirigida, principalmente, a aquellos cristianos, mayores de 20 años, que se han alejado de la práctica de la fe. “Esto no quiere decir que si hay gente no cristiana que a raíz del programa se acerque le vamos a decir que no. O que el límite de los 20 años es algo insalvable. Pero el punto son los cristianos alejados”, explicó Monseñor Sturla.

El Arzobispo recordó que el año pasado se realizó una investigación con Equipos Consultores que arrojó, entre otros datos, que en muchos cristianos que se habían alejado de la práctica de la fe persistía la nostalgia de lo vivido en la Iglesia. De allí la elección de este grupo como el prioritario para la misión.

“De algún modo queremos transmitirle a estas personas, dijo el obispo, que no nos es indiferente que estén o no estén en la vida de la comunidad. Los invitamos a compartir nuevamente la alegría de la fe, a reencontrarse con Jesús en los sacramentos”.

Para poder realizar una misión que busca llegar a tantas personas se están realizando los talleres Jacinto Vera, que son instancias de formación para quienes saldrán al encuentro de los cristianos más alejados.

En opinión del Cardenal Daniel Sturla “La salida será muy diversa, porque así de diversa son las realidades que se dan en los distintos barrios de Montevideo. Entonces habrá que buscar distintas formas de salida”. Aseguró, además, que “la clave está en el cuerpo a cuerpo; tratando de llegar a aquel que se ha alejado de la Iglesia en la familia, el barrio, el trabajo o el estudio”.

El kerygma hoy

Una palabra que está muy presente en el documento es “kerygma”. El Arzobispo de Montevideo explicó que este término griego significa anuncio. Pero, remarcó “es un anuncio con poder. Es decirle al otro ‘Cristo ha muerto y resucitado. Cristo toca tu vida. El amor de Cristo llega a ti, te sana y te salva. Y es capaz de perdonar tus pecados, rescatarte de tus miserias’”.

Fue contundente cuando dijo: “El kerygma no es catequesis; es anunciar a Cristo y tratar de conectar la persona de nuestros hermanos con la experiencia del amor de Dios, a través de Jesús”.

Recibir a todos

Una misión como “Casa de todos”, también plantea desafíos, historias de vida, situaciones vitales difíciles. Surge la pregunta de cómo responder a estos problemas. “Hubo una reflexión que se hizo en el Coordinador Territorial que fue fantástica, porque todos los grupos de trabajo coincidían en que la Iglesia es realmente una casa de puertas abiertas, que quiere recibir a todos en la situación en que se encuentren; del mismo modo que hizo Jesús de Nazaret, que fue el amigo de los pecadores, es decir, de todos nosotros”, respondió esperanzado el Cardenal Daniel Sturla.

Además, el Arzobispo de Montevideo remarcó: “Nosotros queremos salir a todos y recibir a todos. Obviamente esta reflexión la vamos a hacer llegar a todas las comunidades en los talleres Jacinto Vera, habrá algo sobre esto, para que todas las personas se puedan sentir bien recibidas en la Iglesia”.

Un tema espiritual

El miércoles 8 de abril la Conferencia Episcopal del Uruguay presentó el documento ‘Construyamos puentes de fraternidad en una sociedad fragmentada’. En el escrito los obispos planteaban los problemas que Uruguay estaba atravesando y la posibilidad de que las brechas entre los distintos sectores sociales se agranden. En este contexto deberá trabajar el Programa Jacinto Vera.

Al respecto, el Cardenal Daniel Sturla enfatizó “el gran drama de la fragmentación social no es solamente social o económico, y eso está a la vista. Para las personas que están al margen ¿se les soluciona todo dándoles económicamente lo se necesitan? No, el problema es más hondo. El problema tiene raíces profundas y en el fondo es un tema espiritual”.

También el Arzobispo de Montevideo recordó que las noticias dan cuenta de la baja de la natalidad, aumento del número de asesinatos y suicidios, sobre todo en personas jóvenes, y que esto “nos habla de una enfermedad que es de contenido espiritual, que tiene que ver con el sentido de la vida. Si no le encontramos el sentido a la vida, fácilmente puede venir una especie de pesadez porque las dificultades son muy grandes”.

No obstante, el Arzobispo, sostuvo: “en cambio, descubrir que la vida es bella, que merece ser vivida, esto en el cristianismo está en la raíz misma, porque la vida es un regalo, un don de Dios. Esta llamada a la trascendencia, al encuentro definitivo con Dios”.

Para comunicar el Evangelio

Ante la llegada de este programa, de cara a una misión que busca llegar a quienes se han alejado de la Iglesia Católica, puede surgir la interrogante sobre si la propia Iglesia no tiene como objetivo acrecentar el número de fieles, o por lo menos que no disminuya. “No creo que este sea el propósito”, respondió el Cardenal Daniel Sturla.

“Igualmente es natural de cualquier institución querer permanecer. Pero en el caso de la Iglesia tiene asegurada su permanencia por la promesa de su fundador. El tema es que respondiendo a Él seamos capaces hoy de vivir su anuncio y de tener vitalidad, que para la Iglesia están muy unidas. La Iglesia vive para comunicar el Evangelio”.

Jacinto Vera

Sobre el final, el Arzobispo de Montevideo explicó el porqué del nombre Jacinto Vera para el programa: “Precisamente porque fue un gran misionero. Cuando, en 1859, es nombrado Vicario para todo el Uruguay la situación de la Iglesia era deplorable. Había pocos sacerdotes, solo 2 comunidades de religiosas femeninas, pocas comunidades de religiosos. Si bien pervivía una cristiandad criolla, no había una vida cristiana fuerte, además ya empezaban los primeros ramalazos del secularismo. Pero Jacinto Vera no se acobardó, no se amilanó, no fue pusilánime. En esa situación recorrió el país 3 veces; a caballo, en carreta y murió misionando”.

“Nosotros, hoy, en la situación en la que vivimos, queremos anunciar el kerygma y hacer crecer las comunidades”, concluyó el Cardenal Daniel Sturla..

Fuente: ICM

12 Razones para Transmitir la Fe

Transmitir la grandeza del Dios de Jesús es una ganancia. Y muchas razones lo avalan.

Por María Dolores López Guzmán

«Con ser una buena persona basta». Esa podría ser una rúbrica de nuestra cultura. «Vive y deja vivir». Algunos creyentes, arrastrados por este sentir, están perdiendo el interés en la comunicación de la fe convencidos de que ahí no reside lo importante. Pero no es cierto. Transmitir la grandeza del Dios de Jesús es una ganancia. Y muchas razones lo avalan:

  1. Por dar a los otros LO MEJOR. ¿Y qué es lo mejor? Nada es comparable a Dios. La vida está llena de variables (salud/enfermedad, pobreza/riqueza, honor/deshonor, vida/muerte), sólo Dios permanece siempre.
  2.  Por construir RELACIONES SANAS. Dios ‘ordena’ todo; es un buen ‘corrector’ (siempre con la misericordia a cuestas) de nuestros excesos (deseo de posesión, indiferencia, violencia…).
  3. Por COHERENCIA. Si somos bautizados, si hemos confirmado nuestra fe, si comulgamos… será porque lo consideramos importante. Si no fuera así, transmitiríamos a los demás una gran incoherencia.
  4. Por COMPROMISO. No se puede decir «soy de los de Jesús» y, sin embargo, actuar por cuenta propia. Ser miembro de la Iglesia compromete.
  5. Por no echar a perder lo que a su vez HE RECIBIDO y tiene valor. Nadie puede sustituir mi labor, ni puede realizar la misión que me ha sido encomendada. Los talentos que se tienen, o se invierten en beneficio de los otros, o se pierden.
  6. Por tratar de construir un mundo más JUSTO. El Evangelio es una Buena Noticia. Educar en los valores del Evangelio contribuye a crear personas justas.
  7. Por dar ESPERANZA. La visión materialista ahoga porque pone sus ojos en realidades caducas; la visión cristiana, que trasciende las apariencias, libera.
  8. Por animar a ser ‘hombres FUERTES’, como decía san Pablo (1Co 16, 23), de aquellos que depositan su absoluta confianza en Dios, fortaleza nuestra (Sal 46, 2). La religión cristiana es lo contrario de la ‘blandenguería’, porque el precio que se paga por un amor que te hace libre es muy alto: marginación, burla, desprecio… la muerte incluida.
  9. Por presentar MODELOS DE VIDA que merezcan la pena. Mejor parecerse a Francisco de Asís que al líder del último grupo musical de moda. La historia de la Iglesia está plagada de ‘buena gente’.
  10. Por reconocer y amar nuestras RAÍCES. Quiénes somos, de dónde venimos… tanto en su sentido original (Dios es Creador y Dador de la vida), como histórico (la fe de nuestros padres nos fue a su vez transmitida).
  11. Por crear unión y COMUNIÓN con otros, más allá de lo biológico.
  12. Por amor y para comunicar la alegría que nace de UNA FORMA DE AMAR.

Fuente: Pastoral SJ

Romero y la Iglesia de los Pobres

Hay muchísimas citas de Monseñor sobre los pobres y la Iglesia de los pobres, dichas al compás de los acontecimientos del país. A nosotros, discípulos de Romero, nos toca sistematizar ese conjunto de referencias, sembradas a lo largo de muchas de sus homilías en los tres años de pastor de la arquidiócesis de El Salvador.

En estas tres notas que he seleccionado, aparecen sugerencias profundas. Entre ellas:

  • Preocuparme por los pobres como un asunto propio; como si fuera mi propia familia.
  • Asumir la causa de los pobres como mi propia causa.
  • Convertirme al Cristo que vive en los pobres.

En la homilía del 4 de marzo del 79 dijo: «Cuando hablamos de la Iglesia de los pobres, simplemente estamos diciendo a los ricos también: vuelvan los ojos a esta Iglesia y preocúpense de los pobres tanto como de un asunto propio».

El 15 de julio del año 79, dijo en la homilía: «Yo me alegro, hermanos, de que nuestra Iglesia sea perseguida precisamente por su opción preferencial por los pobres y por tratar de encarnarse en el interés de los pobres y decir a todo el pueblo, gobernantes, ricos y poderosos: (…) Si no se interesan por la pobreza de nuestro pueblo como si fuera su propia familia, no podrán salvar a la sociedad».

En la homilía del 1º d julio del 79 dice: «Algunos creen que, cuando la Iglesia se proclama Iglesia de los pobres, como que se parcializa y deprecia a los ricos. ¡De ninguna manera! El mensaje es universal. Dios quiere salvar a los ricos también. Pero precisamente porque los quiere salvar les dice que no se pueden salvar mientras no se conviertan al Cristo que vive precisamente en los pobres. (…) Ser pobre consiste en aceptar y asumir la causa de los pobres como si estuviera aceptando y asumiendo su propia causa y la causa de Cristo».

Con estas breves muestras podemos hacernos idea de lo que significa para el Beato Romero la Iglesia de los pobres.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

 

De Grietas y Puentes

Una de las grietas más famosas que ha afectado y aún pesa sobre las sociedades occidentales es el conflicto entre ciencia y religión que, en particular, se profundizó en la segunda mitad del siglo XIX.

Las grietas existen desde hace muchos siglos: esclavos y libres, paganos y cristianos, pobres y ricos, creyentes y no creyentes; la lista de los bordes de las numerosas fisuras de las sociedades humanas podría continuar casi al infinito. También podría enumerar los puentes construidos por personas que han trabajado por cerrar heridas y no por agudizar conflictos. Los que buscan superar grietas pasan a la historia como constructores de justicia y de paz. Se trata al final de cuentas de cómo queremos ser recordados: creadores de división o promotores de diálogo.

Una de las grietas más famosas que ha afectado y aún pesa sobre las sociedades occidentales es el conflicto entre ciencia y religión que, en particular, se profundizó en la segunda mitad del siglo XIX. Un ejemplo es el surgimiento del caso Galileo tal como lo conocemos hoy. Desde entonces, extremistas en ambos lados han contribuido a agudizar las tensiones, si bien es cierto que en las últimas décadas parece predominar una actitud dialoguista. Ciertamente, la educación en ambos bordes de la grieta contribuye a facilitar la predisposición al diálogo que ayuda a entender la alteridad y la diversidad sin querer eliminarlas.

Cátedra libre sobre Ciencia, Religión y Educación

En la Universidad Católica de Córdoba (UCC) existe, desde 2017, un espacio para que la comunidad académica pueda tratar temas relacionados al diálogo ciencia-religión. A través de esta propuesta se busca llegar a toda la sociedad cordobesa en sus distintos componentes. El tema adquiere además especial relevancia si se tiene en cuenta que este año se han incorporado la Facultades de Filosofía y de Teología que los jesuitas tenían en San Miguel.

Sin lugar a dudas, el diálogo ciencia-religión no puede restringirse al ámbito de los expertos. Una actividad importante de la cátedra es la jornada para docentes de nivel secundario. La misma se llevó a cabo en la sede Centro de nuestra Universidad el próximo 25 de agosto. Este año la propuesta tuvo como tema de reflexión ‘la vida en el universo’. Entre los disertantes estuvieron Carolina Chavero, astrónoma del Observatorio de Córdoba, y María José Caram, teóloga de nuestra Universidad.

Además, un equipo de docentes del Instituto Jesuita Sagrada Familia presentará el proyecto educativo OTHER (Otros mundos, tierra humanidad y espacio remoto). A través de este espacio, intentamos realizar una tarea de estudio que incluya profesores y alumnos de escuela secundaria; al que consideramos un espacio privilegiado para que las nuevas generaciones se ejerciten en un diálogo abierto que haga posible el abordaje de temas importantes y profundamente humanos desde un enfoque multidisciplinar. El tema de la búsqueda de otros mundos habitados puede resultar una excelente palestra.

Fuente: UCC

Card. Sturla: Que el Debate por el Aborto Ayude a Encontrar Soluciones

El Arzobispo de Montevideo se refirió a la histórica votación del Proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Argentina

Cuando los principales diarios y semanarios del Uruguay publican artículos sobre la votación del Senado argentino sobre el aborto, el Cardenal Daniel Sturla dedicó su espacio semanal en Radio Oriental para referirse al tema, destacando que en dichos artículos “predomina una cierta desazón por el pronunciamiento del senado argentino, con algunos títulos muy sugestivos”.

En su opinión “como pasa siempre con el tema del aborto, se encrespan las posturas y también se dicen una serie de falacias. Ni que decir cuando se habla de números y de la cantidad de abortos que se manejan; se dan con total desparpajo cifras absolutamente agigantadas”, y agregó que esto también pasó en nuestro país.

El Cardenal subrayó que “el tema de fondo es si lo que existe en el vientre de una mujer que ha concebido es solamente un montón de células, una parte de su cuerpo o -como la ciencia nos demuestra fehacientemente- una nueva vida. Una vida humana con su carga genética propia, una individualidad única e irrepetible y que por tanto tiene el derecho a la vida, que es el primero de los derechos humanos”.

Agregó que es en estos momentos “cuando se levanta el dedo acusador contra la Iglesia que defiende la vida. Y en esto se unen, una cierta izquierda con un liberalismo de tinte jacobino, que no reconoce que detrás de ellos hay poderosísimos intereses económicos, grandes magnates, grandes empresas. Y quizá, como algunos sostienen, la factibilidad o no de préstamos internacionales a los estados que adoptan determinadas políticas de población”.

La Iglesia siempre defenderá la vida

Seguidamente, el Arzobispo de Montevideo sostuvo: “la Iglesia nuevamente ha salido a la defensa de la vida en Argentina, como lo hace y la hará en todos los países, siendo mayoría o minoría. Lo ha hecho públicamente en el marco de la sociedad plural y democrática, comprometida con la defensa de los derechos humanos y proclamando, al mismo tiempo, los deberes que todo cristiano tiene en la vida pública y privada”.

También habló sobre las posibles reacciones ante la postura de la Iglesia. “¿Se blandirá con la resonancia mediática con la que se han manejado los pecados y abusos de los clérigos para tapar la boca de la Iglesia?”, se preguntó. Y agregó: “La Iglesia sufre por esta herida, ha pedido perdón y ha aprendido la lección, en medio de un malestar sin dudas creciente de la opinión pública”. Pero afirmó que, más allá de esto, “la Iglesia no se puede callar, como no se calla hoy en Venezuela o en Nicaragua, ante los atropellos del poder. O como lo hizo para subsistir, de forma clandestina, en los países comunistas del este europeo, donde en algunos de ellos llegó a estar absolutamente prohibida”.

Buscar soluciones

En el último tramo de su alocución, el Cardenal Daniel Sturla reflexionó sobre las connotaciones de la decisión en el país vecino: “¿Se trata entonces de que festejemos el resultado?”. Como respuesta compartió parte de una publicación que realizó el Arzobispo de La Plata, Mons. Víctor Manuel Fernández, sobre lo que dejó el debate del aborto: “Sin embargo, no me atrevería a salir a festejar por el ‘no’ al aborto, porque creo que ni los legisladores ni la sociedad en general pueden irse a dormir tranquilos. Todavía no se ha discutido cómo haremos para acompañar los embarazos no deseados, para ayudar a las mujeres con problemas a no tener que llegar al extremo del aborto, para facilitar la adopción, para prevenir el embarazo adolescente, para fomentar una paternidad responsable, para mejorar el acceso a la salud de las mujeres pobres (son muchas más las que mueren por llegar al parto desnutridas o enfermas que las que mueren por aborto)… Si para algo sirvió este debate, es para reconocer las tareas pendientes”.

Para el final, el Arzobispo de Montevideo argumentó que también en nuestro país, donde el aborto fue despenalizado, “nos planteemos qué estamos haciendo en todas estas causas que tienen que ver con la salud total de la mujer que se encuentra ante la maternidad en condiciones que a veces son muy difíciles”. “Que este debate nos ayude, no a encresparnos nuevamente con el tema, sino a buscar soluciones; soluciones que busquen la defensa de la vida de la madre y del niño por nacer”, concluyó.

Fuente: Iglesia de Montevideo

¿Fronteras?

¿Qué frontera se puede poner a lo humano? Hay que descubrirlo.

Por Fabricio Alaña, S.J.

La palabra frontera es un límite para separar regiones; están hechas por acuerdos humanos en base a guerras, peleas, consensos o en algunos casos por hitos naturales. Los seres humanos a través de sus Estados-Nación necesitan de las fronteras para definir su región, explotar sus recursos y vivir de ellos.

¿Eso es bueno o malo? Es necesario.

¿Eso define lo humano? Describe una cultura.

¿Qué frontera se puede poner a lo humano? Hay que descubrirlo.

Actualmente Ecuador está recibiendo cada día cerca de cuatro mil venezolanos, hombres, mujeres y niños, nos dicen las estadísticas. Ante esto, se quejaba un “ecuatoriano” (carente de memoria y humanidad) en un diario (El Expreso, sábado 11 de agosto de 2018, pág. 4 y 8 Cartas al editor), en los siguientes términos:

“Ante el flujo migratorio de venezolanos a nuestro país es necesario ya, que nuestras autoridades tomen medidas, y una de las más lamentables es cerrar la frontera norte. Despojémonos de sentimentalismos y procedamos… Si no tomamos medidas esto originará al Ecuador fuga de dólares al exterior y más desempleo. Ecuador también tiene problemas económicos”.

El señor que se quejaba en el diario, claramente no es la voz de miles de ecuatorianos que desde sus posibilidades tienden su mano para ayudar a los más necesitados, hace parte de los que en la Biblia se llaman los que murmuraban.

‘‘En la Biblia aparece mucho la palabra “murmurar” cuando un profeta o Jesús hace una acción maravillosa, “dar de comer a cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños, con solo cinco panes y dos peces” (Jn 6: 9-10). Entonces Jesús se revelaba como el Pan de Vida y la gente murmuraba (Jn 6:41) como murmuraban contra Moisés, “nos has traído a morir en busca de la tierra prometida, cuando estábamos tan bien en Egipto” (Ex 16:2). Es decir, reconocer que Dios actúa en la vida no es fácil, pero el murmurar, criticar y desear la esclavitud eso es más fácil.

El señor que se quejaba/murmuraba en la carta al editor del diario, tiene toda la razón, en el Ecuador también hay problemas económicos y sociales. Pero cerrando la frontera a los humanos/hermanos que vienen de otros países, no solo Venezuela, es no reconocer su naturaleza humana y la interdependencia de los pueblos para buscar soluciones reales y eficaces a los problemas de quienes llamamos cristianamente nuestros hermanos. La solución a veces es más simple de lo que pensamos, pero no queremos porque nuestro egoísmo es más grande de lo que creemos. Al parecer la memoria se ha borrado de quienes tienen este tipo de pensamientos, y se ha olvidado que nuestro país ha pasado por diferentes crisis que también han obligado a muchas de nuestras familias ecuatorianas a migrar en búsqueda de mejores oportunidades principalmente a España y Estados Unidos. Lo más reciente, cuando sufrimos el terremoto del 2016, no hubiéramos podido salir adelante sin la ayuda internacional.

Hoy los problemas locales son globales y todos nos debemos sentir responsables por el futuro de la humanidad. ¿Acaso la “casa común” se va a poder cuidar solo desde un país?

Quienes trabajamos con jóvenes tratamos de ampliar horizontes. El mundo es nuestra casa, la humanidad diversa y rica en sus expresiones culturales refleja una sola condición humana, las necesidades son comunes. Educamos para humanizar y al humanizar transformamos vidas, buscamos la felicidad. La mentalidad internacional es la clave para formar ciudadanos del mundo, no presos de un sistema o región. Las fronteras reales, compañeros, no existen; las mentales sí, y son las que destruyen la creatividad.

“Así como no puedes meter a un huracán en una caja, tampoco lo puedes hacer con la realidad. Los límites de la realidad son inmensos y movibles. Las fronteras solo están en tu mente, como las fronteras que deseamos que veamos cuando vamos en un avión. Eso es fragmentar la realidad y la realidad es global, es unidad” (Tony de Mello, sj, Autoliberación Interior, pág 126). Por algo, ya lo decían los antiguos, “nihil humanum alieno a me puto”. Nada de lo humano me es ajeno (Terencio). Y si me digo cristiano, ¿qué es para mí lo humano?

Fuente: Para ti Joven

 

Repensando la Política

Los días 7 y 8 de setiembre pasados, se desarrolló, en la localidad de Tanti (Córdoba) la 5ta edición de las jornadas ‘Repensando la política’ organizadas por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), que preside Mons. Jorge Lugones SJ. Se trata de un espacio que tiene el objetivo de contribuir a la formación y al trabajo en red de dirigentes con capacidad de generar y promover políticas públicas, priorizando el desarrollo integral y la erradicación de la pobreza.

En sintonía con la propuesta del Papa Francisco, se propone que la iglesia y la dirigencia política se aproximen desde una Cultura del Encuentro para intentar construir desde la pluralidad de pensamiento, en diálogo desde las propias particularidades.

La presente edición se congregó en torno a la propuesta “Hacia una Política del Encuentro” y se celebraron paneles, el primer día, en torno a la cultura del encuentro, el malestar social y la economía con rostro humano y el día sábado, se trataron los aportes de la Doctrina Social a nueva política y el desafío de la equidad del siglo XXI.

Una democracia con pobres no está funcionando bien”, advirtió Mons. Lugones en su discurso de inauguración frente a de autoridades provinciales, religiosas, de organizaciones sociales y dirigentes políticos de distintos puntos del país. Acompañado por el arzobispo de Córdoba, Mons. Ñáñez y el intendente de Tanti, Luis Azar, el prelado consideró “urgente e imprescindible rehabilitar la dignidad de la política, devolverle el crédito de todos” para enfrentar lo que definió como “un sistema económico global profundamente injusto”.

En este sentido, monseñor Lugones recordó al papa Francisco postulando que “la política no debe postrarse ante la economía” y convocó al diálogo y al encuentro para “reemplazar el paradigma tecnocrático que gobierna al mundo, por un nuevo modelo con rostro humano”.

Frente a una concurrida audiencia, llamó a todos a protagonizar “una verdadera revolución cultural, abandonando el relativismo, el egoísmo, el individualismo y comenzar a pensar como miembros responsables de nuestra comunidad, mirando a los seres humanos y su entorno. Esto implica, por ejemplo, que cada vez que pensemos en nuestros derechos, pensemos también en nuestros deberes”.

Hacia una Política del Encuentro

Los días 7 y 8 de septiembre próximos, en Tanti (Córdoba), se desarrollará la 5ta edición de las jornadas ‘Repensando la política’ organizadas por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), que preside Mons. Jorge Lugones SJ.

Se trata de un espacio que tiene el objetivo de contribuir a la formación y al trabajo en red de dirigentes con capacidad de generar y promover políticas públicas, priorizando el desarrollo integral y la erradicación de la pobreza.

Se trata de un programa bienal que, en sintonía con la propuesta del Papa Francisco, se propone que la iglesia y la dirigencia política se aproximen des una Cultura del Encuentro para intentar construir desde la pluralidad de pensamiento, en diálogo con el otro, desde las propias particularidades, sin perder lo que nos hace único a cada uno. Este, como otros espacios eclesiales de encuentro, busca dar lugar para que se produzca el diálogo profundo acerca de las principales problemáticas que afectan a nuestro país.

La última edición de estas jornadas (2016) tuvo como sede el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional, en el marco de las celebraciones del Bicentenario, bajo el lema “Repensar la política y el ejercicio del poder en clave de servicio”. La presente edición se congrega en torno a la propuesta “Hacia una Política del Encuentro”. El viernes 7, habrá tres paneles: “La cultura del encuentro y de la solidaridad, un desafío social”, “Evaluación del malestar social” y “Una economía con rostro humano; el desafío de la política”.

El sábado 8, se dictará la conferencia “Aporte de la Doctrina Social de la Iglesia a la fundamentación de la política. El papel de la sociedad civil en una cultura del encuentro”, un panel sobre “Los cambios para recuperar la confianza social en la política” y una conferencia de clausura sobre “Desarrollo sustentable, el desafío de la equidad del siglo XXI”.

 

Recordando la Asamblea Mundial de CVX

Crónica de la Asamblea Mundial de CVX, celebrada hace un mes en San Miguel, Buenos Aires, Argentina.

Reunidos en el barrio de San Miguel, donde el Papa Francisco tuvo su primera parroquia, cada comunidad CVX ha alzado el vuelo desde su realidad para unir la realidad en un único sentir. Somos 72 países pero no somos números, en esta asamblea somos uno a uno, cara a cara.

El primer día de Asamblea comenzó con una carta del Papa. En ella nos llamaba a ser una «CVX en salida» para saciar los corazones de la humanidad. El papa escribió a la CVX: «Reconocer el don concedido supone una llamada a la responsabilidad, a salir de ustedes mismos e ir al encuentro de los demás, para alimentarlos con el único pan capaz de saciar el corazón humano».

El presidente, Mauricio López, introdujo la asamblea invitándonos a superar la autocomplacencia, a discernir juntos y a vivir en conversión de manera profética y valiente.

El consejo mundial presentó el trabajo de estos últimos cinco años, con algunas conclusiones sobre cómo mejorar nuestro proceso de formación y las 4 fronteras prioritarias que necesitamos inspirar, consolidar y expandir: Familias, Globalización y pobreza, Migraciones y Juventud.

La metodología ignaciana giró en torno a la conversación espiritual aplicada durante la asamblea. Así se destilaron las decisiones y mociones esenciales. El proceso lo guió el grupo ESDAC, un centro ignaciano especializado en métodos (www.esdac.net ) Forma parte del equipo ESDAC el jesuita español José de Pablo. El espíritu que inspira esta conversación espiritual es familiar a todos: escucha activa y receptiva, deseo de comunicar aquello que nos toca en la mayor profundidad, atmósfera de confianza y acogida, apertura a compartir…

También hubo ocasión de visitar la parroquia central del barrio donde se celebraba la asamblea, San José. Donde había un gallinero, el Papa Francisco construyó la parroquia hace 35 años como plataforma misionera para todo el barrio. Tienen una comunidad laica muy grande y viva. Este es un momento muy especial de encuentro de la Asamblea con todas las familias del barrio, que viven situaciones muy duras, y con una incipiente CVX.

En el día de puertas abiertas, el Padre General Arturo Sosa nos habló de consolidar CVX para responder a los desafiantes tiempos del siglo XXI y contribuir al fortalecimiento de la Iglesia laical. El Papa Francisco nos ha pedido ayudar a expandir el discernimiento en el mundo.

Con la CVX la Compañía tiene un vínculo especial que nos une a llevar el Evangelio. Esta responsabilidad nos impulsa a buscar mayor profundidad en la colaboración, dijo el General. Los desafíos de la Humanidad en estos momentos son de tal envergadura que solamente colaborando juntos podremos responder. La colaboración entre la SJ y la CVX tiene mucho espacio para crecer, es un desafío esperanzador que abre nuevos horizontes apostólicos.

Después continuó el proceso de la Asamblea, con tres días de silencio intenso y oración, guiados por el equipo de ESDAC, buscando la gracia de nuestro momento histórico que desborda hacia el futuro, descubriendo a qué estamos llamados hoy como CVX.

Hubo tres ejes principales. El primer eje, salir al camino como compañeros. El segundo, usar el discernimiento laico ignaciano como herramienta transversal. El tercero, ser una comunidad profética al servicio de la reconciliación y especialmente en las periferias del mundo y la existencia.

En el último día, se eligió un nuevo Consejo Mundial (ExCo), que quedó como sigue:

Presidente: Denis Dobbelstein (Bélgica)

VicePresidenta: Ann Marie Brennan (USA)

Secretaria: Catherine Waiyaki (Kenia)

Consultores:

  • Fernando Vidal (España)
  • Daphne Ho (Hong Kong)
  • Diego Pereira (Uruguay)
  • Najat Sayegh (Líbano)
  • Vice Asistente: Herminio Rico, SJ

Fuente: Info SJ

Iglesia-Estado en la Argentina: ¿quién sostiene a quién?

Un análisis de la relación entre la Iglesia y el Estado Argentino a lo largo de la historia.

Por Edgardo Fretes – Docente y Comunicador

Cuando con «inocencia discutible» algunos medios tomaron de más de 1.000 preguntas a Marcos Peña, jefe de ministros, justo la que tiene que ver con el sostenimiento de la Iglesia, como noticiable o relevante, se volvió a abrir un viejo debate sobre la relación Estado – Iglesia Católica.

Verdad Histórica

Dice Héctor Ruiz Núñez en su libro «La Cara Oculta de la Iglesia»: «La mayor parte de los bienes de la Iglesia argentina tienen su génesis en la época colonial. En los siglos XVI y XVII la corona española cedió cientos de miles de hectáreas a los obispados y a los conventos que se establecieron en el nuevo mundo. En el siglo XVIII, en cambio, el crecimiento de las propiedades eclesiásticas derivó de donaciones y herencias».

En lo que hoy es Argentina, la Iglesia tenía 35.000 hectáreas de campos donde luego se establecieron los partidos de Luján, Merlo, Avellaneda, San Pedro, Arrecifes, Moreno, Quilmes, Magdalena y Tres de Febrero; en la provincia de Buenos Aires. También la Iglesia era propietaria de 300 manzanas en la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La renta que producían estas tierras servían al sostenimiento de las obras religiosas, el mantenimiento de orfanatos, hospitales y a la creación de nuevas comunidades y parroquias, en una región que crecía con gran velocidad demográfica.

Continúa el reconocido (anticlerical) periodista de La Nación: «Bernardino Rivadavia, siendo ministro de Gobierno de Martín Rodríguez, produjo un hecho que durante 150 años fue motivo de debates y reclamaciones entre la jerarquía eclesiástica y el gobierno: expropió numerosos inmuebles de la Iglesia ‘no necesarios para el culto’. Los sucesivos decretos no se limitaron sólo a los bienes, también reglamentaron distintos aspectos de la actividad religiosa, dentro de un proyecto conocido como Reforma Eclesiástica».

Esto ocurría en 1822. El detalle a tener en cuenta es que, a diferencia de lo que sucede en la mayoría de las expropiaciones, el Estado no dio a la Iglesia pago o indemnización a cambio. Muchas comunidades religiosas quedaron literalmente en la calle, tal fue el caso de los Monjes Recoletos a los que se les quitó la propiedad donde hoy podemos visitar el Cementerio de la Recoleta.

Luego fueron las sucesivas Constituciones, las de 1853 y 1994, las que consagraron en su Artículo 2, el sostenimiento del Culto Católico y fue el gobierno militar de la última dictadura el que promulgó una ley dando respuesta definitiva al reclamo de la Iglesia, por aquella renta que había dejado de recibir por los bienes expropiados.

Pero hay más. Alguien insospechado de clericalismo como Bernardo de Irigoyen, en la sesión del 11 de agosto de 1871, de la Convención Constituyente de Buenos Aires, decía: «La verdad del caso, Señor Presidente, es que la Iglesia se sostenía con los bienes que poseía, donados por los fieles. Vino el año 22 en que el gobierno concibió la idea patriótica de una reforma general, y en ella comprendió también al clero. Se inició pues la reforma eclesiástica, y para llevarla a cabo sancionó una ley que en su artículo 19 dice lo siguiente: ‘Desde el 1 de Enero de 1823, quedan abolidos los diezmos y las atenciones a que eran destinados serán cubiertos por los fondos del Estado’. Viene enseguida otra disposición de la misma ley de donde resulta que no fue la Iglesia Católica la que trató de ser sostenida por el Estado sino que fue el Estado el que tomó posesión de todos los bienes de la Iglesia, el que suprimió las contribuciones con que la Iglesia se sostenía, y que fue el Estado el que creyendo que estaba realizando una reforma liberal, una reforma de alta conveniencia pública, dijo: Tomo a mi cargo el sostén del Culto Católico en este país. Ésta es la verdad histórica».

Es decir, en sencillas palabras: la Iglesia en Argentina era una organización autofinanciada e independiente del Estado. Fue el Estado el que la quiso hacer dependiente para disciplinarla e intentar manejarla en su acción y discurso. Y esta verdad no la dice la Iglesia.

Los colegios católicos

La gran mayoría de los colegios católicos del país reciben subvención estatal para el pago de sueldos. Esto es cierto. Tan cierto como que son los mismos religiosos los que gestionan esos colegios y los mismos fieles los que los mantienen en infraestructura y mejoras, elevando el nivel educativo y haciendo patria en lugares rurales y de difícil acceso.

Pero la ecuación podría ser al revés: En lugar de sacar la cuenta de cuánto «gasta» el Estado en los subsidios de los sueldos en los colegios católicos, me gustaría preguntar: ¿Cuánto gastaría el Estado si el 30% del total del alumnado del país, que concurre a establecimientos católicos, fuera a escuelas públicas? Un Estado que es corrupto, obeso y poco diligente, ¿cuánto erogaría en el funcionamiento de tal infraestructura?

El sostenimiento al revés

Según se desprende de la información que brindó el jefe de Gabinete en el Congreso, el Estado destina anualmente unos 174 millones de pesos al sostenimiento del Culto Católico. Ahora bien, en un país con un 30% de pobreza, la Iglesia apoya y acompaña en las grandes ciudades y en los rincones más recónditos del territorio, a muchas familias que se encuentran agobiadas por el peso de un Estado que no llega a curar todas las llagas y a atender todas las necesidades.

La Iglesia Católica en Argentina, a través de Cáritas Nacional, invirtió durante 2016 en educación, ayuda inmediata y emergencias, desarrollo institucional, abordaje de las adicciones y economía social y solidaria, más de 94 millones de pesos. Si tenemos en cuenta que la colecta de Cáritas se divide en tres tercios, el primero para Cáritas nacional, el segundo para la Cáritas diocesana y el tercero para Cáritas parroquial, el número se multiplica por tres y pasamos, sólo en 2016 a mucho más de 282 millones, puesto que no estamos considerando las donaciones que en todas las parroquias se reciben a diario, para el desarrollo de Cáritas y que no se cuantifican, porque se van destinando casi en forma instantánea para cubrir las necesidades de miles de familias.

No nos olvidemos de la Colecta +x-. Durante 2016 esta colecta distribuyó entre las zonas más pobres del país, más de 35 millones de pesos.

Así las cosas, teniendo en cuenta un mínimo crecimiento del 20% entre 2017-18, la Iglesia Católica en su conjunto, estaría erogando para paliar necesidades donde el Estado no está, alrededor de 380 millones de pesos.

Obviamente la Iglesia «hace el bien sin mirar a quién» y nunca va a reclamar por este rol de caridad que le es propio, al Estado, al que sí le es propio velar por el bienestar de todos sus ciudadanos.

Fuente: Los Andes