Violencia Religiosa, ¿Mito o Realidad?

Una mirada profunda a los movimientos, guerras e instituciones religiosas relacionadas a hechos de violencia o crueldad a lo largo de la Historia de la Humanidad.

Por Ignacio Sepúlveda

Hace algún tiempo escribí, en este mismo blog, sobre las religiones y su relación con la violencia. En ese artículo sostenía que muchas personas tienden a pensar y relacionar las religiones con una cierta historia de violencia y con comportamientos intolerantes. De esta manera, a las religiones, tal como afirma el teólogo estadounidense William Cavanaugh, se les ha acusado de ser absolutistas, intolerantes y disgregadoras. En lo que sigue, deseo seguir profundizando lo que puede haber de mito y de realidad sobre este tema. Junto a lo anterior, quisiera plantear otra interrogante: ¿puede que el secularismo también tienda a ser violento, absolutista e intolerante?

Guerras de Religión e Inquisición

En la historia europea hay varios episodios que han marcado la percepción negativa de las religiones. Centrémonos en dos ellos: las guerras de religión y, obviamente, la Inquisición. Durante los siglos XVI y XVII, justo después de lo que fue la Reforma Protestante, Europa -según plantean muchos críticos de la religión- se vio inflamada por un fuerte sentimiento religioso. Este sentimiento religioso, que dividía la realidad entre protestantes y católicos, buenos y malos, llevó a la muerte violenta a cerca del 35% de la población de Europa central.

Es innegable que las llamadas guerras religiosas tuvieron un fuerte contenido de odio e intolerancia religiosa, pero a siglos de distancia cabe plantear nuevas preguntas y ser capaces de afinar la mirada y el análisis. Además de motivaciones religiosas, estas guerras ciertamente fueron motivadas y mantenidas por pugnas de poder entre los monarcas de aquel tiempo: los príncipes germanos y otros reyes contra el Emperador del Sacro Imperio Romano, Carlos I de España y Carlos V de Alemania (conviene recordar que muchas de las riquezas de América terminaron en estas guerras). Un ejemplo claro de que estas guerras no fueron motivadas solo por temas religiosos, se encuentra en el hecho de que más una vez las tropas católicas y protestantes se unieron frente a un tercer enemigo, como en el caso de las guerras entre Francia y los Habsburgo en donde los segundo eran apoyados por príncipes protestantes. Aquí es importante resaltar una idea fundamental: las llamadas guerras religiosas tuvieron un fuerte componente de lucha política. Es más, es posible que en estas guerras la religión fuese solo un chivo expiatorio para que distintas facciones consiguieran más poder.

La Inquisición Española, de nefasta memoria, es otro episodio que conviene analizar. Todos recordamos la leyenda negra de la Inquisición (aunque hoy en día esta leyenda está siendo seriamente cuestionada por nuevos estudios históricos), marcada por historias como las del pozo y el péndulo de Edgar Allan Poe. Pero conviene preguntar si las causas históricas de la Inquisición solo fueron religiosas o, más bien, una razón política -unificación de una nación después de una larga guerra de reconquista y de algunos intentos de sublevación de grupos religiosos- que utiliza la religión como manera de control, unificación y generación de identidad una población muy diversa. En la Inquisición, al igual que con las guerras religiosas, se puede reconocer que la violencia e intolerancia no es algo que sea producto originario de la religión, sino más bien una combinación de elementos políticos-religiosos que son utilizados por una razón que va más allá de lo meramente religioso.

La violencia Ilustrada

Sabemos que el secularismo se ha presentado – y lo sigue haciendo- como el gran remedio para la violencia e intolerancia. Extirpar los planteamientos religiosos de la vida pública y abrazar los principios de la razón ilustrada debiera traer más paz, tolerancia y desarrollo en la sociedad. Pero, ¿de verdad ha sido así? Veamos.

Con el triunfo de la Revolución Francesa en 1789 las propiedades de la Iglesia Católica en Francia fueron confiscadas para pagar la deuda nacional. Tres años más tarde, en 1792, la muchedumbre en París atacó las cárceles y masacró a cerca de tres mil prisioneros. Mucho de ellos eran sacerdotes que estaban encarcelados. En 1794 se produjo la rebelión de Vendée –cuyas causas fueron tanto religiosas como sociales y económicas- contra las leyes anti-católicas. La respuesta del gobierno revolucionario de París terminó en una gran masacre.

Las ideas de la razón ilustrada secular también se pueden ver en América. Durante el siglo XIX las nuevas naciones, guiadas por el espíritu ilustrado, se hacen con las tierras que aún no habían sido conquistadas, mientras sus habitantes originarios son trasladados “pacíficamente” a reservas. De esta manera, Estados Unidos, Argentina y Chile aumentan su territorio de manera sustancial. La explicación para justificar la usurpación de tierras era la de la razón civilizatoria: la razón del progreso se debe imponer frente a otros modelos de vida menos civilizados.

Hay muchos ejemplos más de los que se puede echar mano para mostrar que la razón secular también ha sido violenta, absolutista e intolerante con maneras de ser y formas de vida que no se adecuaban a los dictados de la razón.

En definitiva, nos volvemos a plantear la pregunta esencial: ¿son las religiones violentas, absolutistas e intolerantes o, más bien, los seres humanos tendemos a serlo?

Fuente: Entre Paréntesis

 

Las Tecnologías de la Información y la Amenaza a la Democracia

Las redes sociales son medios donde la ciudadanía se expresa, debate, y se ‘reúne’. En los últimos levantamientos sociales alrededor del mundo, estas plataformas (Facebook, Instagram, Twitter) han tenido un papel de gran relevancia. Compartimos aquí un análisis sobre la temática.

Por ​Kofi A. Annan

En su momento, Internet y las redes sociales fueron aclamadas como herramientas que crearían nuevas oportunidades de difundir la democracia y la libertad. De hecho, Twitter, Facebook y otras redes sociales tuvieron un papel clave en los levantamientos populares de Irán en 2009, el mundo árabe en 2011 y Ucrania en 2013‑2014. Parecía por momentos que el tuit podía más que la espada.

Pero pronto los regímenes autoritarios comenzaron a reprimir la libertad en Internet: tenían miedo del nuevo mundo digital, porque estaba fuera del alcance de sus mecanismos de seguridad analógicos. Esos temores resultaron infundados. Finalmente, la mayoría de los levantamientos populares motorizados por las redes sociales fracasaron por falta de liderazgo eficaz, y las organizaciones políticas y militares tradicionales retuvieron el poder.

Estos regímenes incluso han comenzado a usar las redes sociales para sus propios fines. Todos hemos oído acusaciones de que Rusia usó encubiertamente las redes sociales para influir en los resultados de las elecciones en Ucrania, Francia, Alemania y, el hecho más conocido, en los Estados Unidos. Facebook calcula que el contenido publicado por Rusia en su red, incluidos comentarios y anuncios pagos, llegó a 126 millones de estadounidenses (cerca del 40% de la población).

Hay que recordar que antes Rusia acusó a Occidente de promover las «revoluciones de colores» en Ucrania y Georgia. Parece que Internet y las redes sociales ofrecen otro campo de batalla para la manipulación subrepticia de la opinión pública.

Si ni siquiera los países más avanzados en tecnología pueden proteger la integridad del proceso electoral, ¿qué decir de los desafíos que enfrentan los países con menos conocimiento técnico? Es decir, la amenaza es global. A falta de hechos y datos, la mera posibilidad de manipulación alimenta teorías conspirativas y debilita la fe en la democracia y en las elecciones, en un momento en que la confianza pública ya se encuentra deprimida.

Las «cámaras de eco» ideológicas generadas por las redes sociales agravan los sesgos naturales de las personas y reducen las oportunidades de sano debate. Esto tiene efectos reales, porque fomenta la polarización política y erosiona la capacidad de los líderes para forjar acuerdos, base de la estabilidad democrática. Asimismo, el discurso del odio, los llamamientos terroristas y el hostigamiento racial y sexual, que se han instalado en Internet, pueden llevar a violencia en la vida real.

Pero las redes sociales no son el primer caso de una revolución de las comunicaciones que planteara desafíos a los sistemas políticos. La imprenta, la radio y la televisión fueron revolucionarias en su momento. Y todas fueron gradualmente reguladas, incluso en las democracias más liberales. Es hora de analizar cómo sujetar las redes sociales a las mismas reglas de transparencia, responsabilidad y tributación que los medios convencionales.

En Estados Unidos, un grupo de senadores presentó un proyecto de «ley de honestidad publicitaria» que extendería a las redes sociales las mismas reglas que se aplican a la prensa, la radio y la televisión. Esperan lograr su aprobación antes de la elección intermedia de 2018. En Alemania, se aprobó una nueva ley (llamada Netzwerkdurchsetzungsgesetz) que obliga a las empresas de redes sociales a eliminar comentarios violentos y noticias falsas en un plazo de 24 horas, con multas de hasta 50 millones de euros (63 millones de dólares).

Pero aunque estas medidas sean útiles, no estoy seguro de que la legislación en el nivel nacional sea un medio adecuado para regular la actividad política en Internet. Muchas naciones más pobres no podrán ofrecer esa clase de resistencia; y para todos los países será difícil hacer cumplir las normas que impongan, ya que la mayor parte de los datos se almacenan y administran fuera de sus jurisdicciones.

Más allá de la necesidad o no de nuevas reglas internacionales, debemos procurar que el intento de contener los excesos no ponga en riesgo el derecho fundamental a la libertad de expresión. Las sociedades abiertas deben evitar una reacción exagerada que pudiera debilitar las libertades mismas de las que deriva su legitimidad.

Pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados. Unos pocos grandes jugadores, en Silicon Valley y otras partes, tienen nuestro destino en sus manos; pero con su cooperación, podemos encarar las falencias del sistema actual.

En 2012, convoqué una Comisión Global sobre las Elecciones, la Democracia y la Seguridad, para la identificación y el abordaje de los retos que afectan la integridad de las elecciones y la promoción de procesos electorales legítimos. Sólo las elecciones que el conjunto de la población acepta como justas y creíbles pueden llevar a una alternancia de gobierno pacífica y democrática que confiera legitimidad al vencedor y protección al perdedor.

Bajo los auspicios de la Fundación Kofi Annan, me dispongo a convocar una nueva comisión (que esta vez incluirá a los cerebros de las redes sociales y de la tecnología de la información, y a líderes políticos) para que nos ayude a resolver estas nuevas cuestiones cruciales. Buscaremos soluciones factibles que sirvan a las democracias y protejan la integridad de las elecciones, sin dejar de aprovechar las muchas oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Publicaremos recomendaciones que, esperamos, aliviarán las tensiones disruptivas creadas entre los avances tecnológicos y uno de los logros más grandes de la humanidad: la democracia.

La tecnología no se detiene, y tampoco debe hacerlo la democracia. Tenemos que actuar pronto, porque los avances digitales pueden ser sólo el comienzo de una tendencia irrefrenable hacia un mundo orwelliano controlado por un Gran Hermano, en el que millones de sensores en teléfonos inteligentes y otros dispositivos reúnan nuestros datos y nos hagan vulnerables a la manipulación.

¿A quién corresponde la propiedad de los abundantes datos que recogen nuestros teléfonos y relojes? ¿Cómo deben usarse? ¿Debe su uso supeditarse a nuestro consentimiento? ¿A quién deben rendir cuentas aquellos que los usen? Son grandes preguntas de las que depende el futuro de la libertad.

Fuente: Nueva Sociedad

Georgetown: Encuentro Internacional de Redes Jesuitas

Jesuit Networking, un portal que reúne a las diferentes redes jesuitas del mundo y comparte contenidos para pensar en el trabajo colaborativo y en red, comparte ahora algunas reflexiones del Encuentro de Redes de la Compañía de Jesús que se realizó en la Escuela de Negocios de la Universidad de Georgetown.

No es la primera vez que nos juntamos con las principales redes de trabajo internacional de la Compañía de Jesús. Ya lo habíamos hecho en el 2012 en Boston College tras el impulso recibido en la congregación 35, y lo hemos vuelto a hacer cinco años más tarde, la semana pasada, para actualizar la reflexión sobre redes tras una nueva congregación en la que el trabajo en red ha sido identificado como una de las claves de nuestro nuevo modo de proceder.

Ocurrió en la Escuela de Negocios de la Universidad de Georgetown. Éramos 35 personas del mundo académico, puestos de gobernanza de la Compañía de Jesús y líderes de las principales redes internacionales jesuitas en dos días intensos de trabajo en torno a la cultura, estrategia y gobernanza en redes. Georgetown fue la anfitriona del encuentro junto con la iniciativa de Jesuit Networking (coordinada por Entreculturas), y la organización corrió de la mano de, entre otros, Luis Arancibia y Dani Villanueva, SJ. Aunque aún estamos trabajando en el documento final, no nos resistimos a adelantar algunas de las reflexiones de fondo:

  1. Curiosamente la primera convicción es que es la misión, y no las estructuras, la que polariza nuestro debate. Las redes son una respuesta estructural a una misión renovada que necesita estructuras, procesos y estrategias para ser desplegada. Existe una tensión creativa entre el nivel provincial y las redes que atraviesan nuestra estructura habitual abriéndonos a nuevos dinamismos apostólicos guiados más por las causas y los retos que las estructuras geográficas o funcionales.
  2. Nuestros debates manifiestan que necesitamos cada vez más trabajar una narrativa global acerca de la misión común para fomentar la colaboración y las redes, aunque también es cada vez más claro que no existe un único modelo de trabajo en red, pues la estructura y la estrategia de red depende de la causa, los objetivos, los recursos, los actores, los contextos y las culturas locales implicadas.
  3. En este sentido, el trabajo en red es respuesta a un cuerpo apostólico cada vez más diverso y complejo donde en nuestra búsqueda de una misión cada vez más universal hemos de estar atentos a las diferencias culturales y la importancia de la adaptación local. Las redes son estructuras que reconocen y aceptan la diversidad a la vez que fomentan la inclusión y el sentido de pertenencia y de identidad compartida.
  4. A su vez, queda claramente de manifiesto que las redes nos ayudan a estar más abiertos a lo nuevo, lo distinto y lo desconocido. El propio dinamismo de red la hace lugar de entrada de innovación y creatividad que permite balancear nuestra tradición y sentido corporativo con un necesario espíritu emprendedor. Nos permite sumar comunidades y grupos de instituciones en busca de nuevas formas apostólicas que están retando y cambiando nuestra Compañía.
  5. El trabajo en red requiere escucha y deliberación conjunta. Las redes se perciben cada vez más como estructura facilitadora de discernimiento en común que permite estar atentos, escuchar, y a la vez aprender, permear y transparentar dinámicas de participación y la vinculación más directa de las instituciones y personas a la misión compartida.
  6. Por ello las redes pueden tener una interesante dimensión profética en nuestros días, puesto que nos permiten dinamizar lo que existe hacia lo que puede llegar a ser nuestro cuerpo apostólico si dejamos que la dinámica misional nos reconfigure. Las redes nos están cambiando, nos retan, nos cuestionan y sugieren nuevas posibilidades que no están al alcance de nuestras estructuras actuales. Las redes elevan la variable de las posibilidades del trabajo en común como importante criterio a considerar en nuestro actual discernimiento de las prioridades apostólicas universales.
  7. Por último, el gran reto es cómo acompañar y alinear este progresivo despertar del trabajo en red internacional. Existen muchos puntos de conexión con el gobierno de la Compañía a nivel global que aún requieren ser clarificados, pero se empieza a comprender la necesidad de una vinculación formal a través de la cual la misión es asignada y de un nuevo tipo de liderazgo entendido más desde la persuasión y la animación y promoción de las redes. Es claro que la dinámica de red requiere de inteligencia específica y liderazgo estar al servicio de la Misión, sobre todo si queremos hacer de ello un proceso estratégico que sume a los actuales dinamismos de discernimiento y reestructuración que tenemos en marcha como Compañía.

La labor de Jesuit Networking

En estos momentos hemos identificado hasta 52 redes vinculadas a la misión de la Compañía y durante la conferencia hemos abordado distintos intentos de visualizar y clasificar este nuevo nivel de estructuras apostólicas que no siempre encaja o se comprende en combinación con nuestra estructura jerárquica habitual. El propio proceso de preparación, diálogo y construcción conjunta ha sido una preciosa experiencia de trabajo en red. El grupo de asistentes, cuya mayoría lleva años conectado en torno a la iniciativa de jesuitnetworking.org, se está convirtiendo en una red de redes que estudia y dinamiza la reflexión sobre el trabajo en red jesuita, convencidos que las redes son una herramienta importantísima para llevar adelante nuestra misión en un contexto complejo e incierto, y que puede ser una de las claves para trabajar juntos en un cuerpo diverso y plural que busca discernir y ser instrumento de una misma llamada.

Fuente: Info SJ

 

Venezuela: Asamblea de Provincia SJ Fortalece Unión de Ánimos

La provincia jesuítica de Venezuela comparte un breve comunicado en el que cuenta lo vivido durante la Asamblea de la Provincia de Venezuela que se llevó a cabo del 7 al 9 de febrero.

Del 7 al 9 de febrero de 2018 en la casa Monseñor Ibarra de la Conferencia Episcopal Venezolana se realizó la Asamblea de la Provincia de Venezuela. Una oportunidad para dialogar como compañeros sobre cómo la situación nacional impacta nuestra vida espiritual y comunitaria, así como en la Misión que nos ha sido confiada.

Celebramos el encuentro fraterno, el buen ánimo y la esperanza que nos acompaña, reconocemos los riesgos y las dificultades; compartimos las múltiples iniciativas y programas desarrollados en respuesta a los desafíos que nos plantea la situación.

La Asamblea dedicó espacio para pensar cómo impulsar el trabajo conjunto entre nuestras obras y con otras instituciones del país, se realizaron propuestas al Gobierno Provincial que serán retomadas por el Equipo de Discernimiento y Planificación Apostólica; también se abordó el tema de la colaboración y la situación de los laicos.

Agradecemos a Papá Dios su compañía en medio de la Asamblea.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

‘La Vida Humana es Bella y Hay que Cuidarla’

La Junta Nacional Pastoral Familiar estuvo reunida en el Colegio Máximo de la localidad de San Miguel, Buenos Aires, Argentina. En ella, además de tocarse distintos temas se ha emitido un comunicado en consonancia con la Declaración de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina: ‘Respetuosos con la vida’.

El Comunicado

“Reunidos en San Miguel, Provincia de Buenos Aires, los integrantes de la Junta Nacional de Pastoral Familiar, conformada por los delegados regionales y diocesanos de dicha pastoral, por los presidentes de movimientos de familia de alcance nacional y los respectivos asesores eclesiásticos, expresamos nuestra alegría por el don de vida humana y, muy especialmente, por la vida concebida y gestada con amor en la familia.

Nos sentimos identificados con la reciente Declaración de la Comisión Ejecutiva del nuestro episcopado, en la que se reconoce la verdad, el bien y la belleza que significa el don de la vida humana, y al mismo tiempo, se manifiesta la cercanía y solidaridad ante el dolor que causa una vida no deseada, consecuencia frecuente de abusos y violencia hacia la mujer.

Estamos convencidos de que los argentinos somos capaces de salvar y cuidar toda vida humana que atraviesa períodos de vulnerabilidad y angustia. Jamás deberíamos permitir que nos sometiera el pensamiento de eliminar una vida para salvar otra. Juntos podemos optar siempre a favor de la vida humana, sobre todo allí donde la misma se encuentre amenazada.

Somos creyentes en el Dios de la Vida. Por eso, junto con todos los hombres y mujeres que valoran la vida humana a partir de los argumentos que aportan la ciencia y la razón, y las leyes vigentes y constitucionales que rigen sobre este tema, expresamos nuestro compromiso incondicional de cuidar, defender y promover la vida humana desde el instante mismo de la concepción, y en todas las circunstancias en las que esa vida se encuentre en riesgo”.

San Miguel, 25 de febrero de 2018

Junta Nacional de Pastoral Familiar

Fuente: Vida Nueva Digital

Un Jesuita Español Reunió a Comunicadores Porteños

En el marco de su visita a la Argentina y por iniciativa de la Conferencia Episcopal Argentina, el sacerdote jesuita español José María Rodríguez Olaizola, encabezó un encuentro para comunicadores titulado “Comunicación y Evangelización”, que se desarrolló el sábado 17 de febrero en el colegio Del Salvador.

El sacerdote jesuita español José María Rodríguez Olaizola visitó la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde brindó una charla sobre “Comunicación y Evangelización”, organizada por la Comisión Episcopal de Comunicación de la Conferencia Episcopal Argentina.

Los comunicadores católicos de Buenos Aires se dieron cita en el colegio Del Salvador, donde el religioso creador de, entre otros proyectos, la página (y su aplicación) “Rezando Voy” y el sitio “Pastoral SJ”, explicó las características y desafíos actuales para la transmisión de la Buena Noticia.

Entre otros temas, el religioso explicó las diferencias entre hablar de religión y evangelizar, destacó la “actitud evangélica” y dio ejemplos para cómo la palabra, la imagen y la música se ponen al servicio del mensaje.

Luego se refirió a las características de la comunicación a través de la red y a los cambios que esta exige: explicó la “fragmentación”, y la necesidad de una estrategia para que el mensaje que se transmite ‘llegue’ al público.

Finalmente, señaló que en la actualidad “hay muy poco espacio para la profundidad”, por lo tanto, la comunicación consta de mensajes breves y con pregnancia en las primeras líneas. La comunicación contemporánea, afirmó, exige cambio.

Finalmente, llamó a tener en cuenta, por un lado, quién comunica: debe hacerlo con criterio, consistencia y coherencia. En segundo lugar es importante saber qué comunicar. Y por último, a quién queremos llegar, porque el mensaje será diferente si va dirigido al público cautivo o si se pretende llegar a nuevos públicos.

Luego de responder algunas preguntas de los presentes, el sacerdote rezó una oración los presentes. Finalmente, saludó y firmó libros.

Fuente: AICA

 

Escuela de Formación en Identidad Ignaciana

El Sector Colaboración ha impulsado una Escuela de Formación en Identidad Ignaciana destinada, especialmente a los colaboradores de la Compañía de Jesús que deseen profundizar en el conocimiento de la Espiritualidad y el Liderazgo Ignaciano.

Se trata de una iniciativa novedosa, propuesta bajo la coordinación del P. Juan Berli SJ, con la idea de enriquecer las experiencias personales: para los que ya viven la espiritualidad ignaciana, poder profundizarla; y, para quienes tuvieran deseos de conocerla, brindarles herramientas sencillas, para que no resulte difícil de aplicar a la propia experiencia de vida.

A partir de la adaptación de un programa latinoamericano de Formación, se ofrece un ámbito de lectura y reflexión personal junto a un compartir grupal, bajo tres ejes que estructuran el temario: crecimiento personal, espiritualidad ignaciana y compromiso apostólico.

Desde la propuesta de Servir –juntos- a la Misión de Cristo, que nos convoca a jesuitas y laicos, al servicio. En conjunto, jesuitas y laicos vinculados a las Comunidades de Vida Cristiana (CVX), comenzaron a delinear este proyecto de 3 años para compartir la riqueza de nuestra identidad

La propuesta ha sido un regalo de Dios para todos los participantes, las 10 sedes en las que se conformaron ‘grupos de vida’ (Resistencia, Corrientes, Córdoba, Alta Gracia, Montevideo, San Miguel, Buenos Aires, Salta, San Juan y Mendoza) con participación de diversos grupos y obras vinculadas a la espiritualidad ignaciana. Para destacar que esta Red no sólo incluye a instituciones jesuitas sino que se amplía la invitación a todos los que nos sentimos inspirados por este modo ignaciano de proceder.

El plan de formación, que viene de la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL), se ofrece en 9 provincias jesuíticas de nuestra región, con diversas modalidades. Nuestra experiencia aporta la novedad de fomentar la reflexión y el compartir comunitario, el fortalecimiento de los lazos entre grupos de vida y en el compromiso personal con Dios.

Ya se está planificando las novedades del próximo año, queriendo incluir expositores de otras provincias jesuíticas, soñando fortalecer la experiencia de Red que estreche lazos ‘de familia’ entre los distintos grupos de vida.

Cada ‘año’ de cursado comprende unas 7 clases mensuales que se extienden desde abril hasta noviembre. Esta escuela de Formación está dirigida a un público amplio que nuclea:

  • · Obras apostólicas de la Compañía de Jesús
  • · Universidades
  • · Parroquias
  • · Padres de Alumnos, personal administrativo y de mantenimiento
  • · Institutos y Colegios Religiosos
  • · Movimientos, Asociaciones de Fieles, CVX, ASIA
  • · Voluntariados, Equipos Misioneros

Este itinerario de formación comenzó a dictarse el año pasado en forma simultánea en distintos lugares de Argentina-Uruguay. Esto es posible gracias a que los encuentros son guiados vía Skype, es decir, a distancia por el asesor.

Cada encuentro mensual implica la lectura previa de algún material de formación y la realización de trabajos en grupo.

A pesar de que la Escuela de Formación en Identidad Ignaciana está diseñada para ser un itinerario de formación de 3 años, debido al modo de desarrollar los bloques temáticos, está abierta a que, este año puedan sumarse más personas.

Para ello deberán ponerse en contacto a la dirección de e-mail: colaboracion@jesuitas.org.ar .

 

Sobre la Intervención Militar en Río de Janeiro

De este tipo, es la primera intervención federal sobre la seguridad pública de un Estado provincial desde que se consagró la Constitución de 1988 y Brasil recomenzó su trayectoria democrática después de décadas de dictadura militar. La medida – un Decreto presidencial que requiere de aprobación parlamentaria, pero vigente desde su promulgación- tiene diversos aspectos a ser considerados, incluso el que tiene que ver con el lugar que ocupa realmente Río de Janeiro en el propio pacto federativo. Río de Janeiro, antigua capital de la República y vidriera de la nación ante el mundo, pasa a delegar su potestad securitaria en función de la supervivencia de un bloque político-económico (principalmente paulista): el que estuvo detrás del golpe a Dilma Rousseff. Así, un militar (interventor) se encargará del “caos de la seguridad” en el distrito, en lo que se convierte en un “ensayo” que puede llegar a abrir todo tipo de puertas tormentosas: en un escenario como el actual en el que, tanto por la puja distributiva de la lucha de clases como por el impasse en el que se encuentra el Estado de derecho, está claro que el país sujeta cada vez de forma más frágil los mínimos criterios aceptables de un registro democrático.

La seguridad pública y el “ensayo militar”

Desde principios de los años ‘90 Río de Janeiro viene experimentando diversas formas (directas e indirectas) de intervención de las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad pública. En los últimos diez años hubo sesenta y siete convocatorias parciales a las FFAA – para “garantizar la Ley y el Orden” – que fueron desde colaboraciones con las fuerzas policiales y de seguridad del Estado, o “presencias” territoriales – como en la Jornada Mundial de la Juventud, en el 2013, o durante la última Olimpíada – u operaciones específicas en zonas específicas, como el año pasado en Rocinha, entre otras comunidades a lo largo de los años. Pero no ha sido Río de Janeiro la excepción: en otros 17 Estados de la Unión también se han dado estas “actuaciones”, aunque está claro que es en Río donde se verifica el mayor número de presencias en el tiempo.

Sin embargo, y frente a esta nueva convocatoria, que tiene otra envergadura en tanto ya no es “colaborativa” o “complementaria” sino, precisamente, una “intervención” respecto de la política de seguridad pública en su conjunto, lo curioso es que no se esgrimiera como fundamento la eficacia eventual de los militares para este tipo de tareas (cuestión que no está del todo certificada, como lo advierten estudiosos del tema) y tan sólo se puntualizara – como lo hizo M. Temer al presentar el Decreto – la “catastrófica” situación en la que se encuentra Río de Janeiro en términos de seguridad, lo que no estaría muy en sintonía con los propios datos oficiales: actualmente, la ciudad está en el puesto 12º en términos de homicidios (por 100 mil habitantes) entre las ciudades brasileñas, y si bien no es motivo de optimismo, tampoco es la situación “terminal” tal como fue definida por el presidente y, por lo tanto, de urgente e inmediata resolución.

Es que ni la última incursión en la comunidad de Rocinha, ni en las de los morros de Maré o Salguiero del año pasado, se ha probado la utilidad de los militares en cuestiones de seguridad. Hay algo que sí es cierto: le imprimen una “espectacularización” al hecho de “subir el morro” que no lo logran las policías, desconectadas como están entre sí en la mayoría de los casos: el cotidiano trabajo policial – de seguridad e inteligencia que, según lo indican los expertos en la materia, pareciera ser lo más útil para combatir a las grandes bandas delincuenciales, causales del “caos securitario actual” (sic)- es reemplazado ahora por el “lenguaje militar”, con toda la truculencia que sea necesaria, con el despliegue de alto impacto (mediático) y la “espectacularización” consecuente. Subir el morro, “na bala”, para seguir la jerga de actuación. Y en términos democráticos, una nueva etapa para el protagonismo militar…no es casualidad que suceda bajo el gobierno de M. Temer.

Es que el “ensayo militar” de M. Temer le sirve también al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) para reorganizar el escenario electoral de este año, si es que lo hubiera (porque ya no se sabe bien qué será de los calendarios institucionales a esta altura de las cosas): deja con menos margen a J. Bolsonaro en su propio distrito – después de todo, el pedido de intervención lo realizó el propio gobernador del PMDB, L. F. Pezao -, al ocupar ese espacio en la agenda política que, dependiendo de cuales sean los términos de la campaña, está claro que pueden ser aspectos (electoralmente) redituables para el partido. Ocupar ese lugar puede ser el salvoconducto político para aquellos dirigentes del partido que continúen insistiendo en el PMDB.

Ahora bien, lo que es importante advertir es que este “ensayo militar” podría derivar en contextos muy poco auspiciosos para la vida cotidiana brasileña en general, incluso respecto de los objetivos que supuestamente lo justifican. Por ejemplo, de un lado, podría consolidar la posición del principal cartel delincuencial del país – el Primer Comando Capital (PCC), de base operacional paulista y enfrentado a sus rivales de Río de Janeiro, como Comando Vermelho (CV), con los efectos expansivos que un crecimiento del tipo puede llegar a traer respecto de la proliferación de pautas irregulares y/o corruptas sobre el sistema político e institucional. Por otro lado, seguramente que un militar al mando de la gobernabilidad ciudadana vaya a reforzar ese clima de baja tolerancia a la diversidad y a la crítica social que se instaló con el impeachment a Dilma Rousseff, cuestión cultural nada aleatoria ni secundaria, pues hace a las posibilidades subjetivas de crecimiento de un proyecto alternativo a lo que está instalado.

Como muestra de esto, curiosos cambios de último momento: el emotivo y oxigenador movimiento de carnaval de Paraiso de Tuiuiti – la Escuela de Samba más comentada de los últimos años – no pudo realizar su último desfile (el que se realiza ya fuera de competencia) con su parodia más cruel y celebrada: el mortuorio vampiro estelar subió sin la banda presidencial. La crítica más corrosiva al presidente debía abandonarse. Signo de los tiempos: es el “ensayo militar” de Río de Janeiro.

Fuente: CELAG

III Congreso Continental de Teología: “Patrimonio Teológico-Pastoral de Medellín”

Coincidiendo con la celebración de los 50 años de la Conferencia de Medellín (Colombia), el III Congreso Continental de Teología se celebrará entre el 30 de agosto y dos de septiembre de este año en El Salvador.

“Los clamores de los pobres y de la Tierra nos interpelan. 50 años de la Conferencia de Medellín”. Con este sugestivo título, Amerindia Continental y la Maestría en Teología Latinoamericana de la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas) anuncian la realización del III Congreso Continental de Teología a celebrarse en San Salvador –tierra de Monseñor Romero–, entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre de 2018, coincidiendo con la celebración de los 50 años de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que preconizó en Medellín (Colombia) la “opción por los pobres”.

De acuerdo con Socorro Martínez Maqueo, RSCJ, coordinadora de Amerindia, “el objetivo fundamental de este III Congreso es asumir y comprometernos con los clamores de los pobres y de la tierra a la luz del patrimonio teológico-pastoral de la Conferencia Episcopal de Medellín”.

Fue el propio papa Francisco quien, durante su viaje apostólico a Colombia –del 6 al 10 de septiembre de este año–, hizo un llamado a “custodiar y hacer fluir la riqueza de tal patrimonio”, en lugar de hacer de él un cómodo recuerdo de aniversario.

En este sentido, “evocar a Medellín nos lleva también a celebrar el testimonio y la autoridad de los mártires que vivieron el Evangelio y la opción por los pobres hasta sus últimas consecuencias”, asevera Martha Zechmeister, directora de la Maestría en Teología Latinoamericana de la UCA, miembro del equipo organizador del III Congreso, junto con Rodolfo Ascanio –también de la UCA– y los integrantes del equipo coordinador de Amerindia: Socorro Martínez Maqueo, Rosario Hermano, Pablo Bonavía, Manoel Godoy, Carmen Margarita Fagot, Juan Manuel Hurtado y Óscar Elizalde.

De acuerdo con los organizadores, el III Congreso buscará redescubrir el acontecimiento ‘Medellín’ que acoge la irrupción de los pobres como lugar donde Dios se revela e inaugura una iglesia latinoamericana con identidad y voz propia. De esta experiencia eclesial proviene Bergoglio, el primer Papa latinoamericano.

Para ello, se espera que los/as participantes y los/as conferencistas invitados –vinculados a la teología de la liberación y a las bases– analicen desde las resistencias y esperanzas de los pobres, los nuevos contextos socioculturales políticos, eclesiales y teológicos de América Latina y el Caribe, de cara a los paradigmas emergentes y al grito de la tierra, sin dejar de considerar los horizontes abiertos por el ecumenismo y el diálogo interreligioso.

De este modo, en continuidad con las búsquedas y las perspectivas abiertas por Amerindia durante el primer y el segundo Congreso Continental de Teología –realizados en São Leopoldo, en 2012, y en Belo Horizonte, en 2015, respectivamente– esta tercera edición aspira a ofrecer algunos aportes para proyectar el futuro de la teología latinoamericana desde “la fuerza transformadora de los pequeños” y en diálogo intergeneracional, para seguir animando la vida, la fe y el compromiso de las comunidades cristianas y la necesaria reforma de la Iglesia.

Otros detalles sobre la metodología y el proceso de inscripción para el III Congreso Continental de Teología serán informados dentro de algunas semanas, según ha precisado la secretaria ejecutiva de Amerindia, Rosario Hermano: “hacia el mes de febrero estaremos dando a conocer varias informaciones relacionadas con los ponentes invitados y las maneras como se podrá participar en el Congreso, en consonancia con el diseño metodológico”.

Fuente: Amerindia en la Red

La Importancia de la Interculturalidad

En el marco de un convenio por el cual integrantes de comunidades aborígenes de Chaco y Formosa se capacitan en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), entrevistamos al cacique Quom y Doctor Honoris causa UCC, Félix Díaz.

En una entrevista, Díaz contó al sector de Prensa de la UCC sobre la importancia de este curso de formación de agentes sanitarios que permite a algunos miembros de distintos pueblos originarios brindar atención primaria de salud a sus comunidades.

– ¿Qué importancia tiene esta capacitación para ustedes?

Para nosotros es fundamental la articulación con una casa de estudios, sobre todo de tal envergadura, porque le da la posibilidad a nuestros jóvenes de incorporar conocimiento científico en cuanto a la salud. Para nosotros es importante esa tarea intercultural; es fundamental poder empezar a caminar las dos culturas con diferentes experiencias. Nuestros jóvenes quieren superarse y demostrar que tienen capacidades para aprender cosas nuevas, que no se dan en las escuelas públicas y estatales. Nuestros jóvenes no tienen esa posibilidad por la falta de recursos.

-¿A qué se refiere con tarea intercultural?

Formosa es una provincia que no acepta el método de la salud intercultural. Cuenta con una ley pero no se aplica como debería. Nuestros mayores tienen bastante conocimiento en cuanto a la medicina tradicional pero no es lo mismo que la medicina de la ciencia. La medicina tradicional del indígena no tiene fecha de vencimiento, es algo natural, inmediata. El gran problema con el que nos enfrentamos hoy los pueblos indígenas está relacionado con la propiedad privada, porque nuestra medicina se vale de plantas a las cuales no podemos acceder. Son plantas tradicionales de la zona que tienen una función importante. Al no tener acceso estamos obligados a usar la medicina científica pero tampoco tenemos acceso ni conocimientos. Muchos de los hermanos se auto medican y no saben cómo tratar sus enfermedades.

-¿Cómo cree que puede solucionarse?

Para mí lo ideal sería algo así como un servicio de salud intercultural porque para nosotros es fundamental recuperar la medicina ancestral. Las plantas que utiliza nuestra medicina no pueden estar en cualquier lado, como en el patio de nuestras casas, porque la costumbre es que no debe estar en contacto con el ser humano, para que sea pura y no se contamine. Esa es la enseñanza que nos dejaron nuestras madres, para conservar la pureza.

– ¿Ustedes sienten que no tienen acceso a la salud?

El acceso es mínimo, a veces hay dos o tres personas que se pueden recuperar o salvar en un año pero la mayoría de los hombres y mujeres se mueren. Hay miedo de ir al hospital, porque hay maltrato por parte de los médicos, de los enfermeros, de los choferes de la ambulancia, toda una cadena de discriminación. Y eso hace que el indígena prefiera esperar la muerte en su casa para que no sufra lo que sufren sus familiares.

– ¿Y en cuanto a la educación?

Con la educación pasa lo mismo porque un joven indígena se esfuerza mucho para llegar a ser un profesional de la salud pero lo más accesible es enfermería. La carrera de medicina no es accesible para nosotros.

– ¿Y en cuanto a la educación primaria y/o secundaria?

No, la mayoría que vive en el campo no tiene acceso a la educación. En cambio, los aborígenes que viven en la zona urbana si tienen esa posibilidad. Pero ellos pierden la lengua nativa porque van a la escuela y al conversar con su familia otra lengua el chico no sabe su origen, su raíz, su cultura, su historia. Lo ideal sería que el Estado Nacional adopte estas figuras interculturales para que podamos participar y así aportar conocimientos, colaborar, salvar vidas, defender el territorio, que no se conforma solo de tierra y monte, sino que también hay seres, agua, aire, vidas. Es importante que el Estado aplique una política que incluya la figura aborigen.

– ¿Qué le piden al Estado?

El diálogo nos permitiría decirle porqué queremos la autonomía indígena, que no significa separarse del Estado sino articular con el municipio, la jurisdicción, que son reglas que lo componen. Lo que queremos es buscar la manera de implementar esta participación aborigen.

– ¿Se sienten optimistas en cuanto a su reclamo?

La lucha indígena nunca fue fácil y no va a ser fácil nunca, eso lo vamos a entender siempre porque hay mucha discriminación hacia los pueblos originarios.

¿Qué mensaje les daría a los jóvenes, tanto de las comunidades indígenas como en general, sobre su papel en la sociedad?

Los jóvenes tienen que confiar en sí mismos, construir su personalidad, ser honestos. El liderazgo nace dentro de uno mismo y está para luchar y defender al pueblo en general y no por partido político, color o religión. Hay culturas diversas y se deben respetar. ¿Por qué a nosotros, los indígenas, nos imponen miradas dominantes? Porque somos negros, porque somos pobres.

El mundo indígena no se maneja de la manera interés-intercambio, nosotros damos sin esperar y no importa si se usó o no. La cuestión es dar para demostrar que estoy valorando al otro como a mí mismo. Ojalá que la UCC pueda seguir haciendo ese esfuerzo de acercar a los pueblos aborígenes y que se puedan incorporar dentro de la Universidad, para que sean parte. Nuestros jóvenes necesitan formación que pueda ayudar a nuestra comunidad indígena.

Fuente: Prensa UCC