Acojamos el Mensaje y el Testimonio del Papa Francisco en Colombia

El pueblo Colombiano sigue ofreciendo resonancias de lo que fue la visita del Papa Francisco a su país y la sociedad que se sienten invitados a construir juntos.

Por Carlos Eduardo Correa SJ

El Papa Francisco visita nuestro país para traernos la Buena Noticia de Jesucristo a todos los colombianos. Viene movido por Dios para darnos una palabra de aliento, especialmente a los que han sido excluidos, violentados y empobrecidos; para sembrar esperanza en las víctimas del conflicto armado y en las víctimas de un sistema económico, social y político deshumanizante; para invitar a los que han ocasionado tanta barbarie y destrucción humana a que expresen la verdad de lo acontecido y a que contribuyan con la reparación de todos los que han sufrido; para insistirnos en la necesidad de cuidar nuestra casa común; y para alentarnos a vivir la reconciliación, el perdón y la paz.

Su mensaje, lleno de una profunda sabiduría y expresado en forma sencilla y clara, con toda seguridad tocará los corazones de los colombianos para que nos dispongamos a reconocer lo que Dios quiere de nosotros en la construcción de una sociedad que valore y respete la dignidad de cada persona, promueva la realización de los derechos humanos y busque establecer relaciones fraternas en la perspectiva de la inclusión, la equidad, la justicia y la búsqueda del bien común.

Su testimonio, que nace de tener los ojos puestos en Jesucristo pobre, humilde y entregado incondicionalmente al servicio de las personas, es una fuerza de salvación que mueve nuestras vidas para asumir coherentemente el Evangelio, dejando a un lado nuestro propio querer e interés y haciéndonos dóciles para permitir que Dios nos ponga a trabajar como ministros de la reconciliación y de la justicia.

Acoger su mensaje y su testimonio nos llevará, muy seguramente, a sentirnos profundamente cuestionados en lo que somos y hacemos, de tal manera que esto nos lance a generar nuevas dinámicas y procesos de trabajo apostólico que hagan realidad el Reinado de Dios entre nosotros.

El Papa Francisco ha contribuido para que millones de hombres y mujeres en el mundo recuperen el camino del Evangelio, experimentando un aire nuevo que refresca el sentido profundo de sus vidas y motivándolos para hacer un mundo mejor para todos.

Nosotros, que también sentimos el gusto y la alegría de escuchar al Papa Francisco, reconocemos su paso por Colombia como una verdadera gracia de Dios que nos impulsará para trabajar con una mayor dedicación en los procesos de transformación cultural, ambiental, política, social y económica que nuestro país necesita.

Es muy importante que en los días de su visita lo podamos seguir de cerca, estando atentos a todo lo que diga y haga, para reconocer los llamados de Dios en su peregrinación por nuestro país. Sólo teniendo un corazón abierto y bien dispuesto, podremos aprovechar todas sus enseñanzas y su ejemplo para la cualificación de nuestra vida y nuestra misión.

Pidámosle al Señor que con la visita del Papa Francisco se transformen las mentes y los corazones de los colombianos, de tal forma que podamos vivir una sociedad reconciliada y en paz, dejando a un lado todo lo que nos impide crecer como verdaderos Hijos de Dios y hermanos entre nosotros.

Fuente: Jesuitas Colombia

Aportes del SJR y la RJM en Latinoamérica para los Pactos Globales sobre Migrantes y Refugiados

El Servicio Jesuita a Refugiados y la Red Jesuita con Migrantes en Latinoamérica y El Caribe, expresan sus recomendaciones con base en su experiencia local, nacional y regional en América Latina, sobre que se debe considerar entorno a los Pactos Globales sobre Migrantes y Refugiados, para la elaboración del cual Naciones Unidas ha abierto un tiempo de consulta.

En el Acoger:

Es importante respetar el principio de no devolución, lo cual implica, evitar la expulsión colectiva y arbitraria de migrantes y refugiados. El proceder debe partir de las consideraciones humanitarias de las personas que huyen por razones de violencia de sus países, para no ser devuelto de manera abusiva a un lugar que se considere de riesgo para su integridad personal.

Es necesario encontrar más y mejores vías jurídicas para asegurar condiciones adecuadas para la migración o reubicación segura y voluntaria. Existen alternativas útiles como visas humanitarias que garantizan la protección de personas que no cumplen formalmente los requisitos de ley para ser considerados refugiados; visas de reunificación familiar (incluyendo hermanos, abuelos y nietos) y visas temporales para personas que huyen de conflictos en países vecinos; creación de corredores humanitarios; programas de reubicación de refugiados en las comunidades acogida, en lugar de concentrarlos en asentamientos.

En el Proteger:

Es importante que los inmigrantes, solicitantes de asilo y refugiados puedan gozar de la protección necesaria de parte de los países de acogida, a fin de prevenir situaciones que atenten contra su dignidad como la explotación sexual, el trabajo forzoso y la trata de personas.

Los Estados deben capacitar integralmente a sus funcionarios sobre los tratos y procedimientos que tienen que seguir con migrantes y refugiados, como promover una coordinación interinstitucional que permita garantizar una respuesta integral en el acceso y goce de justicia, defensa y seguridad, especialmente cuando la vida esté en riesgo, así como la asistencia permanente con información clara y oportuna sobre la necesidad de protección.

La población migrante y refugiada debe contar con el goce efectivo de sus derechos en igualdad de condiciones que la población nacional. Los migrantes y refugiados se enfrentan a múltiples obstáculos, en particular, vacíos legales debido a la falta de regulación y lineamientos claros, pues muchos tienen dificultades legales para acceder a bienes y servicios básicos (bancos, colegios, hospitales, trabajo, inmuebles, etc.).

Es importante la adopción no sólo de medidas contingentes, sino de políticas migratorias que contemplen un enfoque diferencial y con perspectiva de género, ya que existen necesidades e impactos diferenciados según el grupo poblacional (niños, niñas, adolecentes, mujeres, indígenas, afrodescendientes, etc.) previniendo las discriminación, re-victimización y vulnerabilidad, en los momentos de tránsito, destino y retorno.

En el Promover:

Reivindicamos la necesidad por la protección del núcleo familiar del migrante y refugiado, especialmente para que la población de niños, niñas y adolescentes (NNA) no queden desprotegidos. Muchos de ellos huyen de sus países sin el acompañamiento de sus padres, hecho que acentúa su condición de vulnerabilidad, por lo cual está la necesidad de protegerlos asegurando su reencuentro y reunificación familiar.

Hacemos un llamado para que los Estados generen políticas públicas responsables e integrales, donde se promueva una inclusión social de migrantes y refugiados para que puedan ejercer su oficio en las comunidades de acogida. Por ello, es importante asumir políticas menos restrictivas que garanticen tanto la igualdad como una posibilidad más amplia para ejercer la ciudadanía y la promoción humana en los lugares de acogida.

Es necesario generar respuestas ágiles para el reconocimiento de la condición migratoria, especialmente de quienes requieren protección internacional, y la debida documentación que permita acceder servicios de empleo, vivienda, salud y educación. Del mismo modo, urge que esta documentación sea conocida y reconocida en todas las instancias gubernamentales e instituciones privadas.

En el Integrar:

Es prioritario adoptar un lenguaje que fomente la solidaridad y la hospitalidad de migrantes, solicitantes de asilo y refugio, evitando verles como competencia o amenaza en los países de tránsito y destino. Los medios de comunicación y líderes políticos tienen un papel fundamental para transformar este imaginario colectivo.

Los espacios de intercambio entre quienes llegan y quienes acogen deben servir para favorecer una cultura del encuentro que permita entender los beneficios que trae la integración. Es un proceso bidireccional que aunque toma tiempo, debe reconocer y valorar la importancia de la multiculturalidad de la que somos parte en Latinoamérica y El Caribe. En virtud de esa riqueza cultural podemos aprender a convivir, aprovechar y disfrutar las diferencias que tenemos.

Hay que evitar supuestos y discursos que sigan estigmatizando y criminalizando a migrantes y refugiados per se. Por el contrario, es menester hacer un reconocimiento al aporte que estas poblaciones hacen a la economía local, por ejemplo. En esto, son claves los procesos de integración implican un mutuo aprendizaje para compartir los recursos que se tienen.

Proponemos generar un trabajo más cercano con los hijos e hijas de extranjeros nacidos en el país acogida para prevenir que violencias de diferentes tipos vulnere sus derechos fundamentales y contribuya a un sano proceso de sana convivencia. La integración es un componente fundamental que puede concebir nuevos proyectos de vida y promover la superación de las necesidades y vulnerabilidades de migrantes y refugiados.

Los Estados deben promover acciones precisas que de manera colateral o por aspectos estructurales o del funcionamiento del mismo, no afecten o discriminen a los inmigrantes. Así como políticas de cooperación y articulación con la sociedad civil que permitan que el desarrollo como seres humanos se dé en condiciones de dignidad e igualdad.

Conclusiones breves:

Vemos con preocupación en toda Latinoamérica y El Caribe el aumento de las solicitudes de asilo, el incremento del número de detenciones y deportaciones masivas, y el crecimiento del desplazamiento forzado interno, así como poca capacidad estatal y falta de marcos legales garantes de los derechos para migrantes y refugiados; igualmente la persistencia de escenarios de inseguridad y precariedad que afectan a los migrantes forzados que están en toda la región.

Anhelamos que el proceso de consulta de los pactos globales entorno a la migración y el refugio pueda culminar en una transformación de la perspectiva de los Estados para que conduzca a pensar más allá de las particularidades de una nacionalidad y trascender a un enfoque de derechos que nos abarque como humanidad. El valor de la integridad de cada persona, debe estar equilibrado con las preocupaciones de seguridad nacional de cada país y nunca estar por encima de la dignidad y los derechos fundamentales de los seres humanos.

Hacemos un llamado a la reflexión conjunta e inclusiva, para que analizando la complejidad de las transformaciones del contexto en el mundo, se haga un aporte orientado a la profundización de la comprensión sobre los graves obstáculos que enfrentan migrantes y refugiados en países de tránsito y destino, y la necesidad de proteger a todos los refugiados de facto3, y no sólo a quienes se le otorga un estatus.

Es deber de todos los gobiernos establecer medidas de protección y prevención para aquellas comunidades profundamente amenazadas por las nuevas violencias; avanzar hacia soluciones estables y duraderas que les permita reconstruir sus proyectos de vida en armonía con los territorios y de cara a un desarrollo humano con un rumbo ambientalmente sostenible y socialmente equitativo; y garantizar la vida de los migrantes forzados que huyen de sus países de origen por situaciones de violencia social generalizada, por políticas económicas erróneas y por violación sistemática de sus derechos humanos.

Allí donde nacen muros de exclusión, securitización, desconfianza y xenofobia, reiteramos la invitación para construir más y más puentes de Hospitalidad, Humanidad y Fraternidad.

Fuente: CPAL Social

 

El Papa que se Ganó el Corazón de Más de un Ateo

La visita del Papa a Colombia fue un signo que generó efectos en la población creyente y no creyente.

Por José Guarnizo Álvarez

La visita de Francisco a Colombia fue mucho más emocionante de lo que imaginaron los colombianos. El acto de Villavicencio resultó ser el más desgarrador y emotivo, en un país con tantas secuelas de violencia.

No hacía falta ser católico para conmoverse hasta las entrañas con el discurso que dio Pastora Mira parada detrás del atril, con los ojos entreabiertos y la voz interrumpida por un taco que seguramente le pesaba en garganta, intentando nombrar lo innombrable.

No era cuestión de religiones. Bastaba con tener tripas y un corazón bombeando sangre para rendirse ante esa historia trágica que comenzó a relatar ante miles de personas en Villavicencio y frente al papa Francisco. Ese fue un primer fogonazo directo al corazón.

Daban ganas de echarse a llorar con solo escuchar el paso a paso de lo que fueron los asesinatos de su papá, de su primer esposo y de sus hijos Jorge Aníbal y Sandra Paola, cuyo cadáver Pastora solo pudo encontrar siete años después de haberla dejado de ver.

Una mujer a la que prácticamente le exterminaron a su familia de golpe hizo ver la llegada del papa como un acto que trascendía la típica y casi siempre aburrida visita de un jefe de estado. En este caso el papa había venido a tocar la fibra más profunda que arde en el inconsciente de este país: la violencia y la muerte que ha dejado el conflicto.

Había que ver a Francisco sobrecogido hasta los huesos para entender que el mensaje de Jesús, más allá de si muchos profesaban o no la religión, venía a caer como una llovizna de aliento ante tanto dolor derramado. Ver al papa orando frente al Cristo de Bojayá también terminó siendo una lección para nosotros mismos y para esa enfermedad crónica que engendramos el día en que las víctimas se nos volvieron paisaje. Y luego vino esa frase de Francisco tan dogmática pero tan inquietante para lo que significa sufrir por el otro: “Un cristo roto y amputado para nosotros es mas Cristo aún”.

Es muy difícil que una figura mundial logre convocar en Colombia a tantos y tan distintos tipos de personas. Pero ese no era el plan al principio. Muy pocos habrían vaticinado con antelación los sentimientos que el papa terminaría despertando. Aunque su venida al país estaba planeada hasta en sus más milimétricos detalles, nadie podía presupuestar la atmósfera anímica que acabaría generando. Hasta en los más ateos. Porque es preciso volverlo a decir: no hacía falta ser católico.

Y es posible que una de las razones para que esa conexión se haya dado sean los símbolos que Francisco trajo en su maleta. Por mucho que algunos políticos quisieron aprovechar el momento para aparecer en fotos y levantar así popularidades, Francisco estuvo en Colombia con el pueblo. No fue el papa de Santos ni de Uribe ni de Ordóñez ni de Claudia López. Fue el papa que visitó la casa de una humilde mujer llamada Lorenza Pérez en el barrio San Francisco de Cartagena, o el papa que bendijo a 900 enfermos en esa misma ciudad, o el papa que recibió una bendición de una niña en los hogares de San José en Medellín, o el papa que se abrazó con exhabitantes de la calle a la salida de la Nunciatura en Bogotá.

Pero el papa argentino en Colombia fue incluso mucho más que eso. Su propia personalidad despertó una simpatía inmediata a punta de pequeños detalles. El hombre demostró que está lejos de ser una figura decorativa a los países donde va. No hubo un momento en que el papa, con 80 años -no sobra decirlo-, se mostrara reacio a tantas demostraciones de cariño. Sin importar el clima o la hora, el pontífice expuso, además, una resistencia física de hierro. Nadie podrá olvidar su último día en Cartagena: con el pómulo morado por un golpe, con el sudor en la cara por el sopor y la humedad, y no dejaba de sonreír ni de mirar bondadosamente.

Francisco fue tan firme en sus posiciones a la hora de interpretar el evangelio como noble y cercano a los de carne y hueso. Los colombianos supieron que detrás de la figura del pontífice hay una especie de sabio que es capaz de regañar cuando debe pero sin perder nunca la sensibilidad hacia los menos favorecidos. En la eucaristía de Contecar, en Cartagena, por ejemplo, al papa no le tembló la boca para llamar al narcotráfico una “lacra” que ha dejado miles de muertos y ha acabado con la dignidad de tantas personas. Pero al mismo tiempo tuvo el tacto y la buena oportunidad de hablar de derechos humanos y de recordar los terribles tratos a los esclavos negros que llegaban en barcos hace siglos a Cartagena.

El papa cumplió esa promesa de venir como peregrino de paz y esperanza. Ese fue su objetivo desde un comienzo. En un país de huérfanos por la guerra, Francisco también tuvo tiempo para recordar que la esencia del cristianismo tiene una respuesta para ello. “Todos somos importantes y necesarios para Dios. Él nos ama con amor de padre y nos anima a seguir buscando y deseando la paz”.

Delante de 22 mil jóvenes, el papa dejó una inyección de esperanza que seguramente no pasará desapercibida para quienes se dieron la oportunidad de escucharla. “Mantengan viva la alegría, ese es un signo del corazón que ha encontrado al señor. Que nadie les quite esa alegría, no se las dejen robar. No le tengan miedo al futuro, atrévanse a soñar a lo grande. No podemos acostumbrarnos al dolor y al abandono”, dijo.

Hacía falta que alguien viniera a recordar los valores más sencillos de la vida. Recuperar la fe –en Dios, en las personas, en algo- fue una de esas semillas que quedaron sembradas tras la partida del papa. Cuando Francisco estaba subiendo las escaleras del avión de Avianca de regreso a Roma, la gente comentaba desde las casas, las cafeterías, las calles, lo cansado que seguramente debía estar. “Pobre Francisco, debe estar muerto, tanta falta que nos va a hacer”, decía una mujer en un restaurante de Cartagena. El papa había estado solo cinco días en Colombia, pero era como si se estuviera yendo un viejo conocido que vive muy lejos, ese que uno no quería que se fuera, ese al que había que simplemente agradecer.

Fuente: semana.com

 

J. G. Funes SJ: Un Puente entre la Iglesia y la Ciencia

Entrevista al Padre José Gabriel Funes SJ en ocasión de su visita a la Universidad Católica de Santa Fe, para presentar una disertación titulada: “Ciencia y Fe. Origen y fin del Universo”. El Padre Funes fue director del Observatorio Vaticano por diez años, y hoy forma parte de la comunidad del Noviciado San Ignacio, en Córdoba.

Mauro L. Muñoz

“El Observatorio es uno de los tantos puentes existentes entre la Iglesia y la ciencia. Con ello se pone en evidencia que no hay contradicción entre ciencia y Fe, sino que pueden complementarse”, contó a El Litoral, en una impasse entre la charla de la mañana -destinada a alumnos de escuelas secundarias- y la que se desarrolló por la tarde -dedicada al público en general-.

“De dónde venimos y a dónde vamos son preguntas que la humanidad se ha hecho desde siempre. Entonces, en esta charla, intento ofrecer la perspectiva científica y la teológica. Esperando que esto permita ampliar los horizontes de quienes participan. Ayudándonos a pensar y vivir la historia de todos los días desde una mirada cósmica, de horizontes más amplios”, enmarcó.

Ciencia y Fe siempre parecieron términos que no estaban unidos pero que últimamente van cada vez más de la mano…

En realidad ciencia y Fe han estado siempre relacionadas y se han ayudado mutuamente desde muchos años atrás. Luego ocurrió el caso de Galileo, con todo lo que sufrió, lo que agudizó una relación más conflictiva para fines del siglo XIV. y hoy en día, el vínculo tiene un diálogo sereno donde las dos perspectivas se pueden complementar.

Es curioso que el gran público no suele conocer a monseñor Georges Lemaître, quien fue uno de los precursores de la teoría del Big Bang. Con esto, lo que quiero decir es que la Iglesia no se opone al desarrollo de la ciencia, sino que lo promueve. y un caso claro de esto es el Observatorio del Vaticano, que dirigí por muchos años. Esto no quita que haya tensiones y conflictos aunque, con diálogo, se pueden superar.

¿Qué experiencia le ha dejado el paso por el Vaticano?

Ha sido una experiencia muy buena, que amplió mis horizontes. Me ha permitido viajar por el mundo, conocer culturas distintas e incrementar mis conocimientos astronómicos. Ha sido una experiencia positiva.

Después, estar al servicio de dos Papas como director y tres como astrónomo del Observatorio, también me ha dado una perspectiva universal de la Iglesia. Distintos lugares del mundo vistos desde el centro donde Roma y el Vaticano, para los católicos, son ciertamente lugares muy importantes.

Una consigna que ha hecho suya es que “la astronomía es un excelente medio apostólico” ¿Qué significa y qué dimensiones tiene esta frase?

Lo que yo quiero decir con ello es que la astronomía, al plantear perspectivas amplias, al ayudarnos a hacernos grandes preguntas, abre esta posibilidad de diálogo entre ciencia y Fe. Entonces, la astronomía, hablando como jesuita que soy, acompaña la misión de la Iglesia. Los misioneros, que en su momento fueron a China e India, además de la actividad propiamente pastoral tenían también la actividad evangelizadora que es la promoción de la Ciencia.

¿Qué trabajos está llevando adelante hoy y en qué instituciones?

Ya he vuelto del Vaticano y estoy con ocupaciones en la Universidad Católica de Córdoba. Estoy trabajando en un proyecto multidisciplinar que trata de estudiar desde distintas perspectivas el impacto, a nivel filosófico y religioso, del descubrimiento que podría tener el potencial descubrimiento de vida extraterrestre. y espero que, en un tiempo no demasiado prolongado, ya podamos tener material e información para el público en general y para colegios que me parece que es un tema interesante.

Por último, considerando su tradición jesuita y que ambos son argentinos ¿Cómo es su relación con el Papa y cómo ve su apostolado hoy?

Sí, conozco al Papa desde que yo era un estudiante de astronomía. Luego, he tenido la oportunidad de recibir al Papa en el Observatorio. Por supuesto es una alegría tener un primer Papa latinoamericano, conocedor de la realidad de la iglesia de nuestra región y en especial la Argentina. Además porque habla un lenguaje cercano a los jesuitas, un lenguaje proveniente del espíritu ignaciano. Dialecto que tenemos los jesuitas y que también compartimos con gran parte de la Iglesia. Por eso, creo que es una alegría tener un Papa que nos hable directamente y que nos da mayor cercanía.

Fuente: Diario El Litoral

Diálogo con el Politólogo y Sacerdote Jesuita Rodrigo Zarazaga

Filósofo, teólogo, investigador del Conicet, profundo conocedor del barro bonaerense. Pergaminos que lo convierten en uno de los más agudos analistas del conurbano. Aquí reflexiona sobre el sistema de punteros, clientelismo, Estado y organizaciones sociales. La fragmentación de la base social del peronismo y una lectura de las PASO.

Por Natalia Aruguete y Mario Wainfeld

En el libro Conurbano infinito, usted afirma que más que la inexistencia del Estado en el Conurbano bonaerense hay un Estado que llama “Golem”. Es original comenzar una entrevista sobre ese tema citando a Borges… ¿A qué se refiere?

El Golem que pinta Borges es la creación de un rabino en el rol de demiurgo. Las cosas no salen como esperaba: la criatura que creó se le puede volver en contra. Los versos finales de Borges, tan lindos, dicen: “¿Quién nos dirá las cosas que sentía Dios al mirar a su rabino en Praga?”. El rabino crea esa criatura y Dios mira al rabino al igual que el rabino mira al Golem. El Estado en el Conurbano no es el típico Estado burocrático weberiano, sino uno que parece una feria barrial, donde a veces se impone el orden, a veces éste es cómplice del delito, lo administra y a veces es el propio ejecutor del delito. En Villa Mitre, lo que más temían los chicos era que la policía les robara la bicicleta o las zapatillas cuando volvían de bailar. Esa criatura Golem no se traduce en ausencia (como se cree) sino en una presencia ilegal que perjudica al ciudadano o que se entremezcla con las redes legales.

¿En qué se traduce esa presencia ilegal?

Donde hay presencia de redes ilegales, veo que es muy difícil que las redes estatales, las redes religiosas y la propia política no se entremezclen, todos viven en la misma comunidad. A mí mismo, como cura, me ha pasado que me dijeran: “pero che, como tenés de colaborador a fulano de tal que es el que vende drogas”. Uno vive entremezclado en eso, y para ayudarte, te juntas con el puntero. Y bueno… es en lo que estamos. Una imagen que todavía me llama la atención es la de la policía cobrando su parte en las ferias barriales ilegales y luego comprando en la misma feria. Cobran en nombre de la seguridad y después compran allí para sus hijos.

¿Esa policía que cobra en las ferias barriales es muy diferente a la que “manguea pizza” en algún boliche de la ciudad de Buenos Aires?

Buena pregunta. Creo que sí. En lo que usted describe también se da una relación de este tipo, pero hay algo a favor en la ciudad. Aquella policía (la que cobra en las ferias) es más explícita: “si no, te reventamos”. Lo de la pizza es un folklore, pero cuando se trata de recaudaciones fabulosas, como La Salada por ejemplo… son negocios grandes. Creo que en el quantum también hay una diferencia. La pizza tiene un valor pero no es todo lo mismo.

Usted dice que estas redes conviven en la misma comunidad. Incluso, en el aula de una escuela comparten asientos los que logran insertarse en la fuerza policial y los que eventualmente terminan integrando redes de narcotráfico, aunque en posiciones desventajosas.

Sí, sí, claro. Diría más, en lo profundo de la villa vive gente que está en la carrera de policía y tal vez su primo es el dealer. El uniforme y el arma, mezclados. Y, de hecho, cada tanto hay problemas con el arma reglamentaria en las villas.

¿Qué estrategias se observan por parte de la comunidad frente a este Estado Golem?

El Estado es parte de la comunidad, el policía puede ser de la misma comunidad, el puntero que representa al Estado es de la misma comunidad. El puntero no es un señor que va en nombre del Estado a la villa: es de la villa y maneja recursos estatales de manera relativamente arbitraria. Y la comunidad se relaciona con esos actores con las mismas reglas de juego. Si el puntero maneja recursos que yo más o menos utilizo, tengo que más o menos adaptarme a ese toma y daca que me plantea. Si la Policía puede protegerme también tengo que ver la relación que establezco. No estoy tomando esta relación como meramente pasiva, sino como una dinámica interactiva donde ambos se van configurando.

En el libro usted propone repensar ciertos mitos sobre la cultura jerárquica de los punteros, vinculado al tipo de lealtades que se establecen en estas relaciones.

Por eso digo que es más dinámico, y ha mutado muchísimo desde que empecé a estudiarlo hasta ahora. Claramente, se ha comercializado.

¿Cómo se ha comercializado?

Antes había una mayor reciprocidad, había solidaridad entre el vecino que tenía un poder político y el que no, entre el puntero y el seguidor. Hoy la gente pregunta más: “¿qué hay para mí?” Y así como antes un puntero peronista no trabajaba más que para el peronismo, hoy también puede trabajar para el PRO. Creo que ese proceso de comercialización comenzó a ocurrir en la década del ‘90. Algunos referentes barriales me han dicho: “Veíamos que los de arriba se la llevaban toda, cuando nosotros íbamos a trabajar por la camiseta”. Pero tampoco hay que creer que la red de punteros tiene la dinámica de la Alemania soviética… No es un régimen tan opresivo sino un intercambio de favores en el que entra la reciprocidad. Lo que sí noto –y esto se conecta con las recientes PASO– es que esa manera de construcción tiene un costo.

¿En qué consiste?

Por cada vecino que metiste en la red uno quedó afuera, y ese que quedó afuera significa un costo electoral para vos. La idea de que se ganan todas las elecciones meramente por la red clientelar es desopilante.

No se juegan los mismos roles en esa convivencia.

Se piensa que un puntero es un tipo que hace fortuna. No. Es alguien de ahí que subsiste en la política y desde ahí va ayudando a otros vecinos. Se trata de sacarle algo al Estado, pero también el puntero existe porque el Estado no está o, mejor dicho, sólo está de esta forma, que no en la forma imparcial weberiana que querrían los institucionalistas.

¿Cuál es la noción de “gobernabilidad” que garantizaría la red de punteros en su relación con los intendentes?

Me parece que hay una mirada demasiado focalizada en los barones del Conurbano. Los villanos de la política argentina son los intendentes del Conurbano, esos son los realmente malos. Y si vemos los municipios del Sur –Lanús, Quilmes, Almirante Brown, La Matanza–, lo que reciben de coparticipación es bastante limitado.

La coparticipación secundaria que va hacia los municipios –no sólo en Buenos Aires– replica en las provincias el tipo de reparto que se observa a nivel nacional.

Sí. Los quince municipios más pobres del conurbano son los que menos reciben, recibe más San Isidro que Almirante Brown. Los criterios de determinación de la coparticipación secundaria no son equitativos, en la contabilización entran las camas de hospitales, por ejemplo, cuando éstos pertenecen al ámbito municipal. Puede ocurrir que un intendente se avive y logre hacer aparecer que tiene determinada cantidad de camas en un hospital y, con ello, reciba mayor coparticipación. En términos per cápita, reciben más los municipios del interior que los del conurbano. Hay dos o tres intendentes que reciben al año mil pesos por cada habitante pobre. Con eso, mucho más que repartir un bolsón de comida no se puede hacer. En ese espacio surge el Estado minimalista, una contención mínima que al intendente le dé una cierta gobernabilidad.

¿La coparticipación secundaria es objeto de las mismas lógicas de reparto que emplean los gobiernos provinciales con la obra pública?

No, eso es un mito también. La coparticipación es una fórmula y no hay mucho para hacer con eso. Cuando se intenta pelear más o menos dinero para obra pública, allí sí empieza el cálculo de a quién se lo dan y a quién no.

El reparto para obra pública se puso en discusión en esta campaña electoral.

Sí, pero es obra pública y no fondos de coparticipación; los arbitrarios son muy pocos, 3 por ciento. Y la provincia de Buenos Aires arranca en desventaja: tiene poco más del 18 por ciento cuando hay más de 12 millones de habitantes.

Usted dice que la política cambió mucho en los años 90. El conurbano, también. Muchos habitantes del conurbano eran trabajadores formales, pese a que vivían en calles sin nombre, en casas sin número.

Probablemente esperaban que su hijo fuera doctor, eran pobres y peronistas. El paisaje ha cambiado, y tal vez eso también explica los resultados de estas PASO. Creo que el alto índice de desocupación que dejó la década del 90 y los planes bonaerenses como primera respuesta, determinaron un quiebre en los sectores bajos. Hoy, hay tres mundos muy distintos –el desocupado, el trabajador informal y el trabajador formal de sector bajo–, y creo que esta elección lo explica. Se suele decir que es un problema del peronismo, que no se pone de acuerdo por narcicismo. Pero los candidatos están divididos porque no es fácil representar a estos tres sectores a la vez.

¿Por qué?

Porque son el resultado de la fragmentación de lo que fue la base social del peronismo. El peronismo es un producto bonaerense, además están los partidos provinciales, más tradicionales, pero el peronismo es el mundo del trabajo realizado. Ese es un bastión que, creo, se quebró en los ‘90. En el Conurbano hay aproximadamente cinco millones de ocupados, de los cuales el 35 por ciento está compuesto por trabajadores informales. Y ahora tiene un 12 por ciento de desocupados, el índice más alto según la EPH (Encuesta Permanente de Hogares). Allí confluyen una masa de desocupados, una masa de informales y lo que quedó de trabajadores formales. Quizá todos se dicen peronistas pero tienen intereses contrapuestos. Creo que (la ex presidenta) Cristina Fernández se ha quedado con el voto duro de estos informales y desocupados, pero en el sector del obrero formal –aunque de clase media baja– hay un discurso meritocrático propio del PRO. Dentro de este último grupo, hay gente que no entiende por qué se jubila alguien que nunca aportó. También tiene costos electorales la distribución de subsidios.

¿Qué costos electorales, específicamente?

Se tiende a creer que es la clase media la única que se enoja. No, también se enoja el vecino que dice: “¿cómo éste recibe la AUH si nunca trabajó?”. No estoy haciendo un juicio moral, estoy describiendo esa fractura: hay un grupo de trabajadores ocupados del Conurbano al cual el trabajo le sigue nucleando su vida y sus beneficios y hay otro grupo al que no. Para este otro grupo, su vida y su consumo están nucleados por los subsidios, y esto genera un quiebre en la base del peronismo.

Esos “pobres y peronistas” que esperaban a “m’hijo el dotor”, veían en la educación el factor que explicaba el ascenso social. ¿Hoy lo siguen viendo de la misma forma?

Creer que todos los bonaerenses están dispuestos a convertirse en narcos me parece que es estigmatizar, pero sí es cierto que en las villas, la motito o el mejor auto están relacionados con ese mundo y hay un modelo de ascenso, no es que no esté. Pero lo más grave es que hoy un habitante promedio de Gregorio de Laferrère al fondo no piensa que la educación llevará a su hijo a ser doctor. Creo que el peronismo ha cometido un error: menospreciar la capacidad de la gente de juzgar lo que está recibiendo. Aun las madres más pobres se dan cuenta de que sus hijos llevan dos años yendo al colegio y no saben leer. El peronismo tiene una visión muy tradicional de la familia, de casa al trabajo y del trabajo a casa. En los manuales escolares, incluso, aparecía la familia tipo.

El casalito.

(Risas) Hace unos días, me encontraba en un merendero en Villa Mitre. Mientras desayunaban, los chicos se preguntaban entre ellos: “¿vos de quién sos hijo en tu casa?” “Yo de mi mamá, yo de mi papá”. Ese modelo de familia que un cura como yo podría tener en la cabeza –mamá, papa y el casalito– voló por los aires.

En esta nueva constitución familiar, ¿hay muchas madres que son jefas de hogar?

Está muy expandido el tipo de familia con madre jefa de hogar. Además, es la que empuja, a la que le importa el hogar. Hay muchas madres solas empujando sus hogares con cuatro o cinco hijos. El hombre va y viene, es más volátil.

¿Qué escenario propone la incorporación de la AUH como política pública?

Un piso. No concebiría que alguien quiera eliminar la AUH. En todo caso, si se elimina la AUH habría que explicar qué se va a poner en su lugar, porque es una contribución mínima. Cuando se dice que va a la droga, al paco… no creo. Puede ocurrir en algún caso, pero significa una alimentación mínima para estos niños que estamos describiendo.

Contradice la lógica clientelar que usted está describiendo.

La AUH no es clientelar. Primero, se instrumenta a través de la Anses y no de los intendentes. A tal punto que generaba bronca en algunos punteros: “¿y lo nuestro?”, te decían. Acusarla de clientelar me parece ridículo. Otra cosa es que produzca efectos electorales. Al campo le sacás las retenciones y también te va a votar; no es muy distinto.

En esta charla nos hemos concentrado en analizar la relación clientelar y las redes de punteros. ¿Qué otras formas de organización social y política se observan en el conurbano por fuera de esta lógica clientelar? Pienso, por ejemplo, en los proyectos productivos impulsados por movimientos sociales.

Yo noto todo muy fragmentado, la gente no es de nadie. El puntero te dice “yo tengo cien personas. Bueno, más o menos”. “¿Las tenés?” “Qué se yo”. Y vaya a saber en el cuarto oscuro a quién votan, y el movimiento social también. Te dicen: “nosotros somos”…. “Sí, mientras tengas la cooperativa”. En teoría, todo el Movimiento Evita votó a (el ex ministro Florencio) Randazzo, y yo no estoy tan seguro que haya sido así. Más de uno debe haber votado a Cristina. La gente se vincula menos a las instituciones; a las instituciones les cuesta articular y reclutar. Entonces, las iglesias están más vacías y los referentes políticos, incluso lo de las organizaciones sociales, tienen más dificultad. En este escenario, el PRO corre con una ventaja.

¿Cuál?

Ser hijo de la fragmentación, nació para lidiar con una fragmentación. El peronismo se tiene que readaptar, y readaptarse es más difícil que nacer. De alguna manera, el peronismo hizo política sobre el mundo del trabajo realizado. El PRO lidia mejor con la fragmentación social.

En esta relación con el Estado y sus formas de financiamiento, las organizaciones sociales también acceden a créditos o microcréditos con los que desarrollan emprendimientos productivos. Los planes no son la única forma de financiamiento de estos actores sociales.

Sí, pero no sé qué tanto se siente eso a nivel del barrio. Las otras son presencias indudables, esta otra forma es más excepcional. Los otros son actores que están en todo barrio. La AUH está en todos los barrios, integrantes de las cooperativas del “Argentina Trabaja” suele haber en todos los barrios… sin negar la existencia de estas otras formas que usted menciona. Incluso, agregaría que políticas como la AUH o la moratoria son percibidas como un derecho, y eso no necesariamente fideliza a la gente partidariamente. Lo que se llamó “la campaña del miedo”, en ese sentido, no funciona bien porque la gente dice “esto es un derecho y ya no me lo pueden sacar, y si me lo sacan se incendia el país”. Si uno vota por tal candidato no es por el miedo a que le saquen ese derecho, lo vota por otras razones. En cuanto al tipo de vínculo con el Estado, creo que se percibe como un derecho, una conquista que no tiene marcha atrás.

¿Por qué está tan convencido?

Porque se instaló con el discurso del kirchnerismo. En la campaña de 2011 veíamos personajes como Haydé, que habían trabajado toda su vida y no tenían jubilación… y eso no era culpa de Haydé sino del patrón. Allí, el mensaje es que eso era un derecho: ¿por qué vamos a castigar al trabajador, si el que no aporta es el patrón? Lo que no quita que esto pueda generar costos de los que dicen “no trabajó nunca y recibe”.

En el libro se analizan las estrategias del PRO en las elecciones de 2015. ¿Qué conclusiones saca acerca de ese triunfo de Cambiemos en provincia de Buenos Aires?

Es difícil porque hubo muchos errores no forzados del otro lado. Ahí también aparece la coyuntura, las decisiones. ¿Qué habría pasado si Randazzo aceptaba ir como candidato a gobernador? Sí parece que en cierto sector funcionó el discurso meritocrático del PRO. En la Argentina de hoy, el que tiene trabajo formal es parte de la clase media o media baja, pero ése todavía tiene la ilusión del hijo doctor y siente que el otro es una lacra. De hecho, en la tercera sección del Conurbano, que ha sido bastión del peronismo histórico, el PRO sacó casi un millón de votos contra 1,3 millones de Cristina. En 2011, Cristina había sacado un cincuenta y pico por ciento de diferencia en la tercera sección, y en 2007, un 32 por ciento. Ahora la diferencia es de un 13 por ciento, mientras que Scioli había estado en un 15 por ciento. Hay votantes que, sin pertenecer a la clase rica ni a la clase media profesional, mutaron. Yo no creo que necesariamente el bonaerense haya dicho: “yo estoy peor ahora que hace dos años” y le haya facturado eso a Cambiemos.

Entonces, ¿qué ocurrió?

Allí hay una novedad. También hay una factura a los años de gobierno peronista. Hay un sector que se cansó, especialmente ese obrero formal que dice “yo trabajé, contribuí y tengo peores escuelas, sigo sin cloacas y los beneficios fueron a éstos”. Allí es donde cala el discurso meritocrático del PRO mejor de lo que yo habría pensado jamás.

Alguna vez usted dijo, sobre los sectores humildes, “de puertas para adentro muchísima gente tenía una casa parecida a la mía pero no de puertas para afuera”.

Sí, con el Ahora 12 compraron un plasma, el colchón y tienen DirecTV. Pero salen de allí y… ¡”mamadera”! (sic). Cuando salís estrictamente del consumo y tenés que ir a la inversión en infraestructura… allí empieza la pobreza.

Esa falta de inversión, ¿cuánto afecta a los sectores medios?

El consumo decayó en los últimos dos años, pero aparece el discurso del PRO que dice “no te dieron rutas, no te dieron asfalto”. Y la gente piensa: “tienen razón, ¿es un problema de ellos o viene de antes?”. Esto excede al kirchnerismo. La impresión que tengo es que la gente sabe que si pierde un trabajo formal es una caída a un precipicio, un camino sin retorno. La persona que tiene un trabajo formal en la obra y queda afuera de eso es un despeñadero que puede terminar en cualquier lado. Creo que eso sí se percibe, ese temor a dar ese pasito al abismo.

Fuente: Pagina 12

Guía de una Economía Circular

Esta nueva tendencia que de a poco se va expandiendo a diferentes países a través de distintas iniciativas podría ser acogida de modo especialmente fructífero por un país sudamericano: Uruguay.

Por Virginia Recagno

A muchos les suena a algo reciclado, pero el concepto abarca mucho más. La economía circular se concibe como un cambio de paradigma en la producción, que va de la mano de la irrupción de la nueva revolución industrial –la llamada Industria 4.0– con una oferta con mayor conocimiento de la demanda y una economía viabilizada mediante servicios más que de productos, que tiene como premisa clave el cuidado del medioambiente.

Hoy y mañana, autoridades nacionales de los sectores de la economía, el medioambiente, agropecuarios, de industria y de desarrollo social, representantes de organismos internacionales y gobiernos extranjeros compartirán sus visiones sobre esta modalidad –que se introdujo de forma abrupta en la realidad mediante nuevas aplicaciones como Uber y Airbnb entre otras– en el primer Foro de Economía Circular de Latinoamérica, que se llevará a cabo en Montevideo en el auditorio del Latu.

La idea surgió mediante BioValor, un proyecto de revalorización de los desechos agroindustriales impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) en conjunto con tres ministerios a nivel nacional: el de Industria, Energía y Minería, Ganadería, Agricultura y Pesca y Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

El representante de la ONUDI para Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay, Manuel Albaladejo, explicó a la diaria que debido a que “gran parte” del proyecto gira en torno a la economía circular y dadas las “características y potencialidades” de Uruguay, “el comité del programa pensó en expandir los horizontes y hacer un evento que fuera mucho más allá, procurando traer una temática muy actual, vigente y moderna a Uruguay”.

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Al explicar el concepto de economía circular, Albaladejo sostiene que “implica una manera de producir y consumir diferente a los sistemas de producción lineales que actualmente predominan en la economía global, que han demostrado ser limitados en el uso de sus recursos y tener consecuencias ambientales y sociales negativas. Este nuevo modelo, en cambio, intenta generar la revalorización de las actividades económicas a través de bucles circulares, como la remanufactura, el mantenimiento, la reparación y la reutilización”.

La circularidad se concibe como una forma de abordar dos grandes megatendencias que nos interpelan como sociedad en la actualidad: la limitación de los recursos existentes y el avance tecnológico. En este sentido, el foro se propone tres objetivos: “Por un lado, acercarnos a los hacedores de política pública en Uruguay para hacerles ver la importancia de este tema. A nivel del sector privado, presentar prácticas para que el empresariado pueda ver los beneficios de los sistemas circulares. Y por último, a nivel académico, lo que queremos es que se empiece a estudiar mucho más el tema en universidades y colegios, para que las prácticas sostenibles empiecen a concebirse desde el sistema educativo”, explicó el representante de la ONUDI.

Algunos de los ejemplos a nivel internacional de implantación de economía circular son Dinamarca y Finlandia, dos países –según Albaladejo– “en algún modo parecidos” a Uruguay. “Dinamarca, de tamaño similar a Uruguay, ha conseguido, por medio de una agricultura muy intensiva y una revalorización agroindustrial, conseguir alimentar a muchísima gente; y Finlandia, que lo que intenta hacer es la revalorización de sectores tradicionales de la economía, como el forestal y el agroindustrial [sectores presentes en la economía local], ha creado una hoja de ruta para alcanzar este modelo total y absolutamente en 2025”, sostuvo a modo de comparación.

“Muchas veces el discurso de que es un país chiquito juega a favor, porque las reformas que se puedan adoptar pueden llegar a tener un impacto inmediato. Un país que ha sido capaz de cambiar la matriz energética en sólo diez años puede hacer exactamente lo mismo con la matriz productiva”, opinó sobre las posibilidades de Uruguay.

¿El camino? Para Albaladejo sería “a través de cambios en la normativa, en la aprobaciones de leyes de residuos y más, pero también de otros más sustanciales con respecto a hábitos del consumidor, porque la circularidad no es sólo responsabilidad del Estado y las empresas, sino de la sociedad civil. Hay una parte que es más educativa y cultural, que tiene que enfocarse desde un principio; después está lo normativo, que es complementario, y ahí sí, es entre el Estado y las empresas”. Esto último en particular se puede abordar desde “normas necesarias para que la ciudadanía y el empresariado empiecen a tomar conciencia de la importancia del reciclaje, de la reutilización, del mantenimiento y de la reparación, incentivos –incluso fiscales– a empresas vinculadas a la economía circular, y también a través del ejemplo; que el Estado fomente un consumo sostenible con sus compras públicas”, explicó.

“La cuarta revolución industrial, que abarca la internet de las cosas, la digitalización, la robotización, la computación en la nube, el big data, atraviesan a la economía circular de manera inmediata”, afirmó. Las nuevas plataformas empresariales vinculadas a la “economía del compartir” están replanteando el concepto de propiedad, fundamentalmente en las nuevas generaciones.

El foro dará espacio para la presentación y discusión de lo que implica pensar el desarrollo de forma circular, así como las oportunidades y desafíos que conllevan estos modelos.

Fuente: ladiaria.com.uy 

Foto: liveandinvestoverseas

 

Jesuitas Acústico

Los Jesuitas que participaron de la iniciativa de Jesuitas Acústico compartieron los resultados obtenidos agradeciendo por la generosa colaboración de la gente.

El pasado 2 de septiembre se realizó la entrega oficial de resultados de la Campaña de Jesuitas Acústico a Migrantes de Bojay, cuyo símbolo más importante ha sido la entrega del CD Compañeros: Jesuitas Acústico.

Al finalizar el Concierto ‘Oración por los Migrantes‘ del P. Jorge Ochoa S.j. en la catedral de Tula de Allende, se llevó a cabo la entrega representativa donde nos acompañaron: Mons. Juan Pedro Juárez Meléndez, obispo de la diócesis de Tula, Robert Stark S.S.S. Jesuita, Advisor-Regional Coordinator; así como los encargados de la operación en la Casa del migrante El Samaritano en Bojay; Servicio Jesuita a Migrantes, México, integrantes del Voluntariado Jesuita México y las hermanas de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, así como sacerdotes y feligreses de la diócesis.

Cabe recalcar que durante la campaña se obtuvo un total de ingresos de $100,527.50, de los cuales se destinaron $29,000.00 para la producción del disco Jesuitas Acústico ‘Compañeros’ y $13,108.00 pesos para la edición de 1000 copias del mismo que será vendido a favor de migrantes de Bojay, por comisiones de paypal se descontaron $2,707.37 y por costos de administración y operación de la campaña por parte de Fundación Loyola $5,026.38; donando así el total de $50,685.75 pesos para el albergue de Bojay, siendo esta la primera etapa de la donación, ya que todo lo recaudado de las ventas de los discos, se otorgará al mismo albergue.

Fuente (Texto y Foto) Facebook

 

“Madre Catalina Se Involucró con su Tiempo y con su Fe Aportando Ideas Superadoras”

Entrevista a la Hna Silvia Somaré, Esclava del Corazón de Jesús, para el periódico La Voz del Interior en el que cuenta detalles de la vida y el carisma de Madre Catalina de María, fundadora de la Congregación que será beatificada en noviembre próximo.

¿Cuál es el mensaje para los cordobeses y para los argentinos de este tiempo de la beatificación de una mujer que vivió dos siglos atrás?

La beatificación de Catalina, si bien es un reconocimiento de la Iglesia hacia la vida de bien que llevó esta mujer, no es un trofeo o un signo de superioridad. Es la figura de una persona que se pone como modelo por imitar, lo mismo que hace, por ejemplo, la historia con los próceres. En la Iglesia, además de ejemplo, se la considera mediadora ante Dios.

Pero me imagino que también hay un mensaje “laico”, que va más allá de lo eclesial, porque se trata de una mujer especial, por el tiempo en el que le tocó vivir…

La época en que vivió Catalina, pleno siglo XIX, fue el tiempo en el que se diseñaba la patria naciente, se buscaban caminos por dónde construir la mejor Córdoba y la mejor Argentina. Había disensos, puntos de vista y luchas fratricidas por esas diferentes ideas políticas que apuntaban al ideal de República. Unitarios contra federales, rosistas contra antirrosistas, el interior versus Buenos Aires. Esas ideas políticas tenían también expresiones en la sociedad, en la economía, en la cultura. Sumados a los paradigmas del silencio y de la educación rudimentaria de la mujer, además del protagonismo acotado a unas pocas con relación a los varones que lideraban en todo sentido.

Hoy seguimos con disensos…

Con disensos y paradigmas. El gran mensaje de esta beatificación para la sociedad es rescatar figuras como Catalina de María, quien, buscando dejar el mundo mejor de lo que lo encontró, hizo visible lo que incomodaba y entregó su propia vida detrás de su ideal. Fue una mujer que dio voz a otras y que golpeó puertas sin temer a los portazos, sin usar una actitud de competencia con el varón, sino de complemento. Se involucró con su tiempo y con su fe aportando ideas superadoras, generando encuentros y tendiendo puentes.

Perdón, pero ¿está segura de que fue así? No era fácil para una mujer, en ese tiempo, ser tan rebelde.

Más que de rebeldías de la Madre Catalina me gusta hablar de transgresiones, de visiones amplias y atemporales. Y antes de describirlas, es importante aclarar el porqué y el por quién de estas “rebeldías”. No lo hizo por el nombre de una calle o un monumento, por su propio ego o para demostrar su poder. Lo hizo tras de su ideal que era servir a Dios y, en Él, al prójimo más herido. De ese modo la rebeldía cobra otro color y es la que perdura en el tiempo, y es permeable a todos. También para comprenderla hay que considerar el rol puertas adentro que jugaba la mujer sin tener acceso a la educación formal, como así tampoco al diálogo con autoridades o a opinar en público.

¿Era una monja “atrevida”?

No. Pero sí podemos decir que Catalina cometió muchas acciones llevada por lo que sería un “más vale pedir perdón que pedir permiso”. Como que se lanzó conscientemente, no de un modo atropellado, pero saliéndose del molde.

¿En qué acciones, por ejemplo?

Le cuento algunas: en un momento de su matrimonio, su esposo, que era antirrosista, junto con otros militares, fue acusado injustamente de liderar una revuelta, y fue llevado preso. Catalina, junto con otras esposas preocupadas, le escribió una carta al gobernador Fragueiro para pedir la liberación de los maridos “en nombre de la humanidad y la civilización”. Años después, ya viuda, con el deseo de fundar la Congregación religiosa, dijo que encontraba obstáculos por su salud precaria y por su “estado de viudez”, es decir, que le ponían dificultades para el voto de castidad por no ser virgen. Y ella misma señala que lo que interesa es la virtud y los méritos.

“La tenía clara” dirían hoy los chicos…

Era una mujer decidida. Ante la dificultad para concretar la fundación de la Congregación, su director espiritual le dijo que intentara entrar en un convento de clausura. Hay que recordar que esto ocurría en una época patriarcal y clericalista, en la que la opinión del confesor era prácticamente la “voluntad de Dios”. Catalina rechazó la propuesta con el argumento de que no tenía espíritu para esos conventos…

Y así nacieron “las Esclavas”…

La fundación de las hermanas Esclavas se da en una época en la que, en nuestro país y alrededores, la vida religiosa femenina era puertas adentro. Y Catalina plantea una congregación apostólica, en la calle, y así surge la primera congregación de este tipo en el país. Quizás la más resonante de las “rebeldías” es su idea fundacional: formar “una comunidad de Señoras al servicio de las Mujeres”, para enseñarles, protegerlas porque le daban pena los peligros en que estaban. Nada especial si lo leemos literalmente, pero particularísimo cuando se advierte que cuando Catalina decía “mujeres”, se refería a las mulatas, a las prostitutas, a las esclavas, a las sirvientas… Todas las que en esa época eran consideradas lo menos valioso o inexistente de la sociedad. “Señoras” eran las solteras o casadas que por apellido, abolengo, marido o fortuna se destacaban como lo superior del género femenino. Catalina da vuelta el paradigma, ya que hasta entonces las “mujeres” servían a las señoras, y Catalina propone que sea al revés.

Fue laica durante 48 años y tuvo una hija

Catalina fue laica durante 48 años. En ese tiempo se casó con un viudo que ya tenía dos hijos y tuvo una hija que se le murió al nacer. Fue una buena esposa quien, al morir su marido, dijo: ‘Murió el ser que yo más amaba después de Dios’. Crió como propios a sus hijastros quienes desearon siempre estar a su lado después de la muerte del padre. Por eso, Catalina será también la primera beata latinoamericana que fue madre de familia.

Fuente: madrecatalinademaria.com

Diez Claves para Cuidar el Planeta Según Francisco

Fueron propuestas por el Pontífice durante la Jornada de Oración por la Creación:

  • “Nuestra propensión a interrumpir el delicado y equilibrado ecosistema del mundo, nuestro deseo insaciable de manipular y controlar los limitados recursos del planeta y nuestra avidez por el beneficio sin límites que rige en el mercado nos han alienado del objetivo originario de la creación. Ya no respetamos más la naturaleza como don compartido, la miramos como una posesión privada. No nos llevamos bien con la naturaleza para afirmarla, sino que nos adueñamos de ella para afirmar nuestras construcciones” (mensaje para la presente Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, firmado conjuntamente con Bartolomé I).
  • Las consecuencias de esta visión alternativa del mundo son trágicas y perduran a lo largo del tiempo. El ambiente humano y el natural se están deteriorando a la par, y esta degradación del planeta descarga su peso sobre los pueblos más vulnerables. El impacto del cambio climático azota, ante todo y sobre todo, a aquellos que viven en la pobreza en cada rincón del globo. (mensaje para la presente Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, firmado conjuntamente con Bartolomé I).
  • “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería” (encíclica Laudato si’, 2015).
  • “Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho” (encíclica Laudato si’, 2015).
  • “La exclusión social, la violencia, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes son signos que muestran que el crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado un verdadero progreso” (encíclica Laudato si’, 2015).
  • “La tierra del Sur es rica y poco contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso” (encíclica Laudato si’, 2015).
  • “Cuando no se reconoce el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacitad, difícilmente podremos escuchar los gritos de la naturaleza” (encíclica Laudato si’, 2015).
  • “Cultivar y custodiar la creación es una indicación de Dios dada no solo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros. Es parte de su proyecto; quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos” (discurso en la audiencia general del 5 de junio de 2013).
  • “Estamos viviendo un momento de crisis; lo vemos en el medio ambiente, pero sobre todo lo vemos en el hombre. La persona humana está en peligro (…). ¡He aquí la urgencia de la ecología humana! Y el peligro es grave porque la causa del problema no es superficial, sino profunda: no es solo una cuestión de economía, sino de ética y de antropología” (discurso en la audiencia general del 5 de junio de 2013).
  • “Hoy urge crear coaliciones, no solo militares o económicas, sino culturales, educativas, filosóficas, religiosas. Coaliciones que pongan de relieve cómo, detrás de muchos conflictos, está en juego con frecuencia el poder de grupos económicos. Coaliciones capaces de defender a las personas de ser utilizadas para fines impropios. Armemos a nuestra gente con la cultura del diálogo y del encuentro” (discurso al recibir el Premio Carlomagno, el 6 de mayo de 2016).

Fuente: Vida Nueva Digital

Repensando el Método Teológico Latinoamericano

Resumen del Encuentro de la Comisión Teológica de la CPAL, realizada en Santo Domingo durante el mes de agosto.

Por Hugo C. Gudiel García – Coordinador de la Comisión Teológica CPAL

En la semana del lunes 14 al viernes 18 de agosto, 16 miembros y un invitado de la Comisión Teológica de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (CPAL), realizaron su reunión anual en Santo Domingo, República Dominicana. Dos grandes preocupaciones se impusieron en este encuentro:

El método, los problemas y los temas

El tema que la Comisión se propuso trabajar para este año 2017 es: “Repensado el método teológico latinoamericano”. Esto porque efectivamente “el método sí importa en el momento de hacer teología” y este ha de ser orgánico e interdisciplinario (V. Martínez, Ecografía). De hecho, y en esta dirección, la Comisión pretende “que sus miembros se ayuden y se incentiven a hacer teología desde la realidad socio-eclesial latinoamericana, favoreciendo de ese modo la misión de la Compañía de Jesús en ella”.

Las cuestiones de fondo que comenzaron a surgir gradualmente son: ¿qué es el método teológico latinoamericana en este momento histórico? ¿Cuál es el modo propio de hacer teología en América latina que nos revele la marcha de Dios en los pobres y en la praxis histórica? ¿Cuáles son las experiencias fundamentales que aparecen como punto de partida de esa teoría teológica que nos llevan a historizar la teología latinoamericana? ¿Cómo descubrir a Dios en las marchas de la esperanza de algunos pueblos? ¿Cómo hablar de Dios a los que han sido declarados no-personas, invisibles?

Las ponencias y comunicaciones presentadas y discutidas en la reunión fueron unas 9:

  • “El método en teología”, por Pedro Trigo .
  • “Hacer teología desde la investigación participativa. Experiencia con un grupo de Mujeres que vive con VIH”; esta es una investigación elaborada en conjunto y presentada aquí por uno de sus investigadores: Víctor Martínez Morales.
  • “María de Nazaret: modelo de discipulado cristiano (cfr. Lc 1,26-56): narración de fe de una pequenina”, del biblista brasileño Jaldemir Vitório.
  • “La teología latinoamericana y el giro descolonizador”, del dominicano y profesor del Bonó, Pablo Mella, invitado especial para la ocasión.
  • “La estética teológica y la teología de la liberación”, del teólogo ecuatoriano Vicente Chong.
  • “Algunos elementos en torno a una teología de la comunidad, para una sociedad inmunitaria. La aportación del Concilio Vaticano II”, del mexicano Raúl Cervera.
  • “Un Ethos desde la fragilidad”, de Tony Mifsud, radicado en Chile.
  • “A call to evengelism: la misión más allá de la división entre católicos y protestantes”, trabajo elaborado en conjunto por los estadounidenses Daisy Machado y Eduardo Fernández, presentado en la Comisión por este último.

Marcha Verde e inmigración haitiana

Además de esta primera preocupación, hubo dos realidades y experiencias históricas que ubicaron, entroncaron y radicaron nuestro quehacer teológico en Santo Domingo: la realidad social y su dinamismo por un lado, y la inmigración haitiana por el otro.

En la primera realidad se puso de manifiesto la importancia del movimiento social dominicano, la Marcha Verde, presentado por Carlos Pimentel. Se trata de un movimiento de grandes proporciones que ha logrado aglutinar a diversos grupos y sectores de la sociedad civil frente a la corrupción estructural, y la impunidad. La corrupción generalizada “rompe de manera directa con el proyecto de Dios para la humanidad porque hace que las relaciones con las personas y las cosas se transformen en espacios de explotación y muerte, en especial, al entablarse una relación idolatra con el dinero y el poder” (Compañía de Jesús, provincia de las Antillas 2017).

Ha llamado fuertemente la atención, entre otras cosas, la capacidad de los dirigentes de este movimiento social, de administrar la pluralidad y la diversidad de procedencia de los distintos sectores sociales que lo conforman: juventudes, clases medias, empresarios, jerarquía eclesiástica etc.

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El movimiento social la Marcha Verde, expresa la esperanza profunda del pueblo dominicano que anhela la transparencia y la justicia social.

La segunda experiencia que ha marcado nuestro quehacer teológico fue la de la inmigración haitiana a Santo Domingo. Para ello, ha sido expuesta la situación de los centros para acoger a los haitianos, donde tienen asistencia y se les anima a para que conformen sus asociaciones para que ellos mismos puedan defender sus derechos.

En definitiva, en esta semana hemos tenido sendas presentaciones sobre el método teológico latinoamericano con el trasfondo dela Marcha Verde y dela Inmigraciónhaitiana a Santo Domingo.

Agradecemos finalmente la incondicional ayuda, la presencia cercana y la efectividad del escolar jesuita Ariel Tejeda, del teólogo Eugenio Rivas y del filósofo del Bonó, Pablo Mella por la acogida, la delicadeza y las finas atenciones a cada uno dela Comisión durante toda semana de nuestra reunión.

Fuente: CPAL SJ