Laudato Si: “Revelación y Creación” (2 de 4)

La visión teológica del Papa Francisco en el Capítulo 2 del Laudato Si’ es más práctica que teórica. Su principal objetivo es mostrar que los humanos debemos cuidar la creación así como también compartir sus frutos con los demás. Segunda entrega de la serie publicada por el portal Teología Hoy para reflexionar sobre la encíclica Laudato Si’.

Por Thomas Reese

La Biblia está llena de reflexiones sobre la relación entre Dios y la naturaleza, y el papel de los humanos en este mundo. El Papa Francisco en si segundo Capítulo del Laudato Si’ reflexiona sobre Dios, la creación, y el papel de la humanidad en el plan divino de manera de “mostrar cómo las convicciones de fe pueden ofrecer a los Cristianos, y algunos otros creyentes también, una amplia motivación para cuidar de la naturaleza y de los más vulnerables de sus hermanos y hermanas”.

En primer lugar, el Papa Francisco quiere dejar claro que rechaza la “teoría de dominio que le da al hombre un dominio total sobre la creación. Este punto de vista teológico, basado en el Génesis 1:28, fue interpretado durante el siglo 19 para promover la revolución industrial y su deseo de usar la tierra como una arcilla maleable que el hombre pudiera golpear y moldear en lo que él quisiera.

El Papa Francisco ve ésta interpretación como distorsionada. Que “ha alentado la explotación abusiva de la naturaleza pintándolo [al hombre] como dominante y destructor por naturaleza. Ésta no es una interpretación correcta de la Biblia tal como la entiende la Iglesia.” Hoy en día, “nosotros debemos rechazar enérgicamente la noción que el ser creados en imagen y semejanza de Dios, y dado el dominio sobre la tierra justifica la dominación absoluta sobre otras criaturas”.

En su lugar, el Papa Francisco hace una exégesis del Génesis 2:15 donde se le dice a Adán que cultive y atienda el jardín del mundo. “’Cultivar,’ escribe el Papa Francisco, “se refiere al cultivo, arado o trabajo, mientras que ‘mantener’ significa cuidar, proteger, supervisar y preservar.” Como resultado, “Cada comunidad puede tomar de la generosidad de la tierra lo que necesite para su subsistencia, pero también tiene el deber de proteger la tierra y asegurar su fecundidad para futuras generaciones”.

Señala que el Sábado era un día de descanso no sólo para los humanos sino también para “tu buey y tu asno” (Éxodo 23:12). “Claramente, la Biblia no tiene lugar para un antropocentrismo tiránico despreocupado por otras criaturas.” De hecho, los salmos nos dicen que las criaturas por su existencia misma bendicen y glorifican a Dios. Dios ama la obra de sus manos y vio que era bueno incluso antes de que el hombre y la mujer fueran creados.

En relación con Dios, con Nuestros Vecinos y con la Tierra

La reflexión del Papa Francisco sobre el Génesis lo lleva a ver que la “vida humana está fundamentada en tres relaciones fundamentales y estrechamente entrelazadas: con Dios, con nuestros vecinos y con la tierra misma.” Estas relaciones se rompen por el pecado, “por nuestra presunción de tomar el lugar de Dios y negarnos a reconocer nuestras limitaciones como criaturas”.

El Papa Francisco afirma que el mundo no resultó del caos o la casualidad sino “como resultado de una decisión …. una libre elección” basada en amor. “Cada criatura es por lo tanto el objeto de la ternura del Padre, que le da un lugar en el mundo,” y “el amor de Dios es la fuerza motriz fundamental en todas las cosas creadas.” Como resultado, “cada acto de crueldad hacia cualquier criatura es contraria a la dignidad humana.”

La respuesta bíblica a la injusticia de poderes terrenales de dominación o de la destrucción de la tierra es el de “hablar una vez más de la figura del Padre que crea y que es el único dueño del mundo”.

Sin embargo, Dios creó “un mundo en necesidad de desarrollo,” y “cuenta con nuestra cooperación”. Como resultado, “muchas de las cosas que pensamos que son males, peligros o fuentes de sufrimiento, son en realidad parte de los dolores de parto que utiliza para atraernos hacia un acto de cooperación con el Creador”.

El Papa Francisco continúa viendo a cada persona humano como que posee una singularidad que no puede ser completamente explicada por la evolución. “Cada uno de nosotros tiene su propia identidad personal y es capaz de entrar en diálogo con otros y con Dios mismo. Nuestra capacidad de razonar, de desarrollar argumentos, de ser creativos, de interpretar la realidad y crear arte, junto con otras capacidades aún no descubiertas, son signos de una singularidad que trasciende el ámbito de la física y la biología”.

Pero a pesar de lo especial de la humanidad, “El destino último del Universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por el Cristo Resucitado, la medida de todas las cosas”. Nuestro papel es “conducir a todas las criaturas a su Creador”.

Está claro que si bien el Papa subraya que la creación tiene su propio valor aparte de la humanidad, él no pone a todas los seres vivos en el mismo nivel. Por el contrario, los seres humanos con su valor único también tienen enormes responsabilidades. Él no apoya una “divinización de la tierra” o una negación de la primacía de la persona humana. “La preocupación por el medio ambiente por lo tanto necesita estar unida a un amor sincero por los demás seres humanos y un compromiso inquebrantable para resolver los problemas de la sociedad”.

Todo está conectado, él argumenta. Cita a los Obispos Dominicanos que dijeron,“Todo está relacionado, y nosotros los seres humanos unidos como hermanos y hermanas en una peregrinaje maravilloso, tejidos juntos por el amor que Dios tiene por cada una de sus criaturas y que también nos une en el afecto encariñado con el hermano sol, la hermana luna, el hermano río y la madre tierra”.

La Casa Común como un regalo

Central para la reflexión bíblica del Papa Francisco es ver a al tierra como un regalo “con sus frutos perteneciéndole a todos”. Aquellos que han cultivado la tierra “están obligados a compartir sus frutos, especialmente con los pobres, con las viudas, los huérfanos y los extranjeros en medio de ellos” (Levítico 19:9-10).

Quizás la reflexión teológica más desafiante del Papa Francisco para los Católicos estadounidenses es su visión de la tierra como “esencialmente una herencia compartida, cuyos frutos tienen el propósito de beneficiarnos a todos”. Estamos llamados a ser fieles a nuestro Dios quien “creó el mundo para todos”.

Esto requiere una revolución en nuestra perspectiva de los derechos fundamentales de los pobres y los desfavorecidos. Requiere que la propiedad privada esté subordinada al “destino universal de los bienes, y por lo tanto el derecho de cada persona a su utilización”. Él llama a esto “la regla dorada de la conducta social y el primer principio de todo el orden ético y social”.

Afirma que “La tradición Cristiana nunca ha reconocido el derecho a la propiedad privada como absoluta o inviolable, y ha hecho hincapié en la finalidad social de todas las formas de propiedad privada”. Concluye que “El ambiente natural es un bien colectivo, el patrimonio de toda humanidad y la responsabilidad de todos. Si hacemos algo nuestro, es sólo para administrarlo para el bien de los demás. Si no lo hacemos, nuestra conciencia carga con el peso de haberle negado la existencia a los demás.”

El Papa Francisco cita a los Obispos Neozelandeses quienes preguntaron “¿Qué significa el mandamiento ‘No matarás’ cuando el 20 por ciento de la población mundial consume recursos a un ritmo que le roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones de lo que necesitan para sobrevivir.”

El Papa Francisco nos recuerda que “En la concepción Cristiana del mundo, el destino de toda creación está ligada con el misterio de Cristo, presente desde principio: ‘Todas las cosas han sido creadas a través de él y para él (Col 1:16)”. (…)

Fuente: Teología Hoy

 

El Reto de la Reconciliación que Tienen los Colombianos

Merlis Mosquera Chamat, quien se desempeñó como gerente del Proceso de Regionalización, ha dejado su misión en Colombia para emprender nuevos proyectos. Compartimos con ustedes su último escrito en noticias donde comparte lo que ha aprendido durante estos años como colaborador Compañía.

Durante el último año, he colaborado con esta publicación con la intención de poner en evidencia y, sobre todo, compartir las experiencias del proceso de Regionalización, enfatizando en nuestra apuesta por la Paz y la Reconciliación en Colombia. Aunque nuestros escritos por lo general han sido informativos, ahora quiero compartir algunas reflexiones personales sobre lo que he aprendido en este tiempo.

Llegué a la gerencia del Proyecto de Regionalización luego de varios años vinculada al acompañamiento a las víctimas del conflicto armado colombiano, refugiados y desplazados que han vivido el horror y la injusticia de la guerra; desde ahí es difícil pensar en una reconciliación que no tenga el apellido de justicia; ¿pero cuál justicia?, una justicia que garantice el conocimiento de los hechos, que repare (al menos un poco) a las víctimas y sobre todo que establezca mecanismos para que el daño no se repita. Muy desde la cabeza, la verdad, la justicia y la reparación son algunas de las consignas de una Reconciliación retributiva o restaurativa, para hacer que, como dice el P. Mauricio García, S.J., la barbarie cometida no quede en la impunidad.

Pero desde el corazón, estar del lado de las víctimas viene acompañado de la urgencia de la reconciliación, porque sentir con los que sufren, indigna, duele y si ese dolor no se trabaja y no se deja acompañar se puede transformar en un deseo de justicia vengativa y castigadora que no hará más que reproducir la violencia. Este ha sido uno de los primeros aprendizajes que voy trabajando al hacer parte de los proyectos de regionalización; la empresa de la reconciliación no se puede vivir como una urgencia ansiosa; esta es una idea muy obvia, pero complicada de practicar en la cotidiana vorágine que nos consume a los colombianos. La construcción de la paz necesita vehemencia y pasión, pero implica vivirla con la consciencia de que es un proceso complejo que requiere tiempo y sosiego.

También he aprendido que la búsqueda de la paz, desde la reconciliación, supone el acercamiento y reconocimiento entre los actores del conflicto y las víctimas; en el caso colombiano, este acercamiento se visibilizó con la firma del Acuerdo entre el Gobierno y las FARC en La Habana, pero aún queda un largo camino que amerita que, la sociedad en general y en especial aquellos que creen no hacer parte del conflicto sean conscientes de su rol como constructores de Paz. Ejemplo de ello son las instituciones educativas, quienes desde su rol, tienen grandes posibilidades para formar a los niños /as y jóvenes colombianos /as en habilidades para gestionar adecuadamente los conflictos; para disponerse a convivir en medio de la diferencia y para reconciliarnos, con esto estaríamos sembrando la paz en las generaciones futuras y definitivamente erradicaríamos la violencia de nuestros territorios.

La experiencia de Perdón

Ahora bien, esa “llamada a estar juntos de nuevo” que significa la reconciliación pasa por explicar las posibilidades de perdonar y ser perdonados. El perdón no se puede decretar ni exigir, pero sí es cierto que abordar la dimensión del perdón en un proceso de reconciliación, aporta legitimidad a las posibilidades de convivir de nuevo como hermanos /as. Entonces, ¿cómo podríamos acercarnos a la experiencia del perdón en Colombia?, ¿Cómo podríamos acompañar a las víctimas y victimarios en sus deseos y sufrimientos? El cuidado de la dimensión personal y espiritual es una de las respuestas; así lo demuestran los muchos años de experiencia de acompañamiento de las parroquias jesuitas, los centros de espiritualidad y las obras que en todas las regiones han trabajado con las víctimas. Además, desde la perspectiva del proceso de Regionalización, la espiritualidad ignaciana es un eje transversal que cualifica todos los procesos que se acompañan para la construcción de la paz; sin duda el legado de Ignacio es un aporte especial y único que cualifica lo más hondo de nuestra humanidad, para “en todo amar y servir”.

Una síntesis de estas ideas es que la Compañía de Jesús en Colombia tiene todas las posibilidades para hacer una contribución tremendamente significativa a la paz en Colombia. La misión de la reconciliación ya estaba sellada en su núcleo fundacional hace 450 años; esta se ha recreado en varias Congregaciones Generales; en especial la 35 y 36 que apuntan a una reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los otros y con la creación. No es en vano que la integralidad de esta perspectiva se vea reflejada y sirva de marco del Plan Apostólico de Provincia, que a su vez da respuestas a importantes desafíos del país. Del mismo modo, la configuración de procesos regionales posibilita un trabajo arraigado en lo local, que, aunque complejo, aterriza todo el entramado de visiones, relaciones y liderazgos que pudiendo ser incompatibles, se articulan para formar redes de colaboración en favor de la construcción del Reino de Dios aquí en la tierra.

Fuente: Jesuitas Colombia

 

Laudato Si: “Los Hechos Son Más Importantes que las Ideas” (I de IV)

El Portal Web Teología Hoy publicará una serie de cuatro columnas en las que se interpretan los capítulos de la Encíclica Laudato Si, escrita por el Papa Francisco. Aquí replicamos el primero, en el que trata el capítulo 1.

Por Thomas Reese

Éste es el primero en una serie de 4 columnas en los capítulos del ¨Laudato Si¨

“Los hechos son más importantes que las ideas” es una declaración del Papa Francisco que uno nunca hubiera escuchado de los Papas Benedicto XVI o Juan Pablo II.

No es que el Papa Francisco sea tonto o un anti intelectual. Él es muy leído y reflexivo, pero de ninguna manera puede ser llamado un erudito. Su formación como científico y su experiencia de vida lo hacen abordar la teoría de una manera diferente que Juan Pablo II y Benedicto XVI. También lo ayuda explicar su acercamiento al medio ambiente en Laudato Si’.

Juan Pablo fue primero educado como filósofo y luego como teólogo, y como sacerdote, el enseñó Ética en la universidad. Escribió en un estilo que no es fácilmente digerible. Benedicto fue educado en teología y se convirtió en uno de los teólogos líderes de su generación. Ambos escribieron libros académicos que promovieron una perspectiva particular.

Antecedentes que marcan la diferencia

Antes de ingresar al noviciado, Francisco hizo estudios en química. Nunca terminó su doctorado en teología. Él es lo que los académicos se refieren como TMD, “todo menos disertación.” Nunca escribió libros académicos. Él era un consumidor de largo alcance de teología, no el defensor de una visión particular.

Para Juan Pablo el filósofo y Benedicto el teólogo, las ideas eran de suma importancia. Pero para Francisco el científico y pastor, los hechos realmente importaban.

Para Juan Pablo y Benedicto, si la realidad no refleja el ideal, entonces la realidad debe cambiar, en cambio para francisco, si los hechos y la teoría chocan, él, como buen científico, está dispuesto a cuestionar la teoría.

Las historias personales de estos tres Papas también les marcaron. Para Juan Pablo, fue la experiencia de una Iglesia en estado de sitio, primero por los Nazis y luego por los comunistas. La unidad de la Iglesia era primordial en esta lucha. Incluso después de la caída del comunismo, su modelo de Iglesia era todavía la de una Iglesia en estado de sitio, excepto que ahora el enemigo era la mayoría de la cultura Occidental – el relativismo, consumismo, etc.

Del mismo modo, Benedicto fue influenciado primero por el Concilio vaticano II y luego por la conmoción que lo siguió y los disturbios estudiantiles de 1968, los cuales le recordaron a los Camisas Pardas Nazis. Al igual que con Juan Pablo, la unidad y el orden eran valores importantes.

Como Profesor de estudiantes de postgrado y Director de Tesis, Benedicto pasó mucho de su tiempo guiando y corrigiendo estudiantes. Él no interactuaba muy bien con sus colegas teólogos. No es de extrañar que como cabeza de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el vio su trabajo como guía y de corrección de los teólogos a quienes él trataba como estudiantes de postgrado, no como iguales intelectuales.

Francisco, por el contrario, como joven sacerdote fue rápidamente empujado hacia la formación espiritual de jóvenes Jesuitas y se convirtió en Director de los novicios, Provincial y Rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús. Él lidió con las personas, no con las ideas; el discernimiento no la lógica, fue su principio rector.

Esta experiencia de gobierno Jesuita fue gratificante, pero no idílico. Él experimentó conflictos y fracasos. Reconoce que era demasiado joven para la autoridad que le dieron y que cometió errores. Aprendió que él necesitaba escuchar y consultar antes de tomar decisiones. Trajo estas lecciones aprendidas a su trabajo como Arzobispo de Buenos Aires, Argentina, donde paso mucho de su tiempo con personas en los barrios pobres.

Al mismo tiempo, mientras Juan Pablo experimentaba el comunismo como un opresor extranjero, Francisco conoció al comunismo como un hombre joven en la persona de su primer jefe y mentor, a quien él admiraba y con quien él mantuvo una amistad de por vida. El aprendió temprano que un comunista podía ser una buena persona.

El Papa Francisco se siente incómodo con las ideologías de la izquierda y la derecha. Fue crítico de ciertas formas de teología de la liberación porque ellas incorporaban análisis Marxistas y apoyaban la revolución violenta. Sentía que estos teólogos estaban imponiendo sus ideas en los pobres en lugar de escuchar sus puntos de vista.

 Pero Francisco es incluso más crítico del capitalismo libertario, que ciegamente afirma que todos los barcos deben elevarse con la marea del crecimiento económico, porque las personas que él conoció en los barrios pobres de Buenos Aires se estaban de hecho ahogando sin barcos.

Todos estos antecedentes influyeron en la redacción de la Encíclica de Papa Francisco Laudato Si’. En lugar de empezar con la filosofía y la teología, el primer capítulo de la Encíclica comienza con la ciencia.(…)

¿Qué aprendió el Papa acerca del medio ambiente de los científicos?

El Capítulo 1 de la Encíclica primero informa sobre la contaminación del aire: “La exposición a contaminantes atmosféricos producen una amplio espectro de riesgos para la salud, especialmente a los pobres, y causa millones de muertes prematuras.” La contaminación es “causada por el transporte, los humos industriales, sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y el agua, los fertilizantes, los insecticidas, los herbicidas y agrotóxicos en general.”

Después el Capítulo sigue con la contaminación causada por los residuos. “Cada año cientos de millones de toneladas de residuos son generados, muchos de los cuales no son biodegradables, altamente tóxicos y radioactivos, provenientes de los hogares y los negocios, de las obras de construcción y sitios de demolición, de clínicas y otras fuentes electrónicas e industriales.”

El Papa también aprendió que “un muy sólido consenso científico indica que estábamos siendo testigos en la actualidad de un calentamiento perturbador del sistema climático” y que “una serie de estudios científicos indican que la mayor parte del calentamiento global en las últimas décadas es debido a la enorme concentración de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno, y otros) liberados principalmente como resultado de la actividad humana.”

El Capítulo 1 incluye una discusión de cómo el calentamiento global puede conducir al derretimiento de los glaciares y el hilo polar, aumentando el nivel del mar, y la liberación de gas metano a partir de la descomposición de material orgánico congelado. También observa que “la contaminación el dióxido de carbono incrementa la acidificación de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina.”

Además, el Capítulo 1 dedica una sección entera a la pérdida de la biodiversidad, sus causas y consecuencias. La Encíclica informa sobre los suministros de agua contaminados, los arrecifes de coral moribundos, y la deforestación. Resume el pensamiento actual de los científicos sobre las cuestiones ambientales.

Más tarde en la Encíclica, el Papa Francisco escribe, “las predicciones de fin de mundo ya no pueden ser tomadas con ironía o desdén. Bien podríamos estar dejándole a las generaciones futuras escombros, desolación y suciedad. El ritmo de consumo, basura y cambio del medio ambiente ha estirado tanto la capacidad del planeta que nuestro estilo de vida contemporáneo, insostenible como es, puede sólo precipitar catástrofes.”

Los hechos importan cuando se trata del medio ambiente, por lo que el Papa Francisco comienza su Encíclica con una presentación del consenso científico sobre el estado del medio ambiente y hacia donde vamos. Estos hechos presentan al mundo con un dilema moral que será explicado más tarde en la Encíclica.

Fuente: teología Hoy

Economía Colaborativa: una Nueva Forma de Consumir

Un nuevo modelo de consumo basado en compartir recursos, aumentando la solidaridad social y disminuyendo el grado de recursos necesarios.

Uno lo tiene, otro lo necesita. Cuántas veces podríamos compartir recursos, productos o servicios a otras personas y, simplemente, no lo hacemos porque desconocemos que los necesitan. Un departamento para hospedarse, un lugar en el auto para ir a trabajar, un espacio para estacionar, un préstamo para financiar un proyecto, un rincón en la valija de viaje, un trabajo freelance, una oficina dispuesta a ser compartida, alguna ropa o esas herramientas a la que poco uso se les da. Todo se puede compartir si se tiene la información correcta y los medios seguros para hacer la transacción, un combo que hoy se potencia gracias a las nuevas tecnologías y que da origen a una nueva economía que muchos llaman la “economía colaborativa”.

Economía del compartir, modo de producción ciudadano, consumo colaborativo, sharing economy, economía P2P o on demand, capitalismo basado en la muchedumbre. Estos son algunos de los términos utilizados para referirse a este fenómeno innovador de alcance global que propone una nueva forma de organizar la actividad económica reemplazando al modelo tradicional que se centra en las grandes empresas como únicas proveedoras de bienes y servicios. Este nuevo escenario, que favorece el intercambio de recursos – muchas veces subutilizados- con un bajo costo de coordinación -dado que se logra a través de plataformas digitales-, impulsa el empoderamiento de los individuos a la hora de conseguir lo que necesitan los unos de los otros de manera directa, sin intermediarios.

“Internet permite eliminar las asimetrías de información haciendo que cosas que antes eran imposibles hoy sean posibles. El poder tener un inventario online de todo lo que tus vecinos tienen para prestar hace que, por ejemplo, no necesites comprarte un taladro que usas pocas veces al año. Antes, la falta de información hacía que todos necesitáramos un taladro en casa, pero ahora ya no porque sabemos que podemos pedírselo al vecino. Así ocurre con todos los recursos. Hoy es un taladro, mañana es un auto”, explica Santiago Bilinkis, emprendedor, tecnólogo y autor de Pasaje al Futuro.

Empresas como Uber o Airbnb, por nombrar a las más referentes de esta economía colaborativa, no son más que plataformas que entendieron cómo eliminar estas asimetrías de información entre consumidores y proveedores de bienes y servicios, facilitando la interacción y, por lo tanto, la transacción comercial entre ellos. (…)

El Cambio que el planeta y la sociedad necesitan

La concientización por el cuidado por el medioambiente también se alista entre las razones que dan lugar a este nuevo modelo de consumo más sustentable. “La sostenibilidad ha sido a menudo considerada como argumento para promover o participar en las economías colaborativas. Esto adquiere sentido ya que se propicia compartir recursos costosos en lugar de que todos tengan uno”, dice la directora.

A su vez, cita algunos estudios internacionales que están comenzando a mostrar que compartir los vehículos, o minimizar su capacidad ociosa -que normalmente permanecen estacionados 90% de su tiempo-, podría conducir teóricamente a una ciudad donde todos sus habitantes podrían viajar a demanda con sólo una quinta parte del número de vehículos (privados y públicos) en uso hoy en día.

A favor y en contra.

A pesar de los evidentes beneficios de la economía colaborativa y su gran potencial, muchos de estos negocios despiertan grandes controversias debido a la desregulación que presenta su forma de intercambio. Temas fiscales, de empleabilidad y de protección al consumidor son algunos de los elementos más cuestionados por los detractores del modelo.

“El gran desafío actual no parece recaer en aspectos tecnológicos, sino regulatorios, que ningún marco normativo de los países en que están surgiendo estas innovaciones ha terminado de resolver”, indica Goytia. La directora hace hincapié especialmente en que muchas de estas actividades se realizan a tiempo parcial, como es el caso de conducir un auto a tiempo parcial o convertirse en un banquero a través de los círculos de financiación. “Esto produce que se desdibujen los límites entre una mano de obra empleada – elegible para los beneficios sociales- y mano de obra ocasional y contratistas independientes como puede ser un estudiante que en su tiempo libre brinda algún servicio”, ejemplifica.

Por otro lado, surge el dilema de cómo controlar la calidad del servicio ante los consumidores cuando son personas particulares las que lo ofrecen. Asimismo, hay temas impositivos que se le escapan a los Estados debido a los modelos de negocios de muchos de estos emprendimientos. “Se necesita abordar y modificar las regulaciones vigentes, para adaptarlas al mundo actual”, define Carusoni.

(…)

Fuente: CPAL Social

Entrañas de Misericordia: El Papa Francisco Ante los Migrantes, Desplazados y Refugiados

A través de gestos y palabras el Papa Francisco ha invitado, en diversas oportunidades a tener una actitud de acogida hacia las personas que han tenido que desplazarse de su lugar de procedencia para ir a vivir a otro.

Por P. Mauricio García Durán, SJ.

Como preparación a la visita del Papa Francisco a Colombia, la Revista Javeriana preparó un número introductorio de dicha visita, en donde se publica un escrito del P. Mauricio García Durán, SJ., que habla sobre la posición del Papa ante los migrantes, desplazados y refugiados. Lo compartimos con ustedes a continuación:

La crítica realidad migratoria que vivimos hoy en el mundo ha sido, sin lugar a dudas, uno de los focos de atención del Papa Francisco en el ejercicio de su ministerio petrino. Podemos incluso decir que ha sido uno de los temas que ha dado identidad a su ministerio como pastor de la Iglesia universal.

Si la misericordia es “la palabra clave de este pontificado”, no se puede vivir la misma en el mundo actual sin tener presentes de manera privilegiada los millones de migrantes, desplazados y refugiados que enfrentan situaciones de profunda vulnerabilidad y sufrimiento.

Vamos a considerar, por tanto en este artículo, la manera concreta como el Papa Francisco ha abordado el tema de los migrantes, desplazados y refugiados a lo largo de estos cuatro años como Obispo de Roma. No solo ha visto el dolor y la humillación de estos hermanos/as, sino que también ha realizado diversos signos y gestos, ha hecho explícita su aproximación teológica al tema en distintos mensajes, homilías e intervenciones públicas y ha manifestado unas estrategias pastorales que recogen una clara invitación a la solidaridad y compromiso concreto.

Un Papa que ha visto el dolor y la humillación de su pueblo

Hoy en día podemos constatar un creciente flujo migratorio a nivel mundial, el más alto en las últimas tres décadas. En 2016 son más de 244 millones de migrantes internacionales, de los cuales 65,6 millones son desplazados forzados (22,5 millones refugiados, 2,8 millones solicitantes de asilo y 40,3 millones desplazados forzados dentro de sus propios países). Esta realidad es para el Papa “la crisis humanitaria más grande después de la Segunda Guerra Mundial”, pero al mismo tiempo un “signo de los tiempos” que los creyentes debemos mirar con amor misericordioso para discernir los llamados a la acción que el Señor nos hace en ella. “El inicio de este tercer milenio es fuertemente caracterizado por los movimientos migratorios que, en términos de origen, tránsito y destino, afectan prácticamente a cada lugar de la tierra. Lamentablemente, en gran parte de los casos, se trata de movimientos forzados, causados por conflictos, desastres naturales, persecuciones, cambios climáticos, violencias, pobreza extrema y condiciones de vida indignas”.

El drama que el Papa constata para los migrantes de Centroamérica y México hacia los EE.UU. se puede generalizar para otros lugares a nivel mundial y emerge como un grito que clama solidaridad y justicia de parte de las iglesias, las sociedades y los gobiernos. “No podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos. Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global. Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias. Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado. Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres. No sólo sufren la pobreza sino que además tienen que sufrir todas estas formas de violencia”. Llama la atención el Papa Francisco a las situaciones de los niños/as, de los jóvenes y de las mujeres que sufren los peligros y las consecuencias negativas de la migración.

Signos y gestos a favor de los migrantes y refugiados

Los signos y gestos que el Papa Francisco ha realizado con relación a los migrantes, desplazados y refugiados son particularmente significativos en un tema que es uno de los rasgos característicos y que da identidad a su servicio como Papa, quien se identifica a sí mismo y a la familia Bergoglio como migrantes. Entre muchos, vamos a resaltar cinco gestos concretos que ha realizado Francisco desde el 13 de marzo de 2013 cuando fue elegido, signos que nos hablan de ir a la periferia y tender puentes, de acoger y ser hospitalarios, de construir fraternidad. Estos gestos buscan hacer realidad una Iglesia en salida hacia las periferias, una Iglesia con entrañas de misericordia que opera como hospital de campaña, que acoge y sana las heridas de los heridos encontrados a la vera del camino.

Un primer signo claro del talante que este tema tendría en su pontificado fue su viaje a Lampedusa el 8 de Julio de 2013, su primer viaje fuera de Roma para desplazarse a una de las periferias físicas y existenciales del mundo de hoy. En medio de una creciente crisis migratoria en Europa, caracterizada en gran medida por el creciente número de migrantes y refugiados muertos en el mar, Francisco toma la decisión de hacer este viaje a uno de los sitios de llegada de los migrantes que vienen atravesando el Mediterráneo para mostrar su cercanía y solidaridad con estas víctimas. Pero también interpela la responsabilidad de todos aquellos que con sus decisiones han creado este tipo de situaciones trágicas en diversas partes del mundo y a las sociedades que han caído en una “globalización de la indiferencia” perdiendo el sentido de la responsabilidad fraterna con estos hermanos/as.

Un segundo signo que expresa claramente la solidaridad y compromiso con los migrantes y refugiados es su viaje a Lesbos, en Grecia, lugar de llegada de refugiados sirios. El Papa Francisco no sólo percibe la cruda realidad de los migrantes y refugiados, ubicados en muchos casos en “campos de refugiados que son verdaderos campos de concentración”, sino que también considera que en esas circunstancias “construir muros no es una solución, tenemos que hacer puentes”, como lo planteó en el vuelo de regreso a Roma. Además de ello realiza un gesto especialmente significativo en un contexto europeo con serias resistencias con la creciente migración y donde algunos países incluso han cerrado sus fronteras a los migrantes: trae consigo a tres familias refugiadas para darles acogida y cobijo en el Vaticano.

Un tercer signo lo realizó el Papa Francisco el 24 de marzo de 2016, Jueves Santo, cuando celebró la Cena del Señor en un centro de acogida para los solicitantes de asilo, donde lavó los pies a 12 refugiados, incluidas mujeres, muchos no católicos. Con ello el Papa no sólo muestra la necesidad de la Iglesia de caminar con los migrantes, desplazados y refugiados, de ponerse al servicio de ellos/as, y hacerlo con fraternidad sin importar las diferencias culturales y religiosas. Como lo dijo en la homilía: “Somos distintos, somos diferentes, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz”.

Un cuarto signo fue la celebración de la eucaristía el 17 de febrero de 2016 durante su visita a México, ya que fue una eucaristía celebrada en toda la frontera de Ciudad Juárez (México) y El Paso (EE.UU.), con participación de fieles en ambos lados del muro que separa los países en esta frontera. Claramente el Papa Francisco quería enviar un mensaje de conversión ante las resistencias a la migración, conversión que lleve a una acogida que supere las separaciones de los muros que creamos los seres humanos.

Un quinto signo, lo encontramos en la invitación que hizo el Papa Francisco a las comunidades religiosas el 10 de septiembre de 2013: “queridísimos religiosos y religiosas, los conventos vacíos no sirven a la Iglesia para transformarlos en hoteles y ganar dinero. Los conventos vacíos no son vuestros, son para la carne de Cristo que son los refugiados”. Esta invitación la extiende dos años después a las parroquias, monasterios o santuarios de Europa en el rezo del Ángelus del 6 de septiembre de 2015, al pedirles acoger al menos una familia de refugiados. “Ante la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y el hambre […], el Evangelio nos llama a ser próximos a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta”.

Fuente: CPAL SJ

 

Jesuita a la ONU: los Migrantes Deben Ser Protegidos contra la Explotación

El padre jesuita Michael Czerny -escogido por el Papa Francisco como Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para Promover el Desarrollo Humano Integral- dijo en una conferencia en la ONU que los migrantes buscan las “mínimas condiciones” de dignidad, y desarrollo integral y sostenible.

Por Michael Czerny, S.J.

“El derecho a permanecer ayuda a concentrar los esfuerzos de la comunidad internacional en su obligación previa de asegurar el desarrollo humano sostenible e integral de todas las personas en su lugar de origen y de permitirles convertirse en agentes activos de su propio desarrollo”, dijo él. “También nos ayuda a reconocer los costos sociales, económicos y culturales que la migración puede implicar o significar para un país cuando sus propios ciudadanos se sienten obligados a abandonar en lugar en vez de permanecer. Es mediante la garantía de las condiciones para el ejercicio del derecho a permanecer, entonces, que hace de la migración una elección, en vez de una necesidad”.

El sacerdote dijo que lo mejor de los países pobres — los jóvenes, el talento, la valentía y la esperanza — están arriesgando sus vidas atravesando el Mediterráneo y otros mares del mundo en busca de supervivencia y una vida mejor.

Los profundos vínculos entre la migración y el desarrollo pueden verse en primera instancia, por desgracia, en la ausencia o desintegración de muchos de los pilares del desarrollo sostenible que han obligado a millones de personas a ponerse en marcha o desplazarse: en la pobreza endémica, el hambre, la violencia, la carencia de trabajo adecuado, la degradación del medio ambiente y las sequías, las instituciones débiles y corruptas, y tantas otras áreas que se están abordando de manera concertada en la Agenda para el Desarrollo Sostenible del 2030”, dijo el Padre Czerny.

El evento informal en la sede de la ONU en Nueva York tuvo lugar del 24 al 25 de julio con el fin de estudiar las contribuciones de los migrantes y la diáspora a todas las dimensiones del desarrollo sostenible.

El Padre Czerny dijo que esta migración es una “pérdida neta para sus países”, agregando que puede convertirse en una ganancia para ellos si los migrantes “son bienvenidos, protegidos, promovidos e integrados”, y si se les ayuda “a pasar de objetos de cuidado urgente a dignos sujetos de su propio desarrollo”.

Dijo que se debe permitir a los migrantes que utilicen la educación, las habilidades, las ambiciones, las experiencias y la sabiduría cultural que ya tienen, lo que se puede mejorar o acentuar mediante una mayor escolarización y capacitación para el desarrollo de la sociedad.

“Para que esto se produzca y sea un éxito para cada una de las partes, los migrantes deben primero que todo ser recibidos y tratados como seres humanos, con dignidad y pleno respeto a sus derechos humanos, y protegidos contra toda forma de explotación o de ser permanentemente expulsados social, económica o legalmente”, dijo el Padre Czerny.

El Padre Czerny advirtió que las comunidades receptoras deben recibir una asistencia adecuada para integrar a los migrantes de una manera que no perjudique a los pobres o marginados locales; y dijo que los migrantes tienen la responsabilidad de respetar los “valores, tradiciones y leyes” de las comunidades que los reciben.

Concluyó su intervención citando una carta enviada por el Papa el mes pasado a la agencia de noticias italiana Ansa, en la que el Papa Francisco dijo: “La presencia de tantos hermanos y hermanas que experimentan la tragedia de la inmigración es una oportunidad para el crecimiento, encuentro y diálogo humanos entre culturas con miras a promover la paz y la fraternidad entre los pueblos”.

Fuente: CPAL Social

Inscripciones Abiertas para el Programa de Liderazgo Político 2018

El Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) dirigido por el jesuita Rodrigo Zarazaga SJ, ha abierto las inscripciones para la edición 2018 del Programa de Liderazgo Político.

En general, los estudiantes tienen entre 23 y 35 años. Algunos de ellos ya participan en partidos políticos o en la administración pública; aunque dicha participación no es requisito para ser admitido. El CIAS no tiene filiación partidaria y trabaja activamente para tener estudiantes de todo el espectro ideológico y socioeconómico.

  • La inscripción al Programa estará abierta desde el 4 de septiembre hasta el 29 de octubre de 2017. Los postulantes deberán completar el formulario disponible en www.cias.org.ar, adjuntando en el mismo:
  • Curriculum Vitae actualizado.
  • Carta de Presentación explicando las motivaciones y las cualidades que lo hacen un buen candidato.

El itinerario de contenidos del Programa es sumamente amplio e incluye:

  • Coaliciones de Gobierno
  • Estado y Administración Pública
  • Macroeconomía
  • Microeconomía
  • Comunicación Política
  • Liderazgo
  • Media Training
  • Psicología Política

Además, el programa propone una serie de viajes al interior y exterior de Argentina, con el objetivo de que los alumnos puedan interiorizarse de la realidad del país, al tiempo que tienen la oportunidad de conocer modos de organizar y estudiar la actividad política en otros lugares del mundo.

 

 

Luis Ugalde SJ: Antidiálogo y Diálogo

Nota de opinión, escrita por el jesuita Luis Ugalde previa a la votación de la Constituyente en Venezuela.

Por Luis Ugalde, S.J.

Todo diálogo tiene que ser dentro de la Constitución y para cumplirla, no desde su violación y para eliminarla. Es falsa la propaganda que presenta la Constituyente (ANC) fraudulenta como fórmula de amplio diálogo, cuando en realidad es una declaración de guerra contra las instituciones democráticas, muerte para la Constitución y eliminación de la oposición y de los derechos democráticos de la población. Constituyente que elimina la Constitución y la expresión de la soberanía popular en el voto libre secreto y universal, y no resuelve ninguno de los problemas, sino que bloquea las salidas.

Mienten al decir que una nueva Constitución es necesaria para que haya alimentos, medicinas, seguridad ciudadana e ingresos suficientes sin inflación. Sin el testimonio directo de las víctimas, yo no hubiera creído en la perversión con que el gobierno está chantajeando y obligando a votar el 30 de julio, abusando de la necesidad de comida y trabajo. Métodos canallescos e indignos que dejan al pobre sin alternativa. Al final darán el resultado que quieran, triplicando el número de los que voluntariamente hubieran votado.

Esta Constituyente es anticonstitución, antidiálogo y antipobres. Faltando tres días para la votación el régimen está atrapado: Si la suspende o aplaza, cae en el ridículo y si proclama el triunfo con la cantidad de votantes que invente, Maduro caerá en la trampa montada por él mismo para el enemigo. Una locura.

El diálogo no es una opción en la democracia, sino una condición indispensable; sin él no hay democracia participativa plural. Los demócratas venezolanos en una extraordinaria y memorable jornada de Consulta Popular han demostrado ante el mundo que sí es posible el cambio de régimen y que hay energías y espíritu para ello. La inmensa mayoría no ha caído en la trampa, los venezolanos defienden la democracia y no aceptarán la dictadura comunistoide de la ANC, a pesar de toda forma de coacción.

Sin los 100 días de movilizaciones de calle no hubiera sido posible poner al Régimen a la defensiva, y en evidencia su carácter dictatorial. Ahora viene una etapa más exigente: combinar el coraje y firmeza de la movilización pacífica con la sensatez para reunificar democráticamente la diversidad y construir un país sin pobreza, con reconocimiento y convivencia pacífica. Sólo es posible producir el bien común con la complementariedad de los distintos y activando las virtudes ciudadanas de creatividad productiva, respeto y solidaridad.

Hay que vencer la tentación de la venganza; para quienes violan los derechos humanos están los tribunales nacionales e internacionales y las sanciones debidas, pero sería suicida tomar la justicia por la propia mano y lamentable desatar, en un próximo cambio, linchamientos criminales y “juicios populares”, como los que ocurren a la llegada de las “revoluciones”.

Un pacto de gobernabilidad y de unión nacional para la reconstrucción requiere un esfuerzo sobrehumano animado por una actitud espiritual nueva y constructiva, distinta a los comprensibles sentimientos de venganza y de retaliación. Nada se puede lograr sin un amplio acuerdo nacional para la reconstrucción y sin un extraordinario apoyo internacional.

Hay conciencia de la necesidad de desbloquear palabras como diálogo o negociación, hoy repudiadas por la mala experiencia reciente. Parece cierto que en alguna parte se están dando los primeros tanteos entre opositores y gobierno para la negociación y acuerdos que eviten la destrucción mutua.

No hay país democrático, ni organismo internacional que no esté recomendando el diálogo sincero y eficaz en Venezuela. Pero no se puede ignorar que recientemente el “diálogo” fue una trampa gubernamental usada para engañar, desactivar y dividir a la oposición. Los demócratas deben partir de la mala experiencia de haber sido engañados con promesas y acuerdos no cumplidos.

A mediados del mes pasado en Roma “el Papa Francisco hizo saber a los 6 miembros de la presidencia de la CEV( Conferencia Episcopal Venezolana) que algunos de los que sirvieron como facilitadores en el fallido intento del diálogo del último trimestre del año 2016, han insistido en solicitar a la Santa Sede su participación en un nuevo proceso, sin embargo, la respuesta ha sido contundente: La Santa Sede sólo tomará parte en una nueva iniciativa de diálogo, siempre y cuando el gobierno cumpla con las cuatro condiciones ya expresadas en la carta del cardenal Parolín a inicios de diciembre de 2016, es decir: la apertura de un canal humanitario que permita hacer ingresar al país alimentos y medicamentos, la presentación de un cronograma general de elecciones, el respeto a la autonomía de la Asamblea Nacional y, la liberación de los detenidos por causas políticas” ( comunicado de la CEV desde el Vaticano) .

Ahora además, que el gobierno retire la fraudulenta y dictatorial Constituyente. Esos son puntos no negociables y sería un gravísimo error que algunos factores de la oposición democrática dialogaran sin exigirlos o hicieran concesiones; por ejemplo elecciones regionales, sin reconocimiento de las plenas atribuciones constitucionales de la Asamblea Nacional.

El Ejecutivo al eliminar las plenas atribuciones constitucionales de la AN, degüella la democracia y trata de imponer la fraudulenta Constituyente que es el antidiálogo para afianzar e imponer un modelo político, económico y social totalitario, eliminando toda oposición democrática.

Fuente: CPAL SJ

 

¡En Nombre de Dios… Ni Una Muerta Más!

En Madrid se ha lanzado una campaña en redes sociales para defender a las mujeres que son víctimas de violencia de género en cualquiera de sus variantes.

Por Pepa Torres

Con el lema Súmate para garantizar una vida libre de violencia contra las mujeres: En nombre de Dios ni una muerta más, es la campaña contra la violencia de género que la iglesia diocesana de Madrid ha lanzado a través de las redes sociales el 22 de Julio, día de Santa María Magdalena,

La violencia contra las mujeres es un grito frente al que, como Iglesia, no podemos quedarnos impasibles, porque hacerlo es entrar en complicidad con ella.

Somos muchas las mujeres cristianas que estamos implicadas en iniciativas contra su erradicación, y que desde nuestro ser creyentes y feministas entendemos que “Si tocan a unas nos tocan a todas” y que cada acto de violencia contra una mujer “no es un caso aislado.

Pero también somos muchas las mujeres cristianas que hemos vivido con dolor la ausencia de un pronunciamiento comprometido de la iglesia sobre esta realidad sangrante en nuestras vidas y reivindicado una toma de postura urgente. Vivimos tiempos de cambio y ese cambio, es lento, pero viene, también en la Iglesia de Madrid.

El 22 de Julio, día de Santa María Magdalena, en su nombre y en el de tantas mujeres silenciadas, acosadas, abusadas, asesinadas. La Iglesia de Madrid se compromete en la erradicación de la violencia contra las mujeres y se suma a las iniciativas de la sociedad civil en la denuncia y la reivindicación de medidas sociales legales, económicas y educativas para su erradicación.

La Vicaría de Pastoral Social e Innovación y la Comisión Diocesana Por una vida libre de violencia contra las mujeres se suma esta condena de manera clara y contundente: “La Iglesia quiere que las mujeres víctimas de violencia la sientan inequívoca, radical, afectiva y efectivamente de su lado. Toma partido de manera absoluta e incondicional por las víctimas de la insufrible y detestable violencia machista, que oculta la pretensión de relaciones de dominación, cosificación y apropiación sobre las víctimas. En el propio seno de la Iglesiatenemos a no pocas mujeres maltratadas y, también a maltratadores, ello nos ha de causar el mayor escándalo.No podemos dejar de sentirnos concernidos (…) No nos es lícito separarnos de su vera, ni apartarnos de las cruces que sufren las mujeres, sino empeñarnos con toda pasión y ternura en ayudar a desclavarlas de esas cruces y denunciar a los hombres que sin escrúpulos las han clavado en ellas” José Luis Segovia).

La Comisión está formada por un grupo de personas cristianas que, desde diferentes ámbitos de la sociedad civil y de la Iglesia, trabajamos para la erradicación de la violencia machista y la sensibilización y reacción de las comunidades cristianas ante la lacra que constituye la violencia contra las mujeres en nuestra diócesis.

Para ello nos proponemos

  • Sensibilizar y visibilizar en las comunidades cristianas e instituciones de la Iglesia Católica que la violencia contras las mujeres es radicalmente opuesta al Evangelio de Jesús y que como cristianos y cristianas es urgente comprometernos en su erradicación y posicionarnos al lado de las mujeres que la sufren.
  • Favorecer que las comunidades cristianas sean un lugar seguro donde se garantice a las mujeres que sufren violencia y a sus hijas e hijos un lugar de protección, respeto y empoderamiento para enfrentarla y tomar decisiones en libertad.
  • Eliminar lenguajes y prácticas excluyentes que justifiquen el empobrecimiento y la violencia contra las mujeres.
  • Visibilizar y participar con otros colectivos y redes mujeres de la sociedad civil en la denuncia y en la reivindicación de medidas sociales, legales, económicas y educativas para la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Nuestras líneas de acción son:

a) Sensibilización y Formación:

  • Jornadas cursos, congresos en parroquias, grupos, seminarios
  • Elaboración de materiales
  • Realización de gesto simbólico de visibilización, solidaridad y denuncia
  • Presencia en medios de comunicación
  • Realización de campañas

b) Escucha, acompañamiento y derivación

Generando herramientas y protocolos de acción y acompañamiento para las mujeres que se acercan a la iglesia buscando seguridad apoyo y acompañamiento, libres de juicios y prejuicios, evitando la revictimización.

c) Participación como Comisión diocesana en redes de mujeres de la sociedad civil implicadas en este tema animando a las comunidades cristianas a participar en estas convocatorias

Como dice una de las mujeres que participa en el vídeo de lanzamiento de la campaña

Nos sumamos “Por la valentía de las mujeres del mundo, por la voz de ellas que a veces es acallada”.

Fuente: Entre Paréntesis

 

A. Restrepo SJ: Homilía en Memoria del P. Kolvenbach

Compartimos con ustedes la homilía en memoria del P. Kolvenbach, antiguo Superior General de la Compañía y fallecido en 2016. La misma, fue presidida por el P. Álvaro Restrepo, SJ en la primera misa del III Encuentro de la Provincia de Colombia. A continuación le presentamos las palabras, de quien fuera su asistente para América Latina Septentrional:

Por P. Álvaro Restrepo, SJ

Del P. Arrupe al P. Kolvenbach

Queridos compañeros, candidatos a la Compañía, colaboradoras y colaboradores laicos:

Las Constituciones [736] Parte Nona, dicen que el General de la Compañía tiene toda la autoridad sobre personas, comunidades y obras “ad aedificationem”, es decir para provecho de la Compañía.

Quienes tomamos parte en esta Asamblea hemos vivido durante los generalatos del P. Pedro Arrupe y de P. Peter-Hans Kolvenbach; el primero gran profeta, el segundo gran maestro.

Me corresponde tener unas palabras de agradecimiento a Dios por el P. Kolvenbach a quién conocí siendo su Asistente para América Latina Septentrional.

Durante las “murmuraciones” de la CG 33 caí fácilmente en la cuenta de que él estaba entre los más posibles candidatos a General. Mis compañeros latinoamericanos me pidieron que lo entrevistara con el fin de formarnos una imagen más completa de él.

¿Qué piensa usted de la Teología de la Liberación? le pregunté. No la conozco, fue su respuesta. Pero a continuación añadió: yo me formé en la Teología de los Padres de la Iglesia y varios de ellos tienen opciones muy claras y tajantes en favor de los pobres.

Como para alargar al menos un par de minutos más la entrevista, aventuré otra cuestión: ¿qué opina de la oración comunitaria? Si trabajamos juntos y discernimos juntos es evidente que tenemos que saber orar juntos, es decir formar verdaderas comunidades.

Los pobres… trabajar juntos, discernir juntos, orar juntos… Asocié inmediatamente al P. Kolvenbach con el P. Arrupe, profeta del compromiso con los pobres y de la unión del cuerpo de la Compañía.

Me pregunté entonces cómo se situaría el nuevo General con respecto a su antecesor. Cualquier interrogante o duda desaparecieron porque Kolvenbach se apropió creativamente del pensamiento “arrupiano”.

En sus cartas a toda la Compañía, en sus discursos, en las visitas que hizo a las Provincias tenía siempre presente al P. Arrupe:

“Hace diez años, la víspera de los Santos Mártires Japoneses, el Señor de la Viña llamó a sí a nuestro compañero de ruta el Padre Pedro Arrupe.

Él no vaciló, sobre todo como Superior General, en lanzar a sus amigos en el Señor por todas las rutas del mundo para proclamar con su palabra y su acción la promoción de una justicia que vive la plenitud del Evangelio por y con los pobres. Nos llamó a inculturar el Evangelio y a abrir nuestra misión a un encuentro auténtico con los hombres y mujeres de buena voluntad en todas las culturas y religiones, sin excluir la increencia moderna. Nos invitó además a hacer frente al drama de los pobres entre los pobres, los refugiados y las personas desplazadas en un mundo cada vez más inhóspito.

Su palabra tan franca y tan verdadera a nadie dejaba indiferente, sobre todo cuando hablaba del Espíritu que renueva la Iglesia y renueva y la vida consagrada en particular a la de la Compañía.

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