Interpretaciones del Capítulo VIII de Amoris Laetitia (I)

Una serie de puntos para interpretar el capítulo VIII de la encíclica “Amoris Laetitia”. Esta última ha generado posiciones diversas en diferentes sectores de la Iglesia que se han expresado tanto a favor como en contra.

Víctor Manuel Fernández, arzobispo y rector de la UCA- Después de varios meses de intensa actividad de los sectores que se oponen a las novedades del capítulo octavo de Amoris laetitia -minoritarios pero hiperactivos- o de fuertes intentos para disimularlas, la guerra parece haber llegado a un punto muerto. Ahora conviene detenerse a reconocer qué es concretamente lo que nos deja Francisco como novedad irreversible.

NO HAY OTRAS INTERPRETACIONES

Si lo que interesa es conocer cómo el Papa mismo interpreta lo que él escribió, la respuesta está muy explícita en su comentario a las orientaciones de los Obispos de la Región Buenos Aires. Luego de hablar de la posibilidad de que los divorciados en nueva unión vivan en continencia, ellos dicen que «en otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada puede no ser de hecho factible».

A continuación agregan que «no obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento. Si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y la culpabilidad (cf. 301-302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351)».2

Francisco les envió inmediatamente una carta formal diciendo que «el escrito es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del capítulo VIII». Pero es importante advertir que agrega: «No hay otras interpretaciones» (carta del 05/09/2016).3 Por lo tanto, es innecesario esperar otra respuesta del Papa.

Podría cuestionarse que el Papa clarifique su interpretación en una carta a un grupo de Obispos. Pero de hecho así ha ocurrido otras veces. Para dar un ejemplo, recordemos un incidente en torno a la interpretación del Concilio Vaticano I. Los Obispos alemanes respondieron al Canciller Bismark, quien sostenía que se había definido un centralismo romano que debilitaba la autoridad episcopal. Con su respuesta, ellos rechazaron esa interpretación del Concilio.

Si el Papa recibió un carisma único en la Iglesia al servicio de la interpretación correcta de la Palabra divina -el carisma dado a Pedro para atar y desatar y para confirmar en la fe a sus hermanos- esto no puede excluir su capacidad para interpretar los documentos que él mismo escribió.

Fuente: Periodista Digital

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