Podemos ser luz para los demás – Testimonio

Juan Ignacio Suasnabar es un joven perteneciente a Manresa que tiene una historia particular. En 2010 sufrío un accidente que lo llevó a perder gran parte de su pierna izquierda. Su vida cambió para siempre. Sin embargo, gracias al apoyo de su familia, amigos y la confianza en que Dios hace roca en nuestra debilidad, pudo salir adelante. Te dejamos aquí su historia, que él mismo contó hace un tiempo para “Oleada Joven”.

Mi nombre es Juan Ignacio Suasnabar, tengo 25 años. El día 10 de junio del 2010 sufrí un accidente que cambio por completo mi vida. La pérdida física fue inmensa… tuvieron que amputar mi pierna izquierda por encima de la rodilla; pero gané un montón de otras cosas, entre ellas un cambio en el modo de vivir la vida. Lo más importante fue saber que siempre estamos entre los brazos de Dios y que Él está para acompañarnos, cuidarnos, fortalecernos. Comprendí que las cosas pasan para algo y que siempre tendremos de la mano de Dios la fuerza necesaria para soportarlo. Aprendí que tanto yo, como vos, que me estás leyendo, podemos ser “luz para los demás” y eso es lo que me propuse hacer.

Siempre me gustó el deporte y desde el momento cero de mi amputación supe que quería hacer muchas cosas “para conmigo” pero de a poco se fue transformando “para con los demás” y pude tomarlo como una ayuda a mi recuperación física y mental. La elección fue muy acertada y hoy sé más que nunca, que no existen límites para realizar lo que nos dispongamos, sólo debemos animarnos y ser conscientes que las únicas limitaciones que existen en nuestra vida son los que la sociedad y nosotros mismos nos imponemos.

Un amigo tomó la decisión y se comprometió a llevarme a nadar a una pileta cercana a mi casa, tal vez con el objetivo de contagiarme de pensamientos positivos. Fue mi primer contacto con el deporte.

Al poco tiempo comencé con fútbol para amputados. Me costó mucho ya que, antes del accidente, éste deporte nunca fue de mi interés. Aun así decidí con convicción aprenderlo y ser perseverante. Esto, me lleva a recordar una frase que leí hace poco “cualquiera puede alcanzar el éxito si persiste en realizar acciones cotidianas, de apariencia pequeña e insignificante, que con el tiempo crecen”… ¡y vaya que crecieron! Formé parte del equipo nacional que representa a nuestro país. Pude visitar diversas provincias como así también Paraguay y ¡RUSIA!; en un mundial realizado en 2012. Resumiendo el sacrificio, voluntad, perseverancia me dieron una oportunidad en un deporte del que yo, no sabía nada, ni que su pelota era redonda. Fue una gran paso.

Luego de ese espectacular viaje, sentía y sabía que debía buscar otro rumbo, así conocí las maratones, entrenando junto a mi hermano querido Juan Pablo, quien siempre me apoyo y fue mi compañero aquí, pudimos participar en diversas carreras de 4km, 5km, 6km, hasta 10 km, enamorándome día a día un poco más de esta disciplina, y lograr llegar de esta manera a cada vez más personas.

Tuve el gusto de conocer excelentes personas y al poco tiempo un amigo nos animó a participar en un Triatlón (es un deporte individual y de resistencia, que reúne tres disciplinas deportivas: natación, ciclismo y carrera a pie) así lo hicimos, nos preparamos y el 05 de enero lo pudimos concretar. Fue otra gran experiencia.

“Algo aprendí es que podemos tener cualquier tipo de incapacidad pero en realidad, a la incapacidad la vamos construyendo cada uno de nosotros”.

Estas carreras, estos desafíos van haciendo crecer mis ganas de realizar competitivamente estas disciplinas, de esta manera tome la decisión de entrenarme con profesionales tanto en pedestrismo, como así también para natación y actualmente mi objetivo principal es poder conseguir mi prótesis deportiva, y correr los 21km de Rosario “imaginen cuantas personas me podrían ver si corro una maratón de 21 km” ,porque “sé” que todos somos “luz para otros”, que todos podemos ser fuente de inspiración para los demás ¿no les parece esto GENIAL? en fin, hoy este es mi fundamento de vida, el cual me brinda ánimo para hacer, lo que hoy elijo hacer.

Espero les guste mi súper resumen sobre los sucesos de mi vida, y como últimos párrafos les comparto esta frase: “Lo que determina nuestras vidas no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos sucede”.

Gracias por leerlo.

Saludos y bendiciones – Juan Ignacio Suasnabar

Fuente: Oleada Joven

La App que revoluciona la oración.

Click To Pray es la app de la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración). Conecta y mueve a miles de personas que todos los días encuentran un propósito (en los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia que el Papa nos propone en sus intenciones cada mes) para rezar, vivir y construir el mundo que soñamos.

Click To Pray propone tres momentos breves de oración para el día. Conectados en oración, cada día es diferente. Dándole un giro a la vida, para que ningún día sea igual.

Cada usuario puede también puede subir sus propias intenciones de oración para que todos recen con él.

El Apostolado de la Oración de Portugal lanzó en noviembre 2014 la Aplicación Click To Pray para ayudar a los jóvenes a orar. Apoyándonos en esa valiosa iniciativa el equipo internacional presenta una nueva versión Click To Pray que se convierte en la plataforma digital de la Red Mundial de Oración del Papa (en inglés, portugués, español y francés) y de su rama juvenil, MEJ (Movimiento Eucarístico Juvenil).

 

Encuentro de Referentes Ignacianos 2016

Los días 2 y 3 de Abril se llevó adelante en Centro Manresa Córdoba, el Encuentro de Referentes Ignacianos (EnRe).

Dicho encuentro constituye una instancia de reunión de los coordinadores de todos los grupos de jóvenes que, a lo largo de toda Argentina y Uruguay, se identifican con la espiritualidad ignaciana. Allí se definió un itinerario común y pautas generales para que cada red local transite hasta llegar hasta los EJIs (Encuentro Juvenil Ignaciano) regionales, que se llevaran adelante en cada región. Este año, participaron del EnRe unos 40 jóvenes pertenecientes a las provincias argentinas de Mendoza, Santa Fe (Capital y Villa Ocampo), Chaco, Corrientes, Buenos Aires (Capital Federal y San Miguel), y Córdoba. De Uruguay estuvieron representados Montevideo y Tacuarembó.

Ambas jornadas fueron de intenso trabajo. En ellas se intercalaron momentos de oración, exposición y escucha, trabajo grupal y plenario. La temática del Encuentro giró en torno al Jubileo de la Misericordia y la experiencia personal y comunitaria que puede darse en la vida de los jóvenes de la Red Juvenil a la luz de este Año Santo.

Para introducir a los participantes de lleno en la temática, en la primera mañana hubo un tiempo de oración, que permitió traer a la mente las experiencias personales de Misericordia.

Luego fue invitado el Padre Javier Soteras, director de Radio María, a disertar sobre este año Jubilar de la Misericordia y las oportunidades que abre este tiempo dentro de la Iglesia en cuanto a la reflexión de la experiencia personal de perdón y amor de Dios; y a qué obras concretas impulsa esta reflexividad. Una vez finalizada la charla, el padre Soteras dejó un tiempo para que los jóvenes compartieras las resonancias que habían generado sus palabras. En general, los participantes manifestaron que este tiempo de escucha los había movilizado y les había remitido a experiencias personales y grupales de la Misericordia.

La tarde estuvo dedicada al trabajo en grupo. La primera invitación fue a poner la mirada en la experiencia de Misericordia que los jóvenes hacen dentro de sus grupos. Los equipos de trabajo se dividieron según las dimensiones que la Red Juvenil Ignaciana considera indispensables para la vida de cada grupo: Vida Comunitaria, Vida espiritual, Formación y Vida Apostólica.

El segundo día, el trabajo fue aún más intenso. La mañana comenzó también con un momento de oración. Con los jóvenes ya empapados en la temática, se dispusieron momentos de trabajo en grupo y momentos plenarios para definir las temáticas, materiales y dinámicas de las reuniones que llevarán a todos los grupos a caminar hacia los EJIs Regionales.

Además se decidió un ‘gesto de Red’, que tiene como objetivo generar la unión entre los núcleos de la Red, en base a la realización de una consigna común. Este año, el Gesto de Red contemplará una modalidad que ya se ha hecho popular en Internet: los ‘Challenges’. La idea es que, a medida que las diferentes redes locales vayan cumpliendo con un determinado desafío (que está por definirse) puedan desafiar a otras redes locales a cumplirlo. Cada una deberá enviar un video que sirva como prueba de que el mismo se ha cumplido. La idea final es que, para cuando se den los EJIs regionales pueda compartirse un video donde se vea cómo el mismo desafío se ha ido cumpliendo en distintos puntos de la Red Juvenil Ignaciana Argentina y Uruguay.

Por último, se definieron lineamientos y pautas generales para que cada Red Local pueda pensar un EJI Regional adaptado a las posibilidades y necesidades de su región.

Además, como todos los años se ha escrito una carta de convocatoria para animar la organización y participación de los jóvenes ignacianos en este camino que los grupos, cada uno desde su lugar, irán realizando, unidos en un mismo espíritu.

El encuentro finalizó con la eucaristía en la Capilla Doméstica del Antiguo Noviciado de la Compañía de Jesús, en Córdoba.

Pascua Joven Corrientes

Miembros de la Red Juvenil Ignaciana, organizan por tercer año consecutivo la “Pascua Joven”, una propuesta que consiste en vivenciar la pascua como una experiencia espiritual y eclesial. Todo se centra en consagrar un tiempo para seguir a Jesús, a través de juegos y actividades dinámicas.

Unos 80 jóvenes participarán de la actividad que se llevará a cabo en la Casa de Ejercicios San Ignacio de Loyola, desde el jueves 24 hasta el domingo de pascuas. “Este año tuvimos una intensa participación, eso es algo que nos llena de alegría porque es una forma de que nuestros jóvenes puedan aprender a experimentar la Semana Santa, comprendiendo su verdadero sentido. Las inscripciones cerraron con una exitosa convocatoria”, comentó a El Litoral el padre Néstor Manzur.

Lós jóvenes de la Red de Corrientes vienen preparando desde hace tiempo esta experiencia para que los jóvenes que participen tengan una vivencia profunda de la Semana Santa. También es un espacio que sirve para invitar a aquellos jóvenes que estén con ganas a sumarse a las actividades que se realizan a lo largo de todo el año.

Diario El Litoral

Semana Santa en ARU

La Red Juvenil Ignaciana se prepara para vivir esta Semana Santa en profundidad. Para ello, en cada lugar se está planeando una o varias propuestas, en las que los jóvenes vienen trabajando desde hace un tiempo. Algunas de ellas están dirigidas a las comunidades locales, mientras que otras han abierto la invitación a todos los núcleos de la Red.

Las actividades son de lo más variadas y van desde retiros hasta misiones rurales y urbanas, en las que los jóvenes salen a otras poblaciones para acompañar las celebraciones de la semana.

Pascua Joven

Entre las propuestas de reflexión y profundización en el sentido de cada día, tenemos, en primer lugar, la Pascua Joven en Corrientes. La misma será del 24 al 27 de marzo en la Casa de Ejercicios San Ignacio de Loyola. Esta consiste en una especie de Retiro Ignaciano en el que se invita a los jóvenes a través de diferentes dinámicas, a reflexionar sobre cada uno de los días de la Semana Santa y a prepararse en comunidad para recibir la Resurrección.

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Otra propuesta de Pascua Joven es la que se vive en Córdoba. Ya no como retiro, sino que se combinan espacios de reflexión, servicio, formación y participación activa en la liturgia. Esta propuesta se lleva adelante los días jueves, viernes y sábado santo y culmina con las celebraciones en el templo.

También Mendoza se suma a la oleada de ‘Pascua Joven’ inaugurando este año su propuesta, que consiste en un campamento para jóvenes a partir de los 14 años. En ella se combinarán la participación en las celebraciones y dinámicas grupales y personales de integración, reflexión y compartida. La misma pretende integrar y acompañar a los jóvenes en los días de la Semana Santa.

Los jóvenes del MEj organizan en Resistencia una “Noche Heroica” que se lleva adelante el jueves santo. Es una propuesta de oración para permanecer acompañando a Jesús en esa última noche previa a su misión.

Ejercicios Espirituales

Las propuestas pensadas en Montevideo para esos días, están dirigidas a preparar el corazón y vivir la Pasión del Señor, contemplando su vida en silencio y en el recogimiento interior. El Centro de Espiritualidad Manresa, convoca a una tanda de Ejercicios de ocho días, mientras que, la CVX, y las hermanas esclavas, ponen a disposición una experiencia similar, pero, de cuatro días. La particularidad de los ejercicios organizados por CVX es que, con dicha experiencia finaliza el proceso de bienvenida a las comunidades que un grupo de jóvenes inició en diciembre pasado.

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Jóvenes en Misión

Son muchos también los jóvenes de la Red que eligen vivir su semana santa de misión. En Santa Fe, los jóvenes han abierto la convocatoria para todos los que quieran sumarse a vivir la Semana Santa en Alto Verde. Allí se realiza la visita de casas por la mañana, se acompañan las celebraciones litúrgicas y además, se plantean diferentes actividades para compartir con la gente del barrio.

En Córdoba, el Grupo Misionero Pinceles se instala jueves, viernes, sábado y domingo en el pueblo que vienen misionando desde 2014. Mientras, los grupos de apostolado presentes en Centro Manresa se encargan de llevar adelante el triduo de Semana Santa en los barrios donde realizan la actividad apostólica semanalmente.

destacada

En Buenos Aires, los jóvenes ignacianos también parten en misión, como ya es tradición para el grupo de exalumnos del Salvador, hacia La Rioja.

Quizás una de las novedades más grandes es la misión de Pascua organizada en la parroquia San José de Tacuarembó, que también ha abierto la convocatoria a todos los jóvenes de la Red.

Por su parte, Resistencia ha decidido salir de su Parroquia para sumarse a alguna de las propuestas que se llevan adelante en semana Santa, ya sea de misión, retiro, reflexión o ejercicios espirituales.

Celebraciones Litúrgicas

Además, en los templos y parroquias Jesuitas de todo Argentina y Uruguay, se llevan adelante las tradicionales celebraciones litúrgicas propias de la Semana Santa que preparan, que también cuentan con una amplia participación.

 

 

«Vayan sin miedo para servir»

Por Pedro Dacunda

La semana pasada estuvimos con un grupo de 8 misioneros de Santa Fe en la diócesis de Mercedes, la cual se encuentra en el vecino país uruguayo. Allí se llevó a cabo, la Misión Joven San Francisco Javier.

El objetivo principal de esta misión, en la cual participan jóvenes tanto de Uruguay y Chile como de las diferentes provincias de Argentina, es acercar la palabra de Dios y el evangelio a los pueblos que, por diferentes motivos, no tienen la oportunidad de conocerlo.

En mi caso personal, me toco misionar en Florencio Sánchez. Y fue la comunidad del lugar la que desde el primer día nos albergó de la mejor manera. Siempre pendiente de nuestras necesidades y colaborando afectivamente con gestos simples y cariñosos: un saludo, un abrazo, o una charla. Lo cual nos hizo sentir que éramos parte del pueblo, es decir, nos hicieron sentir como si estuviésemos en casa.

Durante la semana, los días se dividían en dos. Por la mañana, se salía a misionar las casas en los diferentes barrios de la zona. Para quien hace (como yo) una actividad así por primera vez puede sentir timidez o la vergüenza a la hora de presentarse ante personas desconocidas. Pero todo esto quedaba de lado ante la excelente atención y predisposición que tenían los vecinos. Que se mostraban abiertos y confiados en nosotros para regalarnos parte de su tiempo en conversar, contarnos de sus preocupaciones, e incluso invitarnos a pasar a sus hogares, y compartir una oración con nosotros. Aun siendo gente humilde, nunca dejaron de ofrecernos comida o bebidas. Y estas son cosas que sorprenden porque, aun sin tener mucho, nos daban todo para que nosotros nos sintiéramos lo más a gusto posible.

Por la tarde, compartíamos los “talleres”. Para lo cual, se dividía al grupo en tres, y se trabaja de manera diferenciada con los niños, los jóvenes y los adultos. Yo trabaje con los niños, y lo que hacíamos era tomar una parte del evangelio y realizar juegos para luego reflexionar sobre esto. Siempre bien acompañados de risas por parte de la gran cantidad de personas que se acercaban todos los días. Cuando regresábamos al lugar donde dormíamos nunca faltaba la felicidad generada por poder ver la Capilla llena de gente contenta y feliz compartiendo su fe con nosotros.

Una vez terminada la semana, debo decir que quedan en mi memoria todos aquellos que con sus palabras me dejaron una enseñanza o un sentimiento en mi corazón. Porque si bien, supuestamente, somos nosotros quienes vamos a misionar, muchas veces, son las propias personas del pueblo quienes nos misionan a nosotros, y esto es uno de los regalos más grandes que Dios nos puede dar.

Estoy muy agradecido a la RJI de Santa Fe por haberme dado la oportunidad de participar, especialmente a Marcos Mendez, que fue quien me invito desde un principio. Y a los organizadores uruguayos que trabajan todo el año para que esto se haga posible. Ahora, que cada uno de nosotros estamos en nuestros hogares nos toca aplicar todo lo aprendido para poder ser constantes misioneros de la palabra de Dios en nuestra vida cotidiana.

 

Jornada Mundial de la Juventud – Cracovia 2016

Faltan pocos meses para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en Cracovia (Polonia), en julio de 2016 en la que participará el Papa Francisco bajo el lema “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán la misericordia”.

El Santo Padre evoca el pasaje de las Bienaventuranzas porque en él Jesús nos invita a seguirle y recorrer con Él el camino del amor para llegar a la santidad. Por ello, la figura del peregrino es una de las más importantes.

“Jesús enseña el camino de la vida, el camino que Él mismo recorre, es más, que Él mismo es, y lo propone como camino para la verdadera felicidad. En toda su vida, desde el nacimiento en la gruta de Belén hasta la muerte en la cruz y la resurrección, Jesús encarnó las Bienaventuranzas” señala el Papa Francisco en el primer mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud.

Los eventos principales de la JMJ en Cracovia se llevarán a cabo en el parque de Blonia. La Santa Misa de apertura será el 26 de julio. El 28 de julio se dará el primer encuentro de los jóvenes con el Papa Francisco en la ceremonia de acogida. Se efectuará una liturgia de la palabra y el Papa dará su primer discurso. También invitará a todos los jóvenes del país anfitrión a unirse a la jornada.

El viernes 29 se celebrará el Vía Crucis en el que la Cruz de la JMJ será cargada dentro de una ruta indicada por un grupo de jóvenes. El objetivo del Vía Crucis es mostrar el sentido penitencial de la jornada, este remite al testimonio y al encuentro con Jesucristo en la Cruz.

Uno de los momentos más importantes de la JMJ es la vigilia con el Santo Padre. Este día se destaca por la alegría y el espíritu de los jóvenes; y por ser un momento intenso de oración y reflexión. Se realizará una adoración al Santísimo de los jóvenes junto al Papa. La vigilia comenzará en la tarde del sábado 30 de julio.

Al día siguiente (31 de julio, día de San Ignacio de Loyola) el Papa Francisco oficiará la Santa Misa Final. Esta celebración es el momento culminante de la JMJ. Durante la Eucaristía el Pontífice dará un mensaje a los jóvenes.

Los organizadores de la JMJ han convocado a todos los fieles para que se unan en oración por los preparativos para el evento.

La Jornada Mundial de la Juventud se realiza cada 2 o 3 años y consiste en un encuentro de millares de jóvenes provenientes de todo el mundo con el Santo Padre en un determinado país. Este evento fue instituido hace 30 años por el Papa San Juan Pablo II. La anterior JMJ fue en el año 2013 en Río de Janeiro (Brasil) al que asistieron más de 3 millones de jóvenes.

Jesuitas Centroamérica

 

Campamento Mascardi 2016

Desde el 17 al 27 de Enero de 2016, un grupo de 40 jóvenes (17 mendocinos, 14 chaqueños, 3 entrerrianos, 3 correntinos, 2 sanjuaninos y 1 italiano) junto a los Padres Tomás Bradley S. J. y Néstor Manzur S.J., tuvieron la quinta experiencia del Campamento de la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay. Una vez más estuvieron dándonos una mano en la cocina Jorge, Matilde, Pedro, Fausto y Male durante los 10 días de convivencia.

El Campamento se llevó a cabo en la Cabaña Padre Mascardi, ubicada en el Lago Mascardi a 35 kilómetros al sur de la Ciudad de San Carlos de Bariloche.

Durante 10 días se llevaron a cabo diferentes actividades que tuvieron como objetivo el encontrarse con uno mismo en relación con Dios, con la Naturaleza y con los demás.

Se realizaron diferentes actividades recreativas en la Cabaña: juegos, deportes, actividades de artesanías, juegos de mesa, fogones.

Días de campamento en carpa (en la localidad del Lago Gutiérrez a 25 kilómetros de la Cabaña Padre Mascardi), ascenso al Refugio Frey y Laguna Toncek (ubicado a 1700 metros de altura) y Laguna Schmoll (ubicada a 1800 metros de altura), caminata al Mirador Lago Gutiérrez y Cascada de los Duendes.

Ascenso al Cerro Falso Granítico (ubicado a 1200 metros sobre el nivel del mar) y a 5 kilómetros de la Cabaña Padre Mascardi.

Actividades de Reflexión sobre lo vivido en las diferentes caminatas y en la convivencia con los otros, además de actividades de Reflexión personal.

Fue una experiencia muy enriquecedora para los que participaron del Campamento. A lo largo de ella fue muy importante el aprender del otro y crecer con él en la convivencia y en las diferentes actividades, el maravillarse ante la inmensidad de la creación de Dios, el desafiarse y superarse a uno mismo cuando las cosas no salen como uno quiere o el cuerpo no da más y debe pedir una mano, el volver a ser niños y divertirse sanamente, el reflexionar y profundizar sobre lo que cada uno va viviendo en el día a día.

Es una experiencia que nos pone en contacto con Dios y con la maravilla de su Creación, que nos permite una de las formas más profunda de experimentar y vivir la vida.

Testimonio de Itatí Gomez

Hola, mi nombre es Itatí, tengo 22 años, soy estudiante de arquitectura. Estoy en un grupo de vida llamado Metanoia de la parroquia San Javier, (fue así como ingresé a la red) y también hace poquito comencé a ser parte del ministerio de música de dicha parroquia.

Quiero compartirles un poco lo que fue mi experiencia en el campamento de Mascardi, y la verdad, que fue una linda locura. Me acuerdo que fue en el EJI del año pasado, cuando supimos que se hacía un campamento. Ganas de ir no nos faltaba, aunque no sabíamos cómo íbamos a hacer para recaudar tanto dinero, ya que somos todos estudiantes y pensar en un gasto fuera del que tenemos mes a mes, era un obstáculo muy grande porque nos recortaba mucho el presupuesto.

Y así fue pasando el tiempo y del Campamento Mascardi nos iba quedando sólo la ilusión. Hasta que un día de Diciembre una amiga que había ido conmigo al EJI volvió a sacar el tema, y nos propusimos averiguar en la parroquia quiénes eran las personas que organizaban el campamento para ir viendo que posibilidades había de participar y si hacían algún tipo de beneficios para recaudar fondos, etc. Cuando fuimos y hablamos con Marcelo Larrotonda (párroco), se rió y nos dijo: “Ustedes organizan, vayan y comuníquenle a otros grupos a ver si alguien más quiere ir”.

Para esas fechas nosotros teníamos entregas finales y parciales por rendir en la facultad. A lo que se sumó que nunca habíamos estado a cargo de un grupo y mucho menos haciendo beneficios. Así fue como empezamos a invitar a otros jóvenes, de algunos ya éramos conocidos pero no. Tuvimos nuestro primer encuentro en donde Marcelo y Pablo Zening (un chico que había ido al campamento el año anterior) nos contaron su experiencia y en qué consistía el campamento; nos aconsejaron, nos dieron el aliento para comenzar a caminar juntos, y nos dijeron: “A partir de hoy comienza el campamento”.

Cuando hicimos el primer beneficio nadie sabía bien que teníamos que hacer, y la experiencia nos fue llevando a través de los más diversas emociones. Estar juntos en los vaivenes de la organización fue lo que más nos unió… increíblemente de tres personas terminamos siendo catorce proyectando un lindo sueño.

El apoyo de la comunidad fue incondicional en todo momento, nos alentaban, nos acompañaban, nos guiaban. Yo en particular me sorprendí cuando aparecía gente por todos lados a darnos una mano y comprendí lo grande, generosa y hermosa es la Red Ignaciana.

Llegar a Bariloche después de tanto esfuerzo fue como si gran parte del sueño se hubiera cumplido. Durante el viaje me fue inevitable hacer memoria de todo lo que habíamos caminado juntos, íbamos en el micro compartiendo la vida, charlando, riendo, como si de toda la vida nos hubiésemos conocido, y recién hacia un mes de todo.

En Mascardi, cuando nos juntamos con el resto de los chicos, el conocer a tanta gente en menos de 24hs fue muy lindo, todos predispuestos a lo que se venía.

Cada día que pasaba en el campamento, el grupo se parecía más a una familia, estaba el que daba las órdenes (Ricki), los que se sabían todo a la hora de jugar, los que hacían trampa, los que le ponían humor a cada actividad que hacíamos, los chispitas y los pacíficos. Era genial sentarse en la mesa y escuchar cada historia, ver al Oso (cocinero) y a su familia ayudar en las cosas de la cabaña y a la vez dar testimonio de vida con sus propias acciones. Escucharlo a Tomás (sacerdote) con sus historias y enseñanzas; con tanta simpleza y sencillez solía emitir frases que llegaban a lo más profundo de uno.

No había el celular ni redes sociales, que muchas veces aparentan conectarnos cuando en realidad nos desconectan de los que nos rodean. No existía nada que nos desconcentre del vivir la vida a pleno y desde lo simple.

Los juegos que hacíamos aparte de recrearnos y divertirnos algún tipo de enseñanza nos dejaba, el ponerse de acuerdo con el grupo y tirar todos para un mismo lado, la confianza en el otro, el respeto, la paciencia y el compañerismo, etc.

A mí en particular lo que más me movilizó fueron las caminatas, en especial la subida al refugio Frey. Mientras íbamos subiendo y en los momentos en donde me tocó caminar sola, iba haciendo analogía de lo que pasaba en el camino a la cima y lo que habitualmente sucede en nuestro diario andar, sobre los obstáculos, las personas que nos acompañan, las que nos dan una mano o una palabra de aliento cuando el camino se vuelve angosto y vertical, y las fuerzas para seguir se nos van agotando en cuota. Debo admitir que me cansé bastante, pero el aliento de mis compañeros y la oración me ayudaron a seguir caminando. Fui pensando en lo que uno va atravesando, y daba la casualidad que en los caminos más difíciles en donde teníamos que ir con cuidado, despacio, esquivando piedras, ramas con espinas, árboles caídos, tramos inclinados y de suelo inestable, nos llevaban a paisajes extraordinarios, en donde uno se veía diminuto, tan pequeño ante tanta creación ¡Fue increíble!

Cuando ya me había encariñado con todos, llego la hora de regresar a casa, fue muy triste la despedida, pero cada abrazo recibido significaba un “hasta que algún día nos reencontremos”… Hoy puedo decir que la familia Mascardi marcó un momento importante en mi vida y eso nada lo va a cambiar. Me traje un poquito de cada uno en mis recuerdos y cada vez que pienso en ellos se me vuelve la alegría de aquellos días compartidos. Fue mucho el esfuerzo que tuvimos que hacer para ir al campamento, pero si de algo estoy segura es que nunca me voy a arrepentir de dejarlo todo por ir tras lo que sentía que necesitaba: estar en sintonía con Dios, con la naturaleza y con mis compañeros.

Bueno, no quiero aburrir, esto es solo una pequeña parte de todo lo que viví, el resto te lo dejo a vos por si algún día te animás a realizar esta experiencia… De mi parte solo queda alentarte a que salgas de tu zona de confort en busca de nuevos horizontes, nuevos paisajes, te aseguro que no te vas a arrepentir nunca de dejarlo todo para cumplir tus sueños.

 

“Ustedes son la riqueza de México” el Papa en el Encuentro con los Jóvenes

Discurso del papa Francisco en el Encuentro con los Jóvenes (Estadio “José María Morelos y Pavón”, Morelia, México, 16 de febrero de 2016)

¡Buenas tardes! Ustedes jóvenes de México están aquí, que están mirando por televisión, están escuchando, quiero enviar un saludo y una bendición a los miles de jóvenes que en la Arquidiócesis de Guadalajara están reunidos en la Plaza San Juan Pablo II siguiendo lo que está pasando aquí y como ellos tantos otros… pero mandaron a avisar que eran miles, miles ya reunidos escuchando. Así que somos dos estadios: la Plaza San Juan Pablo II de Guadalajara y nosotros aquí. Y después tantos otros por todos lados.

Yo conocía las inquietudes de ustedes porque me habían hecho llegar el borrador de lo que más o menos iban a decir: es la verdad ¡para que les iba a mentir!, pero a medida que hablaban también iba tomando nota de cosas que me parecían importantes para que no quedaran en el aire…

Les cuento que cuando llegué a esta tierra fui recibido con una calurosa bienvenida y pude constatar ahí mismo algo que sabía desde hace tiempo: la vitalidad, la alegría, el espíritu festivo del pueblo mexicano. «Ahorita», después de escucharlos, pero especialmente después de verlos, constato nuevamente otra certeza, algo que le dije al Presidente de la Nación en mi primer saludo. Uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana tiene rostro joven, son sus jóvenes. Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra. Cuidado, no dije la esperanza de esta tierra, dije: «Su riqueza».

Una montaña puede tener minerales ricos que van a servir para el progreso de la humanidad, es su riqueza pero esa riqueza hay que transformarla en esperanza con el trabajo como hacen los mineros cuando van sacando esos minerales. Ustedes son la riqueza, hay que transformarla en esperanza. Y Daniela al final me echó un desafío y además también nos dio la pista sobre la esperanza pero todos los que hablaron cuando marcaban las dificultades, las cosas que pasaban afirmaron una verdad muy grande que todos podemos vivir pero no podemos vivir sin esperanza.

Sentir el mañana, no podemos sentir el mañana si primero uno no logra valorarse, si no logra sentir que su vida, sus manos, su historia vale la pena. Sentir, eso que Alberto decía que con mis manos, con mi corazón y con mi mente puedo construir esperanza. Si yo no siento eso, la esperanza no podrá entrar en mi corazón. La esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido, y para eso es necesario el ejercicio de empezar «por casa», empezar por sí mismo. No todo está perdido. No estoy perdido, yo valgo, yo valgo mucho. Les pido silencio ahora. Cada uno se contesta en su corazón. ¿Es verdad que no todo está perdido? ¿Yo estoy perdido, estoy perdida? ¿yo valgo? ¿valgo poco? ¿valgo mucho?

La principal amenaza a la esperanza son los discursos que te desvalorizan, te van como chupando el valor y terminas como caído, ¿no es cierto?, como arrugado, con el corazón triste. Discursos que te hacen sentir de segunda sino de cuarta. La principal amenaza a la esperanza es cuando sentís que no le importás a nadie o que estás dejado de lado.

Esa es la gran dificultad para la esperanza cuando en una familia, sociedad o escuela o en un grupo de amigos te hacen sentir que nos les importás. Y eso es duro, es doloroso ¿pero eso sucede o no sucede? ¿sí o no? Sí, sucede. Eso mata, eso nos aniquila y esa es la puerta de ingreso para tanto dolor. Pero también hay otra principal amenaza a la esperanza, la esperanza de que esa riqueza que son ustedes crezca y dé su fruto. Y es hacerte creer que empiezas a ser valioso cuando te disfrazas de ropas, marcas, del último grito de la moda, o cuando te volvés prestigio, importante por tener dinero pero, en el fondo, tu corazón no cree que seas digno de cariño, digno de amor. Y eso tu corazón lo intuye.

La esperanza está amordazada por lo que te hacen creer, no te la dejan surgir. La principal amenaza es cuando uno siente que tiene que tener plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás. La principal amenaza es creer que por tener un gran «carro» sos feliz.

¿Es verdad esto que por tener un gran auto sos feliz? [Responden: «No»].

Ustedes son la riqueza de México, ustedes son la riqueza de la Iglesia. Permítanme que les diga una frase de mi tierra, no les estoy “sobando el lomo”, no los estoy adulando. Y entiendo que muchas veces se vuelve difícil sentirse la riqueza cuando nos vemos continuamente expuestos a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de organizaciones criminales que siembran el terror.

Es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno. Alberto, lo expresaste claramente: posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos que después terminan impulsándolos a situaciones límites. Es difícil sentirse la riqueza de un lugar cuando, por ser jóvenes, se los usa para fines mezquinos, seduciéndolos con promesas que al final no son reales, son pompas de jabón. Y es difícil sentirse rico así. La riqueza la llevan adentro, la esperanza la llevan adentro pero no es fácil por todo esto que les estoy diciendo que es lo que dijeron ustedes. Faltan oportunidades de trabajo y estudio dijeron Roberto y Alberto.

Pero, pese a todo, esto no me voy a cansar de decirlo: ustedes son la riqueza de México.

Roberto, vos dijiste una frase que se me escapó cuando leí tu apunte, pero que quiero detenerme. Vos hablaste que perdiste algo y no dijiste perdí el celular, perdí la billetera con plata, perdí el tren porque llegué tarde. Dijiste perdimos el encanto de disfrutar del encuentro. Perdimos el encanto de caminar juntos, de soñar juntos y para que esta riqueza movida por la esperanza vaya adelante hay que caminar juntos, hay que encontrarse, hay que soñar, ¡no pierdan el encanto de soñar!, ¡atrévanse a soñar! Soñar que no es lo mismo que ser dormilones, eso no.

Y no crean que les digo esto de ustedes son la riqueza de México y de que esa riqueza con la esperanza va adelante, porque soy bueno, o porque la tengo clara, no queridos amigos, no es así. Les digo esto y estoy convencido, ¿saben por qué? Porque como ustedes creo en Jesucristo. Y creo que Daniela fue muy fuerte cuando nos habló de esto. Yo creo en Jesucristo y por eso les digo esto: Él es quien renueva continuamente en mí la esperanza, es Él quien renueva continuamente mi mirada. Es Él quien despierta en mí, o sea en cada uno de nosotros, el encanto de disfrutar, el encanto de soñar, el encanto de trabajar juntos. Es Él quien continuamente me invita a convertir el corazón.

Sí, amigos míos, les digo esto porque en Jesús yo encontré a Aquel que es capaz de encender lo mejor de mí mismo. Y es de su mano que podamos hacer camino, es de su mano que una y otra vez podamos volver a empezar, es de su mano que podemos decir: Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte. Eso es mentira y lo decimos de la mano de Jesús. Es también de la mano de Jesús, de Jesucristo el Señor que podemos decir que es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza, la marginación; en la marginación de oportunidades, en la marginación de espacios, en la marginación de la capacitación y educación, en la marginación de la esperanza. Es Jesucristo el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Son las ambiciones ajenas las que a ustedes los marginan para usarlos en todas estas cosas que yo dije que saben que terminan en la destrucción y el único que me puede tener bien fuerte de la mano es Jesucristo, Él hace que esta riqueza se transforme en esperanza.

Me han pedido una palabra de esperanza, la que tengo para decirles, la que está en la base de todo se llama Jesucristo.

Cuando todo parezca pesado, cuando parezca que se nos viene el mundo encima, abracen su cruz, abrácenlo a Él. Por favor, nunca se suelten de su mano aunque los esté llevando adelante arrastrando y si se caen una vez déjense levantar por Él. Los alpinistas tienen una canción muy linda que me gusta repetírsela a los jóvenes –mientras suben van cantando–: «En el arte de ascender el triunfo no está en no caer sino en no permanecer caído». Ese es el arte y ¿quién es el único que te puede agarrar de la mano para que no permanezcas caído?: Jesucristo el único. Jesucristo que a veces te manda un hermano para que te hable y te ayude, no escondas tu mano cuando estás caído. No le digas ‘no me mires que estoy embarrado o embarrada, no me mires ya no tengo remedio’. Solamente dejate agarrar la mano y agárrate a esa mano y la riqueza que tenés adentro sucia, embarrada, dada por perdida va a empezar a través de la esperanza a dar su fruto pero siempre de la mano de Jesucristo, ese es el camino. No se olviden en el arte de ascender el triunfo no está en no caer sino en no permanecer caídos.

No se permitan permanecer caídos, nunca ¿de acuerdo? Y si ven un amigo o una amiga que se pegó un resbalón en la vida y se cayó, anda y ofrécele la mano pero ofrécela con dignidad, ponete al lado de él, de ella, escuchalo, no le digas ‘te traigo la receta’. No, como amigo, despacito, dale fuerzas con tu palabra, dale fuerzas con la escucha, esa medicina que se va olvidando: la “escuchoterapia”, déjalo hablar, dejalo que te cuente y entonces poquito a poco te va extendiendo la mano y vos lo vas a ayudar en nombre de Jesucristo. Pero si vas de golpe y le empiezas a predicar y a darle y darle lo vas a dejar peor de lo que estaba. Nunca se suelten de la mano de Jesucristo, por favor, nunca se aparten de Él y si se apartan se levantan y siguen adelante, Él comprende lo que son estas cosas. Porque de la mano de Jesucristo es posible vivir a fondo, de su mano es posible creer que la vida vale la pena dar lo mejor de sí, ser fermento, ser sal, ser luz en medio de sus amigos, de sus barrios, de su comunidad, en medio de la familia. Después Rosario voy a hablar un poquito de esto que vos dijiste de la familia. En medio de la familia.

Por eso, queridos amigos, de la mano de Jesús les pido que no se dejen excluir, no se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercancía. Jesús nos dio un consejo para esto, para no dejarnos excluir, para no dejarnos desvalorizar, sean astutos como serpientes y humildes como palomas, las dos virtudes juntas. A los jóvenes viveza no les falta.

A veces les falta la astucia para que no sean ingenuos. las dos cosas, astutos pero sencillos, bondadosos. Es cierto, que por este camino quizás que no tendrán el último auto en la puerta, no tendrán los bolsillos llenos de plata, pero tendrán algo que nadie nunca les podrá sacarles que es la experiencia de sentirse amados, abrazados, acompañados, es el encanto de disfrutar del encuentro, el encanto de soñar en el encuentro de todos Es la experiencia de sentirse familia, de sentirse comunidad y es la experiencia de poder mirar al mundo, a la cara con la frente alta, sin el carro, sin la plata pero la frente alta. La dignidad.

Tres palabras que las vamos a repetir: riqueza que se la dieron, esperanza porque queremos abrirnos a la esperanza, dignidad. ¿Las repetimos? Riqueza y se la dieron, esperanza porque queremos abrirnos a la esperanza, dignidad. ¿Las repetimos? Riqueza, esperanza, dignidad

La riqueza que Dios le dio a ustedes, ustedes son la riqueza de México, la esperanza que les dio Jesucristo y la dignidad que les da el no dejarse “sobar el lomo” y ser mercadería para los bolsillos de otros.

Hoy el Señor los sigue llamando, los sigue convocando, al igual que lo hizo con el indio Juan Diego. Los invita a construir un santuario. Un santuario que no es un lugar físico, sino una comunidad, un santuario llamado parroquia, un santuario llamado nación.

La comunidad, la familia, el sentirnos ciudadanos, es uno de los principales antídotos contra todo lo que nos amenaza, porque nos hace sentir parte de esta gran familia de Dios. No para refugiarnos, para encerrarnos, para escaparnos de las amenazas de la vida o de los desafíos, al contrario, para salir a invitar a otros; para salir a anunciar a otros que ser joven en México es la mayor riqueza y por lo tanto, no puede ser sacrificada y porque es riqueza es capaz de tener esperanza y nos da dignidad. Otra vez las 3 palabras: riqueza, esperanza y dignidad. Pero riqueza esa que Dios nos dio y que tenemos que hacer crecer.

Jesús el que nos da la esperanza nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos. Nos llama amigos. Jesús nunca nos mandaría al muere, sino que todo en Él es invitación a la vida. Una vida en familia, una vida en comunidad; una familia y una comunidad a favor de la sociedad. Y aquí Rosario retomo lo que vos dijiste, una cosa tan linda.

En la familia se aprende cercanía, se aprende solidaridad, se aprende a compartir, a discernir, a llevar adelante los problemas unos de otros, a pelearse y a arreglarse, a discutir y abrazarse y a besarse. La familia es la primera escuela de la Nación y en la familia está esa riqueza que tienen ustedes. La familia es como quien custodia esa riqueza, en la familia van a encontrar esperanza porque está Jesús, y en la familia van a tener dignidad. Nunca, nunca dejen de lado la familia. La Familia es la piedra de base de la construcción de una gran nación.

Ustedes son riqueza, tienen esperanza y sueñan, también Rosario habló de soñar, ¿ustedes sueñan con tener una familia? Casi no escuché la respuesta.

Queridos hermanos ustedes son la riqueza de este país y, cuando duden de eso, miren a Jesucristo, que es la esperanza, el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Les agradezco este encuentro y les pido que recen por mí. Gracias.

Invitación del Papa a rezar a la Virgen al final del encuentro con los jóvenes

Los invito a rezar juntos a Nuestra Madre de Guadalupe y a pedirle que nos haga conscientes de la riqueza que Dios nos dio, que nos haga crecer en nosotros, en nuestro corazón, la esperanza en Jesucristo y que andemos por la vida con dignidad de cristianos.

Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias.

Francisco

Fuente AICA

 

Testimonio: Mi experiencia de Misión

por Luis Horacio Larrea

Escribir sobre lo vivido en la misión en esos días no es muy fácil, porque poner en palabras lo que el corazón vivió con intensidad.

La llegada a esta misión fue para mí fue un poco extraña, le contaba a mis desconocidos compañeros de comunidad, que no estaba acostumbrado a este estilo o forma de misionar en la cual no tenía idea del material que se iba a trabajar, ni quiénes serían las personas con las que compartiría estos días. No terminaba de dimensionar los días previos todo lo que podía llegar a suceder y me costó un poco el no haber sido parte de las instancias de preparación, o conocer materiales, actividades, etc.

Quizás me había olvidado de que Dios hace nueva todas las cosas, y que cada día es una novedad en nuestra vida. Y lo viví de ese modo especialmente en cada actividad a lo largo de esa semana: desde la primera oración del a mañana, la salida a las casas, el compartir en los encuentros con los niños, celebrar la eucaristía hasta terminar compartiendo a la noche con mis ya no tan desconocidos compañeros de comunidad, me empezó a embarcar en esta “Misión Joven”.

Ahí empezó la misión. Ahí empecé a intentar a mirar un poco con la mirada de Cristo: cada entrada a una casa era motivo de alegría y de agradecimiento de que se me permita palpar con la escucha, con las charlas, con las sonrisas, con las lagrimas del tesoro más preciado de Jesús que es el corazón de cada uno de esos rostros con los que nos fuimos encontrando. Los encuentros con los más chicos fueron el motor de cada día, un momento para olvidarse de las preocupaciones, las estructuras, las “cosa de los grandes” para entrar en ese mundo sencillo y tierno de jugar y reír sin importar tiempo ni lugar, simplemente hacerse como niños.

No puedo olvidarme de la Eucaristía y de la oración, elementos fundamentales para no desfallecer o caer en la tentación de creernos “centros de la misión” , cuando el único centro de todos estos días era el mismo Dios queriendo estar más cerca de su pueblo.

No quiero terminar esta pequeña historia de cómo viví, sin recordar a mi comunidad, a los misioneros con los que me toco compartir estos días, cada uno diferente, lleno de dones y repleto de un amor ardiente por el evangelio, que no dejaron que por ser “nuevo” me quede aislado o me sienta incómodo. Desde el primer día con pequeñas charlas, con pequeños gestos, con preguntas interesándose sobre mi vida, me hicieron sentir como que nos conociéramos de toda la vida, y esas cosas solamente suceden si está Cristo de por medio. Estoy completamente agradecido por mi comunidad.

Mis palabras de conclusión son simplemente de agradecimiento, para los coordinadores, encargados, intendentes, misioneros, sacerdotes, religiosas y religiosas y para todo Cardona-Florencio Sánchez. Mi felicidad no tiene palabras, el reencontrarme con la misión me llena el corazón y me desafía a poder hacer que en el difícil día a día de mi vida pueda intentar “Ir sin miedo para servir” confiando en que no estoy solo, que Él me ama hasta el extremo, y que sale a mi encuentro y en mi búsqueda cada día. Con esta frase espero que quede plasmado lo que me llevo de esta misión: «Jesús no necesita que seamos perfectos para hacer cosas buenas, con nuestros defectos y limitaciones podemos hacer muchas cosas buenas con los demás».