III Congreso ProVida
Los días jueves 27 y viernes 28 de agosto, el grupo de Universitarios por la Vida de la Ciudad de Córdoba, Argentina, organizó el III Congreso Provida en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), bajo el lema «No más silencio». Tuvo lugar en Aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
El Congreso buscó fomentar que los estudiantes universitarios hagan sentir su voz en defensa de la vida por aquellos que no lo pueden hacer. «¡La vida humana no se cuestiona, se defiende!» expresaron los organizadores.
El Congreso generó polémica en la última sesión del Consejo Superior de la UNC, cuando la agrupación Frente 20 de Diciembre, solicitó que sea repudiado aduciendo que en el 2010 el Consejo Superior emitió una resolución en la que avaló el tratamiento de una ley a favor del aborto. Sin embargo el rector Francisco Tamarit expresó que no se puede prohibir algo, sólo por no estar de acuerdo con ello.
Testimonio desde la Organización – Por Nicolás Gallo
Durante el colegio, la profesora de filosofía me dejó la mejor enseñanza que recibí en toda mi formación secundaria.
Estaba en el último año, y durante la clase dijo: “muchas personas aprenden a amar realmente cuando tienen un hijo, porque empiezan a amar incondicionalmente”.
No tengo dudas de que estamos en este mundo para aprender a amar cada día más. Es el mayor sentido que puede cobrar nuestra vida. La vida adquiere toda su belleza.
Pero ¿cómo amar a quien ya no está, a quien no se le permitió nacer? Cada día muchos Cristos son asesinados, y se adelantan a nuestra esperanza.
Podríamos preguntarnos por qué pasan estas cosas, pero son ellos quienes nos interrogan a nosotros: ¿Dónde estuviste? ¿por qué no me recibiste?
Hay una realidad compleja detrás de todo, pero a todos nos toca ser familia, con todos.
Este año decidí participar en la organización del Tercer Congreso Pro Vida, organizado por jóvenes universitarios, y orientado a Universitarios. Hay un marco negativo, en que decir que el aborto no es correcto provoca discriminación en algunos lugares. Es muy común en la universidad, que no nos deja pensar distinto.
Universitarios por la Vida decidieron llorar por los que no alcanzaron a largar una lágrima, a gritar por los que no tienen voz, a defender la Vida y luchar para que todos tengan la oportunidad de vivir.
“No más silencio” fue el lema de las dos jornadas de formación que organizaron, donde se habló de las Consecuencias psicológicas del aborto, de los fundamentos de la objeción de conciencia, del amor sólido en la familia, del gran valor personal, de los vínculos y la afectividad, de los ataques a la familia, y varios testimonios muy fuertes de personas que hoy pueden agradecer su vida y la de sus hijos.
Ya no participo activamente pero aprendí la importancia del compromiso social desde mi profesión. No callando y sí promoviendo la vida, saliendo en su defensa. Aprendí que es necesario no confundir humildad con pasividad; que el servicio implica también una lucha social e institucional, para que nuestras profesiones y nuestras leyes promuevan el mayor valor de todos: la Vida.
Me permito también contarles lo que hace un señor, muy mayor, me dijo hace unos meses: “esto pasa porque la sociedad está fragmentada, porque las familias están fragmentadas… y esto pasa porque nosotros no sabemos acompañar a quienes están embarazadas y si es necesario acogerlas y recibirlas en nuestros hogares para que puedan tener al bebé”.
Hagamos lugar en el mundo a muchas más sonrisas, a más juegos, a más imaginación, a más alegría.