III Congreso ProVida

Los días jueves 27 y viernes 28 de agosto, el grupo de Universitarios por la Vida de la Ciudad de Córdoba, Argentina,  organizó el III Congreso Provida en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), bajo el lema «No más silencio». Tuvo lugar en Aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.

El Congreso buscó fomentar que los estudiantes universitarios hagan sentir su voz en defensa de la vida por aquellos que no lo pueden hacer. «¡La vida humana no se cuestiona, se defiende!» expresaron los organizadores.

El Congreso generó polémica en la última sesión del Consejo Superior de la UNC, cuando la agrupación Frente 20 de Diciembre, solicitó que sea repudiado aduciendo que en el 2010 el Consejo Superior emitió una resolución en la que avaló el tratamiento de una ley a favor del aborto. Sin embargo el rector Francisco Tamarit expresó que no se puede prohibir algo, sólo por no estar de acuerdo con ello.

congreso provida

 

Testimonio desde la Organización – Por Nicolás Gallo

Durante el colegio, la profesora de filosofía me dejó la mejor enseñanza que recibí en toda mi formación secundaria.

Estaba en el último año, y durante la clase dijo: “muchas personas aprenden a amar realmente cuando tienen un hijo, porque empiezan a amar incondicionalmente”.

No tengo dudas de que estamos en este mundo para aprender a amar cada día más. Es el mayor sentido que puede cobrar nuestra vida. La vida adquiere toda su belleza.

Pero ¿cómo amar a quien ya no está, a quien no se le permitió nacer? Cada día muchos Cristos son asesinados, y se adelantan a nuestra esperanza.

Podríamos preguntarnos por qué pasan estas cosas, pero son ellos quienes nos interrogan a nosotros: ¿Dónde estuviste? ¿por qué no me recibiste?

Hay una realidad compleja detrás de todo, pero a todos nos toca ser familia, con todos.

Este año decidí participar en la organización del Tercer Congreso Pro Vida, organizado por jóvenes universitarios, y orientado a Universitarios. Hay un marco negativo, en que decir que el aborto no es correcto provoca discriminación en algunos lugares. Es muy común en la universidad, que no nos deja pensar distinto.

Universitarios por la Vida decidieron llorar por los que no alcanzaron a largar una lágrima, a gritar por los que no tienen voz, a defender la Vida y luchar para que todos tengan la oportunidad de vivir.

“No más silencio” fue el lema de las dos jornadas de formación que organizaron, donde se habló de las Consecuencias psicológicas del aborto, de los fundamentos de la objeción de conciencia, del amor sólido en la familia, del gran valor personal, de los vínculos y la afectividad, de los ataques a la familia, y varios testimonios muy fuertes de personas que hoy pueden agradecer su vida y la de sus hijos.

Ya no participo activamente pero aprendí la importancia del compromiso social desde mi profesión. No callando y sí promoviendo la vida, saliendo en su defensa. Aprendí que es necesario no confundir humildad con pasividad; que el servicio implica también una lucha social e institucional, para que nuestras profesiones y nuestras leyes promuevan el mayor valor de todos: la Vida.

Me permito también contarles lo que hace un señor, muy mayor, me dijo hace unos meses: “esto pasa porque la sociedad está fragmentada, porque las familias están fragmentadas… y esto pasa porque nosotros no sabemos acompañar a quienes están embarazadas y si es necesario acogerlas y recibirlas en nuestros hogares para que puedan tener al bebé”.

Hagamos lugar en el mundo a muchas más sonrisas, a más juegos, a más imaginación, a más alegría.

 

Lujan 2015: otra fiesta peregrina

Fuente: Ciberfogon

La fiesta de la Peregrinación a Lujan tuvo su día, su noche, su amanecer y sus invitados. Muchos salidos desde Liniers, otros desde los lugares intermedios, cada cual con sus razones (o sin ellas, sólo con el afecto e impulso de lo que se suele llamar fe).

Fueron muchos los peregrinos que caminaron. No importó el cansancio o pesimismo cuando era mucho lo que faltaba y parecía que se acababan las fuerzas. Algunos llegaron en auto porque no quedaba otra, pero la fiesta de caminar que parece que pocos entienden, se llevó a cabo con las características propias de cada año. Este regalo que hicieron un grupo de arriesgados a mediados de los 70 se renueva año a año y se potencia.

Para unos es la única manifestación de fe personal en el año, para otros es la renovación, algunos grupos se reafirman en su identidad y otros juran con poca credibilidad que el año que viene no volverán…

La Peregrinación a Lujan es un regalo que cuida el pueblo peregrino y acompaña la Iglesia. Perdura y aumenta, se renueva y se proyecta, deja de ser noticia pero no deja de asombrar. Es el regalo de la alegría que solo lo entienden quienes lo disfrutan o disfrutaron alguna vez…

Testimonio de Peregrinación – Por Marcos Maguna

Para aquellos que caminamos hacia Dios, la vida resulta de aquellas piedras, paisajes y personas que hacen cada parte del sendero especial.

En camino, solo podremos vivir entonces, en medio de saltos de fe, en medio de decisiones únicas, de amores apasionados y criticas que nos consideren locos, a causa de Cristo. Ya no hay vuelta a tras, ha comenzado a amar, a palpar a Dios en todo, a encontrar en la realidad una forma nueva de ver la verdad.

Quedarse quieto ya no es la solución al miedo. Correr tampoco, alejarse menos. Mas bien, los miedo se hacen mas chiquitos cuando estas en camino; solo y a pie los errores se hacen compañía y las falencias de la vida, servirán de experiencia para sanar heridas de otros.

Buscar a Dios no es quedarse inmóvil, contemplando; buscar a Dios es caminar junto a el, exponiéndose uno como él al dolor, a las alegrías, a todo.

Buscar a Dios, será vivir apasionados.

EJI: Volver a pasar por el corazón

Recordar es volver a pasar por el corazón… y volver a dar gracias por lo vivido.

Por Jorge Berli

“Si estás haciendo algo bueno pero sólo… algo estás haciendo mal” nos dijo a los jóvenes, una vez en Córdoba, Ángel Rossi sj. Fue entonces buena señal que hayamos sido 700 los jóvenes de todo de Argentina y Uruguay que nos reunimos el pasado 12 y 13 de septiembre en San Miguel (Bs. As.) en el Encuentro Juvenil Ignaciano (EJI) organizado por la Red Juvenil Ignaciana (RJI). La invitación era para los integrantes de los distintos grupos juveniles ignacianos dentro de estos dos países como G.I.A., el Grupo Misionero, y M.A.S. (en Santa Fe), Castores (Uruguay), Pinceles (Córdoba), M.E.J. y muchos otros voluntariados y apostolados dentro de la espiritualidad ignaciana y el servicio al otro.

Nos unieron momentos de oración organizados por cada delegación de la R.J.I., una jornada de misión, espacios de formación espiritual y la alegría que se palpitaba en cada actividad por estar viviendo todos juntos, con Jesús y su mamá, bajo el cariño de Dios por cada uno de nosotros.

El primer día partimos en grandes grupos, en colectivo o caminando, a diferentes zonas de San Miguel para salir a misionar por toda la ciudad. Luego cada grupo iría en peregrinación al mismo punto de encuentro en común donde celebraríamos la misa por la tarde en una plaza con un gran escenario presidida por el párroco de la diócesis y todos los jesuitas del encuentro. Ya anocheciendo volveríamos en procesión al lugar de San Miguel de donde partimos, Trujui, bendiciendo las casas en el camino, mientras cantábamos y rezábamos con toda la fuerza de la juventud.

En la misión, se repartieron las manzanas de cada barrio cada tres misioneros. Caminando, con mi grupito vimos de lejos un tumulto de 6 personas que se estaban drogando y bebiendo… pronto nos encontramos justo delante de ellos. Apuramos el paso y salimos del lugar lo más rápido que pudimos. Luego de que metros más adelante una casa muy elegante del barrio no nos recibiera, nos resonó la pregunta: ¿no deberíamos habernos quedado con aquellas personas?. “Vayamos y estemos preparados para salir corriendo” concluimos.

De lo que tendríamos que haber salido corriendo son de nuestros prejuicios y haber confiado en Dios sin dudarlo porque nos encontramos con los vecinos que con mayor alegría de todos nos recibieron. Dentro de ellos estaba el hombre que se había drogado y avergonzado de su condición, nos pidió perdón. Nos contó de su vida y yo me reprochaba: ¿quién soy yo para venir a juzgar desde mi historia la vida de esta persona?

Nos dijo que rezaba y que creía en Dios y que se alegraba mucho que haya gente buena como nosotros, que saliéramos a misionar por el barrio. Nuestra sorpresa fue mayor cuando, nos dijo que el Papa de joven lo retaba cuando se portaba mal porque era obispo del barrio y compartía momentos con todos allí.

Dándome cuenta, por fin, mi propósito en el lugar, le expliqué que nosotros estábamos compartiendo a Jesús y que Jesús no había venido a juzgarnos sino a salvarnos. Que no se avergüence de sus equivocaciones porque los que estábamos ahí no éramos menos pecadores que él. Que Jesús nos llama a todos ahora (y todo el tiempo) en el momento en el que estemos y tal como somos. Que fuera dejando atrás lo que lo alejaba de Dios y se animara a seguirlo. Cómo él, los primeros discípulos eran hombres trabajadores que no eran ni los más sabios, ni los más ricos e incluso ni los más limpios, porque eran pescadores, y sin embargo, estábamos ahí gracias a que ellos le dijeron sí. Nosotros como ellos, también estábamos diciendo que sí, con todos nuestros pecados. Puede que como pescadores, al oír el llamado y al decir que sí, lanzándonos desde nuestra barca al agua fresca para seguir a Jesús que nos invita desde la orilla, vayamos lavando de nuestro corazón nuestras impurezas pero eso no nos hace menos pescadores sino más discípulos. Los Jesuitas tienen el corazón tan grande y congregan a esta cantidad de jóvenes porque entendieron ese mensaje de Jesús: que Dios primero nos ama y luego nos invita a que cambiemos y no, al revés. Incluso más: Dios nos ama. Luego vendrá todo lo demás. ¿De qué otra forma podría sino estar un sacerdote celebrando con sus pares la eucaristía con marcas de pintura porque los jóvenes se la habían pintado en la peregrinación? ¿Quiénes son estos locos que bailaron, cantaron y de repente nos enseñaban a rezar en profunda intimidad con Jesús y a enfrentar las preguntas más grandes de la existencia humana? Tienen la alegría del evangelio, de haber entendido el mensaje y de saber transmitirlo a través de sus vidas.

Dice Hurtado sj: “Si me pides la vida, quiero darla contento, si no quieres que muera, quiero vivir sonriendo. Quiero reír, quiero soñar, quiero darles a todos la alegría de amar.”

En el segundo día, continuamos con la formación espiritual y los momentos de oración y de compartir. Volvimos a peregrinar cantando y rezando desde el Barrio de Trujui hasta el Colegio Máximo, donde los 700 jóvenes celebramos la misa de cierre presidida por el Padre Provincial, Alejandro Tilve sj y nuestros jesuitas en un día de sol que nos acogía, sobre la verde extensión debajo de los frondosos pinos, al frente del Máximo. Con este paisaje, es hermoso recordar que somos muchos los jóvenes dispuestos a responder con sinceridad al llamado de Dios. Este V EJI vuelve a mostrar que frente a tanta oscuridad y dolor en la juventud hay tanta más luz entre los jóvenes. Esta luz que no es nuestra, no vence porque seamos más, ya que nunca somos más los discípulos de Jesús, sino porque la luz de Cristo es más fuerte que el pecado del hombre, el pecado siempre limitado del hombre nunca va a superar el amor siempre infinito de Dios.

Contra la oscuridad no se puede luchar, la oscuridad se vence encendiendo una luz. Cuando Ignacio envió a Francisco Javier a Oriente le dijo “Id, inflamad todas las cosas” y ese es un fuego que los jesuitas no perdieron, como dirían de hurtado 400 años después, él tenía “un fuego que enciende otros fuegos”. En este EJI, muchos corazones se nos han vuelto a encender a la luz de un encuentro verdadero con Jesús y con tantos otros jóvenes que comparten el deseo de vivir su vida con Jesús, ahora somos nosotros los que debemos llevar a otros este fuego: en nuestra familia, en nuestro colegio, en nuestra universidad, con nuestros amigos, en nuestro trabajo, en todo… e inflamar todas las cosas.

La idea de Arrupe de los Sacerdotes de la Compañía de Jesús: “No tengo miedo al mundo nuevo que surge. Temo más bien que los jesuitas tengan poco o nada que ofrecer a este mundo, poco que decir o hacer, que pueda justificar nuestra existencia como jesuitas” se puede pensar también sobre los jóvenes: no debemos temer de jóvenes que lleven al mundo a alejarse de Dios, más bien temamos de no tener jóvenes que acerquen el mundo a Dios. Y los jóvenes estuvimos, estamos y vamos a estar siempre que tengamos líderes como nuestros jesuitas, que nos animen a través de su palabra, pero sobre todo, de su testimonio, a vivir un camino de santidad en la felicidad de sentirnos hijos de un Dios que nos ama y nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida.

Los Jóvenes Ignacianos se reúnen en San Miguel

El pasado fin de semana del 12 y 13 de Septiembre se llevó adelante en la ciudad de San Miguel, Buenos Aires, el V Encuentro Juvenil Ignaciano. Dicho evento nuclea, cada dos años, en un mismo lugar, a jóvenes de 18 a 35 años, que se identifican con la espiritualidad ignaciana en todo Argentina y Uruguay. Las delegaciones presentes en esta edición fueron: Buenos Aires Capital, San Miguel (la anfitriona), Mendoza, Santa Fe – Villa Ocampo, San José del Boquerón, Chaco, Corrientes y Córdoba, del lado argentino; y Tacuarembó y Montevideo como representantes uruguayos. En total, sumaron cerca de 700 jóvenes .

La propuesta del EJI trata de concentrar, en un fin de semana, las tres dimensiones desde las que se propone para tener una vivencia completa de la fe, que se identifique con la espiritualidad ignanciana: Espiritualidad, Formación y Servicio. Por lo que, en esos dos días, hubo tiempo para hacer experiencia de cada una de esas dimensiones, no como bloques separados, sino como componentes que se imbrican y autoimplican, dado lugar a una propuesta de fe que contempla la totalidad del joven, lo invita a salir de sí mismo, y ser para los demás…

El EJI 2015

El sábado 12, en el Colegio Parroquial Patriarca San José, las actividades comenzaron alrededor de las 10 de la mañana. Una vez que estuvieron presentes todas las delegaciones, se dio inicio a una bienvenida organizada por los locales, que contó con bailes, coreografías y canciones que abrieron el encuentro, recordando el lema que había marcado el itinerario de preparación de todos los grupos hasta ese día: “Cristo, pobre y humilde, nos llama a amar y servir”.

Los locales dieron lugar a la Red Juvenil Ignaciana (RJI) de Resistencia, que llevó adelante un primer momento de oración. En él, se encomendó el encuentro a los santos patronos y advocaciones marianas propias de cada región. Fue, quizás, la primera invitación a sentirse parte de un mismo cuerpo llamado Iglesia, de una misma fe que hermana, a pesar de la diversidad geográfica, social y cultural que compone la Red.

Al finalizar este momento, se dividieron a los participantes de todo el encuentro en cinco grupos: amarillo, azul, rojo, naranja y verde. Cada uno estaba destinado a una parroquia o capilla diferente. En ellas, además de compartir el almuerzo con la comunidad, se llevó adelante el tiempo de servicio. Algunos se dividieron en equipos de dos o tres para visitar las casas de los barrios; mientras, otros realizaban talleres para niños preparados por la RJI Córdoba o se encargaban de llevar de hacer un poco de ‘lío’ en los semáforos, sorprendiendo a los choferes y peatones que, ocasionalmente, pasaban por ahí.

Para culminar la tarde de misión, los grupos se congregaron en una plaza de la ciudad donde se había montado un escenario para celebrar la misa; presidida por Rafael Velasco SJ. Al finalizar la eucaristía, se inició una peregrinación de regreso hacia el colegio parroquial. A lo largo de la misma, se pasó por distintas capillas, desde las que se planteaba una consigna diferente para realizar hasta llegar la siguiente parada.

Sin duda la procesión sacudió gran parte de las calles de San Miguel, y les regaló a los vecinos que se asomaban a ver, curioso y asombrados, razones para seguir creyendo y apostando a la juventud como motor de transformación de la sociedad.

El día finalizó, luego de una cena y un tiempo de esparcimiento y baile; con un momento de reflexión y revisión de lo vivido a lo largo de la jornada.

El domingo 13, las actividades se iniciaron, también, alrededor de las 10 am, con un tiempo de oración y adoración, profundo y conmovedor, organizado por la RJI de Santa Fe. Y es que, a esas alturas del encuentro, ya habían sido tantas las cosas vividas y las emociones experimentadas, que era imposible que en los momentos de silencio no afloraran las lágrimas.

Al finalizar se dio paso al tiempo de ‘formación’, en el que se dio el material y las consignas a para reflexionar en grupos alrededor de la temática del Encuentro. Luego se hizo un plenario. Aquí se puso en juego, en gran parte, la preparación previa con la que vienen los grupos que participan del EJI.

Cierre y Agradecimientos

Luego del almuerzo, el EJI se puso nuevamente en marcha, esta vez hacia el Colegio Máximo, donde fue la misa de cierre, presidida por el Provincial de Argentina y Uruguay: Alejando Tilve SJ.

Allí, además de compartir un último momento como Red y proyectar a los jóvenes a multiplicar los frutos generados en ellos a partir de este encuentro, se agradeció a cada una de las delegaciones por estar presentes.

Además se dio un calurosísimo aplauso a los anfitriones por el evidente e increíble trabajo que hicieron los meses previos al EJI; y a los estudiantes jesuitas, quienes fueron, en gran parte, los motores de la organización del encuentro.

Al despedirse queda siempre, en el horizonte, la posibilidad del reencuentro. Inicialmente en el próximo EJI, que será en 2017 y; para los argentinos, en el Congreso Eucarístico del año que viene, para el que ya se piensa una participación desde el movimiento ignaciano.

Jornada Nacional de la Juventud – Uruguay

Los jóvenes de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica se reunieron para celebrar, orar y “hacer lío” en Montevideo.

El 5 y 6 de setiembre se llevó a cabo en Montevideo, la 37ª Jornada Nacional de la Juventud, organizada por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal del Uruguay. Esta vez, como en 2012, la Jornada se realizó de concentración única nacional, bajo el lema “Él transforma tu corazón”, inspirado en Dios alfarero, que con sus manos moldea el corazón de quienes lo siguen, como un artesano con un bloque de barro.

La actividad se realizó en la explanada de Kibón y contó con la presencia de casi 6.000 jóvenes católicos de todas las diócesis y movimientos presentes en Uruguay. Además contó con el apoyo de la Universidad Católica del Uruguay. La Jornada fue clausurada con la Celebración Eucarística presidida por el Cardenal Daniel Sturla Berhouet SDB, Gran Canciller de UCU.

Mensaje del P. Ignacio Rey Nores SJ, director del sector Pastoral de la Vicerrectoría del Medio Universitario

Todos coinciden que fue una fiesta. La noticia en los medios decía que “unos 6.000 jóvenes católicos de todo el país coparon la explanada de Kibón”. Y la verdad es que hubo mucha gente este fin de semana del 5 y 6 de Setiembre. No sé si tantos ni cómo se hace para medir tal cantidad, pero sí que daba gusto ver esa explanada copada de jóvenes, con sus colores, sus banderas, y toda su alegría en el marco de la Jornada Nacional de la Juventud.

Volvamos a la noticia: “se realizó este sábado la 37a. Jornada Nacional de la Juventud, convocada por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal del Uruguay.” Esto fue lo que nos convocó, lo que nos nucleó: una invitación, un llamado. ¿De quién? Obvio que del mismo Jesús; una vez más: a través de su Iglesia; en concreto: a través de esta comisión de Pastoral Juvenil.

Y como Universidad Católica del Uruguay también supimos responder a esta convocatoria y abrir nuestras puertas, junto con otros núcleos de la Red Juvenil Ignaciana, para alojar a todos los jóvenes de la diócesis de Mercedes y a algunos de Tacuarembó. Nuestros jóvenes, que más de una vez han sido recibidos en otros lugares del interior del país para llevar adelante experiencias como la Misión San Francisco Javier, organizada por la Pastoral de la UCU, o como el Pachacutí, organizado por el Colegio Seminario, fueron quienes ahora hicieron de anfitriones de estos casi 250 jóvenes del interior: 70 en el Colegio Mons. Isasa, 80 en el Colegio Seminario, 45 en la Parroquia N.S. de Fátima en el Cerro, y otros 45 en nuestra universidad.

A nosotros, en concreto, nos tocó alojar a jóvenes que venían de Carmelo y de Colonia, acompañados por sus referentes pastorales y sus curas Germán Celio Chavarría y Marcelo Ortiz. Con ellos pasamos la noche del sábado en los salones de la universidad en la Parroquia de Tierra Santa, e hicimos las experiencias de servicio el domingo en la mañana, a las que se sumaron un grupo de jóvenes de la misma parroquia de Tierra Santa, divididos en tres grupos: uno fue para el Barrio El Régulo con las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, otro fue para el barrio Bella Italia donde nos esperaban las Religiosas del Sagrado Corazón, y otro se quedó por la zona de Tierra Santa, visitando las casas. Volvamos a los medios, ya que todos estaban sorprendidos de lo que estaba ocurriendo, que se podía seguir por la televisión, por la radio, por las redes sociales; y decían y mostraban más o menos lo mismo: “la convocatoria superó las expectativas de los organizadores: hubo 6.000 jóvenes de todo el país en la explanada de Kibón”.

¿Y qué pasó allí? Hubo fiesta, y con ella hubo “música, baile, reflexión, testimonios, oración y adoración a Jesús en la Eucaristía” a lo largo de toda la tarde del sábado, y también tuvimos la oportunidad de celebrar una multitudinaria Eucaristía el día domingo, presidida por el arzobispo de Montevideo, el cardenal Daniel Sturla. Para el recuerdo quedará que uno de los juegos que se realizaron durante el día consistió en sacarse selfies con sacerdotes y Sturla fue uno de los más requeridos. Para la obligada reflexión posterior quedará lo que quedó resonando después de la puesta en escena del grupo Shalom en la previa a la vigilia, ya que fueron tratados allí muchos temas candentes quedando en algunos la sensación que el guión podría haber sido más cuidado. Para el agradecimiento a Dios, entre tantas otras cosas, quedarán siempre los preciosos días que nos tocaron, llenos de luz y sol, de amplitud y aire. Para el compromiso quedará seguir cuidando los frutos de lo que cada grupo juvenil vivió en esta 37a JNJ para que sigan creciendo al interior de sus comunidades y tenga el impacto de levadura en la masa en los respectivos lugares a lo largo y ancho de todo el país.

Después de la Eucaristía final, todos los jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana nos juntamos para una foto final y para recordar las actividades que se nos vienen, entre ellas: la teología para universitarios que ofrecemos acá en la Católica los jueves de setiembre; los Ejercicios Espirituales que se ofrecen en Esclavas en Setiembre y en Manresa en Diciembre; el Camino Ignaciano en Enero; y la Misión San Francisco Javier en Febrero. Alegría de ver cuántos nos habíamos hecho presentes, dejar que fluyeran los cánticos de “si este no es el Reino, el Reino dónde está…”, y volver a coincidir en que lo mejor que podíamos hacer era seguir ofreciéndonos al Señor por ese Reino de paz, de justicia, y de amor, compromiso que asumimos rezando, una vez más, la oración de Ignacio: “Tomad, Señor, y recibid…”.

P. Ignacio Rey Nores SJ

Director de Pastoral UCU

Convivencia de Red – Corrientes

Los diferentes núcleos de la Iglesia Jesús de Nazareno se reunieron para compartir una jornada como Red Local que les ayude a llegar al EJI de San Miguel, más unidos que nunca.

Los grupos que participaron fueron: el voluntariado Buen Samaritano , Cuenta Conmigo, Camino Joven , Retiro Secundarios y Mallín. Éstos se unieron para compartir un hermoso dia donde hubo tiempo para todo: jugar, nos mojarse, nos ensuciamos, reir y hasta soñar.

El EJI tiene su propia aplicación – Entrevista a Agustín Jorge

Se acerca el Encuentro Juvenil Ignaciano (RJI), y entre los grupos de jóvenes que conforman la Red Juvenil de Argentina y Uruguay llueven ideas para acercarse y hacer más fuerte el sentimiento de Red

Una de ellas fue el desarrollo de la Aplicación de EJI, a cargo de Agustín Jorge (22 años), exalumno del Colegio del Salvador. 

1) ¿Cómo surgió la idea de desarrollar esta aplicación?

La idea surge desde la necesidad de generar un medio para centralizar la información que va a ir circulando sobre el EJI: horarios, actividades, qué hay que llevar… y además a modo de centralizar todo lo que se fuera difundiendo en las diferentes redes sociales: Instagram, Facebook y los diferentes twitters. La aplicación se va a actualizando para dar aviso sobre datos puntuales, como cuándo hay que inscribirse, qué hay que llevar, aprovechando las nuevas tecnologías y la difusión que tiene el uso de smartphones entre los jóvenes, como una ventaja que permitia agilizar y ordenar la información que vaya apareciendo.

2) ¿En qué consiste propiamente la aplicación?

Es una aplicación no muy compleja, que consiste de dos ramas. Una es la de las redes sociales que se generaron para difundir la información del EJI: el Facebook, el Instagram (EJI San Miguel 2015) y twitter, que comprende distintos twitters: eju franciso, el MEJ , Fe y Alegría… como para que uno pueda empezar a navegar entre las distintos núcleos relacionados con la RJI. La otra rama es la de la información del EJI propiamente dicha: qué es el EJI, los horarios, las actividades que se llevarán a cabo durante el encuentro, las edades, los mapas de los lugares de San Miguel donde se van a realizar las misiones, etc.

Además, la aplicación contiene algunas trivias para divertirse, con preguntas sobre Ignacio, la Compañía, los orígenes del cristianismo, etc….

3) Si tuvieras que soñar en grande: ¿qué te gustaría que generara esta aplicación en los jóvenes que participarán del próximo EJI?

Me gustaría que esta aplicación, además de ser una herramienta útil para las cuestiones prácticas del encuentro, sirva como “fuego que encienda otros fuegos”; y haga las veces de invitación a los jóvenes a ofrecer los dones que han recibido, ya sean musicales, de oración, de animación, de escucha, para ponerlos al servicio de los demás.

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‘La paz y la alegría son centro en el trabajo del MEJ’ – Entrevista a Javier Rojas Sj

 Con ocasión del reciente Encuentro Mundial del Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) en Radio Vaticano entrevistaron al padre jesuita Javier Rojas, responsable del Apostolado de la Oración (y de su rama juvenil, el MEJ) en la provincia argentino-uruguaya.

En la entrevista realizada por el jesuita Guillermo Ortiz el padre Javier recuerda los cinco días en el que delegaciones de 38 países se reunieron en Roma para celebrar el centenario del MEJ. El Encuentro Mundial tuvo como lema ‘Para que mi alegría esté en ustedes’ y los participantes tuvieron una audiencia con el Papa en el Aula Pablo VI.

“Las dos pautas que se quieren trabajar son la paz (porque viene de la confianza, de nuestro abandono en Dios) y la alegría (que brota de la gratitud, de la gratuidad de un Dios que nos quiere)”.

“Nosotros en el apostolado de la oración entendimos que ese recen por mí es también recen conmigo. Estas intenciones que yo les ofrezco al apostolado de la oración son también mis intenciones. Ayúdenme a continuar en este proceso de conducir la barca de la Iglesia hacia el horizonte que Dios nos va llevando con su oración.

“El crecimiento humano no está desligado de las tensiones, de los conflictos, incluso el dolor, la soledad, formar parte del proceso humano y también forman parte del crecimiento en la fe”.

“Creo que cuando Francisco dijo la amistad en Jesús nos da la paz… en Jesús nosotros encontramos nuestra verdad más honda y la verdad más honda es que somos queridos incondicionalmente«.

Los jóvenes del MEJ se marchan con el “testimonio de que vale la pena conocer a Jesús y encontrar ahí la fuerza para seguir luchando, para seguir adelante”.

Fuente: News.Va

Taller para Animadores Ignacianos – RJI

Por Denise Llanqueleo

“Los logros realizados,

lejos de ser un punto de llegada,

nos estimulan a seguir consolidando el instrumento.”

 Finde atípico…

Feriado largo, clima perfecto para viaje de descanso y un puñado de jóvenes que eligen atrincherarse en una casona a media hora del “me perdí en el campo”. Después de todo fuimos a perdernos… a perdernos acompañados…

La casa de retiro de Manos Abiertas nos recibió hogareña para compartir tres intensos días con un equipo dispuesto a explotar nuestro potencial como líderes.

El TANI, “Taller para Animadores Ignacianos”, nos invita con su propuesta de perfeccionar nuestras habilidades de líderes. Perfil que algún errático sin mayores recursos vio en nosotros y nos convenció para posicionarnos como coordinadores de algún grupo. Pues de las 15 personas allí reunidas, ninguno elegimos ese rol impuesto, pero que gratamente disfrutamos y buscamos mejorar.

De la mano de Nati explotamos nuestra clarísima y transparente competitividad haciendo honor al día del niño, jugando a morir por ganar ningún premio. Sería el primer paso para entrar en confianza y animarnos a estudiarnos el uno al otro, y a aún más difícil, estudiar a ese extraño que se esconde indescifrable en cada uno.

Angie nos desafiaría a hacer correr ese ratoncito que tantos otros llaman cerebro. El Negro y Ruben nos darían las mejores armas para discernir entre fortalezas y debilidades de cada grupo que nos compete, para llegar bien armados a cumplir con la meta impuesta, tal vez poco clara, pero enseñándonos como esclarecerla.

Para no irnos de foco en palabrería inventada cabe comentar ¿Qué es un líder? Una rara combinación de cualidades que cualquiera tiene por adquirir y desarrollar si así se lo propone.

Terminado el finde reafirmamos lo que tan bien todos sabemos y la sociedad no dejará de recordarnos… esa interminable lista de defectos y debilidades que todos automáticamente enumeramos. Pero en el camino infinito del autoconocimiento nos prometimos perdernos y redescubrirnos hasta encontrar nuestras mejores armas, para poder pulirlas y ver sus frutos, para poder compartirlas y solo así ponerlas sobre la mesa y colocarnos a la cabeza de un equipo.

Al final reprobamos felices sabiendo el largo trecho que resta para llegar a responder orgullosos, no el nombre, ni la profesión, ni nacionalidad, sino responder a grito como dijera el Chori Gauna, “soy director de MV”… director de mi vida.

 

‘El Vive’ – Testimonio de la Visita de Francisco a Paraguay

Juan Pablo, perteneciente al voluntariado Buen Samaritano, de la Iglesia Jesús Nazareno de Corrientes y parte de la Red Juvenil Ignaciana, nos regala su testimonio de la visita de Francisco a Paraguay. Jóvenes de la Red Juvenil, provenientes de Chaco y Corrientes, viajaron al país vecino el mes pasado para la venida del Pontífice. En el caso de Juan Pablo, la visita canónica coincidió con un momento de su vida muy particular…

Testimonio

Para empezar me gustaría dar gracias a los Jesuitas del Paraguay por cómo nos dieron la bienvenida, haciéndonos sentir como en casa. También quiero dar gracias a quienes posibilitaron este viaje: tanto a los Padres y amigos de la comunidad como lo son el Padre Armando Raffo y Néstor Manzur, y a la comunidad, ya que, sin su apoyo esta experiencia no hubiese sido posible.

“El VIVE”, no solo es la frase de la canción, sino que también representa mi situación espiritual, que cambio hace poco más de un año. Para explicar un poco esto, cuando Francisco es nombrado Papa, una chispa empezó a prender en mí. Recuerdo que unas amigas se fueron a la JMJ de Rio y yo, típico de quien lo mira desde afuera, les dije que: “se van a ir a rezar todo el tiempo”. Resulta que cuando volvieron, esas ofensas se esfumaron y su testimonio empezó a aumentar esa llama que ya se encontraba encendida. Así fue como, hasta el día de hoy, me arrepiento mucho de no haber ido a la JMJ en 2013.

Pasado esto, fueron solo 6 meses hasta que recibí el llamado del Señor para formar parte del apostolado Buen Samaritano, de la Iglesia Jesús Nazareno de Corrientes. Y realmente creo que fue un llamado del Señor, porque ese día me encontraba en mi computadora y casi sin darme cuenta le envié un mensaje a una amiga para empezar a ir al voluntariado. Desde ahí no pude dejar de ir.

A este llamado lo siento también como una suerte de preparación para lo que se vendría. Mi mama desde el 2012, venia luchando contra el cáncer de mama,

El año pasado, a causa de su enfermedad, empezó a tener problemas en sus pulmones y corazón. Pero como toda madre, trataba de estar siempre bien, intentando cuidarme de todo ese dolor, por ser el más pequeño en mi familia.

En esta situación de dificultad, el acompañamiento que tuve, de estos nuevos amigos que me había hecho en el Buen Samaritano y en la comunidad de Nazareno, fue increíble. Sus actitudes se me hacían muy llenas de Dios. Y esto es algo que el mismo Francisco recalco, lo de los amigos de la parroquia. Sentía que me hablaba directamente a mí. A estos amigos les agradezco inmensamente su presencia y sostén el último tiempo de la enfermedad de mi madre y luego de su muerte.

Mi caminito continuó dentro de la comunidad del Nazareno y así fue que seguí descubriendo cosas más increíbles dentro esta Espiritualidad, que me ayudaron a sobrellevar la muerte de mi madre con más fuerza, paz y esperanza. Me quedaba sostener a mi padre que estaba en pleno duelo.

Por esta razón estuve a punto de no ir a Paraguay. Me debatía entre este viaje soñado y quedarme para acompañar a mi padre.

Finalmente decidí ir. Fui con muchas expectativas. El viernes llegamos y tuvimos una recibida genial.

Creo que el momento grupal (más allá de la visita del Papa) en el que muchos experimentamos la gracia de Dios, fue en el momento de adoración al Santísimo. Personalmente, hable mucho al corazón de mi mama, y tanto fue así que tuve la gracia de poder soñar con ella.

El día siguiente a ese sueño se concluye con la visita del Papa, que fue una de las situaciones más emocionantes de mi vida. Nunca me había sentido tan lleno del Espíritu Santo no tantas emociones entremezcladas en un mismo momento.

Y ni hablar de los chicos/as que viajamos, todos llorando, todos habíamos visto al sucesor de Pedro, el apóstol elegido

A nivel grupal, creo que esta frase de EL VIVE, surge porque estoy convencido de que el Espíritu Santo nos sostuvo para que pudiéramos estar con energías y disfrutar la experiencia, a pesar de pasar muchas horas de mal sueño o directamente no dormir.

Como conclusión, quiero decir que me dieron ganas de salir a comerme la cancha, y dar todo por Dios. De no jubilarme antes, de tener un corazón libre, seguir con las esperanzas y con el servicio; demostrar que la juventud no está perdida, y que la Iglesia no se queda encerrada, que salimos. Atravesados por este mismo espíritu, volvimos todos.

Y es por eso que quiero dar GRACIAS. A los Jesuitas de la Provincia Argentina- Uruguaya y los Jesuitas del Paraguay.

Saludos.