Palabra de la CPAL: #Milmillonesdevoces

La Palabra que la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) comparte a jesuitas y colaboradores en el mes de Mayo.

Roberto Jaramillo, SJ – Presidente CPAL

Acabamos de celebrar la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME/2021) cuya principal tarea fue destacar el hecho de que la pandemia está afectando la educación de más 1.5 mil millones de personas en el mundo, y la crisis mundial de financiamiento repercute negativamente en el progreso de la agenda de Desarrollo Sostenible en su objetivo n.4: “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

La SAME, promovida anualmente desde 2005 por la Campaña Mundial por la Educación, es un grito de los pueblos para que los gobiernos involucren a las organizaciones de la sociedad civil en la elaboración de los presupuestos de
educación, y para que mantengan la intención estratégica de cumplir el compromiso contraído sobre el financiamiento interno (Marco de Acción 2030 de los ODS) asignando al menos de un 4% a un 6% del producto interno bruto (PIB) y / o al menos del 15% al 20% del gasto público en educación.

Tal como afirma su presidente Refat Sabbah: “CME reafirma su compromiso de continuar haciendo campaña por una educación de calidad gratuita, equitativa e inclusiva financiada con fondos públicos para todos, al igual que por la necesidad de mejorar y controlar de cerca los mecanismos nacionales e internacionales de financiamiento de la educación. Esto incluye un llamamiento a sistemas educativos sólidos financiados con fondos públicos que cumplan con los puntos de referencia de financiamiento de la educación acordados internacionalmente, defendiendo la justicia fiscal como un instrumento fundamental para financiar la educación pública y una respuesta eficaz a la creciente comercialización de la educación, y el desarrollo de los llamados mecanismos de financiamiento innovadores ”.

La CPAL, con el liderazgo de la alianza EduRed – Flacsi, FyA, Ausjal, se hizo presente en la SAME/2021 con tres iniciativas:

  •  un mensaje de adhesión y apoyo del presidente en nombre de toda la conferencia (https://tinyurl.com/6sdbjtck),
  •  cuatro videos de personas colaboradoras de la misión en la Compañía de Jesús (Fe y Alegría -Perú, Centro Gumilla de Caracas, Asistencia de Educación de la provincia de México y Red Jesuita de Educación de Ecuador) que se pueden ver en https://tinyurl.com/ny39vytc, y
  •  un conversatorio virtual titulado: “Educar en tiempos de Covid: iniciativas que inspiran”, en el que se presentaron experiencias actuales de creatividad

Conferencia de Provinciales en América Latina y El Caribe (CPAL) educativa en Paraguay, México, Brasil y la Panamazonia; webinar que está disponible en el canal Youtube Somosjesuitas: https://tinyurl.com/4jykrzvw .
Educar siempre ha sido, es y será para nosotros, colaboradores y colaboradoras de la misión de Dios en la Compañía de Jesús, parte esencial de cualquier actividad apostólica, pues el acto educativo auténtico se corresponde -tal vez como ningún otro con la voluntad salvífica de Dios sobre cada creatura. Quien no educa oprime, avasalla, irrespeta, destruye; quien educa cuida, quien educa valora, quien educa liberta, quien educa construye. Educar es cocrear, sea en una parroquia indígena, en una radio, en un colegio, en un laboratorio, en las artes, en las relaciones cotidianas,
etc.

El Pacto Educativo Global (PEG) al que el Papa Francisco nos invita involucra por eso a todas las personas e instituciones de buena voluntad sin distinción ninguna. Así pues, al cerrar esta Semana de Acción Mundial por la Educación invito a cada uno de los miembros del cuerpo apostólico y a las personas que lean esta reflexión a revisar la propia actitud ante la urgencia de convertir nuestra vida para ser (encarnar) educadores y comprometernos (efectiva y eficazmente) en la construcción de nuevos PACTOS EDUCATIVOS que le cambien la cara al globo que habitamos.

Encuentro lector con José María Rodríguez Olaizola SJ

Hace ya un tiempo, José María Rodríguez Olaizola SJ comparte una hora de reflexión y encuentro en torno a alguna de sus obras escritas y nos comparte su mirada esperanzada a los tiempos que estamos viviendo.

En unos días más, el próximo 10 de marzo se llevará a cabo el siguiente encuentro mensual en torno a La pasión en Conversaciones de Papel al que se podrá acceder a través de su canal de YouTube.

En palabras del propio JoseMari: La verdad es que «La Pasión» es la historia en la que encuentran sentido muchas de nuestras propias pasiones, heridas, encrucijadas, miedos…”

Será una oportunidad para recrearnos en esta cuaresma que nos invita a disponer el corazón para el encuentro con el Resucitado.

Si quisieran ver y aprovechar los encuentros previos (‘Contemplaciones de papel’ y ‘La alegría también de noche’) pueden encontrarlos en el propio canal del autor.

J. M. Rodríguez Olaizola – Canal de Youtube

Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz 2021

El mensaje del papa Francisco para la 54ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2021, se titula “La cultura del cuidado como camino de paz”. Practicar y educar para cuidar, escribe el Santo Padre, es la manera de “erradicar la cultura de la indiferencia, el descarte y la confrontación, que a menudo prevalece hoy en día”

La cultura del cuidado, como “compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos”, y “disposición a interesarse, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la curación, al respeto mutuo y a la acogida recíproca”, constituye un medio privilegiado para construir la paz, a fin de “erradicar la cultura de la indiferencia, el descarte y el enfrentamiento, que a menudo prevalece hoy en día”, escribe en su Mensaje.

En las ocho páginas del texto, que lleva la fecha, como es tradicional, del 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el Papa “se dirige a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los responsables de las Organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de las diversas religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad”. A ellos les recuerda lo que escribió en su última encíclica, Fratelli tutti: “En muchas partes del mundo se necesitan caminos de paz que lleven a la curación de las heridas, se necesitan artesanos de la paz dispuestos a iniciar procesos de curación y de encuentro renovado con ingenio y audacia”.

La pandemia agravó las demás crisis

Francisco observa los acontecimientos del 2020, marcados por “la gran crisis sanitaria de Covid-19”, que agravaron las crisis que están muy estrechamente vinculadas, “como las climática, alimentaria, económica y migratoria, y que han causado grandes sufrimientos y dificultades”.

Piensa en primer lugar en “los que perdieron a un familiar o a un ser querido, pero también en los que perdieron su trabajo”. Recuerda de manera especial a los médicos, enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, “que han trabajado duramente y siguen haciéndolo, con gran esfuerzo y sacrificio, hasta el punto de que algunos de ellos han muerto en el intento de estar cerca de los enfermos, de aliviar su sufrimiento o de salvar sus vidas”.

Pensando en ellos, el pontífice renueva su llamamiento a los dirigentes políticos y al sector privado, que hizo en su vídeomensaje con motivo del 75° aniversario de las Naciones Unidas, “para que adopten las medidas adecuadas a fin de garantizar el acceso a las vacunas contra el Covid-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para asistir a los enfermos y a todos los que son más pobres y frágiles”.

Cultura del cuidado contra la indiferencia, el descarte y la confrontación

Francisco lamenta que, “junto a los numerosos testimonios de caridad y solidaridad”, se están impulsando diversas formas de “nacionalismo, racismo, xenofobia e incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción”. Y subraya la pandemia y los demás eventos que han marcado el camino de la humanidad en el año 2020:

“Nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad. Por eso he elegido como tema de este mensaje: La cultura del cuidado como camino de paz. Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy”

Siguiendo el ejemplo del Maestro, continúa el pontífice, los primeros cristianos “practicaban el compartir para que nadie entre ellos estuviera necesitado y se esforzaban por hacer de la comunidad una casa acogedora, abierta a todas las situaciones humanas, dispuesta a hacerse cargo de los más frágiles”. Y luego cuando “la generosidad de los cristianos perdió algo de impulso, algunos Padres de la Iglesia insistieron en que la propiedad está destinada por Dios al bien común”.

San Ambrosio, recuerda el papa Francisco, argumentó que la naturaleza dio “todas las cosas para los hombres para el uso común”, pero la codicia convirtió este derecho común para todos en “un derecho para unos pocos”. Una vez libre de la persecución, la Iglesia implementó la “charitas christiana”, instituyendo o suscitando el nacimiento de “hospitales, refugios para los pobres, orfanatos y hospicios” para la humanidad que sufre.

La “gramática” del cuidado en la doctrina social de la Iglesia

Estos ejemplos de “caridad activa de tantos testigos luminosos de la fe”, escribe el Santo Padre, se reflejan en los principios de la doctrina social de la Iglesia, que ofrecen a todos los hombres de buena voluntad la “gramática” del cuidado:

“La promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación”

El pontífice invita, por tanto, a “los responsables de las organizaciones internacionales y de los gobiernos, del mundo económico y científico, de la comunicación social y de las instituciones educativas”, ante “el agravamiento de las desigualdades en el interior de las naciones y entre ellas”, a retomar la “brújula” de los principios de la doctrina social de la Iglesia, para dar al proceso de globalización un curso común y “verdaderamente humano”, como ya lo indicó en Fratelli tutti. “Esta permitiría apreciar el valor y la dignidad de cada persona, actuar juntos y en solidaridad por el bien común, aliviando a los que sufren a causa de la pobreza, la enfermedad, la esclavitud, la discriminación y los conflictos”. Y añade: “A través de esta brújula, animo a todos a convertirse en profetas y testigos de la cultura del cuidado, para superar tantas desigualdades sociales. Y esto será posible sólo con un fuerte y amplio protagonismo de las mujeres, en la familia y en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales”

Demasiadas violaciones del derecho humanitario

Una brújula útil también para las relaciones entre las naciones, “que deben inspirarse en la fraternidad, el respeto mutuo, la solidaridad y la observancia del derecho internacional”. Proteger y promover los derechos humanos fundamentales, y respetar el derecho humanitario, “especialmente en este momento en que los conflictos y las guerras se suceden sin interrupción”. De hecho, el papa Francisco lamenta que “muchas regiones y comunidades han dejado de recordar una época en la que vivían en paz y seguridad”, y muchas sufren violencia, hambre, exilio y falta de educación.

Fondo contra el hambre, con el dinero que se utiliza hoy para las armas

La pandemia y el cambio climático, subraya Francisco, ponen de manifiesto la gran “dispersión de recursos” para las armas, “en particular para las armas nucleares”, que podrían utilizarse para “la promoción de la paz y el desarrollo humano integral, la lucha contra la pobreza, la garantía de las necesidades de salud”. Y relanza la propuesta hecha en el pasado Día Mundial de la Alimentación:

“Qué valiente decisión sería constituir con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares un Fondo mundial para poder derrotar definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de los países más pobres”

El papel irremplazable de los líderes religiosos

Los líderes religiosos en particular, explica el pontífice, pueden desempeñar “un papel insustituible en la transmisión a los fieles y a la sociedad de los valores de la solidaridad, el respeto a las diferencias, la acogida y el cuidado de nuestros hermanos y hermanas más frágiles”.

“A todos los que están comprometidos al servicio de las poblaciones, en las organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales, que desempeñan una misión educativa, y a todos los que, de diversas maneras, trabajan en el campo de la educación y la investigación, los animo nuevamente, para que se logre el objetivo de una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión. Espero que esta invitación, hecha en el contexto del Pacto educativo global, reciba un amplio y renovado apoyo”

Los cristianos, es la invitación final de Francisco, deben mirar a la Virgen María, “Estrella del Mar y Madre de la Esperanza”:

“Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada, sino comprometámonos cada día concretamente para formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros”.

» Texto completo del mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2021

Fuente: aica.org

Región Guyana-Jamaica – Por P. Peter McIsaac, S.J.

La Palabra que la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) comparte a jesuitas y colaboradores en el mes de diciembre.

Por P. Peter McIsaac, S.J. – Superior de la región Guyana-Jamaica

1º de diciembre, 2020

El P. Christopher Llanos dejó su servicio como Superior Regional el día 1º de julio y se dirigió a Canadá para un período de recuperación médica; afortunadamente está mejor de salud. Yo fui nombrado Superior Regional hasta 2023, cuando la estructura de gobierno cambiará, pues el plan de formar una sola provincia en el Caribe continúa vigente. El provincial británico, P. Damian Howard, me ha solicitado seguir implementando el nuevo modelo de tres plataformas: una en la costa de Guyana, otra en el llamado “interior” de ese país: la zona oeste del Esequibo, y la otra en la isla de Jamaica.

1. El Modelo de Plataformas

Este proceso lleva ya varios años. Ahora estamos dando continuidad a planes que vienen considerándose desde 2018 y ajustando ciertos elementos; primero habrá una fase de transición en la que todavía hay un Superior Regional en Jamaica-Guyana, y luego en se creará una nueva estructura. Ya hay un delegado en cada plataforma.

Se trata de plataformas de carácter “territorial” y cada una de ellas incluye diversas obras en un contexto social único. En los próximos dos años de implementación es necesario estar atentos a dos aspectos importantes: primero, cómo se distinguen los roles de superior local y delegado de plataforma; y, en segundo lugar, cómo el Superior Regional / Superior de Sección puede cultivar la colaboración entre las tres plataformas (dada la diversidad de contextos y trabajos). El primero de esos aspectos se va clarificando con la experiencia; el segundo puede requerir un cambio en nuestras prioridades apostólicas, lo que conduce a la segunda tarea importante que tenemos por delante.

2. Desarrollar un Plan Apostólico

Tenemos la confianza de que para diciembre de 2020 logremos la creación de un Plan Apostólico Regional. Comenzamos por cada plataforma desarrollando un plan con base a sus compromisos actuales, pero atentos a las Preferencias Apostólicas Universales (PAU). Con suerte esas PAU alentarán el establecimiento de nuevos ministerios y no funcionarán simplemente como dimensiones vagas de los ministerios en los que participamos actualmente. Hay mucha necesidad de trabajar en el ministerio de Apostolado Social, Ejercicios Espirituales y una mayor participación estratégica en la educación; esto sería cierto tanto en Guyana como en Jamaica.

Después de un diálogo con el obispo de Guyana quedó claro lo que él identifica como prioridades urgentes en su diócesis: crear un nuevo programa de formación de liderazgo laico, desarrollar equipos de evangelización laica para áreas donde no hay sacerdote y establecer un buen servicio de las comunicaciones. La forma de esas prioridades sería muy diferente en los territorios de las dos plataformas, y esto podría ayudarnos a definir con mayor precisión los ministerios que expresarían nuestras PAU, así como a crear una colaboración entre ellas. Sospecho además que planificar de esta manera también ayudaría a desarrollar una mayor colaboración con la provincia de Antillas, por un lado, y con la Amazonia, por el otro.

Hay un par de nuevas e interesantes direcciones que podrían proporcionar una apertura a nuevos ministerios: la Escuela Bilingüe en el Interior, la escuela de formación en la Costa Este y el inicio de un Instituto de Espiritualidad iniciado por el Arzobispo de Trinidad.

En los ministerios ya establecidos en Jamaica: una parroquia en West Kingston y una escuela secundaria (St. George’s College), necesitaremos discernir nuestro compromiso y, tal vez, redefinir cómo nos comprometemos en un plan apostólico común. Allí existe una gran necesidad de formación espiritual, formación continua del clero, reforma educativa en las escuelas católicas, y un enfoque renovado en el análisis social y la acción en la Iglesia.

En todo ese proceso será de gran utilidad mirar hacia el futuro, teniendo ante los ojos el plan apostólico de la actual provincia de Antillas como guía adicional para nuestro propio discernimiento de prioridades y oportunidades.

Caminamos con alegría y generosidad hacia la nueva provincia y hacia un futuro en el que seremos plenamente parte de la CPAL. Desde ya queremos invitar a todos los jesuitas de la Conferencia a sentirnos como parte suya y a sentirse en casa en cualquiera de las plataformas apostólicas de Guyana y Jamaica. Saludos a todos y a todas.

Peter McIsaac, SJ

Guyana-Jamaica

#PactoEducativoGlobal

El Pacto Educativo Global fue lanzado oficialmente el pasado 15 de octubre, en donde el Papa hizo una convocatoria inédita para firmar este compromiso, reconociendo en la educación el itinerario para revertir la crisis actual y promover el cambio.

La invitación es amplia y va más allá de las fronteras del mundo católico o cristiano dirigiéndose a toda la humanidad: “Hacemos un llamamiento de manera particular a los hombres y las mujeres de cultura, de ciencia y de deporte, a los artistas, a los operadores de los medios de comunicación, en todas partes del mundo, para que ellos también firmen este pacto y, con su testimonio y su trabajo, se hagan promotores de los valores del cuidado, la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad [2]”.

Por esto, la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe, a través de nuestras comunidades, obras y presencias apostólicas nos adherimos desde ya a esta idea fundamental y de manera simbólica firmamos el Pacto Educativo Global comprometiéndonos a colaborar con nuestros talentos y energías en la construcción y promoción de un nuevo modelo cultural y de desarrollo.

El acta de compromiso se firmará el próximo 12 de diciembre de 2020, en la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América Latina, para que su ejemplo de cuidado con los vulnerables sea de inspiración y fortaleza para este compromiso. Este gesto de adhesión, será solo el inicio de todo un camino por recorrer como parte del reto que asumimos para cultivar juntos este sueño de un humanismo solidario.

¿Cómo sumarse?

Invitamos a cada uno y cada una de ustedes a firmar su propia declaración para unirse y comprometerse a este llamado. Para ello, ponemos a disposición un documento que podrán descargar e imprimir para firmar por el Pacto Educativo Global. Luego, la invitación es que puedan enviar su foto con el compromiso firmado a nuestro e-mail: peg@cpalsj.org, posteriormente compartiremos las fotos por nuestras redes sociales. También pueden escribir a mano su compromiso y compartirlo con nosotros.

Descarga la carta de compromiso haciendo click aquí.

¡Esperamos que se sumen al pacto!

Recordando a los antepasados para nutrir el presente

Una publicación que comparte la Curia General de los Jesuitas en Roma, sobre la celebración de todos los Santos y Beatos de la Compañía de Jesús, que tiene lugar cada 5 de noviembre.  

En muchos países de tradición cristiana, noviembre se identifica como “el mes de los muertos”. Porque el calendario litúrgico nos propone celebrar, el 1 de noviembre, a todos los santos, especialmente a esa “inmensa multitud de testigos” (Carta a los Hebreos, 12,1) cuyos nombres no se han conservado pero que han contribuido a hacer del mundo un lugar mejor a la luz del Evangelio. Y al día siguiente conmemoramos aún más ampliamente a “todos los fieles difuntos”, y en primer lugar a las personas de nuestras familias que nos han dejado. Es una oportunidad para visitar el cementerio para honrar a nuestros antepasados y rezar por ellos y con ellos.

En este mismo espíritu de respeto y oración, la Compañía de Jesús ha escogido un día a principios de noviembre, el 5, para celebrar a todos los santos y beatos de su historia. Es una forma de invitar a estos compañeros – no siempre bien conocidos en su tiempo, pero que se han distinguido cada uno a su estilo por el servicio – a contribuir hoy a la unidad de la Compañía. Como sucede en el día de Todos los Santos, la Compañía incluye en esta fiesta no sólo a los jesuitas canonizados y beatificados, sino también a los innumerables y empeñados trabajadores a la sombra, que fueron compañeros de Jesús a menudo en el sufrimiento, pero que ahora pueden gozar de la Vida con aquel cuyos pasos siguieron.

Todos estos santos jesuitas pueden ahora alimentar nuestra vida espiritual y nuestros compromisos humanos gracias al ejemplo que han dado y a la comunión espiritual que con ellos podemos disfrutar.

Entrevista al P. Pascual Cebollada, Postulador General de la Compañía de Jesús para las Causas de los Santos

Padre Pascual, ¿puede indicarnos, primero, cuántos jesuitas han sido canonizados y beatificados hasta ahora?

Hasta ahora la Compañía cuenta con 53 santos y 155 beatos. De estos últimos, 149 son mártires, la mayoría formando parte de grupos.

¿Cuántos compañeros jesuitas tienen un “dossier abierto” ahora mismo en su oficina, la del Postulador? ¿Cuáles son los que más requieren su atención en este momento?

En los tres años que llevo en la Postulación General he estado en contacto con unas 60 causas, ocho de las cuales no son de jesuitas. Al mismo tiempo, tenemos otras 35 causas “dormidas”, es decir, comenzadas en su día, pero “sin movimiento” porque no haya devoción por estos Siervos de Dios, o no tengan un vice-postulador que las cuide, etc.

La causa del P. Pedro Arrupe es la que ahora más nos ocupa. Por el hecho de que haya muerto en Roma, la enorme cantidad de escritos suyos que hay que leer y los aproximadamente 80 testigos, al menos, que han de declarar sobre su persona.

Al mismo tiempo, en nuestro trabajo diario vamos “saltando” de una a otra causa según vayan requiriendo nuestra atención.

En un plano más personal, ¿puede hablarnos de dos o tres santos en la historia de la Compañía que le han marcado y que todavía alimentan su vida como jesuita?

San Ignacio, sin duda, por su gran visión de las cosas de Dios. Además, desde el noviciado me atrajo mucho San Pedro Fabro, por su carácter, su trato con las personas, la pericia en dar los Ejercicios Espirituales, su peregrinación por media Europa consolando y reconciliando, y su facilidad para ver a Dios en todo. Al mismo tiempo, siempre me han llamado la atención ciertos santos y beatos “urbanos” como el P. José María Rubio, Alberto Hurtado o Rupert Mayer, por su capacidad para detectar necesidades en las ciudades y responder a ellas ayudando a la gente material y espiritualmente a corto y a largo plazo.

Fuente: jesuits.global

Santos Mártires SJ, santos con identidad misionera

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, habló sobre la vocación a la santidad haciendo memoria de la vida de los Santos Mártires jesuitas, su identidad misionera y la herencia que han dejado. Recordó que “la santidad es un llamado para todos, que tiene que ser asumido en la vida diaria, en cada opción, en la cotidianidad”.

“Es cierto que aunque sabemos de ‘la universal vocación a la santidad’ en la Iglesia, los contextos de nuestro tiempo hacen que las palabras ‘santidad’, ‘virtud’ y otras, tengan muy poca presencia en los avances tecnológicos y globalizados de nuestra época”, reconoció.

“Sin embargo, el testimonio cotidiano y silencioso de tantas personas hace que encontremos signos de esperanza. Hemos percibido especialmente en Aparecida que la evangelización, hoy como ayer, requiere que renovemos nuestro compromiso de ser ‘discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida’”, sostuvo.

El prelado puntualizó que “la memoria de nuestros Santos Mártires de las Misiones, con su vida y su sangre entregada en la misión de anunciar a Jesucristo, nos permiten asumir los desafíos presentes”.

“La Iglesia en Misiones, con la fuerza y el gozo de vivir inserta en el corazón de las antiguas Misiones Jesuíticas, es heredera del espíritu que animó a los misioneros a evangelizar a los pueblos indígenas, y que se testimonia en las reducciones dispersas en su territorio”, destacó, y agregó: “En estas tierras han plantado la evangelización hombres y mujeres que vivieron la santidad, entre ellos San Roque González, San Juan del Castillo y San Alfonso Rodríguez, los Mártires de las Misiones”.

“Tenemos conciencia de esta herencia viva de las misiones jesuíticas de Loreto, con la proximidad de Santa Ana y San Ignacio, sumando la cultura y religiosidad de los inmigrantes y la fuerte religiosidad vigente en nuestro pueblo. Todo esto contribuye decididamente a la conformación de una identidad misionera en la que se integra lo antiguo y lo nuevo con sus valores propios”, concluyó.

Fuente: aica.org

CPAL: Segundo encuentro virtual de los jesuitas hermanos en formación

El Hno. Daniel Chaw, SJ de la Provincia del Perú, comparte una recopilación de lo vivido en el segundo encuentro virtual de los hermanos jesuitas en formación de la CPAL.

El sábado 24 de octubre a las 5 pm. (hora de Lima) tuvimos nuestro II encuentro Virtual de Hermanos Jesuitas en Formación de la CPAL. Ahora, ya con mucha más experiencia en el manejo de las plataformas virtuales y adecuándonos a esta forzada normalidad, producto de la pandemia.

Más allá de los inconvenientes particulares de cada ciudad o región, esta virtualidad nos permite en tan solo unos minutos poder conocer lo que vive cada uno de los compañeros. Por ello, además de unirnos por medio de la oración, disfrutamos el trabajo en grupos pequeños para reaccionar a la reflexión del Hermano Rodrigo Castells, SJ (ARU), acerca de la “Visibilidad y Horizonte de la Vocación del Hermano Jesuita”.

Rodrigo Castells nos propuso el desafío de dar continuidad creativa a nuestra vocación en contraste y/o complementariedad entre aquello que caracteriza a muchos de los hermanos, una “vida oculta de Nazareth” y un papel más protagónico en el anuncio del Evangelio. En ese sentido, –tal como pude entender– no es una exigencia ni una reivindicación, sino parte del compromiso que cada hermano debe asumir frente a los retos de la Iglesia y la realidad que vivimos.

Luego del trabajo en grupos, disfrutamos del estreno de una canción creada por uno de los nuestros, el Hermano Antonio Aguilera, SJ (CAM). La música, melodía y arreglos las realizó improvisando un pequeño estudio en su habitación con una guitarra, un micrófono y una laptop e impulsado por ese deseo de comunicar la figura del patrono de los hermanos. No obstante, la letra de la canción surgió tiempo atrás: “… la escribí cuando todavía me encontraba en el Noviciado San Ignacio de Loyola de Centroamérica, en Panamá. Fue justamente para la fecha que en esta ocasión también celebramos: el día de San Alonso Rodríguez, SJ”.

Todos los presentes en la sala virtual nos sentimos conmovidos y asombrados por la canción, tanto que el chat se llenó de pedidos para colgar el enlace en nuestras redes sociales. Ante esto, Antonio nos señala: “…tengo la esperanza de que surgirán más iniciativas que den a conocer la hondura espiritual que hay detrás de este santo. Su profundidad mística, unida a un deseo sincero de servicio que lo llevó a ser un gran acompañante espiritual en medio de su trabajo como portero de un colegio, fue lo que me inspiró. Yo como Jesuita hermano, me siento retado también a seguir su ejemplo».

Este deseo de Antonio, se amplió con el aporte del Hermano Epifanio Lima, SJ (BRA), casi para cerrar la sesión virtual. Nos habló de “Alonso Rodríguez SJ, el místico”. Muy breve para el gusto de muchos, pero nos dejó con deseos de seguir profundizando en un próximo encuentro sobre el servicio de acompañamiento espiritual que prestó San Alonso a sus hermanos más jóvenes.

Finalmente, quedó en manos de la comisión organizadora el envío de los formatos para la evaluación de este II Encuentro Virtual y el pedido para que colaboremos para los posibles temas a tratar para el III Encuentro Virtual el cual se establecería para el próximo año 2021. Nos despedimos no sin antes desearnos un feliz día del Beato-mártir hermano Collins a celebrarse este 30 de octubre y el 31, el del patrono, Hermano Alonso Rodríguez, SJ. Les dejamos el link del vídeo y canción: “Ya voy, Señor” pidiéndoles su difusión. Gracias.

Para escuchar la canción hacé click aquí: Ya voy, Señor – Antonio Aguilera, SJ

Fuente: jesuitas.lat

“Lo nuestro tan o más importante que lo mío”

La Palabra que la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) comparte a jesuitas y colaboradores en el mes de noviembre.

Por Roberto Jaramillo Bernal, S.J – Presidente de la CPAL

Quiero compartir con ustedes una gran nueva noticia: las tres redes educativas de la CPAL: Fe y Alegría, Ausjal y Flacsi están trabajando, desde hace 18 años, en proyectos conjuntos. ¿Lo sabían? 

Ustedes dirán: “Pues, si lo hacen desde hace 18 años, ¿en dónde está la novedad?”. La novedad está en varios niveles: primero, en que ahora ustedes lo saben: el cuerpo apostólico de la Compañía en la CPAL conoce los proyectos en los cuales desde hace 18 años vienen haciendo esfuerzos miembros de Fe y Alegría, Ausjal y Flacsi para asegurar un mejor y mayor desempeño de su misión. En segundo lugar, la novedad está en que hoy más que nunca los proyectos en que se ha decantado este esfuerzo son fundamentales, son esenciales: nunca tan necesarios como en la actual coyuntura mundial. En tercer lugar, la novedad está en que esa alianza comienza -como es absolutamente necesario- a trascender las fronteras de los directivos de esas redes y a ser una preocupación y un desafío de todos y cada uno de sus miembros: instituciones y personas. La cuarta novedad es que a ese empeño común lo llamamos: EduRed. 

No se trata de una nueva institución, o de otra instancia de coordinación, y ni siquiera de una nueva red. Se trata de una alianza programática en torno de cuatro desafíos: 

  1. la promoción y realización del derecho universal a educación de calidad – DUEC, un DDHH básico y fundamental al que todos los hombres y mujeres -sin distinción ninguna- han de acceder con suficientes garantías; 
  2. la innovación pedagógica Ignaciana – INPI, exigencia preminente de nuestro tiempo -hipervirtualizado- en donde lo novedoso le gana, a veces, la batalla a lo substancial; 
  3. el servicio de la fe en nuestra acción educativa – SERFE, principal misión de nuestra presencia como religiosos en estas tareas; 
  4. la promoción del ‘continuo educativo’ ignaciano, favoreciendo el que alumnos pobres de Flacsi y de Fe y Alegría puedan acceder a la enseñanza superior las universidades de AUSJAL

Educar es una dimensión esencial de todo y cualquier uno de nuestros ministerios; la experiencia en este campo es uno de los mayores créditos sociales con que cuenta la Compañía de Jesús en el mundo. Esa ventaja está dada no sólo por el servicio que se presta en escuelas, colegios y universidades, sino por la capacidad creativa e innovadora que han demostrado los jesuitas a través de los siglos para ofrecer a las sociedades en que ha servido -según tiempos, lugares y personas- formas e instrumentos pedagógicos y contenidos científicos y éticos capaces de provocar en los hombres y mujeres concretos respuestas humanizadoras a los problemas con que se han deparado. La ratio studiorum le cambió la cara al mundo occidental a partir del siglo XVI; un desafío no menor tenemos hoy si queremos ser fieles a nuestro carisma y a las urgencias de nuestro mundo. 

Hoy más que nunca todos nosotros: el cuerpo apostólico que trabaja en Ausjal, en Flacsi, en Fe y Alegría, y todos los hombres y mujeres comprometidos con la obra de la Compañía de Jesús (trabajando sea con refugiados o con centros sociales, en parroquias o con vocaciones, en misiones indígenas o en radios, etc.), estamos llamados a sumarnos decididamente al reto planteado por el Papa al promover el PACTO EDUCATIVO GLOBAL para devolverle la esperanza a este mundo herido. Desde las más diversas instituciones y carismas, con diferentes recursos y desafíos glocales particulares, siendo mínima compañía colaboradora y en alianza con otros muchos, colaboremos para que la educación de calidad sea un derecho universal efectivo (gozado) para todos los seres humanos. 

La próxima semana los Superiores Mayores de la CPAL estarán reunidos en la 40ª Asamblea ordinaria de la Conferencia y allí afirmarán el deseo de comprometernos con el Pacto Educativo Global; y el 12 de diciembre, día de nuestra Señora de Guadalupe,  todas las comunidades jesuitas y todas las obras de la Compañía de Jesús de América Latina y El Caribe estamos convidados a FIRMAR JUNTOS el pacto educativo como manifestación de un efectivo compromiso con la educación de calidad para todos los hombres y mujeres de nuestro continente y del mundo. 

P. Guy Consolmagno SJ sobre ciencia y religión

El astrónomo y sacerdote jesuita Guy Consolmagno, director del Observatorio Vaticano, comentó sobre la concesión del Premio Nobel de Física a Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez por la investigación de los agujeros negros y su influencia en la comprensión de los mecanismos que gobiernan el universo.

En una entrevista con la agencia de la Conferencia Episcopal Italiana Sir, el sacerdote expresó su satisfacción por la selección de galardonados de este año, y recordó que Penrose participó en un simposio organizado por el Observatorio Vaticano en 2017 en honor al padre Georges Lemaître, cuya cosmología fue la base para la formulación de la teoría del Big Bang.

“Penrose y Stephen Hawking, que también merecían parte de este premio pero que lamentablemente no pueden ser otorgados póstumamente, sentaron las bases teóricas para entender los agujeros negros como parte de la relatividad general de Einstein”, explicó el astrónomo vaticano.

Hablando de las contribuciones de los otros dos escritores, señaló que incluso las mejores teorías deben ser “probadas por observación”, que es lo que hicieron Genzel y Ghez.

El padre Consolmagno explicó que no se pueden ver los agujeros negros más de lo que nadie ha visto a Dios, pero sabemos que Él existe porque observamos su presencia en lo que Él creó y en Jesús.

Lo mejor que podemos ver es la sombra de un agujero negro, como observó en 2019 el Event Horizon Telescope, y su efecto en los objetos que lo rodean, como acaban de observar Genzel y Ghez. Hizo hincapié en que “todo conocimiento científico es un hilo en el tapiz del universo”, así como cualquier movimiento de oración y cada estudio de las Escrituras sólo puede apreciarse en el contexto más amplio de la historia de la salvación “.

Cuando se le preguntó si el progreso científico se puede reconciliar con la fe, el director del Observatorio Vaticano señaló que “la fe debe ser estimulada continuamente para crecer descubriendo la acción de Dios en el mundo físico”. Cada realidad “necesita una diferente para cumplir lo que no puede hacer”. – La ciencia puede limpiar la religión de errores y supersticiones; la religión puede limpiar la ciencia de la idolatría y los falsos absolutos – dijo el astrónomo, citando a Juan Pablo II.

“En muchos lugares las Escrituras nos recuerdan que Dios creó el universo físico y que de hecho los cielos proclaman la gloria de Dios”, dijo y agregó: “Entonces, cuanto más exploramos el universo, más nos acercamos al Creador. Además, como dijo san Juan Pablo II, no debemos tener miedo de lo que podemos aprender de la ciencia, porque “la verdad no es contraria a la verdad”. Al mismo tiempo, “no debemos pensar que la verdad se limita solo a lo que aprendemos de la ciencia”.

No ser fundamentalistas ni en ciencia ni en religión

El problema del fundamentalismo no es que esté bien o mal, sino que está incompleto. Sugiere que cada verdad que tenemos hoy es definitiva, y cerramos los ojos para comprender mejor a Dios.

Esa ciencia es estéril, esa fe nunca crecerá, por lo que nuestro amor por el universo y por Aquel que lo creó nunca crecerá: Aquel que es el camino, la verdad y la vida, concluyó el jesuita estadounidense.

Fuente: aica.org