Cuentos cortos para el día a día
El P. Rafael Velasco SJ ya lleva publicado en sus redes sociales más de 250 relatos breves en videos. Desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio en Argentina, comparte narraciones que refieren a situaciones del día a día acompañados de diversas reflexiones. En diálogo con Infobae, el P. Rafael, Provincial de los Jesuitas en Argentina y Uruguay, contó mas detalles sobre esta iniciativa.
A continuación compartimos la entrevista completa:
¿Cómo se le ocurrió hacer videos cortos con breves cuentos y subirlos todos los días? ¿Se imaginó que tendrían tanta repercusión?
Tengo la costumbre de terminar mis homilías con un cuento, a modo de reflexión, desde hace 25 años cuando me ordené de cura. Me gusta mucho leerlos y contarlos, por lo cual en misa terminaba cada homilía de acuerdo al evangelio que tocaba con algún cuento. Cuando se suspendieron las misas presenciales cuando empezó la cuarentena, se me ocurrió que por los tiempos difíciles sería importante acompañar a las personas. Ni siquiera tenía acceso a Facebook, es decir contaba con una cuenta pero no la usaba. Allí fue como se me ocurrió hacer el proceso inverso: contar un cuento cada día y de ahí sacar alguna enseñanza que tuviera que ver con la pandemia. A partir de ahí empecé a tratar de acompañar a la gente con una historia breve, que sean de 2, 3 minutos y nació este pequeño espacio de reflexión.
¿Cómo nació el nombre “Nos rezamos”?
Me sonaba esto de que a veces uno pide que recen por uno, como el Papa Francisco, entonces uno reza por uno y otro por otro, y así, entonces responde a ese espíritu de rezar entre todos y por todos.
¿Y así día a día fue subiendo videos cortos con cuentos diarios?
Exacto. Empecé a subir el 19 de marzo que se decretó la cuarentena. A partir del 21 de ese mes comencé a día a día subir un cuento, con lo cual me puse a leer un montón de relatos. Algunos son propios pero la mayor parte son de otros autores, por ejemplo del monje benedictino y escritor Mamerto Menapace, del sacerdote jesuita y psicoterapeuta Anthony de Mello, o de otros importantes prosistas que por ahí he leído en Internet o en libros. En un momento se formó un vínculo muy lindo porque mucha gente se fue sumando a mi página de Facebook, incluso ahora tengo más de 5 mil amigos que comentan las historias e interactúan con me gusta e impresiones en los videos. Llevo más de 250 cuentos publicados, no he faltado un solo día después de que se decretó la cuarentena, los subo a la media mañana, a lo sumo mediodía. Están en Rafael Velasco, mi cuenta de Facebook, y también se creó la página en esa red social denominada “Nos rezamos”.
¿Qué podemos ver en sus videos padre?
Es mi cara, frente a cámara y voy relatando el cuento corto y luego finalizo con una reflexión. Soy pésimo con la tecnología pero salen bien. Los temas son muy diversos, a veces percibo un poco el ambiente de cómo está socialmente, si falta esperanza, las pequeñas actitudes que uno a veces no ve en los demás, son más bien temáticas humanas, les hago una vuelta con algún texto de la palabra de Dios.
¿Cómo cree que los argentinos viven la espiritualidad en tiempos de pandemia, aislamiento y COVID-19?
Hubo una vuelta bastante grande a lo espiritual. Por un lado, yo vivo en un barrio del Gran Buenos Aires, Trujui, limita entre San Miguel y Moreno, vivo en una comunidad de una parroquia con 3 curas más, y voy a Capital Federal en la semana, mi trabajo está en la Curia de los Jesuitas. Entonces nosotros celebramos durante muchos meses la misa por Internet y había un montón de gente que participaba, incluso mucha gente más que en la presencial. En la vuelta a las misas se ve mucha gente que estaba muy deseosa de tener un espacio de conexión con Dios, con lo más espiritual de uno, que en un momento de crisis tan importante las personas se acercan a lo que lo ayuda, a las bases, a lo que da fundamento. Mucha gente tiene que pasar por momentos muy dolorosos y lo espiritual ayuda mucho.
¿Cómo es su relación con el Papa Francisco?
Es muy buena. Lo he conocido antes de que fuera Francisco. Cuando en 1985 entré al Noviciado de los Jesuitas, Jorge Bergoglio estaba en San Miguel también, era el encargado de nuestra formación. Después fue Obispo de Buenos Aires, estuvimos mucho tiempo sin vernos y lo volví a encontrar en enero de este año, cuando fuimos a Roma con otros jesuitas muy amigos de él y que se reencontraron después de mucho tiempo. Él pertenece a mi congregación y además tengo muchísimo aprecio por cómo está llevando la Iglesia, comulgo con la orientación de su Pontificado, cercana a los pobres, siento mucho el sentimiento que tiene por nuestra Institución. Tengo un vínculo muy grande desde ese lugar, no somos amigos, pero siento una gran cercanía espiritual con su visión de Iglesia.
¿Sabe si Francisco ha visto alguno de sus videos?
No creo que esté al tanto. Tiene tantas cosas para estar pendiente que no creo que sepa. En algún momento cuando fue este año la campaña seamos uno, le escribí contándole sobre la iniciativa; él tuvo además un gran gesto de escribir alentando a los que participamos, agradeciendo que los jesuitas estuviéramos participando ahí, a través de una carta manuscrita, nos dijo ‘esto es lo que hace falta en este momento, apoyar y que se genere una cultura de la solidaridad’, lo que Él repite siempre de que ‘de una crisis uno no sale igual, o mejor o peor’, y este tipo de cosas nos tienen que ayudar para ser mejores. Francisco apoya mucho la cercanía de la Iglesia con la gente que está sufriendo y pasándola peor.
¿Qué mensaje le gustaría dejar?
El valor de la palabra es lo más importante. La palabra crea mundos. Tiene un poder muy grande, puede construir y ayudar mucho o puede hundir a las personas. Uno elige qué hace con las palabras. Eso no solo desde los videos, sino desde la vida misma. Uno puede hacer mucho, animar o desalentar; generar puentes para reconciliarse o dinamitarlos; o puede fomentar el amor o el egoísmo.
Podés ver los videos en las cuentas de Facebook:
Fuente: www.infobae.com
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