Encuentro del Sector Parroquias y Templos

 

Entre el 17 y el 19 de junio pasados se reunieron, en la ciudad de Resistencia, los representantes del Sector Parroquias y Templos de la nuestra Provincia.

El encuentro fue llevado adelante por Tomás Bradley SJ, delegado del sector Parroquias y Templos. La Parroquia S. Francisco Javier y sus capillas se encargaron de la acogida y la logística con la que recibieron a los más de 50 asistentes entre jesuitas y laicos que fueron alojados en casas de familia. Es él quien comparte algo de lo sucedido estos días. 

Por Tomás Bradley SJ

La temática del Encuentro giró en torno a los desafíos apostólicos que las Preferencias Universales plantean al Sector e inspirados en figuras como los Mártires Rioplatenses, el P. Hurtado, Mons. Romero, Angelelli y compañeros y el P. Cacho –siervo de Dios, cura diocesano uruguayo-

A lo largo de los días de encuentro compartimos en profundidad la vida de fe y el trabajo con jóvenes (una fortaleza de las Parroquias de Resistencia); la labor de los hogares vinculados a la Parroquia; y la estrategia pastoral de los centros misionales, una riqueza propia de la historia local.

Un párrafo aparte merece la mención al trabajo con personas en situación de calle y la re inserción de ex presidiarios. En particular por el testimonio de Julio Zorrilla, un colaborador de años en la Parroquia que las vivió en carne propia y que acompaña ahora este apostolado.

El cierre del Encuentro, después de recorrer las distintas capillas que nos recibieron con inmenso entusiasmo y generosidad, se realizó en la Capilla ‘Jesús, el Camino’ con la asistencia del P. Provincial, Rafael Velasco SJ; quien guió la oración en torno a las riquezas de nuestra labor, los desafíos de ser fieles al Jesús pobre y peregrino, con una espiritualidad profunda surgida de los Ejercicios y adaptada a cada situación.

 Llenos de agradecimiento por ‘tanto bien recibido’ de Dios y compartir fraterno en el Chaco, nos toca seguir compartiendo el camino que nos acerque a Dios, en los pobres, junto a los jóvenes y trabajando por el cuidado por la casa común.

A nuestros anfitriones, que abrieron las puertas de sus hogares y su corazón; a quienes nos asistieron en las tareas más sencillas y cotidianas; a todos los que colaboraron, ¡gracias! Y que el Señor los premie con el ciento por uno.

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