Inicia la Tercera Probación en Honduras

Del 18 al 21 de octubre, un grupo de 12 jesuitas latinoamericanos comenzaron la Tercera Probación, se trata de la etapa de formación previa a sus Últimos Votos e incorporación definitivamente a la Compañía de Jesús. Desde Honduras, Rafael Stratta SJ, comparte su testimonio sobre la experiencia.

Por Rafael Stratta SJ

Hacia fines del mes de octubre, comenzamos la experiencia de Tercera Probación un grupo de 12 jesuitas en la ciudad de El Progreso (Honduras). Esta experiencia es la última etapa de la formación de un jesuita, luego de varios años de caminar en compañía con otros en el seguimiento de Jesús al modo de San Ignacio y sus compañeros. Fue el mismo Ignacio el que nombra a esta etapa como la “escuela del afecto”: un tiempo donde volver a beber de las raíces de la experiencia de Dios en la propia historia y dejarse afectar en lo más hondo, en el corazón, que es el centro del afecto. A lo largo de los años podemos aprender muchas cosas, estudiar, conocer, pero San Ignacio tenía claro que la conversión del corazón necesita de tiempos y trabajos especiales para que cada vez esté más orientada hacia Jesús. A esto hemos venido aquí.

La comunidad de Tercera Probación se conformó con jesuitas de diferentes partes de Latinoamérica, con trabajos muy diversos, y contamos con el acompañamiento del P. Jesús Sariego SJ (que pasó unos años por Argentina) y su comunidad. De la Provincia ARU compartimos este tiempo Rubén Strina SJ, Marcos Muiño SJ y quien les escribe. En esta primera etapa, previa al Mes de Ejercicios Espirituales, nos tomamos el tiempo para conocernos, compartir e ir entretejiendo los vínculos con esta nueva comunidad. Este entretejido lo vamos haciendo mientras compartimos talleres, estudio, oración y algunos paseos por los alrededores.

Más puntualmente dedicamos un primer tiempo para hacer composición de lugar y poder conocer más sobre la realidad de Honduras y Centroamérica. Este país está marcado por un mestizaje de culturas muy amplio (mayas, garífunas, españoles, etc.) y por una historia de desigualdad muy fuerte. Como en sus países vecinos, se impone el desafío de la corrupción, la violencia y narcotráfico (las maras), y la pobreza. Sin embargo, las personas no pierden su amabilidad y el sentido del trabajo comunitario, como lo hemos visto en las comunidades eclesiales de la parroquia. Para este taller nos acompañó el P. Ismael Moreno SJ, hondureño y director hace varios años de la Radio Progreso y el ERIC, un centro de reflexión y acción social, con fuerte influjo político en el país.

Luego dedicamos un segundo momento para ir aprendiendo una vez más a reconocer la presencia de Dios, a pedirla y a cuidarla, a través de un taller de oración, acompañados por el P. Valentín Menéndez SJ, que dirige el centro de espiritualidad que tenemos aquí. Fue un tiempo para volver a las fuentes de la oración y reencontrarse con lo fundamental de esta espiritualidad que nos legó Ignacio.

Finalmente, dedicamos un tercer tiempo para traer la historia, la de Ignacio y la nuestra. Para ello, con la ayuda del P. Fidel Sancho SJ (socio de la Provincia Centroamericana), nos sumergimos una vez más en la lectura y el estudio del relato del Peregrino: la Autobiografía de San Ignacio. Al mismo tiempo, cada uno fue escribiendo el relato de la propia biografía, en clave orante y a la luz de lo que nos iba inspirando la figura de nuestro compañero Ignacio. Durante estos días hemos dedicado tiempo de calidad para la escucha comunitaria de la vida de cada uno, recogiendo las claves que nos ayudarán en el próximo Mes de Ejercicios Espirituales. Reconociendo la “tierra sagrada” de las biografías personales fuimos también reconociéndonos en camino como compañeros de Jesús.

Toca ahora el tiempo de la oración y el coloquio con el Amigo, en este Mes de Ejercicios Espirituales. Será un tiempo privilegiado para volver a lo esencial, al encuentro con Dios, un encuentro que siempre es transformador, desde el fondo, desde los deseos y afectos. Y un encuentro que, a su vez, siempre es misionero: volver a elegir, confirmar una vez más la elección por el seguimiento de Jesús que nos llama a estar con él. Nos encomendamos a sus oraciones y los rezamos también desde acá.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *