Julio Villavicencio SJ sobre la realidad migratoria y la tarea del Servicio Jesuita a Migrantes

La ONG jesuita «Entreculturas» entrevistó al P. Julio Villavicencio SJ, Director del Servicio Jesuita a Migrantes en Argentina y Uruguay. El objetivo principal del SJM marcó el inicio de la conversación: «Trabajamos para acompañar a las personas migrantes y refugiadas para su integración, y también para la defensa y acceso a los derechos.»

Haciendo un repaso por los inicios del Servicio a Migrantes, Julio contó que este proyecto abrió oficialmente sus puertas en el año 2019, apertura que estuvo vinculada, en parte, al gran flujo migratorio que trajo la crisis humanitaria venezolana. «Esta necesidad y la crisis dieron pie a poder abrir el SJM en Argentina y en Uruguay, pero a medida que fuimos avanzando en la problemática migratoria o acompañando a las personas en este proceso que también es de refugio, fuimos descubriendo muchas otras nacionalidades que estaban postergadas históricamente, y que estamos también tratando de acompañar y aprender.»

Venezuela, Colombia, Haití, República Dominicana, África subsahariana y Cuba, son actualmente las principales nacionalidades de los migrantes que coinciden con el SJM en Argentina y Uruguay. «Lo que hace que la situación o el circuito hacia el norte se haya vuelto cada vez más peligroso, y más difícil el ingreso y el acceso, provoca ahora muchos flujos migratorios hacia el sur.», agrega.

Con respecto al recibimiento y a la atención concreta a migrantes, Julio comenta que hoy trabajan con dos grandes perfiles, así los describe: «Unos son personas que ya han llegado a la Argentina o a Uruguay y por alguna situación no han logrado tener un proceso de integración exitosa, y el otro incluye a caminantes que recién llegan, en situación de gran vulnerabilidad, incluso algunos solo traen lo puesto.»

Podemos decir que, en los últimos dos años y como consecuencia de la crisis sanitaria mundial, algunos sectores se vieron más afectados que otros. Es el caso de los grupos de migrantes y refugiados, quienes han llegado a situaciones extremas de vulnerabilidad. «Nuestra principal labor era sobre todo esto, lo básico: entregar alimentos, llevarlos puerta por puerta, lo cual era todo un sistema de recibir por Whatsapp, o por llamadas telefónicas, ubicar a las personas, hacer un mapeo y luego generar toda una logística para entregar todos estos alimentos, que no a todos podían llegar… No nos alcanzaba para todas las solicitudes que había.», relata Julio.

Llegando al final de la entrevista y con la mirada puesta hacia adelante, uno de los desafíos del Servicio Jesuita a Migrantes es seguir creciendo en la integración socioeconómica, en generar vínculos para que las personas puedan acceder a ingresos económicos fijos. «Tenemos el área de medios de vida, ámbito en el que estamos haciendo mucha fuerza para tratar de vincular a las personas con trabajos formales, así como para ayudar a las personas a crear sus propios emprendimientos.», concluye.

Lee la entrevista completa en este link: entreculturas.org

 

 

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