La crisis como oportunidad para la unidad

Monseñor Jorge Lugones SJ, Obispo de Lomas de Zamora y Presidente de la Comisión Episcopal Argentina de Pastoral Social, emitió un comunicado sobre la situación socioeconómica actual de nuestro país, en el que afirma: “Debe convertirse en una oportunidad para la unidad de todos los argentinos”

«Es un tiempo que nos obliga a buscar nuevas formas de encuentro y solidaridad en medio de las dificultades. Que nos iguala en el dolor pero que nos compromete con la ayuda a los desiguales en términos de la salud, la alimentación, el riesgo humano y también la supervivencia en relación al trabajo y a la producción.», expresó.

En el mensaje repasa la dificultad económica que atraviesan tanto las grandes industrias como las pequeñas y medianas empresas, y afirma: “intentan con muchísima dificultad, encontrar caminos que les permitan mantener mínimos de producción y preservar empleos.” Además, afirma que la emergencia sanitaria viene a sumarse la delicada situación de emergencia alimentaria y social que tantos ya venían atravesando.

Resalta la importancia de mantener el diálogo y la cooperación entre los diversos actores sociales,“entendiendo que estamos en una coyuntura donde la creatividad de todos debe poder ayudarnos recíprocamente. Será sólo con la participación de todos los sectores, como podremos encontrar los mejores caminos de salida, ya que -como dice el Papa Francisco- estamos todos en la misma barca y sólo saldremos juntos.”

Por último, nos propone una actitud comprensiva, solidaria y colaborativa tanto ahora como después de la pandemia, “Sabemos que ya se habla de una lenta y ardua recuperación de la pandemia, pero tengamos cuidado, como dijo el Papa, que no nos azote otro virus, que es el del egoísmo indiferente, el que hace que pensemos que la vida mejorará si nos va bien a cada uno de nosotros, descartando a los pobres e inmolando en el altar del progreso al que se queda atrás. Esta pandemia nos recuerda que no hay diferencias ni fronteras entre los que sufren: todos somos frágiles, iguales y valiosos”.

Finalmente, nos anima a volver la mirada a Jesús Resucitado, «para que sea Él quien renueve nuestra esperanza y nuestra confianza de que siempre camina junto a nuestro pueblo (..) Aprovechemos entonces esta situación como una oportunidad para preparar el mañana de todos. Porque sin una visión de conjunto nadie tendrá futuro”.

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