Misericordia en Distintas Tradiciones

Los más variados materiales para quienes quieran seguir abriendo su vida a la Misericordia.

Por José Fernando Juan

Durante este año, entreParéntesis ha propuesto a distintas personas, de distintas tradiciones escribir sobre la Misericordia. Consiguiendo que en este año, especialmente dedicado por el Papa a las entrañas de ternura, convertir este tema en motivo de encuentro y enriquecimiento. Los diversos acentos no empañan la centralidad y esencialidad de lo común. La misericordia en distintas tradiciones aparece como motivo de proximidad e intercambio, de enriquecimiento mutuo. Y, sobre todo, debería ponernos a todos a trabajar colaborando en la misma dirección.

Misericordia en distintas tradiciones

  • Misericordia en la tradición trinitaria. La Orden Trinitaria está indisolublemente unida a la circularidad (al estilo de Dios Trinidad), a un amor compasivo de ida y vuelta que circula, y que lo hace con mayor exquisitez y detención al pasar por los corazones de quienes viven en la miseria de la injusticia, la pobreza, la violencia, la falta de libertad y la tiniebla.
  • Misericordia en la tradición cisterciense. Nace precisamente del conocimiento de sí mismo y el descubrimiento de la propia miseria y el propio pecado surge la misericordia. Los monjes no son mejores que nadie: son pecadores como todos, necesitados de la Misericordia. Solo desde aquí uno puede ser misericordioso con los demás sin creerse mejor que nadie.
  • Misericordia en la tradición claretiana. El perdón va implícito con el amor. Nos conmueve el perdón porque quien nos perdona nos ama más allá de nuestros límites y miserias. Sin intereses. Y esa gratuidad del amor es impagable.
  • Misericordia en San Agustín. El obispo de Hipona vive en su propia biografía la misericordia de Dios, se siente acogido por ella, y esta experiencia le lleva a que temas como el perdón o la compasión sean recurrentes en su predicación. El gesto más claro de la misericordia de Dios es que Cristo haya venido a nosotros (Sermón 144, 3).
  • Misericordia en Santa Teresa. La doctora abulense considera toda su vida como un milagro de la misericordia divina y así lo constatamos cuando leemos que titula el libro de su vida: “De las misericordias de Dios” (Cta 415, 1). En el Libro Vida manifiesta que escribe para que se vea la gran misericordia de Dios y la ingratitud de ella (Cfr. Vida 8, 4).
  • Misericordia en el Corán. Entre los nombres privilegiados que el Islam atribuye al Creador se encuentran “Compasivo y Misericordioso”. Esta invocación se encuentra a menudo en los labios de los musulmanes devotos que se sienten acompañados y sostenidos por la misericordia en su debilidad cotidiana. Ellos también creen que nadie puede poner límites a la divina misericordia porque sus puertas están siempre abiertas.
  • Misericordia en el Camino de Santiago. El Capítulo 4 de la Regla de San Benito está dedicado en su totalidad a la enumeración de los instrumentos con los que el monje ha de crecer en la caridad. Al comienzo y al final del mismo nos presenta el amor a Dios y la misericordia de Dios como principio y final de toda vida monástica.
  • Misericordia en la era digital. La era digital está transformando radicalmente nuestras vidas, también está transformando radicalmente nuestros discursos. Y deberíamos preguntarnos si está transformando radicalmente nuestras prácticas e incluso nuestros corazones.
  • Misericordia en la Madre Teresa de Calcuta. “Si alguna vez llego a ser santa, seguramente seré una santa de la oscuridad. Estaré continuamente ausente del cielo, para encender la luz de aquellos que en la tierra están en oscuridad”
  • Misericordia en San Damián y la familia Sagrados Corazones. ¿Cómo se va dando la misericordia en nuestra tradición e historia Sagrados Corazones? Nuestros fundadores Enriqueta Aymer y Pedro Coudrin iniciaron la Congregación en plena guerra y persecución en la revolución francesa.
  • Misericordia alegre de Felipe Neri. ¿Cómo decir algo de nuestro santo que no esté ya dicho y que además no resulte ñoño? Porque si algo tuvo Felipe Neri, el Santo de la Alegría, fue precisamente eso, el ser audaz en sus planteamientos y novedoso en su acción, a la par que uno de los santos más cuestionados de su época.
  • Misericordia en las redes sociales. Lo primero que urge decir es que la misericordia en sentido pleno no se vive digitalmente Ahora bien, sería muy lamentable que este continente, en continuo desarrollo y expansión, se construyera al margen de ella, como universo inmisericorde e injusto.
  • Misericordia en Madeleine Delbrêl. «Allí donde la misericordia se recibe, hace nuestra vida combustible. Toda nuestra vida está destinada a arder y a dar calor…». Quien pronuncia estas palabras en la madurez de su vida es Madeleine Delbrêl (1904-1964) una mujer deslumbrada por Dios, por el Evangelio y por los pobres.
  • Las “otras” obras de misericordia. La misericordia bien entendida empieza por uno mismo. Esto se dice generalmente de la caridad pero, como la misericordia es otro nombre del amor, yo creo que el refrán puede aplicársele sin problema, y que además resulta muy beneficioso en las relaciones cotidianas.
  • Misericordia en Francisco de Asís. Francisco de Asís no conquista la misericordia, más bien se encuentra con ella, la recibe, “es conducido” hacia ella. Su camino no iba en esa dirección. Atrás queda una búsqueda ardiente por parte de un hombre al que se le han caído todos los sueños.
  • Misericordia y protestantismo. La gran pregunta de arranque de lo que supuso para Europa la Reforma Protestante no fue tanto que Martín Lutero clavase sus 95 tesis sobre la puerta de la Catedral de Wittemberg, un 31 de octubre, para dar inicio a un debate teológico, sino su propia experiencia personal ante esta búsqueda del Dios misericordioso.
  • Misericordia en Jean Vanier. «He descubierto la vía del corazón en el Arca, donde la persona y la vida de relación ocupan el primer lugar. Ser bueno y dulce con cada persona no me ha resultado fácil.»
  • Misericordia en la tradición ignaciana. La misericordia forma parte del núcleo carismático de la Compañía de Jesús porque es una experiencia central de Ignacio y de los primeros compañeros que se refleja en los textos fundacionales y se despliega en la praxis constante de los primeros jesuitas. Podemos verlo en seis afirmaciones concatenadas.
  • Misericordia en la defensa de personas extranjeras. Cuando me pongo a pensar y a escribir sobre “misericordia en el ejercicio de la abogacía”, recuerdo el fallecimiento de la joven congoleña Samba Martine en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid.
  • Misericordia en la tradición metodista. La misericordia es, en primer lugar y ante todo, en la tradición metodista (wesleyana), el despliegue de quién es Dios, tal como se descubre en el Sermón del Monte. John Wesley escribió (y predicó) trece sermones sobre el Sermón del Monte.
  • Misericordia revolucionaria. “Hace falta una misericordia revolucionaria en esta misericordia de burocracia y término medio”. Son palabras de Madeleine Delbrêl, una laica francesa que quiso encarnar el Evangelio viviendo en las periferias secularizadas de París durante los difíciles años de la Segunda Guerra Mundial y su posguerra, tiempos de reconstrucción, no sólo de edificios e infraestructuras, sino de reconstrucción de la esperanza.
  • Misericordia en la tradición anabaptista. Hablar de una perspectiva “anabaptista” sobre la misericordia es una tarea que, de entrada, debe cuestionarse. La misericordia es una característica del ser humano en cuanto tal, y no de una concreta tradición espiritual.

Entre Paréntesis

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *