Ordenación Sacerdotal de Ignacio Puiggari, SJ

Compartimos el testimonio de Ignacio Puiggari sobre lo vivido en la ceremonia de su ordenación sacerdotal, que aún con las distancias y recaudos que obliga el contexto, pudo celebrarse y compartirse en comunidad.

El pasado sábado 31 de octubre, fui ordenado sacerdote por el Cardenal Daniel Sturla. Por la situación sanitaria, nuestra catedral fue la canchita de fútbol de la parroquia, al costado del templo. La comunidad preparó con mucho esmero la decoración, dispuso el distanciamiento y pensó en cada uno de los detalles necesarios para que fuera una fiesta. Por su lado, Rafa Stratta, como maestro de ceremonia, se encargó tanto del coro como de los acólitos y el orden de la liturgia. Además, contratamos un muy buen servicio de audio, de filmación (el canal de la diócesis de Montevideo) y un escenario bastante bueno. Sobre el arco de fútbol que hacía las veces de ábside, pusimos una cruz bastante grande que aquí se usan para los vía crucis. En medio de la cruz colgaba un cuadro que lo robamos del cuarto de Yolo con su consentimiento. El día fue estupendo, con mucho sol y algo de fresco. En este contexto, debo decir que me sentí muy sereno y como en casa. Con incienso y todo, fue una ceremonia simple que dejó a muchos con la sensación de que algo hermoso estaba pasando allí mientras se sucedían las diversas partes del rito. Al menos eso me dijeron después. De todo eso quedo agradecido y admirado de que ya hubiera pasado. Capaz que con el tiempo me vaya cayendo la ficha, mientras me afianzo en las partes de la misa y el uso del misal, o mientras comprendo el gusto que trae esta forma de servir y anunciar al Señor.

Les mando un abrazo grande desde el Cerro,

Nacho Puiggari, SJ.

 

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