Teletrabajo

Por Rodolfo García Aráoz, docente de la Tecnicatura Universitaria en Administración de Personal de la UCC

El teletrabajo o trabajo virtual, caracterizado principalmente por la dispersión espacial de los colaboradores y la desincronización de las actividades, creció gradualmente en las últimas décadas y se estableció definitivamente a partir de la pandemia de COVID-19. Posibilitado por las tecnologías de información y comunicación (TIC), el trabajo realizado desde el hogar o cualquier otro espacio ajeno a la empresa y de manera asincrónica, ha reemplazado en muchos casos al trabajo tradicional, ejecutado en el espacio físico de la empresa en un horario compartido.

Son conocidas y en algunos casos las hemos experimentado personalmente, las principales ventajas y desventajas de esta modalidad virtual. Para quien trabaja, por una parte se ahorra en costos y tiempos de traslado, pero también se incrementan los gastos para montar una oficina en el hogar. Además, es necesario tener en cuenta que la comodidad de trabajar en casa también implica algunos inconvenientes a la hora de poder concentrarse, por la presencia de la familia. Por otra parte, para la empresa también implica ahorro, porque que necesita menos espacio físico para oficinas, pero mayores costos para adaptarse a las buenas prácticas y normas de teletrabajo.

Los y las líderes de equipos de trabajo deben prestar atención a dos asuntos que presentan, según cómo sean gestionados, potenciales ventajas y desventajas. El primero es que la mayoría de las prácticas de administración usadas por las empresas fueron elaboradas para el trabajo presencial y sincrónico. La coordinación y control del trabajo se ha realizado mayormente mediante la interacción física, consecuentemente, la virtualidad anula este paradigma y vuelve ineficaz a una porción considerable de los conocimientos de gestión y prácticas de liderazgo. Un reflejo de esto es la situación que experimentó la empresa Yahoo!, que usaba extensamente el trabajo virtual. En el año 2013, su CEO, pidió a todos sus trabajadores que asistan físicamente a la empresa. El comunicado interno expresó: «Para ser el mejor lugar de trabajo, la comunicación y la colaboración será importante, así que necesitamos trabajar codo con codo. Por eso es crítico que estemos presentes en nuestras oficinas» (Infobae, 2013). En este sentido, muchos expertos sostienen que el teletrabajo demanda una forma nueva de pensar sobre la administración, la comunicación y el trabajo en equipo y un conjunto de habilidades diferentes para responder a las necesidades de personas que trabajan físicamente distantes.

El segundo asunto se refiere a los límites de las organizaciones y también de las personas que trabajan en ellas. Las nuevas tecnologías de comunicación e información, usadas intensivamente en el teletrabajo, han permitido crear organizaciones llamadas «sin fronteras». Sin embargo, algunos analistas sostienen que el fenómeno real no es de eliminación de fronteras sino de ampliación de las mismas en el espacio y en el tiempo, para llevarlas, en todo momento, hasta donde estén las y los colaboradores. La posibilidad que tiene la empresa de alcanzarlos/as casi en cualquier momento y lugar produce ventajas en términos de rapidez de respuesta frente a las demandas del negocio, aunque también afectará su salud psicofísica como consecuencia de la imposibilidad de establecer un tiempo y espacio para la vida privada y el descanso.

Por consiguiente, luego de mirar al teletrabajo desde la crisis de las prácticas administrativas tradicionales y del fenómeno de la ampliación de las fronteras físicas y temporales de las empresas, observamos cómo emergen nuevos desafíos, con posibles ventajas y desventajas, para los líderes de equipos que practican el teletrabajo.

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