Reflexión del Evangelio, Domingo 30 de Agosto

Por Rafael Stratta SJ

Al leer el evangelio de este domingo creo que sería bueno hacer dos constataciones. Por un lado Jesús habla al corazón, habla del corazón, y se refiere al corazón de todos. Es verdad que al principio se enfrenta con los fariseos y los acusa de hipócritas, de caretas, que dicen jugar el partido pero no mojan la camiseta. Pero las palabras de Jesús no quedan en un puro reproche a los fariseos sino que el evangelio dice que “llama a la gente”, a todos, para hablarnos de lo que puede pasar con nuestro corazón.

Por otro lado, la segunda constatación es que Jesús reconoce la bondad de todo: lo bueno que es el mundo, lo bueno que son las cosas, lo bueno que somos. Pero en este reconocimiento Jesús no es ingenuo y demuestra conocer lo que es la libertad del hombre y la mujer: reconoce que somos buenos pero también sabe del mal que somos capaces. Y desde acá pronuncia sus palabras que quiere que se “entiendan bien”, como él mismo lo dice.

Con estas dos constataciones podemos decir que el mensaje del Evangelio de este domingo se despega un poco de cómo hay que hacerse las cosas, si lavar así tal copa, si hacer asá tal rito. El evangelio apunta a cómo nuestro corazón, que es bueno porque es de Dios y porque ahí él nos encuentra siempre, tiene el poder para cambiar las cosas: ya sea para hacerlas mejores, ya sea para meter la pata y dejar que se nos vaya muriendo de poco. ¡Ojo! El corazón para un judío de la época de Jesús significaba la vida entera, lo que nos hace vivir, afectos, deseos, amores y odios (esto es mucho más amplio que lo que entendemos hoy). En definitiva, en el relato está presente esa extraña relación entre nosotros y el mundo, las situaciones, las cosas.

San Ignacio de Loyola, entre otros, se preocupa de que estemos bien ubicados frente a los medios cuando de verdad queremos reconocernos frente a Dios, como pecadores perdonados, amados y llamados a conocer y seguir de cerca su Hijo. Y este estar ubicado frente a los medios no es otra cosa que pedirle a Dios que nos haga libres, “indiferentes” como dice él, para poder elegir siempre lo que nos acerque a Dios y acerque a otros.

Pero hay un problema: ¿existe de verdad un corazón bueno, bueno en estado puro? Creo que sólo el de Dios. Nosotros somos creados buenos pero libres, y en nuestras opciones –Jesús lo sabe muy bien- se mezcla la gracia de Dios con el pecado, lo que sabemos hacer bien con el daño que podemos causar a otros. Podríamos decir que somos como el agua que arrastra diferentes cosas consigo: sólo cuando se aquieta y puede decantar, nos enteramos cómo es, que tiene, y de hecho podemos “tratarla” para que sea más potable.

Y acá llegamos a una invitación con la que nos podemos quedar este domingo: para ver cómo estamos frente a los medios que nos rodean, para ver cómo estamos frente a la propuesta de vida y plenitud que se nos propone desde el Evangelio, es muy pero muy importante reconocer lo que nos habita, lo que tenemos en el corazón y que puede salir de nosotros. Tenemos que decantar nuestro día a día, asomarnos a la profundidad. Ya escuchamos miles de veces que los jóvenes de hoy se aturden de música, se llenan de imágenes, etc., etc. Y es verdad. Pero creo que nadie pierde nunca la capacidad de ir más profundo si es que lo desea. Las palabras de Jesús nos quieren poner frente a nuestro corazón para que de verdad lo miremos y nos animemos a reconocer lo que da vida y lo que mata un poco, para poder pedir ayuda y dejar que nos acompañen.

Dar Gracias por la Creación

En consonancia con la última Encíclica de Francisco ‘Laudato Si’ y la próxima jornada de Oración por la Creación (propuesta por el Santo Padre para este martes 1° de Septiembre), Emmanuel Sicre Sj (estudiante jesuita), nos invita a dar gracias por la creación con estas oraciones:

 

Moussa y la realidad de los refugiados africanos

Por Francisco Cáceres SJ

Hace algunas semanas conocí a Moussa, un senegalés que llegó a tierras argentinas hace varios años. Me recibió en su casa un sábado a mediodía, y mientras compartíamos un mate fue contándome su historia. Vino desde Senegal como polizón viajando por meses en barco, sin tener mucha idea hacia dónde iba, y pasando por varios puertos del mundo. Durante el trayecto fue descubierto y encerrado en un cuarto oscuro sin agua y sin comida. Con astucia logró desarmar la puerta donde estaba aprisionado y bajarse del barco. A los días descubrió que estaba en Argentina.

El relato de Moussa es emocionante y casi increíble. Los detalles de su historia me ponen los pelos de punta. Por muy inédito que parezca, es la realidad de muchos africanos que viajan semanas enteras en las mismas o peores condiciones. El polizón es quien aborda una embarcación de manera ilegal y viaja escondido. La mitad logra llegar a tierra firme y pedir asilo como refugiados. El resto muere ahogado en los océanos, porque una vez descubiertos, son lanzados al mar sin ningún escrúpulo. La tripulación de la mayoría de los barcos tiene la categórica instrucción de lanzarlos al agua y quedarse callados. Así evitan que el barco sea registrado y que no esté más del tiempo estimado en el puerto de destino. También se aseguran de no correr el riesgo de ser acusados de trata de personas, asuntos que significan pérdidas millonarias. Lo peor es que muchos de los que viajan son niños. Niños que transitan solos cruzando los mares del mundo.

Argentina es el país con más migrantes en Latinoamérica. Cinco de cada cien personas son migrantes internacionales y refugiados. A pesar de eso, cada año unas catorce mil personas son rechazadas en los puestos de frontera de este país. Son deportadas a sus países de origen, por ser considerados turistas falsos o porque no califican en el sistema. Información que se esconde para favorecer la “acogedora ley migratoria argentina”. De hecho, existen misiones humanitarias de varios países del mundo que viajan hasta los campos de refugiados, seleccionan a los perfiles que les interesan y se los llevan a sus países. Así cumplen con dar asilo a los africanos que buscan una mejor vida. Es un doble discurso. Por un lado, se alaba que un gobierno acoja a los refugiados, pero del otro lado ¿qué intereses hay detrás de escoger sólo a los mejores? No está en el horizonte de ningún país desarrollado solucionar el tema de los millones de refugiados en el mundo. Por eso prefieren recibir a unos pocos para tranquilizar sus conciencias y no profundizar en la problemática.

Lo cierto es que la realidad de los refugiados africanos es una historia doliente en cualquier parte del mundo. Lo es también en Argentina. Muchos de ellos, como Moussa, se vieron obligados a hundir su pasaporte en el mar e inventar una historia para ser recibidos como refugiados. Es la única opción que tuvieron. Lo hicieron como una forma de resistencia a un sistema perverso. Un sistema que los obligó a renunciar a su propia historia.

Como sociedad seguimos encerrando en un cuarto oscuro a los africanos. Los hemos catalogado de delincuentes y puesto bajo sospecha. Y es que su color de piel se ha transformado en un peligro para nuestra sociedad blanca. El desconocimiento de su situación nos ha llevado a generar relatos que no corresponden a su realidad. Y como no nos hemos aventurado a ir más allá y preguntarles quiénes son y de dónde vienen, hemos ignorado su enorme riqueza, creando barreras que nos separan de sus verdaderas historias.

Mientras tanto, Moussa sigue reconstruyendo su vida. Tiene hijos y ha podido formar una familia estable. Siempre le gustó hacer artesanías y durante muchos años esa fue su fuente de ingresos económicos. Con lo que ganaba pudo terminar de arreglar la casa donde vive hoy. Lamentablemente, el negocio de las artesanías ya no es rentable y tiene que trabajar cargando cajones de fruta en la feria. A pesar de todo, sigue luchando. Sigue diciéndole sí a la nueva vida que descubrió.

Si somos capaces de entrar en ese cuarto oscuro y darle voz a los relatos que hemos silenciado, quizás descubramos algo de nuestra propia historia. Esa que comenzó en África hace miles de años. Si seguimos mirándonos el ombligo, corremos el peligro de quedarnos con las historias únicas, esas que tienen finales cerrados. Si, en cambio, miramos a los ojos a los demás descubriremos historias de lucha y dignidad, de compasión y solidaridad, historias llenas de humanidad que al fin y al cabo tienen finales siempre abiertos, como el de Moussa.

‘La paz y la alegría son centro en el trabajo del MEJ’ – Entrevista a Javier Rojas Sj

 Con ocasión del reciente Encuentro Mundial del Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ) en Radio Vaticano entrevistaron al padre jesuita Javier Rojas, responsable del Apostolado de la Oración (y de su rama juvenil, el MEJ) en la provincia argentino-uruguaya.

En la entrevista realizada por el jesuita Guillermo Ortiz el padre Javier recuerda los cinco días en el que delegaciones de 38 países se reunieron en Roma para celebrar el centenario del MEJ. El Encuentro Mundial tuvo como lema ‘Para que mi alegría esté en ustedes’ y los participantes tuvieron una audiencia con el Papa en el Aula Pablo VI.

“Las dos pautas que se quieren trabajar son la paz (porque viene de la confianza, de nuestro abandono en Dios) y la alegría (que brota de la gratitud, de la gratuidad de un Dios que nos quiere)”.

“Nosotros en el apostolado de la oración entendimos que ese recen por mí es también recen conmigo. Estas intenciones que yo les ofrezco al apostolado de la oración son también mis intenciones. Ayúdenme a continuar en este proceso de conducir la barca de la Iglesia hacia el horizonte que Dios nos va llevando con su oración.

“El crecimiento humano no está desligado de las tensiones, de los conflictos, incluso el dolor, la soledad, formar parte del proceso humano y también forman parte del crecimiento en la fe”.

“Creo que cuando Francisco dijo la amistad en Jesús nos da la paz… en Jesús nosotros encontramos nuestra verdad más honda y la verdad más honda es que somos queridos incondicionalmente«.

Los jóvenes del MEJ se marchan con el “testimonio de que vale la pena conocer a Jesús y encontrar ahí la fuerza para seguir luchando, para seguir adelante”.

Fuente: News.Va

Sector de Comunicación realiza VII Encuentro en Santo Domingo

El VII Encuentro del Sector de Comunicación de la CPAL fue celebrado en Santo Domingo República Dominicana del 14 al 20 de Agosto de 2015, en la casa de ejercicios Manresa Loyola. Agradecemos la calurosa acogida de parte de los compañeros jesuitas de la Sección Dominicana de la Provincia de las Antillas , que creó el clima apropiado para nuestra reunión.

Asistieron al Encuentro jesuitas y laicos de 8 de las 12 provincias de nuestra asistencia. Humberto González SJ y Mariano Durand SJ por Argentina – Uruguay, Sergio Montes SJ por Bolivia, Silvia Lenzi y Anselmo Nascimento SJ por Brasil, Enilda Ruíz e Ismael Moreno por Centroamérica, Luz Mery Cortés por Colombia, Rómulo Franco por Perú, Smelin Reyes, José Victoriano SJ, Guillermo Perdomo SJ, Director de Radio Marien y Carla Gautreaux por República Dominicana, Fátima Arévalo y José Martínez De Toda por Venezuela y el Jorge Cela SJ Presidente de la CPAL.

Acompañaron la reunión aportando su experiencia David Pantaleón SJ, Superior de la Sección Dominicana; Daniel Villanueva SJ, Director de Entreculturas; Claudia Ríos, Coordinadora de Comunicaciones de la Federación Internacional de Fe y Alegría; Frederic Fornos SJ, Director Mundial del Apostolado de la Oración; Sabina Barone, encargada del Proyecto de Hospitalidad de la Red de Jesuitas con Migrantes de América Latina y El Caribe; José Feliciano Pérez Sánchez, Radio Santa María; y Javier Vidal SJ, Provincial de las Antillas. Y en la logística, 3 personas: Reinaldo Rivas, Antonio Rodríguez y Milagros Frías de Rodríguez. Les agradecemos el cariño en cada gesto.

Al finalizar el encuentro queremos compartir con nuestros compañeros jesuitas así como con colaboradores y colaboradoras las principales líneas de acción que orientaran el trabajo del Sector en el bienio 2016-2017 y que buscan orientar al comunicación al servicio de las Prioridades del PAC, el fortalecimiento de la Red de Radios, de la Red de Oficinas de comunicación y de la comunicación interna y externa de la CPAL.

En primer lugar, para continuar con el fortalecimiento de la Red RadioSJ se ha acordado impulsar la producción conjunta de una Radio Revista Noticiosa Latinoamericana y Caribeña que se difundirá cada semana por medios digitales y radios comprometidas. También, en coordinación con el Proyecto Panamazónico crear una serie de micro programas orientados promover la conversión ecológica. Se procurará, revisar y actualizar los estatutos de la red y el inventario de las RadioSJ de la CPAL. Finalmente la página www.radiosjlac.org será reestructurada e integrada a un portal abierto a todos los medios de comunicación de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe.

En segundo lugar, el VII Encuentro fue una excelente oportunidad para un diálogo rico y en profundidad acerca de la situación actual y posibilidades de la Red de Oficinas de Comunicación de las provincias.

Se acordó elaborar un documento con las líneas básicas para el buen funcionamiento de las oficinas, crear un equipo que impulsará el objetivo del Fortalecimiento de la imagen de la identidad “JESUITAS” en dos niveles: construir la imagen de una identidad ignaciana integradora – la “marca jesuitas” que dé sentido alrededor de la misión común y clarificar la imagen de la CPAL como una comunidad en identidad y misión de la que todos formamos parte, no como una superestructura ajena y englobante. Y finalmente hemos hecho la apuesta Fortalecer la formación interpro­vincial en el area de comunicación, al servicio de la misión. Esto incluye elaborar principios y criterios co­munes de formación para las diversas etapas, atendiendo principalmente a la perseverancia vocacional; y, a partir de la experiencia de formación teológica interprovincial, explorar las posibilida­des de una formación interprovincial en otras etapas.

Y en tercer lugar, se buscará el Fortalecimiento del sector Comunicación de la Cpal

Consolidando la estructura organizativa para una mejor coordinación y acciones conjuntas (REDCOMSJ).

Servirá a este propósito crear un directorio de jesuitas y colaboradores involucrados en comunicación, constituir un equipo de trabajo que apoye la coordinación del sector, incrementar la comunicación intersectorial y Consolidar una oficina digital del sector Comunicación. Crear una intranet que permita conjugar la labor pastoral, la importancia de la comunicación y las nuevas tecnologías, especialmente Internet, poniendo al servicio de sus proyectos y de los demás sectores herramientas que permitan utilizar estos medios de una manera práctica, ágil y eficaz.

Agradecemos al Señor por todos los beneficios recibidos, especialmente la confirmación de que la colaboración para la misión es el modo de proceder que permite a la Compañía de Jesús trabajar por el bien más universal.

2° Encuentro de Confluencia – Jóvenes y Política

en /por

Estimados/as, se viene el II ENCUENTRO DE CONFLUENCIA, recuperando la riqueza de los compartido el año pasado nos juntaremos el 29 y 30 de Agosto en Manresa Córdoba.

Invitados todos aquellos jóvenes que sienten la vocación social y política en Argentina y Uruguay. Serán dos días de encuentro, formación y oración.

Les dejo la invitación para que la hagamos circular y que llegue de manera especial a otros «Jóvenes Ignacianos» que ha hecho la opción por vivir la fe desde esta vocación por la política. Estamos en contacto para avanzar en la organización y la convocatoria. Cualquier duda estamos en contacto.

​ Les dejo el link para inscribirse, que es exclusivamente por este medio hasta el 20 de Agosto : http://goo.gl/forms/zwlxnVfypS

Tomas Bradley SJ

Reflexión del Evangelio Domingo 23 de Agosto

Por Julio Villavicencio SJ

Reflexión del Evangelio: Juan 6, 60-69.

En la lectura de este domingo comenzamos con una escena que nos acerca a la realidad del Evangelio, es el pensamiento de los que lo escuchaban y se decían “Que duro este lenguaje”. Que duro es el mensaje a veces del Evangelio. Y es lo que todos nosotros en mayor o menor medida, alguna vez experimentamos en nuestra vida. Qué duro es ser cristiano, querer ser coherente con el seguimiento de Jesús y tener que vivir con una cultura que la mayoría de las veces nos propone direcciones contrarias. Que duro es ser honesto en nuestro trabajo cuando nos falta dinero y sabemos que hay oportunidades deshonestas de conseguir lo que necesitamos. Que duro es perdonar 70 veces 7, cuando lo único que reina en nuestro corazón es ganas de que esa persona que me hizo daño reciba más daño del que me hizo. Qué duro suena en nuestros oídos, “amaras a tu enemigo”.

No sé ustedes, pero yo entiendo muy bien esos discípulos del Evangelio que se dicen así mismo “Que duro este lenguaje”. No es de sorprender que más adelante en el relato se nos diga “Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron y ya no andaban con él”. ¿Acaso no conocemos personas que fueron con nosotros a catequesis, a grupos juveniles, que tomaron los sacramentos y hoy no están ni cerca de las enseñanzas de Jesús? ¿Qué pasó? ¿Es que las palabras de Jesús también a ellos les parecieron duras, tan difíciles de aplicar a sus vidas, a la manera de entender la vida hoy que “desde entonces muchos se volvieron…”? Pero no vayamos a ver la paja en el ojo ajeno, miremos nuestra viga ¿Cuántas veces nos cuesta y hemos realmente, en algunos momentos, dejado de andar con Jesús? Sinceramente, si dijeran levanten la mano quien alguna vez se volvió y dejó de andar con Jesús en su vida, yo la tengo que levantar. Pero también es verdad, que a poco andar en este dejar a Jesús, la carga se vuelve pesada. Las lágrimas no desaparecen, solo se ocultan detrás del televisor o el cine. Las risas hechas de una superficialidad contingente, en alguna vuelta de la esquina se nos caen y nos encontramos solos. Con un puñado de cosas, que según la cultura nos dan la alegría y la vida, y sin embargo no nos llenan para nada. Sí, a poco de andar dejando a Jesús, el camino que parecía de colores, se vuelve tan frío y superficial que la angustia toma muchas veces nuestra vida.

Entonces es cuando resuenan las palabras de Pedro en nuestro corazón “Señor, ¿a quién vamos a ir?” ¿A quién vamos a ir? ¿A quiénes? ¿Hacia dónde encarar nuestra vida? Es que acaso creímos la mentira de la cultura del consumo. Que la dirección esencial de nuestra vida es conseguir la materia necesaria no solo para vivir, sino para ser “feliz”. Donde la felicidad se reduce a tener un buen pasar económico. Me levanto y me duermo pensando en eso. Consumir. Consumir experiencias en vez de vivirlas en profundidad. No les ha pasado que a veces parece que es más importante la foto que tomaste en algún lugar que preguntarte ¿qué aprendí en ese lugar y con esas personas sobre la vida y para mi vida?.

Sí, a poco de caminar ya no sabemos a dónde ir, porque el camino emprendido parece un callejón sin salida. Es entonces, cuando nuestra debilidad nos hace fuertes porque el Espíritu sopla en nuestro interior: “Solo tú tienes palabras de vida eterna…” Palabras, mensaje, sentido. Vida que no se acaba a la vuelta de la esquina. Pero la vida no se dá solo por respirar. La Vida hay que aprender a recibirla, defenderla, y al final agradecerla, pues nadie va a la Vida si no es por el Padre. Si ya estamos luchando, tene la certeza, Dios está con vos. Si estas aprendiendo a vivir, te lo aseguro, Dios te está sosteniendo.

Taller para Animadores Ignacianos – RJI

Por Denise Llanqueleo

“Los logros realizados,

lejos de ser un punto de llegada,

nos estimulan a seguir consolidando el instrumento.”

 Finde atípico…

Feriado largo, clima perfecto para viaje de descanso y un puñado de jóvenes que eligen atrincherarse en una casona a media hora del “me perdí en el campo”. Después de todo fuimos a perdernos… a perdernos acompañados…

La casa de retiro de Manos Abiertas nos recibió hogareña para compartir tres intensos días con un equipo dispuesto a explotar nuestro potencial como líderes.

El TANI, “Taller para Animadores Ignacianos”, nos invita con su propuesta de perfeccionar nuestras habilidades de líderes. Perfil que algún errático sin mayores recursos vio en nosotros y nos convenció para posicionarnos como coordinadores de algún grupo. Pues de las 15 personas allí reunidas, ninguno elegimos ese rol impuesto, pero que gratamente disfrutamos y buscamos mejorar.

De la mano de Nati explotamos nuestra clarísima y transparente competitividad haciendo honor al día del niño, jugando a morir por ganar ningún premio. Sería el primer paso para entrar en confianza y animarnos a estudiarnos el uno al otro, y a aún más difícil, estudiar a ese extraño que se esconde indescifrable en cada uno.

Angie nos desafiaría a hacer correr ese ratoncito que tantos otros llaman cerebro. El Negro y Ruben nos darían las mejores armas para discernir entre fortalezas y debilidades de cada grupo que nos compete, para llegar bien armados a cumplir con la meta impuesta, tal vez poco clara, pero enseñándonos como esclarecerla.

Para no irnos de foco en palabrería inventada cabe comentar ¿Qué es un líder? Una rara combinación de cualidades que cualquiera tiene por adquirir y desarrollar si así se lo propone.

Terminado el finde reafirmamos lo que tan bien todos sabemos y la sociedad no dejará de recordarnos… esa interminable lista de defectos y debilidades que todos automáticamente enumeramos. Pero en el camino infinito del autoconocimiento nos prometimos perdernos y redescubrirnos hasta encontrar nuestras mejores armas, para poder pulirlas y ver sus frutos, para poder compartirlas y solo así ponerlas sobre la mesa y colocarnos a la cabeza de un equipo.

Al final reprobamos felices sabiendo el largo trecho que resta para llegar a responder orgullosos, no el nombre, ni la profesión, ni nacionalidad, sino responder a grito como dijera el Chori Gauna, “soy director de MV”… director de mi vida.

 

Construir viviendas para nuestro Hermano – Colegio del Salvador

Como todos los años, Alumnos del Colegio del Salvador de CABA llegan al Alto Valle a realizar Trabajo de Voluntariado, esta situación se repite desde hace casi dos décadas.

El Colegio tiene como proyecto institucional esta salida anual a la que definen como “una de las experiencias más intensas pastoralmente que ofrecemos a los alumnos de 4º y 5º,” y se trata de compartir durante una semana el trabajo de construcción de viviendas junto a las personas que habitarán en ellas. Al igual que en la misión, los participantes, guiados por tutores, jesuitas y ex alumnos, viven también un tiempo de fuerte sacrificio, oración, profundización grupal y diversión en medio de celebraciones, cocinadas y bolsas de dormir.

Durante una semana de agosto (que va desde el 16 al 22), alrededor de 60 Jóvenes acompañaron a los voluntarios de Un Techo Para Mi Hermano a realizar Tareas de obra en las Localidades de Chichinales y Fernandez Oro, específicamente en los Proyectos de Viviendas Caritas VI Etapa y Mejor vivir.

Los más de 60 jóvenes de entre 16 y 18 años que se encuentran en el Alto Valle junto a familias que levantan sus casas a través de la ayuda que reciben de Un Techo para Mi Hermano; 24 de ellos están en Chichinales en el barrio El Farolito, donde colaboran con un grupo de vecinos que están construyendo ampliaciones en sus viviendas y baños adecuados.

La experiencia comenzó hace 20 años cuando el primer grupo del colegio del Salvador, tomó contacto con la asociación civil y tuvieron su primera visita a esta provincia para colaborar con grupos de familias que junto a Un Techo levantaban sus casas. Desde ese momento la experiencia se detuvo y las visitas se repiten todos los años. Cada vez con nuevos grupos de jóvenes que se suman a esta vivencia de solidaridad, orientados por uno de los sacerdotes de la escuela y coordinadores, en muchos casos ex alumnos que mantienen su vinculación con la institución educativa.

Los alumnos del colegio bonaerense aprenden tareas de albañilería como parte de su experiencia comunitaria.

«Desde hace 20 años venimos a colaborar con Un Techo para Mi Hermano en sus distintos proyectos» apuntó Juan Ignacio Castellaro, quien está a cargo de la coordinación del grupo de 24 adolescentes que realiza su misión solidaria en Chichinales

Si bien la escuela no es de formación técnica, a partir del trabajo con los responsables técnicos de la asociación civil y con la relación con las mismas familias que participan del programa, aprenden las tareas de albañilería.

«Lo que tiene el colegio es una propuesta de pastoral a través de la cual se hacen actividades de formación integral para los alumnos; entonces tenemos esta experiencia de servicio que es salir del ámbito de siempre, del aula, de Buenos Aires, para venir a trabajar acá; y lo más importante para nosotros además de aprender a revocar una pared o hacer una instalación sanitaria, es encontrarse con la gente de los barrios que nos toca visitar« comentó.

«Eso es lo más lindo, lo que más llena a los chicos, estar con la gente, compartir un mate, una semana de trabajo; al finalizar compartimos un almuerzo con los vecinos. Nos llena de alegría y nos hace aprender un montón sobre la vida en este lugar»

Y si bien la relación en principio es de cierta timidez entre las familias y los jóvenes, las jornadas de trabajo que comienzan a primera hora de la mañana y se extienden hasta las 18, hacen que la relación entre ellos rápidamente se transforme en familiar, por lo que no es raro que cuando termina la tarea de construcción, los jóvenes se sumen a partidos de fútbol entre los chicos del barrio.

La visita que todos los años los alumnos del colegio Del Salvador realizan en la provincia de Río Negro, lleva un intenso trabajo de preparación, por lo que a lo largo del año se realizan distintas actividades para reunir fondos y alimentos, que no solo son utilizados por los jóvenes que participan de la actividad solidaria, sino que también se distribuyen entre las familias más necesitadas.

«Esto no es solo una actividad solidaria de trabajo para el otro, sino que también tenemos encuentros con grupos de jóvenes de esta zona que realizan actividades solidarias, compartimos experiencias y proyectos» comentó por otra parte Juan Ignacio Castelaro.

Fuentes:

– www.untecho.org.ar

-www.rionegro.org.ar

 

La Comunión de la Vida de Dios – Reflexión del Evangelio

Por Alfredo Acevedo SJ

Reflexión del Evangelio: Juan 6, 51-59

Podríamos decir que este fragmento que la liturgia nos regala para este domingo 16 de agosto, XX° del tiempo ordinario, tiene su conclusión en el domingo siguiente. Pero no se trata de quedarse como a mitad de la película, como si el final fuera lo único importante. La liturgia nos propone ir de a poco, sintiendo y gustando cada domingo lo que el Evangelio de Juan nos propone. La Iglesia es sabia y por eso nos propone ir de a poco. Porque como con en los grandes banquetes, no se trata de comer en cantidad sino de saborear y gustar cada bocado.

Estamos en lo que algunos llaman la Primera parte del Evangelio de Juan (capítulos 1 -12). En esta parte, Jesús, que viene del Padre, busca revelarse, mostrarse, darse a conocer a los suyos. Y este fragmento no parece ser otra cosa que eso: Jesús se presenta como el Pan de Vida. Un Pan, “no como el que comieron sus padres y murieron”, sino un Pan que trae Vida Eterna. Un Pan que hace comunión. Comunión con Él y por eso, comunión con el Padre, que es el que lo envió.

Esto que se dice rápido, por lo general, se comprende poco. Porque lo que propone Jesús no es una tontera. Jesús comienza a mostrarse y eso genera reacciones: algunos que creen y otros que no, los que lo aceptan y los que lo rechazan. Pero leamos de nuevo ese versículo 57: “Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí”. Podríamos decir que al comer a Jesús entramos en comunión con Él y con el Padre. Al comulgar, el creyente entra a formar parte de la vida de Dios. ¿Se comprende esto?

Los que estaban escuchando a Jesús parecen no comprenderlo. Eso es típico del Evangelio de Juan, pero también de nosotros. Como si oyéramos pero no escucháramos.

El evangelio nos propone creer en Jesús. No se trata de saber o conocer. Ni siquiera de haber escuchado su Palabra. Se trata de creer, y creyendo, tener Vida Eterna, Vida Verdadera. La misma Vida de Dios, la de Jesús, la de aquellos que se han animado a permanecer en Él y con Él. Es un texto que nos ayuda a adentrarnos en esta comunión con Jesús, que es comunión con la Iglesia, con los creyentes, pero es la comunión con la Vida de Dios. Es un lindo desafío para este fin de semana y para nuestra vida. Pidámoselo al Señor.