Construir viviendas para nuestro Hermano – Colegio del Salvador

Como todos los años, Alumnos del Colegio del Salvador de CABA llegan al Alto Valle a realizar Trabajo de Voluntariado, esta situación se repite desde hace casi dos décadas.

El Colegio tiene como proyecto institucional esta salida anual a la que definen como “una de las experiencias más intensas pastoralmente que ofrecemos a los alumnos de 4º y 5º,” y se trata de compartir durante una semana el trabajo de construcción de viviendas junto a las personas que habitarán en ellas. Al igual que en la misión, los participantes, guiados por tutores, jesuitas y ex alumnos, viven también un tiempo de fuerte sacrificio, oración, profundización grupal y diversión en medio de celebraciones, cocinadas y bolsas de dormir.

Durante una semana de agosto (que va desde el 16 al 22), alrededor de 60 Jóvenes acompañaron a los voluntarios de Un Techo Para Mi Hermano a realizar Tareas de obra en las Localidades de Chichinales y Fernandez Oro, específicamente en los Proyectos de Viviendas Caritas VI Etapa y Mejor vivir.

Los más de 60 jóvenes de entre 16 y 18 años que se encuentran en el Alto Valle junto a familias que levantan sus casas a través de la ayuda que reciben de Un Techo para Mi Hermano; 24 de ellos están en Chichinales en el barrio El Farolito, donde colaboran con un grupo de vecinos que están construyendo ampliaciones en sus viviendas y baños adecuados.

La experiencia comenzó hace 20 años cuando el primer grupo del colegio del Salvador, tomó contacto con la asociación civil y tuvieron su primera visita a esta provincia para colaborar con grupos de familias que junto a Un Techo levantaban sus casas. Desde ese momento la experiencia se detuvo y las visitas se repiten todos los años. Cada vez con nuevos grupos de jóvenes que se suman a esta vivencia de solidaridad, orientados por uno de los sacerdotes de la escuela y coordinadores, en muchos casos ex alumnos que mantienen su vinculación con la institución educativa.

Los alumnos del colegio bonaerense aprenden tareas de albañilería como parte de su experiencia comunitaria.

«Desde hace 20 años venimos a colaborar con Un Techo para Mi Hermano en sus distintos proyectos» apuntó Juan Ignacio Castellaro, quien está a cargo de la coordinación del grupo de 24 adolescentes que realiza su misión solidaria en Chichinales

Si bien la escuela no es de formación técnica, a partir del trabajo con los responsables técnicos de la asociación civil y con la relación con las mismas familias que participan del programa, aprenden las tareas de albañilería.

«Lo que tiene el colegio es una propuesta de pastoral a través de la cual se hacen actividades de formación integral para los alumnos; entonces tenemos esta experiencia de servicio que es salir del ámbito de siempre, del aula, de Buenos Aires, para venir a trabajar acá; y lo más importante para nosotros además de aprender a revocar una pared o hacer una instalación sanitaria, es encontrarse con la gente de los barrios que nos toca visitar« comentó.

«Eso es lo más lindo, lo que más llena a los chicos, estar con la gente, compartir un mate, una semana de trabajo; al finalizar compartimos un almuerzo con los vecinos. Nos llena de alegría y nos hace aprender un montón sobre la vida en este lugar»

Y si bien la relación en principio es de cierta timidez entre las familias y los jóvenes, las jornadas de trabajo que comienzan a primera hora de la mañana y se extienden hasta las 18, hacen que la relación entre ellos rápidamente se transforme en familiar, por lo que no es raro que cuando termina la tarea de construcción, los jóvenes se sumen a partidos de fútbol entre los chicos del barrio.

La visita que todos los años los alumnos del colegio Del Salvador realizan en la provincia de Río Negro, lleva un intenso trabajo de preparación, por lo que a lo largo del año se realizan distintas actividades para reunir fondos y alimentos, que no solo son utilizados por los jóvenes que participan de la actividad solidaria, sino que también se distribuyen entre las familias más necesitadas.

«Esto no es solo una actividad solidaria de trabajo para el otro, sino que también tenemos encuentros con grupos de jóvenes de esta zona que realizan actividades solidarias, compartimos experiencias y proyectos» comentó por otra parte Juan Ignacio Castelaro.

Fuentes:

– www.untecho.org.ar

-www.rionegro.org.ar

 

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