Entrevista a Eduardo Casarotti SJ, Rector de la UCU

Es el rector de la Universidad Católica y propone una fuerte reforma para la educación pública. Advierte que la Universidad de la República debería cobrar a los egresados, sobre todo a los médicos “que ganan $ 300.000 por mes”, porque advierte que no es justo que alguien que no puede mandar a estudiar a sus hijos le pague su formación.

Y pide una ley por la cual se genere un ranking de calidad de las universidades. Defiende la actuación del Jubilar y la actuación de las familias “que limpian y hacen tareas de mantenimiento”.

752_1278097944_primer_premio_diego_velazco_3

Edificio de la Universidad Católica del Uruguay.

¿Los egresados de la Universidad de la República deberían pagar por su formación?

—La educación superior es costosa. Cada egresado de las facultades que tienen laboratorios le cuestan al país 80.000 dólares. Un abogado cuesta 15.000 (…) La pregunta que uno se hace es: si una carrera le cuesta al país 50.000 dólares, ¿la pagan todos?, y la persona que pasa por allí y egresa y mejora sus ingresos, ¿no tiene de algún modo que haber un sistema para que aquellos que están en condiciones de pagar lo hagan? Yo creo que es una cuestión de estricta justicia. Los médicos, que son los que ganan más en Uruguay, que perciben alrededor de 300.000 pesos por mes, y que recibieron su formación gratuita, ¿no tendrían que pagar?

—¿De qué manera cree que se debería instrumentar esto?

—Con un Fondo de Solidaridad diferenciado que atienda a las personas que ganan más. Sobre todo los que se van del país, que ni siquiera contamos con sus competencias.

—El rector de la UdelaR, Roberto Markarian, esbozó una idea parecida durante su campaña el año pasado y recibió un sinfín de críticas…

—Sí, pero el tema es que los impuestos los pagamos todos. Hay médicos que ganan 300.000 pesos por mes y una persona que no pudo mandar a sus hijos a la Universidad le ha pagado la formación. Eso no está bien. Lo mismo con un trabajador de la bebida, y pongo el ejemplo de Richard Read que ha manifestado la posibilidad de crear un liceo público de gestión privada. ¿Por qué él tiene que pagarle la carrera a un médico?

—¿Qué se haría con el dinero?

—Parte del presupuesto de la UdelaR debería financiarse así. Pondría toda la plata que se destina hoy a la Universidad en educación media y en trabajar con las poblaciones más vulnerables.

—¿El 6% del Producto Bruto Interno (PBI) para la educación pública, alcanza?

—Bien gestionado podría alcanzar.

—¿Existe una diferencia entre los alumnos que llegan a la Católica y provienen de la educación privada con los que vienen de la pública en cuanto a los niveles de formación?

—Los colegios privados son muy distintos, hay algunos con los que sí se nota la diferencia y otros con los que no tanto. Hay muy buenos liceos públicos, sobre todo en el interior, estoy hablando de Maldonado y Salto. El 42% de nuestros alumnos proviene de la educación pública. Lo que sí vemos con cierta preocupación es que al final de la educación media superior los niveles de acceso a la Universidad vienen bajando, sobre todo en lectura, escritura y conocimiento matemático.

—¿Cómo hacen para emparejar los conocimientos?

—Lo que hacemos, por ejemplo en la carrera de Ingeniería que es donde tenemos más dificultades, es que cuando entran los chicos se les hace una prueba de matemática, y se les dice que con el nivel que tienen requieren tal apoyo y que sin este es probable que no terminen la carrera. El diagnóstico marca con claridad cómo le va a ir al estudiante si hace o no hace un curso de actualización.

—La semana pasada se dijo desde Secundaria que los liceos públicos de gestión privada creaban «preocupación». ¿Cuál es su opinión?

—No sé qué quiere decir que «preocupa»… Primero, yo estoy de acuerdo con que haya centros en los lugares donde se necesitan. Uruguay tiene un déficit importante en educación a nivel de docentes en algunos lugares. Read también propone un liceo para el sindicato de la bebida. Uruguay necesita más proyectos educativos, sobre todo para la población vulnerable.

—La crítica de Secundaria radicaba en la preselección que se hace de los alumnos…

—El Jubilar tiene espacio para 300, los que entran lo hacen gratuitamente, es evidente que si tienen como 1.000 postulaciones hay que hacer una selección. Los criterios para elegir son mixtos, hay una parte que es a sorteo y hay otra por la que se pide el involucramiento de la familia. Como es gratis se les pide que se ocupen de ciertas actividades del colegio, el mantenimiento, la limpieza, entonces los padres están involucrados, tienen que cumplir determinado horario. Pero eso no es solamente para ahorrar en limpieza, es también para involucrar a los padres en la construcción colectiva del colegio. Es claro que los que van a ese centro van a tener una ventaja con respecto a los otros: la primera es que los padres que los mandan se involucran con la educación de sus hijos, lamentablemente eso en esos lugares no es tan así, entonces los chicos que no tienen a sus padres detrás quedan un poco en banda y pueden ir al liceo público con más facilidad. Después es verdad que con los chicos que salen de ese colegio todos nosotros estamos un poco mirando qué les pasa, entonces algunos bachilleratos les ofrecen becas. Yo les ofrezco beca: todo chico que sale del Jubilar y termina el bachillerato puede entrar a la Universidad Católica.

—¿Gratis?

—Y sí, vamos a tratar de conseguir una beca para ellos. Es una discriminación en este sentido, porque los que entran ahí tienen más oportunidades. Pero la pregunta es, ¿hay que perder esa oportunidad o abrir más oportunidades?

—¿Se van a reunir con la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz?

—Sí, ya pedimos una reunión con ella.

—¿Qué tipo de reclamos son los que se van a hacer?

—Nuestras aspiraciones apuntan a tener una ley de acreditación auténtica sobre la calidad de las carreras universitarias. En otros países los estudiantes eligen en función de las carreras que están acreditadas o no, acá en Uruguay eso no funciona. Las agencias de la educación pública acreditan tanto las carreras del sistema público como a las del privado. Y de alguna manera eso las pone en determinado orden. Hay algunas que tienen más puntaje que otras. Luego, el estudiante puede decidir en función a eso.

 Los 30 años de la Universidad Católica

La Universidad Católica cumplió el pasado 5 de marzo 30 años de vida. Su rector, Eduardo Casarotti, dijo a El País que la Universidad Católica cuenta con 7.500 alumnos de grado. Este año entraron 1.200 alumnos más a la institución, que se reparten entre las siete facultades con las que cuenta. Entre estos hay 150 becados.

«El sistema de becas es muy transparente, hacemos un concurso en el que se presenta quien quiere, y van desde el 100% y el 30%. La prueba es de razonamiento y de lectura y escritura», contó el rector.

«La Universidad Católica tiene tres nacimientos en realidad. En 1882 hubo un primer intento de una Universidad Católica de Montevideo que duró 10 años; después, en 1954 nació el Instituto de Ciencias y Letras, que fue nuestro antecesor, y finalmente, junto con la democracia, fue que nacimos nosotros en 1985», señaló Casarotti. Los festejos, según el rector, «no van a ser muy fuertes, lo que pretendemos es seguir trabajando en el desarrollo académico».

 Fuente: www.elpais.com.uy

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *