Los jesuitas españoles que participarán en la CG 36 de la orden

La Congregación General (CG) tendrá lugar en Roma en octubre de 2016 y se elegirá un sustituto para el actual superior general de la Compañía de Jesús.

Esta mañana, durante la Congregación de Provincia de los jesuitas de España que se está celebrando en Loyola (Guipúzcoa) se ha elegido a los 6 jesuitas que participarán en la próxima Congregación General (CG), órgano supremo de gobierno de la orden.

La que será la CG 36 comenzará en Roma el 2 de octubre de 2016 y en ella se espera elegir al sustituto del P. Adolfo Nicolás SJ, actual superior general de la Compañía de Jesús.

Junto al actual Padre Provincial de los jesuitas en España, Francisco J. Ruiz Pérez, han sido nombrados para participar en la congregación otros seis miembros de la Compañía.

Los elegidos han sido: Pablo José Alonso, maestro de novicios de los jesuitas de España y delegado de Formación; Francisco Javier Álvarez de los Mozos, miembro del Secretariado de Justicia Social y Ecología; Cipriano Díaz Marcos, delegado provincial de la Tercera Edad; Juan José Etxeberría superior Provincial en Deusto; José Ignacio García Jiménez, director del Centro Social de los Jesuitas de Europa en Bruselas y Llorene Puig, delegado de la Plataforma Territorial de Cataluña.

Además se ha elegido al hermano jesuita español Wenceslao Soto para participar como candidato en la elección del hermano jesuita que representará a Europa.

Fuente: InfoVaticana

 

Opinión – Frontera de dolor

La inaceptable crisis humanitaria de la frontera es también una crisis estructural. Muestra la necesidad de crear una región fronteriza que controle dinámicas perversas y fortalezca la comunidad de los pueblos vecinos.

Por: Francisco de Roux

Llegué a Cúcuta, camino de Mérida, en la madrugada del cierre. En el puente fronterizo vi el tremendo desconcierto humano y la perplejidad económica. La frontera son hogares, comunidades, empresas legales y negocios ilegales de toda clase. Regresé a Bogotá para volar a Caracas, y hacer 700 kilómetros hasta los Andes por una autopista sin peajes, y tanqueando gasolina por 3 bolívares, equivalentes a medio centavo de dólar al cambio de la calle; mientras me preguntaba quién pagará ese costo que se acumula por millones de dólares cada día en Venezuela. En el camino vi las colas y la desolación de los comercios vacíos, con excepción de la frutas al borde de carretera en Valencia. Seguí luego, por las redes sociales, la agresión a colombianos expulsados y el drama de los que huían por temor.

Fui a Venezuela a la experiencia que, en silencio profundo, hacemos los jesuitas durante 8 días cada año, en Ejercicios Espirituales, para buscar que nuestras vidas se orienten desde el sentido más profundo que encontramos en Dios.

Desde ese mismo espíritu, la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Venezuela, en solidaridad con expulsados, denunció el trato inhumano y pidió perdón, como venezolanos, por la vulneración de la dignidad de familias pobres colombianas. Los obispos de Cúcuta y San Cristóbal se reunieron para proteger a los pobladores; y el Servicio de Jesuitas para Refugiados, con Acnur y otras ONG, ha apoyado y complementado acciones gubernamentales de Colombia.

Cerrar la frontera y expulsar indiscriminadamente es una acción violenta, que no soluciona los tremendos problemas que allí se dan. En un territorio que mezcla lo legítimo con todas las formas de contrabando, donde la presencia de guerrilla y paramilitares colombianos, más la Guardia Nacional corrupta, contribuye a una tormenta perfecta. Tormenta que no podía ser calmada por la OEA, a cuyos miembros Maduro ha estado disciplinando con amedrentamientos e insultos.

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Francisco de Roux

Nosotros estamos contentos por la demanda de nuestros productos en Ecuador ante la depreciación del peso; pero los venezolanos, que realmente quieren a los varios millones de colombianos que viven adentro, rechazan con toda razón que los productos escasos, subsidiados por su gobierno, sean revendidos a precios mucho mayores en la frontera con Colombia, por bachaqueros que, por supuesto, hacen mercado negro en toda Venezuela.

No dudo de la intención que dio origen al chavismo ante un pueblo que reclamaba justicia con la renta petrolera. Pero la creciente centralización de todo el poder en el caudillo, el culto a la palabra infalible de Chávez, la corrupción de funcionarios y administradores públicos, en gran parte militares; la hiperinflación y la devaluación acelerada, y los miles de asesinatos en los barrios pobres, que nada tiene que ver con paramilitares, son “cosecha de una mala siembra”, como escribe el jesuita Luis Ugalde. Venezuela tenía un camino en la economía social de mercado que propone el pensamiento social de la Iglesia; o podía fundarse en los teóricos del socialismo de mercado, muy distinto al socialismo de Estado; pero declaró enemigo al mercado, destruyó la iniciativa privada y desbarató los estímulos, los incentivos, la banca de desarrollo y la política fiscal que necesitaba para avanzar humanamente, y terminó por destruir la producción nacional y la moneda.

La inaceptable crisis humanitaria de la frontera es también una crisis estructural, muestra la necesidad de crear una región fronteriza, con suficiente autonomía e institucionalidad propia, articulada con las soberanías nacionales, que controle dinámicas perversas y fortalezca la comunidad de los pueblos vecinos. Hacerlo requiere acuerdos bilaterales estatales complejos, que tenemos que promover aunque tengamos herida el alma.

Fuente: CPAL SJ

 

Mensaje de la XIV Asamblea de CLACIES “Santos Mártires”, Paraguay 2015

Del 14 al 20 de octubre del 2015 se ha llevado a cabo en el Centro de Espiritualidad “Santos Mártires” de Paraguay (Limpio), la XIV Asamblea de la Confederación Latinoamericana de Centros Ignacianos de Espiritualidad (CLACIES), con la participación de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Esta Asamblea de CLACIES estrenó nuevo coordinador, P. Carlos Canillas. En continuidad con la gran experiencia del P. Álvaro Quiroz, anterior coordinador, la alegría e inventiva de Carlos han dado desde el primer momento a nuestra Asamblea la motivación acostumbrada.

A lo largo de estos días hemos reflexionado, orado y socializado sobre la realidad y los servicios de los Centros de Espiritualidad de cada país participante. Hemos compartido en torno a tres experiencias novedosas: “Curso de capacitación itinerante de orientadores y acompañantes de EE” de Brasil; “Formación Ética para directivos de empresas” de Colombia; y “Centro de Acompañamiento y Escucha” de México. También se trató lo concerniente a la acreditación de acompañantes de EE y su certificación.

Abordamos los asuntos propios de la coordinación y gestión de la Confederación, los apoyos recíprocos entre centros, la economía y los nuevos consejeros de CLACIES para el 2015‐2017; el compromiso de todos con el próximo XIV Curso Internacional para Acompañantes de EE (Los Teques 2016); nuestra contribución al Proyecto Apostólico Común de la CPAL; y las pistas para nuestro trabajo como CLACIES en los próximos dos años.

También dedicamos un tiempo significativo para tratar dos asuntos de importancia: uno, las Vocaciones Jesuitas y Laicales: “reto y apuesta”, en la que se hicieron interesantes propuestas. Y otra, la consistencia y perseverancia en los jóvenes jesuitas, sobre la que surgieron diversas inquietudes en torno al acompañamiento y al plan de formación del post-noviciado.

La integración de los participantes y la comunicación en clave de discernimiento sirvieron de soporte en la búsqueda de mejores medios para contribuir de forma más efectiva a la Misión de nuestras Provincias a la luz del Proyecto Apostólico de la CPAL.

El espacio destinado a la Formación Permanente que se desarrolló en el contexto de las Misiones Guaraníes del Paraguay se convirtió en una experiencia de agradecimiento a Dios y a la vez de motivación para avivar la respuesta a la misión que nos ha encomendado la Compañía.

Los participantes de CLACIES 2015 nos sentimos llamados, como plantea el Padre General, a realizar mayores esfuerzos para animar y acompañar desde nuestra área una vida más profunda en los jesuitas y laicos/as, así como contribuir a una mayor calidad en la misión que realizamos todos.

Los grandes cambios culturales piden que seamos hoy más creíbles y audaces, y exigen que cada Provincia dé un impulso más sostenido, coherente y eficiente al sector/área de Espiritualidad. En esta dirección agradecemos, que la Provincia de Paraguay haya dado un significativo paso que anima y motiva a todos, al encomendar a una laica, la Señora Elena Velilla de Pusineri, la misión de ser la delegada provincial del área espiritualidad.

Agradecemos la organización que nos ha ofrecido CLACIES y el Centro “Santos Mártires” junto a su equipo y al personal auxiliar; a las diversas Comunidades Jesuitas que nos han hospedado, a los laicos ignacianos y a tantas personas con quienes nos hemos encontrado durante estos días, y con ellos, nuestro especial agradecimiento a la Provincia de Paraguay por tan cálida y grata atención.

Para leer el mensaje completo

CLACIES, Santos Mártires.

Paraguay 2015.

Historias Reales de Vida: por una visión inclusiva sobre la Migración

Servicio Jesuita al Migrante

El Equipo del Servicio Jesuita a Migrantes en Argentina, nos comparte esta reflexión construida con ayuda de 80 jóvenes de secundaria quienes tuvieron la oportunidad de acercarse a la temática de la migración en su país.

El día 29 de octubre se realizó en el Colegio Máximo, por segundo año consecutivo, el Coloquio final del Proyecto “Historias reales de vida: por una visión inclusiva sobre la migración” del Servicio Jesuita a Migrantes. Ese día cerca de 80 estudiantes de San Miguel, nos contaron historias de migrantes en Argentina.

Este año participaron alrededor de 400 jóvenes de 5toaño de diferentes colegios secundarios. Pudieron conocer y reflexionar acerca de la problemática de los migrantes en el mundo y en Argentina, el país con más migrantes en Latinoamérica.

Después de dos meses de trabajo en el aula, junto a sus profesores, investigando y reflexionando, los alumnos tuvieron que salir a la calle a recoger historias de personas que han venido de otros países. Como fruto final cada grupo contó una historia usando su creatividad y compartió los aprendizajes de la experiencia.

Desde el Servicio Jesuita a Migrantes, somos testigos y acompañamos las diversas realidades de movilidad humana en Argentina, personas que vienen, principalmente, de Paraguay, Perú y Bolivia. Para varios de ellos la migración no ha sido una elección sino la única posibilidad de sobrevivir. Trabajamos para que se sientan acogidos y un poco más en casa.

Es paradójico que un país con leyes tan amigables con los migrantes, éstos tengan que sobrevivir arrinconados en la periferia, padeciendo el dolor y exigidos por la lucha. Queremos seguir estando presente en estas fronteras. Nos sentimos desafiados a descubrir que los ‘extraños’ no son tan extraños. Y es que ellos tienen algo de nosotros y nosotros algo de ellos.

Los migrantes que luchan cada día nos enseñan que no hay fronteras, que no hay confines, y que sólo Dios es nuestra esperanza.

Red global por la justicia

José Ignacio García y Paula Sendín

Desde hace ya siete años, la Compañía de Jesús, especialmente a través del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología (SJES), tratando de responder a la llamada de la 35 Congregación General (2008) de “establecer vínculos en el terreno de incidencia pública entre el poder político y aquellos que encuentra dificultad en hacer oír sus voces (…) construyendo puentes y ofreciendo nuevas formas de entendimiento” ha promovido las Redes Ignacianas Globales de Incidencia (GIAN en inglés).

Aprovechando la experiencia de las cuatro redes globales (GIAN) – migraciones, gobernanza de recursos naturales y minerales, ecología y educación – el SJES ha propuesto organizar un encuentro en Loyola (España) del 16 al 20 de noviembre bajo el título de Red para la Justicia en el que participarán también otras redes y grupos estables internacionales de la Compañía para profundizar en el conocimiento compartido de red y en qué medida la experiencia de estos últimos años ha favorecido el cumplimiento de la misión de la Compañía en su lucha por la justicia.

Además de los equipos coordinadores de cada una de las cuatro redes de GIAN participarán en el encuentro otras redes como la Red Xavier formada por las Oficinas de Misiones y ONGs para el Desarrollo, la Federación Internacional de Fe y Alegría y los Coordinadores del Apostolado Social de las diversas Conferencias.

El propósito del encuentro será evaluar en qué medida el trabajo en red del sector social de la Compañía de Jesús ha favorecido el cumplimiento de su misión de lucha por la justicia. Se pretende identificar y comunicar las principales lecciones aprendidas, así como proponer medidas concretas para seguir potenciando con fuerza esta manera de trabajar. Este encuentro forma parte de una importante apuesta por el trabajo en red a nivel global como medio para luchar por la justicia social.

El objetivo es ampliar el alcance de la Red para la Justicia y servir como un espacio para compartir mensajes clave, buenas prácticas y evaluar resultados. Para ello, es vital la comunicación, explorar cómo podemos ayudar a la Compañía para el progreso en este campo y comunicar a la Compañía la evolución de estos últimos años que hemos experimentado por el trabajo en red.

Basándose en la declaración de la CG 35 de que la Compañía de Jesús es un cuerpo universal con una misma misión, y de que las nuevas tecnologías pueden convertirse en poderosos instrumentos para construir y apoyar redes internacionales, el encuentro en Loyola pretende compartir las capacidades de cada uno, aprovechando que las tecnologías nos favorecen, y así, unir nuestros esfuerzos. Esto nos permite enfrentarnos a retos que son globales compartiendo una visión: por un lado, nos permite enfocar la internacionalización guardando una perspectiva local y por otro, desarrollar aptitudes de colaboración que necesariamente tienen que superar las diferencias culturales.

El encuentro de Loyola es una excelente oportunidad para hacer un alto en el camino de las redes GIAN y evaluar los logros así como las evidentes limitaciones de nuestro trabajo en red. Estos años nos han hecho menos ingenuos sobre las posibilidades del trabajo en red, pero también nos han hecho más realistas sobre la capacidad transformadora y de creación de vínculos que un trabajo en red bien coordinado, con objetivos delimitados y con los recursos necesarios, puede lograr.

Las redes no son una solución mágica, necesitan esfuerzo, nuevas habilidades y capacidades, pero ciertamente son el modo más eficaz para multiplicar internacionalmente nuestros esfuerzos locales. Las redes nos permiten seguir haciendo nuestro trabajo de una forma renovada y compartida con muchos que están lejanos físicamente pero con los que compartimos misión. La evaluación que hagamos en Loyola tendrá que ayudarnos definir la actividad durante los próximos años de nuestras redes, se trata por eso de una importante oportunidad.

La CG 35 también enfatiza sobre el impacto social de la tecnología, e insiste en la recomendación de que las nuevas tecnologías de la comunicación se deben poner al servicio de la educación y de los marginados. Es por ello que el encuentro en Loyola busca comunicar ampliamente sus discusiones, para ello cuenta con los responsables de comunicación de las organizaciones que participamos y esperamos contar con el gran aliado de las redes sociales y otros canales de comunicación como Ecojesuit.

Por ello, la comunicación será un aspecto importante de nuestra reunión. Los participantes involucrados en estas redes tendrán que estar preparados para las entrevistas cortas. Es muy importante sumar recursos para que las redes conecten. Hay que propiciar un flujo de comunicación real, que no se vea reducido a una cadena de emails en inglés, que representa la cultura “dominante” y que por otra parte, puede dejar fuera aspectos intrínsecos, culturales, de las comunidades locales. Nuevamente las redes sociales tienen un papel fundamental que jugar. En el fondo se trata de reconocer la importancia del compromiso local, de sus culturas y tradiciones, y de cómo esta riqueza se puede conectar para promover mayor equidad.

Para seguir este encuentro de Loyola se ha habilitado Networking for Justice website, Facebook, y Twitter, desde donde se realizará un intenso trabajo de comunicación previa y durante los días de la reunión. En esta línea, desde hoy ya está habilitada la suscripción al boletín informativo para recibir actualizaciones puntuales durante los días del evento para todos los interesados en conocer el trabajo en red de la Compañía de Jesús en el mundo.

Del comunismo al consumismo

Por Victor Codina

Hasta fines de los años 80 el enemigo común del mundo occidental era el comunismo soviético marxista, el comunismo del telón de acero y de la cortina de bambú, del Archipiélago Gulag y del muro de Berlín.

La caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 simbolizó el final de una época histórica, la caída del comunismo soviético del Este. Esta caída fue celebrada en el mundo occidental como el final de la historia, como el triunfo de la «american way of life»: en el futuro ya no habría más sorpresas, íbamos a vivir siempre más de lo mismo. El capitalismo neoliberal levantaba su bandera como la solución a todos los problemas.

25 años después los problemas no se han solucionado. Grandes sectores de la sociedad y de la humanidad viven en la escasez y la miseria, la tierra ha sido contaminada y destrozada por los defensores del paradigma tecnocrático que defienden el mito del progreso sin límites a costa del descarte de muchos y de la destrucción del medio ambiente.

Al comunismo ha sucedido el consumismo, una forma tan insidiosa de materialismo como el materialismo dialéctico marxista. «Consumo, luego existo», quienes no consumen no existen, son descartados de la sociedad del bienestar. La avidez con la que los ciudadanos del Berlín oriental después de la caída del muro se lanzaron frenéticamente a comprar y beber en el Berlín occidental, puede simbolizar este tránsito del comunismo al consumismo.

Son muchas las personas lúcidas y de buena voluntad, los movimientos populares y sociales, las víctimas de un sistema que mata… quienes creen que otro mundo es posible y necesario, que el sistema actual ya no se aguanta, que necesitamos un cambio de estructuras, que hemos de cuidar nuestra casa común, que ni el comunismo ni el consumismo son la solución.

En la tradición cristiana existe la palabra «comunión» densa en contenidos: significa e incluye la comunión entre todos los seres humanos, en especial con los pobres y excluidos, la comunión con la naturaleza y en última instancia con Dios Padre que nos hace hijos e hijas, hermanos y hermanas, y derrama la lluvia sobre buenos y malos. El Padre ha enviado a su Hijo Jesús y al Espíritu para que vivamos en comunión y podamos participar de la comunión trinitaria. La Iglesia es un espacio de comunión y su centro es la eucaristía, el sacramento de la comunión con Jesús, al cual estamos todos invitados. La mesa compartida, sin excluidos ni descartados, es la imagen simbólica de este paradigma de la comunión con Dios, de la comunión con los hermanos y hermanas, más allá de las diferencias de género, etnia, cultura y religión, y de la comunión con la tierra, nuestra madre y casa común.

Como dice Francisco, los conflictos se han de resolver desde una síntesis superior, pues «la unidad prevalece sobre el conflicto». Ni comunismo ni consumismo: comunión. Y el fruto de la comunión es la paz.

Fuente: CPAL SJ

Reflexión del Evangelio, Domingo 8 de Noviembre

Evangelio según San Marcos 12, 38 – 44.

Jesús enseñaba a la multitud: “Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Estos serán juzgados con más severidad”.

Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.

Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir”.

Por Franco Raspa SJ

Quizá sean pocos los momentos de la vida, en los cuales todos los seres humanos nos encontremos ante momentos de real indigencia. El nacimiento y la muerte pueden ser buenos ejemplos de ello. En el evangelio de este domingo, Jesús nos invita a adentrarnos en la hondura del misterio del ser humano.

El evangelista Marcos comienza describiendo cómo Jesús le enseña a la multitud a poner cuidado ante aquellas actitudes, que nos alejan del Señor y nos encierran más en nosotros mismos. Al hablar acerca de cómo proceden los escribas, Jesús no pretende atacar a estas personas, sino desnudar ante los ojos de la multitud la miseria del pecado, que nos ubica muchas veces por encima de nuestros hermanos. Haciéndonos creer que somos superiores a los demás.

Pero el Señor da un paso más, deseando ir a la raíz misma del pecado en el hombre. Ante la limosna, como invitación a una entrega totalmente gratuita, Jesús observa el proceder de dos tipos de personas. Una de ellas es rica, la otra, es una viuda. Recordemos que en tiempos de Jesucristo, las viudas, los pobres y los huérfanos, eran las personas más indigentes del pueblo.

Jesús primero observa como los ricos daban en abundancia, realizando una entrega generosa. El Señor lejos de despreciar la abundancia que los ricos pudiesen poseer, lo que desea descubrirles, es de qué manera esa propiedad que han ido logrando a lo largo de su vida, los ha ido alejando más y más de su Señor. No porque no sean generosos en la limosna, sino porque el hombre rico se ha apropiado tanto de sus riquezas, que es incapaz de dar de sí. Da de lo que ha acumulado, pero no da de su indigencia. El lamento de Jesús por los que se abrazan a sus riquezas, es porque ellas le han robado al hombre el abrazo de su Señor.

Jesús mismo, detiene la escena ante la presencia de la viuda, ella se acerca al lugar de la entrega, y ante ella, el Señor hace torcer la mirada de sus discípulos, haciéndola que se clave en la mujer indigente. Es ella la portadora del ejemplo que Jesús desea transmitir a aquellos, que están dispuestos a seguirlo. La viuda, envuelta en la indigencia por la cual llegamos al mundo, totalmente desnuda de propiedades y afecciones, pobre de entre los pobres, saca de sí misma todo lo que posee para vivir y lo hace donación. Ante ella Jesús se detiene y contempla, porque la pobre viuda, esta donándose a sí misma. No le queda más propiedad que su propia vida. Sin embargo, confiada solo en Dios, la entrega.

Abramos nuestro corazón al llamado de Jesús, que nos invita a salir de aquellos afectos que nos aprisionan el alma. No permitamos que las riquezas nos impidan la entrega gratuita al Señor de la vida. Volvamos la mirada al Señor, y preguntémosle ¿Señor en quiénes quieres que fije la mirada?

Los 10 temas fuertes del sínodo

Por Rodrigo Ayude, Roma

Los trabajos del sínodo entran en su recta final. Quedan, prácticamente, las sesiones en las que se presentará el borrador del documento que se entregará al papa Francisco el sábado. Un documento que nació como Instrumentum Laboris y al que se han incorporado las propuestas recogidas en las 39 relaciones de los grupos lingüísticos (círculos menores). Además de esto, cada padre sinodal tendrá la oportunidad de corregir, añadir y sugerir cambios tanto el jueves por la tarde como en la sesión del viernes por la mañana.

Compartimos, a continuación, algunos de los temas que han salido con más fuerza en las sesiones de trabajo del sínodo y que han tenido una acogida muy amplia entre los padres sinodales.

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1. Un nuevo lenguaje

Entre los temas más repetidos se encuentra la necesidad que tiene la Iglesia de un nuevo lenguaje, capaz de dialogar con la cultura postmoderna. Ese lenguaje, según los padres sinodales, ha de construirse sobre dos ejes: la inclusión y la misericordia. Debe ser un lenguaje de inclusión, que evite los juicios negativos sobre personas o situaciones, que respete a las personas en su ser más profundo y que parta de una escucha atenta de las necesidades. Un lenguaje que tenga como fundamento la misericordia, es decir, una forma de hablar que salga al encuentro del alejado, que se ponga a su altura y se haga cargo de sus dificultades, que le cure las heridas y que lo porte a la verdad.

2. Pastoral de inmigrantes

Los padres de Oriente Medio y África compartieron en el Aula los dramas de la migración, especialmente la derivada de la guerra, de la persecución por la fe y de la pobreza. Algunos obispos han propuesto una pastoral específica que promueva la cultura del encuentro. Para ello consideran necesario una colaboración más estrecha entre las iglesias locales en los países de origen de las personas y las iglesias de los pasíses de acogida. Se busca acoger e integrar de la mejor manera a los que han tenido que dejar forzosamente su tierra para revestirlos de una nueva dignidad.

3. Matrimonio como vocación

Los obispos del sínodo han reflexionado ampliamente sobre el matrimonio como proyecto vocacional de Dios, la gracia específica de esta vocación y su misión propia en la Iglesia. Tras semanas de estudio, cada vez es más clara la idea de la importancia de la familia como edificadora de la Iglesia y no sólo como beneficiaria de una pastoral. Son muchos los campos donde las parroquias pueden y deben contar con las familias.

4. Catequesis de preparación para el matrimonio

La perspectiva vocacional del matrimonio también ha suscitado el estudio sobre si es suficiente o no la preparación actual de los novios para crear esta “iglesia doméstica”. Los padres sinodales consideran escasa la formación que se da para el matrimonio. En muchas ocasiones se queda en la explicación de la ceremonia. Están buscando un camino más largo -se habla de unos seis u ocho meses- en los que los futuros esposos profundicen en los aspectos propios de la vocación matrimonial y en su misión

5. Pastoral con convivientes estables

Entre las situaciones irregulares, el sínodo ha prestado particular atención a aquellos que, sin estar casados, conviven de forma estable y prolongada. Los obispos consideran que esa convivencia puede tener algunos elementos propios del matrimonio: unidad, indisolubilidad y apertura a la vida. Por eso buscan fórmulas para acompañar a estas parejas hacia el sacramento del matrimonio, que les prestará la ayuda eficaz para vivir con plenitud su proyecto de amor.

6. Acompañamiento en los primeros años de matrimonio

La alta cifra de separaciones y divorcios no ha pasado desapercibida a los padres sinodales. Con frecuencia las rupturas suceden tras los primeros años de convivencia. Teniendo en cuenta esto, los obispos consideran necesario que cada parroquia cuente con algunos matrimonios con experiencia que puedan acompañar a los nuevos esposos durante los primeros años. Compartir las dificultades y comprobar que otros han sabido superarlas es una buena herramienta para ayudar eficazmente a las familias.

7. Educación sexual

Los obipos del sínodo propusieron una mejor educación sexual en el camino de preparación al matrimonio. Consideran que la Iglesia debe entrar en este ámbito con determinación, ante una actual educación sexual negativa. La Iglesia quiere presentar la buena noticia de la sexualidad humana como un camino de amor y no como un camino de pecado. Además, la educación de la afectividad es considerada fundamental para entender la donación esponsal y, por ello, formará parte del camino de preparación para el matrimonio.

8. Formación de los sacerdotes

Los fuertes cambios sociales que afectan a las familias exigen nuevas herramientas para los sacerdotes, de modo que puedan ayudarlas eficazmente en sus problemas cotidianos. Para este fin, se ha hablado tanto de incluir nuevas materias sobre familia y bioética en la formación de los futuros clérigos. En cuanto a los seminaristas, se ha valorado la posibilidad de que dediquen parte del tiempo en la parroquia a visitar a las familias para conocer su vida cotidina, sus preocupaciones y sus necesidades. Otra propuesta es, por ejemplo, dar cursos de asesoramiento familiar a los párrocos.

9. Atención a las situaciones dolorosas

Los padres sinodales coinciden en que no habrá “recetas generales” para admitir a los sacramentos a los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental. Sobre esta realidad hay numerosos puntos de vista entre los obispos. Desde perspectivas diversas, todos están de acuerdo en respetar la doctrina actual y en que se deben evitar soluciones del tipo “todo o nada”, “sí o no”. Los padres sinodales opinan que corresponde al obispo diocesano conocer las situaciones concretas y juzgar caso por caso. En este discernimiento, convendrá descubrir los problemas que han llevado a la familia a este punto, especialmente para quienes es ya imposible volver con su marido o su mujer.

10. Papel de la mujer

Un tema profundizado en los círculos menores es el papel de la mujer en la Iglesia. El papa recordó frecuentemente que es necesaria una teología de la mujer. Aunque no han trascendido propuestas concretas, el tema ha sido ampliamente debatido. En cambio, para los obispos resulta claro que la mayor participación de la mujer en la Iglesia, de servicio o diaconía, nada tendrá que ver con el sacramento del orden.

Fuente: Iglesia En Directo

#NetworkingForJustice – Redes Globales Ignacianas

Fuente: CPAL SJ

Del 16 al 20 de noviembre tendrá lugar en Loyola un encuentro, que bajo el lema de “Networking for Justice”, reunirá a las Redes Globales Ignacianas de Incidencia Política, a los coordinares sociales de todas las Conferencias Apostólicas de la Compañía de Jesús y a miembros de la Red Xavier y de otras Redes Globales de la Compañía de Jesús.

Este encuentro ha sido convocado por el Secretariado para la Justicia Social y la Ecología de la Compañía de Jesús y forma parte de una importante apuesta por el trabajo en red a nivel global como medio para luchar por la Justicia Social.

Ya en 1995 la Congregación General 34 invitó a desarrollar Redes Apostólicas Ignacianas como forma de potenciar la misión de la Compañía de Jesús en sus provincias. Trece años más tarde la Congregación General 35 potencia aún con más fuerza esa llamada a trabajar en red, reconociendo que la Compañía de Jesús debe trabajar como un Cuerpo Universal con una misma misión. Cuatros años después, tuvo lugar en la Universidad de Boston en abril de 2012 un encuentro internacional para identificar la mejor manera de responder a esta llamada de la Congregación General 35. En dicho encuentro se identificó con claridad la urgente necesidad de llevar a cabo una importante transformación cultural y organizacional de la Compañía de Jesús y se promovió el trabajo en red como la manera más inteligente de convertir a la Compañía en un verdadero cuerpo global capaz de responder a los retos de nuestro mundo en el siglo XXI.

El propósito del encuentro “Networking For Justice” será evaluar en qué medida el trabajo en red del sector social de la Compañía de Jesús ha favorecido el cumplimiento de su misión de lucha por la justicia. Se pretende identificar y comunicar las principales lecciones aprendidas, así como proponer medidas concretas para seguir potenciando con fuerza esta manera de trabajar.

Para seguir este encuentro se ha habilitado www.networkingforjustice.org desde donde se realizará un intenso trabajo de comunicación previa y durante los días de la reunión. En esta línea, desde hoy ya está habilitada la suscripción al boletín informativo para recibir actualizaciones puntuales durante los días del evento para todos los interesados en conocer el trabajo en red de la Compañía de Jesús en el mundo.