Silencio – Nuevo Film sobre los Jesuitas

En este año de 2016 asistimos al estreno de una nueva película de Martin Scorsese. Silencio se ha rodado en cinco meses, de enero a mayo de 2015, con un presupuesto de quince millones de dólares, en varias localizaciones de Taiwán: en los Estudios CMPC de Taipei y en Yangminshan, Taichung y Hualien. El guion, de Jay Cocks y el mismo Scorsese, está basado en la novela homónima del autor católico japonés Shusaku Endo (1923-1994), publicada en 1966. El tema de la obra es la tormentosa relación entre el cristianismo y la mentalidad japonesa tradicional, teniendo como pretexto las peripecias de dos jesuitas embarcados en una búsqueda casi detectivesca de un tercero, y al mismo tiempo perseguidos, en un país desconocido para ellos, y cuya lengua tampoco dominan.

Mientras tanto se entregan con enorme devoción a servir a los cristianos clandestinos en sus necesidades espirituales. El guión consigue reflejar muy bien esa atmósfera de thriller, en el contexto de un período de la historia japonesa que ha venido a llamarse sakoku o nación cerrada, cuando la cristiandad del país del sol naciente, reducida a un rebaño disperso, vivía en el silencio. La fe de los sencillos brilló allí con fuerza, irradiando una extraña belleza, casi sobrenatural, por ejemplo en la miserable cabaña donde unos pobres carboneros asisten, junto al fuego de la cocina, a la misa del misionero furtivo como si fuera la última de su vida… O como cuando Ichizo, el anciano líder seglar de una comunidad cristiana en la montaña (magistralmente interpretado por Yoshi Oida), bautiza a un bebé delante de sus fervorosos padres en el secreto de una simple choza, ungido de la dignidad de un pobre de Yahvé.

Los hechos y la ficción

Aunque con bastantes licencias, la narración que sustenta a la película se basa, sin embargo, en algunos hechos reales. A Roma habían llegado noticias confusas de que el P. Cristóbal Ferreira (Liam Neeson en el film), portugués, misionero ejemplar en Japón durante treinta y tres años, de cuya Misión fuera una vez superior, tras ser apresado, encarcelado y padecer la tortura del anazuri (o suspensión en el foso) en Nagasaki, desafortunadamente había renegado de su fe….

Para el protagonista de la novela, el P. Sebastián Rodrigues (en la película interpretado por Andrew Garfield) el autor toma como modelo al jesuita siciliano Giuseppe Chiara, que llega a Japón en 1644 con el propósito de hallar al P. Ferreira. Intenta ejercer clandestinamente el ministerio, pero pronto es arrestado por la policía de Nagasaki y enviado a Edo, donde será interrogado por el señor de Chikugo, Inoue (caracterizado por Issei Ogata), y sometido a la tortura del foso.

En la novela, a Rodrigues le acompañan en la larga travesía, al zarpar desde Lisboa en 1638, otros dos jesuitas, Juan de Santa Marta (que tendría que detenerse, enfermo, en Macao) y Francisco Garupe (Adam Driver en la pantalla). Les mueve el ardor misionero y la impaciencia por saber de Ferreira. ¿Será posible que haya apostatado?

Se entrevistan en Macao, enclave portugués en las costas de la provincia china de Cantón, con el superior regional de los jesuitas, el P. Valignano (encarnado por Ciaran Hinds). En realidad, éste había muerto en Macao en 1606, de modo que tal escena no pudo tener lugar. Pero esa figura de enorme altura espiritual añade, en la ficción, un gran valor simbólico a la misión encomendada a los dos jóvenes sacerdotes por quien hubiera sido visitador y organizador de la labor apostólica de los jesuitas en Japón en sus mejores tiempos, así como ilustre promotor de la adaptación del cristianismo a las costumbres japonesas. Será él quien les ponga al corriente de la auténtica dimensión del peligro que les espera allí, una prueba para su propia fe.

La prueba

Después vemos a Rodrigues y Garupe, todavía en Macao, mientras preparan su viaje, tratando con un mercader chino que les consigue un pasaje a Japón así como un guía e intérprete nativo, el expatriado Kichijiro (representado por Yosuke Kubozuka), a quien encuentran en una taberna del puerto, haciendo ya gala de la cobardía que mostrará a lo largo de la historia. Es un personaje a medio camino entre Judas y Pedro. La escena de su confesión al sacerdote, una vez llegados a Japón, sentados los dos sobre un solitario acantilado, emocionará a más de uno en la sala… La hondura de ese mar impasible que se extiende a sus espaldas nos sugiere ante todo el conflicto interior que late en toda la obra: la ausencia de signos divinos en medio de la persecución añade una dura prueba a la fe del creyente.

Sin embargo, el rostro de Cristo aparece en numerosas ocasiones reflejado en la película. De hecho la gran prueba que le esperaba al creyente clandestino, si era descubierto, no consistía tanto en renunciar de palabra a la fe (la apostasía), sino en pisar la imagen de Jesús. Se le deja al espectador la difícil opción de juzgar si esa traición o deslealtad a Cristo podría alguna vez convertirse en un acto de amor compasivo para salvar a otros.

El director Martin Scorsese ha escrito al respecto: Rodrigues aprende paso a paso que el amor de Dios es más misterioso de lo que uno cree, que Él deja mucho más espacio a la decisión humana que lo que uno se puede figurar, y que Él está siempre presente… incluso en su silencio. En una entrevista con los medios en Taipei, durante la filmación de Silencio, Scorsese, de setenta y tres años de edad, confesaba que había decidido rodar esta película, muy a contracorriente de lo que hoy se lleva en ese Hollywood tan poco propicio a planteamientos cristianos, porque el trasfondo de fe que constituye la materia de la novela de Shusaku Endo le había apasionado desde su juventud, pues esa fe cristiana, vivida desde niño en el seno de una familia católica ítalo-americana, le había ayudado a afrontar la complejidad del mundo como adulto.

Consultores jesuitas en el set

A un servidor, que ni es experto en el Japón del Shogunato ni en nada que tenga que ver con el cine, se le pidió una colaboración como consultor técnico jesuita en el set sólo por mi condición de jesuita europeo residente en Taiwán, profesor en la facultad de Teología Fujen-Bellarmino, de Taipei, con cierto conocimiento de latín y capacidad de manejarme en inglés. ¿El cometido?

Supervisar las escenas en las que se mostraba a los jesuitas y a los fieles en actitudes explícitamente religiosas, de modo que éstas resultasen lo más realistas posible.

¿Quién podría negarse al honor de colaborar con un genio del cine como Scorsese? Pero me habría sido imposible compatibilizar esa labor con mis obligaciones académicas y pastorales si no hubiésemos contado también con la asistencia del P. Jerry Martinson que, a pesar de sus múltiples ocupaciones, hizo de consultor jesuita cuando yo no podía estar presente.

Él sí que es un experto en estas lides, pues trabaja en los Estudios Kuangchi, una compañía de producción televisiva y radiofónica fundada por la Compañía de Jesús en Taipei.

Otro compañero de su equipo, Emilio Zanetti, también jesuita, colaboró en la aventura incluso actuando como extra. Fuimos tres, por tanto, los consultores jesuitas en el set. Habría muchas cosas que contar de la sugestiva experiencia.

Primero, constatar, viéndole trabajar a Scorsese, que detrás de un genio no sólo hay talento, sino mucho esfuerzo y dedicación a la profesión.

Segundo, nunca me habría imaginado que mi primer servicio allí hubiera sido… rezar un responso. En efecto, el inicio del rodaje coincidió con un accidente sucedido el 28 de enero en los decorados exteriores de los Estudios CMPC de Taipei, donde unos trabajadores taiwaneses que se hallaban reparando unas viejas estructuras fueron sorprendidos por el derrumbe del tejado, con el trágico resultado de un muerto y dos heridos. Scorsese me había pedido que dirigiese una oración con los actores y el equipo del rodaje para bendecir los principios de la aventura de Silencio; pero la que iba a ser una gozosa inauguración se tiñó de luto por el triste evento apenas acontecido. Luego todo fue bien, gracias a Dios.

Tercero, mi cometido principal con los actores, además de cuidar el estilo jesuítico de los personajes, fue asesorarles sobre cómo representar la administración de los sacramentos. Así, con Yoshi Oida ensayamos repetidamente el gesto esencial del bautismo, hasta el punto de que él lo hizo mejor que yo. Este veterano actor japonés fue la persona que más me impresionó de todo el plantel de artistas, por su profesionalidad, sencillez, simpatía y entrañable sabiduría. Tuvimos largas conversaciones de sobremesa sobre los temas más variopintos, y yo me quedaba embobado escuchándole hablar con esa pasión lo mismo de la Sagrada Familia de Barcelona, que de la visión islámica de Jesús o de la comparación del cristianismo y del budismo, por ejemplo. Su forma tan cortés de saludarle a uno con una profunda inclinación de cabeza hacía que te sintieras apreciado y respetado a la vez por alguien que podría ser tu padre o tu maestro.

Andrew Garfield, en cambio, con su impulsiva juventud, era muy distinto en el trato. Resultaba enormemente incisivo, por ejemplo en sus preguntas acerca del modo de celebrar la misa según el rito tridentino (que, dicho sea de paso, yo nunca he practicado, por lo que tuve que estudiarlo de antemano). Durante el ensayo de esas escenas eucarísticas, el famoso intérprete de Spiderman buscaba la perfección en las rúbricas litúrgicas, de modo que me costó convencerle de que su personaje en la ficción, el P. Rodrigues, como típico jesuita, seguramente pondría más atención en la devoción interior y la dimensión pastoral del sacramento que en la letra roja del misal. Además, en la clandestinidad y sin los ornamentos adecuados, no era cuestión de exagerar las rúbricas.

Con Garfield tampoco fue difícil trabar amistad. Resultó muy interesante escucharle compartir su particular experiencia de los Ejercicios Espirituales, que había realizado con uno de los nuestros en USA, y la impresión que le produjo estudiar el modo de proceder ignaciano para meterse más en el papel del jesuita protagonista del film. Hay que señalar que el actor es de procedencia judía, por lo que tiene mérito ese interés personal suyo en la fe cristiana. A su compañero Adam Driver, más temperamental, se le trabucaba el latín eclesiástico y, en medio del rodaje, soltaba un sonoro improperio…

Para –a continuación– dirigirse a mí, que observaba la escena desde un rincón, y decir cómicamente: usted perdone, Padre.

Jesuitas España

 

«Es el vaso más vacío, el que recibirá más agua fresca»

Compartimos una nueva crónica de nuestro compañero Joan Morera SJ,  desde Mabibo, Tanzania.

«Nuestro «verano» continúa aún por este rincón de Tanzania, donde durante el último mes ha habido bastantes novedades. En primer lugar, quisiera agradecer de nuevo a todos los que estáis colaborando con esta misión a través de pequeñas aportaciones, pronto empezaremos a enviaros más detalles al respecto.

También estamos contentos porque alguno de vosotros ha iniciado los apadrinamientos de los niños más pobres de la escuela, espero que pueda ser un intercambio muy enriquecedor, ¡mil gracias!

Otro motivo de alegría para mí es un cambio contundente: dejo las pantallas para dedicarme a tiempo completo a las personas. Es decir, finalmente la escuela ha encontrado un candidato adecuado para gestionar la sala de informática, y mañana mismo comenzará para mí una etapa muy diferente de estos dos años en Loyola High School.

Una nueva etapa

La nueva etapa de hecho empezó hace una semana, cuando el decano de estudiantes una mañana de lunes me pilló todavía bastante soñoliento y alargándome la mano me dio con la otra un dossier que me despertó de golpe: «¡Buenos días Joan! Eres el nuevo tutor de Form1D. Ahora deberías ir a su clase para controlar su asistencia. ¡Hasta luego!». Todo un reto que me sitúa como educador directo en todo lo que estos estudiantes vivirán en la escuela durante sus dos primeros años: escuchar sus problemas, acompañarlos, alentarlos, corregirlos cuando sea necesario, hablar con los padres (¡hará falta swahili, claro!)… etc. Por ahora trabajo tengo a estudiar sus caras con fotos improvisadas: ¡todos nos parecen iguales, para nosotros europeos!

También he empezado a enseñar la asignatura de Valores, que es un curso propio de la escuela para educar en humanidad. Por ahora he iniciado con entusiasmo enseñándoles la vida de San Ignacio, ¡toda llena de valores! Son católicos, protestantes, musulmanes… Este viernes uno de ellos preguntaba: ¿qué es un santo?

¿Un santo puede casarse? ¡Es realmente precioso poder animarlos en tantas descubiertas!

Aparte de eso, intentaré abrir una segunda oficina de acompañamiento (para estudiantes o profesores/personal), como una especie de «oído» o «pulmón» donde la gente pueda tener algún lugar donde ir ante problemas o para acompañamiento espiritual. También estamos procurando iniciar un taller de interioridad ignaciana (psicología y espiritualidad) para trabajar a fondo con los profesores, ya que el futuro de muchas generaciones dependerá de ellos.

Los miércoles, además, habrá sesión de religión para todos: el colegio entero detiene las clases académicas y se divide por grupos y religiones. Desde el director de la escuela hasta el último profesor se reunirá con grupos de estudiantes para guiarlos y compartir juntos la fe que nos mueve hacia Dios. Es una idea innovadora que estoy seguro que nos hará crecer a todos.

Y finalmente también estoy involucrado en el ICT Club, una especie de taller de nuevas tecnologías donde los límites sólo los pone la imaginación: este viernes ante 40 chicos y chicas que han venido les he presentado tres propuestas llenas de retos: la construcción de hologramas 3D sólo con una cubierta de CD y un móvil (ver foto), la construcción de un proyector de vídeo con una caja de zapatos, una lupa y un móvil, y finalmente un proyecto bastante ambicioso pero apasionante: la construcción de un planetario en el techo de la gigantesca iglesia de la escuela (una cúpula enorme sin columnas). Todo llegará, ya os iré detallando los avances, pero ¡¡a todos (a ellos ya mí) nos brillan los ojos!!

En fin, la escuela va adelante, y prueba de esta esperanza es la foto que os adjunto, Rosemary es una chica extraordinaria que ha conseguido 19 premios en el Día de los Premios Anuales que celebramos ayer mismo. El árbol que tantos alumnos plantan con su esfuerzo dará fruto a su tiempo.

Momentos que dan sentido

En esta circular, de manera excepcional, quisiera alargar hasta una segunda página la explicación porque hay momentos que dan realmente sentido a esta misión, y creo que vale la pena poder compartirlos.

Uno de ellos es la vida de Mohamed (nombre falso para proteger su privacidad). Es uno de los niños que cada fin de semana me enseña swahili. Tiene un gran deseo de aprender inglés, pero todavía no lo habla. Dado que está a punto de terminar Standard7 (equivalente a 6o de Primaria), el próximo año debería comenzar Form1 (1o de ESO), y podría venir a nuestra escuela. Pero su familia vive literalmente en la miseria: la madre sola debe cuidar de 4 hermanos (él y tres hermanas) sin padre ni a penas ingreso. Ella procura vender panecillos de vez en cuando, si no se ocupa de las tareas domésticas. Muchos llevan vestidos rotos, y van descalzos. Viven en una choza muy pobre del lado de la iglesia.

Desde el comité GIA de becas de la escuela hemos querido invitarle a entrar a través de una beca, porque tiene mucha capacidad, es brillante y me entiende todas las explicaciones ya antes de que termine la frase. La escuela de los jesuitas, de hecho, fue primariamente construida para ellos, alumnos capaces y sin recursos. Siendo miembro del comité GIA de becas, ayer entré a visitarlos en su casa para hablar con la madre (en swahili) e intentar explicarle la propuesta de parte de la escuela.

Antes de entrar, pregunté a Mohamed: «¿Cómo se llama tu madre?» Y me respondió: «No lo sé». Esto en esta cultura es bastante frecuente, porque si el primer hijo/a de la madre se llama, por ejemplo, María, ella se pasaría a llamar «Mama María». Sin embargo, no deja de conmoverme que las madres africanas, piedras angulares en la vida de este continente, tan sacrificadas por sus hijos hasta darlo absolutamente todo, acaben por entregar hasta su propio nombre.

La chabola se encuentra en medio del polvo y la suciedad de Mabibo. En el interior, la miseria era omnipresente, tan grande como su dignidad. El techo estaba parcialmente hundido, y mirándolo yo me preguntaba qué pasaría en la siguiente estación de lluvias. Una mesa, un viejo sofá y la televisión -quizás el único que los conectaba al mundo exterior de Mabibo- era todo lo que podría parecerse a las casas a las que estamos acostumbrados. La salida exterior, de 4 metros cuadrados, era un estrecho lugar donde cocinar en el suelo, donde los más pequeños jugaban o se paseaban desnudos, o comían, donde todos pasaban y traspasaban atareados… Más adentro, unos 7 u 8 cubos de agua apilados, que tenían que ir a rellenar cada vez, proveían a las 3 familias emparentadas que vivían concentradas en aquella chabola. Cada familia «vivía» en una sola sala de unos 3×3 metros como mucho.

Me acercaron una silla de plástico y conversamos un rato con la madre. Ella ya conocía nuestra propuesta, Mohamed se la había explicado, pero era necesario un contacto más humano. Estaba muy agradecida, y quería invitarme a comer, pero di las gracias.

Hoy, que me he llegado de nuevo para compartir un poco más de inglés con Mohamed, me ha insistido para comer con ellos hasta que he entrado. Era la primera comida del día: té y un plato de arroz con verdura adornado con un algunos frijoles. Un solo plato compartido por toda la familia. Pero en aquellos puñados de arroz comprendí mucho mejor lo que Jesús hace en los Evangelios: comer con ellos es un signo de comunión que sella algo profundo. Para Jesús, recupera los excluidos, marcándolos con el Reino de Dios. Para nosotros también: un nuevo futuro se abre para el pequeño Mohamed. No soy el autor, sólo una sola pieza del rompecabezas para conectar dos mundos, la chabola y la escuela, y en estos instantes siento felicidad. Instrumento de un Dios que extrañamente está sentado a la mesa con nosotros en esta pequeña choza de Mabibo.

Es el vaso de agua más vacío, el que acabará recibiendo más agua fresca

Acabo este recuento de momentos especiales con una última mirada sobrecogedora: hoy, en la misa del domingo, un padre muy joven balanceaba en brazos a una niña muy pequeña que tenía síndrome de Down. La ternura que los unía no la sabría describir en frases, pero la escena venía coronada por una frase impactante que el hombre llevaba estampada en la camiseta: «Somos lo que repetidamente hacemos. La excelencia, por tanto, no es una acción, sino un hábito. (Aristóteles)». Ser niña, pobre, con síndrome de Down en un contexto como Mabibo podría ser una pesadilla, si no fuera por la caricia cotidiana, repetida, de un padre con principios tan tenaces.

Cuando uno no tiene nada, el amor es más auténtico. Es el vaso de agua más vacío, el que acabará recibiendo más agua fresca. Hoy domingo las palabras del profeta Isaías brillaban como el Sol en el beso de este padre: «¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido» (Is 49,15).»

Info SJ

 

Encuentro de la Provincia de España

Los Jesuitas de todo el mundo continúan preparándose para la Congregación General 36 con gran intensidad. Los primeros días de abril, los españoles estuvieron reunidos para debatir y dialogar sobre los desafíos a los que se enfrentan hoy para llevar adelante su misión.

Del jueves 31 de marzo al domingo 3 de abril se celebró en el Centro de Espiritualidad del Santuario de Loyola el primer Encuentro de Provincia de España, un evento que reunió a 170 jesuitas y laicos llegados de todas las plataformas locales de la provincia española de la Compañía de Jesús.

El encuentro tuvo tres objetivos: promover el sentido de cuerpo en la Provincia; profundizar en las tres llamadas que la Congregación Provincial propuso a toda la Compañía; y recoger algunos ecos y líneas de fuerza que iluminen a la Provincia sobre estas tres llamadas.

Las tres llamadas propuestas por la Congregación Provincial, que constituyeron los tres grandes temas del encuentro, son las siguientes:

1. Acudir a las fronteras y periferias.

En esas fronteras destaca el mundo de la migración, los desplazados y los refugiados, y emerge como novedad la cuestión del mundo digital. Esta llamada exige acercarse con misericordia, estableciendo redes, practicando la tarea de reconciliación y de curación de las víctimas.

2. Actualizar el servicio de la fe.

Es una llamada a actualizar el servicio de la fe frente a los procesos de secularismo, descristianización y pluralismo religioso de las sociedades occidentales, suscitando la experiencia del Dios de Jesús y el surgimiento de nuevas vocaciones.

3. Profundizar nuestro ser jesuita.

El jesuita está llamado a cultivar su vida interior, a ser maestro de discernimiento y a vivir una coherencia personal evangélica, como estímulo para que otras personas quieran unirse en este estilo de vida.

Durante los tres días de trabajo del encuentro se sucedieron las mesas redondas, talleres, presentaciones y testimonios personales. Han habido también tiempos de oración de celebración, y algunos momentos lúdicos.

Las plataformas locales, que agrupan a obras y comunidades de cada territorio, prepararon durante los últimos meses su participación en el encuentro, atendiendo a la petición del Provincial de que los resultados del mismo estén “encarnados en los contextos donde realizamos la misión de la Compañía de Jesús en la Provincia”. El primer Encuentro de Provincia será una magnífica oportunidad de hacer presente la riqueza del apostolado de la Compañía.

Fuente: Santuario de Loyola

 

Obispos de Bolivia sobre Narcotráfico y Drogadicción

La Conferencia Episcopal Boliviana dedicó su Carta Pastoral a la problemática del narcotráfico y la drogadicción. Los obispos expresan su preocupación por la expansión de esta actividad ilícita con graves signos de violencia.

Los obispos de Bolivia dieron a conocer el viernes 1° de abril su Carta Pastoral: “Hoy pongo ante ti la vida o la muerte” sobre la problemática del narcotráfico y la drogadicción. En ella, advierten que la expansión de esta actividad es alarmante, ya que ha penetrado las estructuras estatales y las fuerzas del orden y que la economía se nutre en parte de esta actividad ilícita.

En un documento de 48 páginas, los obispos expresan su preocupación por las causas y las consecuencias que genera en el país ser productor, de tránsito y consumidor de sustancias controladas. Además, el texto reflexiona sobre los efectos que tiene este hecho sobre las familias y en la sociedad en conjunto.

“Como es de dominio público, el narcotráfico, en su estrategia de expansión e impunidad, penetra incluso estructuras estatales y fuerzas del orden, comprando conciencias. La corrupción ha minado la credibilidad de autoridades de diversa jerarquía encargadas de la lucha contra el narcotráfico, tanto en el presente como en el pasado”, señala el documento.

Pero, además, los obispos ven que “la economía de nuestro país se nutre, en parte, de recursos provenientes del narcotráfico, lo que la distorsiona». En ese contexto, reafirman «lo expresado en la Carta Pastoral ‘Los católicos en la Bolivia de hoy’: El narcotráfico tiene un elevado impacto en la economía nacional. Esto falsea las condiciones económicas del mercado productivo. Una verdadera lucha contra este mal debe atacarlo también en sus movimientos financieros”.

Agencia Fides

Exigir justicia no es venganza – Mártires de la UCA

La Compañía de Jesús y la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, frente a las reacciones generadas por las órdenes de captura de los 17 ex militares señalados por la justicia española como presuntos autores intelectuales y materiales de la masacre del 16/NOV/1989, comunican su posición a la sociedad en general.

1. No deben extrañar las reacciones de los sectores que tradicionalmente se han opuesto a que la justicia brille en El Salvador. Ante la exigencia de verdad y justicia, siempre han sonado tambores de guerra, han anunciado nuevos derramamientos de sangre, han hablado de abrir heridas, de venganza y de inestabilidad en el país. ¿Quiénes realmente atizan la polarización y provocan inestabilidad: los que buscamos la verdad y la justicia, o los que defienden la impunidad?

2. Demasiadas veces se ha escuchado la obscena frase «perdón y olvido». El dolor causado por un crimen no se resuelve con el olvido, sino con el reconocimiento de la verdad, el arrepentimiento y la dignificación de las víctimas. Ese es el camino del perdón cristiano y la senda para la verdadera reconciliación. Exigir justicia no es venganza, sino reclamar que se repare el daño causado.

3. La Compañía de Jesús y las autoridades de la UCA han reiterado muchas veces su disposición a perdonar a quienes planearon y ejecutaron ese horrendo crimen. Sin embargo, sigue pendiente que se conozca toda la verdad y se deduzcan las responsabilidades respectivas, lo cual se hace a través del sistema de justicia, para que posteriormente se pueda ofrecer el perdón.

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4. Es cierto que la exigencia de verdad y justicia incomoda a los señalados y preocupa a sus amistades y familiares. Pero no se debe olvidar quiénes son las verdaderas víctimas de los crímenes del conflicto armado y quiénes provocaron tanta humillación, sufrimiento y muerte. Víctimas inocentes son Elba, su hija Celina y nuestros hermanos jesuitas. Víctimas son los niños, mujeres y ancianos del Sumpul y de El Mozote. Víctimas fueron monseñor Romero, los sacerdotes, religiosas y miles de catequistas asesinados durante la guerra. Y todas las personas que fueron violadas, torturadas, asesinadas y desaparecidas. Estas víctimas nunca han sido centrales para los Gobiernos de posguerra. Se les condenó al olvido y a sus victimarios se les premió con impunidad. Ahora, cuando se acusa judicialmente a quienes la Comisión de la Verdad señaló como responsables últimos de la masacre en la UCA, se pretende hacer pasar como víctimas a los verdugos.

5. Las capturas y la petición de extradición no son un asunto político, como se pretende hacer ver. Las capturas responden a una orden de captura internacional girada a través de la Interpol, cuyo cumplimiento es obligatorio por los compromisos asumidos por El Salvador a nivel internacional en materia policial y judicial. Al contrario, ha sido la falta de voluntad política la que ha impedido que se haga justicia en nuestra tierra y la que ha obligado a recurrir a la justicia española. Lo hemos dicho antes y lo seguimos sosteniendo: queremos que funcione el sistema de justicia salvadoreño y por ello hemos trabajado, aunque sin obtener ningún resultado hasta la fecha.

Mientras la justicia salvadoreña mantenga sus puertas cerradas, no se debe impedir que el caso se ventile en las instancias de justicia internacional. Si los imputados no son culpables de lo que se les acusa, tendrán la oportunidad de demostrarlo en un juicio que ofrece las debidas garantías. Si solo obedecían «órdenes de los políticos», como declaró un alto militar de la época, deben decir qué políticos les dieron la orden de masacrar a dos mujeres inocentes y a seis defensores de la verdad y la justicia. Si es cierto que esa orden existió, los altos jefes militares debieron actuar conforme a su conciencia y desobedecerla, pues ya monseñor Romero les había avisado: «Ante una orden de matar que dé un hombre, debe de prevalecer la ley de Dios que dice ‘No matar'».

6. Las reacciones y opiniones contra las capturas realizadas por la Policía responden a los intereses de los responsables de planificar y ejecutar masacres durante la guerra; victimarios que hasta la fecha han sido protegidos por el Estado y han preferido optar por la impunidad en desmedro de la verdad y la justicia. Las graves violaciones a los derechos humanos cometidos por parte del Estado son más graves en cuanto está obligado a defender y proteger siempre los derechos humanos, incluso en situación de guerra. Quienes decidieron el asesinato de los jesuitas con nocturnidad y alevosía saben perfectamente que no perpetraron «simples asesinatos». La masacre fue el resultado de un plan pensado y ejecutado con la lógica del terrorismo de Estado, y por ello es un crimen de lesa humanidad. Defender a los que tuvieron la última responsabilidad en los asesinatos e impedir que la justicia realice su misión es avalar el crimen y ponerse del lado de la impunidad.

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7. Querer conocer la verdad de lo que ocurrió y llevar el caso ante la justicia no atenta contra el auténtico espíritu de los Acuerdos de Paz. Hay que recordar que las partes negociadoras se comprometieron a cumplir con las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y reconocieron la «necesidad de esclarecer y superar todo señalamiento de impunidad de oficiales de la Fuerza Armada, especialmente en los casos donde esté comprometido el respeto a los derechos humanos». A tal fin, las partes remitieron «la consideración y resolución de este punto a la Comisión de la Verdad. Todo ello sin perjuicio del principio […] de que hechos de esa naturaleza, independientemente del sector al que pertenecieron sus autores, deben ser objeto de la actuación ejemplarizante de los tribunales de justicia, a fin de que se aplique a quienes resulten responsables las sanciones contempladas por la ley» (Acuerdos de Paz, Capítulo I: Fuerza Armada). Este es el verdadero espíritu de los Acuerdos de Paz, que fue desvirtuado posteriormente por las partes al aprobar la ley de amnistía.

8. La actuación del Gobierno al respecto deja mucho que desear. La PNC no solo cumplió tardíamente la difusión roja, sino que únicamente ha capturado a cuatro militares (tres de ellos de bajo rango y con menos probabilidades de ser extraditados), permitiendo la fuga de 13 ex militares, entre ellos seis reconocidos ex oficiales que nunca se han sentado en el banquillo de los acusados y que son acusados de ser los presuntos autores intelectuales de la masacre. Además, el Presidente trató el caso como un asunto político al reunirse con los partidos para darles explicaciones por las capturas, sin que haya trascendido el mensaje que les transmitió. Tampoco fue pertinente ni acertado que el Vicepresidente pidiera la no extradición y se uniera así al coro de la derecha política, que pretende seguir manoseando la autonomía e imparcialidad del sistema de justicia.

9. Reconocemos y apoyamos la actuación del Procurador General para la Defensa de los Derechos Humanos, que con valentía y con argumentación sólida ha instado a las autoridades respectivas a cumplir con la ley. Y condenamos las acusaciones e insultos de los que ha sido objeto por parte de los que quieren que la impunidad siga vigente en el país; gente que no tiene ninguna autoridad moral para criticar a un defensor de los derechos humanos.

10. Conocer la verdad de lo que pasó en este y otros casos será un bien para El Salvador, contribuirá a que se haga justicia para la víctimas, constituirá un paso trascendental en el proceso de reconciliación y llevará paz a los mismos victimarios. Solo siguiendo este camino podremos decir con el profeta Isaías: «La obra de la justicia será la paz y los frutos de la justicia serán tranquilidad y seguridad para siempre. Mi pueblo vivirá en habitaciones buenas, en barrios seguros, en lugares tranquilos». Para el pueblo de Dios, nunca ha existido contradicción entre justicia y paz, entre verdad y paz. Al contrario, la paz es el fruto de la verdad y de la justicia.

Periodista Digital

 

FAVELA AMAZONAS: Un nuevo retrato de la selva

Un tercio de la población de las grandes y medianas ciudades de la Amazonía vive en territorios de narcotráfico y violación de derechos humanos. En las zonas periféricas de la selva tropical más grande del mundo, la calidad de vida es peor que en las periferias y las favelas de Rio de Janeiro y Sao Paulo. Esta es la primera entrega de FAVELA AMAZONAS.

El diario Estado encontró una nueva realidad en la Región Norte, donde hay mafias que desvían credenciales del Bolsa Familia y del seguro social, grupos que manipulan informes sobre vacunación y mortalidad infantil, mientras las milicias toman el lugar de los antiguos pistoleros. Ante el aumento del éxodo provocado por políticas públicas, la frontera y la selva pierden habitantes y los asesinatos de personas sin techo en las periferias superan los homicidios por disputas de tierra. En defensa de sus derechos, una nueva generación de líderes sociales desafía los poderes paralelos en los centros urbanos amazónicos.

La Selva se Urbaniza

Del machete Kayapó a la ametralladora robótica del grafiti.

Son tiempos de crimen, furia y odio extremos en la selva. En la Amazonía se revive la explosión de violencia urbana de las favelas, suburbios y periferias de Rio de Janeiro y Sao Paulo de los años 1980, la “década perdida”. Hoy 37,4% de la población de las 62 ciudades con más de 50.000 habitantes de la Región Norte vive en áreas ocupadas por el tráfico de drogas, en las cuales este reportaje tuvo que pedir autorización para entrar.

En la investigación hecha por Estado se compararon mapas de devastación ambiental, datos de alcaldías, informes sobre de seguridad pública de secretarías de estado y declaraciones de autoridades y activistas sociales. Hay una paradoja: justo en el momento en que la selva está más conectada gracias a la expansión del uso del celular y de internet, se aleja de la curva de mejoría en calidad de vida del Centro-Oeste, del Sudeste, del Sur y del Nordeste de Brasil.

La Amazonía, a partir de la cual se generaron discursos acalorados sobre una posible internacionalización de su territorio, hoy es una colcha de áreas en donde si el Estado brasilero no entra con sus agentes de seguridad, mucho menos con profesionales de la salud y la educación.

Contrario a lo que temían nacionalistas y militares, el territorio prohibido no fue cercado por gobiernos extranjeros, sino por pequeños poderes internos. Gracias a su dimensión, la selva resistió en buena medida y en muchas áreas sigue en pié. Sin embargo, las personas que viven en ella, están sin asistencia. En plena era de tecnología y redes sociales, los brasileros “al margen de la historia”, término usado por Euclides da Cunha durante la expedición a los Ríos Madeira y Javari a comienzos del siglo pasado, se encuentran hoy en periferias no menos aisladas. La pelea en la Amazonía por derechos que están garantizados hace décadas en otras partes del país, continúa.

La ausencia de una red de protección social fuerte de la sociedad civil y del poder público deja a las favelas amazónicas –conocidas como invasiones- aún más lejos de los sectores productivos y de los empleos, comparado con las ocupaciones urbanas de las regiones desarrolladas de Brasil. Las muertes por armas de fuego registradas en el Mapa de la Violencia 2015 no dejan lugar a duda: la Región Norte tuvo un aumento de 135,7% en homicidios de 2002 a 2012, periodo en el cual Rio y Sao Paulo, en el Sudeste, presentaban caídas superiores al 50%. Este estudio fue elaborado por el sociólogo Julio Jacobo Waiselfisz en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y con datos del Ministerio de Salud.

El sistema de producción basado en las grandes obras de infraestructura, que dan empleos en masa pero temporales, y en las materias primas generadas por la minería, la soja y la ganadería, no garantizó una economía inclusiva. El mercado de trabajo no crece automáticamente alrededor de los proyectos. Por otro lado, los programas federales de distribución de renta por medio de transferencias directas aplicados en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, que transformaron positivamente el sertão nordestino, no atienden a la compleja realidad amazónica.

En la inauguración de la Belén-Brasilia en 1960, carretera que conecta Anápolis y Marabá, el área amazónica de Brasil, que comprende los estados de Acre, Amapá, Amazonas, Roraima, Rondônia, Mato Grosso, Pará, Tocantins y parte de Maranhão, tenía un 35% de población urbana. Ese porcentaje aumentó a 44% en 1980, 58% en la década siguiente y 69% en el 2000. Hoy, con 24 millones de habitantes, casi un 80% de la población de esa área vive en las ciudades. La ascendencia constante de la curva muestra que la política para atender las demandas de energía y transporte de otros centros del país iniciada en el gobierno de Juscelino Kubitschek se mantuvo en el régimen militar y en la democracia y, con ella, el éxodo y la concentración de tierras.

El Brasil de la industria y del desarrollo que comenzó a ser implementado un poco antes por el presidente Getúlio Vargas, nunca convivió con la idea de la selva en pie. La excepción, por más extraño que parezca, ocurrió en el corto y escandaloso mandato de Fernando Collor (1990-1992), cuando fueron demarcadas las áreas indígenas más grandes del país.

Es importante aclarar que las historias aquí relatadas se encuentran en forma de números en los informes del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE). Si bien la Amazonía brasilera es desde hace dos décadas más urbana que rural, los flagelos de sus ciudades suelen ser opacados por los problemas del “paraíso verde”desde que en 1989 la India Tuíra Kayapó acercó un machete al rostro del entonces presidente de la Electrobras, Jose Antonio Muniz Lopes, en una protesta contra una hidroeléctrica en el río Xingú. Bastante antes de que Gaby Amarantos, una cantante de los bares y de la sacristía de la Iglesia Católica de Jurunas, la quinta favela más grande de Brasil, saliera de Belén y tuviera éxito con Ex Mai Love y Xirley, hits de la música tecnobrega.

En la Amazonía, el avance de la urbanización también resultó en encuentros forzados entre diferentes culturas y tradiciones. Con un pasado reciente marcado por el exterminio de guerrilleros, sindicalistas rurales, líderes sin tierra y religiosos de las bases católicas de la izquierda, la región vive un nuevo momento de movilizaciones sociales. Se trata de una generación sin vínculos con entidades nacionales, que se articula en las redes sociales y orbita alrededor de la cultura en relación a la violencia y a las desigualdades. Grafiteros dibujan ametralladoras robot en los muros de las ciudades. Jóvenes líderes indígenas intentan sacar a la Fundación Nacional del Indio (Funai) del ostracismo. En la nueva selva, un lienzo de solidaridad, todavía frágil, se expresa por medio de batallas de rap, al ritmo del baile del “free step”, de la música de los soundsystems, de la actuación de los hackers del software libre y del trabajo de los documentalistas independientes. La región que dio nuevas formas a la cultura nacional, con los libros y los viajes de Euclides de Cunha, Mário de Andrade, Raul Bopp, y Dalcídio Jurandir, muestra en la actualidad un arte de resistencia.

La nueva generación de activistas sociales no goza de la atención que el exterior pone en la selva. En las últimas dos décadas, la Amazonía perdió el status de área de preocupación ambiental. La selva tropical enfrenta la competencia del deshielo, del efecto invernadero y de los cambios climáticos en el debate internacional. Esto ocurre inclusive la región siendo reserva el 20% del agua dulce de la Tierra. Viajar por la selva después del “boom” ambientalista de finales de los años 1980 y comienzos de los 1990, cuando el cacique Raoni subía a los escenarios con el cantante Sting y Jacques Cousteau sorprendía con sus aventuras en los ríos caudalosos, es encontrar un mundo de penurias conocidas por quienes viven en las metrópolis. Además, la región dejó de recibir recursos del área social de entidades y gobiernos europeos que, en medio de la crisis financiera internacional, concentran las inversiones en África, dejando el Brasil de las conquistas de la era de consolidación del real y del gobierno Lula en segundo plano.

Cómo fue realizado este reportaje

Los mapas de deforestación pueden revelar el poder del crimen en las ciudades. La recolección de datos sobre la influencia de los comandos del narcotráfico en la vida de los habitantes de la Región Norte empleó fuentes de satélites del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (Inpe) y del Imazon sobre quemas forestales, mapas de barrios, alcaldías, informes de criminalidad de secretarías estatales de seguridad pública y también declaraciones oficiales.

Se utilizaron registros de 39 municipios del estado de Pará, ocho de Amazonas, siete de Rondônia, tres de Tocantins, dos de Amapá, dos de Acre y uno de Roraima. Con la lista de las ciudades más habitadas, recurrimos a las alcaldías y al IBGE para obtener nombres de barrios e invasiones, tamaños de área y numero de habitantes. En Belén, por ejemplo, fueron analizados 70 barrios –del Guamá, con 94.000 personas al Maraú, de apenas cien habitantes-. Autoridades de seguridad pública, comandantes de policía, activistas sociales y habitantes, en los casos de las ciudades visitadas, fueron escuchados para hablar sobre la situación de cada área del barrio y de manchas urbanas de los municipios. En los casos de barrios con más de 15.000 personas, el peso dado a las declaraciones de gentes de seguridad fue mayor para estipular cuantos habitantes vivían en zonas de riesgo.

No es poco frecuente, especialmente en el área metropolitana de Belén, que milicias conformadas por grupos de policías o de ex policías que actúan por cuenta propia en seguridad a empresas y habitantes, en acciones de exterminio y en venta ilegal de armas y municiones, actúen en las áreas de tráfico. a veces ocurre que un hombre de milicia también es un traficante de drogas. En muchos barrios de la capital de Pará, no es posible definir si el territorio es de los traficantes o de los milicianos.

Ya que se utilizaron declaraciones orales, la investigación requirió determinar periodos de tiempos muy específicos para obtener un números más exactos. Las campañas de las fuerzas represivas del Estado pueden alterar el mapa de actuación de bandas y narcotraficantes en cualquier momento, así se hayan solidificado en las principales áreas históricamente dominadas por el crimen. Es el caso de la favela Jurunas, con 64.000 personas, donde la falta de planeación urbana y la miseria social aislaron a la población de los beneficios básicos que otorga el poder público. El periodo de tiempo contemplado en este reportaje fue el mes de mayo de este año. Las actualizaciones comenzaron cuando los registros empezaron a ser recogidos, a partir de agosto de 2014.

Sin el valor ni la rigidez de una investigación académica u oficial, este reportaje es apenas un análisis sugerido sobre lo que ocurre en Manaos, Belén, Ananindeua, Porto Velho, Macapá y Rio Branco, por citar las seis ciudades con más de 400.000 habitantes. En Marabá, que tiene 243.000 personas, se constató que el narcotráfico está presente en la vida del 43% de la población. El alcalde João Salame (PROS) hace un análisis “más conservador” y estima que un tercio de la ciudad estaría en esa situación; aunque después eleva el porcentaje al tener en cuenta la población que está en ocupaciones irregulares, áreas más propicias al crimen.

Leonencio Nossa (TEXTO) Y Dida Sampaio (IMÁGENES)

Fuente: Diario Estado

CPAL Social

 

Terremoto en Ecuador – Comunicado del Provincial

Estimados jesuitas, amigos y colaboradores:

El día de ayer, 16 de abril, a las 19h00, se produjo un temblor de 7.8 grados en la escala de Richter. El epicentro estuvo localizado en la costa noroccidente del Ecuador, a unos 400 km de Quito.

Gracias a Dios, nuestras comunidades de la costa: Portoviejo, Manta y Guayaquil están bien, sin daños materiales, igualmente las demás comunidades de la Provincia. Sí están afectadas las edificaciones de la PUCE-MANABI (Chone, Bahía de Caráquez y Portoviejo). También el edificio del Centro de Promoción Social Río Manta, donde se encuentran paredes externas cuarteadas y se han caído algunas las divisiones internas.

Las poblaciones más perjudicadas son Pedernales y Muisne. A 17 km. de Pedernales, en la comunidad el Cañaveral, tenemos una escuela popular y unas cabañas del Colegio San Gabriel. Las cabañas están siendo utilizadas como refugio para los vecinos.

Según las noticias oficiales, hasta el momento hay más de 230 fallecidos, más de 1.500 heridos y cientos de desaparecidos.

Las muestras de solidaridad de nuestras Comunidades y Obras, de Organizaciones, Instituciones y personas particulares han sido muy significativas, muchas gracias. Sigamos apoyando y orando por las víctimas de esta tragedia.

Encomendemos al Señor y a nuestra Madre Dolorosa.

Un abrazo para todos y gracias por la solidaridad.

P. Gilberto Freire, S.J – Provincial Jesuitas Ecuador

Reflexión del Evangelio, IV Domingo de Pascua

Por José Antonio Pagola

Juan 10,27-30

La escena es tensa y conflictiva. Jesús está paseando dentro del recinto del templo. De pronto, un grupo de judíos lo rodea acosándolo con aire amenazador. Jesús no se intimida, sino que les reprocha abiertamente su falta de fe: «Vosotros no creéis porque no sois ovejas mías». El evangelista dice que, al terminar de hablar, los judíos tomaron piedras para apedrearlo.

Para probar que no son ovejas suyas, Jesús se atreve a explicarles qué significa ser de los suyos. Solo subraya dos rasgos, los más esenciales e imprescindibles: «Mis ovejas escuchan mi voz… y me siguen». Después de veinte siglos, los cristianos necesitamos recordar de nuevo que lo esencial para ser la Iglesia de Jesús es escuchar su voz y seguir sus pasos.

Lo primero es despertar la capacidad de escuchar a Jesús. Desarrollar mucho más en nuestras comunidades esa sensibilidad, que está viva en muchos cristianos sencillos que saben captar la Palabra que viene de Jesús en toda su frescura y sintonizar con su Buena Noticia de Dios. Juan XXIII dijo en una ocasión que «la Iglesia es como una vieja fuente de pueblo de cuyo grifo ha de correr siempre agua fresca». En esta Iglesia vieja de veinte siglos hemos de hacer correr el agua fresca de Jesús.

Si no queremos que nuestra fe se vaya diluyendo progresivamente en formas decadentes de religiosidad superficial, en medio de una sociedad que invade nuestras conciencias con mensajes, consignas, imágenes, comunicados y reclamos de todo género, hemos de aprender a poner en el centro de nuestras comunidades la Palabra viva, concreta e inconfundible de Jesús, nuestro único Señor.

Pero no basta escuchar su voz. Es necesario seguir a Jesús. Ha llegado el momento de decidirnos entre contentarnos con una «religión burguesa» que tranquiliza las conciencias pero ahoga nuestra alegría, o aprender a vivir la fe cristiana como una aventura apasionante de seguir a Jesús.

La aventura consiste en creer lo que él creyó, dar importancia a lo que él dio, defender la causa del ser humano como él la defendió, acercarnos a los indefensos y desvalidos como él se acercó, ser libres para hacer el bien como él, confiar en el Padre como él confió y enfrentarnos a la vida y a la muerte con la esperanza con que él se enfrentó.

Si quienes viven perdidos, solos o desorientados pueden encontrar en la comunidad cristiana un lugar donde se aprende a vivir juntos de manera más digna, solidaria y liberada siguiendo a Jesús, la Iglesia estará ofreciendo a la sociedad uno de sus mejores servicios.

 

“La Iglesia católica tiene que convertirse en una Iglesia mundial”

Cristina Fontenele

En entrevista exclusiva con Adital, el doctor en Teología Carlos Schickendantz explica los desafíos de la Iglesia latina, destacando que ésta perdió el contacto con otras tradiciones cristianas, lo que condujo a un empobrecimiento de la noción de Iglesia. Como escenario futuro, él indica que la Iglesia Católica necesita convertirse en una Iglesia mundial, con una tradición que se construye a partir de procesos de inculturación de distintas realidades.

Schickendantz es autor de varios libros y artículos, ya fue vicerrector de la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina, y, actualmente, es director de publicaciones de la Colección de Teología de los Tiempos, del Centro Teológico Manuel Larraín, en Chile. El teólogo analiza también las diferencias entre las iglesias europeas y las latinoamericanas, y confirma que «no se medía con la misma vara” a las producciones latinas ya las producciones de otros lugares.

¿Cuál es el nuevo impacto del Vaticano II?

Un nuevo impacto viene con la ascensión de Francisco como obispo de Roma, en una doble línea. Por una parte, se recupera un concepto del Concilio: la categoría de ‘pueblo de Dios’. Esto tiene una gran significación, porque es una categoría que el Concilio eligió, no como otra entre otras, sino como la más adecuada para describir la naturaleza de la Iglesia. Francisco recupera la noción de ‘pueblo de Dios’, con todas las consecuencias que esto tiene, participación y responsabilidad de laicos y laicas en la vida de la Iglesia, en fin, sujetos históricos, etc.

Y la segunda es la metodología del lavado de pies, que fue tan importante en América Latina, que no fue adecuadamente recibida en el gobierno universal. Esta metodología fue muy importante en América Latina, para desarrollar una identidad eclesial y, particularmente, la opción preferencial por los pobres.

Si pudiera hablar sobre cinco grandes reformas en la Iglesia ¿cuáles serían?

Una sería, como dice Francisco, ‘yo intento realizar una vuelta al Evangelio’, ‘hacer, de nuevo, que el Evangelio sea operativo, eficaz, que sea el centro de mi preocupación’. Mucha gente que conoce a Francisco diría que su gran señal es una vuelta al Evangelio y una forma de vida, desde el Papa, que es transparente y refleja más el Evangelio.

Una segunda cosa tremendamente importante es colocar el papado, este símbolo internacional tan relevante, al servicio de la justicia y de los pobres de la Tierra. El Papa tiene mucha relevancia a la hora de hablar de Estados Unidos, de hablar de la ONU; en su forma de vida, en su agenda para colocar a la Iglesia al servicio de los desfavorecidos.

Un tercer punto podría ser, lo que hoy se dice sobre ‘sinodalidad’ de la Iglesia. Una Iglesia que haga funcionar toda su riqueza, recuperando y poniendo más valor en la fe de los cristianos, laicos, hombres y mujeres en la vida de la Iglesia; de un modo que le permita aprovechar toda la potencialidad de la Iglesia, modificando una estructura bastante monárquica de autoridad.

Un cuarto punto podría ser el tema de las mujeres, tan importante para la vida de la Iglesia. Un tema que todavía, como muchos reconocen, está muy atrasado el reconocimiento de su dignidad, de su participación en la toma de decisiones, en el ejercicio de ministerios en la Iglesia.

Y un quinto punto, el tema de la inculturación. El Papa está decidido a dar más valor a las iglesias regionales, o sea, a los diversos contextos. La misma consistiría en una menor preponderancia de la dimensión normativa, una salida del centro, y mayor énfasis en los procesos de inculturación en las propias regiones, a través del discernimiento de las propias iglesias. Éstos podrían ser algunos puntos que están en ejecución y que ya se van mostrando sucesivamente.

Hablando sobre reformas, ¿cómo evalúa los escándalos sexuales del clero y la actuación del Papa Francisco en este asunto? Porque hay mucha polémica, algunas personas apoyan al Papa y otras creen que él no hace lo suficiente.

Éste es un tema muy complicado, que, gracias a Dios, salió a la luz. Es preciso reconocer que el Papa Benedicto XVI hizo un avance importante en este punto. Pero es un tema inacabado, como bien se dice. Es preciso colocar el foco sobre todo en las víctimas, ya no se puede reescribir el pasado. Tenemos que tratar de, por una parte, atender a las víctimas, en todo que se pueda, escuchándolas para que nos digan cómo podemos ayudarlas, después de los daños que fueron causados. Tenemos que revisar nuestras estructuras, para que suenen las alarmas cuando se produzca este tipo de hechos, y pueda ser detectado cuanto antes.

Hoy día hay pasos que están siendo dados. Es comprensible que todo el mundo juzgue que éstos son siempre insuficientes. Pero estoy confiado en que, después de este gran destape, esta gran explosión, la Iglesia podrá aprender de los errores que fueron cometidos.

Algunas personas citan como causa de esos abusos el celibato obligatorio. ¿Qué piensa acerca del celibato?

Pienso lo que dijo el arzobispo (argentino Víctor Manuel) Fernández, que está cerca del Papa. Es necesario poner en funcionamiento un proceso de discernimiento, que implique un diálogo, reflexión, oración, y consulta de opinión de muchos y muchas. Que se abran procesos de discernimiento y busquemos lo que Dios quiere, con el criterio de dejarnos llevar por el Evangelio, y por lo mejor de la tradición de la Iglesia. Y con la preocupación de releer, hoy, la mejor estructura y la mejor decisión.

Creo que el Papa estaría abierto a un proceso de discernimiento, sin él querer decir esto o aquello. Un proceso en el cual el Espíritu de Dios, nos coloque donde nosotros podamos ver, como hizo el Concilio. Pero, ahora, con laicos y laicas de todo el mundo. Veamos adonde esto nos lleva y tomemos la decisión que necesita ser tomada. Creo que, en principio, no se puede descartar la cuestión del celibato. Nadie piensa que ésta sea la solución para la crisis que la Iglesia tiene, pero es un tema en el que no hay ningún motivo para que se posterguen los procesos de diálogo en torno de este asunto.

Es necesario tener una reflexión común, hablar abiertamente, mirar los puntos de unos y de otros, y así tomar a decisiones, como ha ocurrido siempre en la Iglesia. Porque en la Iglesia, el consenso tiene una enorme relevancia. No hay obispo de Roma, si no tiene los 2/3 de los votos, no hay un documento del Concilio, si no tiene los 2/3 de los votos.

El tema del consenso, ahora, es necesario ampliarlo, que no sea ya una cuestión solamente de los obispos. Con la eclesiología que tenemos hoy, es preciso ampliar y escuchar a los fieles, que tienen ese sensus fidei, ese olfato como dice el Papa, para discernir lo que es bueno, lo que Dios quiere, lo que es mejor…

¿Cuáles son las diferencias entre las iglesias europeas y las latinoamericanas?

Naturalmente, es una gran novedad que un papa latinoamericano llegue al obispado de Roma, y significa una realidad que es difícil de medir para los europeos. Sobre todo, porque este hombre llega con su forma de ser, de vestir, de hablar, de tomar decisiones, de rodearse de gente… Es muy diferente y representa un gran contraste con la forma de ejercer el episcopado y el obispado de Roma.

Es un hombre que se mete en ‘la Corte’, en la Curia Romana, con otra dinámica, otra forma de vestirse, de tratamiento. El Papa viene a representar, en este punto, una gran diferencia; porque lleva su forma de vida a un lugar, que es fundamentalmente distinto.

Europa está viviendo procesos que son, parcialmente por lo menos, muy diferentes de lo que se vive en otras regiones del mundo. No es lo mismo que en África, que tiene otros desafíos, una Iglesia en crecimiento, que no está en disminución, como es la sensación en distintos lugares de Europa, donde hay una Iglesia en retiro, con empobrecimiento institucional, con un fuerte proceso de inculturación.

Los procesos son muy diversos en cada lugar. Ciertamente, la Iglesia latinoamericana tiene ahora que contribuir, y creo que está bajo los ojos de todos en la personalidad de Francisco, que es un típico latinoamericano pos-conciliar. En este sentido, hay una gran diferencia con la agenda europea y la agenda asiática. Los latinoamericanos, en todo caso, continúan siendo occidentales. De repente, veremos a un obispo de Roma asiático, africano y, entonces, veremos otro destaque, otra historia, otra tradición, otros autores, lenguajes. La Iglesia va a vivir momentos muy fascinantes en la próxima década y, a veces, no tan difícil de digerir para todos.

¿Cuáles son los desafíos prácticos para esa Iglesia latina?

Como ya dijo Juan Pablo II, ‘respirar con los dos pulmones’. En el segundo milenio, la Iglesia latina, fue una tradición que de alguna forma monopolizó, perdió contacto con otras tradiciones cristianas, católicas. Y esa ruptura condujo a un empobrecimiento de la noción de Iglesia, de la noción de ministerio, a un escuchar la palabra de Dios en la vida de la Iglesia, etc.

Creo que hoy la Iglesia Católica está con un desafío, como decía un teólogo alemán, hace una década, en un texto muy citado, la Iglesia Católica tiene que convertirse en una Iglesia mundial. Quiere decir, no exporta una tradición cultural latina, sino una tradición católica, que se construye a partir de procesos de inculturación de distintas realidades. No es la misma combinación que Francia, Filipinas, India, Guatemala y, por lo tanto, vamos a hacer una estructura mucho más plural, con el desafío de conservar la unidad. Pero, con lugar de destaque para la diversidad, la pluralidad, el valor del propio contexto, en el derecho, en la Teología, en la pastoral.

La Iglesia necesita adaptarse a los contextos locales…

Ciertamente. Un proceso de releer la propia tradición cristiana, volviéndose hacia Jesús, el Antiguo Testamento. Releer la propia tradición cristiana, en el propio contexto cultural. La organización es siempre un proceso de diálogo, de cultura, sin necesidad de absolutización alguna. El Evangelio tiene que ser nuevamente dicho, cantado, hecho Teología, hecho liturgia.

En cada contexto cultural, es necesario reinterpretar la tradición de estos 2 mil años, en un nuevo contexto cultural. Esto lleva a una gran creatividad porque aparecen nuevos destaques, algunos puntos de novedad, imprevistos. Así surgió, por ejemplo, la opción por los pobres en la historia del pos-Concilio latinoamericano. Esto es algo fascinante, que debe ser realizado por las personas de los propios lugares, no por la exportación de un sistema, de un centro de gobierno mundial que podría tener en la Iglesia católica.

Ya comentó que existían tratamientos distintos para los teólogos europeos y para los latinoamericanos. ¿Cómo ocurrió esto?

Como reconocen muchos autores, (y Francisco inclusive) en los últimos años, hubo demasiados procedimientos contra teólogos, teólogas e instituciones. Procedimientos criticables a partir de diferentes perspectivas. Una de ellas es no respetar la autonomía de los obispos y de las propias Conferencias Episcopales: pasar por encima de ellas, determinando a partir de Roma, sin escucharlas, sobre lo que debían hacer las iglesias regionales con sus discernimientos, según la Teología que cada una estaba produciendo.

Un aspecto en el cual se notó esto fue el doble patrón o doble medida, que se usó para juzgar a teólogos de otras latitudes en relación con los teólogos de Roma. Como dijo [Gustavo] Gutiérrez y algunos otros, no se medía con la misma vara las producciones de aquí y las producciones de otros lugares. Y, a veces, expresiones solamente repetidas por teólogos y teólogas latinoamericanas de expresiones europeas aquí tenía efectos, como perder la cátedra o no poder asumir cátedras en Facultades de Teología, mientras que autores europeos ni siquiera se enteraban de esto. Yo mismo tuve la oportunidad de hablar con teólogos europeos y decirle a ellos ‘vea, esa frase que usted escribió y que ahora está en nuestros textos, la Congregación de la Fe dijo que no era una frase adecuada’.

¿Qué significa la acción del Espíritu en el corazón de los pueblos?

Una cosa importante es reconocer la acción del Espíritu que opera en todas las personas, lo que está en Pablo. El Espíritu se manifiesta en cada uno, en cada una, para el bien común. Esto es una idea muy vieja, que ahora adquiere una vitalidad. Donde un hombre y una mujer toman la palabra puede estar el Espíritu, diciéndonos una palabra que no encontraremos buscando solamente en la Biblia, o solamente en el texto del magisterio, o solamente en el texto de la tradición, o en un autor teólogo. En las personas se manifiesta el Espíritu, para el bien común. Esto se otorga a las biografías, a las experiencias, a las palabras de las personas particulares concretas, cualquiera que sean sus condiciones, una autoridad que puede ser impresionante, si discernimos que ahí está el Espíritu.

Y lo mismo con los procesos culturales, que son inspirados por Dios, como reconoció el Concilio muchos de ellos. A través de un proceso de discernimiento, es necesario distinguir porque, como dicen, ‘no cualquier paloma es el Espíritu Santo, ni cualquier espíritu es el Espíritu de Dios’. Por eso, es necesario que haya un proceso de discernimiento, que nos haga discernir por donde Dios va llevando a la Iglesia.

Procesos, por ejemplo, como la defensa de la vida, del medioambiente, del trabajo, del techo, de la evangelización, por los que el Espíritu nos va llevando. Dios está vivo, nos acompaña, habla y quiere orientar a la Iglesia. Así, debemos quedarnos a la escucha de esa palabra, de ese Espíritu.

Ese Espíritu es para todos y todas. Por eso, es preciso crear estructuras que permitan que cada persona pueda hablar. Donde su palabra pueda ser dicha, escuchada y tomada en serio. La organización tiene que prestar ese servicio y posibilitar la escucha. Cuando alguien toma la palabra, puede estar hablando en nombre de Dios. No sólo los obispos, no sólo los cardenales, sino también los más simples de la Iglesia Católica. O alguien de afuera inclusive. O, como dijo el Concilio, incluso quien nos persigue, puede darnos, en algún momento, una luz que no vendría de otro lado, sino de esa biografía, de esa palabra, de esa experiencia, que aunque nos agrede, también nos moviliza.

ADITAL

 

Peregrinos de la misericordia en Javier, España

La misericordia es la protagonista de la Novena de la Gracia que se celebró del 4 al 12 de marzo en el santuario de Javier, bajo el lema «Peregrinos de la misericordia». La novena y las tradicionales Javieradas, se suman de esta forma al Año Jubilar de la Misericordia convocado por el papa Francisco, que nos brinda la oportunidad de descubrir a Dios, como el Padre de la misericordia.

En palabras de Francisco Javier Cortabarria SJ (rector del santuario) durante la Novena de la Gracia y las Javieradas hemos hecho una experiencia no ha quedado en mero ejercicio físico de llevar una mochila a la espalda. Por el contrario, hemos vuelto con nuestras mochilas cargadas de la misericordia de ese Dios Padre bueno y con nuestros corazones agradecidos.

Además, con ese mismo objetivo, el santuario de Javier ha instalado en el porche cubierto del centro de Espiritualidad una exposición titulada Rostros de la misericordia ilustrada con imágenes de mosaicos del padre jesuita Marko Ivan Rupnik SJ y con textos del sacerdote Pablo Cervera. La exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 20 de noviembre, ayudará a visitantes y peregrinos a entender el sentido del año de la Misericordia a través de las obras corporales y espirituales.

El arzobispo Francisco Pérez González ha visitado la muestra esta mañana, coincidiendo con la Javierada Sacerdotal, y ha impartido su bendición quedando así la exposición inaugurada.

Jesuitas España