Las Redes Sociales plantean un desafío para los educadores, ya que es parte del proceso de socialización de los sujetos en la sociedad actual.
En la actualidad, lo digital lidera por excelencia las expresiones comunicativas de la sociedad. En este gran abanico de soportes web, crece el protagonismo de las redes sociales como una plataforma que aumenta su influencia en diversos escenarios de la sociedad y que se resignifican día a día porque los usuarios van creando nuevos usos de las mismas; como entretener, informar, publicitar, compartir. De esta manera, constituyen un aspecto central de la socialidad conectada, como afirma la reconocida investigadora y experta en comunicación digital holandesa Van Dijck.
También se utilizan en ámbitos académicos con diversos fines, pero como las redes sociales no nacieron con fines educativos, hay que inscribir sus usos posibles en un contexto particular. Así lo sugiere nuestra docente de la cátedra Taller medios masivos de comunicación y su impacto en la educación, Evelin Pineda, quien recomienda, en primer lugar, ser cautelosos como docentes y no reproducir de manera mecánica en nuestras propuestas los mismos usos generados por fuera del ámbito académico sino que, a partir de esos saberes instrumentales, intentar generar modalidades creativas y diversas de apropiación. En este sentido, plantea comenzar por responder el ¿por qué? y el ¿para qué? de la utilización de determinada red o tecnología; además de reflexionar y acordar colectivamente criterios comunes para interactuar en las redes.
Nuevas prácticas sociales
Hoy en día, las plataformas digitales influencian diversos escenarios sociales y crean nuevos hábitos y conductas digitales-sociales. Existen prácticas diarias como conectarse a Internet, para navegar por la web, chequear nuestras redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea, o simplemente scrollear las pantallas táctiles sin siquiera detenernos a leer, simplemente porque ya hicimos el hábito de deslizar la información para ver si encontramos alguna novedad.
Es así como estos soportes transformaron los paradigmas de la comunicación, en especial, la interacción entre personas. Pineda explica que la forma de interactuar que permiten las redes, se encuentra contenida en una estructura codificada de algoritmos complejos, que generan gran cantidad de información con valor de mercancía a partir de los botones que imponen la noción de ´compartir´ o ´seguir´.
También entiende que las redes sociales se naturalizan como formas ya dadas de la interacción social y que la falta de su cuestionamiento puede conducirnos a aceptar todo tal cual se nos presenta. “Ante un escenario mediático y digital complejo, se vuelve necesario una ´actitud de duda´ como la de Truman en la película The Truman Show (1998) para empezar a cuestionar aquellas cosas que no necesariamente deben ser abordadas de la misma forma en cómo las hemos conocido: desde el formato de interacción que nos propone la red, pasando por los tipos de emoticones, la publicidad o sugerencias de amistad que nos presenta, hasta las actividades que promueven y aquellas que limitan”, propone la docente.
Apropiarse y resignificar
Hoy en día, estas herramientas sui generis cuentan, además, con un grado de apropiación por parte de los internautas, lo que genera nuevas funciones y usos de las mismas. Es así como la identidad del usuario en la web fue mutando y los internautas se convirtieron en productores y consumidores de información, llamados prosumidores. Si bien estos nuevos actores sociales existen desde antes de la llegada de las redes sociales, hoy es más común ver personas en línea no solo consumiendo información sino también produciéndola. En este marco, Pineda explica que se vuelve importante en primer lugar, conocer como docentes qué tipos de consumos culturales hacen de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) nuestros estudiantes y, en segundo lugar, favorecer instancias de producción colectiva y contextualizada con y desde ellos/as, a partir de temas curriculares o emergentes en los espacios educativos.
Ventajas y desventajas
Tanto en la vida general como dentro del ámbito académico, las redes sociales nos proporcionan ventajas y desventajas en su uso diario.
Entre las primeras, estos soportes permiten que los estudiantes se relacionen con los docentes; aumenta la interacción de personas tímidas a la exposición oral; se crean lazos entre compañeros, posibilidades de participación y comunidades con sus mismas preferencias o gustos. En cuanto a la influencia en la vida académica, las redes sociales permiten que los internautas adquieran información educativa, conocimientos informáticos y tecnológicos.
“Uno de los rasgos centrales de las redes sociales es favorecer el contacto interpersonal o grupal, aunque los vínculos que se construyan sean débiles o efímeros. Así mismo, la característica de socialidad e interacción que permiten las redes, puede considerarse un aspecto favorable que habilita el intercambio y poder compartir informaciones, gustos e intereses” resume Pineda y agrega que “la necesidad de conexión permanente a través de distintos dispositivos a las redes y plataformas, tiene efectos sobre cualquier tipo de práctica socio-cultural, no sólo la académica. El problema surge cuando se vuelve una presión constante el imperativo de estar conectado e interactuando todo el tiempo”.
Entre sus desventajas, existe el riesgo de consumir información no fidedigna, ya que muchas veces corresponden a noticias falsas o información sin sustento científico. Estas se viralizan en segundos y se consumen como verdad universal generando un mal mayor llamado la desinformación. Así entramos en un engranaje de riesgos generados por este fenómeno.
Estos soportes digitales son una gran herramienta para el ejercicio de la comunicación e información en los tiempos actuales. En cuanto a las aulas, Evelin Pineda asegura que desde una perspectiva crítica, la capacidad de cambio o transformación no se encuentra solo en la utilización de un tipo de tecnología o red social en clase “para hacerla más innovadora. Se relaciona a la posibilidad de habilitar mediante el trabajo con TIC procesos de reflexión, cuestionamiento y transformación de sujetos en sus formas de escritura, sus códigos de comunicación, sus formas de representación visual y audiovisual, los vínculos que entretejen y los saberes que (re)construyen. Este constituye uno de los aportes fundamentales que la educación puede realizar a nuestra cultura, desde un lugar que cuestione, que enseñe a ser consumidor crítico de redes sociales pero que también ofrezca nuevas posibilidades de producir(se) a nuestros estudiantes”.
Con respecto a las resistencias, sobre todo por parte de algunos docentes, pueden originarse por desconocimiento, miedo a utilizarlas de manera “incorrecta” o simplemente por no construir una experiencia previa propia. Por eso se vuelve necesaria la formación docente en tecnologías digitales y lenguajes tecno-mediáticos para poder trabajar desde una perspectiva crítica que tenga en cuenta las posibilidades pero también las limitaciones en el trabajo con TIC.
Fuente: Universidad Católica de Córdoba