Mensaje del P. General Arturo Sosa en la fiesta de San Ignacio de Loyola

El Superior General P. Arturo Sosa SJ dirigió su mensaje con ocasión de la fiesta de San Ignacio de Loyola ‘a nuestros compañeros y compañeras de misión’, ofreciendo una serie de reflexiones con vistas al Año Ignaciano 2021-2022.

Presentó esta instancia como ‘un llamado a permitir que el Señor trabaje nuestra conversión’ pidiendo ser renovados por Él, para impulsar ‘un nuevo entusiasmo interior y apostólico, una nueva vida, nuevos caminos para seguir al Señor.’ Así presentó el lema elegido para la ocasión: Ver todas las cosas nuevas en Cristo.

En sus palabras, difundidas en video como es novedad en estos tiempos, agradeció a tantos y tantas colaboradores que viven ‘un profundo compromiso’ con nuestra espiritualidad, deseoso de que la Compañía pueda ‘compartir más a fondo…la experiencia fundacional por la que el cuerpo apostólico de la Compañía participa en la misión de reconciliar todas las cosas en Cristo’.

El P. Sosa, que señaló a las Preferencias Apostólicas Universales como guía del Año Ignaciano, animó a los jesuitas a inspirarse en Ignacio peregrino, a quien, ‘su lucha interior y su conversión lo llevaron a una muy cercana familiaridad con Dios’ que le permitió ‘encontrar a Dios en todas las cosas e inspirar a otros’ para formar un cuerpo apostólico lleno de celo misionero.

En particular, animó a quienes ‘somos herederos de ese carisma y responsables de su vigencia’ a vivir intensamente la gracia de la pobreza evangélica, signo en Ignacio ‘de su transformación interior, de su creciente vulnerabilidad ante el Señor, de su indiferencia radical’ para seguir la voluntad de Dios.

Como caminos para vivir esta gracia, el P. General señaló la cercanía con la forma de vida de Jesús, en una intimidad con el Señor ‘que nos capacita para amar y seguir más de cerca a Jesús que nos sigue llamando, especialmente a través de los más pobres y marginados, a través del grito de la tierra, a través de todo lo que es vulnerable.’

En este sentido, se nos presenta el desafío de adaptar nuestra cultura organizativa, “reconociendo nuestras deficiencias e, incluso, pecados en esta materia para poder alcanzar la identificación de nosotros mismos con el Jesús pobre y humilde de los evangelios.”

“Como jesuitas, -continuó el P. Sosa SJ,- debemos preguntarnos qué significa en nuestro tiempo introducir cambios en nuestra vida de pobreza religiosa para hacerla más estricta.”  De modo que, “el examen de nuestra vida en pobreza se convierte en la forma concreta de inspirar la conversión para una re-carismatización de nuestra vida-misión.”

Finalmente, el P. General, señaló el tiempo presente como un “momento transformador para la Compañía de Jesús. Puede ser un momento que libere nueva energía, nueva libertad, nuevas iniciativas, nuevo amor para los demás y para nuestros hermanos y hermanas más afligidos.”

Fuente: jesuits.global

Lo que San Ignacio nos enseñó

Él nos enseñó que a veces es necesario que se fracture la pierna, el alma, los planes, la vida misma, para hallar la voluntad de Dios.

Él nos enseñó a ser buenos soldados sin empuñar fusiles.

Él nos mostró la forma de grandes peregrinos haciendo Santa la propia Tierra.

Él nos enseñó a sentir y custodiar la consolación del corazón.

Él nos enseñó a diferenciar la alegría efervescente del gozo que perdura.

Él nos enseñó a creer que si Dios pudo con los grandes santos de antaño, podrá también conmigo.

Él nos enseñó que el sentido de la vida se encuentra alabando, haciendo reverencia y sirviendo a Dios nuestro Señor.

Él nos llevó a Jerusalén para mostrarnos la bandera de Cristo.

Él nos enseñó a elegir entre binarios.

Él nos enseñó a pasar por la vida sólo deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin para el que fuimos hechos.

Él nos enseñó a orar a Dios creyendo que sólo su amor y su gracia nos basta.

Él nos enseñó a tener paciencia y no hacer mudanza en la desolación.

El nos enseñó que es mejor no poner nido en cosa ajena.

Él nos enseñó la importancia de la santa indiferencia y la docta ignorancia.

Él nos dijo que es mejor no prometer en la consolación.

Él nos enseñó a ver la pluralidad humana con los ojos del Dios encarnado.

Él nos enseñó a examinar el alma y a sentir sus movimientos.

Finalmente, como un legado, él nos dijo que el amor se ha de poner más en las obras que en las palabras.

¡Feliz día de San Ignacio!

Arturo Sosa SJ: “No queremos un mundo donde los pobres son los que pagan factura”

Hoy 31 de Julio celebramos a San Ignacio de Loyola, en una entrevista para Vatican News, el Padre General, Arturo Sosa SJ, se refirió a la espiritualidad ignaciana en el mundo de hoy, la crisis sanitaria por el COVID-19, el discernimiento en la vida social y política, la situación de América Latina, entre otros temas.

La espiritualidad ignaciana hoy

Según Arturo Sosa, la piedra angular de la espiritualidad ignaciana en la misión de la Compañía de Jesús “es el encuentro personal y profundo con Jesucristo, el Crucificado, resucitado. Y esa experiencia lleva a una tal familiaridad con Dios que uno se hace capaz de encontrar a Dios en todo momento y en todas las cosas.” De este modo, “ese encuentro con Jesús se convierte entonces en una experiencia liberadora por la cual se adquiere la libertad interior, que es la condición para ser guiado por el Espíritu Santo y, por tanto, hacerse disponible a hacer solamente la voluntad de Dios” afirmó. Una libertad que hoy en día es indispensable ya que “el mundo está cambiando muy rápidamente y si no somos libres frente lo que hacemos y somos en este momento, no podremos dar los pasos hacia el futuro”.

Discernimiento ignaciano como guía en las elecciones políticas, sociales y económicas..

Profundizando sobre la crisis sanitaria actual y los jesuitas en el mundo, el padre Sosa expresó: “los jesuitas, los compañeros y compañeras en la misión estamos experimentando las mismas pruebas de toda la población que está padeciendo la epidemia, sobre todo, las consecuencias sociales de esta epidemia y las consecuencias políticas y económicas”. Reconoció que la pandemia “pone de manifiesto las debilidades de la estructura social y política en la que vivimos”, afirmando que “se superará de algún modo el problema de salud, pero quedarán consecuencias políticas, económicas y sociales, y que ni siquiera nos imaginamos en este momento y que ya empezamos a experimentar.”

Al mismo tiempo, el Padre General destaca que “esta experiencia es una confirmación del discernimiento que se hizo a las preferencias apostólicas universales, y de la misión que hemos recibido del Santo Padre para llevarlas adelante”. Estas preferencias apostólicas fueron publicadas el año pasado, y son fruto de un proceso de discernimiento que ha durado casi dos años y que ofrecen un horizonte, un punto de referencia para toda la Compañía de Jesús. Las preferencias son: mostrar el camino hacia Dios, caminar con los excluidos, acompañar a los jóvenes en camino, y cuidar de la Casa Común.

Situación actual de América Latina

En referencia a la situación que se está viviendo en América Latina, el padre Sosa expresó: “comparto plenamente el inmenso dolor de tanta gente que está sufriendo las consecuencias sea porque han perdido familiares, sea porque han perdido personas amigas, sea porque están padeciendo la enfermedad, sea porque no tiene acceso a las estructuras que los puedan curar o porque han perdido su trabajo, porque no ven posibilidades de futuro”. Al mismo tiempo, afirmó que “no queremos un mundo así, no queremos un mundo donde siempre los pobres son los que pagan factura y para ello tenemos que realmente organizar estrategias para cambiar estructuras políticas y sociales que hagan posible enfrentar epidemias, que siempre tendremos en un modo distinto, y que podamos realmente humanizar nuestra vida”.

Vocaciones y participación de los laicos

«Siempre hay jóvenes generosos que aceptan esta invitación a formar parte de este cuerpo”. Especialmente “hay un crecimiento muy grande en algunas zonas de Asia, Asia meridional y en todo el continente africano, donde hay muchísimos jóvenes que encuentran en la Compañía un ideal de vida” reconoció.

Sin embargo, “ciertamente el gran cambio que ha habido en los últimos 50 o 60 años es la participación de laicos y laicas y otros religiosos o religiosas en la misma misión, y el estilo como lo hemos venido haciendo desde la compañía” destacó Sosa. Al mismo tiempo, expresó que “en este momento sería impensable el trabajo de la Compañía de Jesús, la misión apostólica, sin los miles y miles de laicos y laicas que participan en las escuelas, centros sociales, centros de espiritualidad, proyectos de pastoral Juvenil”.

Fuente: www.vaticannews.va

Primer encuentro virtual de Hermanos Jesuitas en formación de Latino américa – Rodrigo Castells Daverede SJ

Desde Colombia, Rodrigo Castells Daverede SJ, comparte con nosotros su experiencia en el encuentro virtual de Hermanos Jesuitas en Formación de América Latina que se llevó adelante días atrás. 

Por Hno. Rodrigo Castells Daverede SJ

El pasado sábado 18 de julio por la tarde, participé del primer encuentro virtual de Hermanos Jesuitas en formación de América Latina. El mismo se realizó en continuidad con el encuentro realizado en julio del 2016 en Bogotá y en sustitución del encuentro presencial previsto para julio de este año. Además de un numeroso grupo de Hermanos jesuitas de distintas provincias, nos acompañaron el presidente de la CPAL Roberto Jaramillo y el delegado de formación de la CPAL Hermann Rodríguez.

Fueron dos horas de encuentro, en las que pudimos re-encontrarnos algunos Hermanos que habíamos participado del encuentro de Bogotá y también conocernos con otros muchos que se han ido incorporando al proceso de formación. Rezamos, compartimos en grupos pequeños sobre nuestra misión y actualidad personal, luego dialogamos sobre cómo dar continuidad a este tipo de encuentros formales para tratar temas como nuestra formación, misión y la promoción de nuestra vocación en América Latina y en cada una de nuestras provincias.

Quedamos comprometidos en tener un próximo encuentro para el mes de octubre y así continuar con nuestro proceso de encuentro y reflexión, a la vez que seguir colaborando con el equipo organizador para un futuro encuentro presencial (cuando la pandemia lo permita). En relación con lo compartido, ha sido muy interesante la propuesta que se nos ha hecho llegar de parte del presidente de la CPAL, respecto de pensar aportes a dos preguntas que el P. General le ha propuesto a sus consejeros para el próximo consejo ampliado respecto de la vocación del Hermano Jesuita: ¿Dónde está siendo bien presentada y vivida?; ¿De qué manera esta vocación es desafiada, de alguna manera, por la vocación laical?; ¿Hay nuevos modelos?.

Fue un encuentro muy grato. Agradezco a aquellos compañeros que lo prepararon y que continuarán con la tarea de facilitar y dinamizar los futuros encuentros. También quisiera seguir encomendando a San Ignacio y San Alonso este proceso largo y valioso de actualizar y motivar este modo de vivir la vocación religiosa en la Compañía.

Curso virtual de «Actualización para acompañantes de Ejercicios Espirituales»

A lo largo y ancho del mundo hay muchos acompañantes de ejercicios espirituales que llevan un tiempo sirviendo a la comunidad, a la Iglesia y a la Compañía a través de este trabajo de acompañar a otros en la experiencia de los ejercicios, por lo que la Casa Kino, el Centro Ignaciano de Espiritualidad de San Diego, California y la CPAL (Conferencia de Provinciales de América Latina y del Caribe) ofrecen un curso online de ‘Actualización para acompañantes de EE de San Ignacio de Loyola» que iniciará en el mes de septiembre de del presente año.

Un programa de actualización para todos los Centros de Espiritualidad y todos los que están convocados y vinculados con este servicio del acompañamiento de ejercicios, que cubre los distintos aspectos de la formación permanente.

El Programa consta de dos módulos:

  • Módulo 1: Estructura de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

7 de Septiembre – 29 de Noviembre del 2020

  • Módulo 2: Acompañamiento y Discernimiento.

4 de Enero – 28 de Marzo del 2021

Pre- Requisitos:

  • Haber vivido la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
  • Haber acompañado Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
  • Hacer oración y examen diariamente.
  • Destreza básica en el uso de la computadora e Internet.
  • Comprometerse a participar activamente en todas las tareas y actividades del programa.

Expositores:

  • Josep Rambla, SJ (España)
  • Carlos Canillas, SJ (Paraguay)
  • Hermann Rodríguez, SJ (Colombia)
  • Alex Zatyrka, SJ (México)
  • Xavier Melloni, SJ (España)
  • Luis García Orso, SJ (México)
  • Carles Marcet, SJ (España)
  • Jorge Ochoa, SJ (México)
  • Ricardo Lapuente, SJ (México)
  • Francesc Riera, SJ (España)
  • Toni Catalá, SJ (España)

Objetivos de cada módulo:

  • Estructura de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola: Conocimiento y manejo básico de la estructura de los EE para poder acompañar.
  • Acompañamiento y Discernimiento. Fundamentos del acompañamiento espiritual: Acercarnos a los elementos básicos del acompañamiento espiritual, así como al manejo y práctica del discernimiento ignaciano como un modelo de acompañamiento en la vida diaria.

Pedagogía de los módulos:

Los módulos se ofrecen en formato online con acompañamiento personalizado, exposición de temas por expertos, trabajos de reflexión profunda, discernimiento, lectura sapiencial, tareas escritas, colaboración virtual en equipos y foros de discusión. Se requieren habilidades básicas del uso de computadora y acceso a Internet. También contar con audífonos y micrófono para participar activamente en las sesiones.

 

Invitación del padre Hermann Rodríguez, SJ Delegado de la CPAL:

Para información e inscripciones:

scorona@casakino.org

rcorona@casakino.org

https://spark.adobe.com/video/WXHLSVi052NBa

Asamblea Mundial por la Amazonía: “amazonizarnos en defensa de la casa común”

En un mundo donde los ataques contra los excluidos aumentan cada día, las alianzas se convierten en instrumentos decisivos para enfrentar esas problemáticas. Eso fue lo que motivo dos meses atrás la convocatoria de la Asamblea Mundial por la Amazonía, una idea surgida en un primer momento de la Coordinadora de las Organizaciones Indigenas de la Cuenca Amazónica – COICA, el Foro Social Panamazónico – FOSPA, y la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, que después se han ido sumando miles de personas y organizaciones.

Cada vez es más necesaria una articulación para el cuidado de la vida de los pueblos, algo que va más allá del evento en sí de la Asamblea Mundial por la Amazonía, que con la participación de miles de personas se ha celebrado este 18 y 19 de julio. En realidad se trata de un proceso que está comenzando, que cuenta con la presencia de los espíritus de la floresta y la memoria de los ancestrales, de tantos sabios que se han ido en los últimos meses, víctimas del COVID-19.

Como se mostró desde el el inicio de la asamblea, la fuerza del Espíritu de la Creación se ha hecho presente como una fuerza transformadora. Desde ahí surge la llamada a “amazonizarnos en defensa de la casa común”, como enfatizaba Moema Miranda, sabiendo que en esa dinámica “los pueblos indígenas son los que nos guían, pero necesitan de nuestra ayuda”. Se trata, según la asesora de la REPAM-Brasil de construir una nueva realidad ante un sistema ecocida y etnocida. Según ella, este es momento para hace ver que la muerte no tendrá la última palabra, que el proyecto de los poderosos, que roba el futuro, no tendrá la última palabra.

La Asamblea Mundial por la Amazonía es una llamada a “encontrarnos desde diferentes caminos en la busca de un presente y un futuro común, que es la vida”, como afirmaba Gregorio Díaz Mirabal. Sabiendo que “no somos iguales, somos interculturales”, el coordinador de la COICA ve este momento como una oportunidad de “mostrar la riqueza de la diversidad de la selva amazónica y de sus pueblos”. Ve la asamblea como oportunidad para “buscar el equilibrio para que nuestro presente y destino sea mejor”, sabiendo que “no es fácil, pero que es posible”.

En sus palabras, el cardenal Barreto, vicepresidente de la REPAM, quien mostró su felicidad por estar participando de este momento, dijo “traer la cercanía del hermano Francisco como los pueblos indígenas le dicen, te queremos porque tú también nos quieres a nosotros y nos has invitado a participar del Sínodo”. El purpurado peruano ha querido ser “portador de esta presencia solidaria de la Iglesia católica a los pueblos originarios de la Amazonía, que están en este ecosistema vivo, que toda la humanidad tiene que cuidar”.

La Asamblea también ha servido para mostrar la realidad de la Amazonía y de sus pueblos, las amenazas que sufren con los incendios, los grandes proyectos agrícolas, minerales, los combustibles fósiles, la falta de estructura de salud y educación.

Este espacio también será momento de discusión, de búsqueda de caminos de futuro e torno a tres ejes, el COVID y su impacto en las poblaciones indígenas y las poblaciones amazónicas, el boicot a los productos, empresas, extractivismos, empresas, y acuerdos comerciales, y, finalmente, un grupo de movilización para determinar el plan de acción de los próximos meses. Una discusión amplia, para la que al final de la primera jornada ya se habían inscrito más de tres mil participantes, lo que muestra el interés despertado por esta Asamblea Mundial por la Amazonía, que puede suponer un fuerte impulso en la toma de conciencia para la defensa de una región que genera el oxígeno vital para un mundo que se ahoga, especialmente en este tiempo de coronavirus.

Fuente: redamazonica.org

 

Se publicó la séptima edición de la Revista Aurora: «Migrando hacia lo extraordinario»

La Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL), presentó la séptima edición de la Revista Aurora: «La pandemia está abriendo oportunidades en favor de las personas migrantes en cuanto que ha incrementado, en un sector de las comunidades de tránsito y destino, la conciencia de que los seres humanos somos interdependientes, tenemos un destino común y compartimos una misma casa que requiere de cuidado conjunto. Se está desarrollando una actitud de mayor hospitalidad y solidaridad con los migrantes y un creciente reconocimiento del aporte que están dando o pueden dar.»
Rafael Moreno S.J, Coordinador de la Red Jesuita con Migrantes de Centroamérica y Norteamérica, tuvo a cargo la presentación de este nuevo volumen:
«Los artículos que componen este número tienen tres enfoques complementarios: los que nos ayudan a comprender la realidad del contexto migratorio en Venezuela, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, Chile y México; los que nos invitan a “salir de nuestro propio amor, querer e interés” para emigrar hacia lo extraordinario; y los que nos facilitan este éxodo al reflexionar sobre la pandemia desde diferentes perspectivas: antropológica y religiosa, natural y social, y multidimensional. El hilo conductor de todas ellas está explicitado en los tres pasos y la invitación propuestos por Javier Cortegoso al principio de su reflexión. El resultado esperado es que emprendamos nuestro propio éxodo asumiendo el modo de proceder que tiene la mayoría de las personas migrantes que acompañamos: salen apoyadas en lo mejor de sí mismas, se dirigen hacia una meta plena de esperanza, avanzan con la convicción de estar acompañadas, y protegidas por El Buen Pastor que cuida de sus ovejas.»

Para descargar la revista haz clic aquí:

 

Fuente: jesuitas.lat

Agustín Rivarola SJ: «Tanta diversidad cultural se aglutina por el cariño y aprecio que nos despiertan las fuentes ignacianas»

Agustín Rivarola SJ se encuentra en Cochabamba, Bolivia, acompañando al grupo de jesuitas que están viviendo la etapa de la Tercera Probación. Desde allí nos cuenta sobre su experiencia y su misión como Instructor. 

Testimonios sj

A pocos días de finalizar mi primer año como Instructor puedo contarles algunas de las cosas lindas que se contemplan desde esta misión. Básicamente se resumen en tres cosas que la cuarentena no pudo sepultar:

Pertenecemos a una Compañía universal.

Sin dejar de sentirme muy unido con mi provincia ARU, respiramos aires de los cuatro puntos cardinales. Nuestras sobremesas están pobladas de historias provenientes de Argentina, Brasil, Colombia, España, Italia, México, Perú y Uruguay. Para el año entrante han solicitado cupo desde Lituania, Portugal, Alemania, Nigeria, China y Estados Unidos, además de nuestra asistencia. Hemos tenido una reunión (virtual) de instructores de lengua española, compartiendo con un mexicano, un dominicano y dos españoles, uno de ellos Jesús Sariego. Además, la provincia de Bolivia reúne jesuitas Quechuas, Aymaras y Guaraníes, sin contar los criollos y los españoles que han venido de muy jóvenes.

Ignacio nos ha enamorado.

Tanta diversidad cultural se aglutina por el cariño y aprecio que nos despiertan las fuentes ignacianas, especialmente los Ejercicios y las Constituciones. Al sumergirnos en ellas volvemos a comprobar la tremenda actualidad de su visión y sus intuiciones, actualizadas con la ayuda de las últimas congregaciones generales. Nuestro embeleso a veces llega a grados de alto orgullo jesuítico, del cual no nos avergüenza hacer acopio para el futuro.

La Compañía aprecia la Tercera Probación.

Los tercerones saben que es un momento privilegiado en sus vidas, a las puertas de la incorporación definitiva, y vienen con grande ánimo y liberalidad por sacarle todo el jugo posible. Pero también la Compañía formada, cuando se trata de colaborar con esta etapa, la privilegia por encima de cualquier otro compromiso. La anfitriona provincia de Bolivia es la primera que nos mima, nos recibe en sus obras y comunidades, y nos regala la sabiduría de sus ancianos, especialmente Marcos Recolons y Antonio Menacho. Luego viene la Compañía universal, desde la presidencia de la Cpal (Roberto Jaramillo con clases por Zoom), hasta Benjamín González Buelta y Rufino Meana, que al no poder viajar por la Pandemia, se estrenaron en formato Zoom.

Reflexión del Evangelio – Domingo 26 de Julio

Evangelio según San Mateo 13,44-52.

Jesús dijo a la multitud:
«El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.»
El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces.
Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos,
para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?». «Sí», le respondieron.
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo».
Reflexión por Hermann Rodríguez Osorio, S.J.

Hugo Canavan, teólogo carmelita norteamericano, especializado en estudios bíblicos y en la animación de pequeñas comunidades de base entre los campesinos de Colombia, ya fallecido, estaba dando un curso de Biblia en un barrio popular de Bogotá. Yo colaboraba en esa época en las pequeñas y frágiles Asambleas familiares que iban creciendo en medio de las luchas entre las pandillas y el hambre que produce el desempleo y la falta de oportunidades. Recuerdo, como si fuera ayer, la manera como Hugo fue explicando, en la casa de don Carlos y doña Isabel, la importancia de la Palabra de Dios para nosotros. Estando en medio de la gente, éramos unas treinta y 35, contando a las mujeres y los niños, se quitó las gafas y comenzó a contar:

«Había una vez un señor que pertenecía a una comunidad de base. Su nombre era Marcos. Todas las semanas participaba de la reunión en la que hablaban de los problemas del barrio, leían la Biblia y rezaban juntos pidiendo a Dios o dándole gracias por lo que iba realizando en medio de ellos. Un buen día don Marcos, que ya tenía setenta y siete años, comenzó a saludar a la gente con otro nombre; a doña Belén la saludó como si fuera Ángela; a Ángela la confundió con Mariela; a Saulo lo confundió con Benjamín; a don José lo saludó como si fuera la señora Josefina. Mientras Hugo contaba la historia, iba haciendo la representación de lo que iba diciendo con los miembros de la comunidad a los que daba el curso confundiendo los nombres.

Los que estaban presentes no corrigieron a don Marcos. Lo saludaban naturalmente, aunque sabían que estaba equivocándose. Algunos, después de la reunión, comentaron lo sucedido. Don Marcos estaba perdiendo la vista… por eso, decidieron recoger una platica para llevarlo al médico, para que le formularan unas gafas. Así se hizo. La señora Mercedes se encargó de recoger la colaboración de todos y de llevar a don Marcos al médico. A los quince días llegó don Marcos otra vez a la reunión con las gafas en las manos y mostrándole a todo el mundo el regalo que le habían hecho. Evidentemente, como llevaba las gafas en las manos, volvió a confundir a todo el mundo. Le decía a Carlos: «¡Mire don Saulo las gafas tan bonitas que me regalaron!»; y a doña Belén le dijo: «¡Cuánto les agradezco doña Josefina por estas gafas tan buenas que me han regalado entre todos! ¡Dios se lo ha de pagar!». Hugo iba representando a don Marcos con las gafas en sus manos y mostrándoselas a la gente, confundiéndoles el nombre».

Después de contar la historia y representarla, Hugo lanzó la pregunta, «¿Entienden ustedes lo que esto significa?» Y fue recogiendo las conclusiones que la gente iba sacando: Por ejemplo, decían: «Así pasa con la Biblia; la gente la recibe y está muy orgullosa de tenerla, pero no la utilizan para lo que es». «La Biblia no es para mostrarla a los demás, sino para poder ver a los hermanos que tenemos al lado; es para reconocer a los que sufren junto a nosotros». «La Biblia es como unas gafas que nos sirven para ver la realidad con los ojos de Dios; no es para quedarnos viéndola a ella sola y mostrándola orgullosamente a los demás». «Tener gafas y no colocárselas es como los que compran la Biblia y luego la colocan en un lugar bien bonito de la casa, pero nunca la leen en grupo, ni personalmente. Es como un adorno más en la casa». Y así, sucesivamente…

Las parábolas, que fue la forma como Jesús comunicó los secretos del Reino a los hombres y mujeres de su época, siguen teniendo hoy un valor incalculable. Implican a los que las escuchamos en el aprendizaje. No nos deja por fuera de lo que se está enseñando, sino que nos toca interiormente. Más que comentar el contenido de la predicación de Jesús, deberíamos hacer como Hugo Canavan a la hora de comunicar nuestro mensaje a los que tenemos alrededor… copiarnos su estilo…

 

Fuente: jesuitas.lat

José G. Funes sobre el diálogo actual entre Ciencia y Religión

José Funes es Jesuita, doctor en Astronomía, investigador de Conicet-Universidad Católica de Córdoba y ex director del Observatorio Vaticano. Hace una semana, escribió una nota para el diario Perfil, sobre un debate ya conocido: el diálogo entre la Ciencia y la Religión.

Ciencia y religión en tiempos del Covid-19

En realidad prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a elegir entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire. Esta cita, atribuida a Woody Allen, manifiesta con ironía la falsa dicotomía en la que nos encontramos desde tiempos de Galileo: optar por la ciencia o por la religión.

En un reciente artículo de opinión en el blog de la prestigiosa revista de divulgación científica Scientific American, Sima Barmania (United Nations University Institute of International Global Health) y Michael Reiss (University College London) escriben que el espíritu del tiempo actual nos dice que debemos elegir un bando, como lo hacemos en el deporte o la política; uno no puede ser adherente de ambos. Se trata de elegir la ciencia secular, que es racional y rigurosa; o la religión, una cuestión de creencia personal. Y en el contexto del Covid-19 se preguntan ¿Es inconcebible que un científico pueda orar de todo corazón por una cura de un ser querido mientras trabaja para desarrollar una vacuna? ¿Es hipócrita rezar por la buena salud, y al mismo tiempo, tomar todas las precauciones de salud pública necesarias, fundamentadas en evidencia científica? Barmania y Reiss citan algunos ejemplos de académicos que se sentían cómodos con asuntos relacionados con la ciencia y la religión. Entre ellos mencionan a Francis Collins como el mejor ejemplo actual de alguien que adhiere a los valores de la ciencia y la religión. El pasado 20 de mayo Collins ganó el prestigioso Premio Templeton, galardón otorgado a aquellos que intentan cerrar la grieta entre la ciencia y la fe. Él es también el director de los famosos National Institutes of Health (NIH) y actualmente trabaja para encontrar una vacuna para el Covid-19. También ha escrito sobre su camino desde el ateísmo a la fe y, en su libro Language of God, ha demostrado cómo su fe religiosa puede inspirar su investigación científica. Tuve el gusto de conocer personalmente a Collins cuando fue nombrado miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias en 2009 por sus logros entre los cuales se encuentra haber dirigido el Proyecto Genoma Humano. Barmania y Reiss concluyen afirmando que la religión y la ciencia pueden complementarse entre sí, como de hecho ya lo están haciendo al reforzar los mensajes de salud pública durante la pandemia actual.

Comunicándome con amigos argentinos en Estados Unidos preocupados por la situación de aquel país, les decía: Aquí también estamos mal, pero acostumbrados. En tiempos en que todas parecen ser malas noticias, me interesa señalar que en nuestro país hay varias iniciativas, en las que diversas empresas e instituciones cooperan en favor del cuidado de los más vulnerables, como #SeamosUno y Córdoba Urgencia Alimentaria. Menciono solo dos que conozco, pero hay muchas más.

Como sostiene Yuval Harari en una columna publicada por PERFIL el pasado 21 de marzo, el verdadero antídoto contra la epidemia no es la segregación, sino la cooperación. Y agregaba: “Si un virus peligroso logra penetrarla en cualquier lugar de la Tierra, pone en peligro a toda la especie. En este momento de crisis, la lucha crucial tiene lugar dentro de la humanidad misma. Tal vez esta pandemia sea una oportunidad para que también podamos cerrar una de las brechas históricas del pensamiento humano, la grieta entre ciencia y religión.

Hace unos años, jóvenes jesuitas me dijeron: Che Funes, vos sos científico y por las dudas rezás. Yo diría también que rezo y por las dudas soy científico.

Fuente:  www.perfil.com