Un informe presenta los logros y desafíos de los Hogares de Cristo

El pasado martes 23 de febrero un grupo de periodistas y comunicadores asistieron virtualmente a la conferencia de prensa en la que se presentó el informe “Evaluación de impacto integral de los Centros Barriales del Hogar de Cristo”.

Hogar de Cristo

La Federación Familia Grande Hogar de Cristo es una red de centros barriales que tienen como finalidad dar respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad social y consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, poniendo en primer lugar a la persona y sus cualidades. Creada en 2008 en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires, la federación hoy nuclea 190 centros barriales en 19 provincias de la Argentina.

El sello es “recibir la vida como viene, porque toda vida es sagrada y valorada”. El otro principio es “acompañar cuerpo a cuerpo, poner en práctica la Parábola del Buen Samaritano, ayudar a los hermanos que sufren para que se pongan de pie”, con un Jesús “cercano, presente y amigo, que nos abraza”. Esto, destacó monseñor Carrara, es una familia, que acompaña la dimensión educativa, los emprendimientos laborales. El Hogar es una familia que recibe, abraza y acompaña, donde los chicos se sienten parte, se adueñan de ese lugar para sentarse en una mesa, y en lo cotidiano se va haciendo un espíritu de familia. Son protagonistas centrales en la familia del Hogar de Cristo.

El informe

El informe presentado a través de la plataforma Zoom, y transmitido en vivo por YouTube expone los resultados de una investigación que buscó comprender cómo los centros barriales contribuyen al desarrollo humano e inclusión social de las personas que ellos acompañan.

El trabajo de investigación se realizó en el marco de un convenio entre el Departamento de Investigación Francisco Valsecchi de la Facultad de Ciencias Económicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) y la Federación Familia Grande Hogar de Cristo con la participación de un equipo interdisciplinario e interinstitucional.

Referentes de Ecología en la CPAL: Reflexión conjunta y articulación para la incidencia en la región

Representantes de varias obras y redes desde diferentes sectores de la Compañía en América Latina y El Caribe, se ha reunido periódicamente desde finales de 2019 con el fin de dialogar, reflexionar y articular procesos que puedan incidir en la agenda de ecología, medio ambiente, justicia y sustentabilidad de la región y el mundo.

A raíz del trabajo compartido, en el mes de febrero del corriente año publicaron su primer Boletín informativo:

Boletín del Grupo de Referentes de Ecología en la CPAL 

25 de febrero de 2021  

El Grupo de Referentes de Ecología de la CPAL nace a finales de 2019, reuniendo a representantes de obras y redes de los diferentes sectores en la región, que estuvieran gestionando procesos en relación a temáticas socio-ecológicas (medio ambiente, clima, justicia, sustentabilidad, agricultura, ecología integral, etc.), para generar una instancia de diálogo, reflexión y articulación de procesos, con el fin de contribuir en la incidencia a nivel regional, y desde ahí, aportar una visión y perspectiva de la CPAL a la Red Ignaciana de Incidencia Global (GIAN por sus siglas en inglés) de Ecología: Ecojesuit.

El Grupo está conformado por colaboradores de la Compañía que representan a las siguientes obras y redes de la CPAL:

Sector Educativo: 

Sector Social: 

Sector Pastoral: 

Durante su corta pero sustanciosa trayectoria, el Grupo ha puesto sobre la mesa varios temas de la agenda ecológica a nivel regional, participando, difundiendo y generando espacios de diálogo, y apoyando en su difusión a las diversas iniciativas entre las mismas redes y obras.

Estas son algunas de ellas:

  • Webinar «Análisis del impacto ecológico del COVID-19», grupo referentes ecología CPAL (abril/2020)
  • Seminarios sobre Ecología Integral, Red de Centros Sociales (junio-noviembre/2020)
  • Compromisos de Ecojesuit para construir una nueva normalidad (julio/2020)
  • Apoyo y Participación en la Asamblea Mundial por la Amazonía (julio/2020)
  • Movilización para la ratificación del Acuerdo de Escazú
  • Seminario 5 años Laudato Si, AUSJAL (septiembre/2020)
  • Conversatorios Virtuales para estudiantes sobre Ecología y Decálogo de Hábitos para el Cuidado de la Casa Común, FLACSI

Gracias al apoyo de la Oficina de Comunicación de la CPAL, en las próximas ediciones del boletín se estará profundizando en cada uno de los procesos e inicia vas que se vienen impulsando.
Contacto: Para cualquier información, comunicarse con Jimena Castro al correo:  jimena.castro@flacsi.net.

Fuente: jesuitas.lat

Vivir con heridas

Reflexiones

¿Imaginas llegar ileso al final de una larga historia? Probablemente sería señal de una suerte excepcional, o de haber dedicado más esfuerzos a protegerse de la vida que a vivir de verdad. Y es mejor vivir, arriesgar y ponerse a tiro, que gastar las fuerzas en huir de cualquier contratiempo. Porque sí, la vida deja huellas –y algunos zarpazos–. Dejan huella los pasos dados, los nombres importantes en nuestra historia, los aciertos, los errores, las memorias que evocan plenitud y las que uno quisiera que pasaran al olvido. Dejan huella los amores y los rechazos, las decisiones que hemos tomado –para bien o para mal–, los lugares y, sobre todo, las personas, con quienes las relaciones son complejas, turbulentas y a veces imprevisibles…

Cuando esas huellas son dolorosas, hablamos de heridas. Todos llevamos unas cuantas en el cuerpo y en la historia. Heridas que pueden doler durante mucho tiempo. Y que, incluso cuando ya no duelen, siguen ahí, quizás cicatrizadas, pero visibles. De vez en cuando, uno las mira y evoca, recuerda, y aunque quizás ya no haya el sufrimiento que en su momento causaron, sí se te pone una mueca seria, nostálgica, al pensar en el pasado.

Pero hay que vivir con ello. Porque también son escuela. De ellas aprendes, a cuidar y a cuidarte. A aceptar la carga de contrariedad de nuestras historias. Aprendes a pedir ayuda. A ofrecerla. También a elegir batallas. Y en ocasiones, a protegerte. O a exponerte, al darte cuenta de que de nada vale buscar la seguridad a cualquier precio.

Que las heridas sean por algo que merezca la pena. Eso sí.

José María Rodríguez Olaizola, sj

Migrantes: Hacia un «nosotros» cada vez más grande

«Hacia un ‘nosotros’ cada vez más grande», es el título elegido por el papa Francisco para el 107º Día Mundial del Migrante y del Refugiado, a celebrarse el domingo 26 de septiembre próximo.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede explica que la frase está inspirada en el llamamiento del Papa a que «al final ya no estén ‘los otros’, sino sólo un ‘nosotros'», incluido en la encíclica Fratelli tutti.

«Y este ‘nosotros’ universal debe hacerse realidad, en primer lugar, dentro de la Iglesia, que está llamada a crear comunión en la diversidad», afirmó.

El mensaje, subdividido en seis subtemas, prestará especial atención al cuidado de la familia común, que, junto con el cuidado de la casa común, tiene como objetivo ese «nosotros» que puede y debe ser cada vez más amplio y acogedor.

Para favorecer una adecuada preparación para la celebración de este día, también este año la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral preparó una campaña de comunicación a través de la que se desarrollarán los seis subtemas propuestos por el Papa.

Cada mes se propondrán subsidios multimedia, material informativo y reflexiones de teólogos y expertos que contribuirán a profundizar en el tema y los subtemas elegidos por el Santo Padre.

Fuente: aica.org

Boquerón, Argentina: una historia arcaica de redescubrimiento

Santiago García Pintos es uno de los sacerdotes jesuitas que se encuentra actualmente trabajando junto a las comunidades campesino-indígenas de San José del Boquerón en Santiago del Estero. A continuación presentamos una nota en la que describe las cualidades del lugar y los últimos acontecimientos en torno la defensa de las tierras.

San José del Boquerón está situado al norte de la Argentina, concretamente en la provincia de Santiago del Estero. Forma parte del denominado “Gran Parque Chaqueño”, zona geográfica que comparten Bolivia, Paraguay y Argentina. En esta región, atravesada por el río Salado de norte a sur, habitan más de 40 mil personas dispersadas en el bosque que componen más de 100 comunidades campesino-indígenas.

Al igual que en otras partes de América Latina, las familias de Boquerón transitan sus vidas en intercambio con el bosque y los seres que allí habitan. Del bosque se sustrae el alimento diario necesario, sea a través de la producción, la recolección o la caza. El bosque provee de medicinas, así como leña para el fuego y madera para las casas. El agua siempre es un problema, especialmente para la inmensa mayoría de las poblaciones que están alejadas del río. Más allá de lo anterior, las poblaciones mantienen un sistema antiguo de racionalización del agua y un acuerdo implícito de compartir entre todos un bien necesario y escaso.

En tiempos de la colonia, los jesuitas fundaron una reducción integrada por indígenas de la etnia vilela. Por aquel entonces, los jesuitas relataban, en sus cartas y documentos, que los vilelas tenían autoridades, pero que las decisiones y la marcha de la comunidad eran una resolución de tipo comunitaria. Actualmente, y sabiendo estos antecedentes, en Boquerón las decisiones que involucran a toda una población se toman en conjunto. Con las ventajas y dificultades que esto conlleva. Así viven y caminan estas comunidades; en armonía con la naturaleza y asumiendo las tensiones y satisfacciones que el buen vivir traen consigo.

Los jesuitas tenemos una parroquia sobre el río (muy cerca de la antigua reducción) y realizamos un trabajo social de acompañamiento a las comunidades campesino-indígenas de la zona. Además de acompañar los procesos de las organizaciones y de favorecer el liderazgo, estamos envueltos en el triste y penoso desafío de defender la tierra, junto a nuestros hermanos y hermanas, de las invasiones que vienen de fuera.

Hace ya más de 10 años, una empresa agrícola llegó a la población de Piruaj Bajo adjudicándose la propiedad de esa porción de territorio. Intentaron tumbar el bosque con sus máquinas y desalojar de sus tierras a 107 familias. El estupor y el miedo se apoderó de los integrantes de ese territorio ancestral, quienes veían cada día el avance de la empresa. ¡Qué bondad y buena intención existen en nuestros pueblos originarios! No podían imaginar la dinámica diabólica que se tejía en los empresarios del agronegocio.

Luego de un breve tiempo, la comunidad se organizó y con la ayuda de otras poblaciones lograron detener el avance de la empresa. Actualmente, la empresa controla una porción del territorio y la comunidad defiende la inmensa mayoría de sus posesiones. Los jesuitas hemos acompañado dicho proceso. Hemos tenido que ofrecer asesoramiento jurídico a Piruaj Bajo e iniciar un proceso de reconocimiento civil de la comunidad como etnia indígena.

Siempre un proceso de estas características es engorroso e incierto. Pero me parece importante destacar los regalos que Dios le ha hecho a la población a partir de esta dificultad. Sabemos que donde abundó el pecado también sobreabundó la gracia, y esta última fue a favor de los campesino-indígenas.

El proceso de defensa de la tierra dejó a la luz la solidaridad que existe en esta extensa zona. Primero, al momento de enfrentar a la empresa se hicieron presente personas venidas de lugares muy lejanos. Segundo, la comunidad tuvo que organizarse más fuertemente, dando lugar a instancias de compromiso que antes no se había imaginado. Tercero, creció la conciencia sobre el bosque y la necesidad de su cuidado y conservación. Cuarto, la comunidad tuvo que reconocer y asumir formalmente su identidad indígena. Esto último disparó tareas como la recopilación de su historia, la afirmación de sus autoridades y el reconocimiento de los clanes al interior de la gran comunidad.

Argentina (junto con Uruguay) es el país de América Latina que ha provocado el genocidio indígena más grande de la historia. Hoy, no existe una legislación acorde a los tratados de derecho internacional que reconozcan y protejan al indígena y al campesino en sus derechos. Pero más allá de todo esto, la situación de abuso y usurpación concreta que describí tuvo como resultado que 107 familias del “Gran Parque Chaqueño” redescubrieron su identidad arcaica, la cual permaneció oculta por siglos. Hoy los hijos del dinero encuentran y encontrarán a una comunidad que les dirán quiénes son. Piruaj es de los pirueños. La tierra es de quien nace en ella y la trabaja.

Fuente: jesuitas.lat

Tercera Probación: un nuevo año en Bolivia

Por P. Ronilson Braga, SJ  – Brasil

Llegamos a la Tercera Probación en Cochabamba-Bolivia el 21 de enero. Ya vamos a tres semanas y, aún con lo de la pandemia y del aislamiento necesario, estamos muy ilusionados. Somos todos sacerdotes y sumamos nueve compañeros, con el P. Álvaro Dávalos, SJ (BOL) quién nos brinda su atento servicio como ministro de la Casa de Tercera Probación P. Peter Hans Kolvenbach y con nuestro instructor argentino, P. Agustín Rivarola, SJ (ARU).

Nuestro grupo sería más grande si no se hubieran sido cerradas las fronteras europeas debido a la prevención del COVID-19. Sin embargo, este no es un grupo hegemónico de latinos porque, desde Malasia, llegó el P. Pedro Chia (CHN) y se asomó nuestro grupo de Amigos en el Señor.

Vamos a empezar los Ejercicios Espirituales (EE. EE.) de treinta días a partir del próximo lunes (22) y contamos con vuestras oraciones para vivir bien y profundizar esta Misión y Carisma de la Compañía de Jesús.

Mientras tanto, estudiamos y contemplamos la Autobiografía y el Diario Espiritual de nuestro fundador, el santo peregrino Ignacio de Loyola. Estamos ciertos de vuestras plegarias y seguiremos confiándonos a Nuestro Señor y Maestro Jesús.