Cuaderno Eides «Ignacio de Loyola: Un itinerario vital»

Un escrito con fines pedagógicos que busca ayudar a personas o grupos a reflexionar, rezar y compartir la experiencia espiritual de Ignacio, a fin de que su singular peregrinaje interior pueda inspirar también el nuestro, en seguimiento de Jesucristo.

Carles Mercet, autor de este cuaderno, es Licenciado en teología. Ha sido durante años párroco en el barrio de Bellvitge (L’Hospitalet del Llobregat) y acompañante y divulgador de los Ejercicios en comunidades populares. Actualmente forma parte del equipo del Centro Internacional de Espiritualidad de la Cova de Manresa, donde coordina el «Curso de inmersión ignaciana» y el curso «Dos meses de reciclaje en teología».

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Beatificación de Fray Mamerto Esquiú

El próximo 4 de septiembre se realizará la beatificación del franciscano Mamerto Esquiú, en su tierra natal, Piedra Blanca (provincia de Catamarca). Por cuestiones sanitarias, el acto no será masivo, pero se transmitirá a través de los medios de comunicación y redes sociales.

La ceremonia central será en el Campus de la Beatificación, en la explanada del templo de San José de Piedra Blanca, y se utilizará la plaza central y calles aledañas. Además, el municipio habilitó un kartódromo, donde se ubicarán pantallas para poder seguir la transmisión.

Cronograma

  • El viernes 3, el Cardenal Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, presidirá la Misa de las 19, en la Catedral Basílica.
  • El Sábado 4 a las 10hs se celebrará la Misa de la Beatificación.
  • El domingo 5, en El Suncho, el lugar donde falleció el religioso, se celebrará otra misa de Acción de Gracias

Participación virtual

Como la presencialidad será reducida por las medidas sanitarias que impiden la concentración masiva, la celebración será transmitida por una señal satelital gratuita para todos los canales, y también por streaming para radios y redes sociales, a través de los canales oficiales: Fray Mamerto Esquiú Beatificación, Prensa Iglesia Catamarca y Santuario Virgen del Valle.

El gobierno provincial y el municipio ofrecen el kartódromo, otro espacio para la participación de hasta 1200 personas, y el recurso de las pantallas para seguir la ceremonia. Al finalizar la Misa, se trasladarán las reliquias del beato hasta este lugar.

Velada y vigilia

Al finalizar la misa del viernes, la organización preparó un momento cultural, con un acto con la presencia de la imagen de la Virgen del Valle y de Fray Mamerto, en el que se ofrecerá un acto con cantos, danzas y relatos propios de la provincia, con la colaboración de artistas y academias locales y la banda de música municipal.

A las 22.30 comenzará un momento de oración con la figura del fraile franciscano para disponerse, de corazón y desde la fe, a la celebración del 4. Todo esto va a culminar a las 00.00, con el repique de campanas y la bendición con el Santísimo Sacramento.

Fuente: vidanuevadigital.org

Con lo bien que se vive sin Dios

Reflexión por Dani Cuesta, sj

A menudo escuchamos, o nosotros mismos pronunciamos discursos sobre la fe que afirman que necesitamos creer en Jesús para alcanzar la felicidad más plena. Sin embargo, dichas proclamaciones muchas veces chocan contra una realidad bien diferente. Por un lado la de aquellos cristianos que parecen vivir la vida con un carácter entristecido, agobiado y apesadumbrado. Y por otra la de muchos ateos y agnósticos que, lejos de dar la impresión de faltarles una pieza clave en su vida, parecen vivirla de una manera totalmente feliz, siendo además en muchos casos muy buenas personas.

Delante de esa realidad puede que nos hagamos la siguiente pregunta: «¿necesita la gente a Jesús?» o tal vez puede que sea mejor que vivan su vida felices sin él. Creo que dicha pregunta es en realidad una trampa, si nos quedamos tan solo en ella y no somos capaces de darle la vuelta. Es decir, tal vez la cuestión no sea tanto preguntarse si la gente necesita a Jesús, cuanto hacerme a mí mismo la pregunta: «¿necesito yo a Jesús?»

Y es que, muchas veces convertimos a Jesús y el Evangelio en una pesada carga en nuestra vida. En una especie de losa que nos aplasta, en un arma arrojadiza o en un producto que tenemos que vender si queremos evitar que la Iglesia desaparezca… Y sin embargo Jesús no pretende ser nada de eso. Él quiere ser nuestra felicidad, llenar nuestro corazón y movernos hacia actitudes que nos saquen de nosotros mismos y nos hagan constructores de su Reino. Él no pretende ser una carga ni una amargura, sino más bien aquel que nos ayuda a llevar nuestra carga y amargura.

Si no lo vivimos así, puede que nos estemos engañando, puesto que no estaremos viviendo desde la felicidad que él nos promete y puede que ni siquiera hayamos conocido al verdadero Jesús. Y ciertamente entonces no seremos capaces de contagiar alegría, sino más bien todo lo contrario. Pero si vivimos habiendo descubierto de verdad que Jesús llena nuestro corazón y que su proyecto merece la pena y hace vivir de la esperanza (incluso contra toda esperanza), entonces ciertamente contagiaremos un «algo más», una semilla que posiblemente germinará entre la gente de nuestro alrededor, cuando haya llegado su momento.