Testimonio Peregrinación a Itatí: «Es María la que nos demuestra que, aunque cueste mucho, vale la pena»

Mi nombre es María Agustina Cardozo, tengo 21 años y soy de la ciudad de Concordia, Entre Ríos. En este momento estoy en Corrientes estudiando. Formo parte del grupo San Pedro Canisio y San Roque González de la RJI Corrientes.

Mi experiencia en la peregrinación fue y sigue siendo bastante peculiar. Siempre que me preguntan por esto, me cuesta encontrar las palabras que puedan describir lo que la peregrinación significa y es para mí.

Este año caminé por segunda vez y fue una experiencia completamente distinta a lo que viví el año pasado. En esta travesía vivís momentos de euforia y mucha emoción, momentos de calma y paz, de cansancio, de satifacción, de tristeza y hasta algunos enojos. La peregrinación es para mí una síntesis de la vida misma: con momentos hermosos y algunos no tan lindos donde, revivís sentimientos y situaciones que te han pasado y que hacen que seamos quienes somos. Además, no caminamos solos con nuestras peticiones y agradecimientos, sino que caminamos con la mochila de muchas personas que lo hacen al lado nuestro. Estamos caminando todos, en el mismo asfalto, bajo el mismo sol y por ende, en iguales condiciones. Hay momentos en los que acompañamos a otros que les está costando un poco más y, hay otros momentos en los que nos toca dejarnos acompañar por algún compañero. Es amar y dejarse amar por un otro, es amar y dejarse amar por Dios.

Por último y lo más importante, no quiero dejar de mencionar a María, quien es la responsable de que nos hayamos inscripto en esa peregrinación, la responsable de que tengamos fe, de que estemos ahí, de que confiemos y nos mandemos a esa locura, es la que le da sentido a caminar todos esos kilómetros hasta su casa, es ella la que hace que valga la pena. No llegamos por nosotros mismos o las fuerzas, músculos o lo que sea que creemos que nos permite caminar tanto. Es Ella, es María, es la que hace que lo sigamos intentando a pesar del dolor y, es la que nos demuestra que aunque cueste mucho, vale la pena. Porque ella vale la pena.

Primera misa del Cardenal Rossi en Roma

El nuevo cardenal celebró junto a coterráneos en Na. Sra. de los Dolores, la iglesia de los argentinos en Roma. Su homilía se centró en el caminar juntos, Santa Teresita del Niño Jesús y la peregrinación a Luján que ha tenido lugar este fin de semana.

Paciencia del Señor

A la luz del pasaje del evangelio de este domingo, el cardenal Rossi resaltó la mirada misericordiosa del padre ante la llegada del hijo que había dicho que no iba, pero también recordó la actitud del otro, “que se la jugó de buenito y no fue”. Una mirada misericordiosa del padre que “nos hace mucho bien”, enfatizó, destacando “la paciencia del Señor que siempre espera”.

Con relación a la experiencia de Santa Teresita, que “lloraba sus pecados porque todo ‘no voy’ es un ‘no quiero’ a la misericordia del Señor”, el cardenal Rossi afirmó la necesidad de “ir a él sin miedo, como somos, con nuestras debilidades, con nuestras fragilidades”.

Finalmente, recordó la importancia de Lujan, el lugar donde más argentinos pasan por año, que van a buscar la mirada de la Madre. Por ello pidió unirse “a la oración de nuestro pueblo que ha peregrinado a Luján”, pidiendo su presencia mariana “en tantos lugares donde necesitamos el cobijo maternal de la Virgen”.