El mundo cuando conversas
Para reflexionar sobre la capacidad de entrar en diálogo con las personas que nos rodean: una llamada que se profundiza y difunde progresivamente a lo largo y ancho del mundo.
Admiro a la gente que tiene capacidad de conversar. No a los charlatanes, de verborrea incesante pero a veces hueca. Tampoco a quienes se escuchan a sí mismos, y entienden que el otro es únicamente público. Admiro a esos otros que son capaces de compartir historias, bucear en sus vidas, comunicarse desde la alegría y el dolor, desde la palabra y la mirada… no necesariamente con conversaciones trascendentes o profundísimas. A veces es el comentario de la última noticia, la narración sencilla de lo ocurrido en la jornada o la pregunta sincera por el otro. Y es que cuando conversas de verdad, cuando compartes un poquito de ti y del otro, parece que el mundo es más cálido.
Fuente: Pastoral SJ
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!