JUBILEO 2025 | Peregrinos de Esperanza
Se respira un aire de fiesta en Roma mientras la Iglesia se prepara para el Año Jubilar bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”. En los últimos meses, la ciudad eterna ha experimentado una gran transformación, con múltiples proyectos visibles de remodelación y la restauración de varios monumentos y esculturas emblemáticos de cara al Jubileo. Para la Iglesia católica, el Año Santo comienza oficialmente con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro por el Papa Francisco el 24 de diciembre. A continuación, el Santo Padre presidirá la celebración de la Misa de Nochebuena en el interior de la Basílica.
Un Año Jubilar o un Año Santo es un gran acontecimiento religioso. Es un año de perdón de los pecados, reconciliación y conversión. Según la página web del acontecimiento, la palabra “Jubileo” procede de “yobel” (cuerno de carnero), nombre del instrumento utilizado para proclamar el día de la expiación (Yom kippur). En el Antiguo Testamento (Lev 25: 8-13), encontramos indicaciones de un Año Jubilar que se marcaría cada 50 años, ya que sería un año “extra” que se producía después de ‘cada siete semanas de siete años’ (después de 49 años).
Con el tiempo, la frecuencia de los años ha ido cambiando: al principio se celebraban cada 100 años; más tarde, en 1343 el Papa Clemente VI redujo el intervalo entre jubileos a cada 50 años, y en 1470 el Papa Pablo II lo hizo cada 25 años.
Un jubileo puede ser “ordinario” si cae después de un número determinado de años (25 años) y “extraordinario” cuando se proclama por un acontecimiento especialmente importante. El jubileo ordinario más reciente fue el del año 2000, que marcó el comienzo del nuevo milenio. En 2015, el Papa Francisco convocó un Año Jubilar de la Misericordia “extraordinario”. El primer Jubileo ordinario fue proclamado por el Papa Bonifacio VIII en 1300.
En mayo de 2024, el Papa Francisco introdujo el Año Jubilar 2025 con la Bula Papal Spes Non Confundit (traducida como “La esperanza no defrauda”) inspirada en Romanos 5:5. En la Bula, el Santo Padre subrayó que el próximo Jubileo “será un Año Santo caracterizado por la esperanza que no declina, la esperanza en Dios” y rezó para que nos ayude a “recuperar la confianza necesaria – tanto en la Iglesia como en la sociedad – en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación”(SNC n. 25).
Se han programado una serie de actividades para el Año Jubilar 2025. Entre ellas, la apertura de Puertas Santas en San Pedro y en las otras tres basílicas mayores de Roma: la Basílica de San Juan de Letrán (catedral de la diócesis de Roma), Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros. También se abrirá una Puerta Santa en la cárcel de Rebibbia (una prisión romana). El Papa Francisco ya había visitado esta prisión en dos ocasiones para celebrar misa y lavar los pies a los reclusos el Jueves Santo.
La apertura de las Puertas Santas es una parte significativa del Año Jubilar. El Papa Martín V abrió la Puerta Santa por primera vez en la historia del Jubileo en 1423 en la Basílica de San Juan de Letrán. Para el Año Santo 1500, el Papa Alejandro VI deseó que se abrieran las Puertas Santas en las demás Basílicas romanas, así como en San Juan de Letrán.
Durante el Año Jubilar tendrán lugar en Roma otros actos jubilares, como encuentros con liturgias, oradores y audiencias papales para celebrar a distintos grupos, como las fuerzas armadas, los artistas, los diáconos y las bandas de música. Algunos acontecimientos destacados serán la canonización del Beato Carlo Acutis durante el Jubileo de los Adolescentes (25-27 de abril), y la canonización del Beato Pier Giorgio Frassati durante el Jubileo de los Jóvenes (28 de julio – 3 de agosto).
El Año Jubilar 2025 concluirá con el cierre de las Puertas Santas de la Basílica de San Pedro en enero de 2026, en la fiesta de la Epifanía.
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