Asamblea Mundial por la Amazonía: “amazonizarnos en defensa de la casa común”

En un mundo donde los ataques contra los excluidos aumentan cada día, las alianzas se convierten en instrumentos decisivos para enfrentar esas problemáticas. Eso fue lo que motivo dos meses atrás la convocatoria de la Asamblea Mundial por la Amazonía, una idea surgida en un primer momento de la Coordinadora de las Organizaciones Indigenas de la Cuenca Amazónica – COICA, el Foro Social Panamazónico – FOSPA, y la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, que después se han ido sumando miles de personas y organizaciones.

Cada vez es más necesaria una articulación para el cuidado de la vida de los pueblos, algo que va más allá del evento en sí de la Asamblea Mundial por la Amazonía, que con la participación de miles de personas se ha celebrado este 18 y 19 de julio. En realidad se trata de un proceso que está comenzando, que cuenta con la presencia de los espíritus de la floresta y la memoria de los ancestrales, de tantos sabios que se han ido en los últimos meses, víctimas del COVID-19.

Como se mostró desde el el inicio de la asamblea, la fuerza del Espíritu de la Creación se ha hecho presente como una fuerza transformadora. Desde ahí surge la llamada a “amazonizarnos en defensa de la casa común”, como enfatizaba Moema Miranda, sabiendo que en esa dinámica “los pueblos indígenas son los que nos guían, pero necesitan de nuestra ayuda”. Se trata, según la asesora de la REPAM-Brasil de construir una nueva realidad ante un sistema ecocida y etnocida. Según ella, este es momento para hace ver que la muerte no tendrá la última palabra, que el proyecto de los poderosos, que roba el futuro, no tendrá la última palabra.

La Asamblea Mundial por la Amazonía es una llamada a “encontrarnos desde diferentes caminos en la busca de un presente y un futuro común, que es la vida”, como afirmaba Gregorio Díaz Mirabal. Sabiendo que “no somos iguales, somos interculturales”, el coordinador de la COICA ve este momento como una oportunidad de “mostrar la riqueza de la diversidad de la selva amazónica y de sus pueblos”. Ve la asamblea como oportunidad para “buscar el equilibrio para que nuestro presente y destino sea mejor”, sabiendo que “no es fácil, pero que es posible”.

En sus palabras, el cardenal Barreto, vicepresidente de la REPAM, quien mostró su felicidad por estar participando de este momento, dijo “traer la cercanía del hermano Francisco como los pueblos indígenas le dicen, te queremos porque tú también nos quieres a nosotros y nos has invitado a participar del Sínodo”. El purpurado peruano ha querido ser “portador de esta presencia solidaria de la Iglesia católica a los pueblos originarios de la Amazonía, que están en este ecosistema vivo, que toda la humanidad tiene que cuidar”.

La Asamblea también ha servido para mostrar la realidad de la Amazonía y de sus pueblos, las amenazas que sufren con los incendios, los grandes proyectos agrícolas, minerales, los combustibles fósiles, la falta de estructura de salud y educación.

Este espacio también será momento de discusión, de búsqueda de caminos de futuro e torno a tres ejes, el COVID y su impacto en las poblaciones indígenas y las poblaciones amazónicas, el boicot a los productos, empresas, extractivismos, empresas, y acuerdos comerciales, y, finalmente, un grupo de movilización para determinar el plan de acción de los próximos meses. Una discusión amplia, para la que al final de la primera jornada ya se habían inscrito más de tres mil participantes, lo que muestra el interés despertado por esta Asamblea Mundial por la Amazonía, que puede suponer un fuerte impulso en la toma de conciencia para la defensa de una región que genera el oxígeno vital para un mundo que se ahoga, especialmente en este tiempo de coronavirus.

Fuente: redamazonica.org

 

Compromiso de Ecojesuit para reconstruir una nueva normalidad

Los coordinadores de ecología de las diferentes Conferencias han trabajado en la elaboración de este documento durante las últimas semanas, un proceso enriquecedor para todos los participantes en el que lograron iluminar el camino hacia una colaboración más clara para las Preferencias Apostólicas Universales.

Compromiso de Ecojesuit para reconstruir una nueva normalidad

La vulnerabilidad humana y la degradación ambiental quedan al descubierto una vez más a medida que crece la pandemia y la documentación del país revela la propagación del virus. Todos estamos en riesgo, pero, al igual que con otros desastres, siempre son los pobres y los marginados los que más sufren de la continua negligencia de la sociedad, dejándolos con opciones limitadas y voces debilitadas. El abuso continuo y la invasión de un entorno ya degradante aumenta el potencial de pandemias a pesar de los avances en ciencia y tecnología impulsados ​​cada vez más por un modelo tecnocrático de desarrollo (Laudato Si ‘194).

Volver a la normalidad no es aceptable, lo que se necesita es reconstruir una nueva normalidad con urgencia renovada. Una nueva normalidad requiere abordar las desigualdades e injusticias estructurales a nivel mundial y reducir la vulnerabilidad de los pobres y marginados. Una nueva normalidad significa construir una economía justa, equidad generacional y una cultura de solidaridad centrada en el bien común que sea inclusivo y bajo en carbono. Una economía de exclusión exacerba los efectos tanto del cambio climático como de la pandemia. Una nueva normalidad nos arraiga en la conciencia humilde y agradecida de nuestra interdependencia, moviéndonos en un proceso de conversión personal y colectiva con compasión y esperanza, integrando nuestras acciones como un cuerpo a través de diferentes niveles, realidades y dimensiones.

Todos compartimos un hogar común y la atención solo puede ser efectiva cuando hay solidaridad para satisfacer las necesidades básicas y acciones urgentes para los oikos . Ecojesuit busca fortalecer la colaboración entre redes, ya que todos formamos una visión para un mundo justo en el que se valora toda la vida.

Las historias locales y regionales de cambio de las comunidades de prácticas inspiran y fortalecen la solidaridad, quitando los temores, el aislamiento y la sensación de ser pequeños y solos en medio de un problema global. Con la solidaridad como base, Ecojesuit está adoptando un enfoque de «aprendizaje a través de redes» en el que colaboramos para profundizar el aprendizaje, reconociendo humildemente que no tenemos las respuestas, pero tenemos el deseo de contribuir a una base para la acción social. esa respuesta requiere una conversión interna que está en el corazón de estos cambios y la humilde transparencia en la comunidad jesuita y la vida institucional que Ecojesuit también busca compartir.

Se identifican seis acciones principales para contribuir al proceso de reconstrucción de una nueva normalidad y donde las Conferencias pueden participar activamente.

1. Conectar agricultura y emprendimiento

El acceso a los alimentos es una preocupación primordial claramente reflejada en las Conferencias. Esta acción implica aprovechar las actividades agrícolas y empresariales de profesionales, organizadores, otras redes y asociaciones de antiguos alumnos. Relacionado con esto está la preocupación por generar empleo local y cuestiones más amplias de desarrollo rural, migrantes que regresan, desigualdades en el mercado de productores y cambio en el uso de la tierra. El esfuerzo emergente ahora es que Ecojesuit desarrolle una plataforma global para compartir historias y estrategias locales en agricultura sostenible y comunitaria a través de intercambios animados en línea.

2. Abordar la integridad socio-económico-ambiental frente a la pobreza profunda, los negocios como siempre, la degradación ambiental.

Los impactos de la crisis COVID-19 se comparan con los desastres naturales dada la necesidad de preparación y adaptación, mientras que las crisis ambientales como las sequías y las infestaciones de langostas también afectan a las mismas personas vulnerables. No hay respuestas de libros de texto sobre cómo reconstruir mejor, pero las mayores esperanzas están en las acciones tomadas a nivel local en respuesta a las experiencias allí y las medidas efectivas tomadas por los gobiernos y organizaciones locales. También es necesario involucrar a los tomadores de decisiones estatales, gubernamentales y locales para profundizar nuestra respuesta. Ecojesuit promoverá una serie de diálogos, eventos en línea y comunicaciones de medios que resaltan e interconectan estas realidades diferentes a medida que se desarrolla el conocimiento para contribuir a construir la nueva normalidad.

3. Abogar por la acción climática, los derechos humanos y la contribución de los pueblos indígenas.

El movimiento de acción climática liderado por jóvenes en los últimos años, basado en logros históricos como el Acuerdo de París, indicó la creciente conciencia mundial de que los impactos del cambio climático no son solo ambientales, sino que destacan el derecho humano a un clima estable. Desde la extracción de combustibles fósiles hasta las secuelas de los desastres relacionados con el clima, las comunidades y el medio ambiente experimentan profundamente tanto los factores impulsores como los impactos del cambio climático. Los pueblos indígenas, que son guardianes del bosque, se encuentran entre los más amenazados en su intento de proteger sus tierras, cultura y medios de vida. Muchos países necesitan la asistencia técnica y financiera para no verse atrapados en la energía sucia barata y el ciclo industrial a medida que su economía busca crecer, pero se les da la opción preferencial de cambiar a energía limpia. Una comprensión más amplia de estas interconexiones puede contribuir significativamente a una respuesta justa a la crisis climática y la acción climática que integra los derechos humanos como una preocupación central. Ecojesuit busca contribuir a esta comprensión y fomentar la acción a través de eventos en línea y redes.

4. Rastrear y explicar las instituciones económicas emergentes a nivel global.

Las instituciones económicas internacionales (es decir, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc.) y las Naciones Unidas tienen una gran influencia en la dirección y las prioridades de las inversiones y los sistemas financieros más amplios. Algunos cambios en sus políticas están conduciendo a una mayor inclusión, por ejemplo, al abordar el desempleo y alinearse con empresas verdes como la energía alternativa. Buscamos comunicar y explicar estos cambios económicos globales en asociación con expertos a través de publicaciones y otros medios. A nivel mundial, Ecojesuit continúa siguiendo y comprometiéndose con procesos internacionales como la COP26 y el Foro Económico Mundial que tienen una gran influencia en el paradigma económico y las preocupaciones ambientales a gran escala.

5. Fortalecimiento de la plataforma de acción de las universidades Laudato Si ‘, otras plataformas de acción del año Laudato Si’ y Querida Amazonia

Las universidades Laudato Si ‘y otras seis plataformas de acción están surgiendo y son una oportunidad para resaltar el papel de nuestras instituciones educativas en la acción social y ambiental, y la investigación basada en la comunidad. Discusiones iniciales entre el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU) y algunas universidades ya han comenzado para que estas universidades puedan participar en el proceso de diseño y desarrollo. Ecojesuit también continúa apoyando los esfuerzos de desinversión de las instituciones jesuitas. Querida Amazonia es otra área de acción adicional, ya que su llamado a la ecología integral y la sinodalidad influyen e informan el trabajo y el enfoque de Ecojesuit. Ecojesuit continúa facilitando y participando en discusiones con universidades y la IAJU, y aquellos que buscan involucrarse con las plataformas de acción de Laudato Si ‘y discusiones sobre biomas territoriales.

6. Promover la ecospiritualidad y la necesidad de su conciencia en la educación básica.

La conciencia ecológica y la ecoespiritualidad van de la mano en el desarrollo de un sentido más profundo de propósito y significado de la ecología integral entre los jóvenes. Las escuelas son lugares donde podemos ayudar a plantar semillas de interconexión, comunidad y cuidado para que las escuelas puedan liderar y llevar a cabo las acciones de colaboración que se necesitan con otras Secretarías y Redes. Ecojesuit busca promover los esfuerzos de ecoespiritualidad en las escuelas y actividades juveniles para ayudar a encender la conversión ecológica.

A través de estas acciones, Ecojesuit busca contribuir a formar una actitud renovada a medida que reconstruimos una nueva normalidad donde la justicia ecológica y social se integra mejor en nuestros valores y estilos de vida. Esto enfoca los esfuerzos de Ecojesuit y afirma nuestro compromiso con las Preferencias Apostólicas Universales (UAP). Ecojesuit facilitará y permitirá debates que incluyan voces de comunidades locales, líderes empresariales, líderes religiosos, responsables políticos y expertos económicos para contribuir a una perspectiva más amplia para una sociedad justa y sostenible.

 

Fuente: www.ecojesuit.com

Semana Social: los Obispos llaman a «remar juntos» hacia la unidad

La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas) inauguró este lunes 6 de julio la tradicional Semana Social, por primera vez en modalidad virtual, con la consigna «Nadie se salva solo. Es tiempo de actuar ahora para el futuro».

En el acto de apertura, que se transmitió por Youtube, participaron el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, y el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Cepas, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ.

Monseñor Ojea se refirió a la nueva ética del sistema financiero que propugna el Papa Francisco. «He aquí que nos encontramos frente a esta pandemia, una suerte de noche, de tinieblas, todos en la misma barca”, afirmó en relación con la crisis que vive el mundo.

El prelado dijo que lo primero que le surge es que han quedado expuestas las falsas seguridades en las que habíamos construido nuestras agendas. El segundo mensaje, sostuvo, es animarse a ser creativos incubando la posibilidad de un mundo distinto. En tercer lugar, generar una nueva conversión para dejar de idolatrar el dinero y el consumo. “En cada crisis sale lo mejor y lo peor de cada uno”, señaló.

El presidente de la CEA planteó que la situación de los desocupados, del hambre, de la marginalidad requiere la unidad de pensamiento, por lo que consideró que el objetivo es trabajar juntos para lograr una unidad poliédrica, como define el Papa, una unidad con los que piensan distinto.

Agregó que el Estado, lógicamente, no puede estar ausente en una situación como la que padecemos, pero no todo puede venir del Estado. “Hay experiencias conmovedoras en nuestro pueblo que se brindan por el prójimo en la adversidad”, aseguró.

Para finalizar, monseñor Ojea manifestó que “es momento impostergable de repensar la economía y los valores culturales de nuestra sociedad”.

Por su parte, monseñor Lugones adviritió que “la pandemia ha puesto en evidencia la enorme cantidad de excluidos o descartados del sistema, como dice el papa Francisco, que hoy requieren de cuidados y atención, además de oportunidades para el futuro», por lo que pidió: «No caigamos en las mezquindades que nos han llevado a visualizar en esta pandemia las desigualdades que hemos generado”.

“América latina no es el continente más pobre pero sí el más desigual. La Argentina no es una excepción, la pandemia ha manifestado todas las desigualdades, desigualdad educativa, desigualdad sanitaria, desigualdad de conectividad, desigualdad en la bancarización, etc.”, puntualizó.

El presidente de la Cepas consideró que “más que nunca es necesario repensar la economía con rostro humano para el escenario post pandemia”, y enfatizó: “Una economía que ponga el centro de la atención en las personas, en la dignidad del trabajo, en el diálogo como factor articulador de las diferencias políticas y sociales. En una economía de la producción y el consumo antes que en una economía de la especulación”.

Monseñor Lugones sostuvo que urge deponer “odios que nos despersonalizan, distanciamientos ideológicos y acusaciones constantes que no hacen más que generar enemistad, descalificación, mediocridad y culpabilizaciones sin solución”.

“Estamos en una coyuntura donde la creatividad de todos debe poder ayudarnos recíprocamente, será posible con la participación de todos los sectores, como podremos encontrar los mejores caminos de salida, ya que -como dice el papa Francisco- ‘estamos todos en la misma barca’ y sólo saldremos juntos”, concluyó.

Podés ver los encuentros de toda la semana en el canal de Youtube: Comisión Episcopal de Pastoral Social

Fuente: aica.org

La tolerancia religiosa y la unidad de los cristianos en Uruguay

El Consejo de Iglesias Cristianas del Uruguay (C.I.C.U.) es la institución máxima de coordinación de las Iglesias cristianas del país.

“Este Consejo expresa la firme voluntad de las Iglesias que lo integran de trabajar unidas en favor de la integridad de la Creación, a todos los niveles y por todos los medios a su alcance, conforme los grandes principios contenidos en las Sagradas Escrituras, así como a apoyar todas las expresiones que realcen el alcance de dichos valores en medio de la sociedad uruguaya”, explica el sitio web de la institución.

Semana de la unidad de los cristianos

Las distintas Iglesias cristianas, reunidas en el Consejo Mundial de Iglesias, celebran todos los años, desde 1908, la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. El objetivo de esta cita anual es el de unirse, por medio de la oración común y el diálogo fraterno, al deseo del mismo Jesús: “Padre, que todos sean uno” (Juan 17,21).

En el mes de junio realizaron un vídeo en donde, entre otras cosas, afirman que “la adversidad mundial nos ha hecho más humildes, más necesitados de Dios y más atentos a la necesidad de quien está a nuestro lado. Es tiempo de estar unidos y servir fraternalmente. Impulsados por el Espíritu de Pentecostés, fortalecidos por el ejemplo de muchos y conscientes de los propios límites, los invitamos a unirnos en oración por la unidad al Padre de todos”.

La actualidad de la unidad de los cristianos en Uruguay

Mons. Arturo Fajardo destaca que “se ha acentuado en el diálogo con mayor fuerza las coas que nos unen, que las cosas que nos separan. Además, se ha insistido en el esfuerzo común de testimoniar el Evangelio de Jesucristo en una sociedad secularizada y en el servicio a los más pobres”. Y añade que es “importante que se ha avanzado en el conocimiento mutuo y el contexto histórico en el que nacieron, para tener claro el tronco común”.

Mons. Daniel Genovesi explica que “la espiritualidad cristiana no es un conjunto de reglas sino una relación con una persona, Jesús. Y a partir de ese vínculo se abre una nueva dimensión que, lejos de suprimir nuestra realidad, la asume, la sana, la eleva y la transforma. Con una mirada nueva hagamos gestos nuevos que nos encaminen a esta unidad. Dios, que habita en nosotros, cuidará de ello”.

Vía Crucis por la unidad y el mensaje de los líderes católicos

Desde el año 2014 se realiza en Montevideo el Via Crucis ecuménico, que en el principio reunía a las iglesias anglicana y católica y que desde hace dos años convoca también a la luterana o alemana. El tradicional Via Crucis comienza en la catedral anglicana y finaliza en la católica, y el recorrido es acompañado por líderes y miembros de las tres comunidades religiosas.

A finales del mes de marzo de 2020, en el contexto de la pandemia por Coronavirus, líderes de diversas denominaciones cristianas y de la religión judía se reunieron para dar un mensaje de esperanza a la población. Lo hicieron a través de un video filmado en Plaza Independencia.

La oración por la patria

Otra de las iniciativas que contribuye a la tolerancia religiosa fue la oración por la patria, que se llevó a cabo en marzo de este año, luego de que asumiera su cargo el actual presidente. El Arzosbispo de Montevideo, Card. Daniel Sturla, fue anfitrión de una ceremonia organizada junto con iglesias cristianas y la colectividad judía en la que se rezó por el país, en el comienzo de un nuevo gobierno.

 

Fuente: icm.org.uy

Nace la Conferencia Eclesial de la Amazonía

El pasado 29 de junio, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM y el presidente de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), cardenal Cláudio Hummes, anunciaron la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.

El anuncio fue dado en el día de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, al concluir la Asamblea de Proyecto de Constitución de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, realizada en dos sesiones de manera virtual.

En el comunicado conjunto destacan que “esta asamblea, realizada de manera inédita por canales digitales, ha sido una novedad del Espíritu, y hace parte de este esperanzador kairós que continúa el camino sinodal para abrir nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral en la región panamazónica”.

El texto del comunicado subraya la cercanía del papa Francisco a todo el proceso de creación de esta nueva entidad eclesial: “Esta festividad de nuestra Iglesia es también un gesto de agradecimiento por el servicio del Santo Padre, por lo que consideramos que el nacimiento de esta Conferencia Eclesial es un gesto de esperanza aunado al Magisterio del papa Francisco, quien acompañó cercanamente todo este proceso”.

Unidad y diversidad de nuestra Iglesia

La composición de esta Asamblea refleja la unidad en la diversidad de nuestra Iglesia, unidad expresada también por la invaluable presencia y compañía permanente de importantes miembros de la Santa Sede que sienten la cercanía y relación directa con el Sínodo de la Amazonía y con la misión de la Iglesia en este territorio, las cuales sin duda seguirán desde sus respectivas instancias asistiendo estos nuevos caminos, enfatiza el comunicado.

El nacimiento de la Conferencia Eclesial de la Amazonía quiere ser respuesta a las múltiples amenazas que enfrenta América Latina, tales como la pandemia del coronavirus, y las realidades de violencia, exclusión y muerte contra el bioma y los pueblos que la habitan.

“La Conferencia Eclesial de la Amazonía -se lee en el texto- quiere ser una buena noticia y una respuesta oportuna a los gritos de los pobres y de la hermana madre Tierra, así como un cauce eficaz para asumir, desde el territorio, muchas de las propuestas surgidas en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, celebrada en octubre de 2019, siendo también un nexo que anime a otras redes e iniciativas eclesiales y socio-ambientales a nivel continental e internacional”.

El Cardenal Cláudio Hummes fue nombrado Presidente de la nueva Conferencia Eclesial. David Martínez de Aguirre, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, fue nombrado Vicepresidente.

Asimismo, la Asamblea eligió a monseñor Eugenio Coter, obispo del vicariato apostólico de Pando, en Bolivia, para integrar el comité ejecutivo del nuevo organismo eclesial, en representación de las Conferencias Episcopales del territorio amazónico, del que también harán parte algunas instancias eclesiales regionales que acompañarán la naciente Conferencia Eclesial de la Amazonía de manera orgánica: el Celam, la Repam, la CLAR y Cáritas América Latina y el Caribe.

También formarán parte del comité ejecutivo tres representantes de los pueblos originarios designados:  Patricia Gualinga, del pueblo kichwa-Sarayakú (Ecuador); la hermana Laura Vicuña Pereira, del pueblo Kariri (Brasil); y Delio Siticonatzi, del pueblo Asháninka (Perú).

Tras un profundo discernimiento, la asamblea avaló por unanimidad el nombre del nuevo organismo: Conferencia Eclesial de la Amazonía, lo mismo que el Estatuto que lo regirá, los que serán puestos a disposición del papa Francisco y de las instancias correspondientes en la Santa Sede para su aprobación definitiva.

 

Fuente: aica.org

Tantos somos, somos uno: arte, celebración y concientización

Para despertar la reflexión y la conciencia sobre los refugiados y las personas desplazadas en todo el mundo, el pasado 20 de junio, día Mundial de los Refugiados, el Servicio Jesuita de Migrantes y Refugiados Brasil (SJMR) celebró el Festival «TANTOS SOMOS, SOMOS UNO”.

A través del arte y en tono de celebración, el evento se transmitió en las plataformas de Facebook y youtube del SJMR Brasil. Se reunieron artistas de diferentes nacionalidades para llamar la atención del público sobre la causa de los migrantes y refugiados. Con música, fotografía, cine, moda, teatro, danza, artesanía, poesía, narración de cuentos, gastronomía y arte circense, el Festival estuvo impregnado de reflexiones sobre la realidad que enfrentan las personas migrantes y refugiadas. Se destacó, también, el uso del arte como un medio no solo para conocer la realidad a la que se enfrentan los refugiados, sino también para expresarse y de superar los inmensos desafíos a los que se enfrentan a diario estas personas.

En este contexto de celebración y concientización, el Servicio Jesuita a Migrantes en Argentina y Uruguay se sumó a la campaña por la hospitalidad, grabando la canción «Somos uno» con participantes de distintas nacionalidades: Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil y Argentina.

A continuación compartimos los links para ver las distintas iniciativas:

Festival Tantos Somos, Somos Um – SJMR

«Somos Uno» – SJM ARU

Organizaciones religiosas en la Jornada Mundial del Refugiado 2020: “Conocer para comprender”

Distintas organizaciones religiosas en el mundo, se unieron para enviar un mensaje en torno a la Jornada Mundial del Refugiado 2020, que se celebrará en el mes de septiembre. Guiados por el mensaje del Papa: «conocer para comprender», hacen un llamamiento a colaborar e involucrarse con la difícil realidad de los desplazados internos.

El texto:

En su Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2020, el Papa Francisco invita a todas las personas de fe y buena voluntad a conocerlos y, este año en particular, a conocer a los desplazados internos (IDPs), personas que se han visto obligados a huir pero no han podido cruzar una frontera internacional. El Papa Francisco nos anima a “conocer para comprender”; el conocimiento personal es un paso necesario para apreciar la difícil situación de los demás. En el Día Mundial del Refugiado 2020, apoyamos unánimemente la invitación del Papa porque la difícil situación de los desplazados internos es una tragedia a menudo invisible que la crisis mundial causada por la pandemia COVID-19 no ha hecho más que exacerbar.

Hoy en día, nuestro mundo cuenta con más de 50,8 millones de personas desplazadas internamente que se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos, violencia o persecución. Los desplazados internos viven en situaciones muy difíciles ya que luchan por encontrar seguridad dentro de su país de origen o no pueden llegar a una frontera internacional, y luego cruzarla para solicitar asilo. Millones más son desplazados internos a causa de desastres naturales. Como organizaciones y comunidades humanitarias, acompañamos, servimos e involucramos a los desplazados internos en todo el mundo y hacemos un llamamiento a los responsables políticos para que escuchen sus necesidades y llamen la atención sobre sus luchas.

En este tiempo de pandemia causada por el COVID-19, hemos visto a este grupo, ya radicalmente vulnerable, correr mayores riesgos de protección por parte de sus propios gobiernos. La profunda crisis social y económica provocada por la pandemia seguramente hará que las preocupaciones de los desplazados internos pasen a un segundo plano. Algunas de nuestras organizaciones abogan por una mayor protección jurídica, el acceso no discriminatorio a los servicios, el respeto de su dignidad y la promulgación de programas de consolidación de la paz y reconciliación para los desplazados internos. En colaboración con el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los desplazados internos y el Cluster Global de Protección que han aprovechado la ocasión del 20º aniversario de los históricos Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, y con el Panel de Alto Nivel sobre Desplazamiento Interno promovido por el Secretario General de las Naciones Unidas, hacemos un llamamiento para que se preste una atención renovada a la difícil situación de los desplazados internos en todo el mundo. “Es importante que los desplazados internos no sean abandonados en esta crisis. Hago un llamamiento a los Estados para que ejerzan su responsabilidad soberana para protegerlos con base a los Principios rectores del desplazamiento interno y sin abandonar la asistencia humanitaria”, urge Cecilia Jiménez-Damary, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobe los derechos humanos de los desplazados internos.

El desplazamiento tiene que ver con personas reales, y siempre debemos recordar que Jesús fue un desplazado. Es probable que la mayoría de nosotros tengamos algún familiar desplazado en nuestras propias historias familiares. Si nos relacionamos con los actuales solicitantes de asilo, sabremos más sobre la urgencia de su situación. Abriendo nuestros ojos y nuestra mente tendremos una idea más clara de lo que tenemos que hacer para ayudarles.

La pandemia del COVID-19 nos incita a reflexionar sobre el desplazamiento en nuestros propios corazones y sobre las fallas de nuestros sistemas económicos y políticos. La avaricia puede desplazar tan fácilmente a la compasión. En lo profundo de nuestros corazones sabemos que el cuidado de los demás – y no su explotación – nos hace verdaderamente humanos. Mantras como “yo y mi país primero” carecen de profundidad y son el producto de un pensamiento equivocado.

En estos tiempos inciertos, el Papa Francisco nos exhorta a estar cerca para servir. En el Día Mundial del Refugiado 2020, hacemos un llamamiento a la transformación. Pedimos que los ojos y los corazones se abran a la acción reconociendo, contemplando y compartiendo la vida de los refugiados, los desplazados internos y los migrantes. A través de ellos podemos ver más claramente la verdad sobre nosotros mismos, nuestras sociedades y la dirección que debemos seguir. Unimos nuestras voces a la del Papa Francisco cuando dice: “¡No son números, sino personas! Si las encontramos, podremos conocerlas. Y si conocemos sus historias, lograremos comprender.”

Organizaciones religiosas en el mundo

 

Fuente: jesuitas.lat

 

Informe estadístico sobre la situación alimentaria de niños y adolescentes en los últimos diez años

Casi 4 millones de niños y adolescentes, de entre 0 y 17 años, tuvieron problemas para alimentarse en 2019, según el informe “Condiciones de vida de las Infancias prepandemia Covid-19. Evolución de las privaciones de derechos 2010-2019” presentado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (ODSA UCA).

La cifra implica un 30,5% de personas en ese rango de edad con problemas alimentarios y constituye un incremento del 48,3% en relación con igual parámetro de 2015.

El estudio también revela que mientras en 2019 la inseguridad alimentaria total trepó sólo un punto porcentual y la severa (pasar hambre) subió de 13,5 a 14%, la alimentación gratuita en escuelas y comedores comunitarios (almuerzos, desayunos, copas de leche y viandas) tuvo un “crecimiento muy significativo”, dado que pasó del 34,6 al 39,2% de cobertura en ese período.

Este último dato implica que a fines del último año casi 4 de cada 10 niños y adolescentes debían cubrir su dieta alimentaria de esta forma.

La relación entre estos dos indicadores permite inferir, según la ODSA UCA, que “el incremento de esta cobertura alimentaria no fue suficiente para contener la crisis socioeconómica”.

“Si bien la información que se ofrece corresponde a la evolución 2010-2019, y puede resultar desactualizada ante la actual crisis social y sanitaria, es la línea de base con la que podremos realizar comparaciones próximamente y evaluar cambios en la incidencia de los indicadores de derechos, así como en las brechas de desigualdad social 2019-2020”, precisa Ianina Tuñón, investigadora a cargo del estudio.

El relevamiento de la ODSA UCA también ofrece información en el espacio de los derechos a la alimentación, a la salud, al hábitat, a la subsistencia, a la crianza y socialización, a la información, a la educación y al trabajo infantil.

El informe completo en CONDICIONES DE VIDA DE LAS
INFANCIAS PRE-PANDEMIA COVID-19 

Fuente: aica.org.ar

El Servicio Jesuita a Migrantes y Protagonizar en tiempo de Coronavirus – Por Julio Villavicencio SJ

En medio de las dificultades de este tiempo, el SJM y la Fundación Protagonizar se unieron para llevar adelante un plan de trabajo colaborativo. Julio Villavicencio SJ, es el encargado del Servicio Jesuita a Migrantes en Argentina y Uruguay y nos cuenta cómo avanzan en esta tarea compartida de acompañar y atender la realidad de la población migrante.

Por Julio Villavicencio SJ

Las oficinas de Córdoba, San Miguel y CABA del SJM, en el marco del proyecto SJM – Protagonizar, hemos podido ser beneficiarios de un proyecto para ayuda humanitaria en tiempos de COVID-19. En este proyecto presentamos una acompañamiento integral en el contexto de Pandemia para familias migrantes. Tres son los puntos fundamentales del proyecto: 

  • asistencia humanitaria: Comida, techo y medicinas. 
  • acompañamiento psicosocial. 
  • medios de vida a través de micro-emprendimientos. En este último punto la articulación se da a través de la Fundación Protagonizar y se pondrá en marcha en el llamado post-pandemia.

Quisiera compartirles particularmente el primer punto. La asistencia humanitaria en comida, techo y salud. En esta línea y durante este tiempo hemos podido realizar asistencia humanitaria en tres grandes rubros a más de 430 familias y personas migrantes. Muchas de estas de nacionalidad venezolana, paraguaya, colombiana, boliviana y ghanesa.

Alta vulnerabilidad 

Estas familias y personas solas, han sufrido como el resto de los ciudadanos los efectos de la pandemia y de la cuarentena en sus economías. Sumándoles que esta población en particular tenía ya antes de este contexto de pandemia una situación de alta vulnerabilidad. Las causas de esto son múltiples, pero ente ellas se pueden contar que han llegado a país recientemente. Esto hace que estén sin documentación argentina y por lo tanto no pueden acceder a ningún beneficio social dados por el estado. También se le suma que muchos de ellos no tienen conocidos o familias en el país, con lo cual la red social que puede contener a muchos de los nacionales para evitar caer en la calle, en este caso no existe. No hay red, si no hay ingresos, solo caída libre. Finalmente, muchas de las familias que acompañamos viven en lugares muy precarios, alquilando habitaciones de manera informal y en condiciones de hacinamiento, generando dos factores muy peligroso: por un lado el DNU que evita los desalojos no los tiene en cuenta a ellos, pues no tienen contratos formales, y en segundo lugar, están mucho más expuestos al contagio del COVID19. 

¿Cómo asistir en tiempos donde se reduce la circulación?

Dado que las ciudades donde estamos trabajando aún mantienen las normas de la cuarentena, es que nuestra atención y asistencia, ha tenido que adaptarse a la no circulación. De esta manera se ha desarrollado una ruta de atención la cual se hace a través de los medios que cuenta el SJM en cada una de sus oficinas, esto es whatsapp, Instagram, Facebook, email y la página web. Al ser tanta la demanda (mas de 100 solicitudes por semana), se invita a las personas a llenar un formulario, con sus necesidades y un grupo de voluntarios (20 aprox) distribuidos en Córdoba, San Miguel y CABA, se ponen en contacto con las personas y se les hace una breve entrevista para ver en profundidad su necesidad. Luego se arman bases de datos con las direcciones y necesidades de las familias, y una vez a la semana se realizan entregas puerta a puerta de ropa de abrigo, alimentos, medicamentos o ayuda para el hospedaje. 

En San Miguel también se colabora con alimentos en territorio con una de las ollas populares que la comunidad paraguaya ha organizado en el barrio El Polo, así como también con la colaboración en leche para las chocolatadas que les entregan a más de 398 niños y niñas. 

La ayuda ha sido así durante el último mes de 380 familias en CABA y partidos cercanos de la provincia de Buenos Aires, 73 en el partido de San Miguel y 56 familias en la ciudad de Córdoba.

Además de esta asistencia humanitaria, es bueno rescatar que la actividad del SJM ARU ha seguido con su trabajo en las demás áreas: pastoral, educación e incidencia. Así también como el trabajo en Montevideo a través de la reorganización del equipo con la llegada de un coordinador y con la entrega de ayuda en alimentos, ropa de abrigo y asesoramiento desde la parroquia San Ignacio.

 

Servicio Jesuita a Migrantes

Fundación Protagonizar

Gran Bretaña: Compromiso de los jesuitas para reducir el daño del cambio climático

En respuesta al “claro imperativo moral de actuar para la protección de nuestro planeta para las generaciones futuras”, los jesuitas de Gran Bretaña han decidido renunciar a invertir en sociedades cuya principal fuente de ingresos proviene de la extracción de combustibles fósiles. Esto fue anunciado por el Superior Provincial, el Padre Damián Howard, reiterando que “el cambio climático es el desafío más urgente que el mundo debe afrontar en un momento en que los desastres climáticos están causando cada vez más destrucción, golpeando duramente a los países más pobres, aunque rara vez son la causa”.

Actuar juntos lo antes posible

“Lo que ocurra a nivel climático y medioambiental tendrá implicaciones negativas para todos nosotros, por lo que debemos actuar juntos lo antes posible para proteger las condiciones de vida”, continúa el sacerdote, esperando que “los jesuitas puedan contribuir a este esfuerzo común”.

Según informa el Osservatore Romano, en Gran Bretaña, la Compañía de Jesús gestiona los recursos utilizados para financiar obras y proyectos de caridad en el país y en todo el mundo. El capital, administrado por tres gerentes, será totalmente desinvertido a finales de 2020, completando así el proceso ya iniciado para más de la mitad de las participaciones.

El planeta enfrenta una grave emergencia climática

Dado que diversos estudios científicos demuestran que todo el planeta se enfrenta a una grave emergencia climática, el padre Howard hace un llamamiento a “todas las instituciones para que reaccionen ante esta crisis ecológica y adopten medidas valientes para reducir el consumo de energía y pasar a las fuentes renovables”. Asimismo, pide a los grandes inversores en particular que “hagan todo lo posible para ayudar a evitar las graves consecuencias que podrían derivarse”.

El mundo debe responder a los enormes desafíos

“El mundo debe responder a los enormes desafíos y oportunidades del cambio climático con mucha más urgencia”, comentó Paul Chitnis, Director de las misiones jesuíticas del Reino Unido. Con ello, aseguró que el impacto del cambio climático se ve reflejado “en las comunidades de todo el mundo” siendo “los más pobres y marginados los que más sufren”, por cual, espera que “el Reino Unido cumpla con sus compromisos climáticos”.

Una acción mundial

En Madagascar, Efa Ravelonantoandro, jefe de programas del Centro Social Arrupe, testifica que en el sur del país “es ahora demasiado caluroso y el número de desplazados internos está creciendo”. A esto se le suman las continuas inundaciones, causando cada vez la propagación de enfermedades entre la población. En el país de África Oriental, hay muchos ríos, pero no se está “generando suficiente energía renovable”, declara.

Además de Gran Bretaña, los jesuitas del Canadá, Italia y Australia han decidido reducir el carbón de sus inversiones, así como el Jesuit european social center, de Bruselas y la red ecológica de justicia de los jesuitas en África, con sede en Nairobi (Kenya). Mientras tanto, el mes pasado, en el Reino Unido, Middlesbrough y Lancaster fueron las primeras diócesis del país en renunciar a sus inversiones en combustibles fósiles.

Fuente: www.vaticannews.va