Maratón Solidaria a Beneficio de una Escuela en Alto Verde

La escuela para adultos que la Fundación Manos Abiertas construye en la Manzana 7 ya tiene fecha inaugural: el 27 de agosto. La obra es el único destino de lo recaudado en el evento.

El frío no acobardó a las 739 personas que el domingo por la mañana decidieron «sumar kilómetros con causa» en la 5ta. Maratón Solidaria de la Fundación Manos Abiertas. En dos modalidades —4 y 10 kilómetros— cada paso sumó un ladrillo a la Escuela Papa Francisco que la fundación erige en la Manzana 7 de Alto Verde donde 24 adultos se capacitan como Montador Electricista y Albañilería.

La construcción del edificio está cerca del final: el 27 de agosto se hará la inauguración de la estructura de tres aulas y un salón de usos múltiples con todas las dependencias necesarias para su funcionamiento.

La maratón le dio impulso a la obra: es el evento anual de mayor recaudación y este año sumó $ 175.030,63 entre lo reunido con auspicios e inscripciones. «El evento superó las expectativas, no sólo por el apoyo de los auspiciantes que nos acompañan desde el inicio y esta vez redoblaron esfuerzos sino también por la cantidad de corredores que participaron», contó Natacha Bértola, referente de la Fundación.

El trabajo en Alto Verde

Como la Papa Francisco, la Maratón también crece conforme pasan los días. «Sirvió para que la gente conozca la escuela de oficios y dimensione la obra, el movimiento que se está generando en el barrio», agregó Bértola.

La tarea más visible es la construcción de la escuela, que ya prevé sumar otras formaciones: Ayudante de cocina y Acompañante de ancianos el año entrante, más una sala de informática para todos los alumnos.

Pero no es la única obra: la entidad desarrolla diferentes actividades tanto en la Manzana 7 de Alto Verde como en el Paraje La Boca y La Vuelta del Paraguayo.

En la Parroquia Jesús Resucitado funcionan un comedor de ancianos y clases de apoyo escolar. En la «Casita del voluntariado», a 50 metros de la escuela de oficios, todos los días la fundación dicta talleres para contener a mamás y chicos. En la capilla jesuita del Paraje La Boca funciona el emprendimiento Sabores de la Boca de fabricación y venta de repostería. Y, en la Vuelta del Paraguayo lleva adelante un comedor que entrega 192 raciones diarias de comida.

Tal como la construcción de la escuela, todo se realiza con voluntarios y se financia con apoyo de asociados y donaciones.

Celebrar la Migración

Por Pablo Michels SJ

A veces nuestras perspectivas son demasiado pequeñas y defendemos a muerte fronteras que tienen quizás… unos ¿150 años? Por ejemplo nos apasionamos viendo la Copa América, gritamos, sufrimos, y nos alegramos y hasta nos dura un buen rato. Fronteras que en este caso todavía nos sirven como una buena excusa para algo sano y divertido como lo es el deporte.

Pero lo cierto es que esas mismas fronteras muchas veces son motivo de discriminación y sufrimiento. Separan al hombre del hombre irracionalmente. Verdaderos muros sin mucho sentido que cercan y oprimen el espíritu humano. Si por un segundo ampliáramos la perspectiva y miráramos nuestra historia común en este planeta, reconoceríamos más de 150.000 años de migración de la humanidad. Sí, el hombre ha vivido mil veces la edad de nuestras fronteras, sin ellas. Por eso es que si levantamos la mirada podremos suspirar y hacer una profunda reverencia ante nuestros antepasados que se han movilizado en búsqueda de más vida por toda la Tierra y han hecho posible nuestra pequeña vida hoy, en este lugar que nos toca. Si ampliamos la perspectiva, todos podremos reconocernos herederos de un espíritu común, indómito y valiente. Con alegría y asombro podremos sentirnos parte de una humanidad migrante, en camino.

Es por eso que queremos celebrar la migración, aunque muchas veces sus causas no sean muy felices. Aunque muchas veces hombres y mujeres hayan sido forzados por la violencia o la necesidad extrema a abandonar sus patrias, el lugar de sus padres, donde han crecido y aprendido a amar, y a creer. Queremos celebrar a pesar de esto la enorme valentía del género humano que ha decidido tantas veces dar el salto hacia lo desconocido, dejar todo y migrar.

Queremos hacerlo porque en el Servicio Jesuita al Migrante somos testigos de la esperanza y la fe que acompaña la migración aún en las situaciones más adversas. Porque gracias a nuestra pequeña tarea en San Miguel, en el conurbano bonaerense, tenemos la experiencia de una alegría y una paz que se queda en nuestro corazón durante días, fruto de un compartir sencillo, entre hermanos. Acompañando y sirviendo a las personas que han venido de otros países nos encontramos al Dios que no conoce fronteras, y que por nosotros también se ha hecho migrante.

Maratón Solidaria 1×1 1+1

El pasado domingo 21 de Junio se vivió la Maratón Solidaria 1×1+1 a beneficio de la Fundación Manos Abiertas Santa Fe.

En la ocasión se puso en juego también la Copa Inmaculada, con la idea de que la comunidad educativa del Colegio participe con el grupo familiar que integran diferentes grados tanto en la competencia de 4 y 10 km.

El Objetivo de la Maratón es recaudar fondos para finalizar la construcción de la Escuela de Oficios Papa Francisco, que funciona en Alto Verde. La escuela cuenta con 24 alumnos que realizan desde marzo los cursos de montador electricista y albañilería.

El año pasado, la convocatoria superó los 400 competidores. Esta vez, se esperaba un 50% más.

Construcción solidaria

El edificio de la escuela todavía no está terminado, por lo que la institución comenzó a funcionar en marzo, en el salón de catequesis de la capilla de los Milagros, ubicada en la Manzana 7. Allí 18 adultos se forman como montador electricista y otros 6 en albañilería. En el terreno contiguo, ya se levantaron las paredes de tres aulas de la escuela, que ya tiene techo y por estos días suma las aberturas.

La construcción se realiza gracias a las donaciones de particulares y empresas a la Fundación Manos Abiertas Santa Fe, a cargo de la obra, que también realiza eventos a beneficio. Hace cuatro meses, la provincia donó $ 2 millones para la construcción de la escuela. Desde la Fundación estiman que todavía hace falta un millón de pesos más para finalizar la obra. “No esperamos recaudar ese monto, sino sumar lo que se pueda con un encuentro familiar y ánimo de fiesta”, concluyó Juan Mendicino uno de los jóvenes voluntarios que trabaja para la Fundación.

Fuente: Diario el Litoral Santa Fe

 

‘Demos testimonio de la hospitalidad en un mundo de fronteras cerradas’

El padre Gilberto Freire, S.J., Provincial de la Compañía de Jesús en Ecuador, el director del Servicio Jesuita a Refugiados en Ecuador, padre Roberto Granja, S.J., y una delegación de la oficina regional del SJR LAC, lanzamos la campaña “La hospitalidad abre fronteras”.

Manifiesto de la Campaña “La hospitalidad abre fronteras”

Desde la Congregación General 35 en 2008, la Compañía de Jesús viene insistiendo en la necesidad para las comunidades y las obras jesuitas de dar al mundo testimonio de la hospitalidad.

El Padre Adolfo Nicolás, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús, ha puesto en el centro de la misión jesuita la hospitalidad como un valor humano y cristiano que estamos llamados a promover y practicar en “un mundo de fronteras cerradas”.

En su carta al Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) con motivo de su 30 aniversario, el 14 de noviembre de 2010, el padre Nicolás definió la hospitalidad de esta manera: “un valor profundamente humano y cristiano que reconoce el clamor del otro, no porque él o ella sea un miembro de mi familia, de mi comunidad, de mi raza o de mi fe, sino simplemente porque él o ella es un ser humano que merece ser bienvenido y respetado.”

El General de la Compañía de Jesús nos invitó a abrir nuestras puertas, nuestras fronteras, sin temor al otro, aunque este último sea un desconocido, un extraño, un extranjero. La razón de ello es porque todo ser humano merece ser acogido. “Fui extranjero y me acogiste”, dice la Biblia sin más.

Esta invitación se hace cada vez más urgente, en la medida en que la hospitalidad se va perdiendo en el mundo de hoy, caracterizado por el endurecimiento de leyes y políticas migratorias y de refugio, el cierre de las fronteras y la intolerancia contra los extranjeros, paradójicamente quienes están en necesidad de asistencia y protección.

Por otro lado, en octubre del 2012 tras un taller con delegados de los cinco continentes, la Compañía de Jesús a través de la Red Global Ignaciana de Incidencia expresó lo siguiente, en el documento de posicionamiento titulado “Por una cultura de la hospitalidad y la inclusión”:

La Compañía de Jesús adoptó hace años la atención a migrantes y refugiados como una de sus prioridades apostólicas, una opción que ha quedado confirmada en la última Congregación General” (CG 35, d.3 n. 39.).

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Uno de los dos valores que fundamentan esta opción de la Compañía de Jesús Universal y de la Conferencia de provinciales de América Latina (CPAL), es la hospitalidad. Fundamentado en esta opción de la Compañía de Jesús, el SJR ha asumido en el mundo y concretamente en América Latina la hospitalidad como un desafío. En los países donde estamos presentes (Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá), nos hemos planteando en nuestro Plan Estratégico regional (2012-2015) las siguientes preguntas: ¿Cómo ofrecer hospitalidad a nuestros hermanos en situación de migración forzada que están en “las fronteras de lo humano”? ¿Cómo ser hospitalidad en acción, abriéndoles nuestras puertas, caminando a su lado, atendiendo sus necesidades humanitarias, humanas, legales, de integración digna en los países donde trabajamos?

Todas nuestras acciones se enmarcan dentro de nuestra misión expresada en estas tres palabras: acompañar, servir y defender; con el sentido profundo que dio a caca una de ellas el Papa Francisco, en el discurso que hizo en su visita a refugiados en la Fundación Centro Astalli de Roma que gestiona el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR):

“Servir significa dar cabida a la persona que llega, con cuidado”; “acompañar es no sólo ofrecer servicios de primera acogida sino “desarrollar una cultura de acogida, del encuentro y de la solidaridad”, y “defender significa tomar partido por los más débiles”.

Con esta campaña “La hospitalidad abre fronteras” el SJR quiere hacer eco de la importancia que tiene la hospitalidad como valor humano y cristiano para la Compañía de Jesús en nuestra región, en donde cerca de 5 millones de desplazados, 500 mil refugiados colombianos y cientos de miles de migrantes forzados, principalmente niños y jóvenes, esperan una respuesta de nosotros. De los 215 millones de migrantes internacionales en el mundo, más de 26 millones son hombres y mujeres latinoamericanas que están pidiendo hospitalidad.

Uno de los objetivos principales de la campaña consiste en “sensibilizar a la región de América Latina, y en particular a las comunidades educativas de colegios y universidades de la Compañía de Jesús en el continente americano, sobre la situación de los Migrantes, Desplazados y Refugiados, con el fin de aportar en la promoción de una cultura de acogida, de solidaridad y de construcción de la paz.”

Esta campaña es una apuesta del SJR y de la Compañía de Jesús por la hospitalidad.

Es la expresión de nuestra esperanza en la capacidad que tenemos como sociedad, como Estados, como jesuitas, como migrantes y refugiados, para abrir sin temor todas nuestras fronteras, interiores y externas, simbólicas y geográficas. Para escuchar el clamor del otro y construir entre todos y todas un Ecuador y una América Latina sin fronteras. Para dar testimonio de hospitalidad al mundo: como SJR, como Compañía de Jesús y como región.

Fuente: Jesuitas Colombia 

19 años de Fe y Alegría en Resistencia

Carta de Fernando Anderlic, Director Nacional a todos los miembros de Fe y Alegría en Resistencia en conmemoración de los 19 años de Fe y Alegría Argentina en la ciudad de Resistencia. 

Querida comunidad de Resistencia:

En el día del 19º aniversario del primer Centro de Fe y Alegría en el país, me es muy grato saludarlos y saludarlas deseándoles muchas felicidades.

Aquellos sueños de transformación personal y comunitaria a través de la educación, hoy ya son realidad. Y se hicieron realidad en la vida de cientos de niños, niñas, jóvenes y familias que han pasado por nuestras aulas y que hoy, en sus vidas, son reflejo de nuestra Identidad.

Hemos transitado ya un largo camino, complejo en algunas circunstancias pero que no ha sido empañado gracias a los gestos de amor, fe, alegría, esperanza, entrega y compromiso de todas y todos Ustedes. El “estar en el camino” como institución de la Compañía de Jesús nos obliga a estar siempre atentos y con el firme propósito de modificar nuestros errores, buscando siempre el “Magis Ignaciano”, acompañando la formación y la construcción de un proyecto de vida para toda nuestra gente, teniendo como modelo humanizador a la persona de Jesús, quien seguramente nos ha sostenido y nos sostiene durante todo el tiempo de Su mano.

Quiero manifestar mi gratitud, en nombre de toda Fe y Alegría Argentina, para con el equipo directivo y todo el personal docente y auxiliar del Centro. Agradecerles de corazón su vocación y entrega cotidiana que se refleja en su amor para con nuestros educandos, educandas y familias. Ruego a Dios que día a día acreciente en Ustedes la pertenencia a nuestro Ideario y que los bendiga en su noble tarea.

Quisiera que hoy también tuviéramos presente a tantas personas que han pasado por nuestro Centro y que han aportado su vida para que podamos estar cumpliendo estos primeros 19 años de Fe y Alegría en Argentina. Seguramente cada uno de nosotros y nosotras tiene un nombre, al menos, “que le viene a la cabeza”. Que Dios recompense el ciento por uno a cada uno de ellos. También recordar a todos aquellos chicos y chicas que “quedaron en el camino”, rogándole a la Virgen María que los proteja con su manto y que nosotros seamos siempre una “casa de puertas abiertas” para recogerlos y ayudarlos ante cualquier necesidad.

Para terminar, quisiera compartir un mensaje con nuestros chicos y chicas: les pido que hoy y siempre sean, por favor, conscientes que Ustedes son la razón de nuestra misión. Sus vidas son el mejor testimonio de nuestro trabajo. Sueñen, anímense a soñar en grande. Sean agradecidos con sus familias, sus maestros, sus maestras, sus profesores. Ustedes tienen el privilegio inmenso de poder educarse en una sociedad en la que muchos miles no tienen oportunidad de hacerlo. Y este tiene que ser un desafío para Ustedes a futuro. Ese tiene que ser su compromiso para con la sociedad. No olvidarse nunca que allí al lado, cerquita, hay un hermano y una hermana que necesita de Ustedes. Juéguense la vida por esa causa, apuesten a soñar y vivir sus vidas desde “el nosotros” aunque ello implique, en algún momento, dejar “el yo de lado”. Si así lo hacen, estoy seguro que las palabras del Padre Vélaz sj se harán realidad: “Quizás esta chispa llegue a incendio y el mundo que viene sea el que soñamos y no el que esperamos”.

Con afecto,

Fernando Anderlic

Director Nacional

 

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El 1° de mayo es la celebración de San José Obrero, y a nivel nacional el Día de los trabajadores y las trabajadoras.

Alumnos y alumnas de nuestros centros educativos ubicados en Salta, Chaco, Corrientes y Buenos Aires, han armado un spot de dos minutos reflexionando sobre el significado y el valor del trabajo. La filmación fue realizada íntegramente por los jóvenes, con ayuda de sus docentes. Entrevistaron a personas de su comunidad acerca del valor del trabajo. Es nuestro deseo que se difunda este importante material, ya que significa un homenaje a la Cultura del Trabajo.

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¿Qué es Fe y Alegría?

Es una ONG Jesuita internacional que, a través de la educación, alienta proyectos de transformación personal y comunitaria para aquellas personas y familias que viven en la marginalidad; los acompaña en el descubrimiento y desarrollo más pleno de sus capacidades, para que sean protagonistas de un futuro con mayores posibilidades, con trabajo, con dignidad y con herramientas que les permitan transformar la realidad.

Nació en Venezuela en 1955, y hoy es la ONG educativa de mayor envergadura en Latinoamérica, con presencia en 20 países en América Latina, Europa y África. Actualmente nuestros programas educativos y de desarrollo personal y comunitario benefician a 1.5 millones de personas, sin incluir a los casi 50.000 educadores que se capacitan en diversos países.

En Argentina

En Argentina estamos presentes desde 1996 ofreciendo Educación Gratuita en localidades con altos índices de pobreza y analfabetismo de las provincias de Salta, Jujuy, Chaco, Corrientes y Gran Buenos Aires.

Nuestras líneas de acción se trabajan principalmente desde nuestros Centros Educativos y Comunitarios, donde ofrecemos educación de calidad desde nivel inicial, primario, secundario hasta formación técnico-profesional (títulos reconocidos oficialmente), además de educación no formal, programas de prevención de violencia (valores), capacitación laboral y otras actividades en pos de la Promoción Social. A su vez, desarrollamos programas de Formación Docente y evaluaciones de calidad en nuestras escuelas.

 

Acoger al migrante: La historia de Zunilda

Por Francisco Cáceres Sj

Zunilda es paraguaya. Vive en El Polo, y trabaja vendiendo comida afuera de la municipalidad. Beatriz, una de sus hijas, nació prematura. Los médicos le dijeron que no iba a sobrevivir, sin embargo, vivió. A los meses descubrieron que había nacido ciega. Ambas vinieron a Argentina buscando mejores oportunidades. No ha sido fácil. Han tenido que luchar juntas para salir adelante. Al pasar por su casa, encuentro a Zunilda partiendo el pan.

La historia de esta mujer es la que viven muchos migrantes que dejan su país para encontrar una tierra que los acoja, que los mire a los ojos, que no los discrimine y que los llame por sus nombres. Se van con lo puesto y asumen el riesgo de ir más allá. Para muchos, es un viaje sin retorno. Unos, tratando de cruzar el Mediterráneo hacia Europa. Otros, escapando de la guerra en el Líbano y Siria. Muchos intentando entrar a Estados Unidos. Otros, en Colombia, escapando de la guerrilla hacia los países del sur. Vidas, historias, sueños y luchas. Y es que el deseo de una vida nueva los impulsa a salir y dejarlo todo.

El Polo es un asentamiento como muchos en Latinoamérica. Está en la periferia de la ciudad de San Miguel, al noroeste de Buenos Aires. Lo que fue una cancha de polo se ha convertido en un lugar lleno de chabolas y casas a medio construir. No hay alcantarillado, las calles son de tierra, los niños andan descalzos, y el tráfico de droga sobrevive solapado entre las pandillas. Un lugar lleno de contrastes. Allí la pobreza cobra rostro y significado. La vida y la muerte luchan por imponerse.

Los migrantes requieren más justicia en el trato y en el acceso a nuevas oportunidades. Los factores restrictivos tienen que desaparecer. Debemos ser adultos en la mirada y darnos cuenta de que el intercambio con personas de otros países, sea del lugar que vengan y sea la historia que traigan, es una oportunidad para el encuentro y el diálogo.

Junto al Servicio Jesuita a Migrantes, me toca acompañar, servir y defender a los migrantes que llegan de otros países. Trabajamos para que ellos se sientan acogidos y un poco más en casa. La mayoría viene de Paraguay, Perú y Uruguay. Es gente sencilla que viene del campo. Saludar en guaraní, conocer las comidas peruanas o compartir un mate me ha ido acercando un poco más a sus realidades. Estar entre ellos es un regalo. Representa una gran oportunidad para alegrarse con sus logros, llorar a sus muertos, participar de sus rezos, celebrar sus cumpleaños, denunciar sus injusticias, escuchar sus relatos y compartir un plato de comida.

Es paradójico que un país con leyes tan amigables con los migrantes, éstos tengan que sobrevivir arrinconados en la periferia. Padeciendo el dolor y exigidos por la lucha. Apuntados con el dedo y oprimidos por la indiferencia. Es fácil entrar, pero difícil permanecer.

Los márgenes nos desafían y asustan. Nos vuelven más vulnerables. El encuentro con lo desconocido nos paraliza. Quienes viven en ellos nos llevan la delantera. Hombres y mujeres como nosotros, hermanos que buscan una vida mejor. Hambrientos, perseguidos, explotados. Sus historias nos interpelan. Nos hacen más humanos

Vivimos en un continente repleto de expresiones culturales diferentes que nos ensanchan la mirada de la realidad. La forma en que nos pensemos como sociedad tiene que partir desde la acogida de quienes son diferentes a nosotros. No puede ser que constantemente estemos defendiendo lo ganado, lo consabido. Estamos desafiados a descubrir que los extraños no son tan extraños. Ellos tienen algo de nosotros y nosotros algo de ellos. Y es que el contacto con ellos, una y otra vez, nos enriquece y revienta las fronteras del yo y su estrechez de miras.

Las migraciones tienen que convertirse en un elemento aglutinador de la cultura y de la diversidad social. Los migrantes requieren más justicia en el trato y en el acceso a nuevas oportunidades. Los factores restrictivos tienen que desaparecer. Debemos ser adultos en la mirada y darnos cuenta de que el intercambio con personas de otros países, sea del lugar que vengan y sea la historia que traigan, es una oportunidad para el encuentro y el diálogo.

Mientras tanto, Zunilda sigue partiendo el pan. Como todos los sábados está preparando la merienda para los niños del asentamiento. Me pide que le ayude a preparar la leche. En eso, aparece Beatriz para saludarme. Hoy tiene 20 años y está terminando el colegio.

Los migrantes que luchan cada día nos enseñan que no hay fronteras, que no hay confines, y que sólo Dios es nuestra esperanza.

 

Respuesta frente al terremoto en Nepal

El pasado sábado 25 de abril un terremoto de 7,8 grados en la escala Richter devastó el distrito de Lamjun y el noreste de Katmandú, la capital del Nepal, causando al menos 4.300 muertos y miles de heridos. Según las últimas declaraciones del primer ministro del país, Sushil Koirala, la cifra de víctimas podría alcanzar los 10.000 muertos y según la ONU más de 8 millones de personas se han visto afectadas por el desastre.

El terremoto ha dejado imágenes demoledoras, tanto en Katamandú como en los pequeños pueblos y en las laderas del monte Everest. Los hospitales están desbordados, no pueden atender a todas las personas heridas, miles de personas han perdido sus casas y otras miles están durmiendo a la intemperie por miedo a los nuevos temblores o a que sus casas dañadas se desplomen. El Gobierno de Nepal ha declarado el estado de emergencia y ha solicitado ayuda internacional.

Una gran preocupación ahora es el suministro de agua y alimentos. Los suministros de alimentos están disminuyendo y las carreteras están destruidas y no permiten el acceso de estos a las zonas afectadas. El sistema de suministro de agua está dañado e incrementa el posible brote de enfermedades, especialmente el cólera. La ONU asegura que más de 8 millones de personas se han visto afectadas y 1,4 millones necesitan ayuda alimentaria

Respuesta inmediata: cobijo a los supervivientes y suministro de lonas y alimento

Los jesuitas de Nepal viven y trabajan en muchas de las comunidades que se han visto gravemente afectadas por el terremoto. Han dado una respuesta inmediata a esta terrible tragedia abriendo las puertas del Colegio St Xavier’s y del Colegio St Mary’s para acoger a las personas afectadas por el terremoto. De igual modo, están llegando a los pueblos remotos del distrito de Dhading donde están suministrando primeros auxilios a la población como lonas y comida.

Desde la Compañía de Jesús la Red Xavier se está coordinando para la recogida de ayuda en sus países.

 

Vía Crucis con Fe y Alegría

En nuestro Centro Educativo FE y ALEGRIA en Resistencia (Chaco) la Semana Santa se vivió con mucha participación. Como en años anteriores, se realizó un Vía Crucis por las calles del barrio, organizado y dirigido por docentes y estudiantes del nivel secundario de Fe y Alegría. Cada estación fue representada en distintas casas de vecinos que ofrecieron el espacio para reflexionar sobre la Pasión de Cristo en sus pasos hacia la cruz. El objetivo fue llevar el mensaje de paz, amor y esperanza, y que la comunidad se encuentre unida y hermanada.

Los niños de primaria representaron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en el Domingo de Ramos; un alumno entró montado a caballo a la escuela y todos sacudieron en alto sus ramos con alegría.

Finalmente, los más pequeños de nivel inicial, hicieron dibujos y actividades en torno al pan que Jesús compartió con sus discípulos en la última cena.

De esta manera se vivieron los principales momentos de la Semana Santa en comunidad, ofreciendo a cada fecha un significado distinto y promocionando una cultura del encuentro, como propone el Papa Francisco; comunicación cercana, sentir con el otro, salir de uno mismo para brindarse a los demás. Este fue el mensaje primordial.

 

Escuela de Oficios en Alto Verde

La Escuela de Oficios Papa Francisco de Alto Verde ya está en funcionamiento. Las clases comenzaron el lunes 9 con 50 adultos -35 hombres y 15 mujeres- que realizan los cursos de Montador Electricista y Albañilería.

El edificio, ubicado en la Manzana 7, todavía no está terminado, por eso la escuela comenzó a funcionar en el salón de catequesis de la Capilla de los Milagros, que desde el lunes es el Salón de Usos Múltiples de la Papa Francisco. La obra celebra por estos días avances notorios: ya se colocaron los perfiles y el techo de las aulas; y este mes estará terminado la batería de baños para ambos sexos, con instalaciones aptas para discapacitados.

La próxima semana comenzarán a levantarse paredes en las aulas: la meta es tenerlas listas para el segundo semestre. Para los alumnos, la terminación de la escuela será también su primera práctica pre-profesional, ya que serán quienes realicen la instalación eléctrica y construcción de paredes.

“Estamos gratamente sorprendidos por los alumnos”, dijo Wilson Stegmayer, su director. El cupo mínimo para la apertura de los cursos era de 7 personas por curso y si bien más de cincuenta ya habían registrado su inscripción no sabían qué convocatoria tendrían el primer día de clases. “La convocatoria es muy buena no sólo por la cantidad -tuvimos que buscar más mesas y sillas para todos- sino porque se preocupan y piden tareas para llevar a su casa”, contó el director.

 Puertas adentro

La estructura humana de la escuela tiene sus raíces en Alto Verde. Los contenidos específicos de ambos cursos están a cargo de los hermanos Juan Paulo y Carlos Zapata, ambos maestros mayor de obra con experiencia en docencia. El alma de la escuela es el portero, Pedro Chávez, quien dirige grupos juveniles con experiencia en apostolado y es señalado por todos como el consejero de la Papa Francisco.

Hasta el director, Wilson Stegmayer, conoce el barrio: cada semana dicta en la parroquia Jesús Resucitado de Alto Verde los cursos de computación gratuitos para adultos de la Fundación Educando.

El único foráneo es Fabián Gómez, el profesor de Educación Física que dicta clases en el colegio Inmaculada y tiene a su cargo la Pastoral del colegio.

Los cursos se dictan en simultáneo, por ahora en la misma sala, de lunes a viernes de 14 a 17.

“Los cincuenta tienen mucho interés, y piensan en la escuela como un sacrificio que les va a permitir tener un trabajo o conseguir uno mejor quienes ya lo tienen” contó el director. Como parte del plan de estudios, todos tendrán una práctica profesional en empresas constructoras de la ciudad, donde ejercerán como albañiles y electricistas.

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En su primera semana, la escuela ya eleva su apuesta: al tiempo que desarrolla la infraestructura edilicia necesaria para dictar el curso de Ayudante de cocina, escuchan inquietudes y analizan sumar otras variantes como construcción en seco y acompañamiento de ancianos.

Obra en marcha

La Escuela de Oficios Papa Francisco se construye gracias a las donaciones de particulares y empresas a la Fundación Manos Abiertas Santa Fe, a cargo de la obra, que también realiza eventos a beneficio.

Hace un mes, la provincia donó $ 2 millones para la construcción de la escuela, cuya primera entrega se hará en los próximos días. Alicia Helú, al frente de la Fundación, estimó que todavía hace falta un millón de pesos más para finalizar la obra.

Los trabajos comenzaron en noviembre con la elevación del terreno a cota segura. “Esto permitió que la obra, lindante a un reservorio, no se afectara con la emergencia hídrica del mes pasado”, contó Helú.

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Allí se erigen dos construcciones separadas. Por un lado, tres aulas y dos talleres cuya estructura de techo se terminó esta semana. Por otro, un aula cocina para el curso Ayudante de cocina, que comenzará a dictarse el año próximo cuando las instalaciones estén terminadas. Su construcción comenzará en una semana junto con una sacristía para la capilla.

Desde Manos Abiertas estimaron que en los próximos 90 días esperan contar con las tres aulas y los dos talleres terminados.

 Donaciones

La Fundación Manos Abiertas recibe donaciones para la obra en la siguiente cuenta corriente: Banco Río, Cta. Cte. 273-5246/9 a nombre de Manos Abiertas.

 Fuente: www.ellitoral.com