Espiritualidad ignaciana y sinodalidad: dos «presupuestos»

Por David McCallum SJ

Director Ejecutivo del Programa de Liderazgo Discerniente

El 9 de octubre comienza el viaje “Por una Iglesia Sinodal”, un proceso de dos años de compromiso intencional, reflexión y discernimiento para que toda la Iglesia Católica considere la pregunta, “¿cómo somos llamados por el Espíritu Santo a ser Iglesia en el Tercer Milenio?”

Mientras se invita a las congregaciones y asociaciones religiosas a participar activamente en este proceso de dos años de escucha y discernimiento, podemos preguntarnos qué relación tiene la tradición de la Espiritualidad Ignaciana con esta llamada a la sinodalidad, y qué recursos puede aportar a este proceso. La verdad es que hay muchas maneras de ver conexiones significativas entre la espiritualidad ignaciana y el “modo de proceder” sinodal, en este artículo se reflejan dos de lo que podríamos llamar, presupuestos, orientaciones intencionales que podemos practicar al comenzar este viaje juntos.

En primer lugar, la Espiritualidad Ignaciana nos invita a considerar dónde encontramos, individual y colectivamente, la presencia de Dios en nuestra experiencia, qué sentido le damos a esa presencia y cómo estamos llamados a vivir, amar y trabajar como resultado. Si, por ejemplo, pensamos en el Examen, empezamos por tomar conciencia de que Dios está con nosotros, nos contempla y nos ama incondicionalmente.

El proceso sinodal nos pide que hagamos lo mismo, de modo que cuando empecemos a comprometernos unos con otros para escuchar la experiencia mutua de participación, comunión y misión en la Iglesia, lo hagamos conscientes de que Dios está en medio de nosotros, amándonos y trabajando incluso en las tensiones, polaridades y conflictos que experimentamos como Iglesia. Para entrar en esta conversación como comunidad eclesial, ya sea en una parroquia local, en un grupo para compartir la fe o en una comunidad religiosa, lo hacemos no sólo con un espíritu de diálogo, sino de “diálogo a tres bandas”. Cuando nos reunimos, no solo estamos tú y yo, sino también Dios que se reúne con nosotros, nos sostiene y nos inspira. Conscientes de ello, estamos llamados a escuchar las experiencias de los demás sobre lo que significa ser católico hoy, y a escuchar lo que Dios nos dice no sólo en nuestra propia experiencia directa, sino también a través del otro. Este es el presupuesto número 1.

Dado que la primera fase del proceso sinodal consiste principalmente en reflexionar sobre nuestra experiencia y escuchar a los demás, hay un segundo elemento de la Espiritualidad Ignaciana que creo que es especialmente relevante para nosotros ahora, en estos tiempos tan polarizados, y en los que parece que a la gente le resulta tan difícil escuchar realmente a las personas que tienen puntos de vista diferentes. Cuando Ignacio estaba elaborando sus recomendaciones sobre el modo en que un director espiritual y la persona que guía los Ejercicios Espirituales deberían relacionarse entre sí, hizo hincapié en una orientación positiva, confiada y apreciativa.

Este presupuesto sugería que diéramos a la persona que habla lo que podríamos llamar “el beneficio de la duda”, dando la mejor interpretación a lo que está diciendo y por qué lo está diciendo. Podríamos llamar a esto una especie de “indagación apreciativa” que se resiste a las reacciones o a los juicios rápidos, pero que se mantiene positiva, abierta y curiosa durante todo el tiempo que sea sensato. Si por casualidad no estamos de acuerdo o no encontramos valor en lo que se ha dicho, Ignacio recomienda que preguntemos qué quiere decir la otra persona y cómo entiende su propia intención. Si entonces sabemos con certeza, no sólo en virtud de nuestra opinión o preferencia, que la otra persona está equivocada, debemos corregirla, pero con espíritu de amor. Ignacio continúa diciendo que, si esto no es suficiente para cambiar la perspectiva de la otra persona, “hay que buscar todos los medios apropiados por los que, entendiendo bien la declaración, se pueda salvar”. Este es el presupuesto nº 2. ¡Qué contraste con lo que presenciamos en la sociedad en general y en los espacios de las redes sociales!

Creo que el espíritu con el que escuchemos la experiencia de los demás determinará si somos capaces o no de discernir cómo el Espíritu Santo está presente en historias y perspectivas distintas de las nuestras. Sin esta disposición a escucharnos profundamente unos a otros, especialmente a los que se sienten marginados o alienados por la Iglesia, no cumpliremos esta llamada a la sinodalidad. Pero si, con un espíritu de vulnerabilidad y valentía, entramos en este proceso libres de miedo, apegos y prejuicios excesivos, discerniremos juntos el futuro que Dios desea promulgar a través de nosotros.

Fuente: jesuits.global/es

 

CPAL: Curso de Formación para Superiores

Del 4 al 8 de octubre la CPAL organizó y llevó a cabo el Curso anual de Formación para Superiores. Participaron 25 jesuitas de las provincias de Antillas, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Perú y Canadá (Haití).

El P. Luis Valdez SJ, Delegado de Formación y Espiritualidad de la CPAL, comparte: «Pudimos hacer una revisión de la realidad actual de la vida comunitaria en nuestras provincias y redescubrir el gran valor y la importancia de la comunidad para cualquier persona, especialmente para nosotros los jesuitas. Estudiamos las Directrices para los Superiores porque contienen los elementos básicos surgidos, tanto de San Ignacio y su espiritualidad, como de nuestras Constituciones, para dar claridad al servicio de superiores.»

Refiriendo a los temas trabajados, agregó: «Se ofrecieron elementos para el Acompañamiento espiritual, la comunicación y las relaciones interpersonales en las comunidades. Se trabajó la Conversación Espiritual, la empatía y la asertividad. Otra capacitación importante fue sobre la Administración de los bienes de las comunidades a fin de vivir mejor nuestro voto de pobreza. Finalmente, reflexionamos sobre el ejercicio de la autoridad y la obediencia en el contexto actual, que es muy diferente.»

En esta ocasión los expositores fueron: Jesús Zaglul SJ (Asistente para América Latina Septentrional), Kevin Flaherty SJ (Formador), Agustín Rivarola SJ (Instructor de 3ª Probación en Bolivia) y Juan Miguel Zaldúa SJ (Rector del CIF de Bogotá).

Finalmente, el P. Luis Valdez SJ agregó: «Desde el inicio del curso, intentamos ser una Comunidad de aprendizaje en donde nos ayudamos unos a otros al compartir en pequeños grupos nuestras experiencias y descubrimientos. Y experimentamos que no estamos solos en este servicio a las comunidades sino que nos sentimos acompañados por los demás.»

Fuente: jesuitas.lat

P. Arturo Sosa SJ en la presentación del libro «Crisis y desencanto con la democracia en América Latina»

La mañana del 30 de Septiembre, la UCAB y AUSJAL presentaron el libro «Crisis y desencanto con la democracia en América Latina». El Padre General de la compañía de Jesús, Arturo Sosa, S.J., abrió las participaciones con un mensaje que deja en claro la importancia que tiene la búsqueda de la verdadera democracia en América Latina y el mundo.

En su mensaje, el Padre General, nos recordó que la actual preocupación por la crisis sociopolítica del continente y el llamado a la investigación nace por la propuesta de la CPAL en noviembre de 2019, siendo de principal importancia el análisis de las injusticias estructurales para poder entender las raíces del problema y el porqué del descontento de la población con sus gobiernos, expresado claramente en la creciente y legítima protesta ciudadana.

Seguido de esto, recordó el compromiso de la Compañía de Jesús en “la construcción de sociedades auténticamente democráticas, desde un ejercicio ciudadano ético, que toma en serio el cuidado de la casa común, compromiso que la lleva a colaborar activamente” con todo el pueblo de Dios y todos los actores sociales.

En la creación del libro participaron 43 investigadores, 15 universidades de AUSJAL, The Center for Latin American Studies de Georgetown University, la Universidad de Comillas y la coordinación de centros sociales de la CPAL.

La premisa se enfoca en el quehacer universitario pues debe contribuir activamente a una vida digna y plena. A raíz de esta investigación, AUSJAL, se ha propuesto no solo mantener una comunidad unida sino atender la transformación y la incidencia social contribuyendo más activamente en la formación de la ciudadanía, en el desarrollo de programas a favor de la participación política, en el rescate de los derechos políticos, en el control y vigilancia de las instituciones públicas, entre otros elementos claves de la democracia.

El punto de vista desde el cual se aborda la temática va más allá del sufragio popular. La persecución de fines ante la libertad, la paz, la participación ciudadana, el encuentro, la deliberación y la garantía de un espacio donde se salvaguarden los derechos son medios fundamentales para la construcción en común.

La investigación se centra en las condicionantes políticas, sociales y económicas que afectan los sistemas de gobierno de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Nicaragua y Venezuela y las percepciones de los ciudadanos ante el Estado. Uno de los argumentos señala el retroceso de las instituciones democráticas y su relación con la calidad decadente de la democracia dando como alternativa gobiernos autoritarios.

Por medio de La Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina se puede hacer frente a dichas amenazas al mismo tiempo que se proponen soluciones puntuales. Una de las oportunidades detectadas es la “constitución de un observatorio permanente en América Latina desde el cual se le haga seguimiento a los problemas identificados, se evalúan tendencias y se contribuya a construir propuestas que orienten las transformaciones que lleve a la democratización de la política en la región.” Dichas propuestas consistirán en estudios de perspectivas, seguimiento en tiempo real con el propósito de dar alertas tempranas, así como el análisis de coyunturas y comparativos de los países de la región, esto conforma la base de proyectos de incidencia sociopolítica. Adicionalmente se propone dar guía u observación electoral, apoyo técnico a agencias de gobiernos democráticos, organizaciones sociales y políticas defensoras de la democracia.

Esta “excelente y ambiciosa alternativa” forma parte de la agenda de incidencia pública que será propuesta desde la presidencia a la próxima asamblea de AUSJAL en conjunto con el plan común de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América latina y el Caribe. Los núcleos principales de temas oscilan entre la sustentabilidad del hábitat y de los pueblos originarios, el fortalecimiento democrático, el desarrollo sostenible con inclusión e igualdad en temas de salud y nutrición, el afianzamiento de la seguridad ciudadana en la región y la atención a los migrantes y refugiados.

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Fuente: ausjal.org

Año Ignaciano: serie de vídeos del P. General

El P. Arturo Sosa SJ, publicará un video cada mes durante el Año Ignaciano para acompañar su libro En camino con Ignacio, y nos invita a recorrer el camino del Año Ignaciano con él.

En este segundo capítulo, el P. General nos invita a pedir al Señor que nos permita reconocerlo actuando a través de las personas, acontecimientos y lugares de nuestra historia personal.

Apertura del Año Jubilar de San Francisco de Borja

El pasado Domingo 3 de octubre, festividad de san Francisco de Borja, comenzó el Año Jubilar de san Francisco de Borja concedido por el papa Francisco con motivo del 350 aniversario de su canonización y el 450 aniversario de su muerte.

En este Año Jubilar se pretende intensificar el conocimiento y devoción de quien, desde una profunda experiencia de fe y de intensa vida interior, afrontó muchas y graves responsabilidades con un espíritu evangélico de servicio y justicia.

San Francisco de Borja se destacó por su preocupación por el mundo de la cultura, consciente de la importancia del diálogo entre la cultura y el evangelio. Fundó en Gandía el primer colegio jesuita en el que se admitieron alumnos externos, transformado después en la Universidad de Gandía, primera universidad de la Compañía de Jesús; su intervención fue decisiva en la fundación en Roma del Colegio Romano, actual Universidad Gregoriana.

Bajo la dirección de San Francisco de Borja comenzaron las misiones de los jesuitas en América (Florida, Cuba, México, Perú…) y se impulsó la presencia misionera de los jesuitas en otras zonas del mundo en las que ya antes los jesuitas se habían hecho presentes como es el caso de Asia desde la presencia de San Francisco Javier.

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Fuente: infosj.es

Se estrenó la película «Iñigo» en la Basílica de Loyola

«Hasta los veintiséis años de edad fue hombre dado a las vanidades del mundo, y principalmente se deleitaba en ejercicio de armas, con un grande y vano deseo de ganar honra». Así comienza la autobiografía de San Ignacio y así, el propio Ignacio relata el inicio de un antes y un después en su vida. Es por eso, que «Iñigo», la película que el director de cine Imanol Rayo (Pamplona, 1984) estrenó la tarde del 27 de septiembre, supone un desafío: narrar el peregrinar interior de aquel que pasa de las armas a la experiencia de Dios a través de un largo camino «solo y a pie».

Previo a la visualización del largometraje, Abel Toraño sj, coordinador del Año Ignaciano, presentaba al director, al único actor de la película, Javier Godino, y a su productor, Iker Ganuza. Imanol Rayo agradeció a todo su equipo el trabajo realizado e invitó al público a ver y oír, a contemplar y «dejarse llevar por su magia». Explicaba que la idea original de la obra era narrar el viaje de París a Venecia de los primeros compañeros. Sin embargo, con el paso de los años, la dificultad de materializar tal proyecto y la atracción por la figura de Ignacio fue reorientando la historia, la cual toma cuerpo durante el confinamiento, abriéndose un paralelismo en la mente de Rayo entre la recuperación de la herida de San Ignacio y la sociedad parada y obligada a permanecer en sus casas. Por su parte Javier Godino indicaba que la obra también es «una ventana hacia dentro, hay algo que tiene que ver con nuestra experiencia al ver esta película» y además añadía que «es una película que no va al ritmo del siglo XXI».

Según el director, los dos ejes principales de la película son: el proceso interno de Ignacio muy ligado a la naturaleza (inspiración franciscana de la época) y el cuadro de la Anunciación que Isabel la Católica regaló a Magdalena de Araoz y que se encontraba en la capilla de la casa torre. El primero se centra en el proceso de cambio y el segundo en la transformación divina que propicia el cambio.

El público asistente pudo «contemplar», durante la hora y media aproximada que duraba el largometraje, el peregrinar silencioso de Ignacio. Un peregrinar interno que habla de proceso, de cambio y de experiencia de Dios. La pantalla se convierte en la ventana perfecta para poder mirar a Ignacio como «si presente me hallase». No hay diálogo, sino la concatenación de 30 planos que a través de la fotografía y el sonido te transportan para acompañar a Iñigo. Todo está pensado, cuidado y articulado con consistencia. La narrativa es sensorial y abierta, no hay contexto histórico, solo un peregrino en conflicto consigo mismo.

Toda una oportunidad para seguir profundizando en esta conmemoración del quinto centenario de la conversión de San Ignacio.

Fuente: infosj.es

CPAL: Proyecto Apostólico Común 2021 – 2027

Luego de un profundo discernimiento sale a la luz el Proyecto Apostólico Común – PAC.2 de la CPAL. Este documento propone las prioridades y objetivos estratégicos de la Conferencia para los próximos seis años, que se resumen en el Horizonte Apostólico Común: 

«Anunciar la Buena Noticia (Mc 16, 15) 

caminando con los pobres y excluidos, 

como servidores de la reconciliación y de la amistad social».

El PAC es fruto de múltiples diálogos entre jesuitas y colaboradores de las doce provincias y de todas las redes interprovinciales; en su elaboración participaron más de 3.200 personas a través de procesos de reflexión, oración personal y comunitaria, y de conversación espiritual. 

“El resultado final es una elección positiva y no simplemente un acuerdo protocolar o un punto medio entre diversas posiciones. (…) Las PAU son a la vez su fuente de inspiración y el horizonte fundamental. El PAC.2 es, pues, un llamado personal e institucional a la conversión del corazón y de la mentalidad; es la concretización, en América Latina y el Caribe, del llamado formulado en las Preferencias Apostólicas Universales” nos dice el Presidente de la CPAL. 

Por su parte el P. General, Arturo Sosa, en su carta de aprobación (del 18 de junio 2021) expresa su “consolación” al aprobar el PAC.2 y desea que «el mismo Espíritu que hasta aquí ha acompañado ese fructífero proceso lo siga sosteniendo y guiando en los años por venir».

El PAC.2 viene para sumar con los planes institucionales y provinciales en aquellas dimensiones, desafíos y respuestas que van más allá del alcance de las provincias, de los sectores y de las instituciones solas, dando concreción a las UAP en América latina y el Caribe.  Les invitamos, pues, a acercarse al texto del PAC.2 y a sus orientaciones para nuestra vida – misión.

El lanzamiento oficial del Proyecto Apostólico Común 2021 – 2027 será el lunes 27 de septiembre, Aniversario de la Fundación de la Compañía de Jesús.

Accedé al cotenido del PAC.2 haciendo click aquí

Afrontar y combatir las desigualdades

75 años del Hogar de Cristo, bajo la luz de las Preferencias Apostólicas Universales.

Por José Francisco Yuraszeck Krebs, SJ para la publicación “Jesuitas 2021 – La Compañía de Jesús en el mundo”

Cuando, en 1944, Alberto Hurtado creó el Hogar de Cristo, el principal dolor que quiso aliviar fue el de las personas que vivían en las calles. Además, por cierto, de la indiferencia. En una carta escrita en su lecho de muerte, en agosto de 1951, señalaba: «A medida que aparezcan las necesidades y dolores de los pobres, que el Hogar de Cristo, que es el conjunto anónimo de chilenos de corazón generoso, busque como ayudarlos como se ayudaría al Maestro». 75 años después, podemos afirmar que este mandato del fundador sigue más vigente que nunca: con presencia en todo el territorio nacional, abarcamos ocho líneas de acción, correspondientes a diversos ámbitos de dolor y la exclusión social.

Precisamente el día que celebrábamos este aniversario en Santiago, la capital de Chile, el viernes 18 de octubre de 2019, comenzó un estallido social de grandes proporciones. Señalado como un ejemplo en el concierto latinoamericano, parecían no bastar la estabilidad macroeconómica ni las buenas cifras de las últimas décadas en materia de reducción de la pobreza, aumento sustantivo de la esperanza de vida y mejoramiento considerable del bienestar subjetivo. La persistente desigualdad en diversos ámbitos de la vida cotidiana y el sobreendeudamiento, entre otras infinitas y sutiles cosas, llevaron a que un leve aumento en el pasaje del tren subterráneo de Santiago encendiera la mecha que se extendió como reguero de pólvora a todo el país. En este contexto, que aún nos tiene algo perplejos, hago esta breve reseña del quehacer del Hogar de Cristo en su 75 aniversario.

Desde hace un tiempo hemos comprendido la pobreza como la más grande vulneración de los derechos humanos. Esto nos ha llevado a profundizar en las diversas líneas de atención social directa que nos movilizan: personas en situación de calle (PSC), con discapacidad mental, adultos mayores, quienes sufren el consumo problemático de alcohol y otras drogas, jóvenes expulsados del sistema escolar, personas desempleadas, entre otras. Hablamos de promover trayectorias de inclusión con perspectiva de egreso: que quienes participan en nuestros programas puedan, al concluir su paso entre nosotros, desplegar sus capacidades, ponerse de pie por sí mismos. El año 2019 atendimos a más de 32.000 personas. En el último tiempo ha aumentado la población migrante que asistimos, sobre todo haitianos y venezolanos: tanto en nuestras hospederías y programas para PSC, como en nuestros 38 jardines infantiles y salas cunas, los migrantes desde otros países latinoamericanos han ido cambiando el rostro de nuestros acogidos.

Junto con la atención directa, en modalidades residenciales y ambulatorias, nos proponemos incidir en la cultura y en las políticas públicas. Hemos desarrollado diversas iniciativas piloto, tanto en residencias para niños y adolescentes como en escuelas de reingreso, también en el trabajo con personas en situación de calle, buscando innovar, crear conocimiento y ayudar a transformar las prácticas habituales que, en contextos que cambian, no siempre son las más adecuadas. Somos interlocutores y colaboradores de las instituciones del Estado y de muchas otras organizaciones de la sociedad civil: aprendemos también de ellas.

Bajo la doble misión de acoger y convocar, comprendemos el voluntariado como un instrumento de transformación de las personas para modificar las estructuras de la sociedad, provocando encuentros que cambien vidas. Aunque contamos con voluntarios de todas las edades, un foco importante está puesto en la invitación a escuelas, colegios y centros de formación superior: no solo involucrándolos en nuestros propios programas, sino también ofreciendo espacios formativos dentro de las salas de clase. Convocamos también al pedir apoyo a personas y empresas para que se asocien con nosotros y sostengan nuestro quehacer. Tenemos más de 300.000 socios, que con sus aportes financian cerca del 50% de nuestro trabajo.

Dos organizaciones relacionadas son la Funeraria Hogar de Cristo y el Fondo Esperanza. La Funeraria presta servicios gratuitos a acogidos y con los servicios de pago sostiene parte de los programas sociales del Hogar. El Fondo Esperanza es la organización de microfinanzas más grande de Chile: tiene 120.000 socios, la mayoría mujeres, que participan en bancos comunitarios, fomentando el emprendimiento para poder sostener a sus familias.

Me alegra constatar que mucho de lo que hemos estado haciendo en el Hogar de Cristo, se encuentra en buena sintonía con las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús. Algunos desafíos particulares que tenemos en adelante son: desde la constatación de la crisis socioambiental y de que los más pobres son los más afectados por ella, queremos contribuir a la reconstrucción del tejido social en territorios y comunidades; también nos desafía promover en todos nuestros programas buenas prácticas medioambientales; una tarea permanente es adecuar nuestra oferta de servicios a las nuevas necesidades de los pobres; en el contexto de una profunda crisis eclesial, nos urge renovar la vivencia de la espiritualidad que nos legara san Alberto Hurtado, que siguiendo al maestro Ignacio nos señalaría que el amor hay que ponerlo más en obras que en palabras. ¿Qué haría Cristo en nuestro lugar?

III Congregación Provincial

Desde el 7 al 9 de septiembre, los Jesuitas de la Provincia Argentino Uruguaya, se reunieron en el Colegio Máximo de San José (San Miguel), en ocasión de la III Congregación Provincial. Se trata de una instancia previa que cada Provincia comparte a modo de preparación para la 71º Congregación de Procuradores convocada por el P. General Arturo Sosa SJ, a celebrarse en Loyola, España.

Primer día

El martes 7 de setiembre, como estaba convocada, se constituyó la totalidad de los miembros participantes para dar inicio a la III Congregación Provincial. La oración al Espíritu Santo dio inicio a la primera sesión en la que, cumplidas las formas requeridas, el P. Provincial presentó su informe a los congregados. La misa concelebrada se dedicó al Santísimo nombre de Jesús invitando a todos a sentirnos nuevamente convocados, desde nuestras diversas historias y misiones, a caminar junto al Señor, como cuerpo apostólico y misionero.

Segundo día

El segundo día se inició compartiendo las repercusiones, ecos y consultas al P. Provincial derivados de su informe y los desafíos apostólicos en los que el cuerpo de la Provincia está más comprometido.

Fue, asimismo, ocasión de compartir pareceres y miradas sobre las temáticas que el P. General había solicitado considerar a cada Provincia. El primero referido a los desafíos y llamadas que surgen de las Preferencias Apostólicas Universales en nuestras comunidades y obras (con especial énfasis a las llamadas a la conversión, en el contexto del Año Ignaciano).

El segundo de los temas se refería al trabajo concreto en la pastoral juvenil y vocacional dentro de la Provincia, los esfuerzos y recursos dedicados a esta tarea y las debilidades y fortalezas que se perciben dentro de este campo.

La Congregación dedicó la última parte de la tarde a profundizar acerca de la formación de los nuestros, las experiencias actuales de centros regionales y casas internacionales de estudios para los jesuitas en formación y se ofreció la misa, en el día de la Natividad de María, para seguir pidiendo, por intercesión de María, que el Padre nos siga poniendo junto a Su Hijo.

Tercer día

En el día de S Pedro Claver la eucaristía precedió las decisiones que la Congregación Provincial resolverá a partir de las sesiones del día. Cantada la Salve los congregados comenzaron la primera sesión del día.

Se realizaron las elecciones y votaciones requeridas para designar un Procurador y un sustituto de éste, para participar de la 71a Congregación de Procuradores.

Ya en el aula, después de la oración en común de todos los congregados tuvo lugar la elección mediante voto secreto que señaló Procurador al P. Gonzalo Zarazaga S.J. y al P. Angel Rossi SJ como su sustituto.

Las siguientes sesiones del día dieron paso a la presentación, deliberación y aprobación o no, de los Postulados a presentar al P. General.

Al caer la tarde, resueltos todos los temas para los que la Congregación había sido convocada, se dió por finalizada con la oración del Te Deum.

Palabras de Rafael Velasco SJ – Padre Provincial

La Congregación Provincial III de la Provincia ARU ha sido una experiencia de gracia donde hemos podido compartir desde el Buen Espíritu lo que sentimos acerca de la Compañía Universal, de nuestra Provincia, compartir las mociones que sentimos acerca del rumbo que el Espíritu nos impulsa. Lo hemos podido hacer en un Espíritu de fraternidad y alegría y a su vez un ambiente de oración y de búsqueda. En las elecciones que hemos hecho, y también las propuestas a modo de postulado, reflejan nuestros deseos y por donde sentimos que el Señor lleva y nos va impulsando a los jesuitas y por donde deseamos también ir como compañeros.

Para agradecer mucho a Dios este camino, para agradecer a todos los que formaron parte de la Congregación, en particular los que han venido y también los que se hicieron presente a través de la presencia remota. A todos los que estuvieron en la organización para que la Congregación fuera posible.

Para darle muchas gracias a Dios y pedirle que nos siga haciendo dóciles a Su Espíritu. nos ayude a ser fieles a lo que Él desea de nosotros y con nosotros. Que podamos ser siempre compañeros suyos y compañeros entre nosotros.

El corazón en el horizonte: Abriendo nuevos caminos en la CVX

Por Manuel Martínez Arteaga – Secretario Ejecutivo de CVX mundial

Cuando en febrero de 2019 la Compañía de Jesús dio a conocer las Preferencias Apostólicas Universales (PAU) 2019-2029, en la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) – asociación internacional de laicos cuyo carisma y espiritualidad son ignacianos – sentimos mucha alegría. Ha sido notar que convergían dos procesos iniciados en distintos momentos y llevados adelante por dos cuerpos apostólicos que viven su vocación cristiana mediante dos estados de vida diferentes. Con mirada universal y guiados por el Espíritu, nos hemos propuesto mirar el mismo horizonte. Mirada que se encuentra en sintonía con este kairós que vive la Iglesia. Mientras nos encontramos abriendo nuevos caminos, el Papa Francisco con sus encíclicas y exhortaciones apostólicas nos hace sentir en unidad con la Iglesia, invitándonos a un mayor compromiso, «a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás».

La última Asamblea General (Buenos Aires 2018), nos centró en la profundización del discernimiento comunitario. Como CVX, nos sentimos llamados a ofrecernos a nosotros mismos, logrando una mejor integración de nuestras tres dimensiones: espiritualidad, comunidad e impulso apostólico. Y sabemos, porque lo hemos experimentado, que el discernimiento comunitario es lo que da unidad en el propósito. Forma parte de quiénes somos, está en el centro de nuestra misión y es nuestra manera de proceder. El Papa Francisco ha insistido mucho sobre la necesidad del discernimiento en este tiempo. Es una de las dimensiones menos desarrolladas, tanto en la Iglesia como en la sociedad. En permanente contacto con la realidad – lugar de inspiración – somos invitados a abrir espacios de encuentro que nos permitan crear una cultura del discernimiento. Estamos convencidos de que mediante el discernimiento y sus frutos somos puestos a crear, transformar, reconciliar y amar. Irradiemos esto que somos.

La lectura que hemos hecho sobre lo ocurrido en Buenos Aires nos renueva en nuestro más profundo deseo de ser un cuerpo apostólico, en el «que nuestra forma de ser ES misión y nuestras vidas tendrán que volcarse con audacia» allí donde estemos para seguir construyendo el Reino. Son muchos los ejemplos en todo el mundo en los que la CVX está comprometida con acciones concretas. La experiencia de mediación en conflictos, liderada por la CVX en España con la colaboración de Elías López SJ – que trabaja en temas de reconciliación – en relación a la situación de Cataluña, está significando una verdadera vivencia de comunidad de discernimiento para crear reconciliación. Es una propuesta que reconoce la formación de las personas como el único instrumento real para la paz: Capacitarse en la pedagogía del perdón y configurarse al modo de Jesús. Es una manera de colaborar con la transformación de la sociedad como respuesta al seguimiento de Jesús. Se camina en la búsqueda de una convivencia que vaya unida a la justicia y una invitación a la reconciliación integral con Dios, con los demás y con la Casa Común.

Los jóvenes se han convertido en una prioridad para la familia ignaciana. También lo es para la CVX. La exhortación apostólica Christus vivit, nos ha dado un nuevo marco, más esencial, más profundo, más apostólico. El encuentro personal de cada corazón con Cristo vivo compromete toda la vida. Es importante dar a los jóvenes espacios comunitarios dinámicos, alegres, entusiastas y creativos para que puedan continuar el proceso de crecimiento, acompañamiento, discernimiento y celebración. La espiritualidad ignaciana y, en particular, el camino de los Ejercicios Espirituales, es una preciosa ofrenda que podemos compartir con la Iglesia. La juventud puede ser considerada como una etapa de vulnerabilidad. Sin embargo, «son los jóvenes, con su perspectiva, quienes pueden ayudarnos a comprender mejor el cambio de época que estamos viviendo y su novedad esperanzadora» (Padre Sosa). Y por eso se convierte en una responsabilidad trabajar con ellos y por ellos de manera estructural, preventiva y duradera. Es la mejor manera de construir un mundo más justo y más humano.

Este tiempo que nos toca vivir representa una nueva oportunidad para seguir avanzando en nuestro permanente camino de aprendizaje y maduración como colaboradores de la misión de Cristo, que ha sido encomendada a la Iglesia. Es común encontrarnos trabajando juntos en distintos lugares en los que estamos. Bebemos de la misma fuente espiritual – los Ejercicios Espirituales –. Tenemos planteado un desafío que resulta esperanzador y que nos invita a ser creativos en la búsqueda de nuevos caminos para dar respuestas concretas a este mundo que necesita ser reconciliado.

La lectura de las PAU, los distintos campos de misión de la CVX, los mensajes del Papa Francisco, no tienen sentido si los leemos por separado. Vivimos en un mundo hiperconectado. Los grandes problemas cada vez tienen más impacto global. Nuestra aproximación a ellos, nuestro accionar y nuestra mirada al horizonte deben ser integrales. La oración y el discernimiento comunitario son la base para darle unidad a la acción. En CVX queremos continuar por el camino de la profundización de nuestra identidad y queremos seguir compartiendo el camino con aquellos que proyectan la mirada en el horizonte con confianza y esperanza.

De la publicación “Jesuitas 2021 – La Compañía de Jesús en el mundo”