Encuentro del Servicio Jesuita a Migrantes en Argentina y Uruguay

La semana pasada se reunieron en el Centro Loyola al equipo de voluntarios del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de las diferentes sedes: CABA, San Miguel, Córdoba y Montevideo. 

Durante el encuentro, que tuvo una duración de tres días se desarrollaron con profundidad las cuatro áreas fundamentales que conforman al SJM: Social, Educación, Pastoral e Incidencia desde una perspectiva global. El objetivo principal era el de evaluar la situación actual del Servicio Jesuita a Migrantes y  definir cuáles serán los retos del año 2020.

En palabras del Padre Julio Villavicencio, director del SJM, la idea del encuentro fue “la de mirarnos y conocernos para trabajar articuladamente con la misión de acompañar a las personas en su proceso de migración, promoviendo espacios de integración y defensa de los derechos de los migrantes”.

Jesuitas Boquerón – Adherimos al proceso de unidad

La Mesa Parroquial de Tierras del Salado Norte perteneciente al Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) se reunió el pasado 15 de noviembre. Las Organizaciones que participaron de esta instancia fueron: APPA – Grupo Tierras – Vida del Monte – Acpronoc – Uppsan Boquerón – Asociación civil Candelaria UPPSAN – comunidad Tonokote Toro Human.

Emitida por el Movimiento Campesino de Santiago del Estero

Con la gran participación de diferentes comunidades campesinas e indígenas de los distintos territorios de la provincia de Santiago del Estero, se llevó a cabo el acto de unificación de los dos sectores del MOCASE, para celebrar en un clima emotivo. 

El encuentro, que comenzó a las 10 de la mañana y se extendió hasta el mediodía,  se realizó en el predio del polideportivo de la Universidad Nacional de nuestra provincia.

En virtud de las muchas inquietudes recibidas en el proceso de unión, repetimos que nuestra organización siempre trabajo por la unión, sólo faltaba que el MoCaSE vía campesina se sume. En estos momentos, estamos enfocados en trascender lo simbólico de una foto, para impactar con armonía y fortaleza, pensando, sobre todo en las familias campesinas que permanentemente están siendo acechadas por el peligro del DESALOJO. 

Lo importante de estas dos primeras reuniones de acercamiento que han surgido previamente al acto de ayer son los puntos de coincidencia que nos indicarán el camino a la unidad, y que no han sido publicados, porque consideramos que son muy importantes para el debate y la construcción interna.

En este sentido, queremos hacer un uso responsable de la información y dejar en claro que la unión es con todas las organizaciones, y así, distribuyendo con equidad la representación y los beneficios de cada gestión. De otra forma, sólo quedaría como un ‘amague’, y la foto y el acto simbólico, solo servirían para la gestión de un sector solamente. El desafío va más allá.

Por otra parte queremos hacer una mención especial a las Reservas Campesinas del Departamento Ojo de Agua que no pudieron estar por tener actividad de vigilia en apoyo a las Reservas de Pozo Cavado y Alijilan que están siendo asediadas por la presión del desalojo. Ojalá que estas familias sientan nuestro abrazo protector.

Creemos que la unidad es vital para estos nuevos tiempos que se avecinan, y dejando de lado nuestros egoísmos, para trascender, debemos estar a la altura de las circunstancias. Esta es la apuesta que genera esperanzas para nuestro sector campesino indígena. Y hacia allá vamos… 

Fuente: Facebook Parroquia San José de las Petacas

El proyecto OTHER

Compartimos esta iniciativa de la Universidad Católica de Córdoba. 

OTHER (Otros mundos, Tierra, Humanidad y Espacio Remoto) es un laboratorio de ideas que intenta dar un enfoque multidisciplinar a la búsqueda de otros mundos habitados. La búsqueda de vida inteligente en el cosmos, con la fascinación que suscita en la opinión pública, presenta nuevos desafíos y nuevas fronteras para la ciencia, la filosofía y la religión.

En este proyecto nos proponemos desarrollar y explicitar los últimos dos parámetros de carácter social de la ecuación de Drake. Esta ecuación ofrece una plataforma desde la cual abordar algunos interrogantes que plantea la búsqueda de vida extraterrestre inteligente en una perspectiva multidisciplinar. Los diferentes factores que explicitan la ecuación de Drake pueden reagruparse en tres categorías: astronómicos, biológicos y sociales. A pesar de que la ecuación de Drake contiene muchos parámetros que aún son desconocidos, resulta muy provechosa para describir el desafío de comunicar con civilizaciones extraterrestres.

La introducción de un “factor espiritual” permite orientar la discusión incorporando aspectos culturales y religiosos que, estudiados en términos del desarrollo de nuestra propia civilización o de situaciones alternativas, pueden dar lugar a distintos tipos de comportamientos.

Aunque no emerge explícitamente, el factor religioso ha desempeñado y desempeña aún un rol importante en el desarrollo cultural humano porque puede actuar como estímulo o como obstáculo para la exploración espacial y el avance tecnológico. No es difícil imaginar que si existiera una especie extraterrestre inteligente, la componente religiosa esté también presente en su civilización. Por tanto, un “factor espiritual” debería ser considerado como un parámetro más al considerar la posibilidad de comunicar con civilizaciones extraterrestres.

Planteamos además la discusión sobre el posible impacto del potencial descubrimiento de una civilización extraterrestre en la concepción filosófica, social y religiosa de nuestra propia civilización. Este enfoque requiere calibrar mejor las preguntas acerca de la naturaleza de la vida, la inteligencia y la espiritualidad, como así también sobre las posibles escalas y el alcance de las civilizaciones.

Fuente: Universidad Católica de Córdoba

Montevideo, zona de Convivencia Interreligiosa

Promovida por la Confraternidad Judeo Cristiana, se firmó en Montevideo la “Declaración de Latinoamérica y el Caribe como Zona de Convivencia Interreligiosa». De la misma manera que se firmó en la ciudad de Córdoba, Argentina en el año 2017, representantes del judaísmo, protestantismo, catolicismo e islamismo,  plasmaron, con su firma, el compromiso por la convivencia, el diálogo y la fraternidad.

El acto se llevó a cabo el día 4 de diciembre, en la sede de la Universidad Católica del Uruguay, con presencia de todas las confesiones firmantes. Por la Confraternidad lo hicieron los Copresidentes Mons. Arturo Fajardo (Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay), Pastor Jerónimo Granados (Presidente del Consejo de Iglesias Cristianas del Uruguay) y Rabino Daniel Dolinsky (Nueva Congregación Israelita). 

Firmaron también: Cardenal Daniel Sturla, Secretario del Congreso Judío Latinoamericano Saúl Gilvich, Presidente e.e. del Comité Central Israelita del Uruguay Diego Sonnenschein, Rabino Max Godet, musulmán de la comunidad ahmadía Yousaf Khan, P. Julio Fernández Techera por la Universidad Católica, Erica Yac por la Universidad Ort y Rafael Mechoulam(Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay), Nuncio Apostólico Martín Krebs, Dr. Enrique Etchevarren (Secretario Académico de Universidad de Montevideo), entre otros.

Texto de la Declaración de Córdoba:

“Como líderes de distintas tradiciones religiosas en América Latina y el Caribe, seguros de que nuestra región es un ámbito bendecido con una enorme pluralidad de culturas, ideas, razas e idiosincrasias, trabajamos para aportar a nuestras sociedades un modo de vincularnos desde una mayor fraternidad.

En este espíritu, y con el objetivo de fortalecer la convivencia y proteger el pluralismo de nuestra región, las cuatro organizaciones latinoamericanas que representan a las tradiciones monoteístas más importantes del subcontinente firmaremos una declaración enunciando que América Latina y el Caribe es Zona de convivencia interreligiosa.

En virtud del recuerdo de la ancestral convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos que caracterizaba a la Córdoba de la Andalucía medieval, y a los casi 20 años de la incansable tarea interreligiosa del COMIPAZ (Comité Interreligioso por la Paz) en la Córdoba de nuestros días, la elección de esta ciudad mediterránea, cuna de grandes procesos de cambio con incidencias internacional, no es casualidad.

Del mismo modo, esta declaración será el punto de partida para la creación y profundización de programas y proyectos que promuevan esa convivencia interreligiosa latinoamericana y caribeña, que es en sí mismo una bendición y un signo distintivo de nuestra región.”

Fuente: Comité Central Israelita del Uruguay

Resumen de la visita del Padre General a Paraguay

“Para todo jesuita, Paraguay significa mucho.  Aunque nunca haya estado en Paraguay este sitio, esta inspiración y toda la gente son muy especiales.” 

Estas son algunas de las palabras que el Padre General, Arturo Sosa SJ se refirió a las personas con las que se fue encontrando a lo largo de su recorrido por el Paraguay, que visitó a lo largo del mes de noviembre, y donde participó de la Asamblea de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe. 

La oficina de comunicación de los jesuitas en Paraguay elaboró un video que resume la visita. Puedes verlo haciendo click aquí

Metz, un Teólogo sensible al Clamor del Pueblo

El pasado 2 de diciembre murió Johann Baptist Metz, padre de la nueva teología política, que sentó las bases de la teología de la liberación.

Por Víctor Hernández Ramírez

“Cuando la Segunda Guerra Mundial se encaminaba hacia su final, yo, que entonces tenía 16 años, fui arrancado de la escuela y obligado a incorporarme a filas […] La compañía de la que yo formaba parte estaba compuesta exclusivamente por jóvenes, bastantes más que 100. Una tarde, el capitán me mandó a entregar un parte al puesto de mando del batallón. Pasé noche vagando por pueblos y caseríos destrozados por proyectiles y en llamas; y cuando, a la mañana siguiente, regresé adonde se encontraba mi compañía, no encontré más que muertos, sólo muertos, arrollados por un ataque combinado de bombarderos y tanques. A todos ellos, con quienes el día anterior había compartido miedos infantiles y risas adolescentes, ya sólo pude verles el rostro inerte y apagado. No recuerdo sino un grito callado. Así me veo todavía hoy; y detrás de ese recuerdo se desmoronaron todos mis sueños de la infancia”.

Con este trozo de autobiografía, que fue el doloroso desmoronamiento de sueños y de toda armonía con el mundo, Johann Baptist Metz quedó marcado por el clamor silencioso del sufrimiento humano. Y ese clamor atravesó ya para siempre sus oraciones y su trabajo teológico. Hasta el pasado lunes 2 de diciembre de 2019, día en que murió a la edad de 91 años en Münster, Alemania.

Renuncio a reseñar, así sea sucintamente, el legado de Metz. Es inmenso en su desafío y planteamientos, por lo que habrá que re-leer su obra con la esperanza de llegar a entenderla.

Otros han reseñado bien en estos días la herencia que nos deja Metz, como el texto de Juan Pablo Espinosa Arce, que ofrece algunas claves de lectura para su obra, o la nota del profesor Xabier Pikaza, que resume la significación de la teología de Metz, comparándola con la teología de Karl Rahner.

En estos días de obituarios y memoriales por Metz, vale la pena leer una antigua nota periodística de Reyes Mate (quien estudió con Metz en Münster), de diciembre de 1989 (“Mística y política en J.B. Metz“), donde habla del aporte de Metz para un trabajo filosófico–político que rompa con la noción de “tiempo” de la modernidad (la nueva mitología del tiempo) y recupere la noción bíblica de historia. E igualmente decisivo es el aporte de Metz, dice Reyes Mate, sobre la memoria de las víctimas, de un dolor que no se puede ni se debe banalizar.”

Dos propuestas que nos ha legado Metz 

Su inquietante pregunta sobre “después de Auschwitz”: ¿cómo hacer teología o cómo rezar después del horror de Auschwitz? Y el gran mérito de Metz es su entereza para no caer en falsas “superaciones” ni negar la oscuridad del mal y del sufrimiento. En su teología se mantiene siempre la memoria y el reconocimiento respetuoso de las víctimas: “podemos rezar después de Auschwitz porque también en Auschwitz se rezaba: en el canto, en el clamor de los prisioneros judíos”.

Metz sostuvo siempre que el mensaje cristiano exige más una sensibilidad hacia el sufrimiento que una excesiva preocupación por la culpa. La actitud fundamental de la fe cristiana es una “compassio”, que Metz no entiende como “una vaga ‘simpatía’ experimentada desde arriba o desde fuera, sino como com–pasión, como percepción participativa y comprometida del sufrimiento ajeno, como activa rememoración del sufrimiento de los otros”.

Metz jamás se cansó de insistir en las víctimas, en los pequeños y los de abajo, porque desde aquella mañana que encontró muertos a todos sus compañeros, supo que el tiempo nos arrastra a enterrar en el olvido a quienes son insignificantes. Y sin memoria, pero sobre todo sin la memoria de los perdedores y de las víctimas, muere también la dignidad de todos, de vivos y de muertos. Sea pues bendita la memoria de Johann Baptist Metz.

Fuente: Blog Cristianisme i Justícia

La Compañía de Jesús presenta sus acciones e iniciativas para la Cumbre del Clima (COP25)

La Compañía de Jesús en España lanza el conjunto de acciones e iniciativas previstas que se llevarán a cabo en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas por el Cambio Climático que comenzó en Madrid el lunes 2 de diciembre y se extenderá hasta el viernes 13. 

Un grupo de jesuitas y laicos de diferentes organizaciones participarán en la agenda oficial del evento, tanto en actividades institucionales como espacios de sociedad civil y de movimientos religiosos en defensa del cuidado del planeta. La Universidad de Comillas, el grupo de EcoJesuit, Entreculturas o Alboan son algunas de las entidades de la Compañía que intervendrán en el marco de la cumbre, en la que se prevé que participarán más de 25.000 personas provenientes de más de 200 países.

La Compañía de Jesús a nivel global, eligió el pasado mes de febrero sus 4 preferencias apostólicas para los próximos 10 años. Una de ellas es precisamente “El cuidado de la Casa Común”. El P. General, en su reciente visita a Andalucía, concretaba la importancia que la ecología tiene para la Compañía: “Nos proponemos, desde lo que somos y con los medios a nuestro alcance, colaborar con otros en la construcción de modelos alternativos de vida basados en el respeto a la creación y en un desarrollo sostenible capaz de producir bienes que, justamente distribuidos, aseguren una vida digna a todos los seres humanos en nuestro planeta».

Entre las actividades en las que participarán jesuitas y miembros de sus obras, destaca el jueves 5 de diciembre el Foro sobre el Cuidado de la Casa Común, impulsado por el Movimiento Mundial de Católicos por el Clima. Se celebrará en la Fundación Pablo VI (pº Juan XXIII, 3) de Madrid de 10.00 a 14.00 horas; y contará con la participación de Jaime Tatay SJ (profesor de Ecología y Ética en Comillas) e Irene Ortega (coordinadora de Ciudadanía de Entreculturas) en dos de las mesas redondas del evento.

El siguiente día, viernes 6 de diciembre, una Marcha de movilización contra el Cambio Climático recorrerá la ciudad de Madrid desde Atocha hasta Nuevos Ministerios, a partir de las 18.00 horas. Las personas y entidades jesuitas participarán dentro de la representación del grupo de Católicos por el Clima. Previamente a la manifestación, a las 16.30 horas, tendrá lugar una oración compartida en la Iglesia de los Jerónimos (c/Moreto, 4).

El grupo de Ecología de los jesuitas a nivel global, EcoJesuit, también tendrá una participación muy activa en la COP25. Su coordinador, Pedro Walpole SJ, acudirá al espacio oficial de la Zona Azul de la Cumbre, junto a Jaime Tatay SJ y otros representantes de Alboan, Entreculturas y Comillas. Además, ha animado a la movilización y al compromiso con una campaña de recogida de firmas en la plataforma Visibles.org.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

Sobre la oleada de protesta social y las frágiles democracias de nuestro continente

Pronunciamiento de la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe sobre la oleada de protesta social y las frágiles democracias de nuestro continente – Diciembre de 2019

«No hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia en la inequidad. Un sistema político-económico, para su sano desarrollo, necesita garantizar que la democracia no sea sólo nominal, sino que pueda verse plasmada en acciones concretas que velen por la dignidad de todos sus habitantes bajo la lógica del bien común, la solidaridad y una opción preferencial por los pobres».

Papa Francisco durante la Cumbre Panamericana de Jueces sobre Derechos Sociales y Doctrina Franciscana, junio2019

Latinoamérica ha estado viviendo durante este segundo semestre del 2019 un estado de ebullición social, política y económica. En los últimos meses, las democracias del continente y sus aparatos estatales han mostrado sus grandes limitaciones y sombras, como las violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos, la adopción de medidas que fomentan la destrucción de las economías locales y el impacto negativo de los megaproyectos minero-energéticos sobre los territorios y los patrimonios naturales y culturales. A la par, se vive una oleada de movilizaciones que expresan el deseo de los pueblos a no resignarse a una dinámica histórica de exclusión. Las calles Latinoamericanas evidencian el grito de una ciudadanía agotada por la explotación y la convergencia de diversas formas de resistencia

Para la mayoría de la población, el desempleo, los bajos ingresos económicos, el acceso limitado y precario a la salud, la baja calidad de la educación, la inequidad en los sistemas pensionales, la inseguridad, la represión política sobre las propuestas y resistencias de los pueblos, la corrupción y el deterioro de lo público, entre otras problemáticas, son manifestaciones de la fragilidad de los sistemas políticos en Latinoamérica. Estas situaciones provocan una acelerada migración de millones de personas, sobre todo de jóvenes, en búsqueda de alternativas para sobrevivir.

En este contexto, tienen lugar las protestas de millones de personas y organizaciones a lo largo y ancho del continente, provenientes de diversos sectores, en su mayoría populares: los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes y campesinas, las mujeres, los estudiantes y los maestros, los sindicatos, a quienes cada día se unen jóvenes inconformes que consideran que las medidas de política social y económica los perjudican de manera grave y los deja sin futuro, pues reducen cada vez más las oportunidades de acceder a la educación superior, a un trabajo digno y a un desarrollo.

Así ocurrió en Ecuador donde al eliminar el subsidio a los combustibles se reactivaron las movilizaciones de los indígenas y de otros sectores. En Chile, considerado hasta ahora el modelo a seguir, solo bastó aumentar el valor del pasaje del metro de Santiago para que la copa se terminara rebosando. En Brasil se observa cómo la reanudación de proyectos económicos ultraliberales desmantela las estructuras de participación ciudadana, degradan los derechos sociales adquiridos y mercantilizan la naturaleza. Perú vive una crisis institucional y, en Uruguay, la gente protestó masivamente contra el mayor protagonismo de los militares en la vida pública y política del país. Venezuela continúa sacudida por una crisis política, económica, social y humanitaria y, en Bolivia, tras la salida de Evo Morales, el pueblo boliviano se enfrenta a una crisis democrática que refleja problemas políticos y sociales de hondas raíces.

En Centro América y el Caribe tampoco están exentos de padecer injusticia socioambiental y las secuelas de históricas y múltiples violencias. Por ejemplo, en Haití, República Dominicana, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Panamá se han vivido durante los últimos meses, movilizaciones populares cada día más fuertes y continuas en exigencia de sus derechos.

Recientemente, en Colombia el Paro Nacional que inició el jueves 21 de noviembre y la forma como el Gobierno Nacional ha respondido, muestra el meollo del problema que enfrenta este país y, en general, los países de la región: sociedades marcadas por profundas desigualdades, inequidad y exclusión económica y política, así como sistemas políticos y económicos clientelistas y corruptos.

Si bien los detonantes de las reacciones sociales se manifiestan de manera diferente en este convulsionado continente, hay elementos que tenemos en común: la indignación y el descontento causados por la desconexión de las élites políticas y económicas con las realidades de las grandes mayorías; esta es la crisis de un modelo de Estado puesto al servicio de grupos económicos con enorme capacidad de influir en el diseño de políticas públicas que generan pobreza, y de grupos políticos aferrados al poder con modelos igualmente excluyentes. Desde la perspectiva de Boaventura De Sousa, asistimos a la implantación de un cierto fascismo pluralista que antes no había existido, en el cual las sociedades son políticamente democráticas y socialmente fascistas 1.

Por todo lo anterior, la Red de Centros Sociales de la Compañía de Jesús en América Latina y el Caribe:

  • Invita a todos los actores sociales y políticos a generar herramientas útiles para reconfigurar las democracias en nuestros países y profundizar la construcción de alternativas efectivas de participación popular. Es necesario implementar nuevas prácticas para la construcción ciudadana de lo público, e iniciativas de diálogo entre los diversos sectores, incluso entre los antagónicos.
  • Declara su solidaridad con todas las víctimas de la violencia en los diferentes países, rechazamos el hostigamiento a los líderes estudiantiles y sociales, los desmanes y arbitrariedades de la fuerza pública y hacemos un llamado contundente a la garantía de los derechos fundamentales por parte de los gobiernos de nuestros pueblos latinoamericanos.
  • Reclama a los actuales gobiernos Latinoamericanos crear espacios de diálogo democrático, incluyente y eficaz, a escuchar los clamores ciudadanos y brindar prontas respuestas políticas. 
  • Anima a quienes lideran las movilizaciones a optar por un ejercicio pacífico del derecho a la protesta. Es necesario promover diálogos nacionales incluyentes y brindar las garantías que permitan hacer de la masiva protesta social una oportunidad de reconciliación, de cambio profundo, creativo y no violento, para repensar el rumbo de nuestras naciones y ahondar las democracias latinoamericanas.

Con fe y esperanza motivamos a que se escuchen los clamores de las gentes, pese a que algunas fuerzas quieren conservar sus grandes privilegios e insisten en aferrarse a salidas violentas. Es tiempo para que juntos encontremos un nuevo modo de organizar nuestra sociedad y nuestra economía, para que se ponga en el centro de sus prioridades al ser humano y a la naturaleza.

La Iglesia, en la voz del santo Pontífice Juan Pablo II, nos interpeló hace ya tres décadas en la encíclica Centesimus Annus: “La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica” (No. 46).

Fuente:  Jesuitas Latinoamérica

Arturo Sosa S.J.: «No podemos avanzar como cuerpo, si no nos convertimos en una mínima Compañía colaboradora»

Compartimos un extracto del conversatorio virtual que sostuvo el P. General, Arturo Sosa, S.J., el pasado 12 de noviembre, como parte de las celebraciones por el 20° Aniversario de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL).

 Claudio Solis, Coordinador de la Dimensión Colaboración de la CPAL, preguntó lo siguiente al P. General:

Al disolver la instancia de la curia que velaba por el tema de la Colaboración ¿es un signo de libertad y avance, o es una confesión de que aún no terminamos de saber muy bien de qué se trata y cómo impulsarla? ¿Debemos seguir trabajando para aportar ideas y experiencias en el sector de Colaboración, o más bien reconocer que la colaboración es un hecho que ha estado allí sin valorarla y sin darnos mucho “por enterados”, y poner, entonces, todas nuestras energías la formación del cuerpo apostólico y en el trabajo en redes? ¿Cuáles cree que son las principales barreras para ser una “mínima Compañía colaboradora” y la forma de vencerlas?

La respuesta del P. General:

Tenemos un conjunto de luces, de estrellas, que nos pueden orientar. Como a todo el resto de la Compañía, comenzamos por las Preferencias Apostólicas Universales, que son esas orientaciones que quieren ayudar a toda la Compañía a avanzar como cuerpo en el futuro, de los próximos 10 años. He explicado en otras ocasiones que esas cuatro preferencias van juntas, son una constelación ellas mismas, son cuatro luces que alumbran complementariamente… Yo digo que son como la mano, uno no puede usar un solo dedo de las manos, que no es tan útil, cuando uno usa las manos, usa un solo dedo, puede pisarse los demás, aquí hay que trabajar con los dedos, con todos los dedos de las manos. Tenemos cuatro preferencias y un quinto dedo, que es la colaboración. Nosotros no podemos avanzar como cuerpo, si no nos convertimos de verdad en una mínima Compañía colaboradora, la colaboración entre nosotros, colaboración con otras tantas personas en este mundo que quieren la reconciliación y la justicia, esa es la mano con la cual queremos agarrar lo que nos lleva hacia el futuro.

Y más bien pensamos que la colaboración tiene que ser un ingrediente, una dimensión presente en todas las dimensiones de la estructura apostólica de la compañía y que tiene que ser también objeto de reflexión, de profundización, de crecimiento en todas las estructuras. Antes, cuando hablé de las manos como la imagen de las preferencias apostólicas, dije que el quinto dedo era la colaboración. Si en algo… la Congregación General y después lo que hemos estado trabajando en todos los niveles de la estructura de la Compañía, nos damos cuenta, es que si de verdad la Compañía de Jesús quiere ser más efectiva, o sea querer de verdad ir en pos del Magis ignaciano, necesita crecer en colaboración.

¿Cuál es la principal barrera a la colaboración? Nuestra pasividad, nuestra, y aquí hablo de los jesuitas… a los jesuitas nos cuesta mucho identificarnos como colaboradores, siempre tendemos a hablar de nuestros colaboradores. Y yo creo que es el principal mensaje de la Congregación y de las Preferencias Apostólicas, que seamos nosotros colaboradores desde el corazón, o sea que nuestra identidad en la de ser colaboradores de algo mucho más grande que nosotros, que es la misión del señor Jesús encomendada a la Iglesia católica, esa es nuestra identidad, somos compañeros de Jesús para colaborar al servicio de esa misión, es ser una dimensión sustantiva del carisma de la Compañía y tiene que convertirse en una identidad práctica y real, o sea, sentirnos nosotros colaboradores.

La expresión mínima Compañía es una expresión que san Ignacio usó permanentemente, y san Ignacio usó esa expresión cuando la Compañía estaba creciendo, y creciendo a una velocidad que los primeros compañeros ni siquiera se imaginaron, que el tema de la mínima Compañía no tiene que ver con el número de jesuitas, el término mínima Compañía tiene que ver con la actitud de los jesuitas, de los que entran en esta misión, y está tomado de la meditación de las dos banderas, de la humildad, que es lo que nos permite realmente colocarnos debajo de la bandera del Señor, en contraposición a la soberbia que es la bandera del enemigo. La humildad es lo que nos lleva a ser mínima Compañía, mínima porque somos servidores, porque somos colaboradores y por eso, por allí tenemos que seguir, por eso yo sí animo a todas aquellas personas que están comprometidas con la misión de la Compañía, a que nos ayuden a esa conversión y que sigamos profundizando en ese trabajo en colaboración y que podamos realmente lograr identificarnos como servidores de la misión de Cristo como mínima Compañía colaboradora.

Fuente: Jesuitas Lationamérica

50 años del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología

El aniversario del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología ha sido ocasión para el encuentro y el discernimiento conjunto a fin de entender cómo responder a esas preferencias, y así servir a Dios en sus hijos e hijas en este momento complejo de la historia humana.

En 1969, tras el Concilio Vaticano II y a instancias del P. Pedro Arrupe, nació el Secretariado Jesuita para el Desarrollo Socioeconómico, cuyo primer secretario fue el brasileño P. Francisco Ivern SJ. Se cumplen, por tanto, 50 años de la creación de lo que hoy es el Secretariado para la Justicia Social y la Ecología, que asiste al Padre General en la dimensión social de la misión.

El P. General Jean-Baptiste Janssens, que precedió a Pedro Arrupe, había dado ya un impulso fundamental al apostolado social, en especial con una carta en 1949 en la que instaba a que todas las Provincias de la Compañía dispusieran de algún centro social. En aquella época proliferaron las fundaciones de instituciones sociales en la Compañía de Jesús. La visión de Arrupe fue que el servicio de la fe y la promoción de la justicia no podían separarse: para él, todos los ministerios de la Compañía tenían que responder a ambos desafíos. Lo que hasta entonces había sido una encomienda a algunos jesuitas, debía convertirse en una preocupación de todos. Dicha intuición quedó plasmada en la redefinición de la misión que recogió el decreto cuarto de la Congregación General 32: «La misión de la Compañía de Jesús hoy es el servicio de la fe, del que la promoción de la justicia constituye una exigencia absoluta».

Esa forma de comprender la misión ha ido ahormando a la Compañía durante las siguientes décadas y hoy todos los apostolados han incorporado a su manera la preocupación por la justicia. Constituye para nosotros un modo de situarnos ante la realidad.

No ha sido un proceso fácil. Las opciones tomadas han sido en ocasiones motivo de turbulencias e incomprensiones, internas y externas, y han supuesto terribles sacrificios. Con motivo del 50 aniversario del Secretariado, recordamos a los 57 jesuitas asesinados durante este tiempo por defender un mundo más justo y humano. El Padre Arrupe, cuando escribió la famosa carta de Río (1968), ya había advertido que entrar en este camino acarrearía muchos costos humanos. Pero, se trata también de un periodo en el que hemos experimentado la gracia abundantemente. El Papa Francisco, en la audiencia que ofreció a los asistentes al congreso conmemorativo celebrado en Roma este mes, resumía así lo sucedido: «Han vivido ustedes una verdadera transformación personal y corporativa en la contemplación callada del dolor de sus hermanos. Una transformación que es una conversión, un regreso a mirar el rostro del crucificado, que nos invita cada día a permanecer junto a él y a bajarle de la cruz».

En febrero de este año, el P. Arturo Sosa promulgaba las nuevas preferencias apostólicas universales, que la Compañía vive en todo el mundo como un nuevo impulso en ese proceso de conversión. Dos de esas preferencias aluden a los ejes centrales del Secretariado: el cuidado de la casa común y el acompañamiento de los pobres. Huyendo del mero auto homenaje, el aniversario del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología ha sido ocasión para el encuentro y el discernimiento conjunto a fin de entender cómo responder a esas preferencias, y así servir a Dios en sus hijos e hijas en este momento complejo de la historia humana.

Fuente: Jesuitas España