Venezuela: Foro Binacional por una Frontera de Protección y Hospitalidad

En la última semana de julio se realizó en la ciudad de Cúcuta, Departamento del Norte de Santander en Colombia, el Foro Binacional por una Frontera de Protección y Hospitalidad, actividad organizada y promovida por el Servicio Jesuita a Refugiados para Latinoamérica y El Caribe (JRS-LAC) y el Servicio Jesuita a Refugiados Colombia, oficina Norte de Santander y que contó con la colaboración del Servicio Jesuita a Refugiados Venezuela, oficina Táchira.

El Foro Binacional por una Frontera de Protección y Hospitalidad permitió congregar en un mismo espacio a representantes de organizaciones del ámbito humanitario, académico e incluso, mediático en la zona de frontera con el fin de generar oportunidades para el diálogo binacional con actores en distintos espacios, que permitan consolidar en el futuro cercano acciones y propuestas que permitan comprender mejor la compleja dinámica fronteriza, pero a su vez, contribuir con ideas que tengan como norte el respeto a la dignidad humana y la consolidación de una frontera hospitalaria entre ambas naciones. 

Es propicio entonces mencionar que el ciclo de ponencias inició con la participación de Joscelyn Superlano, Coordinadora de la oficina Táchira del JRS Venezuela quien expuso sobre la actual situación de crisis de venezolana en la que se ven afectadas áreas como  la nutrición, la salud, la educación, el agua y saneamiento, la seguridad ciudadana e incluso, la institucionalidad del país, destacando la importancia del rescate de los espacios personales, comunitarios e institucionales para la consolidación de la práctica de valores humanos y el rescate de la esperanza en el seno de la sociedad venezolana. Además de la búsqueda de una mejor acogida la migración venezolana, con estrategias capaces de reafirmar los 4 verbos propuestos por el Papa Francisco para la atención de los migrantes (acoger, promover, proteger e integrar). 

Seguidamente, inició su intervención Oscar Calderón, Coordinador de la oficina Norte de Santander del JRS Colombia con una ponencia centrada en explicar los principales retos y vacíos de protección que enfrenta la población migrante venezolana pero además los ciudadanos colombianos retornados a su país a causa de la situación en Venezuela, aun cuando algunos de estos ciudadanos retornados son víctimas del conflicto armado. Calderón también encuentra en la actualidad dificultades para la efectiva integración local de esta población. En este sentido, realizó una exhortación a los presentes a fin adelantar acciones que permitan la consolidación de una frontera de inclusión y garante de los derechos humanos. 

La actividad prosiguió con la participación de la Dra. Rina Mazuera, docente e investigadora de la UCAT quien realizó la presentación de los resultados obtenidos en el Informe de Movilidad Humana Venezolana II, investigación desarrollada gracias a la labor conjunta de instituciones como la UCAT,  el JRS Venezuela, el Centro Gumilla, la UCAB, la Universidad Simón Bolívar y ODISEF. Entre los resultados más importantes del estudio se encuentran la caracterización de los migrantes venezolanos, siendo que los que en su mayoría emigran son jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 29 años, con formación universitaria de cinco años o con formación profesional técnica. Los resultados revelan que la mayor aspiración de los migrantes venezolanos es trabajar con el deseo de enviar remesas su país para contribuir con la economía familiar de sus parientes en el territorio nacional, resultando esperanzador que un porcentaje 89,5% del total de encuestados, entre un universo poblacional de 12.957 migrantes, declara su deseo de regresar a Venezuela, una vez la situación de crisis sea superada. 

Posteriormente, Luis Carlos Rodríguez, Responsable de incidencia del JRS LAC realizó su intervención basándose en el reto que representa para Latinoamérica la migración forzada venezolana, llevando a los participantes de la actividad a la reflexión sobre los grandes desafíos que se vienen para la región en cuanto a repensar los roles del Estado frente a las nuevas realidades migratorias y necesidades de protección de los migrantes,  la importancia de la coordinación, el trabajo en equipo y la construcción de redes para dinamizar acciones capaces de mitigar el sufrimiento. Acciones que pasan incluso por reflexionar sobre la importancia de consolidar sociedades cada vez más hospitalarias e incluyentes. 

Seguidamente tuvo lugar la presentación de Fernando Gómez, Coordinador de la Campaña por la Hospitalidad promovida desde la RJM, quien destacó la importancia de la hospitalidad como llave para el proceso de integración y reconciliación de las sociedades, como paso importante para la reconstrucción de la esperanza, permitiendo la interacción entre seres que se reconocen distintos e igualmente dignos.  Para finalizar, Fernando invitó a los presentes a practicar la hospitalidad en acción mediante prácticas como hablar de modo constante en espacios familiares, comunitarios e incluso institucionales de hospitalidad, encuentro y humanidad, además de promover iniciativas en red que conduzcan a la integración social. 

Igualmente, Fernando Gómez estuvo a cargo del cierre simbólico del Foro en el que se solicitó a cada uno de los participantes reencontrarse con otro de sus compañeros y agradecerle por su existencia única y su aporte a lo valioso en el universo como ser humano, luego se solicitó a los participantes formar un círculo y se entregó a cada uno un símbolo de luz  que reflejara la posibilidad de aquellos que acompañan con su trabajo a los migrantes, para que con sus acciones puedan iluminar el camino y bienestar de los migrantes en toda la región y en el mundo. 

Fuente: Servicio Jesuita a Refugiados LAC

Leonardo Boff: «La Amazonía no es ni salvaje, ni pulmón, ni granero del mundo»

El Sínodo pan-amazónico que se celebrará en octubre de este año en Roma demanda un mejor saber sobre el ecosistema amazónico. Hay que deshacer mitos.

Por Leonardo Boff

Primer mito: el indígena como salvaje y genuinamente natural, y por eso en sintonía perfecta con la naturaleza. 

Se regularía por criterios no-culturales sino naturales. Estaría en una especie de siesta biológica ante la naturaleza, en una perfecta adaptación pasiva a los ritmos y a la lógica de la naturaleza. Esta ecologización de los indígenas es fruto del imaginario urbano, fatigado por el exceso de tecnificación y de artificialización de la vida.

Lo que podemos decir es que los indígenas amazónicos son humanos como cualquier otro ser humano y, como tales, están siempre en interacción con el medio. La investigación comprueba cada vez más el juego de interacción entre los indígenas y la naturaleza. Ellos se condicionan mutuamente. Las relaciones no son “naturales” sino culturales, como las nuestras, en un intrincado tejido de reciprocidades. Tal vez los indígenas tienen algo de singular que los distingue del hombre moderno: sienten y ven a la naturaleza como parte de su sociedad y cultura, como prolongación de su cuerpo personal y social. No es, como para los modernos, un objeto mudo y neutro. La naturaleza habla y el indígena entiende su voz y su mensaje. La naturaleza pertenece a la sociedad y la sociedad pertenece a la naturaleza. Están siempre adecuándose mutuamente y en proceso de adaptación recíproca. Por eso están mucho más integrados que nosotros. Tenemos mucho que aprender de la relación que ellos mantienen con la naturaleza.

Los indígenas y la naturaleza están siempre adecuándose mutuamente y en proceso de adaptación recíproca. El entorno no es para ellos un objeto mudo y neutro

Segundo mito: la Amazonía es el pulmón del mundo. 

Los especialistas afirman que la selva amazónica se encuentra en un estado clímax. Es decir, se encuentra en un estado óptimo de vida, en un equilibrio dinámico en el cual todo es aprovechado y por eso todo se equilibra. Así la energía fijada por las plantas mediante las interacciones de la cadena alimentaria conoce un aprovechamiento total. El oxígeno liberado de día por la fotosíntesis de las hojas es consumido de noche por las propias plantas y por los demás organismos vivos. Por eso la Amazonía no es el pulmón del mundo.

Pero funciona como un gran filtro del dióxido de carbono. En el proceso de fotosíntesis se absorbe gran cantidad de carbono. Y el dióxido de carbono es el principal causante del efecto invernadero que calienta la tierra (en los últimos 100 años aumentó un 25%). Si un día la Amazonía fuese totalmente deforestada, serían lanzadas a la atmósfera cerca de 50 mil millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Habría una mortandad en masa de organismos vivos.

Tercer mito: la Amazonía como el granero del mundo. 

Así pensaban los primeros exploradores como von Humboldt y Bonpland y los planificadores brasileños en tiempos de los militares en el poder (1964-1983). No lo es. La investigación ha demostrado que “la selva vive de sí misma” y en gran parte “para sí misma” (cf. Baum, V., Das Ökosystem der tropischen Regeswälder, Giessen 1986, 39). Es lujuriante pero con un suelo pobre en humus. Parece una paradoja. Lo dejó bien claro el gran especialista en Amazonas Harald Sioli: “la selva crece realmente sobre el suelo y no del suelo” (A Amazônia, Vozes 1985, 60). Y lo explica: el suelo es solamente el soporte físico de una trama intrincada de raíces. Las plantas se entrelazan por las raíces y se sostienen mutuamente por la base. Se forma un inmenso balance equilibrado y ritmado. Toda la selva se mueve y danza. Por esto, cuando una es derribada arrastra con ella a otras varias.

La selva conserva su carácter exuberante porque existe una cadena cerrada de nutrientes. Están los materiales en descomposición en el suelo, la capa vegetal de hojas, frutos, pequeñas raíces, excrementos de animales silvestres, enriquecidos por el agua que gotea de las hojas y el agua que escurre de los troncos. No es el suelo lo que nutre los árboles. Son los árboles los que nutren el suelo. Estos dos tipos de agua lavan y arrastran los excrementos de los animales arborícolas y animales de especies mayores como aves, macacos, coatis, perezosos y otros, así como la miríada de insectos que tienen su hábitat en la copa de los árboles. Existe también una enorme cantidad de hongos y un sinnúmero de micro-organismos que juntamente con los nutrientes reabastecen las raíces. Por las raíces, la sustancia alimenticia va a las plantas garantizando la exuberancia extasiante de la Hiléia amazónica. Pero se trata de un sistema cerrado con un equilibrio complejo y frágil. Cualquier pequeño desvío puede acarrear consecuencias desastrosas. El humus no alcanza comúnmente más que 30-40 centímetros de espesor. Con las lluvias torrenciales es arrastrado fuera. En poco tiempo aflora la arena. La Amazonía sin la selva puede transformarse en una inmensa sabana o hasta en un desierto. Por esto la Amazonía jamás podrá ser el granero del mundo, pero seguirá siendo el templo de la mayor biodiversidad.

Constataba el especialista de la Amazonía, Shelton H. Davis, en 1978 y sirve igualmente para 2019: “En este momento se está librando una guerra silenciosa contra pueblos aborígenes, contra campesinos inocentes y contra el ecosistema de selva en la cuenca amazónica” (Víctimas del milagro, Saar 1978, 202). Hasta 1968 la selva estaba prácticamente intacta. Desde entonces, con la introducción de los grandes proyectos de las hidroeléctricas y del agronegocio, y hoy con el anti-ecologismo del gobierno Bolsonaro, continúa la brutalización y la devastación de la Amazonía.

Fuente: Religión Digital

Nuevos paradigmas en la teología: el tema de la colonialidad y la descolonialización

Compartimos el siguiente material, para quienes quieran profundizar en nuevos paradigmas que se proponen para la teología. 

Por Raúl Cervera Milán

En el presente escrito se presentan dos ideas. En primer lugar, se pretende poner a la vista dos o tres aspectos del amplio panorama que ofrecen las teologías de la colonialidad y la descolonialización, como una vertiente de las teologías contextuales. Sin embargo, lo más importante es abrir o continuar la discusión acerca del fenómeno mismo de la colonialidad y las luchas por superarlo, así como la pregunta acerca de si la reflexión teológica debe posicionarse y, en caso afirmativo, cómo hacerlo, frente a dicho fenómeno.

En este contexto, acogiendo las directrices de Veritatis Gaudium (4, c), se pretende también llevar a cabo un experimento de interdisciplinariedad, en este caso, a través de una conversación entre las teorías de la colonialidad y la descolonialidad, por un lado, y la reflexión sistemática creyente, por otro.

El artículo tiene tres partes. En la primera se trazarán algunas pinceladas acerca de varias vertientes de la sociología que se han interesado por los citados fenómenos. En la segunda se enumerarán varias tareas que las teologías de la descolonialización han emprendido en relación con las víctimas de estos procesos históricos. Finalmente, comprometeremos algunos puntos de vista acerca de uno de los caminos que ha emprendido y debe continuar emprendiendo la teología para elaborar una narrativa que responda, relevante y pertinentemente, a estos desafíos de la historia.

Puedes leer el artículo completo en este link

Los jesuitas de Chile tienen nuevo Superior Provincial

La Compañía de Jesús en Chile informa:

El Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa SJ, ha designado Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Chile al padre Gabriel Roblero Cum SJ (45 años).

El P. Gabriel Roblero nació en Santiago el 7 de diciembre de 1973 y cursó sus estudios básicos y medios en el Colegio San Ignacio El Bosque. Posteriormente, se tituló de Psicólogo en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ingresó a la Compañía de Jesús el 07 de mayo de 1998, fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 2007 y pronunció sus últimos votos en la Compañía de Jesús el 20 de febrero de 2016.

Realizó sus estudios de Teología en la Pontificia Universidad Católica de Chile y obtuvo el Magister en Teología Espiritual en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid). También realizó un postgrado en Psicoterapia Psicoanalítica en la misma universidad española.

En la Compañía de Jesús en Chile ha desarrollado diversos ministerios, entre los cuales cabe destacar, asesor de las Comunidades de Vida Cristiana de Jóvenes de Santiago (CVX), capellán del Colegio San Mateo de Osorno y superior y maestro de Novicios en Valparaíso.

El nuevo Provincial asumirá sus funciones el 2 de septiembre próximo.

Santiago, 9 de agosto de 2019

Fuente: Jesuitas Chile 

¿Funcionan las vallas para detener la inmigración? – Dani Villanueva

“Igual que a nosotros nos escandaliza hablar de la esclavitud o de los campos de concentración, en el futuro nos van a mirar y nos van a decir: “pero no se dieron cuenta de que eran seres humanos”. La única manera en la que estamos conviviendo con esta situación es porque los tenemos a oscuras, porque no tienen rostro, no tienen nombre, no tienen historia. No hay relación, no nos importa. Por eso es tan importante poner luz, ser conscientes, experimentar, crear relación. Porque si fueran nuestra familia o nuestros conocidos, les aseguro que encontraríamos la manera de solucionar esta situación. 

Así que déjenme que lo diga bien claro: el concepto actual de frontera que manejamos es inhumano y en el futuro se escandalizaran por la manera en que estamos abordando la movilidad humana, en un mundo donde cada vez hay más vallas, cada vez hay más muros, cada vez hay más fronteras contra personas.” 

Dani Villanueva SJ, jesuita español, reflexiona sobre la construcción de vayas y muros como modo de responder al fenómeno creciente de la movilidad humana en una charla TED.

Mira el video completo aquí.

A vino nuevo, odres nuevos – Palabras CPAL de Agosto

Compartimos la Palabra de CPAL  del mes de Agosto. El Presidente de la Conferencia, Roberto Jaramillo SJ nos invita a leer parte de un discurso del Padre General de la Compañía, Arturo Sosa SJ.

Con el permiso acordado por el P. General, compartimos algunos párrafos (puntos 3 a 5) de su comunicación introductoria a la primera sesión del Consejo Ampliado, el 10 de junio pasado. La fuerza y claridad de sus palabras dispensa comentarios. Invito a todos a hacer de estas palabras oración y motivo de conversación espiritual en las comunidades y obras (Roberto Jaramillo).

“(…) La experiencia de comunicar a la Compañía esta misión recibida del Santo Padre a través de las Preferencias Apostólicas Universales, me ha confirmado tanto en la profundidad como en la complejidad del cambio que se nos exige. (…) Tomar conciencia de haber recibido una misión del Santo Padre nos ayuda a ir a fondo en la responsabilidad que tenemos de renovar nuestra vida-misión bebiendo en las fuentes del carisma que llevó a la fundación de la Compañía de Jesús. (…) Al compartir las PAU con otros miembros del cuerpo apostólico resalta cómo el Espíritu nos llevó de buscar atender necesidades universales – como en las anteriores preferencias (2003- a vislumbrar retos para nuestra vida diaria como religiosos consagrados o personas que han aceptado la invitación a colaborar en la obra de Dios en la historia humana. (…) 

Volviendo a la carta de promulgación (2019/6–19 febrero 2019): Las preferencias apostólicas universales se proponen profundizar tales procesos de conversión personal, comunitaria e institucional. Son orientaciones para mejorar el trabajo apostólico del conjunto del cuerpo de la Compañía y el modo como realizamos nuestros ministerios en los que tomarán cuerpo (…). Las PAU, como insiste P. Endean, no son sólo acerca de lo que hacemos. These preferences are also about how God can change us. Sólo pueden orientar nuestra vida-misión si nuestra fe se funda en la experiencia personal de Dios y la convicción que de ella se deriva: Dios es más grande que nosotros, su acción trasciende ampliamente nuestros límites, quiere y puede comunicarse con nosotros, cada uno de los seres humanos. (…) 

La Compañía de Jesús vive un momento de transición cuya envergadura no es fácil de percibir para nosotros mismos que lo estamos viviendo. El Señor ya lo advirtió: Nadie echa vino nuevo en envases de cuero viejos; si lo hace, el vino nuevo hará reventar los envases, se derramará el vino y se perderán también los envases. Pongan el vino nuevo en envases nuevos. Y miren: el que esté acostumbrado al añejo no querrá vino nuevo, sino que dirá: El añejo es el bueno. (Lc 5,37-39). 

No dejemos pasar la última frase de la advertencia del Señor. Estamos no sólo “acostumbrados” a un modo de vivir y trabajar apostólicamente, sino que podemos hasta estar “orgullosos” de nuestro modo actual de vida-misión. Nos puede parecer no sólo bueno sino el mejor y nos lleva a conformarnos, a no querer otra cosa… porque el vino añejo es el bueno. El cambio de época histórica que vivimos, los cambios que se suceden a una velocidad que nos cuesta seguir… son los “envases de cuero” nuevos en los que estamos llamados a echar el vino nuevo de la Buena Noticia de Jesucristo a través de nuestra vida-misión profundamente transformada por la experiencia del encuentro con el Señor. 

(…) Es la tentación de convertir nuestra historia en mito para alimentar nuestro orgullo corporativo, en lugar de experimentarla como tradición inspiradora de fidelidad al seguimiento de Jesús y servicio de la Iglesia. Podemos vencer esa tentación si logramos vivir nuestra historia como memoria liberadora de lo relativo de cada época para ayudarnos a mantenernos vinculados y alimentados de la fuente de nuestro carisma, vocación y decisiones apostólicas. No me cabe duda de la necesidad de profundizar y ampliar el conocimiento crítico de la historia de la Compañía. Para ello necesitamos más investigadores y asegurar su trasmisión en el proceso de formación de los miembros del cuerpo apostólico. De lo contrario el adjetivo “jesuita” será sólo una especie “marca” comercial sin fuerza inspiradora de una identidad de vida-misión. 

(…) No pretendo en esta introducción –ni creo que me sea posible- hacer un recuento, ni siquiera un esbozo, de los cambios que ha experimentado la misión de la Compañía en las últimas décadas en su esfuerzo por ser creativamente fiel a los nuevos desafíos de la historia. (…) Me limito a mencionar algunas dimensiones que han estado muy presentes en la experiencia de comunicar las PAU a diversos grupos del cuerpo apostólico de la Compañía. 

La primera es el reto de percibir la sociedad secular como signo de los tiempos, es decir, como señal del Espíritu para inspirar modos novedosos de señalar el camino hacia Dios y contribuir a la reconciliación. La palabra “secular”, en principio, nos suena mal. La secularización la experimentamos como pérdida de algo valioso, nos produce nostalgia del pasado “católico” de la “civilización” en la que se dio el proceso de restauración de la Compañía. Percibimos mejor los extremos y amenazas de las diversas formas de secularismo -incluso las que han tomado cuerpo en nosotros- que las oportunidades que se abren en las sociedades seculares o en proceso de secularización. Una mirada “espiritual” nos plantea el reto de encontrar a Dios en la sociedad secular y mostrar el camino hacia Él. La capacidad de encontrar a Dios en todas las cosas (personas, tiempos y lugares) es el resultado del encuentro con Dios experimentado por Ignacio y trasmitido a través de los Ejercicios Espirituales. Experiencia que, al mismo tiempo, nos lleva a mejorar nuestra capacidad de escuchar el grito de los pobres y excluidos, para encontrar con ellos caminos hacia la justicia y la reconciliación. (…) 

La segunda dimensión presente en nuestra vida en un mundo globalizado es la internacionalización de nuestras percepciones, estilos de vida, formación y modos de actuar. Entiendo la palabra “internacionalización” como la superación de los límites característicos de épocas históricas anteriores en las que la “nación”, como territorio y/o pertenencia étnica o cultural, marca la identidad de personas y grupos. La globalización supone que se difuminan los límites en todas las esferas de la vida humana. También en nuestra vida cristiana, eclesial, religiosa y apostólica. Tomar conciencia de ese proceso nos ayuda liberarnos de las ataduras del pasado y adquirir la indiferencia necesaria para construir los nuevos “envases de cuero” necesarios para que el vino nuevo no se derrame. Acompañar conscientemente y adaptarnos, según la inspiración del Espíritu, a la novedad que representa esta tendencia, superar las formas del pasado y aprovechar para el evangelio las nuevas formas, relaciones y espacios que van surgiendo, es uno de los más complejos desafíos del gobierno de la Compañía. 

Por otra parte, el cuerpo apostólico universal de la Compañía es hoy –gracias a Dios- multicultural. Además, vive y actúa en una asombrosa variedad de contextos culturales. Así descubrimos otra faceta de cómo el Señor actúa en la historia. La diversidad cultural es una de las muchas formas en las que se revela la riqueza del rostro de Dios que nos ha creado a su imagen y semejanza (Ef 3,10). La fe cristiana se encarna en toda cultura humana para mostrar el camino hacia Dios y transformarla a fondo mediante el perdón de los pecados, es decir, alumbrando el camino a la reconciliación en todas sus dimensiones. La relectura del libro de los Hechos de los Apóstoles en este tiempo de Pascua nos ha vuelto a recordar cómo el Espíritu Santo guio a las primeras comunidades cristianas en esta dirección y cuánta resistencia hubo que vencer para ir más allá del punto de partida de la cultura de los primeros discípulos y abrirse a otras culturas para realizar la misión de anunciar la Buena Noticia en todas partes. Esa tensión está presente al interior de la Compañía llamada a ser universal, por tanto, a hacerse cargo del tesoro de su multiculturalidad y avanzar conscientemente hacia la interculturalidad.” 

Conclusión de la fase diocesana de la Causa de Canonización del Padre Mauricio Jiménez S.J.

El pasado miércoles 31 de julio, festividad de San Ignacio de Loyola, tuvo lugar en la sede episcopal de San Miguel, Argentina, el acto por el cual concluyo la fase diocesana del proceso de Canonización del Siervo de Dios Mauricio Jiménez S.J.

 Presidió el acto el Obispo local Damián Gustavo Nannini quien estuvo a cargo de las palabras inaugurales. Luego el Vicepostulador de la Causa, Padre Julio Merediz SJ, realizó una oración para pedir la glorificación del Siervo de Dios. 

A continuación se hizo el juramento prescripto del Tribunal que instruyó el proceso: Pbro. Fernando de la Peña (Delegado Episcopal), Pbro. Hernán Palacios (Promotor de Justicia) y Hna. Isabel Fernández (Notaria). 

Luego se presentaron las cajas con los documentos y el trabajo de la Comisión Histórica que revisadas por el Obispo fueron cerradas y lacradas para ser entregadas en Roma en la Congregación para la Causa de los Santos. 

Entre los participantes se encontraban el Provincial de los Jesuitas Rafael Velasco, el Párroco de la Catedral de San Miguel, Francisco Ochiuzzi; el Superior de la Comunidad del Salvador, Andrés Aguerre S.J. y otros sacerdotes y laicos.

Fuente: CiudadSM

Congreso Internacional de Estudios Bíblicos en Buenos Aires

Del 16 al 19 de julio, tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires, el Primer Congreso Internacional de Estudios Bíblicos; que tuvo más de 300 participantes. Entre ellos, jesuitas de distintos lugares del mundo. Alfredo Acevedo SJ (ARU) estuvo participando y nos cuenta su experiencia.

Por Alfredo Acevedo SJ

Después de terminar el cuarto semestre en el Instituto Bíblico (PIB), regresé a la Provincia, en primer lugar, para visitar a los amigos, la familia y compañeros jesuitas. Será un tiempo de reencuentros y de compartir la vida y la fe. De hecho, colaboraré en diversas actividades que me han pedido, ya sea en el Centro Manresa de Córdoba (sobre todo, ofreciendo EE) y en el CEIA de Bs. As (alguna charla sobre Biblia y política).

Pero mi visita también tuvo otro objetivo, ya que en la UCA de Bs. As.(en sus sedes de Puerto Madero y Villa Devoto), tuvo lugar el primer Congreso Internacional de Estudios Bíblicos, entre el 16 y el 19 de julio. La celebración por los 80 años de la Revista Bíblica convocó a casi 430 biblistas de toda América Latina, América del Norte y el Caribe. También se hicieron presentes biblistas y estudiosos europeos, entre los que se encontraba el P. Dominik Markl, jesuita austríaco, profesor de Pentateuco en el PIB. 

El P. Dominik tuvo dos intervenciones en el Congreso. Inicialmente hizo la valoración crítica de una de las primeras conferencias (acerca del libro del Éxodo). Fue una intervención breve pero intensa pues expuso una mirada crítica sobre el estudio realizado por un colega que piensa desde otro contexto, en este caso, la del Prof. José Rodriguez Kidd, de Costa Rica. 

Su segunda intervención fue el dictado de un mini-curso que llevaba por título “Ley, Ética y Política en el Deuteronomio”. Una especie de clase de dos horas de dos horas, en la que participaron unas 40 personas, entre profesores y estudiantes, que deseaban profundizar el conocimiento de este libro.

Uno de los objetivos del Congreso era generar los espacios para que los biblistas y estudiosos, sobre todo de América Latina, pudieran encontrarse e intercambiar información. Es clara la necesidad de profundizar en la colaboración y de estrechar lazos para que La Palabra siga enraizándose en el Pueblo fiel de Dios. Allí, todos estamos comprometidos, ya que la Palabra nos interpela y nos exige entrar en ella para comprender su sentido más hondo. 

Celebración de la Eucaristía en las casas de familia – Tomás Bradley SJ

Los párrocos de parroquias jesuitas a lo largo de toda Argentina Uruguay nos cuentan la experiencia, motivación y frutos de celebrar la eucaristía en las casas de las familias de las comunidades a las que han sido misionados.

Por Tomás Bradley SJ

Una primera cosa que tengo que decir al respecto es que nunca se me ocurrió reflexionar mucho sobre el tema. Me pareció natural celebrar la Misa en las casas o en lugares públicos que no sean un templo por el desafío de hacer llegar a la gente a Jesús, con todos los medios posibles y adaptándome a lo que la realidad presentaba. Y la Misa es la oración más sublime y sencilla que tenemos: ofrecemos, escuchamos Su Palabra, participamos de Su Sacrificio Redentor, comulgamos con Su entrega recibiéndolo y nos animamos a salir a anunciarlo. 

Desde la Encarnación, no hallo lugar profano. Por lo tanto, lo sagrado puede darse en cualquier sitio. Ignacio nos invita a descubrirlo en todas las cosas, hacer lugar sagrado una casa, una oficina, una calle, una plaza, etc., poner los medios para que el Dios de Jesús se haga presente allí donde Él quiere llegar.

Nótese que no estoy hablando sólo de casas de familia, sino de cualquier lugar que no sea el templo. El criterio de Ignacio de ver según tiempos, lugares y personas el quehacer apostólico me parece una brújula de increíble fecundidad. Al hablar de ‘casa de familia’ no estamos estimulando exclusividad para pocos o algunos, tampoco como celebración de elite, sino como acercamiento a las familias de acuerdo a la misión que se está llevando adelante. La celebración tiene que ver siempre con una comunidad en salida que abre, expande, busca, cuestiona.

Es que las casas de familia son todo un templo. Sucede demasiado en ellas: dolores, gozos, trabajos, vida de la gente. Y sus mesas son quizá los más sencillos y adecuados altares del Jesús que se acerca a todos y quiere darse y partirse para todos. Me emociona mucho, me consuela celebrar en la misma mesa que la familia cocina, toma mate, charla, discute, descansa. 

Lo mismo creo de los lugares de trabajo. Ellos son el ámbito donde la gente entrega horas de vida y de ilusiones. En los años en que estuve en Resistencia, celebraba una misa mensual en las oficinas de AFIP, también en la entrada a la UNNE y en la UTN. Los lugares donde las personas pasan tiempo de su vida trabajando, estudiando, compartiendo vida; donde están aprendiendo y donde están construyendo un mundo mejor, son el escenario justo para celebrar el “sacrificio de Dios por nosotros y la humilde ofrenda nuestra con y por Él”.

En las misiones en La Rioja, en el Impenetrable chaqueño, en las casas de misión en la parcelas de Ugarteche en Mendoza, en las escuelas, aquí en Tacuarembó, siempre he sentido que la actitud de “salida” es misión hecha celebración concreta. Evidentemente que no son nunca celebraciones descolgadas, o como dije antes de grupos cerrados que se reúnen a vivir una comunidad intimista e irenista. Al contrario, son desafío de abrir nuestras comunidades, de salir al encuentro de la gente a su mundo, como lo hizo Jesús al ir a la casa de Zaqueo, al participar de la cena de bodas en Caná, al quedarse a comer y dormir en la casa de Marta, María y Lázaro, al compartir la cena con los publicanos y pecadores, y al mismo tiempo ir a lo de un fariseo. 

Los templos son muy necesarios. Nos hacen bien con su presencia firme que nos recuerda ese ámbito especial que Dios quiere regalarnos. Pero no son lugares excluyentes de la presencia del Dios hecho hombre. Y creo que fue un error pastoral y teológico grave, de fondo una herejía cristológica, encerrarlo y alejarlo de la vida común de la gente. Ojo, hablo de acentos, de cornisas sutiles, al actuar de acuerdo a la Iglesia de Jesucristo que creemos vivir. Hace mucho bien la adoración del Santísimo en el Templo, lo mismo el tiempo regalado para estar frente al Santísimo, lo mismo que la reunión dominical de la comunidad local que se encuentra para celebrar al Cristo que vive todos los días, lo mismo que la misa diaria para aquellos que pueden concurrir. Pero esta práctica litúrgica, tiene sentido al hacer que el rito con contenido vaya marcando el ritmo de nuestras vidas. Lo cual no quiere decir que sea lo único. Y mucho menos que lo sagrado sólo esté en el presbiterio o sobre el altar consagrado o cerquita del Sagrario. Y que sólo los consagrados o sacerdotes pueden acceder a ellos, como si el lugar físico marcara la diferencia jerárquica en la intimidad con Dios. Y esto, lamentablemente, se ha hecho notar durante muchos años. 

Dios se encarnó en Jesús. Como he dicho antes, desde allí no hay lugar profano para Dios. Que los hombres volvamos a alejarlo a Dios clavándolo en una cruz lejana, es drama nuestro. Esa cruz tiene sentido en la Cena que se hizo horas antes. Donde el Maestro lavó los pies, donde se dio, partió y derramó por la redención de los hombres. Hecho sacramental que se hace pasión en la muerte en la cruz real y concreta en el monte Calvario.

Dios acerca, une, sirve. Nunca aleja ni discrimina (en el sentido de desterrar en lo indigno). Por ello, celebrar con la gente la misa en el lugar que sea, siempre ha de estar impregnado por esta asunción de nuestra condición humana que Dios ha hecho en Cristo Jesús. En Él, Cristo, no está la dicotomía digno – indigno, profano – sagrado, santo – pecador. Él, Dios hecho hombre, nos asumió en serio. Así en Él somos santos, siendo también pecadores. Somos dignos porque somos amados no porque seamos intachables. Somos sagrados que hacen ofrenda de Su vida intentando imitar la entrega de nuestro Señor por nosotros. Todo por Su gracia. 

Me extendí demasiado. La razón de celebrar las misas en las casas o en otros lugares siempre es en sentido de misión: Iglesia en salida. No habría que haber dicho mucho más. Dios salió de sí, nosotros intentamos hacerlo hacia los que todavía no lo conocen y lo celebramos con aquellos que intentamos vivirlo. 

El motivo pastoral siempre va a exigir un buen discernimiento. Si los matrimonios se realizan en los templos, como acción ordinaria, es para ayudar a los fieles a que se conciban como comunidad y no como celebración hecha para mí o para mi grupito social. Lo mismo pasa con los bautismos. Con la celebración de la Eucaristía, también hay que discernir si la razón es de una comunidad en misión o es modo de cerrarnos en un modo exclusivo y excluyente, sólo para escogidos. Tentación casi gnóstica. 

Al mismo tiempo, el modo de realizar la Celebración Eucarística es algo a tener en cuenta. Sencilla, con cantos que sepa al gente, con participación de los niños. Catequesis y liturgia también se entrecruzan. Por ello se puede reunir solemnidad con juego, con diálogo (en realidad toda la celebración es un gran diálogo). El punto es que normalmente lo hacemos monólogo. Y los fieles son sólo espectadores. 

Tenemos una deuda muy grande en la revisión en el modo de celebrar la Eucaristía para que refleje el sacrificio de Cristo hoy que asume el dolor de su pueblo, que perdona sus pecados y que se reúne a celebrar con él, a escuchar su palabra y a elevar sus plegarias. Nuestras misas siguen siendo muy clericales. Y les falta “celebración de comunidad”. Esta es quizá la característica que remarca la verdad teológica: “lo asumido es redimido”, que se une con el milagro eucarístico de ser Dios en Jesús que nos redime en cada Misa. Celebración de comunidad, sacrificio de Dios siempre encarnado. Diálogo redentor.

Reflexión de Rodrigo Zarazaga SJ al inicio del Encuentro Anual de ACDE

El jesuita Rodrigo Zarazaga SJ fue invitado a hacer una ‘reflexión espiritual’ al inicio del XXII Encuentro Anual ACDE  (Asociación Cristiana de Dirigentes de la Empresa). Este año, el título del encuentro fue “Consensos Imprescindibles para un desarrollo inclusivo y sustentable”. 

Para su reflexión, Rodrigo comenzó leyendo el pasaje del Evangelio relatado por Juan, en que Jesús se aparece a sus discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Empezó, entonces, haciendo una analogía entre la situación emocional y afectiva de los discípulos y la de los argentinos: desilusión, deseos de otra realidad posible pero difícil de visualizar, y con un futuro incierto y desesperanzador, debido a la experiencia de la cruz: “desolados y devastados”.

Y frente a esta realidad, la actitud de Jesús, que tiene como único objetivo que los discípulos recuperen el norte. Por eso, cuando bien podría haberse aparecido con reproches o indicaciones, se preocupa por ellos, preguntándoles: ‘¿tienen algo para comer?’ Y se pone a cocinar.

 A partir de este relato, introdujo una serie de interrogantes y reflexiones con las que invitó a cada uno a preguntarse qué tenía para ofrecer para la construcción del consenso y de una sociedad más justa. 

Puedes mirar la reflexión espiritual en el siguiente link.

¿Qué es ACDE?

Es una asociación de ejecutivos, emprendedores, profesionales independientes y empresarios, que tiene como objetivo constituirse en un ámbito de análisis y reflexión de la temática empresaria a la luz de los valores cristianos; y de acción, a través de su compromiso social en una labor empresarial regida por principios éticos y al servicio del bien común.