Mi Experiencia MAG+S: Jóvenes con deseos de MÁS

Durante el mes de enero, en los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que este año fue en Panamá, se realizó el MAG+S: una experiencia ignaciana que lleva adelante como una suerte de pre-jornada organizada por la Compañía de Jesús. La experiencia nucleó a jóvenes de 18 a 30 años, provenientes de todo el mundo, quienes se mezclaron y dividieron en comunidades pequeñas, que se repartieron por distintos lugares de Centroamérica.

La Red Juvenil Ignaciana de Argentina – Uruguay tuvo una fuerte participación. Al regreso de los ‘peregrinos’, les hemos pedido que compartan su experiencia, respondiendo a tres consignas: 1) Contar un momento, sentimiento, aspecto, etc. que les haya quedado resonando de manera particular; 2) ¿Qué aprendizaje te llevas para tu vida de la experiencia del MAG+S 2019? 3) ¿Qué imagen representa lo que fue el MAG+S 2019 para vos?

Por Alicia ‘Pipi’ Garzón

Mi experiencia fue en El Salvador, un país con una realidad y una historia muy dura. En ella compartimos con jóvenes de Colombia, España, Korea del Sur, República Dominicana, Uruguay y El Salvador.

Algo que me llevo de esta experiencia es la unión del pueblo salvadoreño por reivindicar sus derechos como ciudadanos de su país. Guardo en el corazón lo compartido con los jóvenes de diferentes países, y su sed de amor y de justicia en el mundo; y el haberme dado cuenta de que todos tenemos un mismo sueño, que es el de un pueblo con VOZ y JUSTICIA. Hay muchos jóvenes con ganas de amar y servir hasta el extremo, jóvenes con pasión por la misión de Jesús y con quienes compartimos la espiritualidad ignaciana; con un corazón dispuesto y atento a las necesidades de los demás.

 Aprendí a servir en donde sea que Dios me necesite, sin reproches y sin miedo. A decir Sí. A dejarme transformar por Su palabra, porque su palabra habla, y no sólo en el Evangelio, sino también en el otro. Del Cristo que descubrí presente en cada persona que nos compartió su vida durante la experiencia, aprendí a ser más consciente de la luchas que hay mi país, a interesarme por estas lucha y como joven católica, a SER PARTE.

 En nuestra experiencia tuvimos la suerte de participar en la firma de los Acuerdos de Paz n° 27 del país. A ella asistieron el presidente y otras autoridades estatales, integrantes de las fuerzas armadas, personas privadas de libertad y otras organizaciones. Entre ellos estábamos nosotros, intentando comprender esta realidad. En un momento nos acercamos para ver más de cerca el escenario. Esa es la imagen que me guardo. Hay un misionero al medio, a su derecha un miembro de las fuerzas armadas y a su izquierda una persona privada de libertad.

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