Reflexión del Evangelio – Domingo 22 de Agosto

Evangelio según San Juan 6, 60-69.

Reflexión por Jorge Crovara Sj

En el evangelio de este domingo encontramos a los discípulos comentando las palabras de Jesús como ‘un lenguaje muy duro’, ‘está difícil’. Es este el momento en el que se presenta para la primerísima comunidad cristiana, la llamada ‘crisis Galilea’. Una crisis puede ser un momento de crecimiento, aunque también de equivocaciones y de tantas cosas. Pero lo que sucede es que la gente deja de seguir a Jesús porque lo que Él les transmite genera mucho movimiento interno y el pueblo comienza a abandonar el seguimiento de Jesús.

Se me ocurre una imagen que puede ayudar al actualizar la Palabra para nosotros hoy. Es un mito, se trata de la condena a muerte de uno de los hijos de Gaia –la madre tierra-, y lo particular es el modo en que será ajusticiado. Lo condenan a morir asfixiado colocando su rostro sobre la tierra y apretándola contra ella.

Para nosotros, la cercanía con Jesús es lo que puede significar un gran cambio interior –y vaya que lo ha sido… ¡y que lo sigue siendo! -. Cuando vemos lo que va pasando a nuestro alrededor, en nuestro entorno y en nuestro mundo. En la propia Iglesia católica incluso, en la que apenas iniciamos o no terminamos de reconocer los escándalos sexuales y surgen los escándalos de corrupción o económicos. Es que en el mundo reconocemos tantas cosas que nos parecen duras: el hambre, el abandono, los intereses egoístas,… todas estas situaciones pueden poner en crisis nuestro optimismo frente a la humanidad, nuestro optimismo frente al Espíritu en la Iglesia.

¿Qué haremos? Ante las situaciones que pueden ser asfixiantes para muchos, podemos invocar las palabras de Pedro “¿Dónde vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna?”

En el día de hoy, nuestro compañero Fabián Antúnez asume como obispo de San José. Está haciendo un gesto de entrega muy muy grande. Nosotros también, desde nuestro modo de vivir la vida, podemos acompañar este testimonio con gestos de entrega y confianza en la Palabra ‘de vida eterna’.

¿Dónde iré si no es a ti? ¿Cómo no voy a intimar contigo y con nuestros compañeros de fe en la comunidad… si es eso justamente lo que me ha dado vida, lo que nos ha dado vida como Comunidad, y lo que queremos que nos siga dando vida.

Que Dios acompañe esta tarea del seguimiento de Jesús. Que Dios nos bendiga.

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