Universidad de Comillas: “España no es Capaz de Integrar a los Refugiados”

El informe ‘¿Acoger sin integrar?’ ha sido elaborado por la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de Comillas, el Servicio Jesuita a Migrantes y la Universidad de Deusto. El mismo habla de la situación de los Refugiados y Migrantes Forzosos que se establecen de modo más o menos temporal en España.

El mismo, ha sido presentado en un acto que contó con la presencia del rector de Comillas ICAI-ICADE, Julio L. Martínez, SJ y otras autoridades de instituciones involucradas en la producción del informe entre las que se encontraba el Servicio Jesuita al Migrante (SJM).

En palabras del rector de la Universidad de Comillas, Julio L. Martínez, la integración, que tiene que ver con las instituciones básicas de nuestra sociedad y el Estado, también pasa por “cómo actúen las organizaciones y las personas en el respeto, la solidaridad, el cuidado, la apertura de la ciudadanía para los demás o, incluso, la amistad. Ese sentido de la integración que llega a los que queremos realmente juntarnos con otros para defender los derechos, la justicia y la solidaridad”.

Friz-Prguda ha señalado que son ya más de 65 millones de desplazados forzosamente en el mundo, de los que “más del 50% de ellos vienen de tres países: Siria, Afganistán y Sudán del Sur. Más del 50% son niños y niñas, y más del 50% son mujeres y niñas. Además, el 80% se encuentran en los países del sur global, con situaciones económicas frágiles, no industrializados”. Friz-Prguda ha recordado que durante el año pasado 3.119 personas murieron o desaparecieron en el Mediterráneo, y que en lo que va de año ya son 368 personas muertas o desaparecidas. “Llevamos 5 años subiendo la cifra cada mes respecto del anterior”, aseveró.

La representante de ACNUR ha explicado que la integración en los países de acogida es importante ya que se ha sufrido un cambio de paradigma en el que “hay cada vez menos soluciones duraderas, hay cada vez menos personas que puedan retornar a sus países de origen porque ya haya condiciones adecuadas”. “Hace 25 años hubo millones de retornos, el año pasado fueron tan solo 100.000 retornados de más de 65 millones de personas desplazadas”, puntualizó.

En el informe se señala que, en 2016, se triplicó el número de solicitudes de asilo en España de personas procedentes de zonas en conflicto en Oriente Medio, Latinoamérica y África Subsahariana. Si en 2014 la cifra de solicitantes fue de 5.952, en 2016 ya era de 16.554. No obstante, entre 2007 y 2016, España solo acogió al 1,29% de todas las personas refugiadas que entraron en la Unión Europea, lo que supone una proporción muy alejada de su peso económico y político.

Dificultades de integración

El cuaderno de trabajo ‘¿Acoger sin integrar?’ pone de manifiesto las dificultades con las que se encuentran las personas solicitantes de asilo en el aspecto laboral, dado que, a pesar de que un 20% de los refugiados cuenta con estudios universitario, su empleo se caracteriza por la escasez y la precariedad.

“Trabajan de manera cíclica, y se suceden periodos desiguales de empleo formal, desempleo y trabajo informal, sufriendo un deterioro de su situación personal, económica y familiar. A pesar de contar con permiso de trabajo desde los seis meses, quienes consiguen asilo en España no acceden a un empleo regular y estable en sus primeros años en el país”, asegura Juan Iglesias.

El informe explica: “el sistema español de acogida a refugiados no cuenta ni con los recursos, ni con los medios, ni con la capacidad política de enfrentar y transformar ese conjunto de factores que determinan la trayectoria de integración de los solicitantes de protección internacional. Algo que solo se podría hacer desde políticas estructurales de integración social de las que el Estado adolece en este momento”.

Por ello, propone una serie de medidas con el objetivo de facilitar la integración de los refugiados en la sociedad española, como reformar el sistema de distribución de plazas y solicitantes de protección durante la fase de acogida, flexibilizar el sistema en función de las necesidades de integración o desarrollar un marco reglamentario que recoja formalmente la política de acogida e integración en España, sus límites y obligaciones, entre otras.

Consultar el informe completo

Fuente: Universidad de Comillas

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