Universidades Sostenibles

A fines de julio tuvo lugar en la Universidad Católica de Córdoba un Taller Nacional sobre Campaña de Universidades Sostenibles y Resilientes. A comienzo de 2018 la UCC concursó, a través de la presentación de un proyecto, con 32 iniciativas provenientes de toda Latinoamérica, y quedó seleccionada entre las 10 mejores – y única de nuestro país- que se beneficiarán con la implementación del programa.

La Campaña Universidades Sostenibles y Resilientes surge en 2016 con el objetivo de desarrollar capacidades en las Instituciones de Educación Superior que trasladen esta cultura institucional a la sociedad. Esta iniciativa es implementada por la Red Universitaria de las Américas y el Caribe para la Reducción del Riesgo de Desastres (REDULAC/RRD), con el auspicio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional a través de su Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero (USAID/OFDA) y la Oficina Regional de Naciones Unidas las Américas para la implementación del Marco de Sendai (UNISDR), y con el apoyo del Consejo Superior de Universidades de Centroamérica (CSUCA).

El propósito de esta implementación es realizar un aporte fundamental a la sociedad, no sólo formando profesionales resilientes sino con conocimiento para promover la resiliencia social y de esta manera contribuir a la reducción del riesgo de desastres hacia el 2030, articulándolo a otras agendas como sostenibilidad, cambio climático, hábitat y agenda humanitaria.

En la UCC

El Taller fue organizado por nuestra Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales y coordinada por Silvia Fontana, Especialista en gestión de riesgos y desastres. “Ser parte de esta campaña nos posiciona frente a la importancia de formar profesionales éticos, socialmente comprometidos y responsables, con la capacidad de incidir en sus ámbitos de trabajo para la construcción de sociedades sostenibles y resilientes”, explicó la docente e investigadora de esa unidad académica.

Fontana también agregó que las Universidades juegan un importante papel para que la sociedad comprenda el riesgo de desastres, por lo que esta campaña está dirigida a sensibilizar a líderes, tomadores de decisión y a la comunidad educativa en general, para asumir los retos que la situación actual plantea. De esta manera, la iniciativa busca promover la transferencia de conocimientos y prácticas sostenibles y resilientes, que permitan reducir los factores impulsores y agravantes del riesgo de desastres.

Amenazas de la región

José Luis Menéndez, uno de los expositores del Taller, es parte del equipo técnico de la Red de universitarios de América Latina y el Caribe para la gestión y la reducción de riesgos de emergencias y desastres (REDULAC). En diálogo con el área de prensa de la UCC, ha explicado algunas de las cuestiones fundamentales del programa.

Origen de la red y el trabajo con las universidades.

En el marco de las reuniones globales que promueve Naciones Unidas para la reducción de riesgos, un grupo de académicos consideró que era importante formar una red de la academia. Así nace esta Red en 2006. De esta manera, se convierte progresivamente en implementador de esas acciones. Por eso es muy importante el rol de las universidades y el potencial que tienen. Este año, en Cartagena, Naciones Unidas auspició una reunión de plataformas a nivel regional para reducción de riesgos y REDULAC asistió y presentó los avances que tenía en esa materia y a partir de esto se convierte en el implementador de la política de la reducción de riesgos de las américas. Esto ha tomado tal vuelo y tal importancia que también manifiestan interés de incorporarse universidades de Estados Unidos, Canadá y de Méjico; por eso de Red latinoamericana pasa a Red de las Américas. También existe interés de relacionarse con universidades de España y Portugal, es decir que es una red de implementación global.

Amenazas.

Las amenazas son diferentes en la región. Nuestro territorio y población son diversos y nuestro desarrollo es diferenciado, lo cual hace que las amenazas y las posibilidades de riesgos sean diferentes. Sin embargo podemos concluir que las amenazas cada vez son más grandes y las pequeñas, cada vez más concurrentes y constantes; también son más impredecibles; están afectando a millones y millones de personas, especialmente a la pobre y vulnerable. Si bien las más conocidas son las sequías, los incendios, las tormentas tropicales, los sismos y las inundaciones –entre otros- hay otro tipo de nuevas amenazas que son los agentes biológicos, informáticos y tecnológicos.

La pobreza, principal causa del riesgo

Félix Aliaga, representante de REDULAC del cono sur y disertante en el Taller Nacional sobre Campaña de Universidades Sostenibles y Resilientes, se explayó respecto de las principales amenazas ecológicas de nuestra región y el rol de las universidades respecto de esta cuestión.

Nuevas normativas. Afortunadamente se han incorporado conocimientos y aprendizajes, resultado de distintas experiencias como los casos de los terremotos y los tsunamis en Chile, las inundaciones en Bolivia, los volcanes en Ecuador, por ejemplo. Entonces hoy ya existen normativas que se instalan en la cultura. Algunas ya existían en la cultura nativa; de hecho, el concepto de sismo se encuentra incorporado en el lenguaje mapuche. No obstante, hay ciertos aprendizajes culturales que se desecharon por la modernidad. Hay casos en que se aceptaron construcciones en ciertas zonas de amenazas y riesgos y aquí entra un juego de presiones privadas y las responsabilidades gubernamentales.

Si se mira el continente desde la perspectiva de la marginalidad, uno concuerda con la opinión del Banco Interamericano de Desarrollo. Si hay un riesgo severo que compartido entre todos los países de la región es el de la pobreza; que es la principal causa de riesgos. Y es un problema que tiene que ver con las políticas públicas de un país. Por eso, es urgente comprender el riesgo. Es decir, entenderlo y apropiarse, en los contextos globales, regionales y locales.

Rol de la universidad.

La universidad genera masa crítica en las distintas áreas de la población. Esa masa crítica debe entender que tiene un contexto y que tienen que ver con cuestiones de objetivos de desarrollo sostenible, cambio climático y los desastres. En su formación debe trabajar esos tres elementos. Las universidades forman los líderes del futuro y esos líderes no pueden no saber de desastres, organizar a la población, conocer e interactuar con esa población. Esta universidad tiene una oportunidad única hoy para generar cambios en la conductas y así establecer un mundo más seguro.

Fuente: UCC

 

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